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República Bolivariana De Venezuela

Ministerio Del Poder Popular Para La Educación

Universidad Nacional Experimental De Los Llanos Occidentales

“Ezequiel Zamora”

Tercer Año Sección “B”

Ensayo De Ejes Trasversales

Facilitador: Bachiller:

Carlos Cabeza Yonathan Fuentes

C.I: 29894478

San Fernando De Apure, 28 De Abril Del 2021


Para hablar de poder constituyente en necesario, primeramente conocer lo
que es el poder político, el cual es la lógica del ejercicio de las funciones por
parte de las personas que ocupan un cargo representativo dentro del
gobierno. Generalmente, este influye en el comportamiento, ya sea en
pensamiento o en el actuar de una sociedad.

Es legítimo cuando es elegido conforme a las leyes del país (constitución).


En países democráticos tiene como sustento la legitimidad otorgado por el
pueblo mediante el voto popular (elecciones), pero se le suele considerar
abusivo cuando se excede en el ejercicio de sus funciones, en materias que
están dentro del ámbito de los otros poderes (intromisión de poderes). El
poder político es ilegítimo cuando utiliza mecanismos no autorizados por las
leyes y se adueña del poder gubernamental (ejecutivo-legislativo) sin tener la
legitimidad del pueblo, otorgada por el voto popular.

Por lo tanto una vez dicho esto y que estamos en contexto sobre lo que es el
poder, podemos hablar sobre lo que es el poder constituyente, el cual es la
denominación del poder que tiene la atribución de establecer la norma
fundamental de un ordenamiento jurídico, definiendo la forma de gobierno o
la forma de estado de un estado. Esta facultad es ejercida al constituir una
nueva reorganización de un Estado y al reformar la Constitución vigente. Por
lo anterior, habitualmente se distingue un poder constituyente primario u
originario y un poder constituyente derivado, el poder constituyente ha sido
definido como la "voluntad política creadora del orden, que requiere
naturaleza originaria, eficacia y carácter creadora" y como la "voluntad
originaria, soberana, suprema y directa que tiene un pueblo, para constituir
un Estado dándole una personalidad al mismo y darse la organización
jurídica y política que más le convenga".

De todos modos, existen concepciones que consideran que el poder


constituyente originario puede recaer en el pueblo o en la nación. Se
considera que el poder constituyente existe en los regímenes de Constitución
rígida, en el que la elaboración de las normas constitucionales requiere un
procedimiento diferente al de las leyes públicas.

El poder constituyente originario no puede encontrar su base fundamental en


ninguna norma jurídica escrita y por tanto, su naturaleza jurídica se deriva del
derecho natural, sobre el cual se hayan escrito, o no, normas jurídicas,
doctrina, o jurisprudencia. Pese a esto se ha afirmado que la tarea del poder
constituyente es política, no jurídica. El poder constituyente, al ser origen del
Derecho, no puede tener dicha naturaleza.

Emmanuel Joseph Sieyès, en su obra "Qué es el Tercer Estado", atribuía dos


características al poder constituyente: es un poder originario y único, que no
puede encontrar fundamento fuera de sí; y que era un poder incondicionado,
es decir, que no posee límites formales o materiales.

Si bien, el poder constituyente no puede ser definido jurídicamente, sí puede


ser definido políticamente en términos de legitimidad.

Sieyes reconoce que todos los ciudadanos tienen derecho a establecer su


gobierno. Pero este gobierno o el manejo de los intereses generales de la
comunidad es un trabajo humano y es de primordial importancia ya que la
voluntad de todos y cada uno cuestiona el bienestar y la libertad de todos.

Siguiendo el principio de soberanía popular, el titular de autoridad


constituyente es el pueblo. Hoy este es el entendimiento más difundido, pero
para Sieyès (siguiendo la línea de la titularidad por parte del pueblo) el titular
es la nación. El concepto de nación es relativamente ambiguo. Nación, en
sentido estricto, tiene dos acepciones: la nación política, en el ámbito
jurídico-político, es el sujeto político en el que reside la soberanía
constituyente de un Estado; la nación cultural, concepto socio-ideológico más
subjetivo y ambiguo que el anterior, se puede definir a grandes rasgos como
una comunidad humana con ciertas características culturales comunes a las
que dota de un sentido ético-político. En sentido nación tiene variados
significados: Estado, país, territorio o habitantes de ellos, etnia y otros.

Si bien se afirma que el poder constituyente es el pueblo se omite


mencionarlo en clasificaciones en las que se clasifica a los poderes
constituyentes como organismos colegiados:

El poder constituyente originario es el que aparece primigeniamente y le da


origen al ordenamiento político. Así, el poder constituyente originario es
aquel que crea la primera Constitución de un Estado; en este sentido, con
frecuencia, actúa como poder constituyente originario una Asamblea
constituyente que, al aprobar la primera Constitución de un país, está
poniendo de manifiesto jurídicamente su nacimiento. Y una vez cumplida su
labor desaparece; pero como su tarea requiere continuidad, suele establecer
un órgano que se encargue de adicionar y modificarla, de acuerdo a las
circunstancias o problemas que surjan, a este se le denomina poder
constituyente derivado, instituido o permanente.
A su vez, por poder constituyente derivado se entiende aquel establecido en
la propia Constitución y que debe intervenir cuando se trata de reformar la
Constitución. Es generalmente ejercido por una asamblea, congreso o
parlamento. Es un poder que coexiste con los tres poderes clásicos, en los
regímenes de Constitución rígida, cuya función es la elaboración de las
normas constitucionales, las cuales se aprueban habitualmente a través de
un procedimiento diferente al de las leyes.
Ahora bien, una vez conociendo que es el poder constituyente y sus
diferentes acepciones, pasaremos a hacer un poco de énfasis sobre lo que
es el estado de derecho y cuáles son los elementos que lo integran.
El Estado de derecho es un modelo de orden para un país por el cual todos
los miembros de una sociedad (incluidos aquellos en el gobierno) se
consideran igualmente sujetos a códigos y procesos legales divulgados
públicamente; es una condición política que no hace referencia a ninguna ley
en concreto.
El estado de derecho implica que cada persona está sujeta a la ley, incluidas
las personas que son legisladores, encargados de hacer cumplir la ley y
jueces. Cualquier medida o acción debe estar sujeta a una norma jurídica
escrita y las autoridades del Estado están limitadas estrictamente por un
marco jurídico preestablecido que aceptan y al que se someten en sus
formas y contenidos. Por lo tanto, toda decisión de sus órganos de gobierno
ha de estar sujeta a procedimientos regulados por ley y guiados por absoluto
respeto a los derechos.
Para que pueda existir un estado de derecho en una nación, tienen que
haber una serie de elementos que lo constituyan los cuales serian; la
población, es un elemento importante en la conformación del Estado, quizás
más que el mismo territorio, debido a que la sociedad humana y
jurídicamente organizada es la que le da base de sustentación, la razón de
ser a la existencia de un Estado; la importancia de esta misma políticamente
hablando es que, es la base para saber la cantidad de electores y elegidos
en una legislación electoral; es el punto de referencia para la creación de
municipios y distritos metropolitanos y para determinar la cantidad de
servicios públicos necesitados, a nivel económico ayuda a determinar la
cantidad de personas que poseen trabajo estable y los efectos en el campo
de la producción, así como comprobar las personas o población desocupada,
y a nivel social, para el estado es importante porque permite conocer con
precisión, la cantidad de personas asentadas en el territorio, y para
cuantificarlo se utilizan periódicamente censos. La sociedad es otro elemento
de los elementos que conforma un estado derecho, esta misma es la
colectividad de individuos que comparten una vida social común, el pueblo, el
cual tiene un concepto más restringido, ya que se refiere a la parte de la
población, que tiene el ejercicio de los derechos políticos, por otra parte la
nación tiene un concepto más emotivo, ya que viene a ser el sentimiento de
una solidaridad que vincula a los individuos en su voluntad de vivir en
conjunto, es un sentimiento ligado a las fibras más íntimas de nuestro ser.
Los rasgos fundamentales de la Nación con respecto al papel que juega en
la formación del Estado pueden ser dos, el primero es que la Nación está por
encima de cualquier otro tipo de colectividad, ya sean la horda, el clan, la
tribu, la ciudad, pues la colectividad límite, abarca y engloba todas las otras,
pero esta no es englobada por ninguna de ellas. El segundo rasgo viene
representado por el precedente que nos permite conocer el papel
fundamental que juega el objetivo social en el sentimiento nacional, esto es
el factor fundamental y decisivo de la solidaridad que une a los miembros del
grupo. Y la patria es el conjunto sagrado de la tierra, la historia, la vida
presente y las nobles aspiraciones del país y del pueblo al que nos une el
nacimiento o la sangre de los padres.
Por otra parte hay un elemento da origen y razón de ser a los demás
elementos esta es la sociedad civil, la cual existe cuando la población se
organiza política y jurídicamente. Los hombres se reúnen en sociedad para el
logro de sus propios fines y por lo tanto dicha sociedad constituye el
elemento orgánico primario del Estado, ya que no es posible concebir un
Estado sin habitantes. Incluso puede afirmarse que la sociedad civil humana
como elemento del Estado, como mencione anteriormente, da origen y razón
de ser a los demás elementos.
Ahora podemos hablar de que son las instituciones en un estado de derecho,
estas son instancias que el Estado crea y que sirven para administrar, regular
y organizar la convivencia social, a través de la generación de normas y
leyes que los individuos ejecutamos mediante derechos y obligaciones, las
instituciones se establecen de diferentes formas. Una de ellas es a través de
documentos, leyes o decretos. En este caso se habla de instituciones
formales, como un gobierno o una universidad, por ejemplo.
También existen instituciones no formalizadas, en cuyo caso de habla de
instituciones naturales. Son "asociaciones" que se forman a partir de su
propia dinámica, en las que cada miembro cumple un rol diferente y todos se
rigen por unas normas derivadas de la costumbre y la propia naturaleza de
las relaciones humanas. Por ejemplo, la familia. En ella, al igual que en las
instituciones formales, operan normas y jerarquías, es decir, sistemas de
roles que regulan las relaciones entre los individuos.
Existen diferentes tipos de instituciones, además de la distinción entre
instituciones formales y naturales, los tipos de instituciones son demasiado
amplias, existen diferentes maneras de clasificar las instituciones. Como por
ejemplo, en cuanto a su jurisdicción, las instituciones se clasifican en
públicas, privadas o mixtas. O a su área de ocupación o interés, podemos
mencionar las instituciones políticas, académicas, legislativas, etc. A
continuación mencionare algunas de ella por separado, están las
instituciones políticas, son todas aquellas instituciones que se encargan de
regular el funcionamiento de la sociedad a escala regional, nacional e
internacional, las instituciones jurídicas, Son aquellas instituciones que tienen
competencia para dictar leyes y normas que ayudan a garantizar el orden
social y el ejercicio del derecho, las instituciones académicas y científicas,
son aquellas organizaciones orientadas a la educación y a la construcción
del conocimiento, sea a nivel básico, intermedio o superior, las instituciones
económicas, son aquellas que regulan las relaciones económicas entre los
diferentes actores sociales, estén normalizadas o no: los comercios, las
sociedades, las corporaciones, entre otras, las instituciones financieras, son
aquellas instituciones que controlan el sistema bancario de una determinada
región, país o comunidad internacional, con potestad para administrar los
recursos de los ahorristas y otorgar préstamos para la inversión. Ejemplo: los
bancos y las entidades de préstamo, las instituciones religiosas, se refiere a
todas las religiones que se organizan comunitariamente para la vivencia de la
fe, sean de tipo proselitista o no. Por ejemplo: la Iglesia Católica, la Iglesia
cristiana, las instituciones de mormones, etc.

Que es un estado de justicia, para el jurista Allan Brewer Carías, que


conformó parte de la Asamblea Constituyente de 1999, indicó que el Estado
de Justicia era “el Estado que tiende a garantizar la justicia por encima de la
legalidad formal”. Es decir, el Estado de Justicia vendría siendo una especie
de Estado de legalidad flexible, que busca superar la principal limitación de
todo Estado Jurídico: la realización de la justicia únicamente a través de la
ley.

El Estado de Justicia se caracteriza por: (1) una incompatibilidad insuperable


entre el derecho y la justicia, que da paso al gobierno despótico y a la
anarquía; (2) la posibilidad de alegar una pretendida moral a la autoridad que
le permita hacer y deshacer de acuerdo a sus pasiones; (3) ser un Estado
donde reina la soberanía proveniente de una voluntad; y (4) la eliminación de
los procedimientos legalmente previstos como caminos aptos para
determinar lo que va a entenderse como justo en determinadas ocasiones.

No podría decirse entonces que el Estado de justicia complementa al Estado


de Derecho. Por el contrario, implica graves contradicciones que, en la
práctica, reproducen resultados desfavorables.

Nadie se atrevería a negar que en todo Estado, en una u otra medida, existe
la posibilidad de tensión entre la justicia y legalidad. Sin embargo, si se
distingue entre moralidad y legalidad y se establece así en el texto
constitucional, se da espacio para la desobediencia en nombre de la justicia,
ya sea desde la buena o la mala fe, tanto de los funcionarios públicos como
de los ciudadanos. El Estado de Justicia arropa y destruye al Estado de
Derecho y todo lo que éste implica.

¿Y qué hacemos cuando la ley contradiga, en su contenido o aplicación,


principios reconocidos por ciertos grupos como inherentes a la idea de
justicia? No significa que la injusticia no pueda ser corregida, sino que una
corrección inmediata (desobediencia de la ley), supone un costo demasiado
elevado, por lo que habrá que acudir a los mecanismos previamente
establecidos. Algunos se quejarán y dirán que ello no es una verdadera
solución en situaciones extremas o urgentes; sin embargo, el establecimiento
(o mejor dicho, el desequilibrio) del orden no puede hacerse atendiendo
únicamente a las mismas, si queremos apelar a la coherencia y la verdadera
estabilidad.

Para el estudio del Estado y su significado es necesario tener en cuenta dos


elementos determinantes, estos son: el elemento histórico, y el elemento
jurídico.

En cuanto a elemento histórico, debemos tener claro que el concepto de


Estado se ha venido desarrollando por etapas a lo largo de la historia. Así,
nos encontramos con la concepción del Estado Antiguo (La Polis Griega. La
Civitas Romana, El Estado Feudal); y el Estado Moderno (Absolutista, Liberal
de derecho y Social de Derecho).

El elemento jurídico se refiere a la etapa en la cual el Poder que se ejerce


sobre una comunidad se encuentra Jurídicamente organizado y regulado en
la Constitución, y que se corresponde con una sociedad estatal.

La existencia o no de un Estado es una cuestión de hecho que ha de tratarse


en función de la existencia de las condiciones constitutivas del mismo.

Por ello, podemos definirlo como una comunidad compuesta por un territorio
y una población o pueblo, sometidos a un poder soberano políticamente
organizado.

También lo podemos definir como una comunidad de hombres situada en un


territorio propio y con una organización.

Por su propia definición el Estado es, en consecuencia, una colectividad


organizada, establecida sobre un territorio determinado, y dotado de
autoridad suficiente para el cumplimiento de sus fines.
De las anteriores definiciones podemos observar que el Estado es:

--Es una sociedad territorial, es decir, es necesario que el pueblo tenga un


asiento estable y permanente.

--Es una sociedad corporativa, formado en su elemento humano por el


pueblo.

--Es una sociedad política, que persigue fines mutables y generales.

Si entendemos que las condiciones existenciales de todo Estado, es el


conjunto de realidades que tienen carácter necesario para su existencia,
estas serán entonces: El territorio, la población o pueblo, y el poder político o
gobierno.

El territorio

Es el espacio físico –terrestre, marino y aéreo- sobre el que se proyecta el


poder soberano o jurisdicción del Estado y en el que ostenta el derecho
exclusivo a ejercer sus funciones. En este sentido, todo Estado debe contar
con un espacio terrestre y –como complemento necesario- con un espacio
aéreo. No todos los Estados cuentan, en cambio, con un espacio marino. Lo
esencial radica en la existencia de un territorio cierto y básicamente estable,
aunque sea reducido.

Lo importante en cuanto a este elemento constitutivo es la constancia lo


suficientemente cierta de su existencia. Contar con un territorio definido no
implica inexcusablemente un territorio reconocido, delimitado y, menos aún
demarcado en su totalidad.

La Población

Es la base personal de ejercicio de ciertas competencias del Estado e indica


la vinculación entre el Estado y un conjunto de personas. El Estado ejerce
competencias en su territorio sobre todos los individuos, nacionales y
extranjeros, con algunas limitaciones, en este último caso, derivadas del
régimen de extranjería y de la protección diplomática.

El Poder político o gobierno

Implica la existencia de una organización política capaz de establecer y


mantener el orden interno, y apta para participar en las relaciones
internacionales en forma independiente. Las características del gobierno son,
como punto de partida, una cuestión interna. En ese sentido todo Estado
tiene el derecho inalienable a elegir su sistema político.

El territorio, como elemento esencial del Estado ocupa dentro del campo de
nuestra disciplina jurídica un tema de estudio especial ,en cuanto en cuanto
que el no sirve de asiento a la masa poblacional que representa rasgos de
unidad que le definen de una manera particular y donde convergen una
pluralidad de situaciones sociales y políticas que forman parte de los asuntos
y fines que deben ser atendidos por las instituciones del Estado sino que el
territorio ha de ser considerado como el ámbito espacial dentro del cual el
Estado ejerce su soberanía.

La relación jurídica que se establece entre el Estado y su Territorio es de


Imperium para Carré de Malberg, pues el Estado no tiene sobre el Territorio
una potestad de dominación y no es propietario del suelo sobre el que ejerce
la potestad estadal, lo cual sería el Dominio. El territorio, según esta teoría,
vendría a determinar el marco dentro del cual el Estado ejerce la potestad
estatal o Imperium, el cual es, por su naturaleza, un poder sobre las
personas. Para Kelsen el territorio tiene un sentido tridimensional, es decir
que ejerce su validez en tres dimensiones, tiene largo, alto y profundo, la
forma del espacio será la de un cono con su vértice en el centro de la tierra,
junto a los vértices de los demás conos de los otros Estados.

El territorio aunque parezca insólito tiene dos funciones, negativas y


positivas, las primeras oponen una barrera a la acción estatal; esta barrera
es lo que constituye las llamadas fronteras. De modo que la acción del
Estado termina al encontrar tales fronteras. Las funciones positivas se
enderezan al mejoramiento económico y bienestar social de la colectividad
que vive dentro del Estado. El Estado transforma su territorio y lo pone al
servicio de la sociedad a los fines de mejorar su condición social.

En la Constitución del 1999 en el titulo II capítulo I nos habla sobre el


territorio y de más espacios geográficos haciéndonos saber de la realización
de cambios importantes en la definición de espacio geográfico venezolano.

En este sentido se adopto la expresión más amplia del espacio geográfico


para sustituir la de territorio en efecto, espacio geográfico alude a los
espacios continentales, insulares y marítimos, quedando el territorio como
componente del primero de los citados. Sin embargo, no se altera la
determinación del espacio geográfico nacional al reiterar la versión
tradicional de la Constitución del año 1830 y que se repite y hasta 1961, es
decir, el que correspondía a la capitanía general de Venezuela para el 19 de
abril de 1810.
No obstante se agrego la frase con las modificaciones resultantes de los
tratados y laudos arbítrales no viciados de nulidad, por otra parte, se deslinda
conceptualmente el espacio insular como parte de la organización político
territorial de Venezuela y como espacio sujeto a la soberanía venezolana.

La necesidad de un territorio como elemento de Estado, apenas ha sido


reconocida en los tiempos modernos. Anteriormente los teóricos del Estado
se limitan a considerar como elemento esencial el de la comunidad de
personas, cuya identidad no iba a estar necesariamente unida al lugar de
residencia de estas ninguna definición de Estado concedía en la antigüedad
nombra al territorio, como uno de sus elementos. Con este influyo, todos los
conceptos de Estado hasta el siglo XIX ponían énfasis en el elemento de la
población, aun Doguit mantiene que no es un elemento indispensable ya que
dentro de su teoría el elemento fundamental en el Estado es la diferenciación
política entre gobernantes y gobernados. La cual puede producirse
independientemente de que existe un territorio.

Hoy en día existe casi unanimidad en considerar al territorio como uno de los
elementos esenciales, sin el cual el Estado no podría existir. No significa esto
que el Estado requiera de un territorio fijo su extensión puede variar y de
hecho lo hace por diversas causas como las conquistas supremas, los
tratados de límites, las anexiones, lo fundamental sobre el cual se asiente la
población y se ejerza el poder de Estado.

Tratado de Michelena-Pompo

Este tratado se dio cuando el presidente José Antonio Páez designa a


Santos Michelena como ministro plenipotenciario de nuestro país, para que
se extendiese con el representante colombiano Lino de Pompo a fin de que
acometieran dos objetivos importantes en beneficio de ambos países y los
cuales eran:

1) Definir las líneas fronterizas de las dos Repúblicas

2) Resolver el reconocimiento, liquidación y reparto de la deuda de los tres


países que unidos entre los años 1814 y 1830, habían constituido la antigua
Colombia de Bolívar.

En el primer resultado obtuvieron el tratado de la amistad alianza, comercio,


navegación y limites" el cual fue ratificado con el Congreso de Nueva
Granada pero no así por el Congreso de Venezuela. La no ratificación por
parte del parlamento venezolano no solo dejo subsistente el problema sino
que a la larga afecto los intereses territoriales de Venezuela, pues ese
tratado es mucho más favorable que las aparentes soluciones que sobre el
particular se manejaron más adelante.

-Laudo Español De 1891: En este tratado suscrito en 1881, se pacto recurrir


a un arbitraje y a tal efecto se convino que habría de ser el Rey de España
quien en su condición de árbitro, decidía los puntos de diferencia que
subsistían en cuestión de límites.

Ante el fracaso que significo el no haber ratificado Venezuela el tratado


Michelena –Pompo estos países reanudaron conversación esa a través de
representantes designados con miras a hallar soluciones y fue para el año
1881 cuando se logro firmar un tratado que buscaba poner términos a la
cuestión de límites que por espacio de 50 años estuvo dificultando las
relaciones entre dichos países

Las partes adscritas del mismo acordaron los puntos de diferencia en la


expresada cuestión de límites, a fin de obtener un fallo definitivo e inapelable,
según el cual todo en territorio que pertenecía jurisdicción de la antigua
campaña general de Caracas por actos regios del antiguo soberano hasta
1810 y quedó siendo territorio jurisdiccional de la República de Venezuela y
todo lo que por acto semejante en esa fecha, perteneció a la jurisdicción de
Virreinato de Santa Fe. Es de hacer notar que en las discusiones limítrofes
entre Venezuela y Brasil no se cuestiono el principio del UTIS POSIDETIS
IURIS.

La Soberanía de la República sobre el territorio y demás espacios


geográficos
Como lo señala nuestra Constitución actual art.11 del título II ,capítulo I ,nos
habla sobre la soberanía plena de la República que se ejerce en los espacios
continental e insular , lacustre y fluvial , mar territorial , áreas marítimas
,interiores históricas y vitales y comprendidas dentro de las líneas de base
rectas que ha adoptado la República ,el suelo subsuelo de estos; el espacio
aéreo continental ,insular , marítimo y los recursos que en ellos se
encuentran , incluidos los genéticos los de las especies migratorias ,
sus productos derivados y sus componentes que por causas naturales allí se
encuentren.

El pueblo como colectividad de él estado es un ente constituido por personas


naturales y/o bienes afectados a un fin común, posible, licito, y determinado
reconocida por el ordenamiento jurídico, el cual le otorga personalidad. Es el
grupo social que ha desarrollado unos vínculos de agregación colectiva entre
sus miembros como resultado de su conciencia de identidad política común y
de la actuación orientada a traducirla en una entidad estatal propia o
independiente, la concepción del pueblo como colectividad, en efecto tiene
sus orígenes en el marxismo, el cual parte de la consideración del pueblo
como realidad social integrada o colectiva, fundamentalmente, por el
proletariado, es decir, por el conjunto de las masas trabajadoras (obreros y
campesinos), así considerando, el pueblo se identifica con las masas
populares trabajadoras, precisamente porque son estas, y no la burguesía
dominante y opresora las auténticas forjadoras del desarrollo histórico de las
sociedades. En consecuencia, la clase burguesa aparece a los ojos del
marxismo clásico no como una clase integrada en el pueblo, sino como la
clase que se impone y domina al pueblo que adquiere toda su plenitud, como
realidad social, en la medida en que es capaz de afirmarse y liberarse, a
través de la revolución, de la dominación burguesa. Es desde esta
perspectiva y significado del pueblo desde donde deben interpretarse
algunos términos acuñados en la doctrina marxista, tales como dictadura del
proletariado, democracia popular.

La nacionalidad es el vínculo jurídico y político existente entre un Estado y


los miembros del mismo. Se puede presentar la nacionalidad por el estado
civil de la persona nacida o naturalizada en un país o perteneciente a ella por
lazos sanguíneos de padre o madre.

La nacionalidad puede clasificarse de la siguiente manera:

Originaria: Este tipo de Nacionalidad puede darse tanto por ius soli (es decir,
derecho al suelo), como por ius sanguinis (es decir, derecho a la sangre). En
el primer caso se adquiere la nacionalidad del país en cuyo territorio se nace;
en el segundo caso se obtiene la nacionalidad que tienen los padres de la
persona de quien se trate. En la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela en su artículo 32 se establece este tipo de nacionalidad.

Nacionalidad adquirida (derivada): Es la Nacionalidad que se adquiere por


vía de naturalización, que también está contemplada en nuestra Constitución
en el artículo 33 y en la Ley de Naturalización, la cual habremos de
comenzar posteriormente.

Nacionalidad adquirida o deriva: La denominación de nacionalidad adquirida


es impropia, por cuanto la nacionalidad se puede adquirir por el hecho del
nacimiento pero también posterior como lo es el proceso de naturalización.
En este sentido prefieren hablar de nacionalidad derivada. La nacionalidad
es aquella que se adquiere después del nacimiento del individuo por hecho,
o hechos posteriores al mismo.

La Constitución establece que la nacionalidad venezolana se pierde:

Por opción o adquisición voluntaria de otra nacionalidad.


Por revocación de la naturalización mediante sentencia judicial de acuerdo
con la ley.

La nacionalidad venezolana que se pierde, puede ser tanto la originaria como


la originaria como la derivada. La nacionalidad originaria se pierde por opción
o adquisición voluntaria de otra nacionalidad, en tanto que la nacionalidad
adquirida o derivada se pierde tanto por opción o adquisición voluntaria de
otra nacionalidad como por revocación de la naturalización mediante
sentencia judicial de acuerdo con la ley.

Los venezolanos perderán su naturalización en los siguientes casos:

Cuando hicieren voluntariamente uso de su nacionalidad de origen o cuando


adquieran otra nacionalidad.

Cuando en el exterior se presten voluntariamente a servir en cualquier forma


contra la República de Venezuela.

Cuando el territorio de la Nación cometan actos contrarios a la integridad y


seguridad de ella y logren sustraerse a la acción de las leyes venezolanas.

Cuando obtengan la nacionalidad con el fin de sustraerse a determinados


efectos de una legislación (Graus Legis).

Cuando inciten el menosprecio o desacato de las instituciones, leyes o


disposiciones de las autoridades, sin prejuicio de lo que dispongan al
respecto las leyes.

Cuando la adquieran en fraude de la ley venezolana, o sea, haciendo uso de


"manipulaciones fraudulentas de los requisitos exigidos por la Ley" (de San
Cristóbal S.)

A quienes residan en el exterior no más de cinco años para realizar estudios


superiores o de especialización.

A quienes residan en el exterior por razones de ejercicio de un cargo


remunerado en alguna organización internacional en la cual participe
Venezuela.

Al cónyuge y los padres naturalizados del venezolano por nacimiento que


residan en el extranjero, cuando vivan con él.

A quién haya residido en Venezuela 25 años o más, contados a partir de la


fecha de su naturalización y haya cumplido 65 años de edad.
Cuando se ausenten de Venezuela en el transcurso de los cinco años
siguientes de su naturalización y adquieran residencia permanente en el
exterior o, cuando después de estos cinco años residen en el extranjero
durante dos años consecutivos, a menos que antes de vencerse este último
plazo soliciten ante un funcionario consular venezolano prórroga por dos
años, pero, finalizada ésta no se concederá ninguna otra.

La constitución de la República Bolivariana de Venezuela en su artículo 36


establece que, “Quien renuncie a la nacionalidad venezolana por nacimiento
puede recuperarla si se domicilia en el territorio de la República por un lapso
no menor de dos años y manifiesta su voluntad de hacerlo. Los venezolanos
y venezolanas por naturalización que renuncien a la nacionalidad venezolana
podrán recuperarla cumpliendo nuevamente los requisitos exigidos en el
artículo 33 de esta Constitución”.

Por otra la página del Servicio Administrativo de Identificación, Migración y


Extranjería (SAIME) ofreció información sobre cómo recuperar la
nacionalidad venezolana si se renunció a esta para adquirir ciudadanía en
otro país.

Para esto se debe ingresar a la página www.saime.gob.ve y seleccionar la


pestaña «Identificación». Allí se indican los requisitos que se deben cumplir,
que dependen de si se es venezolano por nacimiento o naturalización.

Las consultas populares, o sufragios populares, en derecho constitucional y


en la historia constitucional, son deliberaciones públicas tomadas por el
mundo como cuerpo electoral y cuerpo de legislación. Existen distintos tipos
de consultas que se realizan en forma de participación política, y cada vez el
pueblo llega a la decisión de forma directa sobre algo sometido a su
voluntad, tanto los órganos del estado como los ciudadanos ejercen una
forma de democracia directa.

El sufragio es el derecho político y constitucional a votar a los cargos


públicos electos. En un sentido amplio, el sufragio abarca el activo, donde se
determina quiénes tienen derecho al voto (uso más común); y el pasivo, que
se refiere a quiénes y en qué condiciones tienen derecho a ser elegidos.

El sufragio es el medio que dispone cada persona para elegir a los


componentes de los órganos del Estado o expresar su opinión política,
cuando es convocado como integrante del cuerpo electoral de la Nación.

Las técnicas de manifestación que se emplean varían desde el clásico voto


impreso, que se elige en el momento de sufragar, donde están inscriptos los
nombres de los candidatos, llegando en países de alto analfabetismo a
diferenciarlos por colores, hasta la utilización de modernas máquinas a las
cuales se impulsa un botón o una palanca que computa los votos de cada
candidato o partido. Se trata de una cuestión técnica, que cada país organiza
de acuerdo a sus posibilidades y tradiciones.

El problema que agitó la opinión de los juristas fue la de establecer su


naturaleza jurídica.

La primera tesis considera al sufragio como un derecho. Consideran que el


sufragio está incorporado al individuo como un derecho natural, que le es
propio, anterior a la misma existencia del Estado. Integra su esfera de
potestades, derivadas de la personalidad humana. En la expresión de la
soberanía popular, en la cual cada componente del grupo social es
soberano, según lo indica Rousseau. La consecuencia política de esta
posición es la universalidad del sufragio. Si la persona, por el hecho de serlo,
goza del derecho de exponer su posición, ninguna ley posterior al pacto
social podrá limitarlo. El sufragio será un derecho de cada una de las
personas y el ordenamiento jurídico solamente podrá regular su ejercicio,
pero nunca limitarlo o excluirlo.

La segunda tesis considera al sufragio como una función. Esta posición


surge a partir de la doctrina de la soberanía nacional, surgida después de
1789. Parte de dos supuestos. En primer lugar, la soberanía individual sería
incompatible con el hecho de que el disidente minoritario esté obligado a
acatar la voluntad de la mayoría. Es decir, ¿cómo es posible que una
persona sea soberana si luego puede ser constreñida a aceptar una voluntad
contraria a la propia? En segundo término, se afirma que la soberanía no es
anterior al Estado. Ella surge con la organización estatal y reside en la
Nación y no en los individuos y es declarada por la Constitución. De esto se
concluye que: 1) el elector vota en virtud de un título otorgado y derivado de
la Constitución y no por un derecho preexistente; 2) el derecho de elección
no es un poder propio, sino el ejercicio de un poder de la colectividad; 3) la
competencia electoral se ejerce por el elector dentro de los límites y bajo las
condiciones establecidas por la Constitución. La consecuencia política de
este tesis es que sólo tendrán derecho al sufragio aquello a quiénes la ley se
lo otorgue. Desde esta posición, la limitación del sufragio sería legítima.

Estas dos son las grandes tesis entre las cuales se ha dividido la opinión.
Así, los autores se han preguntado cómo sería posible que fuera a la vez un
derecho y un deber. Sucede que establecida su obligatoriedad, no pierde el
atributo de ser un derecho ya que un aspecto hace referencia a la potestad,
no limitable, de la persona a elegir a quien quiera, mientras que el deber de
su ejercicio constituye una imposición del orden legal, que resulta de
aquellos derechos que por ser integrantes de la personalidad no pueden ser
renunciados.

Los sufragios deben cumplir las siguientes características: universal, libre,


secreto, directo, personal, intransferible, igualitario.

En la política, el sufragio pude ser de tipo activo, que es el derecho o la


libertad que tienen los individuos para participar en la elección de los
gobernantes de un país o de la aprobación o rechazo en algún referéndum
con sus votos; y de tipo pasivo, que es el derecho o la libertad que tienen los
individuos a presentarse como candidatos durante el proceso electoral y a
poder resultar elegidos.

El sufragio también se divide en: sufragio universal y sufragio restringido o


censitario.

El sufragio universal, este mismo es universal l porque reconoce el derecho


de sufragar a todos los ciudadanos, salvo las exclusiones que taxativamente
establece la misma ley (por ejemplo menores de edad, dementes,
sordomudos que no puedan darse a entender por escrito, detenidos por juez
competente, etc.). Por estas razones, el sufragio nunca es absolutamente
universal. Por amplio que sea el cuerpo electoral, no corresponde a toda la
población, la legislación, en general, establece excepciones por diversos
motivos.

El sufragio universal se proclamó originalmente en la Constitución francesa


de 1793. Posteriormente se generalizó en todo el continente europeo hasta
ser universalmente reconocido por la casi totalidad de las constituciones
posteriores a la Primera Guerra Mundial (1914-1918).

El sistema electoral mayoritario o también denominado sistema binario, es el


sistema electoral más utilizado en todo el mundo es el escrutinio uninominal
mayoritario (también llamado "mayoría relativa" o "voto plural"), en que el
elector vota por una opción, y el candidato que reciba el mayor número de
votos gana las elecciones, aunque no obtenga la mayoría absoluta. Si, sin
embargo, se requiere que el candidato gane por mayoría absoluta, se utilizan
métodos eliminatorios. Los métodos eliminatorios más comunes son:

Segunda vuelta entre los dos candidatos con más votos.


Elección exhaustiva: Eliminación gradual del candidato más débil hasta que
un candidato obtenga mayoría absoluta.

Elección exhaustiva sin eliminación: Ningún candidato es eliminado, las


votaciones se repiten hasta que un candidato reciba la mayoría absoluta.

Cabe mencionar que las papeletas de los sistemas binarios no


necesariamente son exclusivas, los sistemas de voto aprobatorio, por
ejemplo, permiten que el elector vote por más de un candidato. Sin embargo,
es el candidato con más votos el que gana la elección.

El sistema electoral de representación proporcional, es aquel donde se e


eligen varios miembros del Congreso por cada distrito electoral. Este sistema
incentiva la fragmentación. Se incentiva más aún la fragmentación cuando
los distritos son grandes y se utilizan fórmulas que traducen los votos en
números de escaños. Muchas democracias nuevas han escogido sistemas
de Representación Proporcional. Más de 20 democracias establecidas y casi
la mitad de todas las democracias "libres" usan alguna variante de la
Representación Proporcional. Los sistemas de Representación Proporcional
son predominantes en América Latina y en Europa Occidental y representan
un tercio de todos los sistemas en África. Si bien los escaños son a menudo
distribuidos en distritos plurinominales regionales, en algunos países (como
Alemania, Namibia, Israel, Holanda, Dinamarca, Sudáfrica y Nueva Zelanda),
la distribución de escaños es efectivamente determinada por el voto a nivel
nacional. La fórmula utilizada para calcular la distribución de escaños, una
vez que los votos han sido contados, puede tener un efecto marginal en los
resultados electorales de Representación Proporcional. Las fórmulas pueden
basarse en el "promedio más alto" o en el "residuo mayor". Sin embargo, la
magnitud de los distritos y los umbrales de representación tienen mayor
importancia para los resultados generales de Representación Proporcional
(Umbrales). Cuanto más grande sea el número de representantes elegibles
en un distrito y más bajo sea el umbral requerido para la representación en la
legislatura, más proporcional será el sistema electoral y más grande será la
oportunidad de que los pequeños partidos minoritarios obtengan
representación parlamentaria.

Por otra parte países como Alemania, Nueva Zelanda, Bolivia, Italia,
Venezuela o Hungría, tratan de combinar los aspectos positivos de ambos
sistemas electorales: los de Representación Proporcional y los mayoritarios.
Una proporción del parlamento (casi la mitad de los casos de Alemania,
Bolivia y Venezuela) son electos por métodos de mayoría, generalmente en
distritos uninominales; mientras el resto es constituido por listas
Representación Proporcional. Esta estructura puede parecer, a primera vista,
similar a la de los sistemas paralelos descritos posteriormente, pero la
diferencia fundamental estriba en que bajo la Representación Proporcional
Personalizado los escaños de Representación Proporcional por lista suelen
compensar, en mayor o menor medida, cualquier desproporcionalidad
producida por los resultados en los distritos uninominales (mayoritarios). Por
ejemplo, si un partido gana 10% de los votos nacionales pero no gana ningún
escaño de mayoría, entonces le serían otorgados suficientes escaños de las
listas de Representación Proporcional para compensar su representación en
aproximadamente un 10% del parlamento.

En todos los países donde se utiliza este sistema, los escaños de


uninominales se asignan por mayoría relativa, a excepción de Hungría que
utiliza para estos efectos el sistema de doble vuelta. El método de Italia es
más complicado ya que un cuarto de los escaños parlamentarios se reservan
para compensar los votos "desperdiciados" en los distritos uninominales. En
Venezuela hay 110 escaños de Mayoría Relativa, 52 de Representación
Proporcional por lista y 03 escaños de representación indígena.

Siguiendo la misma línea argumentativa sobre los sistemas electorales


vamos a hablar un poco sobre un tema muy relacionado, como lo es la
separación de poderes, pero haremos una pequeña énfasis sobre su teoría,
puede decirse que la Constitución venezolana de 1999 se convirtió en un
punto de referencia en el constitucionalismo contemporáneo al haber
superado la clásica división tripartita del Poder Público y haber adoptado un
novedoso sistema de separación orgánica del Poder8 al distribuirlo en cinco
Poderes, al agregar a los tres tradicionales (Legislativo, Ejecutivo y Judicial),
dos nuevos, el Poder Ciudadano (que comprende los órganos con autonomía
funcional que existen en forma variada en todos los países, en nuestro caso,
el Ministerio Público, el defensor del Pueblo y la Contraloría general de la
República) y el Poder Electoral que comprende los órganos encargados de
llevar adelante los procesos electorales (Consejo Nacional Electoral). Estos
cinco conjuntos orgánicos en el texto de la Constitución se encuentran
separados, son autónomos e independientes entre sí, y cada uno de ellos
tiene sus competencias constitucionales y legales específicas. Y son las
relaciones que se establecen entre los mismos a los efectos de la
conducción política de la sociedad, que en la Constitución se configuró un
sistema presidencial de gobierno, pero con una desmedida sujeción y
distorsión parlamentaria, que hace que si el Presidente no controla
políticamente la Asamblea el sistema de gobierno simplemente no puede
funcionar.

En todo caso, en cuanto a la separación de poderes, la configuración del


principio en la Constitución como instrumento de organización del Estado
responde a cierto grado de flexibilidad, tal como lo señaló la antigua Corte
Suprema de Justicia en el sentido de que “si bien cada uno de ellos tiene
definida su propia esfera de acción: el Legislativo, para dictar la ley,
reformarla y revocarla; el Ejecutivo, para ejecutarla y velar por su
cumplimiento; y el Judicial, para interpretarla, y darle aplicación en los
conflictos surgidos, la demarcación de la línea divisoria entre ellos no es
excluyente, ya que en muchos casos esos poderes ejercen funciones de
naturaleza distinta de las que privativamente le están atribuidas. El principio,
ciertamente, impide a unos órganos invadir las competencias propias de otro,
pero no les impide ejercer funciones de naturaleza similar a las de otros
órganos. Por ello, la misma antigua Corte Suprema, en sentencia posterior,
fue aún más clara y terminante al señalar que “lejos de ser absoluto” el
principio de la separación tiene un “carácter complementario” de manera que
los diversos órganos del Estado, aparte de sus funciones propias “realizan
eventualmente actos de índole distinta a las que por su naturaleza les
incumbe,” de manera que en definitiva “la división de poderes no coincide
plenamente con la separación de funciones.” Conforme a ello, por tanto,
desde el punto de vista instrumental, la separación de poderes se entiende
en el sistema venezolano, en primer lugar, como una separación orgánica
entre los órganos de cada rama del Poder Público; y en segundo lugar, como
una asignación de funciones propias a cada uno de dichos órganos; pero
nunca como una separación de funciones atribuidas con carácter exclusivo a
los diversos órganos. En otras palabras, mediante este principio se reserva a
ciertos órganos el ejercer una función en una forma determinada (funciones
propias), lo que no excluye la posibilidad de que otros órganos ejerzan esa
función en otra forma. Por tanto, de acuerdo con lo establecido en el artículo
136 de la Constitución, la asignación de funciones propias a los órganos que
ejercen los Poderes Públicos, no implica que cada uno de los órganos del
Estado siempre tenga el ejercicio exclusivo de alguna función estatal
específica.

Ahora bien, conociendo un poco sobre la historia y la evolución de la


separación de poderes, cabe destacar dos punto claves de esta misma, y es
que en la separación de poderes existe la separación de poderes rígida y la
flexible o atenuada, por consiguiente procederé a explicar un poco sobre lo
que son estos tipos de separación, en primer lugar tenemos a separación
rígida la cual es la adoptada por la Constitución Norteamericana. Esta
separación rígida, como queda dicho, demarca claramente el área de
competencia de cada poder y evita la inter-relación entre estos. Cada poder
posee sus propios órganos para ejecutar sus propias funciones y estos
órganos son distintos e independientes de los órganos propios de los otros
poderes. Esta característica surge de los principios básicos de la Teoría de
Separación Rígida de los Poderes, los cuales son:

Independencia Orgánica: Después que el Estado realiza la distribución de las


funciones propias de cada poder, éste las confía a sus órganos que son
independientes en el cumplimiento de tales funciones, Especialización
Funcional: Consiste en agrupar todas aquellas funciones que tengan una
misma naturaleza y confiárselas a un órgano determinado.
Y en segundo lugar tenemos a la separación flexible o atenuada de los
poderes: esta es adoptada por Europa, la flexibilidad o atenuación consiste
en que cada poder se le asigne una función predominante, pero no exclusiva.

Cada poder tiene un área de acción preferente o predominante, pero


coadyuva al cumplimiento de interrelaciones entre los Poderes Públicos.

La separación de poderes en Venezuela se encuentra de forma tacita y


expresa en nuestra constitución en su artículo 136 el cual establece que,” El
Poder Público se distribuye entre el Poder Municipal, el Poder Estadal y el
Poder Nacional. El Poder Público Nacional se divide en Legislativo,
Ejecutivo, Judicial, Ciudadano y Electoral. Cada una de las ramas del Poder
Público tiene sus funciones propias, pero los órganos a los que incumbe su
ejercicio colaborarán entre sí en la realización de los fines del Estado”, lo
cual quiere decir que en Venezuela el sistema de separación de poderes que
predomina, es la separación flexible o atenuada, de modo que cada poder
tiene su espacio de acción preferente, no necesariamente exclusivo, ya que
estos pueden ayudarse entre sí, para lograr el cumplimiento de las
necesidades expresadas en la constitución, códigos y las demás leyes que
determine la ley.

En conclusión y para finalizar se puede decir que el poder constituyente es la


denominación del poder que tiene la atribución de establecer la norma
fundamental de un ordenamiento jurídico, definiendo la forma de gobierno o
la forma de estado de un estado, cabe destacar que para que pueda existir
un poder constituyente, debe existir una sociedad civil, el cual da origen y
razón de ser, a elementos tales como la población, el pueblo, la nación, entre
otros, lo que quiero decir es que cuando existe una sociedad civil, y esta se
organiza política y jurídicamente, para el logro de sus propios fines y por lo
tanto dicha sociedad constituye el elemento orgánico primario del estado, ya
que no es posible concebir un estado sin habitantes.

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