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Universidad Metropolitana de Ciencias de la Educación

Facultad de Filosofía y Educación


Departamento de Educación Diferencial
Especialidad Discapacidad Mental y Desarrollo Cognitivo

Un viaje de mil leguas


Ensayo sobre la importancia del acompañamiento pedagógico con familias

Estudiante: Francisca A. Berríos Rojas.


Actividad Curricular: Psicopedagogía
Familiar.
Docentes: Miguel Ángel Guíñez Acuña.
Carrera: Pedagogía en Educación
Diferencial, Especialidad
Discapacidad Mental.

Santiago de Chile, Junio 2021


A menudo se limita el quehacer educativo al espacio físico de las aulas, y a
su vez se tiende a significar la comunidad educativa como un espacio construído
entre estudiantes y docentes, dejando fuera todo aquello que va más allá del
espacio físico de los establecimientos educacionales, sin tomar en consideración el
importante y protagónico rol que cumplen el contexto social, cultural y la familia en el
proceso de desarrollo y aprendizaje de los estudiantes (Satir, 1999, p. 1). Por otro
lado, no es difícil encontrarse dentro del contexto pedagógico con una noción
antagónica de la familia pero ¿por qué la familia ha logrado significarse en el ámbito
educativo como un factor obstaculizador? y ¿Por qué se han dejado de lado los
diferentes contextos que rodean a un estudiante? acaso ¿No es importante unificar
ambos conceptos, familia y educación?
La familia es el espacio privilegiado a través del cual una persona comienza
sus primeras interacciones sociales y también donde se construye el mundo afectivo
a partir de los vínculos de apego, base a través de los cuales el menor se
relacionará con su entorno (Bolívar, 2006, p. 119); estos vínculos estarán en la
configuración de sus formas de convivencia, que caracterizarán sus relaciones y
que se traspasarán de generación en generación (Gojman-de-Millán, Herreman y
Sroufe, 2018, pp. 20-22), constructos familiares y transgeneracionales que son
permeabilizados por el orden simbólico, aquellas representaciones mentales de las
estructuras sociales y que a su vez también permeabilizan las estructuras de los
sistemas familiares.
La educación por otro lado, han ido evolucionando en concordancia con las
evoluciones existentes en este mismo medio social en el cual estamos inmersos los
seres humanos, y en muchos espacios educativos el cambio emerge como una
respuesta a los métodos tradicionales en el cual se hace uso de prácticas
repetitivas, homogeneizadoras y dentro de estructuras sociales normadas; hoy en
día es de suma importancia generar comunidades educativas que permitan hacer de
la educación un espacio colaborativo (Bolívar, 2006 p. 120) e inclusivo, pues a un
espacio educativo no llegan tabulas rasas, sino que sujeto/as de derecho,
diversos/as y activos en sus procesos de acción política, personal y social; este
desarrollo humano debiese ser propiciado por la familia, comunidad y escuela en su
acción complementaria, para que en vista de las necesidades del microsistema
familiar, existan alternativas y oportunidades de llevar a cabo procesos de
intervención y apoyo directo que promueva el desarrollo integral de los estudiantes
(González, 2020, p. 8.).

Un viaje de mil leguas, documental que emerge de un taller de cine de padres


y apoderados de la escuela especial “Hans Asperger” en la comunda de la Florida,
nos invita a observar la realidad de familias de personas diagnosticadas dentro del
espectro autista desde una perspectiva íntima, cercana, sensible en el cual se
develan emociones, experiencias, historias y una invitación que va desde poder
observar desde sus ojos estas vivencias, hacia resignificar el rol de las familias que
no solo construyen un espacio relacional y sistémico, sino que también, llevan
consigo la condición singular de alguno de sus miembros; así como también
resignificar el rol de la pedagogía en el trayecto educativo y en la constitución
individual de sus hijos/as dentro del espectro autista, sin embargo ¿Qué produce en
el microsistema familiar un diagnóstico?¿Es necesario cuestionar el rol de la
pedagogía y la familia frente a este suceso?
La paternidad/maternidad ya es un cambio en las estructuras, y el desajuste
a aquellas proyecciones e idearios puestos sobre un hijo o hija produce un quiebre
en este sistema llamado “familia”, así como también a su homeostasis, su equilibrio;
tal como menciona Virginia Satir ante el proceso adaptativo a los cambios de la
evolución de los hijos al crecer (Satir, 2002, p. 216), que a su vez está
estrechamente ligado con aquellos estructuras sociales que les rodean como
microsistema; pues no solo emergen las dudas, miedos y actitudes de resistencia,
sino que recae, ante el mismo acontecimiento, etiquetas sociales que en muchos
casos produce aislamiento social y disfunciones (Peralta López y Arellano Torres,
2010, p.1344), sin embargo, ¿Querrá decir que la labor docente tiene como objeto
reparar estas rupturas familiares? La respuesta diverge en diversos puntos, pues no
todas los sistemas familiares son iguales y por ende pueden existir múltiples formas
de abordar la discapacidad, lo cual tiene que ver con el nivel socioeconómico,
sistema de creencias, significación de la discapacidad, roles familiares, recursos de
apoyo, disponibilidad de la comunidad, entre otros (Peralta Lopez y Arellano Torres,
2010, p. 1348).

Desde una perspectiva pedagógica, el trabajo con la familia tiene un rol


fundamental para lograr un acompañamiento integral, pues el reconocimiento y la
valoración por la diversidad humana es uno de los quehaceres sociales de quienes
hemos decidido relacionarnos de forma directa con la discapacidad, más aún
cuando el criterio de funcionalidad humana se basa en los constructos
normalizadores donde es anormal habitar la existencia humana desde la
discapacidad, y desde aquí acompañar a una familia no es una tarea fácil cuando se
vive desde la ambivalencia, el dolor, la frustración y también desde los diversos
cambios, adaptaciones y procesos de construcción e identificación de lenguajes
para leer a este ser humano que no responde de manera normada a las reglas que
desde una construcción social son determinadas (Satir, 1999, p. 3).
La violencia simbólica ejercida sobre las personas con discapacidad es una
realidad que se ha demostrado incluso en los espacios educativos cuyo enfoque es
la inserción de las personas neuro diversas a los espacios sociales, laborales,
políticos, económicos, entre otros y que esto no es ajeno al núcleo familiar del que
una persona es parte. El quehacer pedagógico se sitúa en contextos humanos
complejos, donde muchas veces el rol se tergiversa y demanda responsabilidades
que están fuera del alcance de las herramientas profesionales, sin embargo, la
construcción y consciencia de los límites que deben existir en el campo laboral son
fundamentales para saber que el quehacer es netamente pedagógico y humano, y
que debe ser abordado desde las herramientas que se posea; agentes activos en
busca de la promoción de los derechos fundamentales y de la construcción y
potenciación de aquellas habilidades que son propicias para llevar a cabo una vida
autónoma, aboliendo la violencia simbólica, para alcanzar la autonomía, sentimiento
de competencia, logrando de esta forma un habitus de la discapacidad (Bourdieu,
1999, p. 10) que podría llegar a re construirse hacia un fenómeno positivo y no
discriminatorio o anormal; un habitus con la capacidad de reestructurarse y
perpetuarse desde el empoderamiento y la autorrealización del ser,
independientemente de su condición o funcionalidad, fuera de los márgenes
normativos y objetivados de la construcción social, lo anterior sólo sería posible
desde la modificación de condiciones objetivas (Bourdieu, 1999), las cuales
vendrían a dialogar directamente con la disposición de los individuos frente a las
relaciones humanas y todo lo que conlleva. Finalmente, la amorosidad como medio
y herramienta educativa en el acompañamiento familiar, es sin dudas una de las
formas que logran de mejor forma llevar hacia el cuestionamiento las necesidades
del sujeto/a, logrando de esta forma relaciones y vínculos coherentes, nutricios
donde se logre el amor, la comprensión y el apoyo. La importancia del apoyo
pedagógico en las familias radica en sus necesidades, en sus estructuras, que
serán evidenciadas a partir de la interacción directa con el sujeto índice que nos
convoca, siendo de suma importancia indagar, explorar y registrar los diversos
recursos, redes de apoyo, comunidades que le rodean, no solo para mejorar la
individualización de los procesos educativos de la persona, sino también para
trabajar en coherencia y concordancia, de forma colaborativa con el espacio familiar
para lograr dar una base segura que respeta y promueve la atención a las
necesidades de un sujeto, sin negar la legitimidad del otro, cuestionarlo o
subordinarlo, sino, relacionándonos; vinculandose desde un espacio amoroso en la
comunicación y el lenguaje hacia un fin común.
Si bien no existen pautas o recetas que nos digan exactamente qué se debe
hacer, pues, como se ha mencionado anteriormente cada sistema familiar es
amplio, diverso y único;, el acompañamiento, el involucrarse y el construir una
valoración positiva, prestando los apoyos necesarios que se acomoden a las
necesidades particulares es fundamental para dignificar no sólo la existencia de una
persona en situación de discapacidad o con algún tipo de diagnóstico, sino para que
desde el núcleo familiar exista esta mirada que legitima y acoge la diferencia desde
el amor aún cuando el dolor haya sido un paso para lograrlo.
Bibliografía
- Bolívar, A. (2006). Familia y escuela: dos mundos llamados a trabajar en
común. Revista de Educación, 339. pp 119-146.
https://www.forofamilia.org/documentos/FAMILIA%20-%20Familia%20y
%20escuela.%20Dos%20mundos%20llamados%20a%20trabajar%20en
%20comun..pdf
- Bourdieu, P. (1999). Intelectuales, política y poder. Editorial Eudeba:
Argentina.

- González, L. (2020). Calidad de vida de familias de personas con


discapacidad múltiple. Revista Inclusiva (14),
https://perkinsglobalcommunity.org/lac/wp-content/uploads/2021/06/Revista-
Inclusiva-Discapacidad-mu%CC%81ltiple.pdf

- Gojman-de-Millán, S., Herreman, C. y Sroufe, L. (2018). La teoría del apego,


investigación e intervención en distintos contextos socioculturales. Fondos de
Cultura Económica.

- Satir, V. (2002). nuevas relaciones humanas en el núcleo familiar. Editorial


Pax México.
- Satir, V. (1999). Familia y discapacidad. III. Congreso “La atención a la
diversidad en el sistema educativo”. Universidad de Salamanca.
- Peralta López, F. Y Arellano Torres, A. (2010). Familia y discapacidad. Una
perspectiva teórico-aplicada del Enfoque Centrado en la Familia para
promover la autodeterminación. Electronic Journal of research in Educational
Psychology n° 22, 8(2).
http://riberdis.cedd.net/bitstream/handle/11181/3638/familia_y_discapacidad.p
df?sequence=1&rd=0031760872444278

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