Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
PRIMARIA
Varadero (2013-2014)
1
CONTENIDO
PREFACIO 3
AGRADECIMIENTOS 3
INTRODUCCIÓN 3
METODOLOGIA 5
Area de Estudio 6
FORMATO DEL CATALOGO 7
CATALOGO 8
ALGAS 8
ASCIDIAS 13
POLIQUETOS 15
BRIOZOOS 20
CNIDARIOS 39
CIRRÍPEDOS 46
FORAMINIFEROS 48
POLIPLACOFOROS 56
VERMETIDOS 59
BIBLIOGRAFIA 61
2
PREFACIO
En el año 2018, a partir del curso de Ecología dictado en la Universidad de Bogotá Jorge
Tadeo Lozano, surge la propuesta de estudiar una sucesión primaria que se encontraba
disponible para ser analizada en el laboratorio de Ecología de la universidad, inicialmente
como parte de la clase se realizó un análisis de placas de cerámica para estudiar la sucesión
ecológica primaria que se encontraba en ellas, sin embargo, al encontrar tanta información
importante y de la cual se tiene poco conocimiento como propuesta de la profesora Elvira
Alvarado se inició la idea de este catálogo.
AGRADECIMIENTOS
INTRODUCCIÓN
Los arrecifes de coral son ecosistemas icónicos del medio ambiente marino. A pesar de
cubrir solamente el 0.1% de la superficie del océano, son el hábitat de al menos un tercio de
las especies marinas (McKenna, 2007; Robles-Zavala & Chang, 2018); siendo una fuente
primordial de bienes y servicios para los seres humanos. Sin embargo, actualmente estos
ecosistemas enfrentan graves presiones como la sobrepesca, la polución, y el cambio
climático que provoca eventos globales de blanqueamiento de corales inducidos por el
aumento en la temperatura del agua (Duarte et al., 2020) Debido a estas presiones los
3
ecosistemas de arrecifes de coral enfrentan un alto grado de amenaza y están en un estado
de declive (Ginsburg, 1994; Jameson et al., 1995) Recientemente, ha crecido el interés por
promover estrategias de manejo que buscan remediar los efectos negativos de estas
presiones. Una de las principales actividades de mitigación y/o restauración son: el uso de
sustratos artificiales (Spieler et al., 2001) que buscan promover la colonización de
organismos sésiles, aumentar la complejidad tridimensional del hábitat bentónico y
proporcionar refugios para peces e invertebrados (Abelson, 2006).
4
investigaciones que pretendan ampliar el entendimiento de estos procesos en los arrecifes
de coral.
METODOLOGIA
Entre los años 2013 y 2014, las placas de cerámica analizadas en este estudio fueron
ubicadas a diferentes profundidades en las formaciones coralinas del área de Varadero,
Cartagena, a tres profundidades correspondientes a 8, 12 y 20 m (somero, medio y
profundo respectivamente). Las placas utilizadas eran rugosas en ambas caras y su material
de cerámica a base de barbotina con dimensiones de 10 x 10 cm. Durante un año se
recogieron las placas por mes en cada profundidad muestreada desde su inició en el mes de
mayo de 2013 hasta mayo de 2014.
Las placas fueron lavadas con agua para retirar el sedimento acumulado en ellas. Se dejaron
secar al aire libre, y posteriormente fueron marcadas sistemáticamente de acuerdo a la
profundidad, fecha de extracción y número de placa. El material fue almacenado en neveras
de icopor con el fin de ser transportadas y almacenadas en el laboratorio de ecología de la
Universidad Jorge Tadeo Lozano en Bogotá. El procedimiento anteriormente mencionado,
fue realizado por la profesora Elvira Alvarado Chacón y su equipo.
Se analizaron en total 36 placas correspondientes a las tres profundidades durante cada mes
del año de estudio. Las placas se analizaron con la ayuda de un estereoscopio. Se inició con
la placa que duro más tiempo sumergida en el arrecife (mayo 2013-mayo 2014). Para
realizar inicialmente el reconocimiento e identificación de filos, clases, géneros, especies y
en algunos casos de morfotipos se realizó una revisión bibliográfica principalmente del
manual de métodos del SIMAC, artículos científicos con información taxonómica
(Boltovskoy et al., 1989; Boyer et al., 1989; Dean, 2012; Littler & Littler, 2000; Olarte,
2015; Vargas, 2011) y se contó con la ayuda de expertos (Sven Zea, Ricardo Dueñas); se
tomaron fotografías de los organismos con su respectiva escala y se clasificaron para tener
un patrón general.
5
Los datos obtenidos, fueron tabulados en una tabla en Excel, donde se registraron cada una
de las clases, géneros y formas de crecimiento según … EN CONSTRUCCIÓN
Área de Estudio
Las placas de cerámica analizadas en este estudio fueron ubicadas en las formaciones
coralinas del área de Varadero, cerca de la bahía de Cartagena, Colombia. Este arrecife
tiene una extensión aproximada de 1.12 km2, y está ubicado entre el canal de navegación de
Bocachica y la isla de Barú, específicamente al sur de la isla Tierra Bomba (10°18'2.00" N
75°35'17.90" O) (Figura 1), en la desembocadura de una de las bahías más contaminadas
del Caribe colombiano. Las perturbaciones antropogénicas como el Canal del Dique y el
dragado de una de las desembocaduras naturales de la bahía trajeron consigo efectos
negativos a los arrecifes, puesto que estas perturbaciones llevan desechos industriales, de
alcantarillado y descargas de sedimento del río Magdalena, generando que las aguas claras
de la bahía se volvieran turbias, eutrofizadas y con alta sedimentación (López-Victoria et
al., 2015; Restrepo et al., 2006). A pesar de ello el arrecife de Varadero ha sobrevivido y el
área posee de acuerdo con lo descrito por Pizarro et al. (2017), una zona de arrecife
dominado por colonias de coral escleractineo y otra zona con corales dispersos, octocorales,
lechos de pastos marinos y otras especies bentónicas. Además, a pesar de ser un arrecife tan
perturbado se ha encontrado que es uno de los mejores arrecifes de coral en términos de
cobertura y riqueza coralina, por otra parte, esta zona arrecifal desafía las condiciones
ideales para el desarrollo de los arrecifes (aguas oligotróficas, limpias y con buena
intensidad de la luz solar) (López-Victoria et al., 2015).
6
Figura 1. Mapa de la estación localizada en el arrecife de Varadero, bahía de Cartagena.
El punto rojo indica las coordenadas donde fueron colocadas las placas de cerámica del
estudio.
7
CATÁLOGO
ALGAS
Las algas marinas son organismos fotosintéticos no-vasculares (Littler & Littler, 2000) que
toman energía del sol y nutrientes del medio, produciendo el alimento y oxigeno utilizado
por otros organismos para mantener la vida; constituyendo la base de la red alimenticia
oceánica. Debido a que requieren luz solar para sus procesos metabólicos, la mayoría de las
algas crecen en zonas intermareales, entre los 0 y 30 m. Unas pocas especies han sido
reportadas a mayor profundidad en las aguas claras del Caribe (Kandale et al., 2010).
Es importante aclarar que las algas no tienen raíces verdaderas, se unen al sustrato con
estructuras llamadas rizoides y presentan estolones que conectan las frondas verticales,
llamados rizomas (Ortega et al., 2001). La parte vertical se denomina talo, y presentan
frondas en lugar de hojas. Las algas marinas más comunes se pueden identificar
visualmente mediante la forma de sus frondas y por su diseño de ramificación (Kandale et
al., 2010; Ortega et al., 2001). Las algas se clasifican según el pigmento fotosintético
predominante que les otorga el color característico, o de acuerdo con su
morfología/composición por grupos funcionales (Kandale et al., 2010)
Tapete algal
8
Mes 10 (marzo), medio. Mes 3 (agosto), medio.
Alga calcárea en forma de costra o capa delgada que se desarrolla a ras del sustrato (Littler
& Littler, 2000). Está compuesta por una corteza de apariencia firme a dura denominada
hipotalo (zona más baja del talo postrado) basal con filamentos de células subhorizontales,
que pueden ser detalladas mediante cortes histológicos observados al microscopio. Algunos
géneros presentan una capa intermedia (Peritalo) superior compuesta por filamentos
subverticales (Bosence, 1983).
9
Mes 9 (febrero), medio. Mes 5 (octubre), profundo.
Algas calcáreas de talo erecto o parcialmente postrado con articulaciones cilíndricas que
surgen de zonas genículadas (no calcificadas) que dividen segmentos calcificados
(Bosence, 1983), y que ocurre en la base de la rama, a intervalos regulares. Las
ramificaciones surgen en forma de V (Littler & Littler, 2000).
10
Mes 11 (abril), somero. Mes 11 (abril), medio.
Algas con apariencia de lámina u hoja aplanada (Littler y Littler, 2000), de estructura
uniforme, no calcárea dura o rígida. De tamaño más grande y anatómicamente más
complejas que los céspedes algales (Diaz-Pulido & McCook, 2008).
11
Mes 4 (septiembre), profundo. Mes 9 (febrero), profundo.
12
Mes 12 (mayo), profundo. Mes 5 (octubre), medio.
ASCIDIAS
Tienen un cuerpo cubierto por una túnica formada por una sustancia parecida a la celulosa
llamada tunicina, el cuerpo tiene forma de saco carente de celoma, el cual es reemplazado
por la cavidad atrial, la cual se conecta con el exterior por medio de dos sifones (bucal y
cloacal). La notocorda, el principal carácter que identifica a los cordados está ausente en los
estadios adultos y se presenta únicamente en el estadio larval. Presentan un complejo
sistema respiratorio que comprende desde dos hasta varios conjuntos de hendiduras
branquiales (Verma, 2000). Tienen historias de vida con una amplia variedad de estrategias
reproductivas, por lo general son hermafroditas, aunque también presentan reproducción
asexual (Ritzmann et al., 2009).
13
Filo: Chordata
Clase: Ascidiacea
Orden: Aplousobranchia
Familia: Polyclinidae
14
Mes 9 (febrero), profundo. Mes 9 (febrero), medio.
POLIQUETOS
Los poliquetos son una clase que hace parte del filo Annelida, el cual comprende los
gusanos segmentados, e incluye a las lombrices de tierra, sanguijuelas, y un gran número de
especies marinas y de agua dulce (Brusca & Brusca, 2005). Los anélidos viven en
prácticamente todos los hábitats en los que hay una suficiente cantidad de agua a su
disposición, se pueden encontrar en zonas situadas a cientos de metros sobre el nivel del
mar, hasta grandes profundidades oceánicas y ambientes dulceacuícolas (Brusca & Brusca,
2005). Los poliquetos son animales muy comunes en ambientes marinos, también llamados
gusanos de arena, gusanos de tubo, entre otros, que presentan generalmente hábitos
crípticos. Entre las 8000 especies descritas existe una gran diversidad de formas corporales
y estilos de vida; la mayoría tienen menos de 10 cm de largo y un diámetro que oscila de 2
a 10 mm, pero existen ciertas formas menores de 1 mm como también de 70 más cm de
longitud (Ruppert & Barnes, 1996).
15
El poliqueto típico está perfectamente segmentado, con segmentos corporales cilíndricos e
idénticos, se divide en tres regiones básicas. La anterior o acrón está formada por el
prostomio (prebucal) y el peristomio (circumbucal), a continuación, se encuentra el tronco
o metastomio. Sin embargo, estos organismos tienen una amplia gama de formas,
relaciones inter a intraespecíficas, estrategias alimenticias y reproductivas, lo que además
los hace excelentes indicadores de calidad ambiental y de gran importancia ecológica (De
Leon et al., 2009).
Filo: Annelida
Clase: Polychaeta
Subclase: Caenogastropoda
Orden: Sabellida
Familia: Serpulidae
Tubo blanco con series de anillos transversales, pequeños y delgados en toda su longitud
(Bastida-Zavala & Salazar-Vallejo, 2000). Opérculo compuesto por un embudo con bordes
dentados, del centro se levanta una corona de espinas centrales. De acuerdo con la especie
difieren en ornamentación (Nonato & Amaral, 1979).
16
Mes 7 (diciembre), profundo. Mes 3 (agosto), profundo.
Género: Pseudovermilia
Este poliqueto es un tubo con bandas pardas transversales y de color blanco, presenta una
quilla longitudinal dorsal con una ondulación anterior, con varias hileras de espinas. Con
opérculo amarillo, hialino, multianulado, con una espina distal ancha. Se puede encontrar
generalmente en formaciones coralinas o sobre conchas de cangrejos ermitaños (Bastida-
Zavala & Salazar-Vallejo, 2000).
17
Tubo blanco opaco. Diámetro del tubo menor a 2 cm y puede alcanzar 40 cm de longitud.
Este es uno de los taxones más problemáticos de definir debido a que sus bases
filogenéticas no han sido bien definidas (Ten Hove & Kupeiyanova, 2009).
18
Este serpulido se puede observar como un tubo blanco y liso, con una quilla dorsal muy
suave que se prolonga distalmente desde la boca del tubo (Bastida-Zavala & Salazar-
Vallejo, 2000). Posee un opérculo constituido por una placa con espinas grandes y
ramificadas en el centro (Nonato & Amaral, 1979).
19
BRIOZOOS
Los briozoos representan un filo que abarca en gran medida organismos coloniales, marinos
y calcificados que pueden tener tamaños desde menos de un milímetro a más de un metro.
In situ es común confundirlos superficialmente a ciertos cnidarios como corales blandos,
hidrocorales e inclusos corales escleractinios (Gordon, 2016).
Por otro lado, estos son reconocidos como componentes comunes del bentos litoral y
sublitoral (Bock, 1982), donde pueden encontrarse adheridos a sustratos duros, sobre algas
o conchas, en formas infaunales o como colonizadores indeseables en barcos o tuberías
resaltando así la inherente plasticidad de estos organismos (Bock, 1982; Gordon, 2016;
Gordon & Mawatari, 1992)
Reino: Animalia
20
Filo: Bryozoa
Clase: Gymnolaemata
Orden: Cheilostomatida
Familia: Lacernidae
Colonias con zoecios carecientes de una membrana de cobertura, en donde cada zoecio está
provisto de poros dispersos y una abertura (Levinsen, 1909). La abertura se distingue muy
bien en cada uno de los zoecios individuales que conforman la colonia, y se caracterizan
por tener un arco vestibular distinto, pero bajo, está provista de un seno estrecho y profundo
(Levinsen, 1909). En algunas ocasiones se puede dar la presencia de avicularias, zooides
que no se alimentan, en forma de púas y que cumplen la función de disuadir pequeños
depredadores (McKinney & Jackson, 1991).
Familia: Savignyellidae
21
Género: Savignyella Levinsen (1909)
Familia: Candidae
22
Género: Scrupocellaria van Beneden (1845)
Familia: Onychocellidae
Las colonias suelen ser incrustantes y a menudo se asocian con corales y conchas en aguas
poco profundas (Cook et al., 2018). Este género, se caracteriza por tener zooides en forma
de ventana, curvas, simétricas y ovaladas.
Familia: Steginoporellidae
23
Género: Steginoporella Smitt (1873)
Las colonias forman laminas incrustantes y robustas, la abertura del zoecio es bastante
amplia (Cook et al., 2018). Cuando se tienen colonias vivas, estas son de color marrón o a
menudo de colores brillantes, rojo, naranja o amarillo (Bock, 1982).
Familia: Schizoporellidae
24
Colonia incrustante, inicialmente unilaminar, a menudo desarrolla crecimientos extensos,
nodulares y multilaminares por brotación frontal. Pared o escudo frontal perforado
uniformemente por numerosos poros, con una serie marginal de poros grandes, paredes
laterales generalmente obvias (Tilbrook, 2001). Orificio primario sin espinas orales. Las
avicularias pequeñas y adventicias casi siempre están presentes, generalmente próximo-
laterales al orificio, pero también pueden aparecer en otras partes de la pared frontal
(Tilbrook, 2001).
Mes 9 Mes 10
(febrero), somero. (marzo), medio.
Mes 12
(mayo), medio.
Familia: Colatooeciidae
25
Colonias incrustantes robustas de color rosa muy pálido, similares a montículos de varios
cm de diámetro, con zoecios poligonales que presentan protuberancias a manera de espinas
redondeadas alrededor del opérculo (Ayari et al., 2008). Es uno de los pocos briozoos de
arrecife capaces de crecer en superficies verticales abiertas en competencia directa por el
espacio con corales, esponjas y algas crujientes (Winston, 2007).
Mes 6
(noviembre), somero. Mes 10 (marzo), somero.
Familia: Gigantoporidae
26
Colonias de crecimiento irregular con zooides particularmente elongados (Marcus, 1949).
Paredes frontales porosas. La unión entre zoecios demarca una forma poligonal. Abertura
grande, con operculo y de color distintivo.
Familia: Membraniporidae
Las colonias son blancas, multiseriales e incrustantes. Los zoecios son rectangulares, con
un área de apariencia membranosa de estructura bien determinada (Winston, 1986).
Familia: Smittinidae
27
Colonias incrustantes formadas por zooides adyacentes entre sí, pero separados por paredes
calcáreas (Ruppert & Barnes, 1996). Zoecios ovalados, con una pared frontal granular, de
orientación radial producto de su crecimiento (Tilbrook et al., 2001). Abertura con sinus
estrecho en forma de U. Las colonias de Parasmittina son a menudo pequeñas, pero pueden
ser abundantes en hábitats de arrecifes poco profundos donde su diversidad suele ser alta
(Ryland & Hayward, 1992).
Familia: Callosporidae
28
Colonia unilaminar, incrustante, gruesa, de color claro. Zooides moderadamente grandes,
separados por un surco profundo. Espacios subtriangulares o cuadrados entre zooides (Dick
et al., 2006). Se distingue por tener una forma de crecimiento a ras del sustrato con aspecto
de malla.
Familia: Oncousoeciidae
29
Colonia incrustante, de color blanco, compuesta por una serie de zooides en zoecios
tubulares grandes, en disposición multiserada (Winston & Woollacott, 2009). Los zooides
están adheridos al sustrato en la mayor parte de su longitud, pero con peristomos distales
que se proyectan verticalmente terminando en aberturas redondas a ovaladas; son más
calcificados que en otros briozoos (Winston & Woollacott, 2009).
Familia: Buffonellodidae
30
Las colonias son incrustantes, multiseriales y unilaminares. Los zooides son hexagonales,
convexos y delineados por una sola fila de poros marginales grandes (Winston, 1986). El
resto de la superficie de la colonia está cubierta por una calcificación espesa y rugosa,
además de avicularias evidentes distribuidas en zonas interzooidales (Winston, 1986).
Familia: Escharinidae
31
Colonias incrustantes, pequeñas, de una sola capa. Zooides se encuentran en zoecios
irregulares a subhexagonales, presentan calcificación de la parte frontal y una textura
granular, perforada por muchos poros pequeños; poseen un orificio semicircular pequeño y
estrecho (Winston & Woollacott, 2009).
Familia: Crepidacanthidae
32
Colonias pequeñas, incrustantes de una sola capa. Los zooides son subpentagonales,
redondeados distalmente y angulares proximalmente, su calcificación es moderada y
presenta aberturas marginales (Winston, 1984).
Familia: Chorizoporidae
Colonias incrustantes y unilaminares, con pared frontal convexa. Zoecios conectados por
una red tubular con orificios semicirculares, de borde distal curvo y proximal recto sin
poros especiales (Hincks, 1879; Lopez de la Cuadra & García-Gómez, 1988).
Familia: Cleidochasmatidae
33
Género: Cleidochasma Maplestone (1900)
Colonia incrustante, multiserial, unilaminar, con zooides aplanados (Martino et al., 2019).
Orificio más largo que ancho, margen de la abertura en forma de 8, de color distinto al de la
cutícula. Autozooides con forma poligonal, color claro, con textura granular (Hayward &
Ryland, 1979).
Familia: Cribrilinidae
34
transparentes de color rosa plateado, pero generalmente se ve de un color verdoso o pardo
por las algas que se incrustan, de modo que es casi indistinguible de una película de algas
en la superficie del sustrato (Lopez de la Cuadra & García-Gómez, 1988).
Familia: Adeonidae
Abertura semicircular y operculada, con una avicularia vicaria suboral. Pared frontal con
poros marginales de tamaño regular y espirámen central. Avicularia adventicia presente y
ovicelas grandes (Hayward & Ryland, 1998).
35
Mes 7 (diciembre), somero.
Familia: Lacernidae
36
proximal recto y sinus amplio en forma de “U”. Es posible observar dos hileras de espinas
rectas altamente calcificadas y alternas (Flórez-Romero et al., 2007).
Clase: Stenolaemata
Orden: Cyclostomatida
Familia: Lichenoporidae
37
Colonia en forma de montículo, circular, convexa, de color blanquecino (Dick et al., 2006).
Autozooides dispuestos en series radiales, de forma tubular, con paredes calcáreas
fusionadas con las de los zooides adyacentes, dando como resultado aparentes espacios
interzooidales entre los esqueletos de los autozooides en forma de bordes. Orificio terminal
y de forma circular (Ruppert & Barnes, 1996). En la parte basal presenta un disco de
fijación o un margen laminar que rodea a toda la colonia. Líneas radiales muy próximas que
indican límites del incipiente zooide (Hayward & Ryland, 1985)(Haywar et al., 1985).
CNIDARIOS
Los cnidarios son un filo donde se encuentran posiblemente una de las mayores
diversidades de morfologias y estrategias de historia de vida que definen ciclos de vida
realmente asombrosos (Genzano et al., 2014). En el grupo están incluidas, las medusas, las
anémonas, los corales, los hidroides, entre otros. La gran diversidad de este filo se debe
principalmente a dos aspectos, en primer lugar, a la tendencia de formar colonias por
38
reproducción asexual. El segundo aspecto, es que muchas especies del filo tienen un ciclo
de vida dimorfico en el que hay dos fases adultas con una morfología muy diferente: un
estado polipoide y un estado medusoide. El dimorfismo que presenta el grupo tiene
implicaciones importantes evolutivas que afectan a casi todos los aspectos biológicos de los
cnidarios (Brusca & Brusca, 2005).
Son organismos casi exclusivamente marinos que habitan todos los mares del mundo desde
aguas someras hasta grandes profundidades oceánicas y desde los trópicos hasta los polos.
Sin embargo, unas pocas especies han colonizado exitosamente aguas continentales. Hay
representantes planctónicos, bentónicos y neustónicos e incluso muchas de las especies
poseen diferentes fases en sus ciclos de vida con cada una de ellas ocupando hábitats
diferentes (Genzano et al., 2014).
Filo: Cnidaria
Clase: Anthozoa
Subclase: Hexacorallia
Orden: Scleractinea
39
Reclutas de coral, presentan un disco basal visible y en algunos casos es posible apreciar un
crecimiento horizontal. El disco basal es el punto de origen para la epiteca o pared del
coralite; la epiteca se presenta como una estructura vertical robusta y mineralizada, sin
ninguna ornamentación. Los septos se desarrollan en la epiteca (Jaramillo, 2016). En esta
familia los septos se agrupan en tres grupos, demostrando un patrón hexameral de
desarrollo simultaneo de los septos dentro de cada grupo, cada septo presenta una
ornamentación dada por pequeñas espinas cortas y gruesas que cubren todas las caras del
septo. La columnela se deriva de la fusión de los septos (Vaughan & Wells, 1943), en esta
familia solo hay dos tipos de columnela: Parietal y lamelar (Jaramillo, 2016).
Mes 10 Mes 12
(marzo) somero. (mayo) somero.
Mes 9 Mes 10
(febrero) medio. (marzo) somero.
40
Familia: Pocilloporidae Gray (1840)
41
Mes 4 (septiembre), somero.
Mes 12 Mes 10
42
(mayo), profundo. (marzo), profundo.
Mes 10 Mes 7
(marzo) somero. (diciembre), profundo.
43
Mes 12 (mayo), profundo.
Clase: Hydrozoa
Subclase: Hydroidolina
Orden: Anthoathecata
Suborden: Filifera
Familia: Stylasteridae
44
Colonias de hidroides erectas incrustadas con un exoesqueleto calcáreo grueso, de color
rosado. Los pólipos son polimórficos y poseen un anillo de tentáculos filiformes (Cairns,
1986; Wedler, 2017).
Mes 12 Mes 12
(mayo), somero. (mayo), somero.
Mes 12 Mes
(mayo), somero. 3(agosto), profundo.
CIRRÍPEDOS
Los cirrípedos reciben su nombre de sus apéndices torácicos o cirros (Spivak & Schwindt,
2014). Estos junto con los ascotorácicos y los facetotecta, pertenecen a la subclase
Thecostraca, que poseen larvas de vida libre y adultos sésiles especializados como
filtradores o parásitos (Spivak & Schwindt, 2014). Además, los cirrípedos se caracterizan
específicamente por la ausencia total de abdomen, aunque en algunos casos se pueden
observar vestigios de ese tagma (Géant et al., 2006).
45
Hay cirrípedos tanto dulceacuícolas como de agua marina, donde la mayoría de las especies
marinas pertenecen a ambientes intermareales (Curelovich & Calcagno, 2014). A través de
sus estrategias de historias de vida se dividen en tres superórdenes principales: parásitos de
crustáceos y decápodos con gran simplificación en la fase adulta (Rhizocephala),
perforadores de sustratos calcáreos incluyendo conchas de moluscos, corales o crinoideos
(Acrothoracica) y los filtradores sésiles o pedunculados (Thoracica) que son los más
conspicuos (Curelovich & Calcagno, 2014; Spivak & Schwindt, 2014). Los miembros
pertenecientes a Thoracica presentan una extensión del tegumento llamada manto que a su
vez segrega la conchilla, a veces reforzada por placas calcáreas. Los torácicos incluyen los
reconocidos balanos (Balanomorpha) y los percebes (Lepadomorpha) (Spivak & Schwindt,
2014).
Filo: Arthoropoda
Clase: Hexanauplia
Subclase: Theocostraca
Infraclase: Cirripedia
Superorden: Thoracica
Orden: Sessillia
46
Suborden: Balanomorpha
Los miembros del suborden Balanomorpha se caracterizan por presentar una corona de
placas calcáreas (una, cuatro, seis u ocho) dispuestas en forma de cono (paredes verticales)
y que a su vez forman una especie de caparazón que encierra el cuerpo (Checa et al., 2019).
Por otro lado, las partes blandas pueden estar unidas directamente al sustrato por medio de
un adhesivo orgánico o en algunos casos a través de una placa basal calcárea (Anderson,
1994).
FORAMINIFEROS
Este un grupo muy diverso para el cual resulta complejo encontrar estudios que reúnan
información básica antes de adentrarse en las abundantes descripciones taxonómicas. Por
47
esta razón el trabajo de Gooday (2001), es vital como un abrebocas para los foraminíferos
bentónicos que son aquellos específicamente abarcados en este catálogo.
En cuanto a formas, los foraminíferos pueden presentar distintas morfologías como son
esferas, matraces, varios tipos de tubos ramificados o no ramificados, y cámaras dispuestas
en patrones lineales, biseriales, triseriales o en espiral (Gooday, 2001).
En este sentido todas estas características reflejan la riqueza morfológica de este grupo
donde las características de la testa (Ej: forma y constitución) sirven para distinguir a nivel
de órdenes o subórdenes mientras que para mayor escrutinio taxonómico son importantes
caracteres como la forma y la disposición de las cámaras (Gooday, 2001).
48
Reino: Chromista
Filo: Foraminifera
Clase: Globothalamea
Orden: Rotaliida
Familia: Amphisteginidae
49
significativamente a la estabilidad del sustrato, el crecimiento de las estructuras del arrecife
y la formación de hábitats (Hallock, 1981). Amphistegina presenta una testa de calcita
biconvexa, bilamelar, trocoespiral baja, con una periferia angular a carinada. Por lo general,
son algo más pequeños (normalmente las testas de adultos tienen un tamaño de 1–3 mm) y
menos estructuralmente complejos que muchos taxones considerados históricamente como
foraminíferos bentónicos grandes (Mateu-Vicens et al., 2009).
Familia: Homotrematidae
Género: Homotrema
Especie: Homotrema rubrum Lamarck (1816)
Homotrema rubrum es un foraminífero bentónico sésil con una testa rojiza de calcita y
magnesio. Su distribución geográfica es similar a la de los corales hermatípicos. Exhibe una
amplia gama de formas, tamaños y tonos de rojo (Elliott, 1991). Así, entre las distintas
formas de crecimiento de H.rubrum es posible encontrar formas globosas, hemisféricas,
columnares, nudosas e incrustantes. En este sentido, el tamaño promedio depende de la
forma del espécimen, siendo el morfotipo globoso el más grande alcanzando los 25 mm 3 y
la testa incrustante la forma más pequeña alcanzando los 4 mm3 (Elliott et al., 1996).
Emiliani (1951) propuso que la variación morfológica de esta especie estaba de alguna
manera regulada por factores ambientales o microambientales.
50
Mes 6 (noviembre), somero. Mes 12 (mayo), somero.
Clase: Nodosariata
Orden: Vaginulinida
Familia: Vaginulinidae
51
Mes 8 (enero), somero. Mes 10 (marzo), medio.
Clase: Nodosariata
Orden: Polymorphinida
Familia: Ellipsolagenidae
Generó: Oolina d'Orbigny (1839)
Testa libre, unilocular, ovada o globular, circular en sección transversal; pared hialina,
perforada, lisa u ornamentada, costas o reticulaciones; la región aboral puede tener una
espina; Apertura redondeada, simple y a veces irradiada (Boltovskoy et al., 1980)
52
Mes 2 (julio), medio.
Clase: Tubothalamea
Orden: Spirillinida
Familia: Patellinidae
Testa trocoespiralada con lado espiral elevado, y lado umbilical plano; pared calcárea,
monocristalina, finamente perforada, con línea de hoyos en el lado espiral; abertura
53
umbilical y arqueada (Boltovskoy et al., 1980). Se observa su condición epifita sobre un
alga foliosa.
Orden: Miliolida
Familia: Soritidae
Testa multilocular con crecimiento cíclico y una serie de cámaras en espiral (Baccaert,
1987), formando así una capa plana. Múltiples aberturas con forma circular, alargada y
creciente (Gudmundsson, 1994).
54
Mes 10 (marzo), medio.
POLIPLACOFOROS
Los poliplacóforos, también conocidos como quitones, conforman una de las ocho clases
del phylum Mollusca, incluyendo más de 900 especies descritas (Schwabe,2005)
exclusivamente marinas y que han logrado distribuirse a través de una amplia gama de
hábitats colonizando así desde la zona intermareal hasta las profundidades del mar (Irisarri
et al., 2020). En este sentido los quitones se encuentran en todos los mares del mundo, sin
embargo, el Indo-Pacífico y el Pacífico oriental tropical resaltan como las regiones más
ricas en número de especies (Gracia et al., 2005).
55
Por otro lado, los quitones presentan una dieta muy variada (a pesar de ser clasificados
tradicionalmente como ramoneadores de algas) a la cual tienen acceso a través de la rádula
con la cual raspan el sustrato que habitan (Sigwart & Schwabe, 2017). En este aspecto
Latyshev et al., (2004) comprobaron como en quitones intermareales pueden identificarse
desde especies con dietas estrictamente carnívoras o herbívoras hasta aquellas más
generalistas con hábitos omnívoros.
En cuanto al tamaño de los quitones el rango es muy variable pues pueden encontrarse
especies como Leptochiton kerguelensis donde los adultos alcanzan los 5 mm o como
Cryptochiton stelleri que alcanza hasta los 30 cm de longitud (Gracia et al., 2005; Liuzzi,
2014).
Filo: Mollusca
Clase: Polyplacophora
Orden: Chitonida
Valvas lisas u ornamentadas, cuerpo alargado, perinoto con escamas superpuestas ovaladas
y estriadas. Valva caudal mayor que la cefálica (Díaz & Puyana, 1994).
56
Mes 7 (diciembre), somero
Superficie de las valvas regularmente granulosa; placas de inserción de las valvas cefálica y
caudal con número variable de muescas; perinoto cubierto por diminutas escamas o
espículas que contrastan con espículas mucho más largas, aisladas o en grupos (Díaz &
Puyana, 1994).
57
Mes 12 Mes 11
(mayo), somero. (abril), profundo.
Mes 11 Mes 10
(abril), somero. (marzo), profundo.
VERMETIDOS
58
Los vermetidos pertenecen al filo Mollusca y su vez a la clase Gastropoda, son gusanos
calcáreos sésiles y gregarios, que, en asociación a las algas calcáreas, pueden dar lugar a la
formación de micro-arrecifes (Terradas-Fernández, 2018). Generalmente, las conchas de
estos gusanos están enrolladas en espirales irregulares que se adhieren a superficies, aunque
a simple vista no lo parecen, son gasterópodos típicos, con una cabeza normal con
tentáculos y un pie, que lleva un opérculo en algunas especies. Son animales sedentarios
que se alimentan capturando plancton de la columna de agua (Hughes, 1993). A menudo
sus conchas de carbonato de calcio son confundidas con la de los poliquetos de la familia
Serpulidae, pero se diferencian de estos por la construcción de conchas no ornamentadas y
en cuya superficie solo se distinguen los anillos de crecimiento, producto de la deposición
del carbonato de calcio, a lo largo de sus conchas espiraladas.
Filo: Mollusca
Clase: Gastropoda
Subclase: Caenogastropoda
Orden: Littotinimorpha
Superfamilia: Vermetoidea
59
Familia: Vermetidae
BIBLIOGRAFIA
Abelson, A. (2006). Artificial reefs vs coral transplantation as restoration tools for
mitigating coral reef deterioration: Benefits, concerns, and proposed guidelines.
Bulletin of Marine Science, 78(1), 151–159.
Ayari, R., Taylor, P. D., Afli, A., & Aissa, P. (2008). A new species of the cheilostome
60
bryozoan Trematooecia Osburn, 1940 from the Mediterranean Sea. Cahiers de
Biologie Marine, 49(3), 261–267.
Boltovskoy, E., Giussani, G., Watanabe, S., & Wright, R. C. (1980). Atlas of Benthic Shelf
Foraminifera of the Southwest Atlantic (R. C. Boltovskoy, E.; Giussani, G.; Watanabe,
S.; Wright (ed.)). Springer Netherlands.
Breves, A., Széchy, M. T. M., Lavrado, H. P., and Junqueira, A. O. 2017. Abundance of the
reef-building Petaloconchus varians (Gastropoda: Vermetidae) on intertidal rocky shores at
Ilha Grande Bay, southeastern Brazil. Anais da Academia Brasileira de Ciências, 89(2):
907-918.
Buchsbaum, R., Buchsbaum, M., Pearse, J., & Pearse, V. (1987). Animals Without
Backbones (3rd ed.). University of Chicago Press.
61
Zoology.
Cartwright, P., Halgedahl, S. L., Hendricks, J. R., Jarrard, R. D., Marques, A. C., Collins,
A. G., & Lieberman, B. S. (2007). Exceptionally Preserved Jellyfishes from the
Middle Cambrian. PLoS ONE, 2(10), e1121.
https://doi.org/10.1371/journal.pone.0001121
Checa, A. G., Salas, C., Rodríguez-Navarro, A. B., Grenier, C., & Lagos, N. A. (2019).
Articulation and growth of skeletal elements in balanid barnacles (Balanidae,
Balanomorpha, Cirripedia). Royal Society Open Science, 6(9), 190458.
https://doi.org/10.1098/rsos.190458.
Colombo, F., Costa, V., Dubois, F., Gianguzza. P., Mazzola, A., and Avizzini, S. 2013.
Trophic structure of vermetid reef community: High trophic diversity at small spatial
scales. J Sea Res 77: 93-99.
Connell, S. D., Foster, M. S., & Airoldi, L. (2014). What are algal turfs? Towards a better
description of turfs. Marine Ecology Progress Series, 495, 299–307.
Cook, P. L., Bock, P. E., Gordon, D. P., Hayward, P. J., Taylor, P. D., & Wood, T. S.
(2018). Australian Bryozoa Volume 2: Taxonomy of Australian Families (P. L. Cook,
P. E. Bock, D. P. Gordon, & H. J. Weaver (eds.); 2nd ed.). CSIRO Publishing.
Côte, M., Pretcht, W., Aronson, R. Gardner, T. (2013). Is Jamaica a good model for
understanding Caribbean coral reef dynamics?. Marine pollution bulletin, 76(1-2), 28-31.
De Leon, A., Bastida-Savala, R., Carrera-Parra, L. F., Garcia, M. E., Peña-Rivera, A.,
Salazar-Vallejo, S. I., & Solís-Weiss, V. (2009). Poliquetos (Annelida: Polychaeta) de
México y América Tropical (V. S.-W. de León-González J.A., J.R. Bastida-Zavala,
L.F. Carrera-Parra, M.E. García-Garza, A. Peña-Rivera, S.I. Salazar-Vallejo (ed.); 1st
ed.). Universidad Autónoma de Nuevo León.
62
Dethier, M. N. (1987). The distribution and reproductive phenology of intertidal fleshy
crustose algae in Washington. Canadian Journal of Botany, 65(9), 1838–1850.
https://doi.org/10.1139/b87-253
Diaz-Pulido, G., & McCook, L. J. (2008). Macroalgae (Seaweeds). In A. Chin (Ed.), State
of the Great Barrier Reef On-line (p. 44). Great Barrier Reef Marine Park Authority.
Díaz, J. M., & Puyana, M. (1994). Moluscos Marinos del Caribe Colombiano: un Catálogo
Ilustrado (Colciencias (ed.); 1st ed.). Fundación Natura.
https://www.researchgate.net/publication/251232046_Moluscos_Marinos_del_Caribe_
Colombiano_un_Catalogo_Ilustrado.
Díaz J.M. En: Daccarett, E. Y., and Bossio, V. M. S. 2011. Colombian seashells from the
Caribbean Sea. L'informatore Piceno. 384 p.
Dick, M. H., Tilbrook, K. J., & Mawatari, S. F. (2006). Diversity and taxonomy of rocky‐
intertidal Bryozoa on the Island of Hawaii, USA. Journal of Natural History, 40(38–
40), 2197–2257. https://doi.org/10.1080/00222930601062771
Duarte, C. M., Agusti, S., Barbier, E., Britten, G. L., Castilla, J. C., Gattuso, J.-P.,
Fulweiler, R. W., Hughes, T. P., Knowlton, N., Lovelock, C. E., Lotze, H. K.,
Predragovic, M., Poloczanska, E., Roberts, C., & Worm, B. (2020). Rebuilding marine
life. Nature, 580(7801), 39–51. https://doi.org/10.1038/s41586-020-2146-7
Elliott, J. M., Logan, A., & Thomas, M. L. (1996). Morphotypes of the foraminiferan
Homotrema rubrum (Lamarck): distribution and relative abundance on reefs in
Bermuda. Bulletin of Marine Science, 58(1), 261–276.
63
Flórez-Romero, P., Montoya-Cadavid, E., Reyes-Forero, J., & Santodomingo, N. (2007).
Briozoos cheilostomados del Caribe colombiano. Bulletin of Marine and Coastal
Research, 36(229–250). https://doi.org/10.25268/bimc.invemar.2007.36.0.208
Géant, É., Mouchel-Vielh, E., Coutanceau, J.-P., Ozouf-Costaz, C., & Deutsch, J. S.
(2006). Are Cirripedia hopeful monsters? Cytogenetic approach and evidence for a
Hox gene cluster in the cirripede crustacean Sacculina carcini. Development Genes
and Evolution, 216(7–8), 443–449. https://doi.org/10.1007/s00427-006-0088-1
Gooday, A. J. (2001). Benthic Foraminifera. In K. Steele, J., Thorpe, S., Turekian (Ed.),
Encyclopedia of Ocean Sciences (pp. 274–286). Academic press.
Gordon, D. P. (2016). Bryozoa of the South China Sea-an overview. Raffles Bulletin of
Zoology, 34, 604–618.
Gordon, D. P., & Mawatari, S. F. (1992). Atlas of Marine-fouling Bryozoa of New Zealand
Ports and Harbours (N. Z. O. Institute (ed.); 1st ed., Vol. 107). New Zealand
Oceanographic Institute.
Gracia, A., Díaz, J. M., & Ardila, N. E. (2005). Quitones (Mollusca: Polyplacophora) del
Mar Caribe Colombiano. Biota Colombiana, 6(1), 117–125.
64
Hayward, P.J., & Ryland, J. S. (1979). British acophoran bryozoans. The Linnean Society
of London and the Estuarine and Brackish-water Sciences Association.
Hayward, Peter. J., & Ryland, J. S. (1985). Cyclostome bryozoans: keys and notes for the
identification of the species (B. Archive (ed.); 1st ed., Vol. 34). The Linnean Society
of London and the Estuarine and Brackish-water Sciences Association.
Hincks, T. (1879). XVII.— On the classification of the British Polyzoa. Annals and
Magazine of Natural History, 3(14), 153–164.
https://doi.org/10.1080/00222937908682494
Hirose, E., Hirose, M., & Neilan, B. A. (2006). Localization of Symbiotic Cyanobacteria in
the Colonial Ascidian Trididemnum miniatum (Didemnidae, Ascidiacea). Zoological
Science, 23(5), 435–442. https://doi.org/10.2108/zsj.23.435
Irisarri, I., Uribe, J. E., Eernisse, D. J., & Zardoya, R. (2020). A mitogenomic phylogeny of
chitons (Mollusca: Polyplacophora). BMC Evolutionary Biology, 20(1), 22.
https://doi.org/10.1186/s12862-019-1573-2
Jameson, S. C., McManus, J. W., & Spalding, M. (1995). State of the reefs : regional and
global perspectives. International Coral Reef Initiative Executive Secretariat
background paper. 32.
65
Kandale, A., Meena, A. K., Rao, M. M., Panda, P., Mangal, A. K., Reddy, G., & Babu, R.
(2010). Marine algae: An introduction, food value and medicinal uses. Journal of
Pharmacy Research, 4(1), 219–221.
Keen, A.M. 1961. A proposed reclassification of the gastropod family Vermetidae. Bulletin
of the British Museum (Natural History), Zoology 7(3): 181-213.
Kott, P. (2005). New and little‐known species of Didemnidae (Ascidiacea, Tunicata) from
Australia (Part 3). Journal of Natural History, 39(26), 2409–2479.
https://doi.org/10.1080/00222930500087077
Langer, M. R. (2008). Foraminifera from the Mediterranean and the Red Sea. In F. D. Por
(Ed.), Aqaba-Eilat, the Improbable Gulf: Environment, Biodiversity and Preservation
(p. 482..). Magnes Press.
Latyshev, N. A., Khardin, A. S., Kasyanov, S. P., & Ivanova, M. B. (2004). A Study On
The Feeding Ecology of Chitons Using Analysis of Gut Contents and Fatty Acid
Markers. Journal Molluscan Studies, 70(3), 225–230.
https://doi.org/10.1093/mollus/70.3.225
Leon, C., Cabildo, M., Claramount, R., & Claramount, T. (2013). Ecologia II:
Comunidades y Ecosistemas. Universidad Nacional de Educación a Distancia.
Littler, D. S., & Littler, M. M. (2000). Caribbean Reef Plants (OffShore Graphics (ed.)).
OffShore Graphics.
66
(ed.); Vol. 2). Geological Society of America/University of Kansas Press.
https://doi.org/10.2307/1484826
Luken, J. O. (1990). Directing Ecological Succession (Springer Science & Business Media
(ed.); 1st ed.). Springer Netherlands.
Marcus, E. (1949). Some Bryozoa from the Brazilian coast. Comunicaciones Zoologicas
Del Museo de Historia Natural de Montevideo., 53(3), 1–33.
Martino, E. Di, Taylor, P. D., Fernando, A. G. S., Kase, T., & Yasuhara, M. (2019). First
bryozoan fauna from the middle Miocene of Central Java, Indonesia. Alcheringa: An
Australasian Journal of Palaeontology, 43(3), 461–478.
https://doi.org/10.1080/03115518.2019.1590639
McKinney, F. K., & Jackson, J. B. C. (1991). Bryozoan Evolution (J. B. C. Jackson (ed.);
2nd ed.). University of Chicago Press.
Nonato, E. F., & Amaral, A. C. Z. (1979). Anelideos poliquetas. Chaves para Familias e
Gêneros.
67
Odum, E. P. (1969). The Strategy of Ecosystem Development. Science, 164(3877), 262–
270. https://doi.org/10.1126/science.164.3877.262
Ortega, M. M., Godínez, J. L., & Solórzano, G. G. (2001). Catálogo de algas bénticas de
las costas mexicanas del Golfo de México y Mar Caribe (F. Chiang (ed.); 1st ed.).
Universidad Nacional Autónoma de México.
Pizarro, V., Rodríguez, S. C., López-Victoria, M., Zapata, F. A., Zea, S., Galindo-Martínez,
C. T., Iglesias-Prieto, R., Pollock, J., & Medina, M. (2017). Unraveling the structure
and composition of Varadero Reef, an improbable and imperiled coral reef in the
Colombian Caribbean. PeerJ, 5, e4119. https://doi.org/10.7717/peerj.4119
Restrepo, J. D., Zapata, P., Díaz, J. M., Garzón-Ferreira, J., & García, C. B. (2006). Fluvial
fluxes into the Caribbean Sea and their impact on coastal ecosystems: The Magdalena
River, Colombia. Global and Planetary Change, 50(1–2), 33–49.
https://doi.org/10.1016/j.gloplacha.2005.09.002
Ritzmann, N. F., Rocha, R. M. da, & Roper, J. J. (2009). Sexual and asexual reproduction
in Didemnum rodriguesi (Ascidiacea, Didemnidae). Iheringia. Série Zoologia, 99(1),
106–110. https://doi.org/10.1590/S0073-47212009000100015
Robles-Zavala, E., & Chang, A. G. (2018). The recreational value of coral reefs in the
Mexican Pacific. Ocean & Coastal Management, 157, 1–8.
https://doi.org/10.1016/j.ocecoaman.2018.02.010
Rocha, R. M. da, Zanata, T. B., & Moreno, T. R. (2012). Keys for the identification of
families and genera of Atlantic shallow water ascidians. Biota Neotropica, 12(1), 269–
303. https://doi.org/10.1590/S1676-06032012000100022
Roth, F., Stuhldreier, I., Sánchez-Noguera, C., Morales-Ramírez, Á., & Wild, C. (2015).
Effects of simulated overfishing on the succession of benthic algae and invertebrates
in an upwelling-influenced coral reef of Pacific Costa Rica. Journal of Experimental
Marine Biology and Ecology, 468, 55–66. https://doi.org/10.1016/j.jembe.2015.03.018
68
Interamericana Editores S.A de C.V. (pp. 302–303).
Ryland, J. S., & Hayward, P. J. (1992). Bryozoa from Heron Island, Great Barrier Reef.2.
Memoirs of the Queensland Museum, 32(1), 223–301.
Sale, P. F. (1977). Maintenance of High Diversity in Coral Reef Fish Communities. The
American Naturalist, 111(978), 337–359. https://doi.org/10.1086/283164
Sigwart, J. D., & Schwabe, E. (2017). Anatomy of the many feeding types in
polyplacophoran molluscs. Invertebrate Zoology, 14(1), 205–216.
https://doi.org/10.15298/invertzool.14.2.16
Spieler, R. E., Gilliam, D. S., & Sherman, R. L. (2001). Artificial substrate and coral reef
restoration: what do we need to know to know what we need. Bulletin of Marine
Science, 69(2), 1013–1030.
Spotorno, P., Tâmega, F. T., and Bemvenuti, C. E. 2012. An overview of the recent
vermetids (Gastropoda: Vermetidae) from Brazil. Strombus, 19:1.
69
Tilbrook, K. J. (2001). Indo-West Pacific species of the genus Stylopoma Levinsen, 1909
(Bryozoa: Cheilostomatida). Zoological Journal of the Linnean Society, 131(1), 1–34.
https://doi.org/10.1006/zjls.2000.0248
Tilbrook, K. J., Hayward, P. J., & Gordon, D. P. (2001). Cheilostomatous Bryozoa from
Vanuatu. Zoological Journal of the Linnean Society, 131(1), 35–109.
https://doi.org/10.1006/zjls.2000.0249
Vaughan, T., & Wells, J. (1943). Revision of the suborders, families, and genera of the
Scleractinia (Geological Society of America (ed.); Vol. 44). Geological Society of
America. https://doi.org/10.1130/SPE44
Veron, J. E. N. (2000). Corals of the world (M. Stafford-Smith (ed.); 1st ed., Vol. 3).
Australian Institute of Marine Science.
Wedler, E. (2017). Hidroides del Mar Caribe con énfasis en la región de Santa Marta,
Colombia. Instituto de investigaciones Marinas y Costeras-INVEMAR.
http://hdl.handle.net/1834/12197
Winston, J. E. (2007). Diversity and distribution of bryozoans in the Pelican Cays, Belize,
Central America. Atoll Research Bulletin, 546, 1–24.
https://doi.org/10.5479/si.00775630.546.1
Winston, J. E., & Woollacott, R. M. (2009). Scientific Results of the Hassler Expedition.
Bryozoa. No. 1. Barbados. Bulletin of the Museum of Comparative Zoology, 159(5),
239–300. https://doi.org/10.3099/0027-4100-159.5.239
70
71