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INTRODUCCION

Toda historia tiene su principio, y en el caso de Roma no podía ser más humilde. la
futura ciudad eterna nació como una más de las pequeñas al día de cabañas de
madera y barro que poblaban la región del lacio, en la península itálica, varios siglos
antes de nuestra era. ¿Quién podría haber imaginado entonces que sus modestos
habitantes serían los ancestros de una civilización que dominó gran parte del mundo
conocido en la antigüedad?

sin embargo, la idea del destino estuvo muy presente ya desde los orígenes de Roma,
como muestran las leyendas de su Fundación.

La más popular la narró el poeta clásico Virgilio: eneas escapó de Troya porque
estaba predestinado a llegar a Italia; debía hacer así para que 1 de sus descendientes,
Rómulo, se convirtiera en el primer rey fundador de Roma. con el paso de los siglos,
todos estos mitos fundacionales fueron difuminando la idea de que un día existió una
pequeña Roma poblada por gentes sencillas, encantaron otra muy distinta: Roma
nació grande, pues estaba llamada a liderar un gran imperio.

sin duda, el emplazamiento estratégico de Roma fue un buen aliado para alcanzar tan
noble destino. las colinas a su alrededor proporcionaron a la ciudad una valiosísima
defensa natural; la proximidad de un paso del río Tíber donde se cruzaban dos
caminos, por un lado, la ruta norte – sur que llevaba de Etruria a la región de
Campania y, por otro, la que conducirá del interior hasta el mar, la situada en
disposición de controlar el movimiento de personas y mercancías; cercanía al mar
permitía a Roma beneficiarse del tráfico comercial y cultural del Mediterráneo, a la vez
que recibía Bustos a la influencia tanto de griegos y fenicios, como también la de los
etruscos un pueblo fascinante pero yo antes que Roma de las aguas culturales del
Mediterráneo.

tras su Fundación la ciudad estuvo de acuerdo Gobierno de una monarquía durante


casi 250 años, una era de la que pocos sabemos con certeza. a estos rayos se les
atribuye toda una serie de innovaciones que, aunque cargadas en muchas ocasiones
de un aura legendaria, ayudaron a sentar las bases de la futura República romana.

El Senado mismo, por ejemplo, fue un cuerpo consultivo de estos monarcas formado
por senes (ancianos), aunque carecía de la autoridad que adquirió en época posterior.

por cualquier caso, en el año 509 a.C., un golpe de Estado desencadenado por la
violación de Lucrecia, una noble de origen romano, fin a la monarquía en Roma. el
último rey, Tarquinio el soberbio, conducción desde entonces con el símbolo del
despotismo en que había degenerado la institución monárquica, de la que los romanos
renegaran en adelante.

De esta manera quedo establecida la República, qué fue gobernada por un sistema de
consulado cuyos miembros eran elegidos anualmente.

El camino que lleva de esta primera Republica a la gran Roma conquistadora del
Mediterráneo tiene dos ejes vertebradores: por una parte, las tensiones sociales entre
el grupo de los patricios – la aristocracia romana – y el de plebeyos derivan en una
serie de eficientes reformas de las instituciones y la Administración del Estado; por la
otra; el marcado carácter militar de los romanos los conducirá a una permanente
búsqueda de gloria a través de la conquista de nuevos territorios. veamos ambos
aspectos.

La idea de la predestinación que emanaban los distintos relatos legendarios calo


hondo en la sociedad romana. Quizá por ello a los plebeyos les costo tanto convencer
a los patricios de que el hecho de que ellos descendieron de unos pobladores del
monte Aventino que se habían Unido a los romanos más tarde que el resto no era
motivo suficiente para negarles el acceso a la vida política. en el primer período
republicano se puso en cuestión la organización social de la ciudad, basado en los
privilegios de nacimiento. de este modo, hasta el año 287 a.C, la vida política de Roma
se caracterizo por una lucha de clases que se conocerá como “Conflicto de los
Ordenes”, y que fue evolucionando en paralelo al incremento de las exigencias
bélicas. Y es que el peso de las guerras, cada vez más frecuentes, recaía sobre todo
en los hombros de la plebe, que aportaba el grueso de las tropas.

los patricios se vieron obligados a hacer las primeras concesiones para acallar las
voces críticas, que comenzaron a ser muchas. se permitió que los líderes de la plebe
pudieran acceder a las filas de las magistraturas y del Senado, y también que más
ciudadanos participarán en el reparto de las nuevas tierras conquistadas.
Progresivamente, la gran distinción entre patricios y el nuevo grupo de plebeyos ricos
se fue difuminando, a la vez que surgía una nueva clase influyente fundamentada en
la riqueza y no en la nobleza heredada. esta nueva aristocracia se convirtió en la clase
dirigente en Roma hasta la caída de la República en el siglo I a.C.

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