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UNIVERSIDAD CATOLICA LUMEN GENTIUM

ESCUELA DE TEOLOGÍA
PROPEDÉUTICO FILOSÓFICO I Prof. José Alberto Rodríguez
Presenta: Zárate Dávila Beatriz Adriana
II Semestre
Monterrey, N.L., a 14 de Junio 2021

SÍNTESIS TEMÁTICA

Introducción.
Como su tema lo dice, este trabajo final está tomado de cada actividad que realizamos
en clase a manera de repaso, así como de recordatorio de todo lo visto.
Tomaré extractos de los mismos trabajos ya que estos han sido estudiados con
anterioridad y, en base a ello, se llevó a cabo el trabajo correspondiente.
Ésta ha sido una de las materias más claras, fáciles de comprender y llenas de contenido
que deja mucho más por desear conocer y profundizar. Aquí los temas.

¿Qué es la filosofía?

En la edad media sapientia desiganaba a la filosofía, pero, su etimología original


proviene del vocablo griego philosophia, de philein, amar, y sophia, sabiduría, significa pues

“amor a la sabiduría” o “amor a la ciencia”. Es la búsqueda por la verdad, por el conocimiento,


por dar respuestas a las preguntas centrales de la vida del hombre. Podríamos decir que lo más
allegado a lo que es la filosofía, no se refiere sólo a lo meramente humano, eso sería sólo
antropología, sino que se trata de una ciencia general de todas las cosas en el universo, de todos
los entes existentes, además del conocimiento íntimo de las causas y las razones de cada una de
las cosas, es pues, la ciencia del conocimiento de todo cuanto existe.
Se cree que la filosofía nace en Grecia alrededor del S IV a.c., con la finalidad de
sustituir las explicaciones míticas de los fenómenos naturales por explicaciones racionales, es

1
así que a la filosofía se le conoce también como «el paso del mito al logos» puesto que después
de dejarse llevar por sólo creencias, dieron paso a la razón.

Éste es propiamente el sentido y fin de la filosofía, profundizar en el porqué de las


cosas, buscar para dar respuestas satisfactorias a las preguntas inherentes del ser humano
mediante el conocimiento profundo de todo el orden universal, otorgando la verdad del
conocimiento al mundo, es por eso que la filosofía no es estática y se divide en muchas ramas,
ya que cada una de ellas, es un objeto especial de estudio y cada cual tendrá que buscar dar
respuestas a aquello que le compete estudiar 1 como por ejemplo, la epistemología, la metafísica,
la antropología, la ética, la política, la teología, entre otros.

Ahora bien, el querer filosófico tiene cuatro dimensiones:

Dimensión Humana: Se distingue en el esfuerzo del ser humano por encontrar la verdad,
el sentido de la vida, su verdadero y último significado a través del esfuerzo que se ha realizado
por encontrar esa verdad a través del uso de la razón.
Propio de la filosofía: La función lógica, que fomenta el desarrollo de la inteligencia y
del pensamiento enseñando a hacerlo bien fundamentado y dando la capacidad de poder
distinguir lo verdadero de lo falso. La función orientadora ayuda en las decisiones a tomar y
encontrar un sentido a la vida. Su función crítica analiza sus diversas ramas analizando los
prejuicios que puedan existir en sus afirmaciones. La función antropológica busca la verdad de
todo lo que tenga que ver con el hombre a través de una búsqueda mediante la razón y su
función social que ayuda a que la convivencia humana sea más justa, equitativa y solidaria.
Distinción de otras ciencias: La filosofía es un saber racional. Es casi imposible de
confundir ya que nace del ejercicio de la razón crítica.
Función social: Tiene la noble tarea de buscar la manera de cambiar la realidad social.
Uno de sus aspectos es que es un aliciente para que, una vez conocida la verdad, se puedan
denunciar con bases sólidas las injusticias, los prejuicios y las mistificaciones.

El Nacimiento de la Filosofía
1
ENCICLOPEDIA CATÓLICA ONLINE, Aciprensa, Filosofía, página web https://ec.aciprensa.com/wiki/Filosof
%C3%ADa#Etimolog.C3.ADa

2
Los orígenes de la filosofía son misteriosos y sin poder comprobar nada sobre su origen
real, se conformaron con sólo analogías y paralelismos. Lo más cercano y más cierto y cuyo
concepto aceptamos hasta hoy, es la figura que nos presenta Platón sobre ésta; por él vemos
como algo homogéneo la sabiduría y la filosofía.
La filosofía tiene su posible yacimiento en la locura, la cual relaciona como fuente de la
sabiduría, mediante esta creencia, considera que una parte de esto es la adivinación por medio
de la cual se revela lo oculto a nosotros y se revela por medio de oráculos que evocan la palabra
de dios que se revela al hombre y siendo éste último quien debe resolver ese oráculo para así;
alcanzar el conocimiento y desvelar el velo de lo oculto y conquistar así la sabiduría. Ésta lucha
guiará hacia un agonismo el cual hará surgir la filosofía quien irá acompañada por la retórica, la
dialéctica y la escritura.
Platón fue quien dio a conocer como literatura a ésta dialéctica escrita llamándola
«filosofía» denominándose así a todos los temas abstractos y racionales. Hubo, ciertamente más
filósofos y escritores que quisieron influir en este aspecto como lo fueron Sócrates e Isócrates,
quienes dieron grandes aportes, cada uno desde su pensamiento y experiencia, sin embargo, el
empuje y la mayoría de lo que reconocemos y aceptamos hasta hoy tiene como origen el
pensamiento Platónico que, en resumidas cuentas, nos recalca que la filosofía no es más que
buscar el conocimiento mediante la razón y por ello es su nombre, su etimología, «amor a la
sabiduría».

Antropología Filosófica.

El objeto de la Antropología Filosófica son los seres que realizan operaciones


inmanentes, es decir, que se mueven por sí mismos en tanto que están animados. Se divide en
dos disciplinas: La psicología filosófica formula preguntas esenciales (qué es la vida, el alma, el
pensamiento), en cambio, la psicología experimental se plantea preguntas en términos
cuantitativos, operativos y comparativos (cuál es el “percentil” que corresponde a la
inteligencia) y, aunque están divididas, se complementan mutuamente para explicar para
explicar los temas referentes al alma, la vida, etc2.

2
Antología Propedéutico 1, UCLG, pág. 55-56.

3
Definición: Un ser está vivo cuando se mueve, de tal modo que moverse y estar vivo son
sinónimos, por eso se concluye que la vida es un movimiento inmanente, sin embargo, no es
todo ya no todo ser viviente tiene posibilidad de movimientos, por ello, la vida hace una
relación a la substancia a la que por naturaleza conviene moverse espontáneamente e impulsarse
a la operación, así, las acciones como alimentarse, trasladarse de un lugar a otro, entender, etc.,
son predicados accidentales y el estar vivo es un predicado substancial y como diría Aristóteles
«vivir es Ser», así pues, el viviente es viviente, realice o no operaciones3.

Elementos Constitutivos: Substancia, cantidad, cualidad, relación, lugar, tiempo, acción, pasión,
situación y hábito. Todo ser, dice Aristóteles, o existe en sí o existe en otro como en su sujeto;
si existe en sí, es substancia; si existe en otro que le hace sujeto, es accidente.

Grados de Vida:
Vida Vegetativa: Hay un primer grado de inmanencia, sería algo así como el metabolismo
vegetal. Ésta vida se caracteriza por tres funciones: la nutrición y el crecimiento con la que se
basta a sí mismo, y la reproducción implicando en ello un nivel de interioridad de éste ser, de
autonomía y espontaneidad en su acción que lo hace independiente del medio, pero no a la par
de los otros dos modos de vida que le son superiores, para esto es necesario que exista la
especie biológica de individuos que se generan y corrompen.

Vida Sensitiva: Se da en los animales que se consideran como irracionales. Tienen un


conocimiento sensible y la inmanencia es superior a la de los vegetales ya que lo conocido se
queda impreso en los sentidos externos. El animal tiene un conocimiento sensible, puede
relacionarse con un mundo más amplio mediante elementos materiales que incorpora a su
propio ser, lo que los lleva a tener una reacción ante cada cosa que conocen y lo hace posible, la
capacidad de moverse, de cambiar de lugar, de acercarse a elementos externos. Como la vida
vegetal, también posee las potencias de nutrirse, crecer y reproducirse, pero con las potencias
sensitivas del conocimiento, apetito y la locomoción.
Vida intelectiva: Grado más perfecto de la inmanencia ya que tiene activo el intelecto para
conocer incluso lo que hay fuera de él, ésta vida sólo se reconoce en los seres humanos, por lo
3
Antropología Filosófica, UCLG, pág. 56-57.

4
cual se le considera superior a los dos tipos de vida anteriores. Esto es porque, a las potencias
anteriores mencionadas, podemos agregar el conocimiento de la manera abstracta y la capacidad
de desear o tender a aquello que hemos conocido, lo cual llamamos voluntad o apetito
intelectual, el cual nos llevará a proyectarnos de una manera infinita a donde el conocimiento y
la capacidad de conocer no terminará jamás. Las funciones o potencias, pues, son todas las del
ser corpóreo-espiritual que lo hace distinto de las dos formas de vida anteriores ya que a él lo
rigen las potencias de la inteligencia y la voluntad y, además de esto, el nutrirse y el crecer,
hacen al hombre independiente y superior pues aquí el alma juega un papel indispensable, por
lo que cada individuo es un fin en sí mismo siendo así, entonces el ser humano no sólo se
reproduce, sino que se procrea y participa activamente en la creación al poner las condiciones
biológicas para que comience a existir un ser corporal y espiritual4.

Origen: Cualesquiera que sean las teorías sobre el origen de la vida, se debe aceptar que, al
inicio de la creación, fue un tiempo incandescente y era incompatible con cualquier forma de
vida. Después, de alguna manera que desconocemos, surge la vida y para ello existen dos
teorías: o viene de manera espontánea o bien, fue creada por un ser superior al que hoy
conocemos como «Dios».
En relación a la primera, la creencia es que la materia inorgánica se transformó en materia viva,
teoría muy aceptada en la época moderna, sin embargo, otros filósofos demostraron que no se
da una generación espontánea de gusanos, insectos o bacterias por esto, la generación
espontánea no es viable. Surge la creencia de que un nuevo ser vivo era resultado de la acción
conjunta de los seres corpóreos y de los astros que los antiguos consideraron como cuerpos
incorruptibles de naturaleza superior a los seres terrestres y animados por una inteligencia, así
explicaban la acción de uno de estos seres superiores sobre cuerpos inorgánicos surgiesen
nuevos seres vivos inferiores, sin necesidad de procreadores de la misma especie.
Respecto a que la segunda, proviene de la hipótesis creacionista y de fe. La hipótesis
creacionista no pertenece a las ciencias experimentales, pero sí a las ciencias filosóficas. Lo

4
Los grados de la vida y las funciones vitales, Biblioteca Jurídica Virtual del Instituto de Investigaciones Jurídicas
de la UNAM, Pág. 2-7, https://archivos.juridicas.unam.mx/www/bjv/libros/13/6166/35.pdf; Antropología
Filosófica, UCLG, pág. 58-59.

5
creacionista no niega que la vida surgiera de algún ser inanimado, sí niega que dependa sólo de
eventos y fuerzas físico-químicas ya que cada efecto debe tener una causa proporcionada, así
pues, surge la necesidad de una causa superior como explicación adecuada para comprender el
surgir de la vida de la materia inorgánica, lo que se convierte en una exigencia básica de la ley
general de la causalidad y, por trascender el campo de las leyes experimentales, se coloca en el
campo metafísico y causal. Así se armoniza la visión teológica de la filosofía donde Dios, el ser
superior creador, opera a través de causas naturales, sin alterar sus características y su curso
natural moviendo cada causa particular según su propia naturaleza5.

El Hombre.
El hombre es una sola substancia resultante de la materia por una forma humana que es
capaz de razonar. Otros más dirán que es la unión de un cuerpo y un alma, como San Agustín y
Santo Tomás de Aquino, pero es una terminología engañosa, ya que no son dos esencias
diferentes e independientes, sino dos facultades propias de y en un sólo ser6.
El Querer humano se basa principalmente en tres vertientes: la voluntad, el deseo y la
libertad. La voluntad es la facultad por parte de la inteligencia en base a un conocimiento, sin
embargo, tiende a ser no algo físico sino más bien, una facultad de naturaleza espiritual que
busca el bien según lo concibe su propia inteligencia.
El querer es algo irreductible y superior al “desear” del apetito sensitivo y se nota en los
casos cuando hay oposición entre la voluntad y el deseo, sin embargo, deben ponerse por efecto
y para ello existe la libertad.
La libertad del querer se basa en el actuar o no hacerlo y en la especificación sobre qué
se desea o no. En cuanto al actuar de ejecución o exterior se basa en poner en práctica lo que se
ha decidido hacer y no dejarlo en un mero idealismo. La libertad tiene así varias vertientes: la
libertad de espontaneidad que se relaciona con los impulsos humanos que marcan la frontera de
la libertad propia, la libertad de indiferencia quien es quien toma la decisiones sopesando las
consecuencias de éstas y la libertad de autodominio quien es la responsable del dominio propio

5
Antropología Filosófica, UCLG, pág. 106-110.
6
ENCICLOPEDIA CATÓLICA ONLINE , Hombre, Aciprensa, https://ec.aciprensa.com/wiki/Hombre
INTRODUCCIÓN A LA FILOSOFÍA Y ANTROPOLOGÍA FILOSÓFICA, Hernán Quijano Guesalaga y Elida Asselborn, Biblioteca
Digital de la Universidad Católica Argentina, Pág. 88,
https://repositorio.uca.edu.ar/bitstream/123456789/5362/1/abogacia-filosofia-antropologia-filosofica.pdf;

6
que se ven reflejados mediante nuestra conducta. La libertad abarca todos los aspectos de la
persona así que podríamos hablar de varios tipos de libertad. En cuanto a la pregunta si somos
realmente libres, creo que todos luchamos por serlo, sin embargo, es difícil ´para cualquiera
llegar a serlo en plenitud, puesto que, si se ve desde el lado externo, no es igualmente libre una
persona libre que alguna que está encerrada en una cárcel, un hospital o es sometido a algún
tipo de esclavitud, sin embargo, existe también la libertad interior la cual, algunos llaman
madurez, otros fe, otros optimismo, etc., y está su contraparte, como lo serían los problemas
psicológicos, los traumas, complejos de cualquier tipo, el temperamento hostil, entre otros, que
no permiten sentirse realmente libres.
Bajo estos aspectos, nadie será del todo libre, sin embargo, recurriendo a la parte interior
del ser humano, de la parte espiritual, podemos hablar que incluso, una persona encarcelada,
enferma, abajada, puede ser libre, no externamente pero sí en la plenitud de su ser, al darle esa
alegría interior, esa paz que sólo se encuentra en Dios7.

Dimensiones fundamentales de la persona humana.


Son tres: La dimensión biológica, psicológica y espiritual, o bien la inteligencia,
afectividad y la voluntad. La dimensión biológica está representada en la corporalidad con toda
su estructura y funciones propias que le ayudan a constituir su dimensión básica y necesaria de
subsistencia, de su relación con los demás, especialmente los de su especie y con su entorno.
La dimensión psicológica es la parte psíquica del hombre quien, a su vez, abarca su
parte y desarrollo social.
La tercera es la dimensión espiritual la cual hace a la persona un ser trascendente ya que,
está llamado a una relación personal con aquel que reconoce como su creador. Ésta fuerza o ser
superior nos creó como seres con características propias e irrepetibles y llama al hombre a una
comunión con él y a compartir su naturaleza divina.

7
«…conocerán la verdad y la verdad los hará libres» Jn 8, 32b.
Bibliografía: INTRODUCCIÓN A LA FILOSOFÍA Y ANTROPOLOGÍA FILOSÓFICA, Hernán Quijano Guesalaga y Elida Asselborn,
Biblioteca Digital de la Universidad Católica Argentina, Pág. 83-87,
https://repositorio.uca.edu.ar/bitstream/123456789/5362/1/abogacia-filosofia-antropologia-filosofica.pdf;
ANTOLOGÍA PROPEDÉUTICO FILOSÓFICO, UCLG, Pág. 312-323.

7
Viendo estas tres dimensiones se debe resaltar que éstas interactúan y se requieren
mutuamente, no podría subsistir la una sin la otra puesto que la persona no es un «algo» sino un
«alguien» autónomo y trascendente que, aunque no depende de los demás directamente.
El hombre, como ser espiritual tiene varias características: La unidad, la identidad,
finitud, temporalidad, la conciencia, libertad, espiritualidad y la trascendencia.
Éste tiene vida gracias a su espíritu y por ello vive en apertura y comunicación hacia el
absoluto. Es por esto que la persona se diferencia de otros seres, ya que él es el único capaz de
captar y diferenciar lo universal de lo particular. Él, gracias a su espíritu puede captar lo
limitado de lo que no lo es y esto es lo que lo lleva a abrirse a Dios ya que su espíritu, por
naturaleza, tiene a algo superior a sí mismo, es decir, tiene esta facultad pues, al ser espiritual,
logra percibir la limitación de todo lo sensible captando la ilimitación de su esencia; capta lo
particular a la vez que lo trasciende para captar el todo.
En biología se enseña al hombre desde pequeño que su evolución es que se nace, se
crece, se desarrolla y muere. La muerte es pues, esencialmente parte de la vida del hombre, esto
hablando sólo desde una teoría existencialista, pero, a pesar de esto, el hombre va más allá y se
reconoce como un ser que trasciende, que su parte espiritual es inmortal. Desde el lado humano,
la idea de la muerte, no deja de ser inquietante y hasta tenebrosa, pero, si volvemos la mirada a
nuestro ser trascendental, a que vamos aún más allá, podremos comprender las palabras que ya
San Pablo mencionaba en los primeros siglos cristianos «Para mí el vivir es Cristo y la muerte
una ganancia»8, esta forma de ver la muerte es muy esperanzadora, no se ve como el final de la
vida del hombre, sino como el paso que la llevará a su plenitud y, es tal el convencimiento de
esto, que se denota un deseo ferviente de que llegue ese momento tan temido por otros. Fuera de
la visión cristiana, algunos autores estoicos han hablado favorablemente de este momento,
como por ejemplo Publio Siro quien dijo «buena es la muerte para el hombre, pues extingue los
males de la vida»9. Mucho se podrá decir de este tema, pero, cierro el comentario mencionando
que fuera del pensamiento de la inmortalidad y más aún, de la certeza de que hay algo más allá,
la muerte no tendrá ningún sentido y sin embargo, el destino último del hombre es este10.
8
Fil 1, 21
9
Sentencia 67
10
La muerte y la Inmortalidad, Paul O’Callaghan,
https://www.philosophica.info/voces/muerte-inmortalidad/Muerte-inmortalidad.html ; INTRODUCCIÓN A LA
FILOSOFÍA Y ANTROPOLOGÍA FILOSÓFICA, Hernán Quijano Guesalaga y Elida Asselborn, Biblioteca Digital de la
Universidad Católica Argentina, Pág. 98-99,

8
Evolución Biológica.
La Evolución biológica es una serie de cambios corporales expresados en la información
genética y transmisible a la descendencia que una población de seres vivos sufre a lo largo de
varias generaciones, es el cambio y adaptación al entorno de los seres vivos que permite
introducir en una especie, una serie de cambios físicos o corporales significativos y que son
capaces, a la larga, de dar origen a una especie completamente nueva, es lo que se conoce como
mutación. Fue así en los orígenes de la tierra, las primeras formas de vida microscópica
compitieron entre sí por el acceso a la energía y el alimento, pero sólo las más aptas para
adaptarse al entorno se reprodujeron más que las otras. A esta transmisión genética se le
denomina Selección natural. Así pues, la evolución biológica es la lucha de las especies por
sobrevivir y adaptarse mejor al entorno, dando origen a nuevas especies a medida que sus
diferencias físicas y genéticas se hacen cada vez más pronunciadas11.
Ésta mutación se lleva a cabo mediante la información de los cuerpos que contienen las
funciones fisiológicas necesarias para darnos vida, en este caso es el ADN. Éstas adhesiones
son las que pueden llevar a que surjan mutaciones y produzcan variaciones en la naturaleza.
Hay varios tipos de mutaciones, sin embargo, las únicas importantes, son las que se heredan a
las siguientes generaciones. La selección natural por su parte no implica la confrontación de
unos organismos con otros, sino que es la supervivencia de éstos seres que han mutado y a pesar
de ella han sobrevivido y han podido reproducirse. Éstos organismos que logran adaptarse han
soportado lo que se conoce como «presión de selección». Ésta adaptación depende en mucho
del medio en que se desarrollan en el tiempo y espacio. Otro aspecto de esta evolución biológica
es el Azar, es decir, no todos los organismos que evolucionan tienen la misma descendencia,
esta evolución lleva un rumbo impredecible y va surgiendo poco a poco conforme avanzan las
generaciones y, el que se fije un elemento y no otro en esta evolución, no es responsabilidad de
nadie, es producto del azar.

https://repositorio.uca.edu.ar/bitstream/123456789/5362/1/abogacia-filosofia-antropologia-filosofica.pdf;
11
Concepto de Evolución biológica, ¿Qué es la evolución biológica?, Concepto.de, https://concepto.de/evolucion-
biologica/

9
Otro aspecto, es la migración que no es otra cosa, sino que un elemento por una u otra
razón deja su lugar de origen y se muda, voluntariamente o no, a otro lugar donde debe
adaptarse, como en todo, algunos lo logran y otros mueren en el intento.
Finalmente, la teoría evolutiva moderna plantea que todos evolucionamos y, en cuanto
al hombre como tal, pueden incluso modificar el ambiente donde se desenvuelven e incluso las
condiciones de vida donde evolucionan y, en cuanto a los demás seres vivos, lo seguirán
haciendo pero, ellos son co-dependientes de las tasas de depredación y competencia por el
alimento y el espacio y, agregaría también, del actuar del hombre en su favor, ya que por su
causa, muchas especies han desaparecido sin la posibilidad de reproducirse ni mucho menos,
evolucionar.

Conclusión.

El objetivo de la materia era tener una visión genérica de la filosofía. Considero que el
objetivo fue cumplido. El tema, tanto de la Evolución biológica como el de Antropología
filosófica quedaron claros y es interesante ver cómo el hombre, así como el resto de los entes,
han evolucionado y tener una cierta explicación de aquellos de los cuales sólo tenemos vestigios
de su existencia, así mismo, me agradó conocer la antropología y ver su capacidad de responder
a quién es el hombre y en la medida de sus posibilidades, a las preguntas más antiguas de la
humanidad como ¿Qué es el hombre? ¿De dónde viene y hacia dónde va? ¿Qué es la muerte?

Es gratificante y esperanzador saber que hay una ciencia capaz de profundizar más allá
de lo tangible y en la cual puedo refugiarme para encontrar respuestas y más aún, generar
nuevas preguntas que sigan ayudando a incrementar el conocimiento y la sabiduría en el ser
humano. Esto es algo que en la actualidad requerimos retomar con urgencia.

10

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