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Ante todo, existe una gran actividad entre lo que se piensa, siente y hace,

una de estas conlleva o puede afectar a la otra, es por ello la importancia de los
esquemas mentales, ya que pueden resultar distorsionados haciendo que las
emociones, pensamientos y actos del individuo se vean afectados, debido a que
existe esta distorsión sobre la realidad que finalmente dificulta el bienestar
emocional del individuo, este esquema mental tiene un conjunto de ideas
estructuradas o preconcebidas, ideas que pueden ser referentes a ideas
irracionales.

Así mismo, estas ideas irracionales son el fundamento de todos los trastornos
emocionales y se explican cómo creencias, las cuales permiten dar significado y
sentido según la percepción de la persona, sin embargo una creencia irracional se
caracteriza por ser rígida y poco realista, pues su interferencia con la realidad las
vuelve adaptativas e ilógicas, no corresponden a evidencia empírica y son
disfuncionales, impiden alcanzar un objetivo, y pueden causar inquietud en el
individuo. En otras palabras, las creencias irracionales son ideas que sostenemos,
en las que creemos, incluso que defendemos y peleamos delante de los demás,
sin embargo nos hacen sufrir a nivel emocional, nos hacen débiles y no nos
ayudan a resolver los problemas.

Evidentemente, los seres humanos tendemos a tener muchas creencias


irracionales respecto a diferentes asuntos, por ejemplo: pensar a solo a mí me
pasa y que solo yo tengo ese problema. En mi opinión personal, puedo a acotar
que la mayoría de las personas en algún momento ha tenido alguna de estas 11
ideas irracionales propuestas por Albert Ellis, debido a que en el trayecto de la
vida se forman situaciones que la personas pueden o no manejar, sin embargo
cuando el problema los vence y la persona se encuentra alterada su punto de vista
o percepción se altera, también esta decae abriendo paso a ideas irracionales,
que pueden ser explicadas por Albert Ellis como una idea algo psicoanalítica, lo
llega a poder expresar como una forma de comportamiento autodestructivo.
Por otra parte, la mayoría de dificultades que tenemos en nuestra vida tienen
que ver con estas 3 creencias:

La primera creencia irracional está centrada en una obligación, en un deber


que tenemos con nosotros mismos: “Yo debo absolutamente, bajo cualquier
condición hacer bien las tareas importantes y ser aprobado/a apreciablemente por
los/as demás. De lo contario, soy una persona inepta y antipática”. En algunas
ocasiones, nos autoimponemos a realizar las cosas de una determinada manera,
debemos hacer las cosas de solo una manera, porque es la única forma correcta
de hacer bien las cosas y si no lo hacemos así, nos juzgamos de una manera
totalmente negativa; muchas veces no tenemos el reconocimiento que buscamos
o la aprobación y hacemos las cosas de otra manera, esto no quiere decir que las
hagamos mal, entonces si tenemos una manera concreta de lo que creemos que
es correcto, cuando no hagamos las cosas de esa manera lo que haremos es
hacernos daño y frustrarnos. Por otro lado, lo que hago tiene que ser reconocido
y aprobado por las demás personas y si no es así mi autoestima baja totalmente,
incluso aunque me den valor siento que voy a ser una persona inepta y antipática,
y nos genera preocupación, depresión y sentimientos de desprecio o de condena
hacia nosotros mismos. Es importante como esta idea irracional nos hace ver la
valoración que tenemos de nuestra autoestima, fortaleza interior y capacidad en
base a ser aprobado y reconocido por las demás personas.

La segunda creencia irracional está centrada en las demás personas: “Otras


personas deben terminantemente bajo cualquier condición, tratarme honesta y
justamente. De lo contrario son personas horribles “. A veces, queremos “obligar”
a que las personas actúen de una determinada manera, la cual consideramos que
es honesta y justa o de una manera agradable, de lo contrario esa persona es
repulsiva. Muchas veces las personas que valoramos o que más nos gustan, son
aquellas que se comportan de la manera que queremos que se comporten, y la
realidad es que la mayoría de veces en nuestro día a día no es así, y por nuestras
circunstancias internas y dimensión interior la persona puede ser agradable y
justa, pero no nos damos cuenta porque proyectamos en esa persona nuestra
falta de valor, nuestras dudas e incertidumbres. El hecho de imponer a las
personas que se comporten de una determinada manera no nos deja ser feliz,
flexibles mentalmente y sentirnos bien cada día, lo que logramos es generar enojo,
rabia, enemistades y perder nuestra paz interna por depender de las conductas
externas y no vamos a poder encontrarnos bien con nosotros mismos.

La tercera creencia está centrada en el mundo y en la vida: “Las


condiciones bajo las que vivo siempre deben ser terminantemente como yo quiero
que sean, darme una gratificación casi inmediata y que no requieran que trabaje
demasiado duro para cambiarlas o mejorarlas. De lo contrario es terrible, no
puedo soportarlas y es imposible que pueda ser completamente feliz”. En
ocasiones, solemos pensar que las condiciones de nuestra vida tienen que ser tal
cual como queremos, además tiene que darme una gratificación casi inmediata,
debe proporcionarme felicidad y bienestar en el momento, y de no ser así nos
causa frustración, enfado, angustia, ansiedad, depresión, indecisión e inercia. Por
otra parte, si no logro tener condiciones que no requieran de mucho esfuerzo o no
sean necesarias cambiarlas ni mejorarlas, nos llenamos de ansiedad con
pensamientos catastrofistas y por ende, no puedo ser feliz. Es un error de base, el
hecho pensar que la felicidad tiene que ver con esas condiciones externas y
además tienen que ser controladas en base a una gratificación inmediata, a que
no requieran ningún tipo de esfuerzo. Hay que reflexionar y entender que pueden
haber circunstancias adversas y se puede tener preocupaciones y ser feliz, porque
al final esa felicidad es un estado interior.

Para concluir, me parece que todos debemos aprender a no distorsionar la


realidad de esta forma y tener cuidado si lo que nos está diciendo nuestra mente
es irracional o no, considero que una manera de lograrlo es preguntándonos: ¿Le
aplicaría a otra persona la misma “lógica” que me estoy aplicando?, siento que
esta una potente herramienta, no sólo para sentirse bien sino para estar bien y
tomar la decisión de salir del estado de perturbación, que padecemos a causa de
las creencias irracionales.

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