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Pensamiento irracional o negativo

Es aquel pensamiento en el que valoramos o interpretamos la rea-

lidad de manera distorsionada, excesivamente subjetiva, de una for-

ma poco realista e ilógica y, por lo general, con perjuicio para noso-

tros mismos y/o para otras personas.

La denominación de irracional extraña o incluso molesta a algu-

nas personas. Hay que advertir que los llamamos así porque no se

basan en la razón, sino en las emociones y, en consecuencia, no son

lógicos. Igualmente los podríamos llamar, como hacen otros autores,

pensamientos negativos, automáticos o emocionales. Al fin y al cabo,

la denominación no es lo importante, y puedes llamarlos de la mane-

ra que te haga sentir más cómodo.

Podemos decir que los pensamientos irracionales son el combus-

tible que alimenta el fuego de las emociones negativas disfunciona-

les, un fuego que sólo podrá apagarse contemplando las cosas desde

un punto de vista objetivo, lógico y racional; es decir, reformulando

los pensamientos irracionales en racionales.

En ocasiones, puede resultar un tanto dificultoso percatarnos de que

los estamos experimentando, pues suelen ser pensamientos que, a fuer-

za de tenerlos una y otra vez, los tenemos automatizados y pueden

pasarnos desapercibidos. De hecho, y como ya hemos señalado ante-

riormente, muchos autores los denominan pensamientos automáticos.


Puede servirnos de ayuda para su identificación el saber que en la

mayoría de las ocasiones contienen expresiones o palabras como “tengo

que”, “debería”, “es horrible”, “no lo puedo soportar”, “fracaso”, “no

valgo para nada” y términos absolutistas como siempre, nunca, todos...

En la experiencia terapeútica trabajando con reestructuración

cognitiva, se aprecia en ocasiones cómo la persona, al traer a consulta

el autorregistro con pensamientos irracionales y ser leídos éstos por

el psicoterapeuta, experimenta sentimientos de vergüenza y de una

cierta autoacusación, algo así como si dijera “¡qué estúpido soy por

pensar de esta manera!”. Hay que señalar a este respecto que tener

esos pensamientos no es algo vergonzoso ni estúpido. Tan sólo es iló-

VENCER LA DEPRESIÓN

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gico, poco realista y algo que puede incomodar bastante nuestra vida.

Considéralo como esto último, sin entrar en valoraciones descalifican-

tes para ti mismo.

Los pensamientos irracionales suelen contener lo que llamamos

distorsiones cognitivas, que se explicarán más adelante.

Pensamiento racional o positivo

Es aquel otro tipo de pensamiento en el que hacemos una inter-

pretación más realista, objetiva, lógica y rigurosa de los hechos, sin

que conlleve un perjuicio (o el mínimo posible, dadas las circunstan-

cias) para nosotros mismos o los demás.


Al ser pensamientos más ajustados a la realidad, las palabras a

través de las que los expresamos son más del tipo “quizá”, “es prefe-

rible”, “lo intentaré, pero si no lo consigo tampoco es el fin del mun-

do”, “la mayoría de las veces”...

Como en ocasiones no resulta sencillo distinguir entre un pensa-

miento irracional y uno racional (especialmente cuando es nuestro,

puesto que nos cuesta salir de nuestra propia subjetividad), vamos a

continuación a proporcionar unas pautas o criterios a los que debemos

someter todo pensamiento cuando queramos decidir si es de un tipo o

de otro. Es imprescindible que, desde el principio, nos acostumbremos

a seguir todas y cada una de estas normas siempre que queramos deci-

dir si uno de nuestros pensamientos es racional o irracional.

Los criterios de racionalidad/irracionalidad son los siguientes:

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