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Coaching vs.

terapia
Te preguntarás qué diferencia hay con ir a un/a psicóloga/o, porque lo cierto es
que todos estos temas podés abordarlos también en terapia. El coaching tiene un
límite claro y es el inconsciente. Acá solo se opera en el presente, buscando
cambiar la óptica y conectándose con una mirada diferente. En las sesiones de
coaching, construís un modo de pensar y de actuar que antes no existía, basado en
tu propia autonomía. Te permite encontrarte con tus propios recursos para torcer el
curso de lo que venías haciendo y lograr nuevos niveles de desempeño, en un proceso
ágil y asertivo. El coaching no hace psicodiagnóstico, no aconseja tratamientos ni
se centra en los problemas o conductas disfuncionales.

"El coaching te permite transformar un arcoíris en un rayo láser dirigido."

8 competencias clave de un coach


Demuestra práctica ética: demuestra integridad y honestidad, usa un lenguaje
adecuado y respetuoso, mantiene la confidencialidad y distingue entre coaching,
consultoría y psicoterapia, remitiendo a su coachee a otro profesional si lo
necesita.
Encarna una mentalidad de coaching: reconoce que sus clientes son responsables de
sus elecciones, elabora un ejercicio continuo de reflexión y aprendizaje para
mejorar su propio coaching.
Establece y mantiene acuerdos: colabora con cada coachee para crear acuerdos claros
sobre la relación, el proceso, los planes y las metas del coaching.
Cultiva confianza y seguridad: crea un ambiente que le dé apoyo y seguridad al
coachee y que le permita compartir libremente.
Facilita el crecimiento del cliente: se asocia con el cliente para transformar el
aprendizaje y la conciencia en acción, promoviendo su autonomía en el diseño de los
objetivos, acciones y responsabilidades. Celebra sus progresos y éxitos.
Provoca conciencia: considera la experiencia de cada coachee al momento de decidir
qué podría ser más útil, y lo desafía como una forma de provocar conciencia o
entendimientos.
Escucha activamente: se enfoca en lo que cada coachee está (y no está) diciendo
para comprender lo que se está comunicando. Resume lo que su coachee comunicó para
garantizar claridad y comprensión.
Mantiene presencia: es plenamente consciente y está presente con cada coachee,
empleando un estilo abierto, flexible, bien fundado y seguro. Maneja las propias
emociones para estar presente con cada cliente, se siente cómodo trabajando en un
espacio de no saber.

¿Cuándo es coaching y cuándo no?


Por Fernando Sáenz Ford. Director de Desafío Coaching 30 Días y cofundador de
Coaching Global.

Hay 3 operaciones que se tienen que estar dando en la relación de coaching y si al


menos una de esas no ocurre, no es coaching profesional.

Durante el coaching, el poder transformador está en las personas que reciben


coaching y no en el conocimiento, trayectoria o consejo del coach. El coaching
propicia un clima confiable e íntimo donde las personas suelen tener la experiencia
de mostrarse auténticas sin sentirse juzgadas, analizadas, evaluadas o aconsejadas
según el criterio del coach. El coach no busca que las personas reciban información
o conocimiento, aunque esto pudiese ocurrir circunstancialmente como un aporte al
proceso.

Durante el coaching, la autoridad que tiene el coach es otorgada por las personas
que reciben coaching. En ese sentido, el coach depende de la mirada, escucha y
sentir de su cliente sobre el valor que puede aportar. Diferente es un maestro en
el colegio, el jefe en el trabajo, un sacerdote en la comuna religiosa o un general
en la milicia, ya que la autoridad está dada por un consenso institucional, que les
permite aprobar o aplazar, promocionar o despedir, bendecir o perdonar, premiar o
castigar.

"¿Quién tiene el poder?, ¿quién otorga la autoridad? y ¿quién establece los


objetivos?, la respuesta a esas tres preguntas permiten definir a un profesional
competente"

Durante el coaching, los objetivos del proceso y de cada sesión los definen quienes
reciben coaching. El coach nunca es quien dice cuáles son las metas. Lo que hace el
coach es ayudar a clarificar qué quieren las personas que reciben coaching sin
colocar su propia agenda. Uno de los valores del coaching está en cultivar un
ambiente de aprendizaje para que quienes lo reciben traigan sus aspiraciones sin
inhibiciones y sin ser conducidos por los conocimientos, costumbres o experiencia
del coach.

Entonces, estas tres preguntas (¿quién tiene el poder?, ¿quién otorga la autoridad?
y ¿quién establece los objetivos?) deben tener las mismas respuestas: quienes
reciben coaching. Sin embargo, hay muchas personas que no ejercen como coaches
profesionales pero se entrenaron para encarnar mentalidad y habilidades de coaching
tanto en sus ámbitos personales como profesionales y esto les otorga una fresca
sensibilidad centrada en el compromiso con la posibilidad y grandeza con sí mismos
y los demás. ¿Cómo sería una escuela, una empresa, una academia, una institución,
una familia, realizadas por personas con conciencia y herramientas de coaching?

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