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SERNAMEG – MUNICIPALIDAD DE
VICTORIA
FICHA DE DERIVACIÓN HACIA REDES EXTERNAS
I. INSTITUCIÓN DERIVANTE
Programa Casa de Acogida Refugio Victoria
Fecha de Ingreso a Programa 14/07/2021 Fecha tentativa de egreso Diciembre de 2021
Profesional responsable Katherine Figueroa Escobar (Psicóloga Adultas)
Teléfono fijo (45) 25 98 592 Teléfono celular (9) 86 95 7952
E-mail Refugiovictoria2015@gmail.com
Se solicita atención psiquiátrica para evaluación de personalidad de la
usuaria, dado que, según la observación clínica durante las entrevistas
sostenidas, se presume la posibilidad de algún tipo de trastorno de
personalidad presente en la mujer. De acuerdo a su relato, menciona que
mantuvo tratamiento en salud mental durante el año 2020 debido a una
“depresión leve”, luego del nacimiento de su hijo menor, Pedro,
interrumpiendo el tratamiento farmacológico por motivos que se
Motivo de la derivación desconocen, señalando no recordar respecto al cese de su tratamiento
IDENTIFICACIÓN DE LA USUARIA
II.
Nombre VANESSA JACQUELINE ROSAS ROJAS Sexo F M
X
R.U.N. 15.687.775-1 Fecha de Nacimiento 18/05/1983 Edad 38 AÑOS
Nacionalidad Chilena Pertenencia a Pueblo Originario No
Dirección Calama #1197, Victoria (Casa de Acogida)
Teléfono Red fija (no presenta) Celular (no presenta)
Fonasa Letra A Nombre de APS Cesfam Victoria (Sector Amarillo)
Estado civil/situación sentimental Soltera Hijos/estado gestacional 2 hijos
Situación ocupacional/laboral Vendedora Ambulante
Por otra parte, la mujer señala que Pedro, no sería hijo de Patricio, dado que ella habría
quedado embarazada a raíz de un encuentro casual y fugaz con una persona que conoció
durante uno de los tantos quiebre de su relación de pareja. Esta persona sería un extranjero de
nacionalidad haitiana que conoce en circunstancias de la calle, encontrándose ambos
pernoctando en la calle. En este contexto, la mujer señala no haber deseado este embarazo,
intentando realizar aborto con ingesta de “hierbas” para provocarlo. No obstante, esto no
funciona, sintiéndose sobrepasada y angustiada con la situación.
Continuando en esta línea temporal en cuanto al progenitor de Pedro, Vanessa señala que no
recuerda el apellido de esta persona, por lo que decide “inventarle” un apellido a Pedro, dando
luces de que no recuerda con certeza quien sería el padre de su hijo (da cuenta de que pudo
haberse vinculado sexualmente con distintas personas sin tener claridad de ello).
Posteriormente, Vanessa habría retomado la relación con Patricio, agudizándose los escenarios
de violencia psicológica debido a este embarazo, puesto que Patricio la culpa de haberle sido
infiel. Luego del nacimiento de Pedro, Vanessa observa un claro rechazo de parte de Patricio
En cuanto a la historia de infancia de la mujer, ésta señala haber sido cuidada por su padre y
madrastra (pareja de su progenitor), puesto que su madre biológica presentaría conductas de
calle y exponiéndola constantemente a situaciones de vulneración. Toda esta información es
transmitida por su padre, ya que ella no recuerda a su madre ni tampoco estas experiencias
adversas que habría sufrido a su lado: “Mi papá me decía que mi mamá callejeaba mucho.
Dormía en la calle y a veces se quedaban en el hospital para pasar la noche y a mí me
andaba trayendo en una caja de plátanos. Yo era guagua supuestamente, por eso no me
acuerdo. Es la historia que me cuenta mi papá”.
Respecto a sus recuerdos de infancia, Vanessa comenta que presenta “lagunas” porque hay
muchas cosas que no logra recordar hasta después de los 12 años aproximadamente, por lo que
tendría recuerdos vagos sobre algunas situaciones de bullying en el colegio y también sobre lo
“estricto” que eran sus cuidadores con ella.
“No me dejaban salir a ninguna parte porque siempre decían que me podía pasar algo o que se
yo. Yo siempre sentí que no tenía libertad para nada porque ella estaban todo el tiempo con sus
ojos puestos en mí (refiriéndose a su madrina y padre). Esto me tenía agotada porque yo quería
salir a veces y ellos me negaban los permisos”.
Posteriormente, alrededor de los 13 años de edad, Vanessa se habría fugado de su hogar para
poder “ser libre”, como lo describe textualmente. Al escapar de casa, ella habría buscado trabajo
y, de manera clandestina, habría desarrollado labores de garzona en un bar de Ancud, dado que
no tenía la mayoría de edad ni un permiso notarial que le permitiese realizar esta actividad,
según comenta. Aquí habría comenzado a generar vínculos con sus compañeras de trabajo y en
especial con su jefa, ofreciéndole iniciar “otro tipo de trabajos” que podrían aumentar sus
ingresos:
“Me dijeron que yo podía hacer compañía a los clientes y eso era un ingreso extra para mí, hasta
que finalmente decidí ejercer el comercio sexual, además de bailar en el bar para los clientes. En
esta etapa yo me volví un poco loca como quien dice, porque era buena para tomar, pero
mi jefa siempre se preocupó de ayudarme a ahorrar mi dinero. Ella me lo guardaba para que yo
no lo gastara todo. Fue una etapa bonita porque siempre me sentí muy querida, muy deseada
por estos hombres que eran mis clientes. Yo sé que aquí quizás te prometen el cielo y todo eso,
pero yo me sentía feliz con todas las cosas lindas que me decían… Bueno, y fue así como
conocí al papá de mi primer hijo, Brayan”.
Vanessa comienza a relatar respecto a su primera relación de pareja, que habría iniciado en este
contexto de explotación sexual infantil, siendo un cliente quien se “enamora” de ella y le
promete sacarla de este escenario hostil:
“Él me decía que yo merecía mucho más que esto. Que este mundo no era para mí”.
Inicia la relación entre ellos, de la cual nace Brayan Ignacio, su primer hijo. Durante la relación
de pareja, Vanessa habría sido víctima de violencia psicológica, física y sexual ejercida por este
hombre, quien presentaría, además, consumo problemático de alcohol, de acuerdo a lo referido
por Vanessa.
La relación con esta primera pareja finaliza a propósito de la dinámica de maltrato, por lo que
Vanessa decide solicitar apoyo a instituciones e ingresa a una residencia junto a Brayan que ella
denomina “Casa de Acogida”, en Ancud, durante un tiempo, según comenta la mujer.
Respecto a la familia de origen de la mujer, menciona que su padre falleció y su madrasta vive
con una hija (hermanastra de la mujer) y nieta (sobrina de la mujer), con quien no mantiene
contacto en la actualidad porque dice que la “traicionaron”. Respecto a su hermana, Vanessa
comenta que le habría robado dinero de su cuenta rut y además solicitó una medida de
protección en favor de Pedro. Al consultarle el motivo de esta medida, la mujer señala que se
debe a su discapacidad visual. Por otra parte, su sobrina, hija de esta hermana, habría realizado
una “funa” en redes sociales, señalando que Vanessa es una alcohólica y drogadicta.
“Es todo mentira lo que dice esa funa. Me hicieron esta tremenda chanchada y por eso yo
no quiero saber nada de ellas. Ahora la gente me mira raro en Temuco porque ahí salía mi
foto y decía todas esas cosas falsas de mí. Lo que sí, me da pena por mi mamá porque ella
no tiene nada que ver, pero como vive con ella, yo prefiero no tener contacto con nadie de
ahí”.
En base a lo expuesto por los profesionales del Programa Calle, quienes manifiestan haber
realizado visitas al domicilio de Patricio cuando Vanessa aún convivía con él, se pudieron
percatar de las condiciones precarias y de gran vulnerabilidad en las que se encontraba el grupo
familiar debido a la infraestructura del lugar y su contexto, señalando que en dicho cité
arrendaban muchas personas que se encontraban de manera intermitente en situación de calle,
compartiendo a diario en el marco de festividades que propiciaban el consumo excesivo de
alcohol y drogas.
V. DIAGNÓSTICO
Nombre y profesión de quien realiza el diagnóstico Katherine Figueroa – Psicóloga de Mujeres de Casa de
Acogida
Esquema farmacológico La usuaria no cuenta con un tratamiento farmacológico de acuerdo a su relato.
Hipótesis comprensiva del caso De acuerdo a todos los antecedentes obtenidos a través de las entrevistas
(sintomatología, rasgos de personalidad, sostenidas con la mujer, además de la información proporcionada por las redes
mecanismos de defensa, ideación
intervinientes en el caso, se presume la existencia de un posible trastorno de la
suicida, vínculos, etc.).
personalidad límite, en consideración de los diferentes escenarios de
vulnerabilidad a los que fue expuesta la mujer a lo largo de toda su vida.
Para ello, cabe destacar que la mujer presenta una imagen de sí misma
sumamente difusa; conductas de riesgo recurrentes (situación de calle,
vínculos intensos con desconocidos, sexo sin protección); dificultades en el
ámbito de las relaciones interpersonales y los límites a establecer en esta
interacción; hipersexualización de los vínculos; profunda necesidad afectiva por
su temor de conectarse con las experiencias de abandono, esforzándose
enormemente para evitar el sentirse abandonada; Mecanismos defensivos
sumamente primitivos, basados principalmente en la idealización y devaluación
de los demás y de sí misma, proyección de la culpa y responsabilidad, entre
otros; Percepción de la realidad sesgada que pudiera alterarse fácilmente por
todos los estados antes mencionados.
Respecto a ideación o conductas suicidas, la mujer señala que no ha estado
presente en la actualidad.
Leve
Moderado
Severo X