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Pensamiento mapuche contemporáneo

paula gonzÁlez
compiladora
seguel
dramaturgias de la
resistencia
teatro documental
kimvn marry xipantv
Ch862
D763r Dramaturgias de la resistencia : teatro documental
Kimvn Marry Xipantv / Paula González Seguel,
compiladora; Marisol Vega Medina, David
Arancibia Urzúa. -- 1a. ed. –- Santiago de Chile :
Pehuén : CIIR Centro de Estudios Interculturales e
Indígenas, 2018.
© Paula González Seguel, 192 p. : il. (algs. col.), retratos ; 15x21 cm.
Marisol Vega Medina, –- (Pensamiento mapuche contemporáneo)
David Arancibia Urzúa ISBN: 978-956-16-0796-5
© Pehuén Editores S.A.
Brown Norte 417, Ñuñoa, Santiago 1. Teatro documental. 2. Compañía de teatro Kimen
+56-2 2795 71 31 (Chile). 3. Dramas chilenos. I. González Seguel,
editorial@pehuen.cl Paula, comp.
www.pehuen.cl
© CIIR
Av. Vicuña Mackenna 4860
Campus San Joaquín, Antropología UC, piso 2
Macul, Santiago
Teléfono: +56-2 2354 72 00
ciir@uc.cl

Inscripción Nº 296.149
ISBN 978-956-16-xxxx-x

Primera edición, octubre 2018, 1000 ejemplares

Dirección de colección
Fernando Pairican Padilla

Edición al cuidado de
Marcela López

Fotografías
Danilo Espinoza Guerra

Autora y compositora partituras


Evelyn González Seguel

Diseño
María José Garrido Bermúdez

Impreso en
Xxxxxxx

Derechos reservados para todos los países.

Ninguna parte de este libro puede ser reproducida, transmitida o almacenada, sea por
procedimientos mecánicos, ópticos, químicos, eléctricos, electrónicos, fotográficos,
incluidas las fotocopias, sin autorización escrita de los editores.

IMPRESO EN CHILE/PRINTED IN CHILE


paula gonzÁlez
compiladora
seguel
dramaturgias de la
resistencia
teatro documental
kimvn marry xipantv

Marisol Vega Medina


David Arancibia Urzúa
ÍNDICE

Algunos apuntes sobre Marry Xipantv. Dramaturgias de la resistencia ......................................... 9


De la biografía a la espacialidad: una historia personal de KIMVN Teatro .......................... 13
Biografía KIMVN Teatro ......................................................................................................................................................... 17
Teatro documental, memoria y vida ............................................................................................................................... 25
De la autobiografía a la creación de un teatro que documenta y testimonia la
historia de un pueblo ................................................................................................................................................... 26
Ñi pu tremen. Mis antepasados ................................................................................................................................ 39
Partituras ................................................................................................................................................................................. 58
Territorio descuajado. Testimonio de un país mestizo ........................................................... 99
Galvarino .............................................................................................................................................................................................. 119
Partituras ................................................................................................................................................................................. 133
Ñuke. Una mirada íntima hacia la resistencia mapuche ...................................................... 151
Partituras ................................................................................................................................................................................. 180
Algunos apuntes sobre Marry Xipantv.
Dramaturgias de la resistencia

El 7 de julio de 1927, Enrique García Velloso, Folco Testana y José González


Castillo, miembros de la compañía de teatro Rivera-De Rosas, estrenaron la obra
Los conquistadores del desierto en el teatro Ateneo de Buenos Aires, para aquel tiem-
po, un recinto exclusivo de la elite rioplatense. La obra inspirada en un cuadro de
Juan Manuel Blanes, del mismo nombre, muestra a un grupo de soldados —con
los trajes de estilo francés muy común para el último cuarto del siglo XIX— sobre
sus caballos, con las espadas desenvainadas y en actitud de prepararse para un nuevo
combate en las pampas. Al centro de óleo, el general Julio Roca quien es mirado en
signo de súplica y respeto a quienes, en base a la obra, son considerados los protec-
tores de la civilización y de sujetos, como se infiere a partir del cuadro, en que se
observa una mujer criolla con rostro de temor, que han padecido los embates de los
malon indígenas. La imagen que vieron los espectadores aquel 7 de julio de 1927
apenas se abrió el telón, fue la casa del general Rosquello Fierro, ambientada con
abundantes cuadros referidos a las guerras del siglo XIX y la famosa tela de Blanes.
En los rincones armas de fuego, arcaicos fusiles de chispas y las armas claves en el
proceso de conquista: el rémington y la winchester. Mientras que en las paredes
colgaban las pistolas, puñales, trabucos, sables y dagas.
Fue en Buenos Aires, en una antigua librería donde me encontré con la dra-
maturgia completa de la obra de teatro contenida en el libro Los conquistadores del
desierto. Imaginaba el teatro Ateneo, a sus elites, satisfechas con el triunfo de la
“civilización” sobre la “barbarie”. Un relato hecho a la medida de los fundadores y
constructores de la nación Argentina. Todos los recuerdos ensalzados con orgullo
de lo que William Sater, para el caso de la Guerra del Pacífico (1879-1883), llamó
como “uno más de los incontables baños de sangre que caracterizaron el siglo XIX”1.

1
  William Sater, Tragedia andina. La lucha en la Guerra del Pacífico 1879-1884. Ediciones DIBAM,
2016. P 17.
10 Dramaturgias de la resistencia. KIMVM Teatro documental Marry Xipantv

Casi cien años después de la obra Los conquistadores, Paula González encabe-
zaba el proyecto Ñuke adaptando las letras escritas por David Arancibia. La obra
me impactó. Como espectador, pasé las distintas emociones que genera estar al
interior de una obra de teatro, sin posibilidad de salir o de emitir algún comenta-
rio. Solo quedaba escuchar, mirar y aprender en ese espacio reducido que permite
la ruka. Esta construcción, sacada del campo, en la capital criolla era un acto de
rebeldía que golpeaba a los colonialistas de siempre que luchan por arrancarnos de
la historia. Era traer “la reducción” a la capital ilustrada. Un acto poético y rebelde.
Con el tiempo me di cuenta de que mi óptica fue miope. Ñuke no trataba
solamente sobre la violencia del Estado sobre los mapuche, o de los caídos en la
conquista por nuestros derechos colectivos. Paula nos entregaba la historia de la
mujer mapuche y de las múltiples formas de violencia que ellas han tenido que
soportar en una sociedad patriarcal criolla y mapuche. Lo que Julieta Paredes de-
nomina el entronque patriarcal2.
Este libro contiene todas las dramaturgias escritas por la lamgen Paula Gon-
zález. Son sus investigaciones, reflexiones y análisis introspectivos individuales
las que terminan siendo un relato común al pueblo mapuche, ¿cuáles son ellas?
resistencia, dignidad, sueños, cosmologías de un mundo particular y también las
distintas violencias que los mapuche como sociedad hemos sufrido, especialmen-
te, las mujeres de nuestro pueblo.
Ella explora el papel multidimensional de las mujeres mapuche en nuestra
sociedad. La mujer mapuche trabajadora al interior y fuera del hogar; sostenedora
de las tradiciones y costumbres; la educadora de la niñez, ante la ausencia del
hombre indígena o su presencia a partir de la violencia de género. Todas sin
estereotipos. Son dramaturgias que no dejan indiferente, menos cuando ya
están convertidas en obras de teatro. Inspirándome en Angela Davis, Paula nos
presenta una sociedad bajo el yugo del colonialismo criollo, que la historia de las
mujeres mapuche también sufrían de modos distintos. Además de ser víctimas
de la precarización económica en los trabajos “puertas adentro”, también sufrieron
(sufren) la violencia del abuso sexual de los patrones en las casas criollas y de
los mismos hombres indígenas. Ellas junto a otras formas brutales de maltrato
que se presentan en las dramaturgias. Con todo, en las dramaturgias prima la
mujer autónoma que al calor de un fogón como escena, en el telar, cebando mate,
en la vida “doméstica” si quisiéramos plantearlo así, se genera el espacio donde
verdaderamente se pueden tener experiencias de sí mismas como seres humanos

2
  Julieta Paredes, Hilando fino desde el feminismo comunitario. Ediciones Artes Gráficas, La Paz,
2014.
Algunos apuntes sobre Marry Xipantv 11

en un contexto externo en el que prima el trabajo racializado y la violencia de


género. Increíblemente, es en la ruka —si vuelvo a Ñuke—, en donde no existe la
degradación como sujeto de derechos. En ese espacio de enunciación se lucha por
la igualdad ante las múltiples formas de opresión. Las dramaturgias de Paula son
resistencia, defensa y enfrentamiento a las variadas formas de violencia patriarcal.
Estas resistencias tal vez son más sutiles que las revueltas, rebeliones y sabotajes
que el movimiento mapuche ha sostenido sin descansar a partir de 1997, pero igual
o incluso más significativas que estas mismas, porque es humanizar el interior de
nuestro pueblo herido por los traumas del colonialismo.
La fuerza de las historias que la lamgen Paula nos ofrece en una arista cul-
tural es la resistencia de la mujer mapuche en esta historia. Y su fuerza no solo
se origina por la cosmología, sino por sus experiencias concretas como mujer ra-
cializada en esta sociedad criolla y mapuche. Fueron estas abuelas y madres, de
las muchas lamgenes Paulas que existen en Wallmapu y Mapurbekistan las que
han trasmitido a esta nueva generación la fuerza de la libertad, a partir del trabajo
arduo, perseverante y de confiar en ellas mismas. Pues en todas las dramaturgias
de la lamgen, son las múltiples historias de las mujeres mapuche las que toman
el rol principal. Creo que a partir de estas dramaturgias, se enuncian los debates
políticos del futuro del movimiento mapuche, lo que Angela Davis denomina:
“modelos para una nueva feminidad”3.


3
Angela Davies, Mujeres, raza y clase. Editorial Akal, Madrid, 2005.
De la biografía a la espacialidad:
una historia personal de KIMVN Teatro

Conocí el trabajo de la compañía KIMVN Teatro —en ese tiempo teatro Ki-
men— el año 2011, cuando asistí a una de las funciones de Territorio Descuajado,
en su temporada en Espacio Bunster del Centro Cultural Matucana 100. Una de
mis mejores amigas y un ex alumno muy querido eran parte del elenco, por lo que
mi posición de espectadora estaba cruzada por un interés personal (de asidua al
teatro), uno profesional (por mi labor de investigadora y docente) y también por
una vinculación afectiva con dos de los miembros de la compañía. En ese momento
no tenía antecedentes sobre su trabajo anterior Ñi Pu Tremen (primera parte de la
trilogía), y lo primero que me llamó la atención fue la presencia de actrices naturales
en escena, y la importancia dada a sus historias personales como elemento central
para dar vida al relato. La experiencia de Elsa Quinchaleo y Carmen Saihueque
como emigrantes del campo a la ciudad y su participación en una toma de terreno
décadas atrás, servía de contexto para hablar de la cuestión del territorio, que para
la cultura y la historia del pueblo mapuche es de vital importancia, y también para
explorar modos de presentar esos hechos en una puesta en escena teatral. Mucho
después supe que los elementos que conformaban la escenografía correspondían
a los muebles y objetos que habían pertenecido efectivamente a la casa de Elsa
Quinchaleo, de manera que no sólo su presencia física como testimonio biográfico
y performático daba cuenta de esa historia puesta en presente, sino que ese “recorte
de la casa de la señora Elsa” como lo describe Catalina Osorio Cerón, en su tesis
sobre la compañía, era también un dispositivo relevante a la hora de atestiguar la
historia personal y social de Elsa. Más adelante volveré sobre este aspecto, ya que me
parece un componente central para entender la trayectoria de la obra de KIMVN
Teatro y también su modo de entender el problema del territorio.
Territorio Descuajado tenía además otra particularidad, y era su intento por
poner en diálogo los relatos de las protagonistas en torno a los conflictos del habitar,
y una escena de la obra María Estuardo de Schiller. En ese momento una de las
14 Dramaturgias de la resistencia. KIMVM Teatro documental Marry Xipantv

cuestiones que más llamó mi atención fue este interesante atrevimiento de poner
a discutir una obra canónica con las vivencias de dos mujeres mapuches, así como
la dislocación de tiempos, lugares y contextos con los que jugaba.
Al año siguiente, en 2012, pude asistir a la temporada de la tercera parte de su
trilogía que se realizó en la sala principal de la Escuela de Teatro de la Universidad
Mayor. Esta vez estaba preparada para algunas de las estrategias de documen-
talidad que suele explorar la compañía: el uso de actores naturales como parte
del elenco o la relevancia de una historia familiar puesta en diálogo con un texto
teatral —en este caso la obra El desaparecido de Juan Radrigán—. Sin embargo,
desde la primera escena del montaje el trabajo con la temporalidad surgió como
un elemento no esperado, que me conmovió en términos del tratamiento de su
temática (la cotidianeidad de una mujer mapuche), pero también en cuanto a las
posibilidades intermediales de la obra. Atender a una secuencia doméstica en la
que Elsa Quinchaleo despluma y cocina una gallina frente al público, implicó en
mi experiencia de espectadora reconocer las cualidades de un tiempo de la repre-
sentación que se detenía en el transcurso sin dejar de tener en cuenta los actos
implicados en éste, que se asemejaba mucho al de un cine interesado también, en
destacar esta temporalidad ralentizada, así como los juegos de relaciones entre
elementos dentro de un determinado encuadre. El escenario no es una pantalla,
pero muchas veces puede analogarse esta mirada recortada del mundo que tanto
el teatro como el cine ejercen, considerando, por supuesto, también sus diferencias.
En esa época yo estaba interesada como investigadora en los intercambios entre
el cine y el teatro, enfocándome principalmente en el uso del recurso audiovisual
dentro de la escena, ya fuera como dispositivo tecnológico o como lenguaje. Ser
espectadora de Galvarino significó pensar esa colaboración de un modo que hasta
entonces no había considerado, y que implicaba una experiencia de visualidad
común o dialogante. En esa ocasión me encontré con unas colegas, con quienes
tras la función comentamos también, lo cinematográficas que nos habían parecido
esas escenas en que la temporalidad dejaba entrar su propio ritmo pausado y a
la vez exacerbaba los elementos y situaciones que se volvían continentes de ese
transcurso. La investigación sobre el uso del recurso audiovisual en el teatro chileno
contemporáneo la retomé unos años más tarde, y en ese proyecto fue sustancial
profundizar en los trabajos de Kimvn Teatro, pero ya entonces, en 2011, había
podido comprender que estaba frente a uno de los referentes importantes del
teatro chileno actual, cuya búsqueda expresiva iba a ser siempre una de renovación
formal en concordancia con su compromiso político.
Para una ponencia que escribí en colaboración con Carmen Luz Maturana, que
luego fue publicada en un libro editado por la Cineteca Nacional, donde abordábamos
De la biografía a la espacialidad 15

algunas relaciones entre el cine y el teatro, tuve la oportunidad de profundizar un


poco más en el trabajo escénico desplegado en Galvarino. En este caso sí destaqué
el uso de proyección dentro de le escena, y el cómo ese dispositivo tecnológico se
integraba a la propuesta teatral. En la obra, las cartas escritas por Marisol Ancamil
a las autoridades de la época para pedir que se investigue la desaparición de su
hermano, son proyectadas en la parte superior del escenario —como si se tratara
de subtítulos— conservando su cualidad manuscrita y reproduciendo esa escritura
en tiempo presente. Vemos y escuchamos leer al personaje, a la vez que vemos esas
letras siendo escritas frente a nosotros. Tal como los muebles de Elsa Quinchaleo
son también su historia y la contienen de modo quizás más contundente que el
mismo testimonio, la carta es presentada aquí en su carga más íntima y material:
la de la escritura. La escritura manuscrita es también el cuerpo que se prolonga en
el gesto que queda fuera de sí pero lo alberga. Es también un modo de considerar
esa carta como un documento que es a la vez público y personal, donde esta última
inscripción lo valida aún más, en oposición a una tradición cuestionada de manera
consistente que destierra lo íntimo a un territorio de sospechas y desconfianzas.
Esto es lo que ocurre con los modos de considerar y construir un espacio en todas
sus obras, una espacialidad que es una pregunta por el territorio, el que es siempre
un espacio habitado, cargado de experiencias. Pero estas experiencias no son nunca
puramente individuales, sino que involucran a una comunidad cuya historia está
marcada por la defensa del territorio. Es así como los relatos personales cobran
sentido como discursos que se involucran en lo público, y donde gran parte de
la exploración escénica de KIMVN Teatro transita de lo biográfico a lo espacial,
en una continuidad que reconoce el territorio y sus materiales como parte de esa
biografía no circunscrita a un individuo aislado, separado.
De toda la producción de la compañía, no he tenido el privilegio de ver una
presentación en vivo de Ñi Pu Tremen y sólo he podido acceder a ella a través del
registro audiovisual. Sin embargo, es claro que se puede reconocer esa trayectoria
desde la primera obra de la trilogía hasta Ñuke: una etapa en la que las actrices
naturales encarnan con su corporalidad en escena toda la historia personal/colectiva
que relatan, hasta una fase que se desprende de lo biográfico en sentido estricto,
para proponer un lugar de la representación que se habita y se construye en cada
función. Ñuke también incluye actores naturales en su puesta en escena y la historia,
pese a articularse a la manera de un texto dramático más bien convencional, está
constituido por una serie de historias reales y testimonios que se entremezclan. Sin
embargo, a mi parecer, es la producción de un lugar común donde se encuentra el
público con la obra, la ficción con lo documental, el interior de la ruka con la urbe
que invade y chilla, lo que marca el sello de este montaje estrenado en 2017. Ñuke
16 Dramaturgias de la resistencia. KIMVM Teatro documental Marry Xipantv

implicó la construcción de una ruka como espacio teatral, y en ella se habita y se


comparte la obra, en un teatro de tipo relacional que busca implicar a sus espectadores.
Me gusta pensar la obra de esta compañía como parte de la “emergencia
documental” —tal como la definió Mauricio Barría— que ha marcado la produc-
ción teatral nacional de los últimos años. Reconozco también cómo sus modos
y metodologías obedecen a una búsqueda que se interroga y se renueva en cada
nuevo montaje. En 2013 Paula González fue mi alumna en el Magíster de Cine
Documental de la Universidad de Chile. Ese interés por explorar otros modelos
de documentalidad era completamente coherente con su desarrollo como directora
y dramaturga. Ahora que conozco más de su obra y los procesos involucrados en
ella, entiendo que esa búsqueda se vincula también con un asunto ético en torno
al trabajo con el peso del real histórico, su fragilidad y su riqueza. Y en ese senti-
do, la trayectoria de Kimvn Teatro parece aún más consistente en cuanto a un
compromiso político que no puede no operar también en lo pequeño y lo cercano,
la micropolítica como espacio de resistencia permanente.

Catalina Donoso Pinto 


Doctora en Lengua y
Literatura Hispánica
Universidad de Boston
Biografía KIMVN Teatro

KIMVN Teatro es una compañía multidisciplinaria, independiente, autónoma


e intercultural dedicada a la investigación y creación en torno al género del teatro
documental. Nace en la región Metropolitana de Santiago de Chile en el año 2008.
Nuestra compañía se funda inicialmente bajo el nombre de Teatro Kimen,
cuyo significado en mapuzungun es ¿me conoces?
En junio del año 2008 comenzamos a establecer un vínculo humano y artístico
con mujeres de la asociación mapuche urbana Petu Moguelein Mawidache (Aún
estamos vivos la gente del bosque), quienes se reunían como organización social y
cultural mapuche en el centro ceremonial de los pueblos originarios en la comuna
de El Bosque.
Cuando llegamos a Mawidache, nos encontramos con cuatro rukas mapuche,
rodeadas de un paisaje urbano, pobre y marginal, en la periferia de Santiago. Las
rukas se encontraban rodeadas de edificios, calles y casas, entremedio de la pobla-
ción. Antiguamente, según nos comentaron, ese lugar había sido un basural y recién
en el año 2006, bajo el gobierno de Ricardo Lagos se levantaron las rukas como
construcción, fruto de un proyecto de colaboración entre la municipalidad de El
Bosque y los integrantes de la comunidad mapuche de esos años.
Si bien el contexto que rodeaba a las rukas era urbano, estar al interior de ellas
nos transportaba hacia el campo, y a ratos desaparecía la ciudad, para dar cabida a un
contexto que nos remontaba a la Araucanía, a wallmapu, a nuestro territorio ancestral.
En Mawidache no había familiaridad con el arte. La mayoría nunca había ido
al teatro. Nuestra llegada causó la curiosidad y el interés de todos.
El primer contacto con las mujeres lo realizamos gracias a la cálida acogida de
la papai (abuela) Juana Huaquilaf Huenuqueo, hablante del mapuzugun y ulkantufe
(cantante) de gran carácter y sabiduría. Un tesoro humano vivo. Ella nos presen-
tó al resto de las abuelas, mujeres y niñas que se encontraban ahí presentes. En
este contexto familiar, de respeto y cercanía comenzamos a establecer un vínculo
profundo con ella y todas las mujeres que serían parte de nuestro primer trabajo
como compañía.
18 Dramaturgias de la resistencia. KIMVM Teatro documental Marry Xipantv

En ese espacio, invitamos a las mujeres a participar de un taller que tendría


como finalidad hacer una obra de teatro. Comenzamos a reunirnos todas las semanas,
durante casi un año. Allí recopilamos testimonios de un grupo de mujeres mapu-
che, de distintas edades, en su mayoría adultas mayores que vivieron un complejo
proceso de migración campo/ciudad donde fueron violentamente discriminadas,
solo por el hecho de ser mujeres e indígenas.
El taller se convirtió en un lugar donde ellas pudieron sacar su voz, contar y
compartir aspectos de sus vidas que estaban en silencio. Un lugar donde se pudieron
elaborar y resignificar situaciones de vida traumáticas y también, se convirtió en
un espacio de encuentro de culturas y aprendizaje mutuo.
A partir de esta experiencia nos fuimos reconociendo en nuestra propia
ascendencia mapuche. En cada una de estas mujeres, sus historias y el contexto
del cual provenían fuimos encontrando nuestros orígenes. Igualmente, fuimos
descubriendo un lenguaje de trabajo artístico particular: el formato documental
llevado a la teatralidad en tanto cuerpo, dramaturgia, música y puesta en escena,
para visibilizar y dar cuenta desde el testimonio y lo real, las diversas problemáticas
sociales, culturales y políticas que ha visto enfrentado el pueblo mapuche: el despojo
territorial, la pobreza, la marginalidad y la violencia histórica.
Ñi Pu Tremen-Mis antepasados, es la ópera prima de la compañía con la que
se obtienen diversos reconocimientos, tales como: Premio Eugenio Guzmán a
la Mejor Dirección por la Universidad de Chile (2009), Premio Apes por Mejor
Dramaturgia (2009), Festival Internacional Santiago a Mil 2010, publicación del
texto Género y oralidad de una nación para la revista Apuntes U.C. 2010, presencia
en diversos festivales nacionales e internacionales como Les Translatines y Sens
Interdits en Bayonne y Lyon, Francia, en octubre de 2011. Hemos participando
también en debates como El teatro como reivindicación de una identidad y ¿Cómo
podemos definir el Teatro chileno de hoy? en los teatros Nouvelle Generation y Des
Celestins en Lyon, Francia. Nuestro primer viaje fuera del territorio nacional, se
transformó en un hito que quedó registrado en el documental Lo que queda en las
ventanas, realizado por nuestros amigos y compañeros de trabajo: el cineasta Felipe
Carmona y la actriz Francisca Maldonado.
Después de haber presentado la experiencia que se desarrolla en un contexto,
la cultura con sentido, con un compromiso social se exhibe Ñi Pu Tremen-Mis
antepasados, parte del equipo de la compañía realizó un trabajo de investigación
teórico-práctico. Se trataba de la Tesis de Grado Investigación escénico-escrita a partir
de un recorrido descuajado (2009). Esta investigación fue la raíz de la segunda pieza
de la compañía: Territorio Descuajado. Testimonio de un país mestizo (2011), que tuvo
estreno y temporada, en el Centro Cultural Matucana100.
Biografía Kimvn Teatro 19

Territorio Descuajado tuvo como protagonista a la papai Elsa Quinchaleo


Avendaño, quien fue parte del primer montaje, y ha sido parte de todos los mon-
tajes teatrales posteriores de la compañía. Elsa ha sido fuente de inspiración para
nuestro trabajo, y es denominada una ñidol zomo (mujer sabia) por su comunidad
mapuche Mawidache.
El año 2012 la compañía realizó la tercera pieza, Galvarino. Un documental
ficcionado basado en el testimonio de Marisol Ancamil Mercado, quien relata
la historia de su hermano Galvarino exiliado en Rusia durante todo el periodo
que duró la dictadura militar en Chile. Marisol fue parte del montaje Ñi pu tre-
men-Mis antepasados y esboza su historia en esa obra, que luego es profundizada
en Galvarino. Marisol es nuestra tía, lo cual vincula el montaje con el contenido
biográfico familiar de sus integrantes. Este montaje nos conecta con una familia
campesina que vio vulnerados sus derechos humanos. Esta obra fue estrenada en
la Sala Teatro de la Universidad Mayor en el año 2012. Durante ese mismo año
la compañía se adjudicó el Proyecto FONDART “Circulación Trilogía Docu-
mental Teatro Kimen 2008-2012”, el que contemplaba la itinerancia de las piezas
teatrales realizadas por la compañía indagando sobre el género documental, la
teatralidad, sobre sus límites y sus formas por distintos puntos periféricos de la
región Metropolitana.
El año 2013, la compañía formó parte de la Selección Nacional del Festival
Internacional Santiago a Mil con el montaje Galvarino y en julio del mismo año se
realizó una gira nacional e internacional, participando en el Festival Internacional
de Teatro FIT en San José de Río Preto en Sesc Pompeia en Brasil; Seoul Mar-
ginal Theatre Festival en Corea del Sur; Temporales Teatrales de Puerto Montt
y en el V Festival de Teatro de Calama, recibiendo en este último, el premio al
mejor montaje del certamen.
La compañía ha trabajado en sus elencos con actores profesionales, cultores y
personas de la comunidad Mawidache. Cabe destacar, la presencia y participación
en los elencos de abuelos y abuelas mapuche, ello ha relevado el lugar y figura de
los adultos mayores, en tanto transmisores orales de nuestra cultura.
En el año 2013 se produce un quiebre en la compañía, por el fallecimiento de
dos integrantes adultos mayores. Se trata de Reynaldo Cayufilo y Juana Huaqui-
laf. Ambos parte de la comunidad Petu Moguelein Mawidache y en la compañía
cumplieron el rol de actores. Juanita fue actriz de Ñi Pu Tremen y Reynaldo actor
de Galvarino.
Semanas más tarde del fallecimiento de ambos, en la madrugada del 1 de
enero de 2014, se produjo un incendio en las rukas de Mawidache, producto de
los fuegos artificiales que se lanzaron en las proximidades del Centro Ceremonial.
20 Dramaturgias de la resistencia. KIMVM Teatro documental Marry Xipantv

La pérdida de estos abuelos en conjunto con el incendio de las rukas, donde


habitualmente ensayábamos, originaron un periodo de duelo e introspección ar-
tística que duraría dos años.
Entre los años 2014 y 2015, realizamos un duelo creativo. Sumado a esto
se generaron cambios a nivel de nuestro ordenamiento y funcionamiento como
colectivo. Durante este periodo, parte del equipo fundador toma nuevos rumbos.
Después de ese periodo, en el año 2016 la compañía Teatro Kimen, es renom-
brada como KIMVN Teatro. Kimvn, tomado del grafemario ragileo wenteche,
cuyo significado es conocimiento. Este cambio guarda relación con un tema
identitario, unido al territorio al cual pertenecen nuestros antepasados, somos
nietas de Elena Mercado Marileo y bisnietas de la machi Rosa Marileo Inglés,
mujeres de nuestra familia que son la raíz y origen de nuestro linaje mapuche.
Las mujeres mapuche Elena Mercado Marileo, Elsa Quinchaleo Avendaño,
Carmen Saihueque, Aurelia Huina, Juana Huaquilaf, Norma Nahuel, Norma
Hueche, Constanza Hueche, Marlen Hueche, Maribel Hueche, María Huaquipan,
Marisol Ancamil y nuestra madre María Luisa Seguel Mercado, son parte de nuestra
genealogía y a las que hemos conocido en Mawidache, han sido muy relevantes en
la construcción de una identidad mapuche urbana y en la construcción particular
de una forma de concebir el arte, tomando en cuenta la biografía, el contexto y la
historia mestiza que nos ha tocado vivir.
El relato escénico de las obras de Kimvn Teatro dirigidas a dialogar poéti-
camente con la visualidad escenográfica a cargo del artista visual Danilo Espinoza,
la diseñadora teatral Natalia Morales, la diseñadora Catalina Devia y la sonoridad
en vivo de creaciones musicales que fusionan la música originaria y de raíz lati-
noamericana con el lenguaje mapuzungun.
En el año 2016 se integran nuevas personas al equipo creativo. Comenzamos
a trabajar junto al dramaturgo David Arancibia en el montaje Ñuke-Una mirada
íntima hacia la resistencia Mapuche. La escritura de David viene a inyectar energía
y permite que la compañía vuelva a crear y a dar vida a nuevos proyectos artísticos
después del periodo de duelo.
La puesta en escena de Ñuke pretende ir más allá de las legítimas problemáticas
que el texto plantea. Comprendiendo que las problemáticas del pueblo mapuche, son
consecuencia de una larga historia social, política y cultural por la que ha transitado
este pueblo es lo que ha llevado al mapuche a estar en constante resistencia frente
a situaciones de desigualdad y violación de derechos humanos, además de coexistir
con la pobreza, la marginalidad, la exclusión y la discriminación racial. Es así como
se pretende, desde la mirada de la dirección, profundizar en el texto dramático con
la intención de generar nuevas lecturas, situando la obra en una ruka mapuche,
Biografía Kimvn Teatro 21

como testimonio arquitectónico y político, irrumpiendo los espacios urbanos,


ligados a la educación y el arte. Reivindicando la memoria de un pueblo, dando
espacio para manifestarse, sacar la voz e interpelar al que mira, para generar un
espacio de reflexión e ir más allá y ser parte de un proceso de repatrimonialización
donde el espectador tiene la oportunidad de poner en valor la cultura mapuche y su
pueblo para comenzar el proceso de integrarlo desde una empatía y comprensión
de su pueblo como parte de sí mismo y no como un “otro” fragmentado donde su
imaginario, pasa así a generar una mirada real y cercana a su cultura, quebrando
con ello la marginalidad y la barrera discriminatoria y violenta con que se enfrenta
el chileno frente al pueblo mapuche.
Ñuke se estrenó el año 2016 en el Centro Cultural estación Mapocho, junto a la
exposición “Ñuke”, del artista visual Danilo Espinoza Guerra, en donde se retratan
en humo los álbumes familiares de mujeres mapuche que migraron del campo a
la ciudad. Luego, el año 2017 se presentó en el Centro Cultural Gabriela Mistral
GAM, allí fue parte de la selección de obras del Festival Internacional Santiago a
Mil y parte del programa “Lo mejor de GAM”. El año 2018 realizó una gira por el
sur de Chile, gracias a un proyecto Fondart, terminando en Santiago en el Museo
de la Memoria y los Derechos Humanos.
Hoy, en el 2018, la compañía KIMVN Teatro se encuentra instalada junto a
una ruka en el Museo de la Memoria y los Derechos Humanos. Esta ruka, espacio
escénico de la obra Ñuke, ha trascendido a la obra teatral y se ha convertido en
un espacio cultural donde la compañía Kimvn Teatro ha realizado actividades
artísticas y culturales que han tenido un alto impacto cultural, tanto en el Museo
como en la comunidad. Estas actividades han sido realizadas gracias a un trabajo
colaborativo entre la compañía, el Museo de la Memoria y el Centro de Estudios
Interculturales e indígenas de la Pontificia Universidad Católica CIIR.
En el 2018 se estrenó el concierto teatral Ül Kimvn (Canto a la sabiduría),
montaje que realiza un recorrido musical por la historia de la compañía y sus
creaciones escénicas, incluidas las creaciones musicales que serán parte del futuro
montaje a estrenarse durante el 2019.
La música ha sido un personaje relevante en las obras de teatro, llegando a
constituir una dramaturgia paralela, que contiene y complementa los relatos orales.
Los cantos y la música instrumental han dado vida al mundo sonoro de
Kimvn Teatro. Con ella nos conectamos con el mundo mapuche desde el
ülkantun (canto ancestral mapuche) y los sonidos originarios dados por el kul-
trun, las kaskahuillas, las chajchas y el trompe, quienes dialogan con el violín,
el violoncello, la flauta traversa, la guitarra, el cuatro, el tiple y las percusiones
latinoamericanas.
22 Dramaturgias de la resistencia. KIMVM Teatro documental Marry Xipantv

Destaca la presencia de la voz de la papai Elsa Quinchaleo, portadora de la


oralidad musical mapuche en la compañía y ha interpretado ülkantun (cantos) en
todas las obras de la compañía.
Junto a los músicos que han participado de la obra Ñuke, Sergio Ávila y Wi-
lliam García, el músico de la obra Galvarino. Juan Flores, el niño cantante de la
obra Ñuke Benjamín Espinoza González. Junto a ellos, destaca la incorporación
a este proyecto musical de las cantantes y actrices Annie Murath y Nicole Gutié-
rrez, quienes además formarán parte del nuevo montaje que actualmente está en
construcción: Trewa.
A nivel internacional en el 2017-2018, se desarrolló el proyecto Ñiami Tañi
Pixan-Desapareció su alma que surge a partir de un proceso de creación escénica
y dramatúrgica con la doctora Ileana Diéguez, en Yucatán y Ciudad de México,
con mujeres artistas y hablantes mayas que han visto vulnerados sus derechos en
tanto violencias históricas y desapariciones forzadas, con el apoyo de Iberescena
Artes Escénicas Iberoamericanas y el Fondo Municipal 2018- Escénicas y Música,
Yucatán-México.
Durante los años 2017 y 2018 la compañía viene desarrollando un proyecto de
investigación-creación en co-producción con el Centro de Estudios Interculturales
(CIIR), de la Universidad Católica de Chile llamado “Diálogos del Reconocimiento”,
vinculando la investigación de la antropóloga Helene Risor, en torno a la PACI
(Patrullas de acercamiento a comunidades indígenas), el archivo de memoria oral
mapuche de Villa Grimaldi y la investigación en torno a casos emblemáticos de
violaciones a los Derechos Humanos en democracia, como la muerte de Macarena
Valdés y la violencia ejercida hacia el joven mapuche Brandon Huentecol en el año
2016. Este montaje cuenta con el apoyo del Ministerio de las Culturas, el Arte y el
Patrimonio. Fondart Nacional–Trayectoria. Será estrenado en abril del año 2019,
en el Teatro de la Universidad Católica de Chile.
Durante el año 2018, la compañía se adjudicó un fondo como reconocimiento
a la trayectoria indígena, otorgado por CONADI. Esto nos permitirá ejecutar el
proyecto Retrospectiva KIMVN Teatro 10 años, que incluye remontar la primera
obra de la compañía Ñi pu Tremen, exhibir la obra Ñuke y el concierto Ül Kimvun
en el Museo de la Memoria y los Derechos Humanos y en el Centro Ceremonial
Mawidache.
Nuestro reconocimiento para quienes, durante estos años han participado en
las obras de esta compañía. Actores y actrices como: Andrea Giadach, Daniela
Pino, Camilo Fernández, Viviana Herrera, Claudio Riveros, Karime Letnic, Fran-
cisca Maldonado, Rayen Montenegro y Jesús Jorquera y los niños Aníbal Cerda
y Benjamín Espinoza.
Biografía Kimvn Teatro 23

En la interpretación musical han participado: Alejandra Flores, Rodrigo


Bastidas, Juan Flores, Allison Campos, Sergio Ávila, William García y Evelyn
González. En la producción y asistencia de dirección: María Eugenia Valenzuela.
Nuestro trabajo nos ha permitido conocer, aprender y reflexionar en torno a
la situación de los derechos humanos de los pueblos originarios a nivel nacional e
internacional. Por esta razón, como colectivo artístico creemos en el alto compro-
miso social del teatro y la música, acercando el arte a la comunidad con sentido
crítico y reflexivo, para mirar nuestra propia realidad en virtud de construir una
mejor sociedad.
Promovemos el reconocimiento, la valoración y el respeto de nuestros pueblos
originarios. Creemos en la valoración y rescate de la memoria individual y colectiva
de las personas y comunidades, tanto bajo la forma del arte como de la historia o
del quehacer político. Recordar y no olvidar la historia nos permite valorar y re-
significar nuestro pasado. Creemos en la posibilidad de construir un tejido social
a través de las diferentes culturas que conviven en un mismo territorio, como lo es
el pueblo chileno, los pueblos originarios o la población inmigrante, relevando sus
demandas desde un punto de vista artístico, social y político.

Evelyn González Seguel


Psicóloga, compositora
Co-fundadora y Directora musical Compañía Kimvn Teatro
Santiago, pewü 2018
Teatro documental, memoria y vida

El teatro documental, en tanto construcción de una puesta en escena y su


dramaturgia, lo comprendo a partir de la recopilación de testimonios reales, que
se transmiten a través del rescate y la documentación de la oralidad, los recuerdos,
la memoria y las imágenes que aparecen cuando escarbamos en ella, el rescate de
un contexto, un territorio con sus límites y formas, revalorizando lo cotidiano, lo
familiar, a través de una re-contextualización escénica y escritural.
La creación escénica aparece así, mediante el rescate de aquellas imágenes
que se arraigan en nuestra memoria y cómo estas se han visto cruzadas por ciertos
hitos históricos del tiempo y contexto que habitamos. Aparece de esta manera en
la obra, una voz particular que transita entre lo privado y lo público, lo individual
y lo colectivo, situando la escena en aquello que nos cruza, nos duele. Aquello que
ha sido invisibilizado, silenciado, oprimido por el poder político y económico,
por las violencias ejercidas hacia los seres humanos y el territorio que habitamos,
transformándola, desde esta perspectiva, en una obra que transita entre lo estético,
lo social, y lo político.
A partir de la documentación de un proceso de observación y de registro,
como eje fundamental para la construcción de un material escénico y escritural, es
que se han creado las obras de teatro documental Ñi Pu Tremen –Mis antepasados,
Territorio descuajado, Testimonio de un país mestizo y Ñuke. Una mirada íntima
hacia la resistencia mapuche. Desde el rescate de la oralidad, lo real, el cotidiano, la
memoria de un pueblo, estas obras han mirado más allá de lo visible. No sólo son
textos, son recuerdos, memorias, vidas, dolores, penas y alegrías. Son textos que no
existen solos, sino que existen por la construcción de imágenes de una puesta en
escena que contiene y existe en su propio contexto, ritmo y sonoridad. Las obras
cruzan nuestras memorias, nuestras biografías, nuestras huellas, y la historia con
la que cargan nuestros cuerpos. Las obras son actos de denuncia, de resistencia,
de legitimidad de la voz de aquellos que han sido obligados a guardar silencio y
que se ubican en los márgenes de nuestra sociedad. Son historias no oficiales de
mujeres simples y sencillas, de mujeres mapuche que emigraron del campo a la
26 Dramaturgias de la resistencia. KIMVM Teatro documental Marry Xipantv

ciudad. Las que se han tomado terrenos para obtener sus viviendas básicas, o las
que resisten en wallmapu la violencia histórica ejercida hacia nuestro pueblo.
El teatro documental me ha permitido mirar, resignificar y reconocer mi pro-
pia historia en otras y en otros de la mano de los dramaturgos Marisol Vega
Medina y David Arancibia Urzúa, la música de Evelyn, más las voces de mujeres
mapuche de distintas generaciones.

De la autobiografía a la creación de un teatro que documenta y


testimonia la historia de un pueblo

Nací en una población. En una casa de madera, muy parecida a una media
agua, donde habitábamos mi madre, mi padre, mi hermana y yo. A la vuelta de
la casa, en la calle Santa Elena, vive mi abuela mapuche Elena Mercado Marileo
(diez ríos), en una casa de color verde, con un patio lleno de plantas a las que cada
día les entrega agua de beber y conversación. La casa tiene tres habitaciones, una
de ellas, la misma que habitó mi tío Juan Carlos durante toda su infancia y ado-
lescencia, en la que había colgado un cuadro de Violeta Parra, un charango y una
guitarra, fue mi propio espacio de cobijo luego de que mis padres se separaran.
En esta misma habitación fue donde transcribí junto a Marisol, Evelyn y Pamela
horas y horas de grabaciones registradas en nuestros encuentros con las abuelas
y niñas mapuche que comenzábamos a conocer en el centro ceremonial de los
pueblos originarios Mawidache de la comuna de El Bosque. La misma población
donde nací.
Durante el proceso de transcripción de los testimonios de las protagonistas
de Ñi Pu Tremen–Mis Antepasados, tuve un pewma (sueño). En él aparecían las
manos de una abuela que tocaban mi rostro, sus manos eran morenas, arrugadas.
Al despertar supe que esas manos eran las de mi bisabuela machi Rosa Marileo,
que desde ese minuto se posa en mí, en todo lo que hago y todo lo que decido
hacer cuando estoy creando desde el rescate de la memoria del pueblo al cual per-
tenezco, un pueblo en contradicciones, desparramado y reducido de su territoria-
lidad, un pueblo que reclama justicia y dignidad, un pueblo que resiste la violencia
histórica por parte del poder.
Lafquen mew, feichi mapu pangkoyefi tami foro, wenu mapu mew, lolo mew, chew
pvle rume mvlelilmi; Eymi Rosa Marileo Inglés, kellumvyin taiñ kvme xekayael, wey-
chayael tvfachi zuam mew, taiñ azeltual kvdaw mew yenielu mari xipantu.
Desde el mar, desde la tierra que abraza tus huesos, desde el cielo, desde tu tumba,
desde el lugar en que estés; Rosa Marileo Inglés, nos ayudas a caminar, a luchar, a resistir
desde este frente, desde este quehacer artístico que lleva diez años de existencia.
Teatro Documental, Memoria y Vida 27

En otra de las habitaciones de la casa de mis abuelos maternos, antiguamente


existía una peluquería, espacio del oficio que desarrollaría por muchos años mi
abuela Elena, luego de dejar su trabajo como asesora del hogar en casas particu-
lares. Trabajo que muchas mujeres mapuche realizaron luego de una migración
forzada del campo a la ciudad. El mismo trabajo que muchas mujeres hoy mi-
grantes, peruanas o haitianas desarrollan en los barrios altos de nuestra ciudad.
En la comuna de La Reina, precisamente en Loreley con Echeñique, él cartero y
ella empleada doméstica en la casa de dos médicos cubanos, que al llegar el golpe
militar a Chile partirían al exilio, mis abuelos se enamoraron.
Mi abuela Elena o “mami chica” como gran parte de mi familia la nombra,
es hija de la machi Rosa Marileo Inglés, mi bisabuela, a quién no conocí en vida,
pero sí pude acercarme en mi adolescencia, durante los viajes que realizábamos en
las vacaciones para visitar a la familia mapuche del sur. Me acerqué en las visitas
al cementerio o cuando escuchaba a mi tía Gloria Mercado Treumun hablar de la
importancia del ser mapuche. Ella, la única tía de la familia que habla la lengua
mapuzungun y que no se avergüenza de nuestra identidad indígena.
Crecí escuchando que mi abuela es una mujer “muy trabajadora, muy lucha-
dora y que ha sufrido mucho en su vida”.
Ella migró del campo a la ciudad a la edad de siete años, producto de una
tuberculosis a los huesos que no pudo ser sanada por la medicina ancestral; una
machi que la atendió en Santiago, le dijo que ella seguía viva solo por su newen
(fuerza), el mismo newen que tendría su madre, mi bisabuela Rosa y él mismo que
yo también tendría, según las palabras de la machi que vino atendernos a Santiago
a la comunidad Petu Moguelein Mawidache.
Mi abuela cuenta que un día de invierno se cayó en el patio del colegio y no
pudo levantarse más. Mientras lloraba, uno de sus profesores le gritaba y le pegaba
con una varilla, diciéndole —levántate chiquilla de mierda—, ante eso ella, desde
el piso de tierra de la escuela de Chucauco, entre sollozos respondió: —viejo come
meca—. Mi abuela ríe cada vez que cuenta esta anécdota. Cada vez que dice en
mapuzungun algunas groserías también ríe. Durante muchos años me detuve a
escucharla, me parecían muy entretenidas sus historias y a la vez contradictorias,
ya que mi abuela es hablante de la lengua mapuzungun, pero a la vez durante
muchos años renegó de su identidad, de su origen mapuche, producto de la gran
discriminación y violencia que vivió, tanto en el ámbito público como en el pri-
vado, hoy ese pelo negro y largo de la adolescencia, es corto y teñido de rubio. Mi
abuela Elena se reencuentra con su identidad como mujer mapuche cuando la
invitamos a participar del primer montaje que dirigí hace diez años atrás, Ñi Pu
Tremen–Mis antepasados.
28 Dramaturgias de la resistencia. KIMVM Teatro documental Marry Xipantv

Otro de los espacios que han marcado mi memoria en casa de mi abuela, es


lo que antiguamente fue la botillería de mi abuelo Luis Seguel Valeria. Él no es
mapuche, nació en Chillán, a “pata” pelada, con un bolso y una guitarra entre sus
manos. Es hijo de una madre campesina y cantautora del sector de Yungai buena
para el trago, cuentan las malas lenguas, y que en más de alguna oportunidad,
según cuenta mi abuelo, compartió escenario con Violeta Parra. En esa botillería
él me cuidaba cuando era niña. Ahí yo lo ayudaba a vender trago. La caña chica se
vendía a $250 y a $500 la grande. Muchas veces me convidaba chicha dulce para
que la probara.
Recuerdo haberme quedado dormida de pie, encima de la mesa del comedor,
muchas veces porque “se me había pasado la mano con el trago”. También recuer-
do a mi abuelo amenazando a mi abuela con un bidón de bencina en una mano y
un palo de fósforo encendido en la otra. Recuerdo a mi amigo Camilo Fernández,
actor de Territorio descuajado, pronunciarle a mi abuela parte de este recuerdo
como texto dramático, cuando ella era su compañera de escena.
Recuerdo que cada vez que corría entre la casa de mi abuela y la casa de mis
padres me caía en la esquina, asustada por los ladridos de un perro, que hasta el
día de hoy lo veo en las cicatrices de mis rodillas. Recuerdo cuando mi madre salía
a trabajar, me dejaba al cuidado de mis abuelos paternos. Recuerdo haber gritado
desde el patio de esa casa “¡papi Lucho, ven a rescatarme!”, y luego me veo en las
piernas de mi abuelo meciéndome, mientras observaba a hombres pasados a trago
afuera de la casa color verde y de la botillería.
Recuerdo mirar a mi abuelo, mientras buscaba incesantemente un reemplazo
para el rol que cumplía don Reynaldo Cayufilo en la obra Galvarino, quien había
enfermado de cáncer. Lo recuerdo acompañando, de espectador, a mi abuela que
durante varios años estuvo actuando, y mientras compartía con ella la frustración
por no encontrar a nadie que pudiera reemplazar a don Rey, sentados frente a la
mesa, lo observo y digo para mí “viejo culiao”, respiro y le propongo tomar el rol
de don Rey en la obra. Él acepta y se convierte en actor de mi compañía de teatro,
sanándose así, gran parte de la violencia de la cual fui testigo en esa botillería que
hoy es una habitación que arrienda a inmigrantes peruanos, haitianos y ecuatoria-
nos. Mi abuela, paradójicamente, los trata de sucios, quizás un trato muy parecido
al que ella recibió cuando llegó a esta gran ciudad santiaguina.
El patio de la casa de mi papi Lucho y mami chica, fue un lugar de encuen-
tro para los 18 de septiembre donde ambos organizaban una fonda. Al interior
de la casa se guarda un secreto: un sótano bajo tierra que sirvió de bodega para
el mercado negro en el período de la Unidad Popular y posterior dictadura. Los
pasillos de la casa, fueron testigos de encuentros familiares, de visitas llegadas de
Teatro Documental, Memoria y Vida 29

un exilio forzado y de la violencia que ejercía mi abuelo hacia mi abuela, y otros


que se guardarán en el silencio.
En las paredes de la casa se encuentran colgadas fotografías familiares, en una
aparezco de niña levantando una bandera chilena e imágenes de mi abuela vestida
con su kupam, su quilla, trarilonko y trapelacucha, como parte del elenco de Ñi Pu
Tremen– Mis antepasados, así como también se encuentran colgadas credenciales
de festivales internacionales, a los que mi abuelo asistió como actor de Galvarino.
En los encuentros familiares hablamos de teatro, de los viajes, de la salud de
mis abuelos, del centro ceremonial de los pueblos originarios Mawidache, del cual
todos somos parte y de cómo quieren ser velados el día de su muerte.
En la otra esquina del lugar donde nací, habitaban mis abuelos paternos. Mi
abuelita Sara, hija de una madre que borró su memoria por el alzhéimer y de un
padre estudiante de arquitectura en la Escuela de Artes y Oficios de la Univer-
sidad de Santiago de Chile. Mi abuelita Sara, costurera, una excelente cocinera
de pastelitos, que con una sonrisa traspasaba las calles de la población, pero que
escondía una gran pena, la pérdida de su hijo Sergio quién a los 14 años murió en
un accidente en moto en la calle Américo Vespucio Sur. Mi madre, al hablarme
de ella, la recuerda gritando que quería enterrarse viva. Pero decidió quedarse aquí,
en este plano de los vivos con una sonrisa eterna que sólo se apagó el día de su
muerte. En esta casa habitaba también mi abuelo Enrique, un hombre que tenía
tatuada un ancla en su brazo derecho y que fumaba en la esquina de las calles Los
Mimbres con Santa Elena, los cigarrillos marca Pacific. Jugaba a las máquinas en
el negocio de la esquina y recuerdo que me tachaba de comunista porque tocaba el
violín y la guitarra. Mi abuelo se crió en la calle, en quintas de recreo, trabajando
en el centro de Santiago desde los cuatro años de edad hasta ya viejo, cargando
cajas de mercadería en la Vega Central.
Soy mezcla de sangre mapuche y de sangre de obreros. Nací entre medio de la
niebla a diez años del golpe militar en Chile. Siete años de mi infancia estuvieron
marcados por la presencia de la dictadura cívico-militar y creo que mi vida entera
ha estado marcada por esta gran herida que cruza la historia de Chile. A los siete
años de edad caminaba por las calles, de noche, de la mano de mi madre o en los
hombros de mi tío Juan Carlos, quien fuera parte de la Vicaría de la Solidaridad,
entre medio de barricadas en contra la dictadura. Recuerdo rayar las barandas del
camarote que compartíamos con mi hermana con la palabra NO, de distintos
tamaños y colores.
Recuerdo a miles de personas reunidas en la cancha de fútbol en la esquina de
la casa por el regreso de la anhelada “democracia”. Esa anhelada democracia, que
seguramente también estaría esperando mi familia en el sur de Chile, puesto que
30 Dramaturgias de la resistencia. KIMVM Teatro documental Marry Xipantv

el 10 de septiembre del año 1973, mi tío Galvarino Ancamil Mercado, sobrino


de mi abuela Elena, y hermano de mi tía Marisol Ancamil, viajó a la Unión So-
viética por una beca de capacitación agrícola que le había entregado el gobierno
de Salvador Allende. No sólo a él, sino que a unos cien campesinos que viajaron a
Rusia con la esperanza de que estos cursos, a su regreso, les ayudarían a salir de la
pobreza. Mi tío Galvarino, como recuerdan mis abuelos, no quería viajar, algo le
decía adentro de su corazón que quizás su viaje iba a ser sin regreso. Al otro día de
su viaje se produjo el golpe militar en Chile. Ese golpe que quedó grabado en la
memoria de muchos, también quedó en los cuerpos torturados de mis familiares
en el sur, y marcó la memoria de mi familia mapuche. Un golpe que fue silenciado,
callado por muchos años, y que no puedo, no debo y no quiero callar a través de
mi trabajo.
Es por eso que finalizando mi etapa universitaria, y aquí hago un alto en mi
historia, para ahondar en uno de los testimonios recopilados para la creación del
montaje Ñi Pu Tremen-Mis antepasados, donde una de las protagonistas fue mi Tía
Marisol Ancamil, quién a los siete años de edad vivió la represión militar junto a
su madre, mi tía Avelina Ancamil, producto del viaje a la Unión Soviética del tío
Galvarino.
En la familia todos sabíamos lo sucedido al tío Galvarino, pero nunca na-
die decía algo. Nada se podía hacer con él en Rusia. Caía el muro de Berlín, se
derrumbaba la Unión Soviética cuando él pedía ayuda, a través de cartas que
llegaban de la Cruz Roja, porque la situación por allá estaba muy mala. Recuerdo
a mi tía leernos una carta en la que él le pedía zapatos para sus niños, mis primos
rusos, de los cuales solo conozco a la más pequeña, Danielita, como le decíamos
en los años ’ 90.
El tío Galvarino vivió un exilio forzado a los 17 años de edad cuando partió
rumbo a Rusia, lo que provocó la persecusión y la tortura a muchos de mis fami-
liares mapuche en el sur de Chile.
Luego del plebiscito Galvarino vuelve a Chile, manchado blanco por una pena
en el alma. De esta herida poco se habla, sin embargo, en el año 2012 decidimos
contar esta historia, tejida a las letras de El desaparecido de Juan Radrigán. El día
que nos acercamos a pedirle a unos de los grandes dramaturgos del teatro chileno
su texto, él me dijo: “haz lo que quieras mapuche, las obras son para romperlas”.
Así comenzamos la creación del montaje Galvarino. Muchas heridas se abrieron.
Muchas heridas se transformaron en relatos escénicos de tal belleza y crueldad, que
los límites entre la realidad y la ficción se fundieron en muchos momentos.
Mi tía Marisol, el día en que presencia esta obra, agradece con lágrimas en sus
ojos por haber contado su historia, nunca pensaba —decía ella— que su historia
Teatro Documental, Memoria y Vida 31

podría importarle a otros. Al contrario de lo que ella pensaba, en la medida que


íbamos presentándola, la obra fue teniendo cada vez más aceptación del público.
Llegaron los viajes al extranjero y fue en ese minuto que nos dimos cuenta de
lo delicado que es trabajar con relatos reales llevados a escena y muchas veces
la inexperiencia nos embargó. Marisol ya no quería que siguiéramos contando
su historia. No obstante, seguimos insistiendo que era importante visibilizar la
violencia vivida por nuestro pueblo. Tres años estuve distanciada de la familia por
seguir contando esta historia. Y es, en esa época que comienzo mis estudios de
formación en Cine Documental en la Universidad de Chile. Recuerdo contarle
al destacado documentalista chileno Patricio Guzmán lo que estaba viviendo, y él
me dijo: “es nuestra responsabilidad seguir denunciando a través del arte. En al-
gún momento tu tía se dará cuenta de lo que haces y las heridas se sanaran”. Hace
dos años volví a compartir con mi familia en el sur, vuelvo abrazar a mi tía Ma-
risol, a quién quiero como si fuera mi madre. En una mañana ella me mira y me
dice: “Tú trabajas con historias reales”, sí, le respondo. Se produjo un gran silencio,
y seguimos compartiendo el mate, el plan flaco calentito y el tomate con cilantro.
Galvarino murió el 18 de septiembre de 1993 acribillado por un grupo de
neonazis en las calles de Rostov en Rusia. No existió un eluwun (funeral) por
su muerte. No existió justicia, y hasta el día de hoy esa herida y ese trauma son
parte de la memoria de mi familia y de mi pueblo. Pero no sólo es Galvarino, son
muchas más las historias de quienes han sufrido las consecuencias de la violación
a los derechos humanos en nuestro territorio. ¿Cuántos invisibles para la historia
de nuestro país?
Muchas veces me he preguntado si realmente ha vuelto la democracia a Chi-
le, hoy por hoy, el neoliberalismo y la post dictadura se apodera de nuestros cuer-
pos. Pienso en la represión que viven miles de familias en el sur de Chile, donde
aún a 45 años del golpe de Estado en Chile, se encarcela y se procesa a hombres
y mujeres mapuche por una ley antiterrorista creada bajo la dictadura. A 45 años
de pactos de silencio, a 45 años en que aún hay madres que buscan a sus desa-
parecidos, a 45 años donde aún aparece la muerte y la violencia de Estado hacia
familias, niños y niñas, en territorios alejados de la gran ciudad, territorios donde
permanece el frío, el viento, el agua y la lluvia. Vigilados por carabineros, tanque-
tas, empresarios y fuerzas especiales.
Pienso en Ñuke. En el sueño de David Arancibia, cuando decide entregarme
su texto para dar paso a la vida de éste:
A primera vista, pareciera ser que Ñuke es un texto de teatro tradicional.
Es más que eso. También es insuficiente decir que se trata, tan solo, de una
crónica social. Es el resultado de un viaje que quizás comienza en el vientre,
32 Dramaturgias de la resistencia. KIMVM Teatro documental Marry Xipantv

que viene cargado de memorias negadas y silenciadas producto de la historia


y sus consecuencias. Tal vez, puede ser la síntesis de un viaje que inició en
Villarrica, el verano del 2006, cuando decidí salir a caminar, mientras miraba
las estrellas, y buscaba a mis parientes en Cholchol, para recorrer el territorio
que dejó mi bisabuelo materno a principios del siglo pasado. Me gustaría que
hablemos de “oraliturgia” porque se trata de un texto vivo que también guarda
conversaciones, relatos, vivencias y testimonios de distintas personas que me
han acompañado en esta aventura de la vida, del teatro y de la cultura, que
para algunos de nosotros fue olvidada, porque en medio de tanto mestizaje,
es poco lo que podemos recuperar. Y es una dramaturgia que no termina en
la escritura de un texto, continúa con un sueño, para que Paula González
sea la encargada de darle vida a esta obra, que es más que una obra de teatro,
que se alimenta de más testimonios, de otros relatos, de otras dramaturgias.
Porque así se cuentan las historias en nuestro pueblo. Pasan de mano en
mano, y de boca en boca. Para que no se olviden. Para que permanezcan en
la memoria. Ñuke es una dramaturgia viva.
Pienso en el levantamiento de una ruka mapuche en el centro de la ciudad
como dispositivo escénico de la obra, como espacio de memoria, de resistencia,
como la construcción arquitectónica más importante de cosmovisión para el
pueblo mapuche. Pienso en lo que esta ruka se ha transformado con el paso del
tiempo. Pienso en el año 2008 cuando recorrimos el sur de Chile. Pienso en el
regreso a la capital. Pienso en la instalación de nuestra ruka, durante todo un
año a 45 años del golpe en el Museo de la Memoria y los Derechos Humanos,
un espacio que en su inauguración, bajo el primer gobierno de Michelle Bache-
let, se vió cruzado por el grito desgarrador de Catalina, la hermana de Matías
Catrileo, quien fuera asesinado en democracia. Entonces pienso que mi pueblo
ha resistido frente a la dictadura, frente a la colonización y el usurpamiento de
Wallmapu para construir este país llamado Chile, frente al genocidio vivido
en la “Pacificación de la Araucanía” y frente a una democracia que nos llama
“terroristas”.
Crecí en un hogar lleno de magia y sueños, donde mi madre por muchos
años, se preocupó de inventarme juegos y contarme historias en que las muñecas
y los muñecos tenían vida, tenían corazón. Crecí de la mano de una flauta, de
un violín, de un espacio lleno de sonoridades. Corrían los años ’ 90 cuando, en la
calle Los Retamos, en la comuna de El Bosque se funda el Centro Cultural Ar-
tístico y Social Felicitas Orth, por Daniel Molina —ex militante del MIR retor-
nado del exilio—, Helga Orth —chellista de la Orquesta Sinfónica de Chile— e
Hilke Orth —violinista de la Orquesta Filarmónica de Chile—, esta última mi
Teatro Documental, Memoria y Vida 33

maestra más rigurosa y a la que agradezco su dureza y rigor en mi educación


artística en la infancia.
En la calle Los Retamos, en la periferia de la comuna de El Bosque, en una
casa que sería un taller mecánico pero que se transformó en un Centro Cultural,
cientos de niños y niñas comenzamos a aprender de música clásica, de política y de
la violación a los derechos humanos que había vivido Chile en la dictadura. Cien-
tos de niños y niñas nos formamos en con profesores de la Orquesta Sinfónica, de
la Orquesta Filarmónica y de la Escuela Moderna. Ellos creían en este proyecto
social, artístico y político que se levantaba en la periferia de Santiago. Asistían de
manera gratuita a educarnos con partituras de Vivaldi, Chaikovski y J. S. Bach, este
último mi favorito, ya que las últimas sonoridades que recuerdo con el violín en mis
manos, fue el Concierto para Violín y Orquesta en La Menor de Bach.
Recuerdo homenajes a Víctor Jara, recuerdo la Cantata Santa María, recuer-
do cada presentación donde nuestros padres iban a ver los avances cada fin de año
en que nos vestíamos con poleras rojas o amarillas para interpretar hermosas me-
lodías. En este lugar desde los siete años hasta los 19 años de edad, aprendí a tocar
flauta dulce y a leer partituras. En ese espacio tuve mi primera experiencia en el
teatro como una niña tímida vestida de payasito, con la cara pintada y con muchas
ganas de sentir. En ese espacio, padres y madres trabajaban por el arte, la cultura,
los derechos humanos, por la organización social, por la educación popular, por
salir de la pobreza. Mi madre y mi padre se educaron también a nuestro lado. En
este espacio recibimos a los mineros de Lota que quedaban sin trabajo. Escuchá-
bamos a líderes indígenas zapatistas contar su experiencia de recuperación territo-
rial, el legado de Miguel Henríquez, “Rojo y Negro” cantábamos. Paradójicamente
aquí también se hizo presente la violencia, esa más dura y subterránea, donde la
seduccion y el abuso de poder también se hicieron presentes. Ahí en ese espacio
cuando tenía doce años me enteré que una de las niñas que asistía a la escuela de
música, había sido abusada por el relacionador público Daniel Molina, ex - mili-
tante del MIR. En ese instante todo se quebró para mí, los amigos desaparecían,
la música dejó de tener sentido. En ese instante nadie creyó que aquello fuese real,
que aquello que se escondía entre las paredes pintadas con partituras y llaves de
sol, era real.
Y pasaron los años en silencio, por las calles, las veredas, y poco a poco se
iban sabiendo más historias de abusos, que hasta el día de hoy están impunes y
en silencio. Quizás algún día logremos mirar esta historia y se convierta en una
nueva obra de teatro.
Luego de doce años de formación musical me surge la necesidad de estudiar
teatro. Dado que disfrutaba enormemente cada una de las obras que me tocaba
34 Dramaturgias de la resistencia. KIMVM Teatro documental Marry Xipantv

interpretar en mis estudios secundarios, en el emblemático Liceo de niñas


Carmela Carvajal de Prat, donde además fui Presidenta del Centro de Alumnas
representando a la lista Puel Mapu, por ello muchas veces la directora Inés Suárez,
pinochetista acérrima y designada por el ex–alcalde Cristián Labbé, militar,
torturador y violador de derechos humanos, entre murmullos de pasillos me
nombraba como la militante del MAPU. En este espacio de dirigenta estudiantil
me vi enfrentada a los escenarios y al aprendizaje de los discursos que escribía
mi hermana para mí. Yo los memorizaba, al igual que un texto dramático, e
interpretaba para todas las alumnas del liceo. Esta fue una etapa de aprendizaje,
de compromiso, pero también de mucha angustia y soledad.
Al terminar mis estudios secundarios, decidí entrar a la universidad a estudiar
un Bachiller en Ciencias Sociales. Soñaba con estudiar teatro, pero el miedo me
embargaba, sin embargo, en un par de años, podría elegir, si me iba a dedicar al
periodismo o al derecho. El Bachiller lo cursaba en la misma institución privada
en que mi hermana estudiaba Psicología, ello gracias al esfuerzo económico de
mis padres.
Luego de pasar por la experiencia de rendir un examen vestida con tacos y
ropa formal y habiéndome aprendido de memoria la Constitución chilena, no
pude soportar aquella situación. Sentía que en Chile no había justicia, y luego
del examen final del primer semestre acudí a congelar mis estudios universita-
rios. Mientras tanto mi madre, quien por años estuvo dedicada a la maternidad,
desaparecía de casa y mi padre se consumía en el alcohol. Una historia no muy
diferente a la de miles de familias chilenas que habitan los paisajes pobres y mar-
ginales de nuestro Chile.

Año dos mil. Ya no hay centro cultural. Ya no hay escuela para los niños de la
periferia. La lucha social está acabando.
El año dos mil trece decido estudiar en la Escuela de Teatro de la Universidad
de Playa Ancha. No era una decisión fácil partir de Santiago pero la situación
familiar ya no daba más. El alcoholismo estaba presente en mi hogar por herencia,
por enfermedad, por la patria, y es en este contexto que mis padres me dejaron
emprender un nuevo camino fuera de la ciudad. Muchas veces escuché decir que
mi futuro sería hacer malabares en los semáforos o que terminaría como mimo
en la Plaza de Armas. La única que me acompañó en los deseos de dedicarme al
arte profesionalmente sería mi hermana, mi lamngen Evelyn. Ella me enseñaría
durante la infancia y la adolescencia todo lo que se de música, de psicología, de
luchas sociales. Quien me ayudara a redactar el primer proyecto que daría vida a
mi vida, la raíz de todo lo creado durante estos diez años de trayectoria artística,
Teatro Documental, Memoria y Vida 35

quién a través de sus sonoridades, permite que las atmósferas y las imágenes que
tengo en mi memoria tomen vida.
En la escuela de Playa Ancha estuve un año y dos meses. Recuerdo que los
profesores decían que no me veía, al parecer era invisible y seguramente así era.
¿Quién iba a mirar a una niña tímida de pelo negro, que a pesar de tener dos
apellidos chilenos, tenía claros rasgos indígena? Recuerdo estar vestida de kupam,
trarilonko cantando un ülkantun que me enseñó mi abuela para un ejercicio escé-
nico. Recuerdo que fui mal evaluada y que la docente me trató de bruja. Quedé en
silencio, y abandoné mis estudios universitarios.
En mí, habita mi bisabuela Rosa Marileo y mi abuela Elena Mercado Mari-
leo. En mí, estas dos mujeres se han hecho presentes, pero en un contexto abso-
lutamente diferente al de sus vidas. ¿Quién iba a mirar a una adolescente que aún
no entendía la importancia de reconocer su identidad?
Sin embargo, mi afán por ser actriz, no termina aquí y posteriormente vuelvo
a la capital santiaguina. Comienzo un nuevo proceso. Son los talleres de teatro y
una terapia psicológica desde el psicodrama, los que me permiten volver a llorar.
Y me encuentro.
Comienzo un nuevo camino universitario e ingreso a la escuela de Teatro de
la Universidad Mayor, en ese espacio de formación, los roles que me tocó inter-
pretar fueron la negra, la nana, la mapuche, la mujer pobre, la prostituta. Nunca
tuve un rol protagónico hasta el último año de formación, cuando comienzo tam-
bién a abrirme camino en la dirección teatral. Durante los primeros años las altas
evaluaciones a mis exámenes me sorprendían. En este espacio ya no era invisible,
algo sucedió en mí que permitió que comenzara a legitimar mi propia voz frente
al mundo y a la vida.
En ese espacio me formé con tremendos maestros del arte escénico y en los
últimos años tuve la oportunidad de ver el montaje teatral Dale Recuerdos del
director francés Didier Ruiz, en el que diez adultos mayores, sin formación profe-
sional, contaban parte de sus vidas. En ese espacio, en una sala negra, me encontré
como espectadora con la realidad, esa que tanto me fascina y que ha marcado la
línea de trabajo de un lenguaje teatral que sigo incesantemente descubriendo.
Consciente de que no provengo de una familia de artistas consagrados, y con
las palabras arraigadas en mi memoria de uno de mis maestros que un día me
preguntó:
—¿Tú eres de verdad mapuche? —Sí, mi abuela es mapuche, respondí. Hazte
cargo —me dijo—porque no hay nadie en el teatro chileno que lo haga.
Es así como, en mi último año de formación académica decido comenzar a
dirigir en el centro ceremonial de los pueblos originarios Mawidache. Un espacio
36 Dramaturgias de la resistencia. KIMVM Teatro documental Marry Xipantv

recuperado en la periferia de la capital, donde se encuentran emplazadas cuatro


rukas y donde compartimos el mate y las sopaipillas con mujeres de distintas
edades. Mujeres en las que me reconozco, de las que he aprendido a escuchar, a
mirar, del amor, y a compartir el conocimiento. Mujeres similares a mi abuela, a
mi hermana, a mi madre, a mi bisabuela. Mujeres que han sido despojadas de su
territorio, que han resistido frente a la violencia, mujeres que aman a sus hijos e
hijas. Mujeres, hermanas, madres, amigas. Ellas, hasta el día de hoy son parte de
mi vida y mi existencia. Con las que comienzo mi arte, mi lucha y mi resistencia.
Por esta lucha es que hemos podido compartir con tremendos artísticas escénicos,
llevándolos a la periferia para luego salir al centro y a otros territorios para contar
la historia de nuestro pueblo. Quizás historias cargadas de dolor, pero transfigu-
radas en belleza.
El teatro documental, como género me ha permitido no sólo mirar mi his-
toria, sino la de todos aquellos y aquellas artistas que han querido revisitar sus
recuerdos y sus memorias para situarlas en el espacio ritual y sagrado del teatro. El
teatro como espacio de reinvindicación, de documentación histórica, de sueños,
denuncias, de ideales, belleza, arte y política.
“Narrar, contar, visibilizar son quizás, acciones necesarias para reconocer y
señalizar la vulnerabilidad de la vida y el lugar preponderante del trauma y el dolor
en estos tiempos. […] Reclamar, documentar, testimoniar, organizarse, demandar
con lágrimas y palabras, pero también con acciones, como lo han hecho y lo siguen
haciendo los padres y madres de los miles de desaparecidos y asesinados en estos
tiempos de siniestras guerras”1 .
Concibo el teatro como un espacio de resistencia, de recuperación de la
memoria individual y colectiva de un pueblo, donde lo social, lo artístico y lo
político se tejen en un solo territorio, ya sea escritural, visual o musical. He mirado.
He sanado. He transformado mis propios recuerdos en historias, en memorias,
en testimonio, en arte, en vida. De la mano de quienes he amado, de la mano de
quienes me han querido acompañar y de la mano de mi familia. Porque la familia,
para nuestro pueblo mapuche, es quien nos conforma y nos constituye. Porque la
familia se reúne alrededor del fuego a compartir las historias, con tortilla, mate
y sopaipillas. La familia constituida de manera multi-generacional, la familia
KIMVN Teatro. Mi familia, creada entre la realidad y la ficción. Una familia que
transita por esos límites en la creación de las obras plasmadas en este libro. El
testimonio, documento histórico, archivo de la memoria, reflejo de la dictadura, de

1
Ileana Diéguez, Cuerpos sin duelo. Iconografías y teatralidades del dolor. Universidad Autónoma de
Nueva León, México, 2013.
Teatro Documental, Memoria y Vida 37

su violencia, y como consecuencia la búsqueda de una identidad a partir del rescate


de lo biográfico, como forma de resistencia de decolonialidad de las teatralidades,
espacios de reflexión, intersticios que se plasman en las puestas en escena creadas
en estos diez años de existencia.
Agradezco a mi familia por permitirme adentrarme en sus historias, a mi
mami chica —mi abuela Elena—, mi papi Lucho, a mi hermana Evelyn por su
amor, compañía, y por entregarme a los dos artistas más pequeños de mi compañía
y amores más grandes de la vida: Benjamín y Amaro. A mi padre y a mi madre por
luchar, por amar, por preocuparse de entregarnos espacios de educación ligados
al arte y la cultura, por cada día trabajado para pagarnos una educación formal
y salir de la pobreza. A la Comunidad Mapuche Petu Moguelein Mawidache,
a mis ancestros, a mis lamngen Norma Hueche y Constanza Hueche por seguir
recuperando nuestra historia y enseñarme cada día más del conocimiento ances-
tral de nuestro pueblo, a Elsa Quinchaleo por acompañarnos y compartir su vida
estos diez años. Por transmitirnos el mapuzungun y su espiritualidad. A mi wenüy
David Arancibia por soñar, y por devolverme con sus letras a esta lucha, luego del
duelo por la muerte de Juanita, de “don Rey”, del incendio en Mawidache, y el
difícil primer quiebre de nuestra compañía. A mis amigas, sabias contenedoras,
compañeras del teatro. A quienes he amado y me han ayudado a crear, caminar,
a caerme, a crecer, a sostenerme. A Ileana Diéguez por inspirarme. A mis hijas,
abuelas y hermanas mayas por ayudar a sanar. A mis muertos que me cuidan desde
el mar y a todos aquellos y aquellas artistas que han confiado en esta mirada par-
ticular desde la dirección y de un teatro que poco tiene de ficción sino más bien
de vida.

Paula González Seguel


Santiago, Pewü, 2018
Juana Huaquilaf Huenuequeo. Centro Ceremonial de los pueblos Originarios Mawidache, 2009.
ÑI PU TREMEN
Mis antepasados

Dedicado a mi abuela Elena Mercado Marileo,


a mi viejita Juana Huaquilaf, y a mi bisabuela,
la Machi Rosa Marileo Inglés.

Ficha técnica

Dirección, puesta en escena y dramaturgia documental


Paula González Seguel

Asistente de dirección
Marisol Vega Medina

Autora, compositora y dirección musical


Evelyn González Seguel

Elenco
Marisol Ancamil
Juana Huaquilaf
María Huaquipan
Maribel Hueche
Norma Hueche
Constanza Hueche
Marlen Hueche
Aurelia Huina
Elena Mercado
Isolina Mercado
Norma Nahuel
Elsa Quinchaleo
Carmen Saihueque
María Luisa Seguel Mercado

Dirección de arte y diseño integral


Danilo Espinoza
40 Dramaturgias de la resistencia. KIMVM Teatro documental Marry Xipantv

Técnico en sonido
Matías Seguel

Colaboración técnica
Pamela Contreras

Traducciones mapuzungun
Gloria Mercado Treumun
Ailen Cayumil Mercado

Este proyecto contó con el patrocinio de la comunidad mapuche Petu Mo-


guelein Mawidache de la comuna de El Bosque y fue financiado por la Corpora-
ción Nacional de Desarrollo Indígena CONADI (2008), posteriormente obtuvo
financiamiento de Fondart – Línea Circulación, Consejo Nacional de la Cultura
y las Artes (2012).
Ñi pu tremen. Mis antepasados 41

La obra

Montaje de teatro documental que integra a mujeres de la comunidad mapuche Petu


Moguelein Mawidache y del club de adultas mayores Flor de Invierno, ambos de la
comuna de El Bosque en Santiago de Chile, quienes narran en escena fragmentos
de su historia de vida como testimonio de la memoria de un país, acompañadas
de una musicalidad inspirada a partir del rescate del patrimonio inmaterial del
pueblo mapuche.
Temas originales: Domo Tañi Mapu (Mujer de la Tierra), Eyutun (El canto
de la Machi) y Purrun, acompañados de la ejecución de kultrun, trutruka, trompe,
flauta traversa, chajchas, kaskawilla y guitarra.
La obra se sustenta en las vivencias reales de quienes participan en la puesta
en escena, arraigadas en Santiago tras un complejo proceso de migración. Son
ellas las invitadas a recordar momentos de su niñez, y del arribo a la capital junto a
las condicionantes que debieron enfrentar, tales como: discriminación, desarraigo,
pobreza, violencia y marginalidad.
Durante el relato oral —con pasajes en mapuzungun— se develan las tensiones
que enfrenta el pueblo mapuche y la discriminación, de la que han sido víctimas las
mujeres de esa cultura, durante la etapa de adaptación al nuevo territorio habitado.
La memoria individual y colectiva se articula a partir de los trazos biográficos
que se escuchan en el escenario, mientras sus protagonistas —de distintas genera-
ciones— hilan lana o toman parte de una ronda de mate.

Escenografía única

La acción ocurre en una ruka. En un costado se encuentra la más adulta de las lamngen,
Aurelia Huina. Al fondo se encuentran sentadas Constanza Hueche, Norma Hueche y Marlen
Hueche, quienes deben tener entre 11 y 14 años de edad, se abrigan con un chamal y llevan
puestas sus xapelacuchas. Se encuentran diez sillas antiguas vacías, en las paredes cuelgan
ropajes, xarihues. Al centro de la ruka se encuentra encendido un fogón. Luz en el fogón.

NORMA HUECHE: La casa o ruka, donde transcurren los recuerdos y disfrutan


los últimos años de vida las lamngen Marileo, Huina, Hueche, Huaquilaf,
Saihueque y Quinchaleo.
Se escucha una música. Entran por la puerta mujeres mapuche adultas y adultas mayores,
miran al público.
Amplia piezona con paredes y techo de totora, que sirve de comedor, dormitorio y
cocina. Arrumbados en un rincón se encuentran el mate, los xarihue y un cajón con lana
42 Dramaturgias de la resistencia. KIMVM Teatro documental Marry Xipantv

para escarmenar. Un antiguo fogón calienta la tetera. El piso es de tierra, duro, irregular.
La única entrada a la casa es una puerta que da al lugar donde sale el sol… el Puel Mapu.
Toman asiento cada una en una silla.
ELENA MERCADO MARILEO: Inche Elena Mercado Marileo pingen. Tañi
cawem Raimundo Mercado Quelempan, tañi ñukeyem Rosa Marileo Inglés.
CARMEN SAIHUEQUE: Inche Carmen Saihueque pingen. Tañi ñukeyem
Magdalena Nahuel Tapia, tañi cawem José Saihueque Colli.
JUANA HUAQUILAF: Inche Juana Huaquilaf Huenuqueo pingen. Tañi ñukeyem
Juanita Huenuqueo, tañi cawem Lincolaf pingen.
MARISOL ANCAMIL: Inche Marisol Ancamil pingen. Tañi ñuke Avelina
Mercado, tañi cawem Rubén Ancamil
MARÍA HUAQUIPAN: Inche María Flor Huaquipan Huenupan pingen. Tañi
caw Florentino Huaquipan Lienqueo, tañi ñuke Rosario Huenupan Huenteman.
MARIBEL HUECHE: Inche Maribel Hueche pingen. Tañi ñuke Carmen
Saihueque, tañi caw Avelino Hueche.
NORMA NAHUEL: Inche Norma Nahuel pingen. Tañi cawen Pedro Nahuel,
tañi ñuke Delfina Chureo pingen.
MARÍA SEGUEL MERCADO: Inche María Luisa Seguel Mercado pingen.
Tañi caw Luis Seguel Valeria, Tañi ñuke Elena Mercado Marileo.
ELSA QUINCHALEO: Inche Elsa Quinchaleo pingen. Tañi cawem Alberto
Saihueque pingen, tañi ñukeyem Juana Avendaño Huaquilao piñe fui.
ISOLINA MERCADO MARILEO: Inche Isolina Mercado Marileo pingen. Tañi
cawem Raimundo Mercado, tañi ñukeyem Rosa Marileo Inglés, fei ka mvten.
AURELIA HUINA: Inche Aurelia Huina Lincoñir pingen. Tañi cawem Juan
Huina Epuñan piñe fui. Tañi ñukeyem Francisca Lincoñir Catriñir.
Inche petu pichique domo ñefun tañi rañimawun tripaque fuign amualu
ta fiestatu mealu ta Cholchol mapu mew. Tañi caw ei pi ken ta nge tulaaimi
leufu mu ta rañiantu. Mülei wekvfv ei pi ken. Inche ka pichique che egu
amukefuyiñ mvten ta leufu mu. Inche nvfin ta likan rvnkvtun nvwvn likan
vxvfnavn leufumu fei mvlerkey kiñe filu weyelerkey epe… Tañi pu kompañ
vxvftufigvn cura fei noi leufu ci filu re pegengei ñi pichi lonko fei amu welan
leufu mu fei tañi tukulpazungun.
Ñi pu tremen. Mis antepasados 43

Para un día de año nuevo, partió toda la familia a una fiesta en Chol-Chol,
se prepararon su rokin, lo ponían en un toldo… en la carreta y a los niños chi-
cos los dejaban en la casa. Entonces todos nosotros cuando estábamos solos,
aprovechábamos de ir al río. Mi papá nos decía que nunca fuéramos a bañar-
nos al río a las doce del día, porque aparecía el wekvfv, pero nosotros fuimos
igual. Nos fuimos a bañar y hacíamos colas para tirarnos al río y me sujeté en
la roca y un chiquillo me grita “Nooo”, porque había una culebra… me caí al
río y casi me ahogué y después los chiquillos le empezaron a tirar piedras y de
tanto la culebra atravesó el río… la pura cabecita se le veía y nunca más pude
ir al río… y ese es un recuerdo bonito… si bonito.

MARISOL ANCAMIL: Yo, siendo hija de padres campesinos, mi niñez fue


en el campo. Mi papá se levantaba muy temprano, encendía el fuego en la
cocina… y eso yo lo notaba porque el olor a humo se sentía por toda la casa,
luego tomaba su mate amargo, después enyugaba los bueyes y salía a arar la
tierra. Yo y mi mamá nos quedábamos en la casa, mi mamá hacia el aseo y mi
responsabilidad diaria era sacar los gansos y chanchos de sus corrales y darles
sus comidas a los pollos. (Una de las niñas juega con pollitos de juguete). Los más
grandes comían aparte y los pollitos más chicos comían con su mamá gallina,
yo les daba el trigo en mis manitos todos los días, se acostumbraban conmigo,
después creían que yo era su mamá y me seguían a mí para todos lados. Yo
corría por el campo y los pollitos corrían detrás de mí… también la gallina.
Me sentaba y los pollitos se subían a los hombros, la cabeza, yo lo disfrutaba
mucho. Eso fue un lindo recuerdo de mi niñez.
ELENA MERCADO MARILEO: Yo cuando fui chica mi recuerdo más lindo
que tengo es que era mala, era muy hiperquinética. Mis papás tenían muchos
animales y nosotras con mi hermana, la Juanita, éramos muy maldadosas. Sa-
líamos a jugar con los chanchos y montábamos nuestra chancha preferida…
llevábamos nuestro cocaví, tortilla y nos íbamos a cuidar los chanchos al río,
nos juntábamos con otros niños, niñas y hombres… Nosotros éramos las pa-
tronas, porque mandábamos a los mapuchitos… Entonces después mirábamos
al cielo y eran como las doce, ya cuando el sol se movía nos volvíamos a la casa
en busca de la maldad, ya nosotros le echábamos el ojo a la gallina y decíamos
vamos hacer pollito asao… entonces como a las cuatro partíamos de nuevo a
cuidar los chanchos, pero nos llevábamos los pollitos escondidos… entonces
agarrábamos los coligues y se lo ensartábamos y hacíamos pollitos asados y
después jugábamos quién los tiraba más lejos al río y mirábamos como desa-
parecían… ese es mi recuerdo más lindo que tengo de mi infancia.
44 Dramaturgias de la resistencia. KIMVM Teatro documental Marry Xipantv

MARÍA HUAIQUIPAN: Mi recuerdo más bonito fue cuando tenía más o


menos siete años, esto fue en un colegio de campo, llamado Rañin Tuleufu,
que significa entre ríos en mapuzungun. Yo vi llegar un camión cargado con
juguetes, que venían en bolsas transparentes, venían pelotas de todos los co-
lores y los pusieron en una sala. Después nos dijeron, hagan una fila, tomen
distancia y nos fueron llamando uno por uno… en una de esas me tocó a
mí, y me regalaron una muñeca… linda (pausa). Era de cartón, crespa, pero
de plástico, no de pelo. Tenía unas cintitas blancas con rosado, vestido de
cartón, recto… y unos zapatitos blancos de cartón… que tenían una hebilla
así… (Toca una caja musical) Y ese es el recuerdo más bonito que tengo de
mi infancia. Chaltumay.
ISOLINA MERCADO MARILEO: Recuerdo que cuando era niña mi papá
trabajaba la tierra. Sembraba trigo, porotos, papas y de ahí se hacía plata para
mantener a la familia… porque la cosecha algunas veces iba bien y otras mal…
cuando mi papá había cosechado de la noche a la mañana me dice: “Hija
vamos al pueblo, al primer canto del gallo”. Yo no dormí en toda la noche,
porque pensaba que al otro día íbamos al pueblo de Temuco, porque yo no
conocía el pueblo, iba por primera vez. Al primer canto del gallo, mi papá
me dice “vamos”, porque iba a tener zapatos nuevos. Montamos a caballo,
mi papá me llevaba al anca y también a trote del caballo. Llegamos a Padre
las Casas a encargar el caballo. De ahí nos fuimos al centro, de la manito
de mi papá, esperando que abrieran la zapatería, porque era muy temprano.
Abrieron la zapatería y me compraron los zapatos, yo estaba feliz y de ahí
nos vinimos… me compró un helado mi papá y él se compró uvitas. De
ahí nos vinimos de nuevo al campo. Llegamos a la casa de noche y al otro
día me puse mis zapatitos, porque antes tenía que lavarme los pies, porque
siempre andaba a patita pelá.
Música instrumental; Guitarra, sonido de aves.Carmen, Norma y Elsa toman
sus sillas, se ubican y comienzan a hilar. María busca un canasto con lana, para es-
carmenar, los reparte en las manos de cada una de las mujeres que la acompañan en
la escena.

NORMA NAHUEL: Yo soy de la novena región, nací en el lugar Mulcochureo,


un día primero de mayo del sesenta y dos.
CARMEN SAIHUEQUE: Yo también vengo de la novena región, nací también
en Mulcochureo.
Ñi pu tremen. Mis antepasados 45

ELSA QUINCHALEO: Yo también vengo de la novena región y nací en Mul-


cochureo… éramos todas del mismo lugar y no los conocíamos… (Ríen).
NORMA NAHUEL: ¿Cuándo llegó a Santiago?
CARMEN SAIHUEQUE: Yo me vine con una señora que me trajeron de allá,
pero con permiso de mi mamá me vine a Santiago, a trabajar como asesora del
hogar. Y ahí cuando llegué acá, ahí sufrí harto… con el lavao’… me echaron a
lavar como tres días con escobilla y ahí llegaron la señora que iban a ser mis
patrones…
NORMA NAHUEL: ¿Y qué le llamó la atención de Santiago cuando llegó?
CARMEN SAIHUEQUE: Me llamaron la atención las luces, eran tantas y tan
grandes, yo no conocía la luz, viste que en el campo no había luz… ¡Era todo
tan grande!... y ¿tú?
NORMA NAHUEL: Yo también me vine a Santiago, me fue a buscar mi her-
mano, yo vine a cuidar la casa… y después me quedé trabajando, pero no tenía
el permiso de mi mamá pa’ venir a trabajar, por eso no tenía documentos, era
la indocumentada. (Ríen) ¿Y tú Elsa?
ELSA QUINCHALEO: Yo también me vine a trabajar a Santiago con mi fa-
milia, pero no me acuerdo de la fecha porque éramos jóvenes, los dos éramos
jóvenes… y ahí encontré trabajo en María Auxiliadora. Y… cuando llegué ahí
entré… tenía miedo a las máquinas, decía ¿seré ir yo capaz? Y como fui capaz
ya llevó treinta y cinco años ahí. Todavía estoy aguantando… Ay, no… Las
monjitas me están aguantando a mí. (Ríe)
Juanita Huaquilaf, una de las abuelas, comienza a tocar su trompe.
MARÍA SEGUEL MERCADO: Me acuerdo que cuando yo era niña, mi abuela
paterna no me quería, la mamá de mi papá no me quería, porque decía que yo
era la hija de la india, le decía la india a mi mamá y a mí porque yo era hija de
una mujer mapuche… y nacimos yo y mi hermano Juan Carlos, y mi hermano
salió parecido a mi papá, más blanco y yo salí morenita. Ella no me quería porque
decía que yo era negra…y fue pasando el tiempo y los niños en el colegio me
decían india, me acuerdo que me sentaba en el último puesto en la sala y mi
mamá me mandaba con un moño bien estirado, y me vestía con vestidos floreados
por sus costumbres en el campo y yo salía a la calle y los niños me molestaban.
Y fueron pasando los años y me acuerdo que yo tenía como quince años y fui
un día al centro de Santiago, por primera vez y fui a comprar a una tienda, y en
46 Dramaturgias de la resistencia. KIMVM Teatro documental Marry Xipantv

esa tienda había una señora y me dijo: “¿usted es extranjera? ¡Qué lindo son sus
rasgos!”, yo me sorprendí, primera vez que decían que lindo eran mis rasgos y
me dijo: “¿Usted no es chilena, no cierto?” y yo le dije, “si soy chilena… lo que
debe ser que soy la mezcla de una mujer mapuche y de un chileno”, después
yo recuerdo que todos los veranos yo viajaba a Temuco a visitar a mi abuelita
materna, ella era una mujer mapuche… tengo los recuerdos más lindos de mi
abuelita Rosa, los recuerdos hermosos de mi abuelita que ni siquiera hablaba
español. Ella no hablaba español. Solamente hablaba mapuzungun, pero yo
siempre la recuerdo esperándome en lo alto de la subida del cerro, y cuando
llegábamos ella estiraba sus manitos y nos hablaba en mapuche, y esperaba…
yo lo que recuerdo que yo no entendía lo que ella hablaba, pero sí recuerdo que
yo sentía su cariño y que mi abuelita mapuche siempre me quiso.
JUANA HUAQUILAF: (Juanita comienza su relato en mapuzungun…cuenta que
en su niñez cuidaba ovejas, y para saber cuántas ovejas tenía, contaba las fecas, por
lo que deducía tener al menos en su campo cien ovejas para cuidar).
Yo siempre fui discriminao’, siempre fui maltratao’, pero siempre yo me
defendí, nunca dejé que me atropellaran y hay veces que nunca me han querío
pagar, me botaban la libreta, yo la recogía e iba a la inspección del trabajo,
resulta que yo en vez de perder yo ganaba más que ellos, porque yo era más
viva que ellos, porque yo le cobraba doble sueldo, un mes me pagaban, otro
mes no pagaban y yo decía me deben dos meses y me lo pagaban, porque yo
iba a la inspección de trabajo y tanto sufrimiento yo llegué a la familia Truji-
llo. Ahí aprendo lo que soy, fui dueña de casa, me enseñaron como tenía que
ser… como tenía que ser mi dueña de casa, responsable, me educaron bastante
pero no aprender a leer, pero educación porque para ser dueña de casa… y
esa familia la agradezco porque me enseñó muchas cosas bonitas y gracias a
ellos… Ellos me decían usted va a ser mamá, va a tener hijos, tiene que ser
responsable. Así fue mi historia y aquí ‘toy po’, con cuatro hijos, tengo tres
hombres y una mujer. Soy felice en mi vida.
Ya después yo me fui en Temuco a trabajar y trabaja en apartamento y
me decían vaya a buscar chancho pa’ pasarlo en la pieza y yo donde buscar
chancho y creía que era chancho de verdad que tenía que ir a buscar y la
patrona me decía anda a buscarlo al potrero y yo no sabía si era chancho
de verdad. Resulta que era chancho pa’ pasarlo en la pieza, se usaban anti-
guamente. Ya, pasó eso y me mandaron acostarme en la pieza y yo soplaba
la ampolleta y no se apagaba na’ po’ y resulta que como no se apagaba yo le
daba escobazo, se rompía la ampolleta. Ya, después mi patrona me decía,
Ñi pu tremen. Mis antepasados 47

ya báñese y yo me iba a bañar en la tina de baño, ‘costumbrao en el río, yo


me ahogaba en la tina del baño y me hundía pa’ dentro. Eso en Temuco
lo sufrí. Después cuando llegué a Santiago… trabajé, me trataron mal, me
dijeron india despatriá. Yo le decía que podía ser ella, pero no yo, porque
yo era la verdadera chilena. Me echaban, trabaja mis dos o tres meses, me
echaban en la calle, las doce de la noche y yo le pedía plata pa’ irme y no
me lo daban, pero yo pedía en la calle, como pedía plata en la calle y así
llegaba a la casa de mi hermano y resulta que al otro día… yo me iba a la
inspección de trabajo y yo lo demandaba, de eso vivía yo imponiendo sueldo
a mis patrones.
Se escuchan los primeros acordes de “Domo Tañi Mapu”.

El aroma de la trilla
el sabor de la miel
el caudal de las aguas
son parte de mi mujer.

Mujer de la tierra
sangre morena
tus ojos negros
brillas como estrellas.

El aroma de la hierba
el calor del fogón
el rugir de los vientos
son parte de tu corazón.

La textura de tus manos


la suavidad de tu voz
son ejemplo de lucha
de fuerza y amor.

Durante los momentos instrumentales, las papai Elena Mercado Marileo y Juana
Huaquilaf mantienen los siguientes diálogos, en los cuales conversan en torno a sus ma-
ridos y los amores que tuvieron en su adolescencia y adultez.
48 Dramaturgias de la resistencia. KIMVM Teatro documental Marry Xipantv

ELENA MERCADO: Mari mari cumleimi. Kvmeleimi.


JUANA HUAQUILAF: Mai kvmelen. Eimi kai.
ELENA MERCADO: Kvmeletun.
JUANA HUAQUILAF: Kuxan kvlefuimi ama.
ELENA MERCADO: Kvmeletun feula.
JUANA HUAQUILAF: Ñeimi fvta kam nielaimi.
ELENA MERCADO: Nien fvta.
JUANA HUAQUILAF: Winka kam Mapuche.
ELENA MERCADO: Winka.
JUANA HUAQUILAF: Petu mi fvta genun tunten vñam niefuimi.
ELENA MERCADO: Kimwelan tun te chemai pvxvn (ríen)
JUANA HUAQUILAF: Lantun.
JUANA HUAQUILAF: ¡Pvxvn vñam! (ríen)
(Terminan de sonar los acordes de la canción. María llama en mapuzungun a
Elena y Juanita, para que se sienten en la mesa. Sirven el mate.) (Constanza, Norma y
Marlen danzan un purrun.)

CONSTANZA HUECHE: “En la oscuridad brillará una voz de lucha, nuestros


antepasados regresaran, el kajfv newen estará presente… cuando los corazones
de nuestro pueblo estén unidos por una sola causa. El viento lo gritará, las aves
lo trinarán, las cascadas lo cantarán, el canto de alegría estará presente. Porque la
lucha no habrá sido en vano, sino para el beneficio de nosotros, los niños mapuche.
Poema de Aileen Cayumil, niña mapuche de la novena región de la Araucanía.
Cambia la luz. Suena en una grabadora música mexicana, Los charros de Lumaco.
Solo se ve iluminada una mesa con todas las mujeres a su alrededor. Isolina sirve el mate,
toman mate y comen sopaipillas.

MARIBEL HUECHE: Chiquillas les voy a leer una leyenda, (Lee); “La leyenda
cuenta que había en un lugar una joven soltera que tenía hijos sin “conocer”
hombre. Acostumbrada a deambular por el bosque y perderse en él, sus parientes
la seguían; pero nunca vieron qué es lo que ella hacía. Pasó el tiempo y la joven
soltera tuvo muchos hijos que fallecían al nacer. Morían, porque al mirarlos
Ñi pu tremen. Mis antepasados 49

su papai se hacían deformes: mitad humanos y mitad peces. Un día, la ñuke


de la joven montó en rabia cuando su hija acababa de parir otro huacho. Le
pidió que le dijera quien era su chao (papá), la hija respondió: “Estos niños no
son de cualquier hombre, su chao tiene reino bajo la tierra, es muy rico y muy
hermoso. Si usted no hubiera mirado a mis niños, no habrían muerto, habrían
tenido una larga vida y un cuerpecito normal”. La ñuke perpleja, obligó a la
joven a llevarla al lugar donde vivía el “hombre invisible”. Se internaron en
el bosque y al llegar a un laurel la joven lo tocó tres veces. Se abrió la puerta
y las mujeres descendieron a la tierra, por una ciudad con calles de oro y ahí
caminaba hacia ellas un winka, un hombre de ojos claros y piel blanca, quien
abrió los brazos y estrechó apasionadamente a la joven. La ñuke de la joven
gritó espantada y desvaneció. Al despertar se encontró en el patio de su ruka
y a poca distancia, su hija permanecía sentada bajo un árbol.”
(Adaptación leyenda “Madres y Huachos”, Sonia Montecinos).
JUANA HUAQUILAF: Dicen que es cierto esa historia.
NORMA NAHUEL: ¿Y usted María cómo conoció a su marido?
MARÍA HUAQUIPAN: Lo conocí en una fiesta de año nuevo, pero no año
nuevo mapuche, sino año nuevo winka que se hace todos los años en el
campo. Ahí llegó él y se afirmó al barón... y yo miré pal’ frente y era her-
moso... era morenito... ya después me lo presentaron y fuimos a bailar... se
quedó cuidándome toda la fiesta. Ahí amaneció y él se fue. Ahí yo le dije que
estaba pololeando con su primo, él me dijo que no importaba. Después ya
nos volvimos a encontrar en Santiago en la Estación Central, ahí llegaban
todos lo que venían del sur y se juntaban. Yo en una de esas se lo presenté
a mis primas y él hablaba en Mapuche... hablaba en doble sentido y eso a
mí me gustaba...
NORMA NAHUEL: ¿Y usted Carmen?
CARMEN SAIHUEQUE: Yo lo conocí cuando…él era amigo de mis papás…
lo conocí en el campo, porque los dos somos del sur de Mulcochureo… de ahí
empezamos a pololear y después me mandaron a Lautaro a trabajar... porque
los papás se dieron cuenta que estaba pololeando y me mandaron a Lautaro…
NORMA NAHUEL: De castigo.
CARMEN SAIHUEQUE: ¡Claro, pa’ que yo no anduviera con él… después
él vino a Lautaro ese mismo día que me vinieron a dejar, igual se dió cuenta
donde había quedao’ yo… después cuando yo llegué a Lautaro… él se presentó
50 Dramaturgias de la resistencia. KIMVM Teatro documental Marry Xipantv

como mi primo en mi trabajo y preguntó por mí y se presentó como primo…


que me venía a ver, venía a ver a la prima, pero la “prima” ah!... (Ríe). Y ya po’,
después cuando me venía a ver, me traía dihueñes, me traía quesos…
NORMA NAHUEL: ¿Y usted estaba enamorá?
CARMEN SAIHUEQUE: No… no sé si estaría enamorá, no tengo idea porque
era cabra chica.
NORMA NAHUEL: ¿Pero después al tiempo?
CARMEN SAIHUEQUE: Ah, ahí sipo… cuando llegué a Santiago ahí sí, ahí
me di cuenta que realmente no era cabra… lo quería po’, porque después me
acordaba de él aquí po’ y ahí dije yo, ¿Por qué tengo que obedecerle a mis
padres?, los sentimientos míos... y después seguimos pololeando y nos reen-
contramos aquí en Santiago, y ahí pololeamos de nuevo, volvimos y hasta la
hora estamos aquí.
NORMA NAHUEL: ¿Y cuántos años lleva casada?
CARMEN SAIHUEQUE: Treinta y ocho años
NORMA NAHUEL: ¿Y sigue enamorada?
CARMEN SAIHUEQUE: Sí… y él también… y él llora por mí (ríe)… y en el sur
también lloraba por mí, él ‘taba enamorado de mí y yo parece que no… no sé (ríe)
NORMA NAHUEL: ¿Y usted agüela cómo conoció a su mari’ o?
ELSA QUINCHALEO: Yo lo conocí a mi marido… nosotros los conocíamos
así de lejos, no éramos amigo ni nada… sino que un día dijo que… me dijo
él que nos casáramos… porque la gente hablaban de nosotros. Me dijo yo te
vengo a buscar hoy día y yo le dije güeno y me jui con él en la noche, me robó,
y llegamos a la casa de una tía de él, porque él no tiene mamá ni papá… y la tía
lo recibió muy bien, muy cariñosa la señora, y ahí le dijo a mi mari’o y que yo
iba a ser esposa de él, pero dijo vamos a mandar avisar… mañana voy a mandar
a mi mari’o con mi hermano avisar allá a tu casa, que yo taba en la casa de la
tía. Entonce al otro día a las seis de la mañana jueron avisar que yo taba ahí…
y después pasó unas tres, un mes… no sé cuanto era, no me acuerdo ahí… y
ahí juimos al pueblo, porque él trabajaba, juimos al pueblo, me compró ropa,
zapatos y… después la tía dijo vamos a matar un chancho, vamos a llevar diez
litros de vino, para presentarte en tu familia. Así que juimos al otro día… en
carreta, me jueron a presentar… yo tenía un poco’ e mie’ o, como me había sali’
o encondí’ o de la casa, tenía mie’ o de que me podían pegar, y no. Mi abuelo
Ñi pu tremen. Mis antepasados 51

me recibió muy bien, mi abuelita, nos recibieron muy bien a nosotros, de ahí
después empecé ir a la casa. Lo quisieron mucho a mi viejo, fue muy queri’ o
donde mis abuelos. Él jue mi mari’ o después, hasta que dios me la quitó. Fuimos
muy feliz, tuvimos cinco hijos… fuimos muy feliz después con los chiquillos.
NORMA NAHUEL: ¿Y usted Maribel, como conoció a su mari’ o?
Suena la Cueca “Para que me casaría” de Violeta Parra, Maribel se para y baila. Todas
aplauden. Marisol comienza su relato.
MARISOL ANCAMIL: Así como tuve recuerdos bonitos, también tuve un
recuerdo muy triste… En el año 1973 me recuerdo que mi hermano mayor
cursaba tercero o cuarto año de enseñanza media. Me recuerdo que él fue
becado por el gobierno de Salvador Allende, para ir a tomar un curso de
capacitación agrícola... algo así, a la Unión Soviética, era por seis meses no
más... entonces mis papás estaban contentos porque en esos años que un hijo
que se fuera a capacitar y después llegar al campo a imponer lo que él había
aprendi’o en otro lao, era bueno, porque era una ayuda para la gente, para mi
papá como campesino, ‘taba orgulloso de su hijo también... pero fue como
trágico, porque justo fue... él tuvo que viajar un 10 de septiembre acá de San-
tiago a la Unión Soviética y el día 11 me recuerdo que fue el golpe militar... lo
supimos a través de la radio y fue súper triste... muy triste, porque me recuerdo
que lo primero que escuchó mi mamá del golpe militar y recuerdo haberla
visto llorar... y mi papá como hombre machista… quizás no le influía tanto,
o quizás trataba de ocultar su tristeza, pero para mi mamá fue súper triste y
entonces... tragedia para la familia porque me recuerdo que después nos fueron
a... requisar a... registrar los milicos continuamente en el día, en la noche…
llegaban a cualquier hora del día, a veces ‘tabamos acostaos, llegaban los pacos
a patás con las puertas y se llevaban a mi papá deteni’o y entre nosotros los
gritos, todo el cuento... yo tenía seis años en ese tiempo y era mi hermano
regalón el que se iba... me recuerdo que mi papá ya estaba deteni’o y yo veo,
siento que viene una micro y para justo frente a la entrá del portón de la casa
en el campo y nosotros estamos jugando con mis primos y cuando sentimos
bulla del vehículo... uuhhh... los pacos, los pacos!!! y salieron arrancando mis
primos para un la’o y nosotros... y yo y mi mamá sola y yo entonces... y yo...
¡Mi mamá, mi mamá, mi mamá!, sentí unos disparos, disparos, disparos, le
empezaron a disparar a mis primos y corrían por entre medio del bosque, pero
eran como delincuentes, empezaba a disparar, pero yo no sé si al aire, pero al
fin yo veía que le disparaban a ella, y me acuerdo que yo llegando a la casa...
iba un militar arrastrando a mi mamá del pelo y yo como niña fui a defender
52 Dramaturgias de la resistencia. KIMVM Teatro documental Marry Xipantv

a mi mamá... ¡Mi mamá no, mi mamá no! Y... entonces después… claro, a mí
también seguramente me tomaron del pelo. Me recuerdo que nos sentaron
en un banco que tenía mi papá, que trabajaba la carpintería... estaba yo y mis
dos otros hermanos, yo era la menor y empezaron apuntarnos con la escopeta,
mientras a mi mamá le disparaban por el otro lao y entonces eso jue’ como...
no sé, eso es lo que más me duele, porque yo vi que le estaban disparando a
ella y le disparaban a ambos lados de los oídos y entonces... no podíamos hacer
nada, porque también estábamos apuntalados con la escopeta... o pistola, no
sé qué es lo que era... eso fue tragedia... y es el recuerdo más triste que tengo.
Hasta hoy me marca para el resto de mi vida.
La voz y el canto de la papai Juanita inundan la escena.
Entra María vestida de mapuche con ramas de laurel en sus manos. Entran también
las niñas, con sus vestimentas completas.
Maribel le entrega a Elena e Isolina un xapelacucha que ha estado colgado al centro
de la ruka.

ELENA MERCADO MARILEO: Este es un xapelacucha... es de plata, tiene


una antigüedad de más de cien años… y era de nuestra mamá. Es un recuerdo
muy preciado que guardamos en nuestra familia… mi mamá era muy traba-
jadora, luchadora, amaba a la gente… oraba por los enfermos, por la siembra,
por las cosechas, por los animales… porque mamá tenía un don… ella tocaba
su kulxun, su cascahuillas... se sentaba frente a su rewe, a tocar su kulxun y
cantaba, aclamaba a su chau dios gnechen, por toda la gente, por los pobres,
por los enfermos, por los hijos, porque éramos hartos hermanos… pero ella
estaba casada con winka, que significa español, y un día él se dirigió a mamá y
le dijo… Rosa, tú no puedes seguir haciendo esto, cantando frente a tu rewe,
cantando con tu kulxun, no puedes seguir ésta religión… piensa que nuestros
hijos van a tener sus estudios, también quizás van a viajar a la ciudad, no quiero
que nuestros hijos sean descrimina’os… y de a poco mamá fue dejando de tocar
si kulxun… nuestra mamá era machi… pero yo creo que cuando falleció… ella
dentro de su corazón… nunca, nunca dejo de ser machi.
Se escucha un trompe, guitarra, y una voz que interpreta “Eyutun”.

La tierra besa tu frente


guía tus pasos gnechen,
rompe cercas
que cierran al pewmayen
Ñi pu tremen. Mis antepasados 53

La tierra te sostiene
la ruka te cobija
alma aventurera
sabia ancestral.

El canto de la machi
se siente en el kultrun
viaja por los pewman
eyutun ñi purrun.

La tierra te sostiene
la ruka te cobija
alma aventurera
sabia ancestral.
Las lamngen, papai se colocan su kvpam, xarihue, xapelacucha, xarilonco y ramas
de laurel, en este gesto ellas se reencuentran con su identidad, sus vestuarios originarios,
aquellos de los cuales fueron despojados dado el proceso de aculturación que han vivido sus
cuerpos. Todas se sitúan en el espacio y al igual que en rogativas para su pueblo, realizan
una hacia el lugar donde sale el sol, el puel mapu.
MARLEN HUECHE: Camina la machi para el gillatun, chamal y reboso, xa-
rilonco y kulxun, y hasta los enfermos de ese machitun, aumentan las filas de
ese gillatun.
NORMA HUECHE: Arriba está el cielo brillante de azul, abajo la tribu al son
del kulxun. Le ofrece del trigo su primer almud, por boca de un ave llamado
avestruz.
MARLEN HUECHE: La lluvia que cae y vuelve a caer, los indios la miran sin
hallar qué hacer. Se arrancan el pelo, se rompen los pies, porque las cosechas
se van a perder.
CONSTANZA HUECHE: Se siente el perfume de carne y muday, canelo,
naranjo, corteza e’quillay. Termina la fiesta con el aclarar, guardaron el canto,
el baile y el pan.
Se escuchan el kulxun, trompes, cascahuillas y mil pifilcas, el sonido del purrun invade la
escena, todas bailan y Marlen, la más pequeña del grupo levanta la bandera mapuche.
Apagón.
54 Dramaturgias de la resistencia. KIMVM Teatro documental Marry Xipantv

Elena Mercado Marileo y Juana Huaquilaf Huenuqueo. Centro Ceremonial de los Pueblos Originarios
Mawidache, 2009.

Norma Hueche, Marlen Hueche, Constanza Hueche y Juana Huaquilaf. Universidad Mayor, 2009.
Ñi pu tremen. Mis antepasados 55

Carmen Saihueque, Norma Nahuel, Juana Huaquilaf. Teatro Camino, Santiago a Mil, 2010.

Maribel Hueche, Aurelia Huina, Carmen Saihueque, Norma Nahuel, Elsa Quinchaleo, Elena Mercado,
Juana Huaquilaf. Teatro Camino, Santiago a Mil, 2010.
Norma Nahuel, Elsa Quinchaleo y Aurelia Huina. Casa de la Cultura Anselmo Cádiz, comuna de El Bosque, 2012. 56
Dramaturgias de la resistencia. KIMVM Teatro documental Marry Xipantv
Elena Mercado, Carmen Saihueque, Juana Huaquilaf, Norma Hueche, Marlen Hueche, Constanza Hueche, María Huaquipan,
Maribel Hueche, Norma Nahuel, Elsa Quinchaleo, Aurelia Huina. Casa de la Cultura Anselmo Cádiz, comuna de El Bosque, 2012.
Ñi pu tremen. Mis antepasados
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58 Dramaturgias de la resistencia. KIMVM Teatro documental Marry Xipantv
Ñi pu tremen. Mis antepasados 59
60 Dramaturgias de la resistencia. KIMVM Teatro documental Marry Xipantv
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62 Dramaturgias de la resistencia. KIMVM Teatro documental Marry Xipantv
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84 Dramaturgias de la resistencia. KIMVM Teatro documental Marry Xipantv
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86 Dramaturgias de la resistencia. KIMVM Teatro documental Marry Xipantv
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88 Dramaturgias de la resistencia. KIMVM Teatro documental Marry Xipantv
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92 Dramaturgias de la resistencia. KIMVM Teatro documental Marry Xipantv
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94 Dramaturgias de la resistencia. KIMVM Teatro documental Marry Xipantv
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96 Dramaturgias de la resistencia. KIMVM Teatro documental Marry Xipantv
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Camilo Fernández Sandoval y Aníbal Cerda Hueche, Centro Cultural Matucana 100, 2011.
TERRITORIO DESCUAJADO
Testimonio de un país mestizo
Basada en el testimonio de Elena Mercado

Dedicado a Elsa Quinchaleo Avendaño


a Carmen Saihueque
y a la lonko Juana Calfunao Paillalef

Ficha técnica

Dirección, puesta en escena y dramaturgia documental


Paula González Seguel

Dramaturgia
Marisol Vega Medina

Elenco
Camilo Fernández
Andrea Giadach
Paula González
Elsa Quinchaleo
Carmen Saihueque
Marisol Vega
Aníbal Cerda Hueche
Constanza Hueche
Magaly Hueche

Diseño integral
Carmen Gloria Cuello

Asistencia en diseño
Natalia Morales Tapia

Dirección musical
Evelyn González
100 Dramaturgias de la resistencia. KIMVM Teatro documental Marry Xipantv

Prensa
Vicky Cárdenas

Proyecto Financiado por Consejo Nacional de la Cultura y las Artes, estrenado el


año 2011 en el Centro Cultural Matucana 100, posteriormente se adjudica Fon-
dart de Circulación por siete comunas de la región Metropolitana.

Testimoniantes y Personajes

Elsa Quinchaleo Avendaño


Carmen Saihueque
Elena Mercado
Aníbal Cerda
María – Interpretado por la actriz Andrea Giadach
Isabel – Interpretado por la actriz Marisol Vega
Cristhoper – Interpretado por el actor Camilo Fernández
Lonko – Intepretado por la actriz Paula González Seguel y Constanza Hueche

Argumento

Testimonios de una lonko que lucha por su comunidad mapuche en el sur; dos
mujeres mapuche que se tomaron un terreno en la periferia de Santiago para
obtener viviendas, y su relectura de una escena de la obra María Estuardo de Frie-
drich Von Schiller, son algunos de los elementos que configuran el viaje de la obra
Territorio descuajado; un recorrido que se entreteje y desplaza por distintos puntos
de la problemática territorial mapuche, exponiéndolos a través de la puesta en es-
cena, y de los cuales se expulsan diferentes temáticas presentes en el contexto del
mundo mapuche urbano, tales como el despojo y pérdida del poder, educación y
pobreza, instaladas en la periferia de Santiago.

Escenografía única

Año 2011. Casa de la papai, Ñizol wünel domo Elsa Quinchaleo Avendaño, comuna
de El Bosque, Santiago de Chile.
Territorio descuajado. Testimonio de un país mestizo 101

Prólogo

La lonko exiliada
Entra Carmen Saihueque a la cocina en penumbra, prende las luces y comienza a pre-
parar sopaipillas. Se escuchan ruidos de campo, pájaros, perros y el Ulkantun de una
abuela que cuenta la historia de Juana Calfunao Paillalef, lonko de la Comunidad Juan
Paillalef en la novena región de la Araucanía. En paralelo y proyectado:

Carta al Presidente de Chile:

Sr. Presidente, mi nombre es Juana Calfunao Paillalef, lonko de la comunidad


Juan Paillalef, presa política mapuche. Recuerdo que siempre desde cuando niña, los
primeros años que fui a clase fui muy castigá porque no podía hablar el castellano
y siempre yo repetía… si alguien me decía querís más, yo decía “querís más querís
más”…también nos metían mucho la religión, y venía otro y nos metía la religión
y venía otro y nos metía otra religión…iban como dos o tres o cuatro personas a la
escuela de distintas religiones… entonces yo le pregunté a mi papá qué es lo que era
la religión y mi papá me dijo que cuando vino gnechen a cada uno le dejo un idioma,
una cultura, una forma social-política de vida y cuando se fue, se fue el día domingo
y dijo: en la muerte nos veremos, ese día nos veremos. Y eso tiene que respetarlo
usté y esa es la razón que yo nunca en mi vida me he sacado mi vestimenta porque
soy mapuche y pienso que si el día me sacara mi vestimenta voy desagradar a mi
gnechen o a faltarle el respeto a lo que él me dejó…no me dejó chilena ni española
ni alemana ni francesa ni portuguesa ni musulmana, esta es mi forma de ser... mi
mapudungun, aquí tengo mi kupam, tengo mi quilla, tengo mi xariwue, tengo mi
xarilonko, tengo mi xapelacucha, tengo todas mis cosas que tienen un significado,
y no llevan la enseñanza en un libro ni en un cuaderno, todas las enseñanzas están
en la cosmovisión, en el cuerpo, en la vista, en las manos.
Sr. Presidente, es tanta la injusticia que vive el ser humano, es tanta la persecución
que te hacen que de repente tú... Yo no podía estar ni adentro de mi casa. Entonces,
había que darle unos coscachos al fiscal porque dijo que yo era una delincuente, una
pandillera, una desarraigada, que tenía desprecio por la humanidad y una, como
lonko, como madre y como mujer, no puede permitir que un winka atorrante mala
clase, hijo de los descendientes de la niña, la pinta y la santa maría, venga a pegarme
e insultarme en mi propia tierra, en la capital de un pueblo mapuche aguerrido pero
culto. No lo puedo permitir. ¿Entonces que había que hacer? Darle una cachetá
po. Ustede’ llegaron aquí y nosotros sabemos que hay chilenos. Tiene que haber
un respeto mutuo si quieren vivir en nuestra tierra. Y si no, que se vayan, porque
102 Dramaturgias de la resistencia. KIMVM Teatro documental Marry Xipantv

nadie los tiene aquí a la fuerza. Ni tampoco hemos pedido que se vengan a vivir
aquí. ¿Me entiende? Nosotros no vamos al territorio de ustedes a molestarlos, si
es que tienen territorio, porque yo no sé dónde tendrán el territorio los chilenos. Y
cuando uno piensa así, te acusan de terrorista, de sandinista, de todo, porque usté
y el gobierno ese, no quiere que le digan la verdad, quiere tener puros tontos aquí,
y resulta que los mapuche de tontos no tuvimos nada. Entonces, aquí se les va a ir
poniendo más pesada la pista. Porque si hoy es una cachetá capaz que mañana le
demos una pateadura y capaz que después quizá qué cosa le demos. Pero de que
los vamos a dejar subordinar, nunca. Jamás los vamos a dejar subordinar.
Sr. Presidente, por las pesadillas que me causan el hecho de que hayan que-
mado mi casa tres veces, y que hayan agarrado a mi mamá de los pelos y le hayan
sacado la cresta enfrente de mí y de mis hermanos, le hayan quemado las tierras, y
las hayan vendido al mejor precio, le exijo que me diga dónde está mi tierra y qué
cresta hicieron ustedes con ella.

Acto 1
La toma de terreno de las tejedoras
Elsa prepara la mesa para tomar la once y Carmen fríe sopaipillas. Tocan la puerta, el
Cristopher quien se pasea buscando plata recibe a Elena Mercado, ella saluda y se sienta.
Una actriz que ha estado vestida de Elsa Quinchaleo, rompe la cuarta pared de la ficción
documental instalada en la puesta en escena.

ANDREA GIADACH: Cuando llegamo’ a Santiago, traíamo la casa en un saco


porque no teníamo’ donde…vinimo’ así no más, a ojos cerrados. Llegamos
a la casa de un primo y ahí tuvimo’ un par de tiempo po’. Después fuimos
donde una señora y le cuidábamo’ la casa pero no pagábamo’ arriendo si no
que la señora nos tuvo güena y nos dijo si me cuidan la casa y me riegan los
árboles y me cuidan unos conejos, ustedes no van a pagar nada. Entonce’
nosotros hicimo’ eso po’. Barríamos, limpiábamos los conejos y teníamos
to’o limpiecito. Tuvimos como dos años en esa casa. Después ellos quisieron
venirse entonces lo dijeron güeno nosotros nos vamos a venir, ustedes tienen
que buscar adonde irse. Allá salimo’ a otro lao a buscar y también encon-
tramos pa’ cuidar un sitio. Ahí no teníamos casa entonce’ por ahí por allá
levantamos una casita chiquitita y ahí vivíamo’ po’. Y cuando estábamo’ allí
vino una señora y me dijo si es que fuéramos a tomar ese pedazo de terreno
que iban a tomar la gente. Entonces dijo, usté puede llevar una bandera dijo
y llevar un monito pa’ dormir ahí. Yo hice los monitos y tenía al José que
Territorio descuajado. Testimonio de un país mestizo 103

estaba tomando pecho, era chiquitito, y cuando llegó mi viejo me dijo ¿y


ésa bandera? y yo le dije sabí que van a tomar un terreno y nosotros que no
tenemos casa siempre tenimo’ que andar de allá pa acá. Yo voy a ir. Y me
dice ¿y la guagua? La llevo, le dije yo, allá le doy pecho. No, me dice, yo voy.
Y en la noche había una de balazos y yo tenía puro miedo, después dije ahí
lo van a matar, pasará algo y gracias a Dios que no pasó na. Después to’as
las mujeres hacíamo la guardia pa’ que no los quitaran el terreno. Entonce’
después cuando ya tomamo’ el terreno vino la visitadora a verlo y la visitadora
dijo: -Ya, dijo, se van a quedar aquí, nosotros vamo’ a hacerle los papeles,
dijo, pa’ que vayan a la municipalidá’ pa’ que le den el derecho a casa-.
Entonce’ de ahí juimos a la municipalidad, de ahí le dijeron: -Ya, se van a
quedar-. Y estuvimo’ como dos mese’ ahí y después los dijeron ya ahora van
a ir a la municipalidá’ van a hablar con la visitadora a ver si le puede dar una
mediagua. Y juimo a la visitadora y ahí nos vinieron a ver y ahí nos dieron
la mediagua, y pa’ tener esta casita teníamos que poner mensualmente cinco
pesos, y cuando estuvo estas casa’ nos dijeron ustedes tienen que tener una
libreta de ciento cincuenta cuotas y hicimos lo posible para tener las ciento
cincuenta cuotas y conseguimos plata por aquí por acá y tuvimos las ciento
cincuenta cuotas entonces después cuando ya entregamos la libreta, ahí los
dieron esta casita, nos pasaron la llave y el que le achuntaba la llave ahí uno
se quedaba. Recorrimos todas las casas con la llave y cuando, llegamo’ aquí,
aquí le hizo la llave así que de ahí lo quedamos aquí nosotros. Llegamo’ la
primera noche y era como que estábamos de visita, como que teníamo’ que
irlo, no nos acostumbrábamo’ una casa con todo cerrado, con vidrio, con
to’o. Decíamo’ güeno mañana lo iremos, veníamos como alojados y no po’,
era la casa de nosotros y no podíamos creerlo que nosotros teníamos esta
casa… Y de ahí lo dijeron ustedes van a ser dueños de ahí pero tienen que
seguir pagando mensualmente, no me acuerdo si eran veinte, veinte pesos
pagábamo’ mensual, porque en ese tiempo la plata valía. Y así jue subiendo,
subiendo. Y teníamo’ que hacer harto mérito pa’ poder pagar la casa porque
tenía cinco niños y los cinco estaban estudiando. Y trabajando los dos con
mi viejo hacíamo’ plata por aquí por allá hasta que hicimo’ la plata pa’ pagar
la casa y en una de estas tuvimos la oportunidad que cuando salió el Aylwin,
dijo hagan tanta plata y la casa va a quedar pagá. Y nosotros consiguiendo
plata por todos lados, yo pedí en mi trabajo y mi viejo pidió en su trabajo y
hicimo’ la plata y pudimos terminar de pagar. Y ahí nosotros juimo’ dueño
de la casa.
104 Dramaturgias de la resistencia. KIMVM Teatro documental Marry Xipantv

Elena quien ha escuchado atentamente, mientras comparte el mate le cuenta a Elsa


su historia.
ELENA MERCADO: Nosotros con el viejo hicimos una mejora donde mi cuña,
pero cuando mi cuña vino a vernos, encontró que teníamos el terreno bonito
y se les ocurrió de irse, ellos tenían un niño y el niño de ellos maltrataba a la
Kathy a Juan Carlos, el cabro chico los peñiscaba. Y yo fui un día donde mi
cuña la Tina, que está muerta, y le conté que yo no quería estar más ahí y mi
cuña me dijo: “Hay una toma de terreno, ¿porque no vai a tomar un terreno?,
¡anda!, ¡anda!, pa’ que tengas tu casa”. Mis niños eran tan regalones, sobre todo
Juan Carlos, era tan fregao. Mi cuña me pasó un paquete, una fraza y me dijo:
“Yo le voy a ir avisar al lucho” y parece que nos fuimos caminando. Alcanzamos
a estar cinco días en el campamento y ahí yo me quedé, mi cuñada me man-
daba comida en una olla, mis niños mientras comían puro pan y té. Ella me
decía: “Tay luchando por tu terreno” y yo preocupada por mis niños, ellos se
cuidaban entre los dos, andaban pegaditos y se chupaban el de’ o. De repente
nos avisan: ¡Compañeros!, ¡Compañeros!, esta noche nos van a desalojar y
nosotros nos preguntábamos que nos iba a pasar. Y de repente a las cinco de la
mañana llegan los pacos, las caballerías, venían carabineros hasta de Valparaíso.
Rompieron las ollas, las guaguas gritaban, lloraban, las mamás gritaban con
sus niños. Yo como andaba para allá y pa’ acá donde mi cuñada andaba con
zapatos bonitos y me recuerdo el lucho me gritaba que yo era la culpable y
yo le decía: “¡Voy a seguir luchando!”. Ahí agarramos la banca al hombro, los
sacos y la bandera, los tacos se me quebraron, llorando los escondimos entre
medio de las zanjas y los pacos los seguían, como perros. En una de esas nos
gritan los comunistas, Mario Palestro, ¡Compañeros!, ¡Compañeros!, y ellos
nos llevaron al cuartel de bomberos cerca de la población Santa Adriana, ahí
los pacos no podían desalojarnos, la sirena tocaba, tocaba como si fuera un
incendio. Fue terrible lo que sufrimos. Yo estaba ahorrando en ese tiempo, mi
patrona me hizo sacar una libreta de ahorro, donde yo todos los meses ponía
mi platita, para poder tener para nuestra vivienda. Vivimos harto tiempo en
carpa donde los bomberos, hacíamos olla común, el lucho siguió trabajando y
con los compañeros seguíamos luchando, y en una de esas vino la visitadora
a verlos y nos asignaron un terreno ahí en Santa Elena. Y así llegamos a la
población, nos dieron una mejorita, una media agua y al final terminamos
vendiendo vino, con casa y botillería. Muchos de nuestros compañeros han
muerto y yo sigo aquí, por mi newen no más po.
Territorio descuajado. Testimonio de un país mestizo 105

Acto2
Legitimidad de las hermanas
Entra una segunda actriz; Marisol Vega, actúan una escena de la obra “María Estuar-
do” de Friedrich von Schiller, esta escena ha sido traducida del español de original al
mapuzungun y posteriormente a español “chileno”.

ISABEL: ¿Quién es esta mujer?


MARÍA: El alto del cielo te ayu’ó, mi hermana, y la juerza te coronó la ca’eza. Yo
me que’o sola, mi hermana, voy a olvidar de la mala habladuría. Deme la mano
pa’ levantar mi juerza.
ISABEL: Este es vuestro lugar lady María; y doy gracias a Dios por su bondad,
cuando no ha permitido que me viera como vos, a las plantas de mi rival.
MARÍA: Piense en el alto del cielo, que tu Dios castiga a la gente que es muy
cachetona y se cree. Respete a su Dios, que le dé mie’o, arrodíllese a los pié de
él. Soy tu misma sangre. No hable mal de nuestra familia, porque es tu sangre
y es mi sangre.
ISABEL: ¿Qué tenéis que decirme, lady Estuardo, puesto que habéis pretendido
hablar conmigo? Olvidé que soy una reina cruelmente ultrajada para cumplir
con el piadoso deber de hermana, y ofreceros el consuelo de verme. Cedo con
ello a un impulso de generosidad, exponiéndome a justas censuras por haber
descendido hasta este punto, porque harto sabéis que quisisteis matarme.
MARÍA: No tengo juerza ya para recordar malas palabras. Yo sólo pienso con
mi mente que cuando le pedí que me diera un lugar pa vivir usté’ quería que
renunciara a lo que me corresponde. Me trató como una delincuente. Yo no
lo estoy pidiendo na un favor a usté, sólo le estoy pidiendo lo que es mío, y
eso a usté le molesta tanto que me trata de terrorista, ¿cierto? usté tiene mie’o.
¿De qué? ¿qué daño pue’o hacerle yo, que no tengo el poder de nada? Porque
no puedo decir mañana voy a dejar a todos los chilenos sin carne porque soy
dueña de todas las carnicerías de Chile, si no tengo ni una pata de chancho.
No puedo decir mañana cierro todos los bancos y los dejo a todos sin plata
porque no soy dueña ni de una llave del banco. El poder está en otro la’o. Se
está riendo de usté y de mí en este momento. Nos mira de todas partes, y no
está en ninguna. Se esconde detrás de las cosas y la hace pensar a una que no
hay a quien reclamar, a quien patalear. Pero eso usté no lo quiere ver. Si yo
me boto mañana en la calle vestida de mapuche, soy una noticia. Y eso le da
106 Dramaturgias de la resistencia. KIMVM Teatro documental Marry Xipantv

mie’o. Porque ese es el único recurso que tengo yo. Por eso me trata de desa-
rraigada, de pandillera, que tengo un desprecio por la humanidad. Por eso usté
me encerró en la comuna de El Bosque, y me tiró a un hoyo. Por eso usté me
alejó de mis amistades, de mis seres queridos, de mi gente, usté me dejó mal
con la gente mayor, con la autoridá. Usté no me dejó pensar nada bien, no me
dio buen entendimiento.
Por eso los cabezazos. Pero yo ya no quiero más guerra, quiero olvidar
todo, quiero vivir en paz junto a mi familia, quiero echarle la culpa de to’o
esto a la suerte. Estoy dispuesta a olvidar el pasado, a acordarme de buenas
palabras en adelante.
ISABEL: No acuséis a la suerte, mas sí a la perversidad de vuestra alma y a la
ambición de vuestra familia, que os inspiró propósitos de guerra, y os persua-
dió locamente a empuñar las armas a usurpar mi corona y empeñar conmigo
un duelo a muerte, con las fuerzas que vosotros poseéis, la pala, el cuchillo, la
echona, el azadón, el chuzo, el hacha. Vos tenéis la fuerza de la tierra, pero yo
tengo la ley, y el golpe fatal que amenazaba mi cabeza, ahora cae sobre la vuestra.
MARÍA: No serai capaz de hacer algo así.
ISABEL: ¿Y quién podría impedírmelo? ¿Qué me han de importar los vínculos
de la sangre y el derecho de gentes? ¡Sólo en la fuerza reside mi seguridad!
¡No quiero alianza alguna con la raza de las serpientes!
MARÍA: Qué triste. Me veí como una extranjera, como una despatriá. ¿Querí
aplicar tus códigos? Güeno, yo tengo el derecho, tengo la descendencia, el
kupalme, el tugun. No podí venir, por muy Isabel de Inglaterra que seai, a
subordinarme. Mátame si querí. Pero ten claro que con mi muerte esto no
se acaba. Aparecerán otras Marías, llegarán de allegás en casa de parientes,
con los cabros chicos colgando, llenos de mocos colgando y las patas llenas
de barro, con los mismos reclamos que yo. Porque estamos llenos de Marías
que necesitan un techo. Si los mapuche andamos a pata pelá, es porque no
tenimo’ plata pa’ comprar zapatos. Si nos tomamos un terreno es porque nos
quitaron las tierras en las que enterramos a nuestros antepasados, las secaron y
las devolvieron muertas. Porque yo fui reina y señora de un territorio amplio y
fértil, y ustedes lo agarraron y plantaron pinos. Hectáreas y hectáreas de pinos.
Y ahora yo tengo que ir pelear con la municipalidá pa’ que me den un metro
cuadrado pa vivir. Estoy dispuesta a pelear, pero estoy cansá también, Isabel.
Desde el 1800 que estamos con la misma cuestión. Si reconocierai todo lo
que tu Estado me quitó, y me dierai lo que me pertenece, si reconocierai que
Territorio descuajado. Testimonio de un país mestizo 107

yo también tengo sabiduría y conocimiento, y que soy tu sucesora, sería una


muy buena hermana contigo.
ISABEL: ¿Qué os declarase mi sucesora? ¡Pérfido lazo! Para que aún durante
mi reinado alucináis a mi pueblo y, como Armida, prendéis en vuestras redes
seductoras la juventud del reino, convirtiendo todas las miradas hacia el nuevo
sol. No, María. Vuestra alma es rebelde, y vuestro espíritu peligroso. Enten-
dedlo bien. Es necesario protegerte de vos misma. Creedme, poseo amplios
conocimientos en asuntos políticos. Tengo un certificado universitario que así
lo acredita y que me faculta a tomar estas decisiones. ¿Qué tenéis vos, María?
Nada. Con suerte un diploma de octavo básico. ¿Y vuestros hijos? también
¿En dónde estudiaron, María? Os habéis esforzado toda vuestra vida para
darles una educación digna, trabajáis en casas ajenas para pagar los 25.000
pesos del colegio particular subvencionado con nombre extranjero, ¿y en qué
terminaron? Soldando fierros. Os metieron el dedo en la boca, María. Y vos
lo aceptasteis. No existe peor pecado que la ignorancia. ¿Cómo llamáis a los
vuestros, María? ¿Lautaro? ¿Caupolicán? ¿Jonathan? ¿Mitchel? ¿Michael?
¿Cómo están tus capacidades lectoras María? A ver, lee esto.
Isabel (actriz) le pasa el libro “La Araucana” de Alonso de Ercilla, a Carmen Saihueque,
en este gesto se lleva a escena el concepto de poder, a Carmen le cuesta leer.

CARMEN: Chile, fértil provincia y señalada en la región Antártica famosa, de


remotas naciones respetada por fuerte, principal y poderosa; la gente que
produce es tan granada, tan soberbia, gallarda y belicosa, que no ha sido por
rey jamás regida ni a extranjero dominio sometida.

ISABEL: ¿Cómo quieres que te declare mi sucesora si apenas sabéis leer y escribir?
MARÍA: ¿Sabe qué? Usté gana. Tiene razón. Ya no soy más que la sombra de
María. Mi dignidad quedó rota, me tiraste al último lugar que podíai. Pero
aun así puedo decir que valgo más que mi reputación. Si la gente supiera las
mentiras que tení debajo de tu ropa, supiera la gente y te sacara la ropa, vería
cuantas mentiras tení por dentro. El trono de Inglaterra está usurpado por una
huacha champurriá bastarda que ni siquiera se reconoce. El trono de Inglaterra
está profana’o por una actriz. Si la justicia existiera, estariai hundía en el polvo
de mi presencia, porque yo, yo, soy la verdadera dueña de esta tierra.
Elsa canta Ülkantun. Se abre la puerta de la casa de Elsa. Aparece una mujer con su
vestimenta mapuche, xarilonko, kpam, xatriwe, en el centro de un campo de trigo.
108 Dramaturgias de la resistencia. KIMVM Teatro documental Marry Xipantv

Lonko: Porque paisajes verdes, porque sabor a campo, porque olor a sopaipillas,
porque ruido de queltehues, porque barro en los pies, porque mate, porque lana,
porque piedra, porque paja, porque madera, porque perros ladrando. Porque mi
madre, porque llora, porque los pacos con pistolas grandes en medio del bosque.
Porque defiendo a mi madre, porque la cabeza rota y porque un dedo menos
del pie. Porque la cárcel de Valdivia, porque pasa tiempo y no veo nada…tres
meses y no veo nada…porque los pacos me botan en una isla, porque aparece
una persona, porque me recoge, porque siempre recogen la gente ahí, porque
los pacos siempre botan la gente ahí, porque me lleva a su casa, porque me
lava, porque tengo que tener la mirada escondida, porque no me tengo que
recordar de su casa, porque tengo que comer, porque tengo que irme, porque
me da 500 pesos, porque en ese tiempo 500 era mucho valor, porque me sube
a la micro, porque me pone unos lentes, porque vuelvo a mi tierra, porque me
voy a mi comunidad feliz.
Y cuando llego no hay naiden, no hay casa, no hay ñuke, no hay chau, no
hay alimentación, mis hermanos botaos, escondidos por las quintas, escondi-
dos como unas sabandijas entre medio de los palos… todos desparramados,
sobreviviendo entre medio de las cordilleras, de la leche de las vacas, arriba
de los árboles…
Porque la comunidad quedó desarticulada, porque la comunidad quedó
botá… Porque mi nombre es Juana Calfunao Paillalef, lonko de la comunidad
Juan Paillalef, presa política mapuche, porque no podía hablar el castellano,
porque esta es mi forma de ser, porque mi mapudungun, porque mi qpam,
porque mi quilla, porque mi xariwe, porque mi xarilonko, porque mi xapela-
cucha, porque el conocimiento de las manos, porque la sabiduría de los sueños,
porque las tierras quemadas, porque las casas quemadas, porque nos tiran los
pelos, porque nos sacan la cresta, les exijo que me digan dónde quedó mi tierra
y qué cresta hicieron ustedes con ella.

Acto 3
El Christopher
Cuando era chico me sentí avergonzado de mi apellido porque me molestaban…
después fui creciendo y no aguanté ni una weá. Me decían mapuche quema
bosques, come piñones, traga pichi…te vamo a hacerte una funa, erí terrible
charcha negro curiche, te vamo’ a tirarte las pailas hasta dejarte pilucho pailón
y las pilchas las vamos a venderlas y los vamo’ comprar puchos, te vamo’ a
pegarte en la guata, te vamo’ a hacerte huifa guarén cagao del chape, sácate
Territorio descuajado. Testimonio de un país mestizo 109

el piñén del hoyo kiltro pichiruchi. Pobre de vo si te achunchai y vai con el


cahuín. Valí callampa, sácate la chala, córtate la champa, chanta la moto, gánate
una chaucha, tírate una chaya, sácate la chupalla, come cochayuyo, tómate
el concho, come coronta, mata la guagua, dale guaraca, terrible huasca, saca
la huincha, corta la pita, piteate un flaite, límpiate el poto, entierra a tu taita
indio culiao. ¿Sabí lo que hacía yo cuando me decían eso? Les pegaba po…
me decían que me estaba ganándome la plata con ellos si era una broma me
decían, pero yo no lo tomaba como broma po…me daba rabia…las manos se
me hinchaban cuando me enojaba, se me ponían rojas, calientes… después
cachaba que era la sangre de los pendejos las que me teñían las manos. No
quiero más sangre. Ha corrido mucha ya, y se ha perdido entre medio de la
mierda del desagüe porque ya ni puede llegar al mar, ni menos al río.
Mi mamá nunca me habló de ser mapuche…mi papá tampoco… prefiero
ir a un carrete que andar weando en una marcha, saltando como weon con los
palitos invocando a Michimalonco en los huesos porque hace 50 días que no
como ni una wea por una huelga de hambre que lo único que va a conseguir es
que las noticias hagan una fiesta morbosa conmigo. No loco. A mí me gustan
los completos, los churrascos palta mayo, la papas fritas en aceite de cinco días,
la tele, la ropa de marca, wear en la calle, estar en la esquina, fumar pasta hasta
quear enfermo, rapear, culiar, tomar ron, engrupirme a las minas. Me gusta
sentirme bien. No. Miento. Me gusta no sentir. Me. Y no es de inconsciente
porque yo no soy un ignorante. Es de vío. Si al final igual no van a conseguir
na. 500 años y todavía no entienden. 500 años de palos en la raja, de escupos
en la cara, de insultos obscenos, de risas amargas, de fiestas sin sentido, de
muertes en vano, de rostros anónimos, de promesas incumplidas, de picotas
en el hoyo loco.
Yo ví como mi taita se partió el lomo trabajando pa enriquecerle el bolsillo
a otros weones que ni siquiera conoció. Yo ví como el viejo se tomaba hasta
las molestias pa olvidarse de todas las mierdas que vivía en la pega, ví como le
aforraba a mi vieja de pura impotencia porque ella era la única weá en la que
podía descargar su rabia, la única weá que le pertenecía, era el único poder
que tenía el weón, y con eso se sentía más hombre el conchadesumare.
Vi cómo mi vieja lo acariciaba cada vez que el weón llegaba curao a la casa,
vi cómo una vez el viejo vestido de Rambo le chorreaba bencina en la cara y
le prendía fuego a quema ropa, vi la cara del cazador en el ataque, la mirada
en tinta, el ojo inyectado, vi como sus ojos se salían pa’ fuera, cómo la presión
se le salía pa’ fuera, cómo la rabia se le salía pa’ fuera, cómo la ira se le salía
pa’ fuera, como quedaba vacío y seco encima de la alfombra y cómo mi vieja
110 Dramaturgias de la resistencia. KIMVM Teatro documental Marry Xipantv

estiraba sus manos y le acariciaba el pecho. Vi la guerra hecha carne en los


cuerpos de mis viejos, en sus manos, en sus ojos, en sus pies, en sus cabezas.
Y me cayó una lágrima y salí corriendo.
No soy pa’ andar protestando yo. A mí no me llama la atención mucho
eso de mapuche po’ yo me acostumbre a lo mío porque estaba pendiente de
otras cosas po’, andar en la calle, cuidar a mi hijo… me gustaría que él su-
piera de su raza. Me imagino comprándole sus trajes pa bailar ese baile que
bailan ellos… el del pájaro que salta con las charchas colgando… yo no eso
sí po’, yo lo miraría desde lejos po’, no me podría poner esas cosas… porque
he cometido muchos errores y no sé si tendría el valor pa’ ponerme esas cosas
igual que mi familia… pero él no po, me gustaría que no fuera ganso igual
que yo po’ porque a mí nunca me interesó meterme en la agricultura…
¿Y cómo fueron estos? ¿Cómo se llaman estos que están en cárcel…? ¿Los
presos mapuche?... No se po’, es fome por ellos po’, si ellos dicen que no tienen
na’ que ver y la justicia lo’ está juzgando po’… es fome po’ si ellos dicen que no
tuvieron na’ que ver con bombas ni cajeros po…y terminan reventados po’…
Fome lo que hacen con los presos mapuche po’… Está mal eso po’, está mal
porque no deberían hacer eso po’, las cosas se arreglan de otra forma, no con
violencia po’.
Silencio.
Debería servir de testimonio yo.
Suena el kulxun, la pifilca y la cascahuilla, entra Aníbal, niño mapuche de unos
nueve años aproximadamente, nieto de Elsa Quinchaleo. Baila Choike purrün. Elsa, al
terminar su nieto de bailar, se levanta de la mesa, donde ha estado tomando mate junto
a Carmen Saihueque, su prima y las actrices.
Elsa, mira a público, se pone una corona de reina en su cabeza.

Epílogo
La toma de terreno de las tejedoras

Elsa Quinchaleo: Cuando llegamo’ a Santiago, traíamo la casa en un saco


porque no teníamo’ donde… vinimo’ así no más, a ojos cerrados. Llegamos a la
casa de un primo y ahí tuvimo’ un par de tiempo. Después fuimos donde una
señora y le cuidábamo’ la casa pero no pagábamo’ arriendo si no que la señora
nos tuvo güena y nos dijo si me cuidan la casa y me riegan los árboles y me
Territorio descuajado. Testimonio de un país mestizo 111

cuidan unos conejos, ustedes no van a pagar nada. Entonce’ nosotros hicimo’
eso po’. Barríamos, limpiábamos los conejos y teníamos to’o limpiecito. Tuvi-
mos como dos años en esa casa. Después ellos quisieron venirse entonces lo
dijeron güeno nosotros nos vamos a venir, ustedes tienen que buscar adonde
irse. Allá salimo’ a otro lao a buscar y también encontramos pa’ cuidar un
sitio. Ahí no teníamos casa entonce’ por ahí por allá levantamos una casita
chiquitita y ahí vivíamo’ po’. Y cuando estábamo’ allí vino una señora y me
dijo si es que fuéramos a tomar ese pedazo de terreno que iban a tomar la
gente. Entonces dijo, usté puede llevar una bandera dijo y llevar un monito
pa dormir ahí. Yo hice los monitos y tenía al José que estaba tomando pecho,
era chiquitito, y cuando llegó mi viejo me dijo ¿y ésa bandera? y yo le dije sabí
que van a tomar un terreno y nosotros que no tenemos casa siempre tenimo’
que andar de allá pa aca. Yo voy a ir. Y me dice ¿y la guagua? la llevo, le dije
yo, allá le doy pecho. No, me dice, yo voy. Y en la noche había una de balazos
y yo tenía puro miedo, después dije ahí lo van a matar, pasará algo y gracias a
dios que no pasó na. Después to’as las mujeres hacíamo la guardia pa’ que no
los quitaran el terreno. Entonce’ después cuando ya tomamo’ el terreno vino la
visitadora a verlo y la visitadora dijo: -Ya, dijo, se van a quedar aquí, nosotros
vamo’ a hacerle los papeles, dijo, pa’ que vayan a la municipalidá’ pa’ que les den
el derecho a casa. Entonce’ de ahí juimos a la municipalidad, de ahí le dijeron:
-Ya, se van a quedar-. Y estuvimo’ como dos mese’ ahí y después los dijeron
ya ahora van a ir a la municipalidá’ van a hablar con la visitadora a ver si le
puede dar una mediagua. Y juimo a la visitadora y ahí nos vinieron a ver y ahí
nos dieron la mediagua, y pa’ tener esta casita teníamos que poner mensual-
mente cinco pesos, y cuando estuvo esta casa’ nos dijeron ustedes tienen que
tener una libreta de ciento cincuenta cuotas y hicimos lo posible para tener
las ciento cincuenta cuotas y conseguimos plata por aquí por acá y tuvimos
las ciento cincuenta cuotas entonces después cuando ya entregamos la libreta,
ahí los dieron esta casita, nos pasaron la llave y el que le achuntaba la llave
ahí uno se quedaba. Recorrimos todas las casas con la llave y cuando, llegamo’
aquí, aquí le hizo la llave así que de ahí lo quedamos aquí nosotros. Llegamo’
la primera noche y era como que estábamos de visita, como que teníamo’ que
irlo, no nos acostumbrábamo’ una casa con todo cerrado, con vidrio, con to’o.
Decíamo’ weno mañana lo iremos, veníamos como alojados y no po’, era la casa
de nosotros y no podíamos creerlo que nosotros teníamos esta casa… Y de
ahí lo dijeron ustedes van a ser dueños de ahí pero tienen que seguir pagando
mensualmente, no me acuerdo si eran veinte, veinte pesos pagábamo’ mensual,
porque en ese tiempo la plata valía. Y así jue subiendo, subiendo. Y teníamo’
112 Dramaturgias de la resistencia. KIMVM Teatro documental Marry Xipantv

que hacer harto mérito pa’ poder pagar la casa porque tenía cinco niños y los
cinco estaban estudiando. Y trabajando los dos con mi viejo hacíamo’ plata
por aquí por allá hasta que hicimo’ la plata pa’ pagar la casa y en una de estas
tuvimos la oportunidad que cuando salió el Aylwin, dijo hagan tanta plata y
la casa va a quedar pagá. Y nosotros consiguiendo plata por todos lados, yo
pedí en mi trabajo y mi viejo pidió en su trabajo y hicimo’ la plata y pudimos
terminar de pagar. Y ahí nosotros juimo’ dueño de la casa.
Todos los actores caminan hacia público, miran, Elsa cierra la escena con un
Ulkantun.
Apagón.
Territorio descuajado. Testimonio de un país mestizo 113

Daniela Pino y Elena Mercado Marileo, Re-montaje, Itinerancia Trilogía Documental R.M., 2012.
114 Dramaturgias de la resistencia. KIMVM Teatro documental Marry Xipantv

Camilo Fernández Sandoval y Aníbal Cerda Hueche, Centro Cultural Matucana 100, 2011.

Andrea Giadach, Carmen Saihueque, Camilo Fernández y Elsa Quinchaleo, Centro Cultural
Matucana 100, 2011.
Territorio descuajado. Testimonio de un país mestizo 115

Marisol Vega y Andrea Giadach. Centro Cultural Matucana 100, 2011.

Camilo Fernández, Aníbal Cerda, Constanza Hueche, Daniela Pino, Elena Mercado, Elsa Quinchaleo,
Magaly Hueche. Itinerancia Trilogía Documental, R.M., 2012.
116 Dramaturgias de la resistencia. KIMVM Teatro documental Marry Xipantv

Marisol Vega, Carmen Saihueque, Elsa Quinchaleo, Andrea Giadach, Camilo Fernández. Proceso
de creación, 2011.
Territorio descuajado. Testimonio de un país mestizo 117
118 Dramaturgias de la resistencia. KIMVM Teatro documental Marry Xipantv

Galvarino Ancamil Mercado y familia. Material de archivo, 2011.


GALVARINO
Basada en el testimonio de Marisol Ancamil Mercado
y “El desaparecido” de Juan Radrigán.

En la memoria de Galvarino Ancamil Mercado, quien vivió un


exilio forzado en Rusia el 11 de septiembre de 1973, tras el Golpe
de Estado en Chile. Posteriormente el año 1993, fue acribillado por
un grupo racista de neonazis en Rostov, Rusia.

Ficha técnica

Dirección, puesta en escena y dramaturgia documental


Paula González Seguel

Dramaturgia
Marisol Vega Medina

Elenco (primera temporada)


Reynaldo Cayufilo
Elsa Quinchaleo
Patricia Cuyul

Elenco (segunda temporada)


Luis Seguel Valeria
Elsa Quinchaleo
Paula González Seguel

Autora, composición y dirección musical


Evelyn González Seguel

Diseño integral
Catalina Devia

Técnica y asistencia de diseño


Natalia Morales Tapia
120 Dramaturgias de la resistencia. KIMVM Teatro documental Marry Xipantv

Músicos en escena
Evelyn González Seguel
Juan Flores
Marisol Vega Medina
Alejandra Flores

Producción
María Eugenia Valenzuela

Proyecto Financiado por Teatro Universidad Mayor (TUM 2012) / Proyecto


Fondart, Línea Circulación, Financiado por Consejo Nacional de la Cultura y las
Artes, 2012.

Personajes

Avelina Mercado
Rubén Ancamil
Marisol Ancamil

Síntesis Argumental

Una familia mapuche del sur de Chile espera la llegada de su hijo y hermano
Galvarino, exiliado en Rusia por más de tres décadas. No saben que días antes
de su regreso, fue asesinado lejos de su tierra a ladrillazos un 18 de septiembre.
Con el pasar del tiempo, las ansias de su llegada se transforman en angustia para
la hermana de éste, sin saber cuál es el motivo de tanta demora. Hasta que recibe
la noticia del trágico final, suscitando un enigma e instalando una fractura en la
historia de esta familia.
Una cocina de campo. Al fondo, una ventana. Dentro de la escena hay varios mue-
bles con utensilios de cocina. Se ve una mujer sobre la mesa, canta “Paso del Norte” de
Antonio Aguilar.
Entra un hombre a escena, el padre, hombre campesino de 70 años. Se dirige hacia
un mueble, del cual saca una caja con instrumentos de carpintería. Saca una mesa pe-
queña, se sienta y empieza a martillar unas maderas. Desde afuera, se escucha cacarear
una gallina, seguido de varios sonidos de pájaros. Cae la tarde. Entra una mujer mayor,
la madre, con una gallina muerta en las manos. Mientras la despluma:
Galvarino 121

AVELINA: Kupaime arre ko (Páseme el agua caliente)


El hombre se dirige hacia la cocina, saca una olla con agua hirviendo y la lleva hacia
la mujer. Avelina despluma una gallina y prepara una cazuela.
AVELINA: Fewla kudawtunge (Ya, ándate a seguir trabajando)
AVELINA: ¿Chew mvlei ta katriwe? (¿Adónde está el cuchillo?)
RUBÉN: Uyy, lo tengo en las manos.
AVELINA: Amungue, amungue… kudawtunge (Ya, anda, anda, a seguir trabajando)
Entra Marisol, la hija, una mujer adulta con leña en los brazos. Mientras se escucha
en off la voz de Marisol que relata la primera carta, Avelina prepara una cazuela, plato
típico chileno. Marisol pone cuatro puestos en la mesa.
MARISOL: (en off )

1.- Carta al Ministro de Relaciones Exteriores de Chile:


1 de abril de 1991, localidad de Chucauco, kilómetro 14, Camino Boroa. Temuco.

Sr. Ministro. Usted no me conoce. Yo soy Marisol Ancamil Mercado. Yo soy la


hermana de Galvarino Ancamil Mercado. Seguramente a él tampoco lo conoce. Él
se fue a Rusia a estudiar el año 1973, becado por el gobierno de Salvador Allende,
por una beca de capacitación agrícola que le dieron aquí en Temuco porque mi papá
era trabajador y partidario del partido socialista, aunque él dice que no supo hasta
después de un tiempo que lo habían hecho partidario de ese partido, porque en
ese tiempo en el campo a la gente la hacían firmar papeles, y como antiguamente
los viejos no sabían leer ni escribir firmaban cualquier cosa. Entonces, sabiendo o
no sabiendo da lo mismo porque igual a uno lo involucraban en cosas quiéranlo
o no. Y mi hermano se fue en setiembre del 73 a Rusia, y nosotros nos quedamos
aquí. Mi papá como campesino, ‘taba orgulloso de su hijo. Mi mamá no decía ná.
Yo estaba triste, porque era mi hermano regalón el que se iba.
Es por él que yo le escribo. Porque desde que se fue a Rusia nosotros nos
comunicamos de vez en cuando con él a través del correo. Aunque en ese tiempo
era difícil pa nosotro’. Era un tiempo difícil pa to’os yo creo, pero más pa nosotros
con el hermano lejos y sin saber del por harto tiempo, si estaba bien, si estaba vivo,
si estaba pasando hambre, frío. Y con todas las tragedias que estaban pasando aquí
en Chile, que pa’ qué las vamos a recordar. Era difícil pa nosotros. Y por las cartas
que nos mandaba a veces sabíamos de él. Nos mandaba postales de Rusia pa’ la
navidá, pa’ l año nuevo y pa’ los cumpleaños de la familia.
122 Dramaturgias de la resistencia. KIMVM Teatro documental Marry Xipantv

Y yo le escribía de vez en cuando porque los viejos no saben leer ni escribir


entonces yo le escribo las cartas; incluso ésta, ellos me dicen lo que quieren decir
y yo se lo escribo y se lo mando.
Y en veces sabíamos del. Que estaba bien, que estaba trabajando y que así se
pasaba el tiempo… porque allá esra muy diferente que acá, porque Rusia es muy
diferente que acá y siendo mapuche, porque nosotros somos mapuche, usté com-
prenderá que es una cosa muy extraña estar en un país tan distinto. Decía que Moscú
parecía como que no estuviera hecho pa’ personas sino que pa’ gigantes porque era
tan grande la ciudad, imagínese usté’ acostumbra’ o en el campo Galvarino llegar
a un lugar tan distinto y solo más encima.
Pero él salió adelante, formó su familia, se casó con la Marina que era una
rusa bien rusa, rubia, de ojos claros y mirada fría. Después tuvimos oportunidad
de conocerla a ella y a su hija menor. Cuando fue el año 90, que Galvarino se vino
en un viaje a Chile, en ocasión de mi matrimonio, porque yo me casé, pero ya me
separé ya. Y cuando vino, vino con la Marina, la hermana de ésta que era su cuñada
y su hija, la Danielita, que eran todas rubias. Imagínese que todos los hombres de
la familia estaban locos por las rusas, como son tan distintas a uno; usté sabe, si
trabaja en el ministerio del exterior usté. Después supimos que trajo a la cuñada
porque ella le prestó la plata pa’ venir a Chile. Le dijo a ella que nosotros teníamos
plata y que aquí se la íbamos a pagar. Y nosotros de adonde, si somos gente humilde
no teníamos cómo. Y mi tío Lucho le tuvo que pasar una tele a la rusa pa’ que se
quedara tranquila, porque no paraba de gritar, ¡saltaba!, ¡pataleaba!...
¡Lloraba la rusa!... decía tanta lesera que nosotros no le entendíamos na’ … y mi
pobre hermano escuchaba no más, callao. Yo las encontraba tan extrañas a ellas, es
que tienen costumbres tan distintas. Y seguramente ellas también nos encontraban
extraños a nosotros, indios pensaban que éramos, “ustedes viven en la época de las
cavernas” supimos después que dijeron las rusas.
Yo no pude hablar mucho con él en esa oportunidá, como estaba de matrimonio.
Lo vi distinto eso sí. Imagínese que yo la última vez que vi a mi hermano fue a los 6
años, y ahora lo veo un hombre grande totalmente cambiado. La última vez que lo
vi era flaco, con su pelito negro, largo, bonito. Ahora estaba guatón, tenía manchas
blancas en la cara, de esas que dicen que salen cuando la gente tiene una pena muy
grande guardá dentro, en el alma. Y estaba bueno pa’ tomar, en eso todavía seguía
siendo mapuche, claro que los rusos son re buenos pa’ l trago también porque donde
allá hace tanto frío dicen…
Hace un año ya que fue eso. Y desde que se fue, sólo hemos sabido del a través
de una carta que le envió a mi tío Lucho y mi tía Nena que viven en Santiago,
diciendo que habían llegado bien, pero que las cosas no estaban tan bien en Rusia
Galvarino 123

como antes. Porque llegó allá y era todo distinto. Dice que el comunismo se cayó
allá, pero que él estaba tranquilo. Pero nosotros hace tiempo que no sabemos na’
del y como él era comunista no sabemos cómo estará allá. Nosotros acá estamos en
democracia. Y por eso le escribo, porque usté’ es el ministro de relaciones exterior
entonces puede ubicarlo de alguna manera y ver si se encuentra bien, y si lo puede
ubicar por favor darle el recado de que nosotros queremos que se venga, que si quiere
se trae a su familia que lo recibimos a todos igual. Acá le dejo la última dirección
que nos dio, acá le mandamos las últimas cartas. Ojalá sirva de algo.
Atte.
Marisol Ancamil Mercado

MARISOL: ¿Uñeleimi chaw? (¿Tiene hambre, papito?)


RUBÉN: Kofke (Pancito)
AVELINA: Re kofketuimi… inche kudawkvlen (Comiendo puro pan, y yo co-
cinando)
MARISOL: ¿Se va a demorar mucho con la comi’a usté?
AVELINA: Matukvleimvn…inche kizu dewman com igyael (Tan apurados que
están, y yo aquí haciendo todas las custiones sola). Si está tan apurada, venga a
ayudarme a hacer la ensalá. Yo tengo listas las papas y la carne. Tengo la sopa
lista también. Aquí tengo…
MARISOL: Ya, vaya a sentarse, yo sirvo. (A Rubén) ¡Está lista la comida, papito!
AVELINA: ¡Fewla kuxayaimi tami kuwu! (¡Anda a lavarte las manos!) (A Marisol,
que está picando tomates) ¡Los tomates no se pican así, más chiquititos!
MARISOL: Ya
Se sientan los tres a la mesa. Miran hacia la ventana. Esperan. Marisol retira un plato
de la mesa, devuelve el vino que sirvió en uno de los vasos a la botella y mira por la ventana.
Prende la radio. Se escucha la ranchera Mi primer amor, de los Reales del valle. Se
sienta a comer. Canta.
RUBÉN: (A Avelina) Está wena la comía mama.
AVELINA: Ya
RUBÉN: (Después de un rato) Está wena la comía mama.
AVELINA: Ya
124 Dramaturgias de la resistencia. KIMVM Teatro documental Marry Xipantv

RUBÉN: (Nuevamente) Está wena la comía mama.


AVELINA: Ya. (A Marisol) Puta el viejo jodío.
RUBÉN: Está wena la comía mama.
MARISOL: Ya papito, si ya lo escuchamos ya.
Comienza a sonar otra ranchera, Paso del Norte de Antonio Aguilar. Rubén canta. En
paralelo, se proyectan los siguientes textos:

2.- Carta al Ministro de Relaciones Exteriores de Chile:

30 de agosto de 1991, localidad de Chucauco. Temuco

Sr. Ministro. Todavía no hemos recibido noticias suyas. La última vez le envié a
una carta a usted a través de la oficina de partes del ministerio, pero todavía no
hemos recibido respuesta. Cuando lea esta carta le pido que trate de ubicar a mi
hermano, o dígale a alguien de la embajada de Chile en Rusia que lo pudiera ubi-
car, que nos estamos tratando de poner en contacto con él. Espero su respuesta.

Atte.
Marisol Ancamil Mercado.

3.- Sr. Ministro


3 de marzo de 1992, Chucauco, Temuco.

Esta es la quinta vez que intentamos comunicarnos con usted. Todavía no hemos
recibido respuesta de su parte. Por favor, necesitamos tener alguna señal de res-
puesta por parte suya y del ministerio.

Atte.
Marisol Ancamil Mercado

4.- Sr. Ministro.


11 de septiembre de 1992, Chucauco camino Boroa, IX Región de la Araucanía.
¿Qué pasa que no contesta mis cartas?
Atte.
Marisol Ancamil
Galvarino 125

5.- Sr. Ministro.


18 de septiembre de 1992, Temuco.
Aparézcase.
Atte.
Marisol de Temuco

La madre, se ha parado a mirar por la ventana. Luego que termina la ranchera, la


mujer canta en mapuzungun esperando la llegada de su hijo, hasta que llega una desde
el exterior dirigida a Marisol Ancamil, en la que se entrega la noticia del fallecimiento
de Galvarino. Marisol lee…

Sra. Marisol Ancamil Mercado


Presente

El Ministerio de Relaciones Exteriores, lamenta informarle el fallecimiento del


señor Galvarino Ancamil Mercado, quien fuera acribillado un 18 de septiembre
de 1993, en las afueras de Moscú, Rusia.
Al parecer, los autores del hecho pertenecen a un grupo racista llamado “Los
cabezas negras”, y el acto sería por causa de discriminación.
Reciba las más sinceras condolencias por parte del ministerio para usted y para
su familia. Adjunto va el certificado de defunción del fallecido.
Atte.
Ministerio de Relaciones Exterior

MARISOL: (A público)

6.- Sr. Ministro.

Galvarino ya no está. Lo mataron en Rusia.


Pero la pena no me llena el alma, es rabia la que siento. Una rabia torrencial,
provinciana, nacional y mundial.
Está bien saber qué terreno se pisa, tener tacto, paciencia. Tener confianza en
la justicia, fe en la democracia, disposición pa’l diálogo.
Pero tantos años de eternidá, tantos años de reclamos no respondidos, tantos
años golpeando puertas que nadie quiere abrir... eso ya es demasiado.
Hace tres días nosotros recibimos una carta de mi hermano. Galvarino decía
en su carta que cuando se enteró a través de la Cruz Roja que lo estábamos bus-
cando, se le llenaron los ojos de lágrimas, que estaba a tiritones escribiendo, que le
126 Dramaturgias de la resistencia. KIMVM Teatro documental Marry Xipantv

tiraba la patria y que quería volver. Pero que no podía, porque no tenía plata. Allá
estaba sin trabajo y cómo la situación estaba tan mala allá, ya ni contrataban gente,
menos si eran extranjeros. Decía que allá pasaba lo mismo que el 73 acá en Chile,
que desaparecía la gente y que allá era la pura burocracia. Eso era por lo menos lo
que lográbamos entender de lo que escribía mi hermano, porque el castellano de
Galvarino ya casi no se entendía.
Es una impotencia tan grande la que sentimos nosotros de no haber podío
haber hecho na, de no haber podío mandarle plata siquiera, y nosotros sabíamos
que ustede’ quizá podían intervenir pa’ que mi hermano se volviera con nosotros
que somo’ su familia.
Así que escúcheme atentamente ahora: ¡Basta de vueltas!, se pararon los des-
graciaos y partieron a buscar el cuerpo de mi hermano. Sin él de nuevo con nosotros
no hay dios, demonios ni democracia que nos salven. Yo no sé en qué hoyo, en
qué charco o qué desierto puede estar. Pero tráiganlo como sea. Agárrenlo de las
mechas, de las patas, o del corazón.
Pero aquí me lo traen sea como sea. Y me importa una mierda si me repito; lo
único que importa es que le exijo que nos traiga el cuerpo de Galvarino de vuelta.
No le prometo que con su cuerpo volveremos a ser como antes, pero yo le puedo
asegurar que volveremos a ser personas.
Hay que recuperarlo a como dé lugar. Miéntanle, amenácenlo, pídanle perdón,
péguenle si quieren, pero tráiganmelo de vuelta, o de nosotros quedará con vi’a la
pura sombra.
Todo esto está lleno de ausencias, como un baile de ancianos.
Quisiera ser borracha, mueble, piedra.
Pero, sobre todo, quisiera descansar.
Pero es temprano.
Siempre es muy temprano.
Todas las palabras del mundo parecen ser inútiles. Y pue’e que lo sean. Quizás
sea tiempo ya de rendirse. Pero que quiere que le haga, me niego a aceptarlo.
¿Estamos?
No, usted no ha entendi’ o na’ . Probablemente, debe pensar cuándo cresta se
callará y me dejará de escribir esta loca de mierda.
NUNCA. Me escuchó!... NUNCA. Además yo no estoy loca, su abuela será
loca pero no yo. Yo soy Marisol Ancamil Mercado, lavá de toda culpa por la sangre
de lo que ha sufrido. Traigan de vuelta el cuerpo de mi hermano contra vientos y
mareas; no se puede perder ni un minuto más.
Y me importa una raja que seamos como somos y que estemos como estamos,
alguien, algo, nadie, na’ , lo quiso así, pero importa una soberana hueá.
Galvarino 127

La única verdad de verdad es que no podemos vivir sin el cuerpo mi hermano,


y que esta abundancia de palabras ya me está ahogando, ya no van significando ná.
Así es que se pararon las bolsas de caca y partieron a trabajar. Tráiganlo a
combos, a besos, a patás, agárrenlo de las mechas, de los cocos o del alma, eso a
mí no me importa, pero el cuerpo de mi hermano, me lo traen de vuelta a Chile y
me lo devuelven, cueste lo cueste ¿Entendieron bien los conchesumadres? ¡Cueste
lo que cueste!
Porque su muerte todavía no me llega al alma, y porque si mi reclamo está
equivocado, esta sería la equivocación más grande de to’os los tiempos…

30 de octubre de 1993. Temuco.

Se escuchan los acordes de una guitarra, mientras Marisol camina hacia el cuadro
de su hermano Galvarino que ha estado colgado en la pared, se escucha la canción “Me
tira la patria” .

Frío y nieve me han cubierto


mi alma ausente de su cuerpo está.

Sin aire y tierra que precisa pa vivir


con el corazón abierto desterrado.

Te lloro y abrazo, no rompo el lazo


en tierras extrañas no hay despedida.

Todo es silencio, sin despedida.

Derribada de un soplo se ha ido mi vida


derribada de un solo se ido mi vida.

Apagón
128 Dramaturgias de la resistencia. KIMVM Teatro documental Marry Xipantv

Patricia Cuyul y Elsa Quinchaleo. Teatro de la Universidad Mayor, 2012.


Galvarino
129

Paula González Seguel, Reynaldo Cayufilo y Elsa Quinchaleo. Itinerancia Trilogía Documental R.M., 2012.
130 Dramaturgias de la resistencia. KIMVM Teatro documental Marry Xipantv

Reynaldo Cayufilo. Teatro de la Universidad Mayor, 2012.

Luis Seguel Valeria, “Seoul Marginal Theatre Festival”, Corea del Sur, 2013.
Galvarino 131

Puesta en escena Galvarino, Diseño Teatral Catalina Devia, Teatro de la Universidad Mayor, 2012.

Elsa Quinchaleo Avendaño, Teatro de la Universidad Mayor, 2012.


132 Dramaturgias de la resistencia. KIMVM Teatro documental Marry Xipantv

Patricia Cuyul, Teatro de la Universidad Mayor, 2012.


Galvarino 133
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Galvarino 147
148 Dramaturgias de la resistencia. KIMVM Teatro documental Marry Xipantv
Galvarino 149
Viviana Herrera, Claudio Riveros, Benjamín Espinoza, Elsa Quinchaleo. Centro Ceremonial de los
pueblos originarios Mawidache, 2016.
ÑUKE
Una mirada íntima hacia
la resistencia mapuche

A los presos, a los weichafes, a los muertos, a José Huenante,


a Blanca Melin, a la comunidad mapuche Petu Moguelein
Mawidache y a las comunidades mapuche reprimidas por el
Estado chileno. Al pewma de David Arancibia que permitió cruzar
nuestras miradas desde la escritura y la documentalidad, haciendo
posible el levantamiento de una ruka mapuche como contenedor
escénico de esta desgarradora historia.

Ficha técnica

Dirección, puesta en escena y dramaturgia documental


Paula González Seguel

Dramaturgia
David Arancibia Urzúa

Elenco
Viviana Herrera Martínez
Claudio Riveros Arellano
Elsa Quinchaleo Avendaño 
Francisca Maldonado Herrera 
Karime Letnic Vallejos
Fabián Curinao Astudillo
Benjamín Espinoza González

Asistencia de dirección
María Valenzuela Maibee

Dirección de arte, gráfica y audiovisual


Danilo Espinoza Guerra
152 Dramaturgias de la resistencia. KIMVM Teatro documental Marry Xipantv

Diseño espacio escénico e iluminación


Natalia Morales Tapia

Diseño de vestuario
Karime Letnic Vallejos

Autora, composición y dirección musical 


Evelyn González Seguel

Intérpretes musicales
Sergio Ávila Durán
William García
Evelyn González Seguel

Producción y difusión
KIMVN Teatro
Proyecto Financiado por Fondart Nacional – Línea Creación 2016 y Fondart
Nacional Circulación 2017, Consejo Nacional de la Cultura y las Artes.

Personajes

Carmen
José
Hortensia
Profesora
Víctor
Kalen
Juana Quinchaleo

Reseña

Ñuke, madre en mapuzungun, instala desde una mirada cotidiana, íntima y dolo-
rosa, la historia de una familia mapuche que resiste el dolor de tener a su hijo ma-
yor en cárcel y enfrentar las dificultades de vivir en una comunidad en resistencia
que se encuentra allanada constantemente por fuerzas policiales. La violencia y la
violación a los derechos humanos, que ha enfrentado el pueblo mapuche a lo largo
de la historia de Chile, se hace presente en el espacio privado, la casa o ruka, de
Carmen, José, Kalen, Pascual y Juana Quinchaleo.
Ñuke. Una mirada íntima hacia la resistencia mapuche 153

La obra, lleva a escena el texto dramático del autor David Arancibia, escrito en
el marco del “Seminario de Dramaturgia” impartido por el Royal Court Theatre en
Chile los años 2012-2013, siendo destacado e invitado a representar la dramaturgia
nacional en Londres en septiembre de 2013, en el marco de la conmemoración de
los 40 años del Golpe de Estado en Chile.
Desde la mirada de la dirección, se han incluido testimonios, recopilados durante
el año 2016, en la comunidad de Lencalboldo, localidad de Cañete y testimonios de
los mismos actores, recopilados en el proceso de puesta en escena, con la intención
de generar un tejido entre el texto y el lenguaje documental, generando nuevas
lecturas en torno a la violación histórica de los derechos humanos, en cualquier
país, lugar o cultura.
El relato escénico, dialoga poéticamente con la visualidad escenográfica
—a cargo del artista visual Danilo Espinoza y la diseñadora teatral Natalia
Morales— y la sonoridad en vivo de creaciones musicales creadas por Evelyn
González —compositora, multi-instrumentista— que fusionan la música de raíz
latinoamericana, clásica y el lenguaje mapuzungun.

Escenografía única

Una ruka mapuche aparece como acto de resistencia el centro de la ciudad.

Kiñe
Todo está oscuro, como el kalfu. Cantan grillos debajo de la casa porque sigue siendo
noche. Amanece lento porque el sol no se quiere dejar ver. A lo lejos se sienten venir autos,
camionetas y tanquetas. Las botas que bajan de los autos, corren por el pasto, por el ba-
rro y por las piedras. Algunas balas quiebran las ventanas. Los disparos dan los buenos
días. Se escucha una respiración de un hombre agitado, se escucha una voz que habla en
mapuzungun, se queja, en el centro de la ruka yace el cuerpo de un uniformado de origen
mapuche herido que grita de dolor, Carmen y la kuse papai Juana lo observan.
Juana le saca el casco que trae puesto y también lo deja a un lado. El uniformado se
mira la herida, tiene la respiración agitada.
Juana le pide ko, folle y trigue a Carmen, le pone el paño en la herida, le da agua, le
limpia la herida e intenta salvar la vida del uniformado. Carmen mira desde una esquina.
El uniformado comienza hablar en mapuzungun, se le vienen sus recuerdos de
infancia. Juana con las hojas de canelo que saca del montón de ramas presiona la herida,
para generarle calor. El uniformado comienza a desangrarse, poco a poco deja de sollozar,
ya no se mueve más, muere en las manos de Juana y Carmen.
154 Dramaturgias de la resistencia. KIMVM Teatro documental Marry Xipantv

Silencio. Juana y Carmen se quedan quietas lo miran un largo rato. Se miran, Juana
le dice en mapuzungu: que les echaran la culpa.
Carmen: Estése tranquila, no se preocupe.
Oscuro. Carmen y Juana sacan al uniformado de la ruka.
Epu
Kalen, quien estuvo mirando escondido se asoma en la penumbra, canta... “Uñum reque
mupuam, quisu gnehuan, fey piley tañi raquizuam… Uñum reque mupuam, quisu
gnehuan, fey piley tañi raquizuam. Tfa tañi rakiduam, adzman huitralcahué, chalhua-
mean leufu meu…Uñum reque mupuam, quisu gnehuan, fey piley tañi raquizuam, tfa
tañi rakiduam, adzman huitralcahué, chalhuamean leufu meu”.
Noche silenciosa. Nadie camina. Los espíritus de la noche se esconden entre medio de
las sombras. En medio del monte late un corazón. Un lejano kultrung rompe la calma. Su
canto de pronto se confunde con los rugidos del viento. Las estrellas tienen pena. Dicen
que de sus lágrimas brota la lluvia, y de la lluvia nacen los ríos y los mares. Pero, hace
tiempo que no lloran. Sus lágrimas no se quieren dejar ver.
La madera cruje. El fuego aún está dormido. Una gota se desliza por los platos amon-
tonados con restos de comida. Un canasto con unas pocas verduras. Las papas duermen
abrazadas en un saco que está recostado a la pared. Son ocho los sacos en total. Un par de
travesaños gruesos atraviesan el techo.
De un clavo cuelga una sartén. De una amarra un atado de ají. De otra unos ajos.
En los vértices de los travesaños hay un par de cuerdas enrolladas. Junto a ellas cuelgan de
unos clavos, cucharas de palo y una challa. Sobrepuestos por encima descansan dos güiños.
Y una trutruka cuelga en la pared.
Carmen manda a Kalen a su pieza, ella mira al fuego, la tetera humea. Se levanta,
enciende una vela, lleva el mate, y se sienta en una esquina de la mesa, espera.
Se oyen venir unos pasos. Entra José, con bolsas de mercadería en cada mano.
José: ¿Y usted?
Carmen: Aquí. Esperándolo…
(Un relámpago ilumina la casa por dentro. José deja las bolsas a un lado, en el suelo.)
José: ¿Y el niño?
Carmen: En la pieza, con su mami.
José se saca la parca que trae puesta, y la deja en el respaldo de una silla. Saca una
botella de vino, se sirve. El viento aumenta su intensidad. José se asoma por la ventana.
Se saca las botas que trae puestas y se las cambia por unos zapatos suyos que hay bajo la
Ñuke. Una mirada íntima hacia la resistencia mapuche 155

ventana. Entra a la pieza para ver a su hijo. La puerta se cierra.


José: ¿Y usted cómo está?
Carmen: ¿Cómo cree que estoy?
La música descansa... El viento embravecido, golpea las maderas de la casa. Carmen
amasa, no deja de amasar.
José: ¿Y pa’ qué se le ocurrió entrarlo?
Carmen: ¿Por qué? ¿Estuvo mal?
José: No. Pero estaban solas.
Carmen: Hice lo que tenía que hacer no más.
José: Pero podría haberlo deja’o ahí, y que ellos se hubieran encarga’o.
Carmen: Es fácil decirlo, usté no estuvo aquí. ¿Usted no hubiera hecho lo
mismo acaso?
José: El problema es que ahora van a pasar metíos acá esos pacos e’ mierda, quizás
a quien le van a echar la culpa.
(Silencio breve.)
Menos mal que ahora estoy aquí.
Carmen: ¡Ahora poh! Ahora que ya pasó la cuestión.
José: Bueno, perdón por tener que ir a trabajar pueh, oiga.
Carmen: Al niño no lo he manda’o al colegio por si acaso.
José: Mañana tiene que ir entonces.
Carmen: Es que no quiero mandarlo.
José: Pero tiene que ir.
Carmen: Es que estoy preocupá José. Anoche tuve un sueño…
Los queltehues suenan a lo lejos y un violín acompaña su cantar.
Carmen: Me soñé con tu mami.... que gritaba Mawn Mawn... estaba al lado
de un río... le gritaba al cielo... Mawn, ahí estaba sentada al frente ’e la ruka....
había un árbol lleno de pájaros que aleateaban... y la casa tenía una ventana...
con barrotes... el río venía negro... y los pájaros estaban como atrapaos en el
árbol, no podían salir, no podían volar... y el leufu se empezaba a desbordar.
156 Dramaturgias de la resistencia. KIMVM Teatro documental Marry Xipantv

Ella decía que quería morirse ahí, al lado de ese río negro... y me miraba y me
decía que la dejara ahí no más...por su pueblo me decía... por su pueblo... Yo
trataba de hablarle pero no podía... ella se estaba ahogando... y aparecía Kalen
corriendo por el cerro... se caía... tenía sangre... yo sentía su sangre, pero no
podía llorar... yo estaba parada frente de él... y no podía llorar....
José: Tranquila negrita, si pa’ eso estoy aquí. Pa’ que no les pase na.
Carmen: Están pasando tantas cosas José. El otro día, entraron de paz ciu-
dadano al colegio, pa’ hablar con los hijos de la Teresa. Le dijeron que su
papá andaba metío en tema político... le mostraron una foto grande que
andaban trayendo diciéndole que eran revolucionario... Justo al otro día
que tú te fuiste.
José: ¿Y por qué me dice eso?
Carmen: Porque por algo se vinieron a meter pa acá... quizás querían agarrar a
alguien... Yo creo que andaban buscando algo. A lo mejor a usted…
José: ¿Qué cosa iban andar buscando? Nada poh ¡Puro gueviando no más! Eso lo
hacen pa amedrentarnos...pa que nos quedemos callaos, pa’ que les tengamos
mie’ o...
Carmen: Yo le digo no más. Además, que pa’ cuando usted se fue el niño lo vio
por la ventana de su pieza…
José: ¿Y qué tiene?
Carmen: Que dice que lo vio subir a una camioneta. Que había gente que
andaba toa tapá.
José: Eran los peñis con los que estamos sacando agua del estero pa’ salvar la
siembra... usted mejor que nadie sabe que como no se ha hecho nguillatun,
no ha caído una gota de agua...
Carmen: ¿Y por qué andaban tapaos?
José: Porque hacía frío poh, oiga. No se ande pasando películas mejor. Si no me
cree, llame a compadre Crespín.
Carmen: Yo le digo no más. Es pa’ que no se siga metiendo en cosas.
Suficiente tenemos con el hijo preso, suficiente con esas cuestiones que tiene
atravesás en la pierna, ¡ya está weno ya!
¡Y sabe que más! No voy a mandar más al niño al colegio. La Tránsito también
Ñuke. Una mirada íntima hacia la resistencia mapuche 157

hace como dos semanas que no manda a los suyos…


José: La Tránsito verá que hace con su hijo, usted tiene que mandar al Kalen al
colegio, pa’ que se haga hombre…
Carmen: ¡Pa que se haga hombre!, ¿Así como el Pascual?
(Silencio.)
La música despierta, charango, chelo y violín acompañan la escena.
José: Debería ir a verlo... Ha preguntado harto por usted.
Carmen: No me gusta ver encarcelao a mi hijo como si fuera un delincuente...
(Silencio.)
El viento sopla con fuerza. La ampolleta pestañea y se apaga. El viento se hace
más intenso… y se detiene abruptamente. Las nubes en el cielo, se abren. La luna lo
ilumina todo.
Entra la Kuse Papai Juana, le habla a Carmen en mapuzungun, le pregunta si ya
le preparó comida a su hijo. Luego prepara el huso para hilar. José sale, el viento golpea
su rostro, entra.
José: Paré’ que vamos a seguir igual. Pensé que era norte la cosa. Antes llovía como
quince días seguíos y un rayo… Ahora no llueve ninguna custión…
(Silencio.)
Ñuke... El Pascual le mando esto... Entrega joya mapuche realizada por preso político.
Ulkantun de Juana.

Kvla
La oscuridad de la mañana regresa. Todo está tranquilo. No se oye nada. Cantan aves.
Cantan grillos. Cantan las estrellas. Pero no llueve. (Carmen cocina.) (Entra Hortensia.)
Hortensia: Permiso parienta. Disculpe... venía a preguntarle por el Crespín.
Fíjese que lo llamo y no me contesta.
José: Debe andar con la “come peñi”, por eso no le contesta. (Ríe).
José enciende la radio. La música de las rancheras da alegría a la mañana.
Hortensia: Andamos chistosito parece. No será otro el que anda con la
“come peñi”.
José: Se quede allá arriba comadre, por eso no le contesta… (Pausa).
158 Dramaturgias de la resistencia. KIMVM Teatro documental Marry Xipantv

Carmen: ¿Mate parienta?


José: Ofrézcale pulko, no ve que esta es petrolera (Ríen).
Hortensia: ¡Mire como me trata ñañita! (Ambas ríen).
Juana: ¿Y cómo está la señora Amelita?
Hortensia: Ahí está, pasa sentada todo el día. Ni se mueve la pobre.
Juana: Yo debería ir a verla, pero no sé cuándo.
Silencio.
Carmen se lava las manos, y sigue cocinando. José sirve vino.
Carmen: Debería hacerse nguillatun pa’ que llueva, y pa’ que se nos arreglen
las cosechas…
Hortensia se asoma por la ventana.
Hortensia: ¿Y el Kalen como quedó?
Carmen: No sé... lo he visto callao…
Hortensia: ¿Y usted José le dijo algo?
Silencio.
Hortensia: ¿Supieron que el otro día los rati anduvieron molestando a la
Marlen? Entraron al colegio pa’ preguntarle por las armas del papá, mire pues,
las tonteras que andan preguntando... solo porque dijo si se podía graduar con
su vestimenta...
Carmen: Tenemos que terminar de construir luego nuestro colegio... Así todos
vamos a estar más tranquilos.
(Suena un silbido de un pájaro)
José: ¡Salud!
Hortensia: ¿Y Pascual?
José: Ahí.
Hortensia: ¿Cómo está?
José: Anímicamente está bien... está muy bien... él sabe porque está ahí... no ha bajao
los brazos, no se ha quebrantado y está más fuerte que nosotros, esta mañana en
la visita, me dijo papi, yo no estoy muerto, yo estoy vivo... y si yo estoy siendo
Ñuke. Una mirada íntima hacia la resistencia mapuche 159

procesado, es por toda mi gente, por todo mi pueblo, ese es el espíritu de él.
Hortensia: ¿Y qué paso con lo’ estudios...?
José: Ya los perdió ya...
Hortensia: (A José) ¿La próxima semana es el resultado en la Corte, cierto?
José: A fin de mes.
Hortensia: Avísenos la fecha, quizás podemos ir apoyar...
José: Gracias lamngen, ahí le vamos a estar avisando...
Silencio
José sube el volumen de la radio, que ha dado paso a las noticias del día.
Conductora de Noticias: En la capital de la novena región serán velados
los restos del funcionario de carabineros que fue baleado hace tres días en una de las
comunidades mapuche, en medio de un operativo. De acuerdo a lo señalado por el
director general de carabineros, las investigaciones no van a cesar, hasta demostrar
el origen de la bala que le dio muerte y a los posibles culpables…
Por otra parte, el gobierno ha manifestado su preocupación por el aumento de
violencia en esta zona, y por los hechos que han acontecido, sobre todo los últimos
cuatro años, tiempo en el cual han ocurrido más casos y situaciones violentas, en
comparación a años anteriores.
Según declaraciones de Carla Huenchumilla, vocera de los familiares de los co-
muneros, ni el gobierno ni los tribunales se han manifestado por la actual situación
de los imputados, condenados a veinte años para los líderes de la organización, y
catorce años para los otros miembros…
Carla Huenchumilla: Esta huelga que inician hoy nuestros cuatro wei-
chafe encarcelados por el Estado chileno, es para seguir presionando al gobierno por
la manera en que se han llevado los procesos judiciales que injustamente los han
inculpado, de la misma forma en que suponemos lo harán frente a lo ocurrido hace
tres días con el funcionario de carabineros que desafortunadamente ha muerto. Exi-
gimos que la investigación en este, caso, sea clara y transparente. Además, exigimos
que se apresuren los procesos judiciales de nuestros hermanos encarcelados, para
ver si efectivamente logramos rebajar las penas, y poder demostrar su definitiva
inocencia. Con esta medida de presión que estamos comunicando, queremos seguir
insistiendo con nuestras demandas que tenemos como pueblo: La desmilitarización
inmediata de nuestras comunidades, procesos de investigación transparentes para
todos nuestros presos y derogación de la ley bajo la cual se les imputa, ya que como
160 Dramaturgias de la resistencia. KIMVM Teatro documental Marry Xipantv

sabemos, es una ley injusta, creada bajo una dictadura, y que no puede ser aplicada
por gobiernos que se dicen democráticos. Pero como hemos visto, este gobierno y el
anterior la siguen aplicando sin problemas…
Conductora de Noticias: Al mismo tiempo, los cuatro comuneros conde-
nados por el ataque a un Fiscal de la región, y otros ataques incendiarios a fundos del
sector que aún se investigan, Hernán Cayupi, Daniel Huenchumilla, Raúl Huente
y Pascual Queipul, inician hoy una huelga de hambre.
José baja el volumen y sigue bebiendo vino.
Silencio.
Carmen: ¿Por qué no me dijo na’ ? ¿Pa’ que se queda callao con estas cosas?
José: Porque no era na’ seguro cuando yo me vine. A mí me dijeron que empezaban
el lunes... Me llamaron de Santiago pa’ que fuéramos pa’llá la próxima semana.
Con todo esto que está pasando quieren hacer una marcha y una actividad pa’
que paguemos el abogado. Quieren que vayamos este domingo eso sí.
Carmen: Vaya usté sí quiere. Yo me quedo aquí con mi niño, con su mami.
¿Quién se va a quedar cuidando a los animales?, ¡vaya usted y marche, a ver si
con eso cambian las cosas!
Hortensia: Las marchas sirven pa’ presionar Carmen.... (A José.) Pa dar la
pelea... si no la damos nosotros nadie más la va dar. (Pausa) Y si tenemos que
radicalizarnos, vamos a tener que hacerlo no ma’ .
Carmen: No hable tonteras oiga. ¿Cuántos meses lleva viviendo usted por estos
lados, un mes, dos meses?, en Santiago es re fácil hacerse el revolucionario,
pero aquí no es llegar y jugar a ser weichafe.
Hortensia: ¿A ver, qué culpa tengo yo de haber nacido en Santiago Carmen?
A lo mejor hay muchas cosas que se han perdido en mi familia, a lo mejor no
he vivido las mismas cosas que usté, pero igual he vivío mis cosas...
La música acompaña las palabras de Hortensia, palabras que van más allá del
personaje creado para esta, son las memorias de la actriz, quien interpreta este rol, quien
pone al servicio de la narración su propia historia.
Usted sabe... o usted cree que es fácil vivir con todo eso… vivir y crecer con eso
no ha sido nada de fácil oiga… o usted cree que fue lindo crecer con un papá
mudo, porque lo encerraron cuatro días en el Estadio Chile, escuchando balazos,
con las canillas rotas, sin poder pararse y gritar de rabia porque los apuntaba
desde la cancha... viendo como se le caían de miedo los dientes a sus compañeros
Ñuke. Una mirada íntima hacia la resistencia mapuche 161

y sin saber ¡qué cresta estaba pasando afuera!... ¡No!, no fue fácil oiga.
Carmen: ¿Qué quiere usted? ¿Que la metan presa? ¿Que la maten? Ni los
presos, ni los muertos sirven oiga.
Hortensia: Cuando una comunidad, un pueblo reivindica Carmen... recla-
ma su derecho, es porque vivimos en una pobreza muy grande, no es porque
queramos hacernos los choros o porque queramos ir molestar al Esta’ o… es
porque hay una necesidad muy grande, es por nuestros niños.
Este mismo terreno, fue recupera’ o por nuestros abuelos en la reforma
agraria...y no es porque eran revolucionarios o terroristas... Hay una deuda
histórica que el Estado nunca lo va a reconocer...así que, si tenemos que pa-
rarnos, reivindicarnos, aparecer, mostrarnos, vamos a tener que hacerlo no
más…
Ese hijo suyo que está allá en la cárcel, no está na’ peliando solo por us-
ted…está peleando por todos nosotros, por toda su gente, para que nos dejen
tranquilos, porque la primera vez nos disparaban en el camino, la segunda vez
ya se metieron pa’ca pa’l campo, y ahora, están entrando en nuestras casas. Y
usté sabe. Entonces en vez de andar ayudándolos a ellos, mejor ayudémonos
entre nosotros, como siempre lo hemos hecho. Pa’ que no se vengan a meter
más pa’ca pa’l campo. Pero igual van a venir, igual van a meter preso a alguien,
y eso es lo que no podemos permitir. Le aseguro que nadie quiere que uno de
nuestros weichafes caiga preso, o que muera tampoco, y menos en la cárcel.
Silencio
¿Y le digo algo más? Pero no se enoje, esto se lo digo con mucho cariño por-
que soy su prima. Vaya a ver a su hijo, abrácelo. Si nadie le dice que tiene que
estar metía allá, pero vaya, porque es su hijo, y dele harto newen, porque es
su hijo, y la necesita…
Kalen, sale de su habitación, los observa e inunda la escena con su canto; “Del otro
lado del río, el sol se ha ido ya, del otro lado del río, la tierra brotará…del otro lado
del río, los peces van al mar, del otro la del río, volveremos a jugar…Tañi Kuifikeche,
afkentu weicaigvn, inkafigvn taiñ Ñuke mapu… Inciñ tañi zuam, tañi kvme feleal,
tañi mogeleal, tañi pu cojvn may…Tañi Kuifikeche, afkentu weicaigvn, inkafigvn tañi
Ñuke mapu (Nuestros antepasados, mucho tiempo pelearon, defendieron nuestra tierra,
por nosotros, para que estemos bien, para que estemos vivos, su descendencia. Canto de la
lamngen Evelyn González Seguel)
Los ojos de Hortensia y Carmen se abrigan, ambas caminan, van hacia el telar, juntas
162 Dramaturgias de la resistencia. KIMVM Teatro documental Marry Xipantv

hilan la lana, mientras José camina hacia Kalen, comienzan a jugar como acostumbran
diariamente a las peleas, la kushe papai Juana, mira, los observa.

Meli
Todo está tranquilo. Silencio de media tarde. Solo se escuchan algunos ruidos a lo
lejos: vacas, gallinas, animales. Aves a lo lejos. Ya se comienzan a guardar para la noche.
Los treiles llaman a su bandada. Los tiuques salen a inspeccionar su territorio. Los jotes
vuelan en círculo, como lo saben hacer durante todo el día, durante toda su vida. Y un
peuco a lo lejos, atento, por si pilla a una gallina desprevenida.
Sigilosamente entra a la ruka la profesora de Kalen, él la mira y corre hacia sus
brazos. La profesora pide permiso, Carmen acude a recibirla, José también, se sientan en
la mesa, atentos a la visita de la tía del colegio.

Carmen: ¿Qué la trae por aquí tía?


Profesora: Vine porque estoy preocupada Carmen… ¿Por qué no está man-
dando a Kalen al colegio?
Carmen: ¿No que se habían enojado con mi hijo por lo que pasó la otra vez?
Profesora: Lo que pasó esa vez fue un accidente de niños. Lo conversamos
con Kalen. ¿Cierto?
Kalen: Sí.
Silencio.
Profesora: Yo estoy preocupada, porque los niños en la escuela están presen-
tando conductas violentas… antes de que Kalen dejará de asistir a la escuela,
tuvimos una actividad en arte y Kalen dibujó a su papá y un helicóptero
tirándole balas, luego salen a recreo se tiran piedras y dicen que juegan a la
guerra, y cuando yo les pregunto por qué lo hacen, me han dicho que es porque
quieren ser weichafes.
José: Sí, sabemos eso tía…
Profesora: ¿Y usted encuentra normal que los niños jueguen a este tipo de
cosas?
José: Depende.
Profesora: ¿De qué?
Ñuke. Una mirada íntima hacia la resistencia mapuche 163

José: Si mi hijo juega ahora a ser weichafe, que tenemos poco terreno recuperao,
imagínese cuando él sea grande...
Carmen le sirve mate a la profesora.
Carmen: Cuando sea grande y caiga preso como su hermano, ¡¿eso quiere
usted?!…
Silencio incómodo.
¿Por qué le pidieron que viniera tía?
Profesora: Nadie me pidió que viniera Carmen, yo quise venir… estoy preo-
cupada por Kalen y por los niños de la comunidad. Casi todos han dejado de
ir al colegio. Eso no está bien ¿quieren cambiarlo de colegio?
Carmen: ¿Dónde? ¿hay alguna diferencia entre su colegio y los otros? Es lo
mismo, si no es de curas, es de pastores.
Profesora: ¿Entonces?
Carmen: Decidí no mandarlo más al colegio tía. No sé hasta cuándo. Las cosas
no andan muy bien por acá.
Profesora: Yo sé que las cosas no andan muy bien por acá, pero no es justo
que los niños se queden sin estudios.
Hortensia: ¿Sin estudios, o usted no quiere quedarse sin la subvención?
Pausa.
Profesora: ¡Sin educación!... hay cosas importantes que los niños deben
aprender yendo a la escuela.
Hortensia: Perdón tía, pero en la escuela le enseñan un poquito de ciencia,
de matemática, un poquito de historia ¿pero qué historia le enseñan a mi so-
brino? de la República para adelante no más po… le enseñan esa cuestión de
la pacificación de la Araucanía, de qué pacificación estamos hablando, si esa
cuestión fue puro genocidio…. ¿usted sabe cortar leña?
Profesora: Más o menos.
Hortensia: ¿Ha sembrado papas alguna vez?
Profesora: Nunca.
Hortensia: ¿Usted sabe hablar en nuestra lengua?
164 Dramaturgias de la resistencia. KIMVM Teatro documental Marry Xipantv

Profesora: No…
Hortensia: Bueno, eso es lo que necesitamos, sería bueno que aprenda hablar
luego, mire que eso es lo que necesitan nuestros niños, que alguien les enseñe
hablar nuestra lengua, porque nosotros ya no la hablamos. A algunos se les
olvidó. A otros les da vergüenza. Las papai no más la hablan, pero están viejitas,
se están muriendo todas ¿después, quien nos va a enseñar?
Silencio.
¡Usté sabe lo que es vivir con rabia po dentro tía, usted sabe!
Silencio.
Carmen: Nosotras queremos que a nuestros hijos le enseñen cosas que realmente
le sirvan, porque aquí la gente crece para cuidar el campo no más y muchos se
van de aquí a vivir a otra realidad porque lo obligan, porque no hay agua, no
hay tierra se está secando la tierra, el día de mañana no va a ver agricultura...
Silencio.
Profesora: ¿Es cierto que van a instalar una escuela aquí? Le pregunto porque
mire, a mí me preocupa de verdad que los niños sigan aprendiendo…
Carmen: Hay que tener recursos pa instalar una escuela.
Profesora: Pero yo puedo ayudarlos, quizás podemos hacer algún proyecto,
yo los puedo acompañar a la municipalidad…
Silencio.
Pero para eso, yo tengo que saber cuáles son las cosas tan graves que están
viviendo, si hay algún problema. Carmen usted puede confiar en mí, por qué
no me dice ¿porque decidieron no mandar más al Kalen al colegio?
Hortensia: ¿No supo?
Profesora: No, ¿qué cosa?
Hortensia: ¿Está segura?
Profesora: Segura, ¿por qué?
Carmen: Hace rato que han estado entrando carabineros pa’ estos laos, andan
armaos... y lo hostigan a gente a las doce de la noche, a las tres de la mañana...
no le importan si hay niños, si hay viejos, ellos entran no más...
Ñuke. Una mirada íntima hacia la resistencia mapuche 165

Juana: Eso es cierto tía…


Carmen: Yo no quiero que le pase na’ a mi niño, por eso prefiero tenerlo encerra’
o aquí conmigo.
Silencio.
Hortensia: Esto de venirse a trabajar al campo pa’ usted debe haber sido
bonito, pero no es na’ tan bonito.
Profesora: Usted no me conoce Hortensia, si yo me vine a trabajar al campo,
es porque sabía que las cosas aquí no estaban muy bien, pero en el colegio se
viven muchas realidades, no sólo las que viven los niños de esta comunidad.
Hay niños que vienen de varias partes. La mayoría son mapuche, pero hay
otros que no. Yo soy del norte, nací en Antofagasta, y poco a poco me he ido
enterando de su cultura, de su pueblo, solo sabía lo que me habían enseñado
en la universidad, y cuando me decidí a hacer clases en un colegio rural, fue
por lo mismo, pensé que aquí podría contribuir mucho más que en la ciudad...
José: Tía, nosotros valoramos lo que usted hace. Pero a veces, las cosas no son tan
simples. Gracias. De verdad gracias. Pero si le decimos, que no podrá entender,
va pensar que no queremos na’ con usté, pero de verdad que no la va poder
entender. Porque no basta con eso. Hay que vivirlo. Hay que estar aquí. Yo
quiero que mi hijo vaya al colegio, que no sea un ignorante, que tenga estudios,
pero estas cosas que pasan son difíciles de explicar, no es fácil acostumbrarse
a vivir así, pero es parte de la resistencia, ¿me entiende? Porque resistir no es
solamente tirar piedras, correr cercas o quemar camiones, como a lo mejor
usté y otras personas creen. La resistencia también se lleva en el día a día. Es
algo que uno lleva puesto, porque la resistencia está en todo lo que uno hace
y lo que uno decide hacer.
José le muestra su pierna, está vendada por recibir perdigones de carabineros de Chile.
Profesora: ¿Qué le pasó?
José: Me llegaron dos perdigones
Profesora: No sabía.
José: No tiene por qué saberlo.
Profesora: Eso puede tenerlo infectado ¿ha ido a algún hospital?
Carmen: Sí, si fuimos.
166 Dramaturgias de la resistencia. KIMVM Teatro documental Marry Xipantv

Profesora: ¿Cuándo?
Carmen: El mismo día en que se llevaron al Pascual.
Profesora: ¿Pero no le revisaron? ¿no le dijeron nada?
Carmen: Cuando llegamos allá al hospital, parece que estaban esperando a
alguien porque en la entrada había puros pacos vestidos de civil. Y en el hos-
pital le preguntaron que qué le había pasao, y lo dejaron tira’ o en una camilla.
Hortensia: Y ahí estaban metíos esos pacos de civil pidiendo información,
porque lo que querían era meter a alguien preso. Habíamos varios en la posta.
Profesora: Yo de verdad que no estoy enterada de ninguna de estas cosas.
O sea, sé algunas, cuando lo comentan los niños. Y a veces no más. Perdón,
nunca imaginé que estaban tan mal.
Silencio.
José: ¿Mal? No, como se le ocurre. Si nosotros estamos bien.
Silencio.
Carmen: Si bien hay rabia, sirve pa vivir y seguir resistiendo.
Silencio.
Juana: Inche pixi zomo nguelu kizu tremun…ñelan chaw ka ñuke…ñelan igyael
ka takuluwun…inche dewman tañi pu kupam…com pu kal ufisha alambre
mew ka saku dewman tañi chamall…fey tañi takul…muna uñelen, fei mu
inche kiñe cazatun pu pichi uñum…kiñe kvrra mew…kan kan ilo uñum in…
pixi koñizual reke tremun inche…fewla inche pen tañi pvñen weñankvli, welu
newentuleaimvn, tañi nanün kafey…newentuleimi…rume weñankvleimvn welu
petu mvleiñ faw, tañi pvñen mvlei cárcel mu welu kudawkvlei, mongueli, com
kume tripayai taiñ weixan pu lanmien, allkutumvn tañi dungu…kiñewkvleiñ
fei mvta newentuleiñ…tañi nanün newentunge…inche kizu tremun…welu
moguelen…ka petu mvlen faw…
(Cuando yo era niña me crié sin mamá y sin papá, era muy pobre, no tenía pa’ cocer
ni pa’ vestirme, la única ropita que yo tenía era la que me hacía con los restos de lana que
quedaba en los alambres de las ovejas, y de los saquitos de la harina le cortaba la puntitas
para hacerme mi vestimenta, esa era mi ropa. Y cuando a veces tenía mucho hambre, atra-
paba pajaritos, yo tenía buena puntería y le achuntaba a los pajaritos, ni lo limpiábamos y
lo asábamos así no más pa’ comerlos esa fue mi niñez yo veo a mi hijo que el sufre, pa’ que no
vivamos lo mismo que yo viví y aquí veo que su esposa tienen mucha pena, pero a pesar de
Ñuke. Una mirada íntima hacia la resistencia mapuche 167

estar mi nieto en la cárcel, él hace sus cosas y ustedes tiene que estar fuertes y firmes, porque todo
va a estar bien, pero tienen que estar uníos, porque yo sí que sufrí porque yo no tenía a nadie,
pero aquí tenemos que ser fuertes, uníos vamos a salir a adelante… mi nuera tiene que estar
fuerte y estar uníos… yo les cuento mi historia, yo sufrí, pero viví y aquí estoy todavía…)
La profesora escucha y mira muy conmovida a la papai Juana, le da las gracias por
compartir su historia, se levanta, busca unos regalos que ha traído para Kalen, le entrega
un block, lápices de colores, un jugo de cajita y una barrita de cereal, lo abraza.
Profesora: Carmen, si bien yo venía a verla porque quería que Kalen vuelva
a clases, la entiendo y me doy cuenta que el niño va a estar mucho más seguro
aquí con usted. Ustedes son los padres, y van a saber mejor que nadie lo que
es mejor para su hijo. Nunca me imaginé lo que les había pasado sabía lo de
su hijo mayor no más. Sólo quiero decirle antes de irme, que Kalen es un niño
muy inteligente y hay cosas que él necesita aprender en la escuela, que le van
a servir para defenderse en este sistema, por que la gente que no estudia se
queda atrás y no sería justo para Kalen que esto le pase, él siempre tiene que
ir adelante así que cuenten conmigo para lo que sea.
La profesora se despide, Carmen le entrega en una bolsita un par de sopaipillas que
ha estado cocinando durante el transcurso del tiempo, la lleva hacia la puerta, la abraza,
se despiden.

Kechu
Golpean a la puerta. Carmen se levanta, se detiene. Mira la puerta, pero no abre. Juana
quiere ir abrir la puerta, José la detiene. José se adelanta. Mira por la ventana.
Abre. Cayó la tarde. El cielo está rojizo. Las nubes están violetas. Los treiles vuelan
y cantan, pero solo cantan, no anuncian lluvia. Aunque pareciera.
José abre la puerta. Entra Víctor, el Lonko de la comunidad.
Víctor: Mari mari peñi. Mari mari lamngen.
José: ¿Cómo está peñi? Tome asiento.
Víctor: Chaltu.
Se sienta.
Carmen le ofrece sopaipillas, José un vaso de vino.
Víctor: ¿Su hijo, Carmen?
Carmen: Bien lamngen.
168 Dramaturgias de la resistencia. KIMVM Teatro documental Marry Xipantv

Víctor: El sábado va haber un trawün de nuevo.


José: Si pues. No podemos quedarnos así. Hay que prepararse pa’ lo del juicio, y
ahora con esta cuestión del paco. Va ir el abogado el sábado. Él nos va decir
algunas cosas. Pero el cree que a quien le echen la culpa, la defensa va estar
ganada igual, porque los pacos no tienen ninguna prueba pa’ inculpar a nadie.
Todos sabemos de dónde salió la bala.
Silencio.
¿Pulko peñi?
Silencio.
Los vasos se vuelven a llenar. Todo queda con olor a vino.
Víctor: Aunque sepamos que fueron ellos. Ahora hay que cuidarse más que
nunca (Silencio) Anoche tuve un pewma. Estaba en un cuarto piso y abajo en
la calle estaba pesando una turba de gente gritando, y taba mi ñuke… y mi
ñuke me dice que ella va ir ahí con la gente, y yo le dije que no, que era peli-
groso, porque era mi responsabilidad, ella me detiene y me dice que no vaya,
y yo le dije que ya no era un niño, que era mi responsabilidad, y ella me dice,
abajo hay personas sin familia, que no tiene a nadie que las defienda, por eso
tu responsabilidad es otra. Es por eso es que venía hablar con ustedes.
Estoy preocupado por los niños.
Lo que pasa es que cuando le dispararon al paco, andan diciendo que
vieron a Kalen asomao por la ventana.
Silencio.
Me dijo que los saludó y que tenía como un arma que les mostraba…
Silencio.
Lo que quiero decir, es que si los niños vieron a su hijo haciendo eso ¿se imagina
si lo hubieran visto lo del gope?
José: ( José ha bebido bastante) ¡Que cresta está pensando peñi! ¿Quiere revisarnos
la casa también? ¿o usted qué cree? ¿que tenemos armas aquí? ¿nos va venir
a revisar también? ¡Como mierda se le ocurre que un cabro chico va andar
cargando con armas!
Hortensia: ¿Qué cresta está diciendo?
Víctor: Yo no he dicho eso.
Ñuke. Una mirada íntima hacia la resistencia mapuche 169

Carmen: ¿Por eso vino? ¿a decirnos esto?


Silencio.Carmen sorbetea el mate.Víctor sorbetea el vino.Juana decide irse, no le gusta
ver peliando a su gente.
Silencio.

José: ¿Qué es lo que quiere peñi?


José sirve más vino.
Víctor: Todos sabemos que van a buscar culpables. Y entre esos hay varios. A
nuestro werken ya lo tienen ficha’o, y a usted también Hortensia y al Crespín.
Hay que andarse con cuidao, pa’ que no nos pase nada.
Silencio largo y pesado.
Los labios de los hombres ya están morados.
Hortensia: Yo no les tengo miedo… ¡Que vengan a buscarme!, por eso es
que todo el mundo dice lo que quiere, y andan inventando tonteras. Cuide sus
palabras mejor, si usted es lonko, no puede andar repitiendo lo primero que le
digan pues, ¿se imagina si por andar diciendo tonteras lo escucharan los pacos
o un juez? ¿Qué pensarían?
Víctor: Haber lamngen, yo no vine hablar con usted, vine a conversar con los
ñgen ruka.
Silencio incómodo, Hortensia se va.
Víctor: Carmen, usted fue la única que vio cómo fueron las cosas. Afuera dicen
que fueron ellos mismos los que se dispararon ¿Es verdad eso?
Carmen: Puede ser…
Víctor: Lo mejor es hablar lamngen. (Silencio) Carmen... nos están echando
la culpa, y de seguro van a meter preso a alguien. Pero si usted habla, puede
ser que esta vez las cosas sean distintas.
Carmen: ¿Distintas?
Silencio.
¡Ellos van a seguir entrando!
Silencio.
¿Qué hay que hacer? Para que las cosas resulten digo yo, para que podamos
170 Dramaturgias de la resistencia. KIMVM Teatro documental Marry Xipantv

vivir tranquilos, y aunque ellos entren para acá nosotros no dejemos de hacer
nuestras cosas. Las cosechas están todas malas. Nadie hace algo. Tampoco
hemos preparado nada, ni si quiera han hablado con algún machi pa’ hacer
rogativa, o no sé, nos quedamos siempre en lo mismo. No hay agua Víctor,
no llueve, no podemos depender de que nos traigan agua no más poh, algo
tenemos que hacer.
José le sirve más vino a Víctor.
Víctor: Han pasado muchas cosas el último tiempo. Hay que ser fuerte no más.
Hay que saber resistir…
Carmen: ¿Resistir? ¿hasta cuándo? ¿hasta dónde?
Silencio.
Más silencio.
Carmen: Yo vi disparos. Solo vi disparos. Vi uniformes, vi botas, vi esas cues-
tiones de ¿zorrillos? Le apuntaban a la casa ese día. Sí, los vi ¿Pero a quién
quiere que le vaya a decir eso?, ¿me van a creer a mí?
Víctor se toma su vaso de vino “al seco”.
Silencio.
Víctor: Si usted los vio disparar, entonces fue así. Ahora tenemos que apoyarnos,
cuidarnos. Ese día había varios hermanos afuera, ellos también podrían caer.
Por eso cuando tuve el pewma, que tenía que venir pa’ acá. Disculpen si
dije alguna mala palabra…
Silencio.
José se termina de servir su vino.
Víctor se levanta de la mesa.
José también se coloca de pie.
Víctor: Pewkayal…Cuide su familia peñi.
Cayu
José deja a Víctor en la puerta, Carmen lo mira una vez que José vuelve, Carmen se
acerca a él, lo golpea, lo culpa por todo lo que está sucediendo… cae al suelo, llora.
José: ¿Qué le pasa? ¿qué le pasa oiga?
Carmen: (Para sí.) El niño (A José) ¿Dónde está el niño?
José: Está adentro en su pieza.
Ñuke. Una mirada íntima hacia la resistencia mapuche 171

Carmen: No, el niño no está José. ¿Dónde está el niño José?


Carmen recorre la ruka, sale por una entrada, corre, va hacia el campo y llama con fuerza
a Kalen. Vuelve.
Carmen: José, el niño no está.
José: ¿Cómo que no está? Si está adentro negra.
Carmen vuelve a salir, se escuchan gritos de ella en el campo. Entra.
Carmen: ¡El niño no está José! ¿y su mami? ¡Su mami tampoco está!
Se escuchan mil gritos en el campo, los queltehues lloran en el viento.
Carmen: (Afuera.) ¿Kalen? ¿Kalen? ¿Kalen?
José: ¡Ñuke! ¡Ñuke! ¡Ñuke!
La sonoridad se oscurece. Carmen entra a la ruka. Kalen aparece en la penumbra.
Carmen: ¡Chew mvleymi Kalen! ¡Chew mvleymi! (¡Dónde estaba Kalen, donde
estaba¡) ¡Cuántas veces le he dicho que no se esconda!
Carmen y Kalen se abrazan. Afuera empiezan a caer gotas desde el cielo. Un trueno
enorme. Afuera, la lluvia se hace más intensa, como si mil pifilkas cantaran con furia.
La ampolleta pestañea. El viento grita. La lluvia fina, pero intensa, lo moja todo. El
silbido lejano del viento se escucha como una cascahuilla distante. El corazón se escucha
como un latido de kultrung. La lluvia cae, pero no asegura invierno. Las gotas de agua,
parecen lágrimas. Un trueno. La lluvia se hace más y más intensa.José vuelve mojado.

José: ¡Negra! ¡Negra! ¡Ayúdeme! ¡Hijo! ¡Mi ñuke, no! ¡Mi ñuke! Alguien me la
tiró. Alguien me la quitó, igual que al Pascual, el río tiene sangre Carmen. ¿Qué
hemos hecho me pregunto yo? Si nosotros cuidamos los animales, tratamos
de hacer nuestras cosas, de cosechar, sobrevivir.
Mi ñuke decía que aquí estaba su sangre, aquí enterrá, porque aquí fue
donde nos parieron.
¡Cuando van entender que esto no es una guerra, no es una guerra! ¡No-
sotros no somos terroristas! ¡No somos terroristas!
Apagón.
172 Dramaturgias de la resistencia. KIMVM Teatro documental Marry Xipantv

Viviana Herrera y Francisca Maldonado. Centro Ceremonial de los Pueblos Originarios Mawidache,
2016.
Ñuke. Una mirada íntima hacia la resistencia mapuche 173
174 Dramaturgias de la resistencia. KIMVM Teatro documental Marry Xipantv

Elsa Quinchaleo, Benjamín Espinoza, Karime Letnic, Francisca Maldonado. Centro Ceremonial de
los Pueblos Originarios Mawidache, 2016.

Elsa Quinchaleo, Jesús Jorquera y Claudio Riveros. Ruka KIMVN, Centro Cultural Estación
Mapocho, 2016.
Ñuke. Una mirada íntima hacia la resistencia mapuche 175

Benjamín Espinoza, Allyson Campos, Sergio Ávila y Evelyn González. Ruka KIMVN, Centro
Cultural Estación Mapocho, 2016.

Viviana Herrera y Claudio Riveros. Ruka Kimvn, Centro Cultural Estación Mapocho, 2016.
176 Dramaturgias de la resistencia. KIMVM Teatro documental Marry Xipantv

Claudio Riveros. Ruka KIMVN, Centro Cultural Estación Mapocho, 2016.


Ñuke. Una mirada íntima hacia la resistencia mapuche
177

Benjamín Espinoza González. Ruka KIMVN, Centro Cultural Estación Mapocho, 2016.
178 Dramaturgias de la resistencia. KIMVM Teatro documental Marry Xipantv

Viviana Herrera. Elsa Quinchaleo y Claudio Riveros. Ruka KIMVN, Centro Cultural Estación
Mapocho, 2016.
Ñuke. Una mirada íntima hacia la resistencia mapuche 179
180 Dramaturgias de la resistencia. KIMVM Teatro documental Marry Xipantv
Ñuke. Una mirada íntima hacia la resistencia mapuche 181
182 Dramaturgias de la resistencia. KIMVM Teatro documental Marry Xipantv
Ñuke. Una mirada íntima hacia la resistencia mapuche 183
184 Dramaturgias de la resistencia. KIMVM Teatro documental Marry Xipantv
Ñuke. Una mirada íntima hacia la resistencia mapuche 185
186 Dramaturgias de la resistencia. KIMVM Teatro documental Marry Xipantv
Ñuke. Una mirada íntima hacia la resistencia mapuche 187
188 Dramaturgias de la resistencia. KIMVM Teatro documental Marry Xipantv
Ñuke. Una mirada íntima hacia la resistencia mapuche 189
190 Dramaturgias de la resistencia. KIMVM Teatro documental Marry Xipantv
Ñuke. Una mirada íntima hacia la resistencia mapuche 191
192 Dramaturgias de la resistencia. KIMVM Teatro documental Marry Xipantv
Ñuke. Una mirada íntima hacia la resistencia mapuche 193
194 Dramaturgias de la resistencia. KIMVM Teatro documental Marry Xipantv
Ñuke. Una mirada íntima hacia la resistencia mapuche 195
196 Dramaturgias de la resistencia. KIMVM Teatro documental Marry Xipantv
Ñuke. Una mirada íntima hacia la resistencia mapuche 197
198 Dramaturgias de la resistencia. KIMVM Teatro documental Marry Xipantv
Ñuke. Una mirada íntima hacia la resistencia mapuche 199
La presente edición de Dramaturgias de la resistencia.
Teatro Documental Kimvn Marry Xipantv aparece en
Santiago de Chile el año dos mil dieciocho.
Fue impresa en papel bookcel de ochenta gramos y la
tipografía utilizada para la composición del texto fue
Adobe Caslon Pro en cuerpo once.

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