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García Magaña Ellen Sofía

Investigación y contextualización de la arquitectura y el urbanismo desde sus inicios al fin del


medievo
Sesión 9: Arquitectura y urbanismo en la antigüedad: Roma

Contexto histórico
De acuerdo a la leyenda más popular, la Antigua Roma fue fundada por dos hermanos y
semidioses, Rómulo y Remo, el 21 de abril del 753 a.C. La leyenda afirma que durante una
discusión sobre quién gobernaría la ciudad (o, en otra versión, dónde estaría situada),
Rómulo asesinó a Remo y nombró la ciudad tras sí mismo.
Otras leyendas afirman que la ciudad fue nombrada en honor a una mujer, Roma, quien
viajó con Eneas y otros sobrevivientes de Troya, después de la caída de la ciudad. Al
desembarcar en las orillas del río Tíber, Roma y las otras mujeres se opusieron al deseo de
los hombres de seguir avanzando. Ella lideró a las mujeres en la quema de los navíos
troyanos y, de manera efectiva, dejó varados a los sobrevivientes troyanos en el lugar que
eventualmente se convertiría en Roma.
La civilización romana, también llamada antigua Roma, comenzó en el año 753 a. C. con la
fundación de Roma, que surgió como una comunidad pequeña cerca del paso comercial del
río Tíber (en la actual Italia), y se convirtió en una gran ciudad que expandió su poder e
influencia por Italia y gran parte del mundo entonces conocido.
La ubicación de la ciudad proporcionó a los comerciantes una vía fluvial por la que mover
sus bienes. El gobierno romano atravesó distintas etapas: monarquía (753-509 aC.),
república (509-27 a. C.) e imperio (27 aC.-476 d. C.). Los primeros pobladores del Lacio
fueron grupos itálicos, como los sabinos y los latinos. También se asentaron en la zona
grupos etruscos, provenientes de la Toscana (al norte). La formación de la cultura romana
pudo ser el resultado de la interacción entre estas diversas poblaciones, recibió la influencia
de las civilizaciones etrusca y griega en aspectos políticos, culturales y militares, pero
introdujo a su vez novedades que influyeron en la cultura occidental en los terrenos del
derecho, las instituciones de gobierno y la tecnología civil y militar.
La cultura y civilización griega, la cual llegó a Roma desde las colonias griegas en el sur,
proporcionó a los primeros romanos un modelo a seguir para construir su propia cultura; de
los griegos tomaron prestados la educación y la religión, así como los fundamentos de la
arquitectura. Los Etruscos, al norte, dieron un modelo de comercio y lujo urbano. Etruria
estaba igual de bien ubicada para el comercio y los primeros romanos o aprendieron las
habilidades comerciales de los etruscos o estas fueron enseñadas directamente por estos,
quienes incursionaron en el área alrededor de Roma en algún momento entre el 650 y el 600
a.C.
Aunque la ciudad prosperó en un inicio por el comercio, fue la guerra quien la convirtió en
potencia. Las guerras con la ciudad norteafricana de Cartago (conocidas como las Guerras
púnicas, 264-146 a.C.) consolidaron el poder de Roma y ayudaron a la ciudad a crecer en
riqueza y prestigio. Logró expandir sus fronteras imperiales a la mayor parte de Europa,
Medio Oriente y el norte de África, gracias a su impresionante organización militar y a su
capacidad estratégica para establecer alianzas y relaciones de subordinación. A diferencia
de los griegos, que excluían a los extranjeros y sometían a los pueblos conquistados, Roma
los incorporó a su sistema político-social y les otorgó la ciudadanía romana, lo que
contribuyó a un proceso de aculturación llamado “romanización” (que incluyó la difusión del
latín como lengua).
Los historiadores reconocen tres etapas en la historia del gobierno romano. La época de la
República romana fue uno de los períodos más significativos en la historia de la civilización,
pues puso las bases del derecho romano (que legisla sobre el derecho privado y la
separación de poderes), afianzó algunas de sus instituciones (como el Senado) y consolidó
su posición como potencia dominante, lo que permitió la posterior instauración del imperio.
● La monarquía (desde 753 a. C. hasta 509 a. C.). En este período, el gobierno de la
ciudad-estado de Roma estaba a cargo de un rey (en latín, rex), que era elegido por
un consejo de ancianos.
● La república (desde 509 a. C. hasta 27 a. C.). Fue instaurada cuando se derrocó al
último rey, Lucio Tarquinio, apodado “el soberbio”. El gobierno pasó a estar a cargo
de altos magistrados electivos (como los cónsules) y del Senado (compuesto
inicialmente por patricios y luego también por plebeyos, que además tenían
representación en el cargo del tribuno de la plebe). La otra institución importante del
período republicano fue el ejército. El militar y político Julio César amplió las fronteras
de la República romana y venció en una guerra civil, pero fue asesinado en el año 44
a. C. A su muerte, se desató otro conflicto por el poder entre Marco Antonio y Octavio
(sobrino nieto de Julio César), quien triunfó e instauró el imperio.
● El imperio (desde 27 aC. hasta 476 d. C.). Fue el período caracterizado por un
gobierno unipersonal y autocrático, en el que el poder residía en la persona del
emperador, cuyas decisiones no estaban sujetas a leyes.
La economía de la civilización romana se basaba en la actividad agrícola, la ganadería y el
comercio. La agricultura y el trabajo doméstico dependían de una amplia disponibilidad de
esclavos, que eran comprados o capturados en guerras y eran considerados propiedad de
sus amos. El Estado romano recaudaba impuestos de los hombres libres en Roma y de las
comunidades en las provincias, que eran administradas por gobernadores romanos. Los
impuestos consistían en valuaciones que aplicaban sobre la tierra, el hogar, los esclavos, los
animales, artículos personales y riqueza monetaria. Los agricultores podían pagar con las
cosechas excedentes, en lugar de abonar un impuesto en metálico.
El comercio de bienes se realizaba mediante el trueque o a través de un sistema de
monedas de latón, bronce, cobre, plata u oro, acuñadas bajo estrictas reglas de pesos,
tamaños y valores.
La sociedad romana se dividía mayoritariamente en grupos bien diferenciados:
● Los patricios. grupo privilegiado, constituido por un grupo minoritario de familias
nobles tradicionales (gens) que remontaban sus orígenes a la fundación de Roma.
Eran ciudadanos romanos de pleno derecho y ocupaban los más altos cargos
políticos y militares.
● Los plebeyos. Eran la mayor parte de la población, y podían ser pequeños
propietarios de tierras, comerciantes, artesanos o campesinos. Algunos eran clientes
de algún patricio, del que recibían protección o medios de subsistencia a cambio de
trabajar sus tierras y de apoyarlo militar o políticamente. Los plebeyos eran
ciudadanos libres pero nunca tuvieron el mismo nivel de decisión política que los
patricios, a pesar de que algunas revueltas provocaron la creación del cargo del
tribuno de la plebe y que los plebeyos pudieron incorporarse al Senado.
● Esclavos, generalmente cautivos de guerra y podían ser liberados si compraban su
libertad o si sus amos se la concedían.

Arquitectura
La arquitectura romana continuó con el legado que dejaron los arquitectos griegos y los
órdenes arquitectónicos establecidos, especialmente el corintio. Los romanos también
fueron innovadores y combinaron nuevas técnicas de construcción y materiales con un
diseño creativo para producir toda una serie de estructuras arquitectónicas totalmente
nuevas. Entre los edificios romanos más innovadores se encuentran la basílica, el arco del
triunfo, el acueducto monumental, el anfiteatro y el bloque de viviendas.
Los romanos crearon su versión del capitel corintio que era más decorativo, al igual que la
cornisa. Crearon el capitel compuesto, que mezclaba la voluta del orden jónico con las hojas
de acanto del corintio. La columna toscana fue otra adaptación de una idea tradicional que
era una forma de columna dórica pero con un capitel más pequeño, un fuste más esbelto sin
flautas y una base moldeada. La columna toscana (como se denominó en el Renacimiento)
se utilizó especialmente en la arquitectura doméstica, como los peristilos y las verandas. Los
romanos también eran partidarios de las columnas monolíticas, en lugar del enfoque griego
de utilizar varios tambores apilados.
En los años de la antigua civilización romana se construyeron más edificios civiles que
religiosos, caracterizados por su solidez, practicidad y monumentalidad. Se destacaron las
obras de ingeniería como acueductos, puentes, termas y calzadas, así como estructuras con
diversas funciones como anfiteatros, circos, arcos, basílicas, templos, foros y columnas
conmemorativas. El Coliseo, construido durante el Imperio romano (se inauguró en el año 80
d. C.), fue una de las construcciones más majestuosas de la antigüedad.
● Acueductos y puentes - Estas estructuras, a veces enormes, con arcos simples,
dobles o triples, se diseñaban para transportar agua dulce a los centros urbanos
desde fuentes que a veces se encontraban a muchos kilómetros de distancia.
● Basílicas - Lugar para reuniones grandes, por lo general para los tribunales de
justicia. Se solían construir a lo largo de uno de los lados del foro, el mercado de la
ciudad, que estaba cerrado por todos los lados por columnatas. El largo vestíbulo y el
techo de la basílica descansaban en columnas y pilares en todos los lados. Las
columnas formaban una nave central flanqueada por un pasillo. Una galería recorría
el primer piso y, luego, había un ábside en uno o ambos extremos.
● Termas - Recintos públicos para el baño, se construían de manera simétrica a lo
largo de un solo eje e incluían piscinas, salas frías y calientes, fuentes, bibliotecas,
calefacción por suelo radiante y, a veces, calefacción entre paredes mediante
tuberías de terracota. Sus exteriores solían ser sencillos, pero su interior a menudo
era suntuoso, con muchas columnas, mármol, estatuas y mosaicos.
● Residencias privadas y bloques de apartamentos (ínsula) para los habitantes menos
pudientes de la ciudad.
● Templos - El templo romano era una combinación de los modelos etrusco y griego,
con una cella interior en la parte trasera del edificio rodeada de columnas y situada
en una plataforma elevada (de hasta 3,5 metros de altura) con una entrada
escalonada y un pórtico con columnas.
● Teatros y anfiteatros - El teatro romano se inspiró en la versión griega, pero la
orquesta se hizo semicircular y el conjunto se hizo con piedra. Añadieron un edificio
escénico muy decorativo (scaenae frons) que incorporaba diferentes niveles de
columnas, salientes, frontones y estatuas.
● Arcos de triunfo - El arco de triunfo, con una entrada simple, doble o triple, no tenía
otra función práctica que la de conmemorar con esculturas e inscripciones
acontecimientos importantes, como las victorias militares.
El uso de una especie de hormigón, junto con otros materiales, daba solidez a sus
construcciones, lo que explica que algunos edificios se conservan en la actualidad (como el
Coliseo). Los arcos romanos (que se empleaban en la construcción de puentes y grandes
edificios) resultaron un avance importante en las técnicas arquitectónicas, debido a que
permitían distribuir de manera uniforme el peso del resto de la estructura.
Se construyó una gran cantidad de templos en Roma y en sus provincias, para adorar a sus
dioses y, en la época del imperio, también a sus emperadores (a quienes se atribuyó un
carácter sagrado).
El primer edificio totalmente de mármol fue el Templo de Júpiter Estator en Roma (146 a.C.),
pero recién en el Imperio el uso del mármol se generalizó y se convirtió en la piedra elegida
para los proyectos de construcción más impresionantes financiados por el Estado. Además
del mármol, también se disponía de piedra caliza blanca travertino en las canteras cercanas
a Tívoli, y su facilidad para el tallado preciso y su inherente resistencia a la carga la
convirtieron en el sustituto favorito del mármol entre los arquitectos romanos desde el siglo I
a.C. Se utilizaba especialmente para pavimentos, marcos de puertas y ventanas, y
escaleras.
A medida que el Imperio se expandía, las ideas e incluso los artesanos se integraron en la
industria arquitectónica romana, a menudo manteniendo sus materiales familiares, como el
mármol, en los lugares de construcción. La evidencia de la influencia oriental se puede ver
en elementos como las hojas de papiro en los capiteles, los pedestales esculpidos, las
columnatas de las calles y los ninfas (fuentes ornamentales).
Los romanos no inventaron el mortero de cal, pero fueron los primeros en ver todas las
posibilidades de utilizarlo para producir hormigón. Utilizaron los escombros de hormigón en
la construcción como material ya que se dieron cuenta de su gran resistencia. Llamaron a
este material opus caementicium por el agregado de piedra (caementa) que se mezclaba
con el mortero de cal.
Además de las posibilidades estructurales que ofrecía el hormigón, el material era también
mucho más barato que la piedra maciza y se podía dar una fachada más presentable
utilizando estuco, revestimiento de mármol u otro material relativamente barato: el ladrillo
cocido o la terracota. Los ladrillos de barro secados al sol se habían utilizado durante siglos
y se siguieron utilizando para proyectos más modestos hasta el siglo I d.C., pero los ladrillos
cocidos tenían la ventaja de la durabilidad y se podían tallar como la piedra para asemejarse
a elementos arquitectónicos estándar como los capiteles y los dentilos.
El estuco se utilizaba para revestir los muros de ladrillo y podía tallarse, como los ladrillos,
para reproducir las decoraciones arquitectónicas que antes solo se realizaban en piedra. El
estuco se fabricaba con una mezcla de arena, yeso e incluso polvo de mármol en el material
de mejor calidad.
La toba volcánica y la piedra pómez se utilizaban en las cúpulas por su ligereza, como en el
Panteón, por ejemplo. El basalto se utilizaba a menudo para la pavimentación y las
calzadas, colocado en forma de bloques poligonales, y el granito gris y rosa egipcio era
común en los obeliscos y las columnas. Por último, la terracota también se utilizaba para la
ornamentación moldeada de los edificios y se convirtió en un adorno habitual de las casas
particulares y las tumbas.
Conocemos al arquitecto Apolodoro de Damasco, famoso por sus habilidades en la
construcción de puentes, y que fue responsable, entre otros proyectos, del Foro y las
Termas de Trajano en Roma (104-9 d.C.). Severo y Celer fueron los arquitectos
responsables del techo giratorio de la Casa Dorada de Nerón.
El arquitecto romano más famoso es Vitruvio, principalmente porque su obra Sobre la
arquitectura, un estudio de 10 volúmenes sobre la arquitectura, ha sobrevivido intacta. En
realidad, no sabemos mucho sobre su propia obra: sólo una basílica que construyó en Fano
y que realizó trabajos para Julio César y Augusto.

Bibliografía
● Mark, J. J., & Leo-Seta. (2024). Antigua Roma. Enciclopedia de la Historia del
Mundo. https://www.worldhistory.org/trans/es/1-68/antigua-roma/
● Gayubas, A. (2024, 31 enero). Civilización romana: resumen, etapas y
características. Enciclopedia Humanidades.
https://humanidades.com/civilizacion-romana/
● Cartwright, M., & Jarvis, D. (2024). Arquitectura romana. Enciclopedia de la Historia
del Mundo. https://www.worldhistory.org/trans/es/1-11581/arquitectura-romana/

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