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TRABAJO FINAL de PSICOLOGÍA EVOLUTIVA RELIGIOSA

Seminario catequístico María


Auxiliadora
Psicología Evolutiva y religiosa

Trabajo práctico final: “La fe adulta”.

Alumno: CORTI, Rodolfo Fabián.

Año: 2do Año.

Fecha de entrega: 03/07/2021

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TRABAJO FINAL de PSICOLOGÍA EVOLUTIVA RELIGIOSA

Tema: “La fe adulta”.

Propósitos:

 Investigar lo que plantea cada autor con respecto al tema elegido.


 Comparar textos.
 Elaborar una conclusión sobre la fe adulta.

Marco teórico:

Cuando el hombre llega a los 40 años comienza a preocuparse por el


rumbo de su vida y experimenta una crisis cuando realiza un balance de
esta, más aún si experimenta la muerte de alguien cercano. Así como en
todas las etapas de la vida se suceden cambios en su personalidad y se
expresan en la madurez y el tipo de actitudes que adopta.

La experiencia deja huellas en el sujeto según como haya transitado


las distintas etapas y el entorno. Estas transformaciones que acontecen en
su vida también se producen en la fe, ya que a través de ella es conducido
hacia la verdad, es decir a una relación con Dios.

Durante la infancia, el niño es más permeable a encontrar la fe a


través de la familia, los padres y personas en que el confía, en quienes se
apoya emocionalmente. Con el correr de los años, y según las experiencias
que haya tenido, descubre que la fe implica reconocer y asumir
responsabilidades, aunque se encuentre alejado de Dios.

Entonces se reencuentra con Dios y se relaciona con él a partir de sus


vivencias y a partir de todos los aspectos de su vida. Una nueva moral se
desarrolla en él desde un lugar distinto, es la fe madura que le permite
percibirse finito en su existencia y saber que Dios es quién lo ama y
protege.

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Mi elección se justifica por varias razones, sembrar en los niños el


kerigma, para que puedan crecer en la fe y aceptar a Dios en su vida; por
otra parte, en conocer las características del proceso hacia la conversión del
adulto para acompañarlo desde la catequesis y ayudarlo a comprender y a
vivir en los valores de Jesús, y a desarrollar una moral propia que incluya a
los demás.

Conocer las particularidades de cada fase y sus crisis provee


herramientas al catequista para crear instancias de encuentro con Dios para
ahondar en el conocimiento de uno mismo, reflexionar y profundizar la fe.

Desarrollo del tema:

El hombre atraviesa distintas etapas a lo largo de su vida, de manera


que va dando forma a su existencia, no sin antes superar las crisis que lo
interpelan.

La experiencia cobra un valor muy significativo en el joven que pasa


a la adultez y comienza a ser consciente de su propia realidad, y a darse
cuenta de sus propios límites, y que todo no es como lo deseado o lo que se
esperaba.

En este momento, la paciencia es la actitud que lo sostiene en sus


propósitos, que lo ayuda a sortear los obstáculos que se les presentan,
implica sufrimiento y una crisis. Entonces, el hombre tendrá que volver a
definir distintos aspectos de su vida, afianzar los valores para la vida, en lo
que perdura, y cambiar su impulsividad por la solidez de sus convicciones,
aceptando su realidad, la de su entorno, y trabajar para superarlo.

Cuando comienza a darse cuenta de que está envejeciendo, comienza


una nueva crisis, es lo que Guardini define como el arco vital de la vida que
comienza a declinar hasta llegar a la muerte, y describe esta etapa de su
desarrollo, como el momento en la vida del hombre en que cosecha

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aquellos valores creados a partir de sus vínculos con otros, de la misma


manera que lo plantea Erikson.

El hombre llega a su etapa final, según como haya vivido, acepta y se


predispone al encuentro con Dios. En esta etapa deberá enfrentarse a una
nueva crisis y deberá poner a prueba su capacidad de resolver aquellos
problemas de su vida que lo van transformando para llegar a la adultez. En
la medida que el hombre se acepte a si mismo, según Guardini, se acercará
naturalmente a la serenidad y a la sabiduría.

Erikson se refiere a la edad adulta, y la crisis psicosocial, como


producto de un conflicto entre productividad e inercia. En esta etapa asume
el compromiso y la responsabilidad hacia los demás y se preocupa por lo
que sucederá luego en las generaciones próximas, ese es el compromiso
que tiene con sus hijos.

La productividad se manifiesta en sí mismo a través del trabajo y el


desarrollo moral. En este punto se evalúan los resultados materiales,
intelectuales y la satisfacción de lo logrado. Para Guardini, aceptar la vejez
como parte de la vida implica llegar a la plenitud del hombre, y tener una
actitud positiva hacia los jóvenes, que no implique la imposición, sino la
comprensión y el ánimo de contribuir a que transiten la vida de la manera
correcta. Si se tratara de imponer con autoritarismo, podría producir un
rechazo en su entorno y producirse el estancamiento que, en muchas
personas a los cuarenta años, los hace sentirse viejos.

Erickson se refiere a la fisiología de la vida como una secuencia de


procesos en que las personas se adaptan al entorno en que viven, ya que las
experiencias que se acumulan a lo largo de su vida en la interacción con
otros conforman las distintas características a partir de las cuales el sujeto
se construye.

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De la misma manera, ocurre con el crecimiento de la fe según


Francisco Jalics. El hombre experimenta varios cambios a lo largo de su
vida y cuando es adulto, se relaciona con él de una manera diferente. Se da
cuenta que sin Dios la vida carece de sentido porque Dios es la vida misma
en todas sus expresiones.

Sin Dios encuentra un vacío, y siente la necesidad de reencontrarse


con él en su cotidianidad, en lo que el autor denomina vida real, porque
percibe su presencia y no necesita evidencias. Su relación con Dios es
interior, tan profunda que no se impone, por el contrario, es parte de él.

El hombre inicia una búsqueda hacia el bien común de la humanidad


desde situaciones concretas de su vida que lo impulsan a desarrollar su
propia moral sin caer en el individualismo. Esta libertad no significa que no
tenga que asumir responsabilidades, sino que trata de lograr la autonomía
en su realidad con la seguridad de que no está solo, y Dios es parte de su
vida.

El autor plantea una reestructuración de la fe que se va


transformando paulatinamente, no es repentina y va dando lugar a nuevas
formas de creer.

Solo en algunas ocasiones puede tratarse de una conversión abrupta,


como en el caso de Moisés, San Agustín o San Ignacio de Loyola, entre
otros, pero en general se trata de cambios que aparecen después de una
crisis, y que le permite ver con claridad los hechos y aproximarse a Dios.

Así lo hace en las distintas etapas que debe transitar el hombre y


avanzar para ubicarse con aplomo a su realidad, es perseverante, desarrolla
la virtud de la paciencia, la tolerancia, la sinceridad, la comprensión.
Podemos decir que la reestructuración de la fe se manifiesta en su actitud
frente a la vida, en lo cotidiano y en compartirla con otros, es empático con

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sus semejantes, y adquiere una seguridad interior que le da paz y serenidad


para afrontar todas las cuestiones terrenales que se les presenten.

En cuanto a la actitud ante el dolor o la pérdida de un ser querido, el


hombre en la fe adulta es resiliente ante situaciones traumáticas, acepta la
adversidad, y se sobrepone porque Dios acciona sobre él, fortaleciendo el
sentido de la vida.

Esta actitud le permite compartir su fe con los demás, colaborar con


otros y en su comunidad.

Evaluación final:

Para Guardini: “fe significa aquí que comprenda mi finitud desde la


instancia suprema, desde la voluntad de Dios”.

Si no reconocemos la finitud en nosotros no reconocemos a Dios, y no


comprendemos que el sentido de la vida radica en aceptarse en su voluntad,
por el don del amor que le confiere al hombre.

El hombre debe expandirse más allá de sí mismo para alcanzar la


autotrascendencia mediante la fe.

Victor Frankl sostiene que el complejo de vacuidad que tiene el hombre


necesita de la conciencia que le permita discernir entre lo esencial y lo
superfluo, para madurar en la fe y encontrar el sentido de la vida.

El hombre transita durante su vida varias fases y entre una y otra que, si
bien tienen características propias, son parte de una unidad para el
desarrollo de la persona humana.

Es el camino de la fe en donde el hombre encuentra a Dios en su realidad.


En palabras de Jalics, “El hombre de fe adulta entiende que la vida, es más
Grande que él y comprende que Dios es la vida”.
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Bibliografía:

 Guardini, Romano. La aceptación de sí mismo Las edades de


la vida. Ed Lumen.
 Jalics, Francisco. Cambios en la fe.
 Erikson, Erick. Los cambios de la madurez. Cap 6
 Apuntes de cátedra.

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