Está en la página 1de 3

SINTESIS

LECTURA: El Nacimiento del Sentido – Boris Cyrulnik

Durante mucho tiempo el hombre a través del totemismo ocasionó una sobrehumanización de los
animales en la búsqueda de calmar todo aquello que lo angustiaba. El pensamiento griego y la
teoría darwinista han manifestado la dualidad en la concepción del animal entre el
antropocentrismo y antropoformismo, el primero, suponiendo al hombre como centro del mundo
y de todas las cosas, y el segundo, atribuyéndole cualidades que se suponían humanas, a otros
seres vivos u objetos. Las investigaciones de Boris Cyrulnik le dan surgimiento a la etología
humana sustentada en el rechazo del antropocentrismo y el antropomorfismo, y centrándose en la
tensión interna del hombre para enfrentar el problema del sentido, recurriendo a los aportes de
la siquiatría y al estudio del lenguaje.

Los animales al igual que el hombre construyen los objetos propios de su mundo, pero lo hacen a
través de la estimulación biológica y mediante los sentidos que le despiertan esta estimulación. La
recepción de estos estímulos sensoriales se revela a través del fenómeno de "impregnación" que
manifiesta los diferentes grados de valoración que puede tener una misma información según el
grado de evolución del organismo. Esta es una forma de interpretar el comportamiento animal en
términos humanos, pero lo cierto es que dicho comportamiento no obedece a las mismas
motivaciones del hombre, el animal es un ser más instintivo, sin embargo, nuestra interpretación
del comportamiento animal, hace que se le impregne nuestro propio comportamiento. En el
hombre esta lógica de comportamiento es de tipo emocional, surge de las percepciones que desde
niño se tiene al estar en contacto con la familia, en especial con la madre, el mundo humano está
regido por un juego de significaciones que se forman en la palabra, y del cual no está regido el
mundo animal. Es por esto que el autor afirma que la etología humana no busca humanizar al
animal, sino que trata de identificar que hace al hombre diferente, estudiando cómo la palabra se
adquiere en la construcción del sentido, conformando un grado de libertad frente a las
imposiciones del mundo exterior.

La aparición del lenguaje en el hombre supone una maduración biológica que permite la
conformación de un "conjunto comportamental designativo" desde una referencia afectiva frente
a la cosa y a la persona de apego, que implica la necesidad de prerrequisitos afectivos y motivan a
que el niño hable. Todo ser humano elige un "objeto de apego" para construir su mundo y
explorarlo, y la presencia de la "persona de apego" (familia), permite la socialización del objeto, es
decir le da sentido a la utilización del objeto, despegando al objeto de lo biológico. Por lo tanto, el
nacimiento del sentido surge con la llegada de la palabra y se regula por las relaciones afectivas
que permiten que un intento de palabra se convierta luego en expresión. Los sentidos hacen parte
de ese nacimiento del sentido, en especial el olfato, que incluso es mostrado como signo de
vergüenza porque demuestra la semejanza del hombre con los animales (tabú del olfato), pero la
etnología enseña que los olores hacen parte del intercambio social, porque es el medio por donde
la condición humana es impregnada de sentido y escapa a lo material.
Pero es en la primera sonrisa del niño donde se muestra la "semantización" de la biología a través
de la palabra, y a pesar de generarse a partir de una secreción del cerebro (neuropéptida), la
madre le otorga un contrasentido con su consecuente reacción emotiva con manifestaciones de
cariño, por medio del acercamiento y la palabra, que a su vez ocasiona un efecto cerebral del niño
que estimula su crecimiento, indicando esto que la biología se encuentra moldeada por la palabra;
por ello entra en discusión la consideración del comportamiento humano como innato o
adquirido, pero el autor señala que su experiencia le permite concluir que nada es innato ni
adquirido, porque lo adquirido es gracias a lo innato, y lo innato a su vez resulta moldeado por lo
adquirido.

Finalmente, el autor resalta el papel de la cultura en el mundo humano, y señala que la diferencia
entre los hombres y los no-hombres, no reside tanto en la palabra, sino en su aptitud de darle
significado a las cosas basado en lo afectivo y lo social, y manifiesta que la mejor conclusión a todo
lo expuesto en su texto radica en la consideración del ser humano como ser social que se
encuentra sumido entre las tensiones afectivas que se estructuran por las palabras.

En mi concepto el texto de Cyrulnik permite hacer un comparativo con las dos lecturas anteriores
porque profundiza en algunos aspectos que en su momento pudieron identificarse como
interrogantes pero que la etología humana permite darles respuesta. En primer lugar, en la
lectura "La Idea del Hombre y la Historia" se presentan dos ideas del hombre que se evidencian en
el texto de Cyrulnik: la idea griega y la idea evolucionista, en este caso el antropocentrismo frente
al antropomorfismo. Podría considerarse que según lo planteado por Cyrulnik estas dos ideas
logran fusionarse en la etología humana, puesto que se considera la existencia de la diferencia de
grado entre el hombre y los demás seres vivos, pero a la luz de una característica que hace al
hombre diferente, que no es en este caso la razón, sino el lenguaje.

Por otra parte, desde el punto de vista de la lectura de Freud "Tótem y Tabú", permite identificar
la presencia de los tabú como cuestión de cultura, para darle explicación al comportamiento
humano, considerando el ejemplo del tabú del incesto, a través del cual logra reconocerse la
importancia de la palabra, y de las relaciones afectivas en el desarrollo del hombre. De otro lado,
el autor presenta una posición crítica frente a la tendencia del totemismo de animalizar al
hombre, al considerar que a pesar de que el hombre proceda de una línea evolutiva biológica
propia de los animales, posee ciertos caracteres diferenciadores que lo hacen identificarse frente a
los animales, e incluso permite a aprender a no confundir el comportamiento humano con el
comportamiento animal, cuando según los ejemplos sobre los cuales Cyrulnik basa sus
señalamientos, el animal es un ser que actúa bajo estímulos biológicos, es un ser instintivo, y su
mundo no es social como el del hombre. La identificación del tótem surge entonces, ante esa falta
de identidad, o mejor de reconocimiento de lo que Cyrulnik nombra "libertad del hombre", que
hizo que los hombres buscaran la forma de solucionar esos conflictos afectivos, que son
determinantes en su vida como ser social.
Considero que la lectura "El Nacimiento del Sentido", se implanta dentro de una teoría
evolucionista enmarcada en la importancia del individuo como ser social, en la necesidad de
establecer vínculos afectivos para que la brecha de desarrollo del hombre siga un curso normal,
siendo una forma de reconocimiento de la importancia de formarse una idea del hombre que vive
en sociedad, y por lo tanto, su respectivo desarrollo del comportamiento, debe estar sometido a
dicha condición o de lo contrario no podrá adaptarse a las condiciones del entorno.

También podría gustarte