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RAFAEL SEVERINO

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1. Concepto de escuela

Como escuela se denomina de manera general cualquier centro donde se imparte enseñanza,
en cualquiera de los niveles de educación: preescolar, primario, secundario, preparatorio,
universitario.

2. Origen y evolución de la escuela

Durante la Edad Media, la educación se hallaba bajo la tutela de la Iglesia y se caracterizaba


por la presencia del latín como vehículo para la transmisión del saber.

La modernidad, implica una ruptura cuya raíz se halla en el cambio de cosmovisión : el


proceso de secularización ha comenzado. En este sentido Didáctica Magna de Comenio es
una obra fundamental que representa a los vientos de cambio. Con la modernidad llega la
imprenta, la traducción de la biblia, la educación simultánea (en oposición al sistema
"tutorial")... y más tarde, tal vez a partir de Rousseau, se inicia la pedagogización de la
infancia.

La escuela, tal como la entendemos actualmente , surge efectivamente a partir de la


modernidad, proceso junto al cual se da el surgimento de la infancia como categoría social.

La escuela, se transformará a partir de entonces, en un problema de estado.

Evolución de la escuela

Tras haber analizado algunos aspectos de la educación desde la Ley Moyano hasta la
promulgación de la LOGSE, he llegado a la conclusión de que la Educación ha sufrido
grandes cambios, algunos para bien y otros para mal.

En primer lugar, en cuanto a las instalaciones y aspecto de los colegios, tengo que apuntar
que, en general, antiguamente no había ningún edificio que fuese únicamente una escuela,
sino que eran casas particulares en las que una o dos habitaciones se habilitaban como clases.
Con el paso del tiempo y las reformas educativas, se construyeron centros escolares. Al
principio, éstos no estaban en condiciones aceptables pero más tarde, fueron dotados con
pistas polideportivas, aulas de informática, música, etc.

Por otro lado, la ratio estaba en torno a 40 alumnos por clase pero más tarde, se crearon los
centros escolares de varias líneas; es decir que existían diferentes grupos del mismo curso
(1ºA, 1ºB,…). Así, el número de alumnos por clase disminuyó a unos 15 ó 20.

El aspecto que quizás ha evolucionado en mayor medida ha sido la actitud del profesor y su
relación con los alumnos. En la época de mis padres y abuelos, el maestro era respetado por
todos. Éste estaba capacitado para castigarles e incluso llegaban al maltrato. En cambio,
actualmente si el docente da una bofetada a un alumno, sufrirá grandes consecuencias por
parte, sobre todo, de los padres. Por lo tanto, utiliza castigos leves como mandarle copiar cien
veces o dejarle sin recreo.

Tengo que añadir que la relación profesor-alumno ahora es más cercana. Esto, por una parte,
es beneficioso porque los alumnos confían más en el maestro y, en consecuencia, a él le
resulta más sencillo enseñarles. Sin embargo, a veces, es tanta la confianza que el profesor
da al alumno que éste puede llegar a no respetar, a «vacilar» y dar malas contestaciones al
docente.

Respecto a la relación familia-escuela ocurre lo mismo. Muchos padres se preocupan


demasiado por sus hijos y llegan a ser demasiado protectores. Esto se convierte en un
inconveniente ya que la relación profesor-alumno será más distante. Lo adecuado sería una
colaboración en su justa medida por parte de los padres en la escuela, ni tanto ni tan poco.

En cuanto a los contenidos, asignaturas y calificaciones, pienso que antes el objetivo era que
los niños dijesen todas las lecciones de memoria y no importaba si las aprendían o no. No
conocían otras lenguas como actualmente el inglés o francés, ya que no era necesario. No les
enseñaban valores ni aptitudes para aprender a ser persona ni tampoco conocían las TICs, un
elemento esencial hoy en día que nos sirve de gran ayuda en el proceso de enseñanza y
aprendizaje. Por lo tanto, me agrada que esto cambiara y que en la escuela actual se enseñen
tanto lenguas diferentes a la castellana, como el uso de las nuevas tecnologías y el modo de
llegar a ser una persona tolerante, pacífica, solidaria, respetuosa, etc. Además se realizan
excursiones y actividades extraescolares, las cuales ayudan al alumno a afianzar sus
conocimientos y a divertirse aprendiendo.

Por último, como reflexión, creo que la Educación merece el triple de respeto e importancia
de lo que actualmente se la otorga, ya que para conseguir que una sociedad evolucione y no
decaiga se necesita una formación mínima de todos sus ciudadanos que está y estará siempre
en manos de los maestros.

3. Funciones de la escuela

Ya debemos saber que la escuela en sí cumple o debe cumplir un rol formativo y de desarrollo
en la sociedad. Estas instituciones preparan a las personas para ser adultos «libres» y capaces
el día de mañana. La escuela debe transmitir conocimientos, valores y hábitos saludables para
que sean personas íntegras, responsables de sus actos y capaces de resolver los problemas de
la vida.

Realmente, si lo pensamos bien, son numerosas las funciones sociales que se encuentran
presentes en la escuelas, centros educativos y demás. Estos entornos no son más que una
reproducción basada en la realidad social del «mundo de los adultos» con orden, jerarquía,
normas establecidas, objetivos, etc. Esta institución forma parte del conjunto social.

4. Limitaciones de la escuela

Lejos de estas obsoletas ideas sarmientinas, hoy se avanza por suerte en la inclusión escolar,
tratando de no discriminar entre los niños y reconociendo que todos ellos tienen la aptitud y
el derecho de educarse, y que el Estado debe contribuir a brindarles escuelas de calidad y el
apoyo suficiente a través de becas y comedores escolares, para que puedan desarrollarse en
plenitud. Sin embargo sabemos que muchas veces y a pesar de que el trabajo infantil está
prohibido y la escolarización es obligatoria, esto no se cumple en la práctica, y muchos niños
deben trabajar desde edades tempranas y ayudar en la economía familiar. Muchos otros,
asisten a la escuela, pero no tienen tiempo en sus casas de hacer las tareas, pues deben
colaborar cuidando hermanitos o en los quehaceres. No tienen tampoco acompañamiento
familiar, por lo cual no pueden estar a la altura de otros niños que reciben la atención
necesaria.
5. La escuela y la familia

La escuela es el entorno privilegiado donde las relaciones interpersonales son inevitables, es


un lugar de encuentro e interacción constante en el día a día, entre familias, profesorado y
criaturas.

La relación creada y establecida entre la escuela y la familia es de enorme importancia para


la pequeña infancia y la influencia que esta relación puede ejercer en su desarrollo es más
significativa y trascendental de lo que se suele creer.

Sabemos que la familia es el primer contexto de socialización, donde niños y niñas participan
y se desarrollan activamente. También sabemos que, además, en un determinado momento
la familia decide que ya puede abrirse a un nuevo contexto: la escuela, confiando la
complementación de su educación a su profesorado.

Cuando esto sucede, la criatura no es un ser pasivo y, como constructora activa de sus
relaciones personales, atraviesa una fase de autorización y de construcción de lazos
privilegiados con los adultos con los que se relaciona habitualmente en la escuela.

Dichos lazos se apoyan en el apego, vínculo afectivo fundamental en los primeros años de
vida. La Dra. M. Ainswort (1913-1999) lo definió como una vinculación afectiva que se
desarrolla a través de la interacción con la figura de referencia biológica o no. Esto se puede
explicar de la siguiente forma: el niño y la niña crean vínculos con las personas sensibles y
receptivas a las interacciones sociales que permanecen como educadoras consistentes y
estables, lo que ocurre tanto en la escuela, como en el hogar.

6. La escuela y la comunidad

El tema de la relación escuela – comunidad ha sido seleccionado como una delas líneas de
trabajo a seguir en el marco del Convenio I.N.E.T. – Fe.D.I.A.P. Esa selección se basa en la
apreciación de que muchas de nuestras escuelas mantienen, a veces, vínculos débiles, poco
eficaces con la comunidad de la que forman parte y que requieren, por eso mismo, ser
repensados y mejorados en el marco de la planificación institucional. Debe quedar claro,
como premisa básica para todo lo que decimos que la relación sostenida, profunda y
provechosa con la comunidad no es una elección aleatoria que pueda hacerse desde la
escuela, sino que hace a su razón de ser y, en definitiva, tanto como el hecho de educar, no
puede estar ausente. Esa relación es cada vez más un requisito para cumpla con el rol que
socialmente se le ha asignado.

7. LA ESCUELA AISLANTE TRADICIONAL

ESCUELA TRADICIONAL.

Metodología:

Aislamiento del exterior.

Disciplina y castigo como método de enseñanza.

El método de enseñanza es el mismo para todos los niños.

Materiales:

Pupitres unidos y fijos sin posibilidad de cambio, orientados hacia el profesor.

El manual escolar es lo que el niño tiene que aprender.

Rol del profesor:

Comunicador del saber.

Es el modelo y guía al que se debe imitar y obedecer.

Rol del alumno:

Papel pasivo ante el proceso de enseñanza-aprendizaje.

Aprendizaje:

Asimilación de información.

Se basa en la repetición.

La me memoria tiene un papel decisivo.

8. LA ESCUELA COMO UNA COMUNIDAD EN MINIATURA


La escuela es una entidad que aprende y que necesita aprender de la propia experiencia para
poder crecer y mejorar pedagógicamente. Por eso, tanto el alumnado como el profesorado
han de poder participar en la construcción diaria como miembros de un proyecto educativo
global, más allá de la participación en el aula.

También es importante una participación amplia e intensa de las familias en simbiosis con el
contexto de que forman parte. Ha de conseguirse que el centro sea un espacio educativo que
unos y otros sientan como propio. En este sentido, la separación de las etapas educativas en
diferentes edificios y lugares dificulta el desarrollo de proyectos educativos, que deberían
tener coherencia a lo largo de la educación del alumnado (persistencia de enfoques, traspaso
entre etapas, flexibilidad en el currículo, recursos, etc.).

Esto supone que los centros han de tener líneas de trabajo y proyectos construidos
colectivamente, estables a largo plazo y evaluados periódicamente, con plantillas estables
que asuman el proyecto educativo y que se impliquen y participen más allá de su
responsabilidad en el aula. Por eso es necesario establecer mecanismos y momentos de
análisis, reflexión y valoración de los objetivos planteados como una comunidad, de su línea
pedagógica, de los proyectos, de la organización de la que se dota, y que todo quede recogido
y sistematizado como legado colectivo.

Esto significa que el profesorado ha de entender que es formador y educador, que tiene una
función de docente reflexivo y de investigador sobre su práctica, y por eso ha de tener una
formación específica sobre este tema, así como tiempos y espacios para desarrollar este
cometido (observar, identificar, analizar, diagnosticar, crear, valorar, evaluar, compartir,
corregir, proponer, etc.).

La escuela es un ente que educa de forma sistémica, con sus proyectos con y sin incidencia
en la comunidad, con su organización, el diseño del espacio, las normas y horarios, en el
recreo, el comedor, con la selección de contenidos, con su participación en el contexto, etc.
El alumnado siempre ha de ser el centro de su actividad y de sus objetivos; ha de estar en el
centro del proceso de enseñanza-aprendizaje, pero no solo en las actividades del aula, sino
en la escuela en general como un espacio en el que se generan todas las actividades que por
definición son educativos. Por esto es importante que se piensen y creen los ámbitos
educativos (participativos, curriculares, metodológicos, organizativos, etc.) y los ambientes
y espacios propicios para que se genere aprendizaje, se desarrollen competencias y se
construyan valores, dado que la educación y la formación del alumnado es la que da sentido
al centro educativo.

9. La escuela de la comunidad

La escuela es un ente que educa de forma sistémica, con sus proyectos con y sin incidencia
en la comunidad, con su organización, el diseño del espacio, las normas y horarios, en el
recreo, el comedor, con la selección de contenidos, con su participación en el contexto, etc.
El alumnado siempre ha de ser el centro de su actividad y de sus objetivos; ha de estar en el
centro del proceso de enseñanza-aprendizaje, pero no solo en las actividades del aula, sino
en la escuela en general como un espacio en el que se generan todas las actividades que por
definición son educativos. Por esto es importante que se piensen y creen los ámbitos
educativos (participativos, curriculares, metodológicos, organizativos, etc.) y los ambientes
y espacios propicios para que se genere aprendizaje, se desarrollen competencias y se
construyan valores, dado que la educación y la formación del alumnado es la que da sentido
al centro educativo.

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