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reservados para todo el mundo:
O 1999: Editorial Ariel, S. A.
Córcega, 270 - 08008 Barcelona Lo que al suceder no es grosero ni elevado
ni gracioso ni triste puede ser cualquiet'a de es-
ISBN: 84-344-8232-0 tas cosas cuando se cuenta, el mundo depende
de sus relatores y también de los que oyen el
B. t999
cuento y lo condicionan a veces.
Irnprcso cn España JevIER M¡RÍas: Mañana en Ia batalla
piensct en tní
|999. Rornanyá/Valls
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Vcrdaguer, I . Capellades (Barcelona)

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dc la cubicrta, puede ser reproducida, alrnacenada o transmitida
en rnonera alguna ni por ningún rnedio, ya sea eléctrico,
químico, rnecánico, óptico, de grabación o de fotocopia,
sin perrniso prcvio del editor.
ÍxotcE
Presentación 9

INrnooucctóN. Los relatos y la vida. 11

PRIn¡eR¡ PARTE

UNA NUEVA APROXIMACIÓN AL RELATO

Capfrulo 1. Las nociones de los clásicos (de la mímc- (.)


sis a la diégesis) I

C¡pÍrulo2. La narratología estructuralista (de la mor-


fología a la semiótica narrativa). 23

CapÍrulo3. Un cambio de perspectiva sobre el relato


(de la gramática del relato a la pragmática de la
narración). 29

Sncu¡.tpa PARTE

LAS UNIDADES DE LA COMPOSICIÓN TEXTUAL

CapÍrur-o 4. De la frase al texto. 39

C¡pÍrulo 5. La secuencia como unidad textual 57

C¡pÍrulo ó. La composición heterogénea del texto 69

C¡pÍrulo 7. Pragmática del relato 83


INDICE

TERcERa PARTE

LOS COMPONENTES DEL RELATO

CrpÍrulo 8. La acción y la transformación. 9-5

C¿pÍrulo 9. El tiempo 113

CapÍrulo El mundo creado 139


PRESENTACION
CnpÍrulo I l. La enunciación narrativa 155

('oNcr.usroNEs. Del texto al discurso Lingüística de los textos narratiyos es el resultado de la


tt.t colaboración de dos autores que han integrado en una obra
Re f'erencias bibliográficas 181
original aspectos de los trabajos que vienen desarrollándo-
se en el Centre de Recherches en linguistique textuelle et
Índice de términos 189 analyse des discours de la Universidad de Lausana (Suiz.zr),
en particular los llevados a cabo por Jean-Michel Adan-r y
por Frangoise Revaz (1996 Y 1997).
Dichas investigaciones se articulan en torno a las pro-
puestas teóricas del propio Jean-Michel Adam, las cuales,
partiendo de los uelementos, que componen los textos
(1990) y pasando por la definición de las (secltencias pro-
totípicas" y de los planos de organización del texto (1992),
se abren actualmente hacia el análisis de los discursos.
Clara-Ubaldina Lorda inició su labor investigadora en
los campos de la didáctica de las lenguas y del análisis
del discurso. Más tarde extendió su reflexión al ámbito de
la lingüística del texto, imprescindible desde la perspecti-
va de la formación de los traductores. Una beca posdoc-
toral del CSIC le permitió realizar una estancia de un ¿rño
en el mencionado Centro de Investigaciones de Lalts¿in¿t,
que incluyó entonces textos en español como obieto dc
estudio.r

1. Jean-Michel Adam y Frangoise Revaz han publicado en España:


u(Proto)Tipos: La estmctura de la composición en los textos), en Terttls
n." 10, Barcelona, Graó, 199ó (págs.9-22) y J.-M. Adam ha publicado tam-
bién uLos textos: heterogeneidad y complejidado, en Dicláctica tle la lertgtn
t, la literatura pora una sociedad plurilingiie tlel siglo XlJ, Bat'celona, publi-
caciones dc la UB, 1997 (págs. 3-12). En estos artículos sc presentan los
primeros análisis de los textos 4,5,7 y 8, aquí estudiados'
5ó LINGÜÍSTICA DE LOS TE,XTOS NARRATIVOS

El nivel superior a la frase es el de la Gramática del Tex-


to (T6-T8), un ámbito que empieza a ser explorado en es-
pañol y del que existe una excelente introducción de Ma-
nuel Casado (1995). En nuestra presentación hemos indi-
cado algunos de los mecanismos de enlace que garantizan
la continuidad y la progresión en los textos estudiados.

CapÍruro 5

LA SECUEI{CIA COMO UNIIDAD TEXTUAL

Las unidades que acabamos de presentar experimentan


caracterizaciones textuales de otro tipo, pues adquieren di-
ferentes valores dentro de lo que denominaremos sECUENCTA.
Se combinan entre sí para formar pRoposrcroNEsre NARRATT-
VAS, DESCRIPTIVAS, ARGUMENTATIVAS, E.XPLICATIVAS Y DIALOGALES.
E,n el caso del relato, la secuencia prototípica está for-
mada por cinco proposiciones narrativas (Pn) que corres-
ponden a oraciones simples, compuestas o a grupos de va-
rias oraciones, de manera que pueden reconocer-se en ellas
los componentes siguientes:

Cuadro 3. Esquema de la secuencia narrativa de base

Situación Situación
inicial final
Pnl Pn5
Nudo <- Desenlace
Pn2 --------> Pn4

Acción
Evaluación
Pn3

19. Optamos por el término proposicirin, dada su tradición en na¡'a-


tología (Dicciornrio,1995) y por su uso en lógica. De estc rnodo las unida-
des secuenciales quedan dif'erenciadas de las unidades semántico-sintácti-
cas I' r'Ítnricas (crrac'iones).
58 LINGUÍSTICA DE LOS TEXTOS NARRATIVOS LA SECUENcIA coMo UNIDAD TEXTUAL 59

5.1. "El cautivoo como relato ejemplar Se produce entonces el Nuno. Esta parte de la secuen-
cia determina todo el desarrollo de la acción v fue definida
Volvamos de nuevo al texto de Borges "EI cautivo>. Las así por los formalistas rusos:
oraciones sucesivas que componen el primer párrafo (que
ya hemos analizado) pueden agruparse de modo que dibu- Para poner la trama20 en movimiento se introducen mo-
jen una estructura narrativa canónica. Si la organización tivos dinámicos que destruyen el equilibrio de la situación
semántico-sintáctica determina ciertas características rít- inicial. El conjunto de los motivos que rompen la inmovili-
micas, como señala U. Eco, en narrativa se crean movi- dad de la situación inicial y que desencadenan la acción se
mientos discursivos de mayor amplitud "mediante macro- llama nudo. Habitualmente el nudo determina toda la evo-
proposiciones más extensas, mediante la escansión de los lución de la trama y la intriga se reduce a las variaciones de
los motivos principales que han sido introducidos por el
acontecimientos, (Postille e "Il non'rc della rosA>>, trad. esp., nudo. Estas variaciones se llaman peripecias (el paso de una
1986, pág. a8). Analicemos la escansión de acontecimientos situación a otra) (Boris Tomashevski, 1970, trad. esp. 1987,
s¡ uEl cautivor: páe.207).

Aparece en primer lugar una proposición que sirve de El nudo que crea la intriga (Pn2), desencadenante del
introducción y que corresponde a lo que se denomina, a relato, queda introducido por un organizador temporal
partir de los trabaios sobre la narración oral (cf. capítulo
3), una ENITRA¡¡-PREFACIo o proposición PnO. La entrada- (O 3') al cabo de los años, (O 3") un soldado que venía
prefacio y la EvIIUACIóN FINAL PnQ abren y cierran el rela- de tierra adentro les habló de un indio de ojos celestes que
to, están situadas en sus fronteras y constituyen (unto con bien podía ser su hijo. (O 4) Dieron al tin cón él [.. ] y cie-
las proposiciones evaluativas encajadas) elementos de tran- yeron reconocerlo.
sición entre la interacción verbal y el relato (o diégesis).
El paréntesis, como hemos sugerido más arriba, no es
Pn0: (O 1) En Junín o en Tapalqué refierer¡ la historia. una nueva proposición sino un comentario de la voz na-
rrativa que da la impresión de distanciarse de lo contado al
El primer componente del esquema de base de la se-
insistir en que este suceso-crónica de la conquista del Oes-
cuencia narrativa es la llamada Stru¡CtÓN INICIAL. En ella se te es transmitido con toda fidelidad. Siguiendo a W. Labov
plantean las circunstancias espacio-temporales, es[o es, un y a J.Waletzky, consideramos que este tipo de proposición
lugar y un tiempo (que pueden ser algo vagos), los agentes es evaluativa, exterior a la historia aunque no al acto de n¿i-
(personajes) y los acontecimientos. Esta situación se pre- rración. Como hemos indicado más arriba, situamos l¿rs
senta como estable. oraciones evaluativas encajadas en el mismo nivel pragnrnr-
Por ejemplo, en uEl cautivo, nada se dice del lugar, el tico de la interacción que PnO y PnQ.
momento tomado como referencia temporal es aproxima-
do (después de un malón, cf. cuadro 23), per-o las cir- (O 4') (la crónica ha perdido las circunstancias y no
cunstancias del actor principal quedan claramente enun- quiero inventar lo que no sé)
ciadas en estas tres oraciones que definen la situación ini-
cial (Pnl) de este relato:
(O 2) Un chico desapareció después de un marlón; (O 2')
20. El traductor ha optado por tratna para designar. lo que los fbr-
malistas r-Llsos denominalon lábula, por lcl que pensamos que éste es el ti:r-
se dijo quc lo habían robado los indios (O 3) Sus padrcs l<r r-trino quc convendría :rc¡uí. Rccordcmos qLre tronra es sinónimo de intri-ea
buscaron inútilmente; (cf. nota 7).
ó0 LINGÜÍSTICA DE LOS TEXTOS NARRATIVOS LA SECUENCIA COMO UNIDAD TEXTUAL 6l
El núcleo central del relato es la Rr,-acctóx-Pn3 susci- Cierra el texto una EvRLUACTóN FrNAL-Pnf), a modo de
tada por el desencadenante: corolario, contenida enteramente en el período largo que
hemos presentado más arriba. En este período la voz na-
(O 5) El hombre, (O 5") trabajado por el desierto y por rrativa enuncia Ia moraleja del relato, en la que manifiesta
la vida bárbara, (O 5") ya no sabía oír las palabras de la len-
explícitamente su orientación, sobre la que volveremos en
gua natal, (O 5") pero se dejó conduciq (O 5") indiferente
y dócil, (O 5") hasta la casa. (O ó) Ahí se detuvo, (O 6") el capítulo 7:
talvez porque los otros se detuvieron. (O 7) Miró la puefia,
(O 7"\ como sin entenderla. (O 12) Yo querría saber qué sintió en aquel instante de
vér1igo en que el pasado y el presente se confundieron; (O
La acción principal desemboca en una resolución, que l2') yo querría saber si el hijo perdido renació y murió en
constituye el D¡,sENLAcE-Pn4. Los momentos nudo-desenla-
ce constituyen los dos elementos principales de la creación
:Hl ffr:il"ffi ;tlT:-:, iü.'"jrTi: J 3"ii" 1'$:T
de la intriga:
La secuencia narrativa propiamente dicha, por lo tanto,
(O 8) De pronto bajó la cabeza, (O 8") gritó, (O 8") está compuesta por las proposiciones Pnl + Pn2 + Pn3 +
atravesó corriendo el zaguán y los dos largos patios y se me- Pn4 + Pn5. Reducida a su estructura mínima, corresponde
tió en la cocina. (O 9) Sin vacilar, (O 9") hundió el brazo en a las tres partes denominadas tradicionalmente Pr-RNr¡a-
la ennegrecida campana y sacó el cuchillito de mango de MIENTo (Pnl), Nuoo (Pn2+Pn3) y Dnsr,¡llacn (Pn4+Pn5).
asta que había escondido ahí, (0 9") cuando chico. Se trata de una estructura ternaria (cf. capítulo 8).

El conjunto de acontecimientos conduce a una nueva Cuadro 4. Estructura de la composición en el texto


situación. Ésta supone una transformación de la situación "El cautivo"
inicial, y de dicha transformación resulta una StruACIóN FI-
NaI--Pn5: PnO Entrada-prefacio (l) PnO Evaluación final (12)
(O l0) Los ojos le brillaron de alegría y los padres llo- I
/
raron porque habían encontrado al hijo. [sEcuEruclA NARRATTva, Reraro 2]

Pero entonces se inicia una nueva secuencia narrativa Pnl' Situación inicial lla h15'Situación final 1l"c
breve que viene a modificar el final del primer relato. Se
trata de un pequeño relato condensado cuyas proposicio- \ I
nes están subrayadas por organizadores temporales y el co- Pn2' Nu do 1l"b Pn4' Desenlace ll"c
nector pero:
Situación inicial-Pn 1': [sncuENcrA NARRATTva, Rrrero l]
O lla Acaso a este recuerdo siguieron otros, Pnl Situación inicial (2)-(3)->Pns Situación final (11)
Nudo-Pn2:
\/
o ll"b pero el indio no podía vivir entre paredes Pn2 Nudo (3')-(a) <----->Pn4 Desenlace (8)-(10)
Desenlace-Pt:.3'-4'
o 1l"c y un día fue a buscar su desierto.
\ ar
Pn3 Acción (s)-(7)
62 LINGÜÍSTICA DE LOS TEXTOS NARRATIVOS LA SECUENCIA COMO UNIDAD TEXTUAL 63

98r, pertenece no sólo a un cÉNERo poÉTICo sino también al


Elemento <5> para una definición del rrxro DISCURSO LITERARIO.
Desde el punto de vista secuencial, este poema presen-
La unidad textual que designamos como sEcuENcrA se presenta,
por una parte, como una red de relaciones jerárquicas
ta una ESTRUCTURA ftARRATrvR, subrayada por la articulación
descomponerse en partes (onncrorues) unidas entre ellas-puede
sintáctica. La situación inicial, primera proposición narra-
(enoeo-
srcrorues) y unidas al todo que constituyen (secueructA)- y, por
tiva, síntesis de las cuatro primeras oraciones semántico-
otra parte, como una entidad relativamente autónoma. Está dota- sintácticas en un conjunto coherente, corresponde a la pri-
da de organización interna propia y mantiene una relación de de- mera oración tipográfica (O 1) y reagrupa los cuatro pri-
pendencia / independencia con el conjunto más amplio del que meros versos. Describe un nrundo lleno, uamueblador,
forma parte: el TEXTO. como diría U. Eco (cf. capítulo 10).
La oración (2a) (cf. pág. 50) introduce un aconteci-
miento particular que viene a turbar ese mundo lleno y es-
table. La aparición inesperada del personaje del caballero,
5.2. Un poema narrativo de Antonio Machado rnisterioso y altamente simbólico, subrayada por el paso
del presente al pretérito perfecto, constituye un nudo po-
A diferencia del texto de Borges, el pequeño poema de tencial de intriga (segunda proposición narrativa).
Antonio Machado ya transcrito más arriba presenta un gra- La oración (2'b), foase incisa subrayada por el par de
do más bajo de narratividad. guiones mayores, es muy interesante desde el punto de vis-
ta narrativo: se pregunta por la motivación del actor intro-
La plaza tiene una torre, ducido por la oración (2'b). Esta interrogación sobre el ac-
la torre tiene un balcón, tuar humano aparece en pleno movimiento narrativo. Co-
el balcón tiene una dama, rresponde a la proposición narrativa evaluación, que viene
la dama una blanca flor.
Ha pasado un caballero
a sustituir el núcleo de la acción en numerosos relatos. EI
sabe por qué pasó!-, misterio profundo que envuelve el paso del caballero con-
-¡quién
y se ha llevado la plaza, fiere al texto un carácter enigmático.
con su torre y su balcón, El enigma no se aclara con la oración (2d) que presen-
con su balcón y su dama, ta lo que puede considerarse el desenlace de la intriga, aun-
su dama y su blanca flor. que sólo responda muy parcialmente a la incertidumbre
que se manifiesta en el inciso:
El texto esta macrosegmentado en diez versos. Apare-
cen repeticiones sistemáticas, tanto al inicio de los versos
como en posición final de los lexemas plaza (x2), torre
(x3), balcón (x4), d,arna (x4) y blanca flor (x2), del propio
verbo tener (x3) en los tres primeros versos y, de modo si-
métrico, al final del texto, de los articuladores y su (x3) y
con su (x2). Todos estos elementos ponen de manifiesto
que se trata de un género discursivo que se ajusta a princi-
pios poéticos de repetición y paralelismo y recuerda for-
mas poéticas populares e infantiles. Como está tinnado por
Antonio Machado, conocido escritor de la (generación del
64 LINGÜÍSTICA DE LOS TEXTOS NARRATIVOS t,A SECUENCIA COMO UNIDAD TEXTUAL ó5

Cuadro 5. Estructura de la composición en el texto 5 Cuadro 6. Las segmentaciones del poema

PnO Entrttda-prefacio (O) Pnt) Evaluación final @)


. Segntetúación
nútrica:
versos Ia4 verso -5 verso ó versos 7 a l0 g

. Unidades oración Ol oración O2 oración oración 02 6


setnántico- [O2'incisa] (continuación)
gra.nraticales:
[sEcuENcrA NARRATTvA]
. Proposiciones Situación Nudo Evaluación Desenlace Situación final
nanratitas: inicial implícita
Pnl Si¡¿ración inicial (v l-4; Ol)<->PnS Situación final (@)
Isrcur'Ncrr
orscnrnrvll

Pn2 Nudo (v 5; 02 )<->Pn4 Desenlace (v 7-lO; o2) MUNDo IuL Tsasado ;quión safu sc ha llet¡arkt MUNDo
LLENo un calnllcnt ¡xr qué pasóJ \Acto

\
Pn3 Evaluación (v 6; O2') La muy elemental narratividad de este pequeño poema
contrasta con la narratividad plena del texto de Borges. En
Podemos constatar que la situación final no se explicita este último se pone el acento en el sentido de las acciones
y que, de este modo, la estructura canónica quinaria del re- relatadas, mientras que la narración de Machado parece
lato no queda actualizada completamente. Este tipo co- vaciarse de contenido. Las razones del actuar, los motivos
rriente de elipsis resulta posible porque la situación final y los fines del ser simbólico introducido en el verso .5, el
puede deducirse sin dificultades de lo que precede. Al final, caballero, son silenciados. E,sta diferencia manifiesta cl
tras el paso del caballero, que se lo ha llevado todo, no que- clima ideológico de la llamada ngeneración del 98" f aclt'-
da nada. El mundo "|ls¡eo del principio está ahora vacío más, en unos pocos versos, se anticipa un aspecto f-uncla-
por entero y, por lo tanto, no hay ya absolutamente nada mental de la modernidad narrativa. El sentido misnro clc l¿r
qr-re describir. Subsiste el enigma de las razones del actuar acción se ha desmoronado, el mundo se ha hecho opaco -y
del caballero y su significación simbólica: ¿se trata del de la máquina de explicar y prescribir que constituye el re-
tiempo que se lo lleva todo al pasar?, ¿es la pasión entre lato sólo queda una concha formal vacía. Poder únicamen-
hombre y mujer la que puede aniquilarlo todo? Este relato te describir las acciones y los acontecimientos sin explicar-
singular sólo presenta el advenimiento de hechos brutos, los es en puridad renunciar a conferir un sentido al mun-
acontecimientos que constituyen el nudo y el desenlace de do y al lugar que ocupa en él el suieto.
la intriga, que no se resuelve, por lo que la interpretación Sin embargo, describir y relatar acciones sin tratar de
queda abierta. crear una intriga, rechazar el relato, es tomar una posición
Además de presentarse como una estructura narrativa poética que es también expresión de una visión del mundo.
incompleLa en la que domina la n¡,scnrpcróN-RELACTóN DE E,n estas consideraciones radica, en nuestra opinión, el in-
ACCIoNES (cf. capítulo 8), este poema de Antonio Machado terés de las distinciones técnicas que nos parece útil esta-
contiene también una secuencia descriptiva que estudia- blecer. Al construir la intriga se organiza esa (escansión de
mos más abajo (cf. capítulo 10). acontecimientos>) a que se refería Umberto Eco, de acuer-
do con un dispositivo elemental qr-re comporta, además,
posibilidades combinaLor-ias de las sectrencias en textos:
coordinación lineal, presentación paralela o alternada, ),
encaie-inserción de una en otras (cf'. 6.4 y cuadro 16).
66 LINGÜÍSTICA DE LOS TEXTOS NARRATIVOS LA SECUENCIA COMO UNIDAD TEXTUAL 67

5.3. La intriga y la tensión narrativa


Elemento <1> para una definición del ne uro
En los dos textos que acabamos de presentar la situa-
ción inicial queda perturbada por el advenimiento de un Para que haya relato una o varias proposiciones se han de po-
acontecimiento inesperado que perturba el equilibrio. der interpretar como ¡'luoo-Pn 2 y como DESENLACc Pn 4.
En nEl cautivoo los padres viven sin su hijo durante
años pero la llegada de un soldado que les habla de un in- La noción de INTRTcA ha sido puesta, en ocasiones, en
dio de ojos celestes desencadena la acción que culminará relación con la nociór-r de rr,xsróN. Sin embargo, la tensión
con el desenlace (provisional) .,Los ojos le brillaron de es una noción puramente semántica que no debe confun-
alegría y los padres lloraron porque habían encontrado dirse con el nudo que desencadena la intriga:
al hijo'. La situación final, porlo tanto, no aparece en este
relato. Lógicamente esa situación debería confirmar un fi- La tensión dramática va creciendo a medida que se
nal feliz: los padres recuperarían al hijo y una nueva vida, acerca el vuelco de la situación. Generalmente la tensión se
un nuevo equilibrio, esta vez con la familia al completo, se logra mediante la pr-eparación de ese vuelco (B. Tomashevs-
instalaría. Esta situación no se produce porque, tras el de- ki, trad. esp. 1987 , pág. 207).
senlace, el nuevo relato que ocupa el segundo párrafo anu-
la esa posible situación feliz. La tensión puede ocupar diferentes posiciones en el es-
En el pequeño poema de Machado el mundo creado quema narrativo, que los textos 4 y 5 ilustran perfecta-
(esa plaza ullena,) queda totalmente perturbado por el mente:
paso del caballero que, llevándoselo todo, lo hace desapa-
recer. La situación final tampoco aparece aquí pero puede . la situación inicial es una situación de equilibrio y no
ser perfectamente l'econstruida por el lector-oyente, ya que existe tensión hasta que se desencadena la intriga; es
está implícita en el desenlace: el mundo creado ha desapa- el caso del poema de A. Machado, en que el mundo
recido y nada queda de é1. lleno y estable queda turbado porque "ha pasado un
Ambos relatos contienen una secuencia narrativa por caballeror;
cuanto en los dos se crea una intriga mediante el nudo que o la situación inicial es problemática de entrada; lo he-
desencadena la acción. Pero los componentes del esquema mos visto en el texto de Borges, en que el prolongado
canónico de la secuencia narrativa se actualizan en grados equilibrio, que rompe la llegada del soldado, está
diversos. Si el desenlace queda claramente expresado, la si- marcado por la anormalidad de la desaparición del
tuación final puede no explicitarse; a la inversa, aunque ex- hijo.
cepcionalmente, puede obviarse el desenlace, con tal de
que la situación final quede claramente definida. En cam- Estas dos primeras formas de estructuración del relato
bio el nudo, desencadenante de la acción, es obligatorio se completan mediante los diferentes resultados de la
para que se cree una intriga y haya t'elato propiamente di- transformación narrativa, que permiten establecer dos es-
cho (a diferencia de otras secuencias intermedias entre el tructuras de base en la creación de la intriga:
relalo y 1:r descripción que estudiar-emos en la tercera par-
te, capítulo 8). . o bien la transformación suprime la tensión y la si-
tuación final puede considerarse no problemática (se-
ría el caso de uEl cautivou si el relato terminara con
el primer párrafo);
ó8 LINGUISTICA DE LOS TEXTOS NARRATIVOS

. o bien la transformación no suprime la tensión y la


situación final es problemática (como puede afirmar-
se del aniquilamiento con que concluye nuestro pe-
queño poema).

Cuadro 7. Tipo 1 de estructura dramática del relato

SITUACIÓN TRANSFORMACIÓN SITUACIÓN


INICIAL FINAL
CapÍrulo 6
problemática . Desaparición :+ no problemática
TENSIÓN de la tensión LA COMPOSICIÓN HETEROGÉNEA
r Mantenimiento problemática
de la tensión
= TENSIÓN DEL TEXTO

Estudiar los textos sin olvidar su complejidad y su he-


Cuadro 8. Tipo 2 de estructura dramática del relato
terogeneidad nos parece posible si los consideramos como
SITUACIÓN TRANSFORMA- SITUACIÓN
estructuras secuenciales. Los textos 4 y 5 nos han permi-
INICIAL CIÓN FINAL tido describir la organización de la secuencia narrativa,
pero hemos visto que ninguno de estos dos ejemplos con-
NUDO DESENLACE siste en una sola secuencia. uEl cautivon está compuesto
por dos secuencias narrativas y el poema contiene u-na pe-
noproble- TENSIÓN . Supresión de + no proble- queña secuencia descriptiva. Esto es lo que sucede en la in-
mática introducida la tensión mática mensa mayoría de los textos, por lo que podemos añadir
. Mantenimiento problemática otro elemento para su definición.
de la tensión
= TENSIÓN

Elemento <6> para una definición del rrxro


Elemento <2> para una definición del nruro Como estructura secuencial, un texto (T) contiene un número n
de secuencias completas o elípticas.
La rerusróN DRAMÁTIcA, noc¡ón puramente semántica, no ocupa un
lugar definido en la secuencia narrativa. No debe confundirse con
el Nuoo, fase fundamental en la creación de la intriga. Además del prototipo de la secuencia narrativa, consi-
deramos que existen cuatro modos más de organización se-
cuencial (onsczuruvo, ARcuMENTATIVo, EXnLICATIVo y DIALo-
car) que han sido definidos por J.-M. Adam (199D.2' En un

21. J.-M. Adam ha publicado también en español: ,,Hacia una defini-


ción de la secuencia argumentativa> en Aprendi¿aie n." 25 (Conrunicaciót.t,
Le.nguaje y Educación), 1995 (págs. 9-22).
f

CapÍrulo 11

LA EI{UI{CIACIÓN NiARRATIVA

El acto de narrar es una forma particular y compleja de


enunciación. Preguntémonos, ¿quién cuenta y cómo lo
hace en un relato? En 183ó, casi un siglo y medio antes de
que la narratología contemporánea se centrara en este pro-
blema, Balzac lo planteaba en el prefacio de El lírío en el
valle:

El yo no carecc dc peligros para el autor. Si la mas¿r dc


lectores ha crccido, la suma de la inteligencia pírblica no ha
¿iumcntaclo proporcionalementc [...] Muchas personas caen
todavía hoy cn el ridículo de hacer a un escritor c<inrplice de
l<>s scntinrientos qtre atribu)'c a sLrs persona.ics; y', si sc sirve
dcl -vo, c¿rsi todos se sienten tentados ¿r confundirlo con c'l
narrador.

Frente a la confusión de los lectores, Balz.ac distingue


claranrente tres fuentes de enunciación distinta en los re-
latos: los personaies-actores, el narrador y el autor. Pero
esa misma confusión se produce también en nuestos días,
y no sólo entre profanos, si consideramos como acto de
lenguaje verdadero (a pesar de tratarse de una novela) el
reproche que el narrador-autor de Negra espalda del tient-
po (cf . 7.2) dirige a sus estudiantes, que se habían intere-
sado por (su hijou (esto es, el hiio del narrador de Tbdas
las alnrus):
I
156 LINGÜÍSTICA DE LOS TEXTOS NARRATIVOS LA ENUNCIACION NARRATIVA 157

Texto 37: El autor v el narrador La vida ha querido que me haya visto en circunstancias
y situaciones delicadas. Entonces he tratado de reconvertir-
Por fin dije la verdad a la vez que reanudaba el paso: las del modo más divertido posible [...]. (Entrevista con Ma-
ese no soy yo, es el narrador de la novela, yo no es- deleine Chapsaf Cahiers Céline 2, París, Gallimard (NRF),
-Pero
toy casado ni tengo ningún hijo, al menos que yo sepa. Y 1957 -197 6, pág. 20.)
creo saberlo.
estuviste en Oxford una de ellas. Sin embargo, cuando se le pregunta por ciertos frag-
-Pero
Una sola coincidencia -objetó
segura (la solapa del libro influía mentos de sus novelas, en que se describe la degradación
en el libro) bastaba para atribuirne el resto, pensé, y aque- de algunos personajes, subraya el autor:
llo me pareció una reacción lectora demasiado elemental
para tratarse de licenciados, la mayoría filólogos de diversas Yo soy un médico de barrio muy meticuloso y muy tran-
lenguas. quilo. Hay que ser lo opuesto de lo que uno escribe. Ésa es
Ia sorpresa (op. cit., pág. 35).
hr¡rrR MaBÍ¡s, Negra espalda del tiempo,
Madrid, Alfaguara, 1998, págs. 34-35. La especificidad y la complejidad de la voz narrativa
n¿lce precisamente de la relación entre lo vivido y lo crea-
Quien relata en las obras de ficción es un vo distinto del do, de la ordenación poética o pragmática del narrador.
autor del relato, pero este fenómeno se produce también de También Maruia Torres, en Llna entrevista qlle se le realizó
alguna forma en cualquier conducta narrativa: ante la publicación de su primera novela, un calor tan cer-
cuno, tras años de eiercicio del periodismo, cuantificaba en
Si hablase (o escribiese) de un acontecimiento que me un ochenta por ciento 1o in.,,enlado y precisaba:
hubiera sucedido a mí mismo, ahora mismo, me encontra-
ría, cottto narrador (o escritor) de ese acontecimiento, fuera Quiero que qucde rnuy claro qtrc ésta es una obra dc
ya del tiempo-espacio en que sc acababa dicho aconteci- creaci(rn, aunque, como diccn Cela, Greene, Le Carré, He_
miento. Identificar de manera absoluta a uno mismo, al mingu,ary v t¿rntcls otros maestros, s<ilo sc debc e.scribir. .so-
propio (yo)) acerca del que estoy hablando, cs tan imposible bre lo que se conoce, desde un punto de vista propio. y yo
como levantarse a uno mismo por el pelo (Mijaíl Baitín, Teo- añadiría quc l'abulando, inventando, cn definitiva creanclo.
ría y estética de la novela, trad. esp. 1991, pág. 1O7). sobre lo que se conocc (EL País, 19-1-1997).

Hay pues, en toda narr-ación, una tr.ansposición de los


I 1 .1 . La voz narrativa acontecimientos de la realidad que, en grados diversos, ins-
piran lo relatado. Y existe también, en ocasiones, un uso
Que el narrador y los personajes sean entes claramen- consciente de la apariencia autobiográfica para autentificar
te diferenciados del autor no significa que no lleven en el mundo de l'icción creado. E,stas estrategias se relacionan
ellos "huellas, o tomen npréstamoso, como dice Javier estrechamente con las característ.icas particulares de la co-
Marías, de su autor. Los escritores se refieren en ocasiones municación narrativa. La transformación de las acciones y
a Ia naturaleza de la relación entre sus propias vidas y las acontecimientos se realiza mediante la palabra y no debe
vidas que crean en la ficción. Céline, por ejemplo, afirrna- olvidarse que, en esa tarea, el narrador toma en cuenta un
ba que su obra novelesca está enteramente basada en oyente/lector que podemos llamar; siguiendo a U. Eco, Mo-
sus experiencias, aunque sometidas a una reordenación DALrzADo. El lncroR MoDALTzADo sólo es trna imagen que el
poética: productor del relato invenL¿r para ajustar sus palabr-as,
como ocurre, por lo demás, en otras modalidades de la
f

158 LINGÜÍSTICA DE LOS TEXTOS NARRATIVOS LA ENUNCIACION NARRATIVA 159

enunciación. Como preconizaba la retórica antigua, para E,n la 7.ona exterior del acto de narración se encuentran
hablar es preciso antes representarse al auditorio y adaptar cl autor y el lecto¡ desdoblados: los seres reales se repre-
el discurso al interlocutor real o imaginario. sentan separados del proceso enunciativo por un trazo más
Toda interacción verbal supone, por lo tanto, un desdo- grueso, y son los que, respectivamente, producen y leen el
blamiento. El enunciador que construye su discurso es di- texto; los seres modelizados (o imaginados) se hallan en
rigido por un sujeto que obserrya o calcula las reacciones de el interior del proceso enunciativo. Y en el espacio n-rás in-
su interlocutor para organizar sus estrategias discursivas, y terior, producido por la escritura, el texto en que se realiza
ambos sujetos se van alternando.3o En el caso de la enun- el universo diegético, se representan los seres de discur-
ciación narrativa escrita, este desdoblamiento se produce so, el narrador; los personajes-actores y el narratario.
entre el lector imaginario (nnonerrznlo) y el r-EcroR sER DEL Los universos diegéticos creados pueden ser asumidos
MUNDo (el que realmente lee el relato en un sillón, en su por narradores diversos, según el nivel de inserción en el
cama o en la biblioteca). Del mismo nod<¡ los que leen, a relato y según la persona gramatical por la que se opte. Re-
través de los relatos se hacen una idea de su productor (au- presentaremos en el cuadro 32 las diferentes posiciones
ToR MoDEI-IZADo), más o menos alejada del auroR sER DEL del narrador; de acuerdo con estos parámetros:
MUNDO.
A este desdoblamiento hay que añadir la creación, en el
texto, de unos entes de discurso (el NARRADoB, el NARRATARTo
implícito y los ACToRES-eERSoNAJes) que pueden tener y tie-
nen sin duda elementos de los dos seres del mundo que in-
ter-vienen en el acto de enunciación narratir¡a. Este cont-
plejo tuncionamiento puede ser representado del modo si-
suiente:

Cuadro 31. La comunicación narrativa


AUTOR acto de E I-ECTOR
S
REAL prodrrcciírn MODALIZADO
C
DIEGESIS
(en el R limeocn)
I
mundo)
P

T
Narrador -r Narratario

LECTOR
acto de
MODALIZADO
lectura
limro,-rr) (cn el mrrndo)

30. Así explic:,r cl funcionarniento dc la comunicación r,erbal PzLtrick


Charaudeau (1984 v 1 e89).
Y

160 LINGUISTICA DE LOS TEXTOS NARRATIVOS LA ENIUNCIACIÓN NARRATIVA 161

Cuadro 32. Repertorio de las posiciones posibles G. Genette (1972) distingue, por una parte, los niveles
del narrador de inserción del relalo, y, por otra parte, la relación de
identidad o no entre las figuras del narrador y de los acto-
Relación de Heterodiegético Homodiegético Autodiegético res en ia diégesis por él construida.
\ pelsonas Testigo- Protagonista
\ El narrador printero (A) de un relato englobanLe
Niveles.d\
participante -voz
¿rnónima o provista de aigún tipo de identidad- es EXrRA-
tnscrclon DIEGÉTICo, como es el caso del narrador de Don Quijote de
narratlva \ \
la Mancha y también el narrador de la novela de Manuel
Narración o persona
Rivas, recientemente traducida del gallego, El lápiz del car-
3.u persona I
1." persona
englobante
I
pintero. E,l narrador (B), a quien se cede la palabra en un
relato encajado es INTRADTEGÉTrco, como el de la novela E/
curioso impertinente (intercalada en Don Quiiote). El visir,
A3 AI A'
Nan-ador de Dott Juan (Cora?.ón tatt Bardamu (Viaje al padre de Sahrazad, que cuenta la historia del asno, el buey
-y el labrador, es un actor del relato-marco en Las mil y una
Qtrijote de Ia Mancha blattco) fur de la trcc|rc)
(Nivel A)
Nan-ador de El kipi:. Alfonso rc¡n !\brrlen
noclrcs. Pero tiene una relación HETERoDTEGÉTICA (esto es,
del carpirttero (EI rrwtuscrito <cuenta en tercera person¿r) con la diégesis que propone a
ltallado err Zaragoza)
su hija para tratar de convencerla de que no se case con el
Jutn (Cora:.órt tart sultán. La misma relación heterodiegética se establece en
blatrco)
el reiatar de Sahrazad noche tras noche.
En la novela ya citada, El lápiz del carpfutero, Herbal
[iene una re]ación HoMoDTEGÉTrcA con los acontecimientos
Extradiegético A2 Álrar-o rs",¡o, ¿i),1,"11)?ii0",.,"' (Gutinde:)
que cuenta a María da VisitaEao, la historia de Carlos Sou-
Vous (/-a lllodilicatiott ) sa \¡ Marisa Mallo, de la que es testigo. Pero es TNTRADTEGE-
TICo, ya que su relato está encajado en el relato englobante
de un narrador anónimo. Sindbad el Marino, en el cuento
independiente de Las ntil y utLa noc/zes, es AUToDTEGÉTlco,
Narracicin 2." persona puesto que es también actor de Io que relata.
encajada 82 Jesúrs Gal índe-z ( Calú r dc :) Bardamu, en Viaje al final cle la noclrc, es un narrador
extradiegético y autodiegético. En EI fttanuscrito hallado en
Zaragoz.a, un primer narrador (extradiegético y autodiegéti-
(Nivel B) 3." persona l.' persona 1." persona
co), Al{'onso von Worden, explica sr-r propia historia, pet'o
luego da paso a la voz de otros actores que intervienen en
ella y cuentan además la suya, como las hermanas Emina
B] BI B. y Zibedea (relación intradiegética y autodiegética). En Co-
Narrador de E/ Herbal Emina y Zibedea razón tan blanco, Juan tiene una relación extradiegética
ct rioso ir t t¡te rti tt er Ie (El lápi: dcl (EI rrnrtttscrito
con lo que relata, heterodiegética respecto a la historia de
t

Intradiegérico car¡titrtero ) lrullado ert Zaragozu)


El visir ¡, Sahrazad sus padres y autodiegética en lo que se refiere a la suya
(Itts t¡til t, tuta Ranz (Cora:.órt tart
ttoches) bLattco)
pr:opia. Cuando su padre, Ranz, desvela el desenlace de su
historia amorosa, se halla en posición intradiegética y au-
Súúbad el lllariuo
todiegética. Pero cabe señalar que Ia autodiégesis es siem-
t62 LINGUISTICA DE LOS TEXTOS NARRATIVOS LA ENUNCIACION NIARRATIVA 163
pre relativa, pues aun contando la propia historia, cuando Pero eriste otra modalidad de injerencia, más sutil, no
hay un aleiamiento temporal se produce inevitablemente ya del autor sino del narrador, a la que ya nos hemos re-
un desdoblamiento: como señala M. Bajtín (cf. pág. 15ó), el l'erido (cf. 9.1.5): la aparición de organizadores tempoi-a-
que relata, en parte, ya no es el que vivió los aconteci- ies discordantes que indican la superposición del tientpo
mientos. Así se pone de manifiesto en Viaje al fin de la no- del relato y dei tiempo de la historia. El ahora en un con-
che, en que el Bardamu narrador comenta los hechos de su texto pasado es indicio del momento de la enunciación na-
propia vida subrayando los errores de percepción o de rrativa, actualizada en el momento de la lectura. También
comportamiento del nyo, del pasado. las formas aisladas del presente (como en el texto 11)
Un caso aparte es el de la narración en segunda perso- constituyen, indirectamente, un modo de injerencia, ya
na. Según la organización del conjunto narrativo puede que el tiempo del relato invade (y desplaza) el tiempo de
presentarse en forma extradiegética o intradiegética. pero la historia.
puede decirse que la relación respecto a lo relatado es a la Estas injerencias grantaticales representan una ruptura
vez exterior e interioq como se puede observar en La. Mo- respecto a la forma esperada, pero son, en realidad, varia-
dification, señas de identidad y Galíndez'.Ia voz narrativa se ciones qlle permiten los sistemas complejos y abiertos de
presenta como si los propios personajes adoptaran una una lengua (cl'. J.-M. Adam, 1997), y que adquieren su sen-
perspectiva exterior que les diera mayor lucidez para el tido en el marco de una unidad textual, por lo que respL.c-
autoanálisis. A lo cual cabe añadir un cierto efecto de im- ta al texto 11, en el n-larco de la novela El año de l¿t nlLrer-
plicación en el narratario. te. de Ricardo Reis. De hecho, las variaciones enunciativas
son casi inherer-rtes a los textos narr-ativc¡s. La más genera-
lir.ada (y quiz,á la mirs radical) es precisamente la inclusién
11.2. Injerencias, variaciones y alternancia de diálogos en el relato, que supone un cambio de anclaje
de voces en el relato de ficción
enunciativo. Pero también el paso del relato al comentarict
una de las estrategias para comentar lo relatado es la in- (las reflexiones sobre lo relatado o sobre la narración)
jerencia del autor cuando éste interviene como tal (que pue- constituye una variación enunciativa de base sobre la que
de ir acompañada de apelaciones al lector), como ocurre, por han trabajado nrinuciosamente los narradores contempc-r-
ejemplo, en las novelas de Milan Kundera o de Pío Baroia: r-áneos.
En efecto, G. Genette considera que la obra de M. Proust
Texto 38: Las "limitaciones)) de un autor marca una verdadera ft'ontera narrativa, ya qlle en ella se
produce nla invasión de la historia por el comentario, de la
¿Cuál de los tres relojes estaba en lo fijo? ¿Cuál de aque- novela por el ensayo, del r-elato por su pr-opio discurso,
llas tres máquinas para medir el tiempo tenía más exactitud
(1972, trad. esp. 1989, pág. 312) y R. Barthes afirrra que
en sus indicaciones? El autor no puede decirlo y lo siente.
Lo siente, porque el tiempo es, según algunos grandes filó- nlroy, escribir no es "contar", es decír que se cuenla> (1966,
sofos, el cañamazo en donde bordamos las tonterías de trad. esp. 1982, pág. 35). Así, en muchas novelas recientes, a
nuestra vida; y es verdaderamente poco científico el no po- Ios juegos temporales se añaden las variaciones de la enun-
der precisar en qué momento empieza el cañamazo de este ciación namativa. La combinación de ambas estrategias con-
libro. Pero el autor lo desconoce: sólo sabe que en aquel tribuye a dar mayor profundidad al propósito explicativo de
minuto, en aquel segundo, hacía ya largo rato que los caba- la narración.
llos de la noche galopaban por el cielo. Tales juegos y tales variaciones pueden llegar a mani-
La. busca, Madrid, Salvat (Biblioteca Clásica), festarse en alternancias sisLemáticas. En Galíndez, de M.
1969, pág.25. Yázquez Montalbán,Ia historia de un intelectual y político
164 LINGÜÍSTICA DE LOS TEXTOS NARRATIVOS LA ENUNCIACIÓN NARRATIVA 165

vasco va alternando con la de la estudiante americana que Las injerencias, variaciones y alternancias constituyen
hace su tesis sobre él y con la de quienes, pagados poi lu toda una gama de recursos que permiten la realización de
cIA tratan de impedir que dicha investigación se lleve a las diferentes FUNcIoNEs del narrador (Nnnnartv4 DE coN-
cabo. Las dos primeras son relatadas en segunda persona, rRoL, FÁTICA Y CONATIVA, TESTIMONIAL E IDEOLÓGICa, G. Ge-
mientras que la de los perseguidores de Muriel colbert lo nette, 1972, trad. esp. 1989, págs. 308-312).
es, con alguna excepción, en tercera persona. A estos cam- Pero, como veremos en el punto siguiente, no sólo la voz
bios de voz narrativa hay que añadir la alternancia de pa- narrativa puede ser objeto de variaciones y alternancias.
sado y presente, aunque es menos sistemática.
En la obra de L.-F. Céline, la progresiva emergencia de
la voz narrativa va acompañada de alternancias tempora- 11.3. Focalización y punto de vista
les. El narrador será en su trilogía final el propio autor,
céline, y el presente de la narración alternará con el pre- Debemos diferenciar el cambio de narrador del cambio
sente de lo relatado. La elección del autor mismo como de perspectiva (o Eocar-IZACIóN). La diégesis puede ser pre-
voz narradora va asociada a una exploración sobre la sentada escogiendo (o no) un punto de vista restrictivo (el
aventura de la escritura,'' y p,lede ir acompañada, simé- MoDo, que G. Genette fue uno de los primeros en distinguir
tricamente, por la presencia del lectoq ser del mundo, que, de la voz):
en este fragmento, por ejemplo, interrumpe su lectura y
con ello autoriza las digresiones del narrador:32 . Focalización cero (neutra). El narrador no adop-
ta ningún punto de vista concreto y da al lector una infor-
Texto 39: Recogiendo al lector mación completa. Los dos son omniscientes, saben más
que ningún actor de la diégesis.
Ni asomo de viento, ya os lo dije... el humo espeso se . Focalización externa. Los actores son contempla-
eleva recto... y eso que el mar está cerca... nos encontramos dos sólo desde el exterio¡, sin acceso ninguno a sus pensa-
de nuevo donde os dejé, delante de Hamburgo... en fin, cle mientos; como en el teatro, el lector-espectador sabe menos
sus escombros... yo la verdad me ausento a veces... con el
cosas que los actores-personajes. Desde esta visión externa
tiempo justo para un breve resumen, evocar sombras, as-
pectos... el inventario, al fin y al cabo, tampoco os pregunro no queda favorecido ningún punto de vista particular.
dónde estabais... os recoio tal cual...
. Focalización interna. En este caso el narrador res-
tringe la información al punto de vista de un solo actor (fo-
Rigodón, trad. de José Elías, Barcelona, calización interna fija) o de varios (focalización interna va-
Barral F,d., 1971, pág. 174. riable).

La diégesis, además, puede filtrarse por la mirada (ocu-


larización) o por el oído (auricularización), o también por
31. como hemos visto, en su última novela, Javier Marías se decan- la palabra (discursos referidos). La variación de estas posi-
ta también por esta opción (cf. texto l2 y texto 3Z).
32. Los traductores de la trilogía han optado por el plural para tra- bilidades y de los puntos de vista se pone de manifiesto en
ducir el ambiguo vo¿zs francés, sin embargo las marcas gramaticales y la los textos 40 y 41, que corresponden a la misma obra. En
interpelación explícita en algunos fragmentos (ie vous ai quitté, je vous ella no se producen cambios de narrador, que tiene una re-
ai prévenu, certes!, lecteur patient, presque attentif, ami ou ennemi...) lación extra y heterodiegética con lo relatado, es omnis-
indican que el nan'ador se dirige a un lector singular. Sólo carmen Kurtz ciente y cuenta siempre en tercera persona y en pasado.
en su traducción de D'un cháteau l'autre opta por la segunda persona del
singular. Pero hay variaciones de focalización y de punto de vista:
r
166 T,INGÜÍSTICA DE LoS TEXToS NARRATIVOS
LA ENUNCIACION NARRATIVA t67
Texto 40: Focalización externa
La perspectiva puede modificarse sutilmente mediante
Los que lo vieron llegar (una vieja de más de noventa el uso del discurso libre indirecto (cf .7.1). Gustave Flaubert
años que vigilaba tras los visillos y' trcs o cuatr. muchachrs es un auténtico maestro de este tipo de deslizamientos:
que fumaban v escupían scntados en un banco bajo cl cas-
taño solitario y a la luz del único fiirol que h¿ibía en la pla-
Texto 422 Los planes de Frédéric
zat) no lo recc¡nocieron, una por su poca memoria v los otros
por su poc¿l edad, pero todos contaron que bajó del taxi
con una bolsa dc viaje y que, sin mirar alredeclor ni conce- Jamais Frédéric n'avait été plus loin du mariage. D'eI-
derse un instante de duda, se dirigió a la puerta con la llave LLEURS, MTIE. ROQUES LUI SEMBLAIT UNE PETITE PERSONNE AS.
ya lista, y que apenas necesitó inclinarse sobre la cerradura sEz RIDICUte. Quelle dillérence avec une femnte comme Mnte.
porque los años lo habían cncorado lo justo para acert¿rr Dambreuse! Un bien autre avettir ltti été réservé! It- ¡tt AVAIT
LA CERTITUDE AUJOURD,HUI.
con clla a la primera.
GusrevE Ft-auseRr, L'éducation sentimentale,
Luls LnuopBo, Caballeros de fortuna,
París, Gallimard (Flammarion), pág. 425.
Barcelona, Tusquets, 1994, pág. 167.

En este fragmento nada se dice de la interioridad del Texto 42'


actol sus actos son presentados desde fuera, desde la pers-
Nunca había estado Frédéric más lejos del matrimonio
pectiva de quienes asisten a su llegada, que relatan luego a
que en esos momentos. Además, la señorita Roques le pare-
terceros. cía una pobre inf'eliz. ¡Qué diferencia con una mujer como la
señora Dambreuse! Era muy otro el futuro que le estaba re-
Texto 41: Focalización interna servado a é1, y de eso tenía ya una cerleza absoluta.
Le pareció que cualquier acto o pensamiento alteraría la In educación sentimental, trad. esp. de Miguel Salabert,
delicada trama de aquella realidad inestable, y que estaba a Madrid, Alianza Editorial, 1987 , pág. 451.
punto de sucumbir al devaneo sentimental, así que dejó la
cena tibia e intacta en el fogón y subió de inmediato al piso Como en el texto 26' (cf.9.1.5), también aquí el tra-
alto, encendiendo y apagando luces, echando aldabas y ce-
rrojos, trajinó unos instantes en el baño y sólo cuando estu-
ductor ha eliminado la discordancia que resulta de la
vo a oscuras en la cama y oyó a lo lejos las campanadas de irrupción del adverbio auiourd'hui en un contexto en pa-
la medianoche y el aullido del perro, sintió por primera vez sado,33 por lo que hemos transcrito el original francés. En
en la vida la soledad última de quien se ha quedado huérfa- é1, la primera frase es atribuible a la perspectiva del na-
no de sus propias costumbres. rrador y las frases en cursiva, principalmente a Frédéric. A
causa del punto de vista omnisciente del narrador, las dos
Op. cit., pág. 1ó8.
frases que enmarcan esta parte exclamativa (en versalitas)
se sitúan en la frontera de los dos puntos de vista. La pre-
Este fragmento es algo ulterior al que se transcribe en
sencia de d'ailleurs y auiourd'hui inclinan la interpreta-
el texto 40 y se trata del mismo personaje, Belmiro Ventu-
ra, que llega a la casa en la que ha decidido pasar los años
de su jubilación. Pero ahora nadie es testigo de lo que hace, 33. Estas supresiones parecen deberse a una característica bastante
generalizada en las prácticas traductoras, que tienden a dar la prioridad a
sólo el anónimo narrado4 que sabe, además, cuáles son sus
la legibilidad del texto de llegada. Sin embargo, como demuestra el tex-
actos (dejó... subió), sus pensamientos (le pareció), sus to 25,las discordancias temporales son también estrategias propias del re-
experiencias sensoriales (oyó) y sus sentimientos (sintió). lato de ficción en español. Como hemos t,isto, en la traducción de Basilio
Losada (texto ll) sí se mantienen las variaciones del original por.¡ugués.
168 LINGUISTICA DE LOS TEXTOS NARRATIVOS LA ENUNCIACION NARRATIVA 169

ción hacia Frédéric, pero el narrador está tan cer-ca de los Como hemos señalado en el capítulo 10, los fragmen-
pensamientos del personaie que la distinción se hace di- Los descriptivos son también un espacio de pr edilección
fícil. como ya hemos señalado, el discurso libre indirecto Irara la modalización, pues, efectivamente, al seleccionar
es particularmente apto para estos efeclos de polifonía liis pr-opied¿rdes de los ¿rctantes del relato, el narr-ador ma-
(cf. 7.1). nifiesta indirectamente una apreciación.
A este tipo de indicadores de subietividad han de añadir-
se los graclos de certeza que rnanifiesta el narador en el re-
| | .4. La mod alización del relato lato, mediante MoDALIDADES, que se relacionan con las posi-
ciones qLle ocupa respecto a lo relatado. Debemos a A. J.
Al producirse la enunciación, el hablante no sólo cr-ea Greimas la primera aproximación a las n-rodalidades del re-
en tolno suyo un universo de r-efterencia sino que aden-rás lato (cf. capítulo 2). Más tarde, Philippe Hamon (1981) h¿r
rn¿rnifiesl"a sus subjetividad respecto a lo que dice, pues lie- clistinguido las modalidades de la enunciación (qr-re implican
ne (una actitud indicada, (É. Benveniste, 1966, [rlacl. esp. al narrador y al narratario) de las mod¿rlidades del enuncia-
re7 r). do (que afectan a los personajes-actores). Si las acciones de
El narrador de un relato sitúa las acciones en un tiem- éstos quedan determinadas por una red de relaciones entre
po y un espacio, puede ocupar diferentes posiciones, adop- euERER / saeEn / ponnR, el narrador se caracteriza por des-
tar perspectivas diversas y también indicar su actitud, eslo plegar un sABER que nsobremodaliza, los Fragmentos des-
es, MODALIZAR su relato. criptivos como espacios cognitivos (op. cit., pág. I l8)
Los elementos lingüísticos modalizadores no constitu- Lo propio del narrador omnisciente y anónimo que re-
yen una categoría homogénea. Por ejemplo, en las narra- lata en tercera persona son las aseveraciones (textos 13 y
ciones orales, la actitud del narrador puede manifestarse 14, por ejemplo). E,n nEl cautivoo (texto 4), a los enun-
en componentes lingüísticos discretos pero también en el ciados constativos en lercera persona sucede una voz en
orden de enunciación de los acontecimientos y muy espe- primera persona que manifiesta no conocer todos los deta-
cialmente mediante la entonación y recursos no verbales, lles, por eso aparece también la hipótesis (utal vez porque
como los gestos y expresiones faciales. los otros se detuvieron>, (acaso a este recuerdo siguie-
En el relato escrito pueden transcribirse estos últimos ron otrosn); y en la evaluación final, el nar-rador en prime-
componentes paraverbales propios de la comunicación ra persona manifiesta la interrogación de nlanera indirecta
cara a cara, gracias a la tipografía. El uso de puntos sus- (uYo querría saber,).
pensivos, exclamaciones, interjecciones y onomatopeyas E,n general, cuando la focalización es externa, el narra-
constituyen otros tantos medios de transponer la emotivi- dor no puede dar cuenta de las motivaciones de los actores
dad del narr-ador. Y, en general, las diferentes manifesta- de la acción. Así, en el texto 5, la voz narrativa se interro-
ciones del ritmo del discurso narrativo modalizan sutil- ga, indirectamente, como en el relato anterior, por el obrar
mente el relato: las variaciones de velocidad, el desorden de del mister'ioso c¿rbailero (u¡quién sabe por qué pasó!,).
lo relatado (cf. 9.2) son factores relacionados con la distin- Pero también se interroga el narrador autodiegético cuan-
ta importancia que el narrador confiere a los diversos epi- do la focalización es interna. Se halla inmerso en los acon-
sodios. Desde esta perspectiva, conviene recordar también Lecimientos, de los que tiene una perspectiva limitada, la
que las formas aspectuales escogidas (cf. 9.1.3) presentan suya. Por eso, el narrador del texto 24 utiliza numerosos
distintos ,.modos,, del desarrollo de la acción: relatar en modalizadores de dr-rda y de diferentes grados de seguridad
presente implica una actitud narrativa más emotiva que respecto a los hechos que está relatando (quizá, tal vez, no
hacerlo en pasado (cf. 9.1.4). lo creo, sin duda tampoco puedo decir). Para terminatl
r
LA ENUNCIACION NARRAIIVA t7l
170 LINGUISTICA DE LOS TEXTOS NARRATTVOS
La repr-esentación dei tnundo (que C. Bally clenomirió
señalemos que la opción enunciativa puede modalizar en- tlíctttttt, tomando este térrnino de la lógica) es inseparlablc:
teramente el relato y conferirle un sistema discursivo par- rlc l¿r enunciación, erpresión de la n-rodalidad o nrcdtts ("el
ticular.3a rrlrna de [a fl'ase,, C. Balll', i965, pág,.3ó). La enunciación
eonstituye, por lo demás, el elemento artictrlador entre el
rrrundo creado en el texto y el objetivo pragmático que con-
1 1.5. La enunciación como componente pragmático rliciona su producción, ya que la modalidacl de la rept'e-
de los textos
se'ntación referencial depende de las tinalidades qLle se per-
El mundo creado mediante el complejo acto de narra- sigan.
ción puede tener diferentes anclajes enunciativos y ser
modalizado muy diversamente. En el relato, además, hay
una referencialidad de carácter temporal, ya que puedl
definirse como una redescripción de la accién humana en
el tiempo. Las unidades lingüísticas que conforman dichas
dimensiones del texto, estudiadas en esta tercera parte,
dependen del contexto situacional en que se prodüce la
narración, y son, por lo tanto, esenciales para la finalidad
pragmática del relato.
De manera general, en todos los textos, junto a los ele-
mentos lingüísticos frásticos y transfrásticos (presentados
en la segunda parte), han de tomarse en consideración
este segundo grupo de elementos, que podemos sintetizar
como coMpoNENTE pRAcn¿Ártco.

Cuadro 33. EI componente pragmático

CoprpoNENrr pRacuÁrrco
. RnpRnspruracróru sel,rÁr{rrca: Contenido oracional.
Construcción de Ios objetos del discurso, ,.mundosn -
uDICTUM,
. en los parámetros situacionales del
ENu¡rrcracróru: Anclaje
acto de enunciación, asunción de las proposiciones y moda-
lización = .MODUS,
. Furnze rlocuroRra: Valor de acto de discurso.
objetivos, finalidad(es) propiamente pragmáticos del texto:
orientación argumentativa

34. como se pone de manifiesto en El extraniero al compararlo con


una versión antedo¡ abandonada por Albert camus, r.a ntort heureuse
(cf. nota 28).
180 LINGÜÍSTICA DE LOS TEXTOS NARRATIVOS

lo tanto, some-
gen de libertad. Los géneros se hallan, por
tidos simultáneamente a dos tendencias contradictorias:

Una tendencia centrípeta, dominada por los mode-


los del pasado, la reproducción y la repetición, go-
bernada por reglas (núcleo normativo).
Una tendencia centrífuga, dirigida hacia el futuro y
la innovación, desplazadora de las normas (varia-
ción). REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS
En relación con los textos aquí estudiados hemos dado
algunas indicaciones sobre la evolución de algunos -eéneros ADAM, Jean-Michel, Le. Récit, París, Presses Universitaires de Fran-
en que aparecen organizaciones narrativas (o cercanas a ce (Que sais-je?, n." 2149), 1981.
Éléments de linguistique textuelle, Lieja, Mardaga, 1990.
ellas), por ejemplo, la presencia cada vez más notoria y -, I-a"ngue et littérature. Analyses pragmatiques et textuelle.s, París,
compleja de la voz narrativa en las novelas recientes, o la -, Hachette (Références), 1991.
tendencia en la relación de acciones de la prensa escrita a I¿s textes.Tvpes et prototyp¿s, París, Nathan (Université),1,992.
incluir fragmentos de discurso citado. -, Le kxte narratif, París, Nathan (Université), 1994.
Desearíamos que las conclusiones de estas páginas pu- -, <Aspects du récit en anthropologie", en I¿ discours anthropo-
dieran extenderse más allá del caso de los textos narrativos, -, Iogique, Lausana, Payot, 1995 (págs. 227-254).
aunque sean éstos los que nos han permitido ilustrar aquí I-e style dans Ia langue. [Jne reconception de Ia stylistique, Lau-
una perspectiva teórica más global, desde la cual la aten-
-, sana, Delachaux-Niestlé, 1997.
ción se desplaza de las tipologías textuales a las regulari- ADAM, Jean-Michel y REVAZ, Frangoise , L'Analyse des récits, París,
dades genéricas. Le Seuil (mémo, n." 22), 1996.
Arancos LLoRacs, Emilio, Estudios de gramática funcional del
Recurrir al género discursivo para clasificar los textos
español, Madrid, Gredos (Biblioteca Románica Hispánica),
implica optar por un principio de tipologización abierto; r970.
esta opción, tanto desde el punto de vista de la didáctica de .,Notas a ltt
Regentarr, en Sergio Beser (ed.), Clarín y In Re-
las lenguas como desde el de la investigación lingüística, -, Ariel, 1982 (págs. 225-245).
gentq., Barcelona,
implica una actitud igualmente abierta, de constante ex- Areaoat-p¡o MavonDoMo, Tomás, Tboría de los mundos posibles y
ploración. macroestructura narrativa, Alicante, Universidad de Alicante,
Nos hallamos leios de la seguridad que proporcionan las 1986.
tipologías cerradas y homogéneas. Pero nos parece que sólo ArclNt FRaNCs, Juan y Blecu,r, José Manuel, Gramática española,
aceptando este riesgo, sólo reconociendo y explorando la he- Barcelona, Ariel, 1975.
terogeneidad de los textos, podemos dar cuenta de la com- Atuossv, Ruth S., "Linteraction argumentative dans le discours lit-
plejidad de los fenómenos que entran en juego en las prácti- térairer, próxima publicación en Escritos, México, Universi-
dad Autónoma de Puebla.
cas del lenguaje, ayudar a los estudiantes a usar las lenguas Arusrórerns, Poética, ed. bilingüe por Valentín GancÍt YesRA, Gre-
más eficazmente, y avarrzar en el conocimiento de los usos dos (Biblioteca Clásica), 1974-1988 (1.' reimpr.).
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ÍxorcE DE rÉnnnrr{os
accróNr: 95-1f I oescRlpctóN: *secuencia descrip-
esferas de acción: 23-24 tiva
- estmctura: 100-102 de estado y de acción: 147
- unidad: 104-105 - de objetos: 146
-ACoNTECTMTENTo: 95-97 - descripción de acciones: 109,
ACTANTE: *esquema actancial - 145-146
ACTos DE LENGUTe (oe HABLA o de una situación: 147-148
oE orscunso): 30-31, 83-92 - narrativizada: 147
ACroR / su¡ero: 24-25, 95-97 - por la acción: 145-146
ADYUVANTE: *esquema actancial - y relato: 7O-72, 152-153
AGENTE: *actor / sujeto -DESENLACE'. 57 -65, 7 2-79
ALTERNANCT¡ / coononv¡clóN: *com- DESTINADOB / oesrtNATARIo: *es-
binación de secuencias quema actancial
ANALEPSIS: *orden temporal uÉcEsts: 19-22; *mímesis, uni-
ANCLAJE / ¿rRreucróN: 142 verso diegético
ASPECTo DE r.A rccróN: l2O-123 DISCURSo LIBRE INDIRECTo: 86,
ASPECTUALTz,qcTóN: 142 167-168
¡uroorccÉTICo: *narrador run¡cróru: l2l-122, 132-133
AUTOR: *narrador
EJEMPLo NARRATIVo: "pragmáti-
súseuEoa: *esquema actancial ca del relato
ELEMENTOS:
cAUSA / c¡usRr-ruao: 95-100, 104- para la caracterización de la
105 - acción en el relato: 100,
coMBrNACróN oa SECUENCTAS: 79- 106-107, 109
8l para una definición del rela-
COMPONENTpS TRÁsTICoS Y TRANS- - to:67,68, 95, 131, 151
rRÁsrrcos: 55-5ó para una definición del tex-
coMPoNENTES PRAGMÁrrcos: I 70- - to 11, 44, 47, 49, 62, 69
17l slrrsrs: 133
CONTRATO: ENCADENAMTENTo / suceslóN: *com-
contrato de comunicación: binación de secuencias
- 177 ENCAJE / r¡¡sancró¡r: *combinación
contrato narrativo: 25 de secuencias
-cRoNor-oc͡: *orden temporal ENTRADA-PREFACIo: 58-64, 7 4-7 5
190 INDICE DE TERMINOS
ÍNorcn oe TÉRMINOS I9I
NARRADoR: 31, 87-89, 155-165 pRoposrcróN (Nenn,rrrva): 57
ENTJNCTACTó¡¡: I 14-120, *momcn- INTRADIEGÉrlco : * n¿rr-rador *narrador
NARRATARIO: PROTOTIPO:
to de la enunciación, enun- INTRIGA:
NARRAToLocÍa: 15, 23-35 de la secuencia narrativa: 35
ci¿rcirin narrativa cre¿rci<in de la intriga: 65- - de los actos de lenguaje: 84
ENUNCIACIÓN NARRATI\A: 30.31,
- 68,110-111
NORMA:
- de los géneros de discurso:
155-171
-
intriga y tcnsión clr¿imática: - ética: 102-104
sociocultural: 100 - 179-180
ESQUEMA: 66-68 -NOVELA: PUNTo DE vrsrA: *focalización
ac:tancial:24-25
- del texto: 70,79-81 JUEGOS:
americana: 99
- de ideas: 9l-92
-ESTRUCTURA: de la voz narrativa: 162-164 -Nouveau ronnn: 12 REFoRMULACTóN: 7 l,
142-143
-- REcULAzuDADES Drscunsrvas: 174-
canónica dcl relato: 57-65 temporales: 127-l3O parodia:
- - 12 t7s
-
dc la accidrn: 100-102 -NUDo: 57-68,75-79 TExrueles: 173-
dc la composición: 72-79 LECToR: 157-159, *narrador REGULARTDADES
- dramática del relato: 68 r-ócrc¡:
174
- oBJETIVoS / rtN¡untDES DEL RE- RELACTóN DE AccroNes (oe DECLA-
-
ternaria de la receta: 108 -- dc las acc:iones: 95-100
LATo: ll-12, 124, xpragmá- RACIONES): 150
tcrnaria del relato: 108 de los acontecimiento.s: 95-
- tipificada: *esquema del - 100
tica del relato nprrnve: 145
- tCXtO oBJETo DE vALoR: *esquema ac- RITMO:
dcl mundo: 139-l4l
ÉrtcR: *nor-ma - de los scnlls: 100-102 tancial
- de las oraciones: 46, "período
- oPoNENTE: *esquema actancial de los acontecimientos: 58-
sr,'uu¡ctót¡: 57-65, 7 4-79 - 63
E,XTRADIEGÉTICO: *narrador
ORACIÓN:
MARCADORES ASPECTUALES: I 15,
semántico-sintáctica: del discurso: 148-149, 168-
rÁeuL¡: uhistori¿r, przrgmática dcl
t2t-122 - tipográfica: 44-46 46-50 - 170
vÍvesrs: l9-2O, 33-34, *diégesis -oRALTDAD DEL TEXTo: 12-13, 44-
rclato, géneros discursivos r\lAcRosEcueNrRcróx DEL TE\TO:
rtcctóN: *diégesis, jncgos tem- 41-44 46,124 scRlPr: 100-101
por-ales nrnrÁroRR (ueroNtnata / stNÉcoo- oRDEN TEMPoRAL: l3l-132, 134- SECUENCTA: 35, 173
69,9l
- argumentativa:
FocALrzACróN: 165- 168 138
ouE): 142-143
ruNcróN: oRGANTzADoRES TEMPonares: 1 16- descriptiva: 69, 142-145
de la descripción: 152-f 53
MICROSEGMENTACION DEL TEXTO:
120 - dialogal: 69,76-79
- de los personajes:23-24
44-51 - explicativa: 69, 72-79
- dcl narrador: 165 MODALIDAD:
y re¡uÁrl- - narrativa: 57-65,
-snrrlrórrcl NARRATTvA : 69
PAPELES ACTANCTALES
- dc los personajes: 25-27, cos:24-25
- t69 25-28
GÉNERoS DEL DISCURSO: 13, 28,
dcl narrador: 53, 169
pÁnna¡,o: 41 srru¡cróN rNrcrAL / slruacróN Fr-
32, 4l-43, 46, 62-63, 70, -MoDAr-rzACIóN DEL RELATo: l4l, p¡nÍooo: 51-55 ¡¡ar: 57-79
175-180 prrurpxro: 4l
168- 170
cR¡nrÁrrcn:
MO]\lENTO DE LA ENUNCIAC ION:
PERSoNATE; 24, 85-87, 158-159 rsNsIÓN: *intr-iga
de texto: 56 pn¡cuÁrrcA DEL RELATo: 29-35, TEXTo Y DrscuRso: 173-180
- del relato: 23-24
tr4-tt6 83-92, 170-t7l rrEMPo: 105- 106, I 13- 138
- MOTIVO / N¡ZÓN DE ACTUAR: 64.
65, 97-100
PRESENTE: rRa¡uccróN: 53-55, 128-129,
HETERODIEGÉTICO: *NATTAdOT ampliado: 116, 125-127 164, 167
vtóvtt-: *motivcr - atemporal: 145
HrPorrPosts: 124 TRAMA: xintriga
HrsroRrA: 2l-22, 131-132 MUNDO: - emotivo / histórico: 124 TRANSFoRMACTóN: 27, l08-lll
cre'ación 63-64, 139-l4l -PRETÉRITo IMPERFECTo: 145
INJERENCIAS:
- real, fantástico:75-76, 14O-
- l4l pRsrÉRrro TNDEFTNTDo'. 72, 96, uNrvERSo precÉrrco: 21
de la voz natrativa: 43, 61,
- 88-89, 145, 162-165
125-127,145
pRprÉzuro PERFECTo: 72, 125-127 vELocIDAD: *duración
-- de los organizadores tempo- NARRACION:
PRocRAMA NARRATTvo: 25-27 voz NARRATTva: 43, 59, 156-168
rales: 127-128, l3O, 167 acto de: 3I, 116
- PRoLEPSIS: norden temporal *enunciación narrativa
INTERPRETACTON (DEL reXrO): 31- englobante / encajada: 160-
34,89-92 - 162
i ¡.1" ${ }i$:.}

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