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Las familias

La llegada
a la escuela infantil

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01

BIENVENIDOS
A LA ESCUELA

LA LLEGADA
A LA ESCUELA INFANTIL

La llegada a la escuela infantil 2


Hasta ahora hemos hablado de docen- aula y también promoviendo valores
tes, de niños, de relaciones entre am- educativos y aprendizajes que se con-
bos, pero sin duda nos faltaba un tercer solidarán de forma más conveniente si
componente muy relevante para com- existe cierta continuidad entre el hogar
pletar y enriquecer nuestro trabajo en y el entorno escolar.
educación infantil: las familias.
Es obvio que la familia tiene el peso más
Al hablar de familias, debemos hablar determinante en el desarrollo integral
de diversidad, ya que, si hay un gru- y en el carácter de los niños, al igual que
po social heterogéneo, en el que nos los niños tienen una gran influencia en
vamos a encontrar diferentes culturas, sus familias, en su organización, en sus
y diferentes formas de criar, son sin conductas, en sus respuestas… Interac-
duda, las diferentes familias que vamos tuando entre sí y afectándose mutua-
a tener en las aulas. mente.

El niño crece, convive y se desarrolla en Y esta relación también se va a poner


su entorno familiar, y es a la familia a la de manifiesto en la escuela, no solo
que corresponde el derecho y el deber en las relaciones que establecen entre
de educar a sus hijos. La Escuela debe ellos, sino también en cuanto a lo que
convertirse, tanto para el niño como esperan del centro y a sus propias in-
para los padres, en un apoyo, amplian- quietudes, que manifestarán a los do-
do las experiencias del pequeño en el centes de diferentes formas

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En el primer ciclo de infantil, estamos en A diferencia de otras etapas, en las que
un momento evolutivo en el que nues- las inquietudes de las familias están
tro papel con las familias tiene una gran más relacionadas con el contenido aca-
importancia, ya que, por la edad de los démico o el rendimiento de sus hijos,
niños, es lógico que se sientan inseguras en la nuestra, la prioridad de la mayoría
con esta primera incorporación al ám- de las familias va a estar centrada, en
bito escolar. Debemos ser conscientes primer lugar, en el cuidado y la satis-
que son niños muy pequeños, el instin- facción de las necesidades básicas de
to de protección de los padres es muy los pequeños. Por eso, es tan relevante
fuerte y en muchos casos, tendrán mie- que, especialmente en el inicio, tengan
dos e incertidumbres porque además toda la información que necesitan de
no conocen el centro, su funcionamien- los cuidados y la atención que recibe su
to, a veces ni siquiera la etapa educativa. hijo. Después, cuando se sientan más
Por otra parte, debemos tener también confiadas, empezarán a dar más valor
muy presente que en el aula tendremos al contenido educativo.
familias de todo tipo: que se muestran
colaboradoras y seguras en este nuevo Entre las necesidades fundamentales
entorno desde el inicio, que están más que presentan los pequeños y que las
reticentes y evalúan constantemente familias pueden demandarnos, encon-
nuestra actividad y el cuidado de sus pe- tramos, de forma muy esquemática
queños, que necesitan tiempo para con- (López Sánchez, 1995):
fiar en nosotros, etc.
• Necesidades Físico- biológico: refe-
“Las expectativas que tienen ridas a la protección, la prevención
las familias sobre la escuela infantil y y la evitación de riesgos, la satisfac-
sobre la etapa condicionan su manera ción de las necesidades de alimen-
de relacionarse. En general, predomi- tación, de higiene, sueño, salud, etc.
na un desconocimiento de los rasgos
específicos de la labor educativa, • Necesidades Cognitivas: como fa-
propia de la etapa” vorecer la estimulación sensorial, el
(Intxausti, 2015, p.25). juego, el desarrollo del niño en to-

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das sus dimensiones, la exploración Las familias darán más importancia a
y la comprensión progresiva del en- unos aspectos que a otros en función
torno que le rodea, etc. de cómo es su hijo, de sus expectati-
vas sobre el centro, de si es la primera
• Necesidades Sociales y emocio- escolarización de uno de sus hijos o ya
nales: relacionadas con la seguri- cuenta con experiencias previas, y de
dad emocional, el trato con afecto, otros muchos factores que iremos co-
la aceptación del niño, el inicio de nociendo a lo largo del curso y en las
la sociabilidad y las relaciones con primeras tomas de contacto.
iguales y adultos, facilitar la auto-
nomía, etc.

La participación de padres y madres en


Por ejemplo, una familia con un las propuestas y actividades del centro
niño que se muestra muy tímido será también muy relevante, ya que va a
estará muy interesada en las facilitar no solo que aumente su confian-
relaciones del pequeño con su za y el vínculo con la escuela y sus docen-
grupo de iguales y con el equipo tes de referencia, sino que también que
docente; un niño que la familia valoren más las actividades que se reali-
considera que duerme mal, estará zan, el conocimiento de la etapa, la posi-
muy interesada en el sueño, etc. bilidad que les brinda de conocer a otras
familias e intercambiar opiniones, etc.

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Ofrecer una escuela abierta a las familias es más beneficioso para su
funcionamiento que minimizar su participación, ocultar información o
no reconocer nuestros errores (ya que también nos equivocaremos). Pero
además hace que se reconozca nuestro trabajo y profesionalidad, que
puedan ver lo que hacemos y cómo lo hacemos. Nuestra apertura al cam-
bio y la aceptación de sugerencias como profesionales, nos concederá
siempre más valor.

Ser cercanos, respetuosos y transparen-


tes no solo beneficiará nuestra relación Establecer desde el principio
con las familias, sino que también favo- una relación cercana con ellas,
recerá al niño, ya que los más peque- basada en la confianza y el
ños son muy receptivos a las relaciones respeto, es la mejor forma de
que establecen los docentes con sus pa- beneficiar a los niños y nuestro
dres y madres, sintiéndose más seguros trabajo en las aulas. De hecho,
cuando observan una buena relación, y la relación que establece
también cuando pueden compartir con el centro con ellas también
ellos este nuevo espacio a través de los puede ser una de las señas de
diferentes talleres, actividades, salidas identidad más importantes para
extraescolares, etc. en las que se les in- la escuela.
vite a participar. En definitiva, el desa-
rrollo del niño debe ser el foco de am-
bos, familia y escuela, que deben juntar
sinergias en la misma dirección.

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02

LA TRANSICIÓN
DEL GRUPO
FAMILIAR AL
GRUPO SOCIAL
DE LA ESCUELA

LA LLEGADA
A LA ESCUELA INFANTIL
Tradicionalmente, durante los primeros diendo atenderles, deciden incorpo-
años, es la familia la que se ha encarga- rar a los niños a centros y escuelas
do de atender y enseñar a los más pe- infantiles, ya que la atención profe-
queños, siendo las escuelas infantiles un sional, el conocimiento de la etapa
apoyo a esa conciliación cuando no po- e incluso las vivencias que los niños
dían atenderlos por motivos laborales. van a desarrollar en el aula y dentro
del grupo de iguales, difícilmente se
Actualmente cada vez es mayor el van a poder producir en el entorno
número de familias que, incluso pu- familiar.

Ambos, familia y escuela, deben actuar como entornos complementarios


en los que ninguno sustituye al anterior. Los docentes somos fuentes de
información muy relevante para la familia, al igual que ellos lo son para
nosotros, ya que serán muchas las ocasiones en las que, tanto a ellos
como a nosotros, nos interesa contrastar información sobre el niño, y,
sobre todo, porque a ambos nos une un objetivo común: su desarrollo y
bienestar.

Cuando el niño se incorpora al centro, milias o para los niños, ni tampoco para
se abre ante él un nuevo entorno y los docentes, ya que establecer esos
unos nuevos vínculos afectivos que fa- vínculos y sentirse seguro en este
vorecen también su desarrollo y su pos- nuevo espacio social lleva su tiem-
terior incorporación en las siguientes po, que además será diferente en cada
etapas educativas. Con la escolarización niño en función de su carácter, de sus
los niños amplían sus relaciones inter- experiencias, vivencias, de cómo su fa-
personales y generan nuevos vínculos milia viva esta separación, etc.
que contribuyen y son la base de su
socialización. En las aulas aprenderán Nos tenemos que preocupar por ga-
pautas de convivencia, a gestionar con- rantizar una transición positiva des-
flictos, etc. Pero todo esto no convierte de el entorno familiar al escolar, así
este momento en algo fácil para las fa- como la continuidad entre ciclos y en-

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tre etapas educativas. Debemos tener brá puntualmente algunos casos en
presente que el niño, para sentirse se- los que los niños no manifiestan sínto-
guro, necesita de personas de con- mas de adaptación y se encuentren fe-
fianza que le ofrezcan los cuidados lices en el centro desde el inicio, estos
y el amor que necesita. Recordad serán casos excepcionales que proba-
que la función principal del cerebro es blemente ya hayan tenido otras ex-
la supervivencia, y un entorno desco- periencias de separación previas o ya
nocido debe poner todos los sistemas hayan vivido este momento en otros
en alerta. Y aunque es cierto que ha- centros.

También podemos encontrarnos con unos días, empiecen a manifestar


niños que los primeros días, por la síntomas cuando la situación deja
novedad y la atracción del espacio, de ser tan novedosa y comienzan a
de sus materiales y compañeros, es- echar en falta a sus figuras de refe-
tén muy contentos y que, pasados rencia.

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Lo que sí debe mantenernos alerta son aquellos niños que no manifiesten
ninguna reacción a la ausencia de sus figuras de referencia, que se mues-
tren indiferentes al espacio y al nuevo entorno. En estos casos debemos
estar muy atentos, ya que el niño puede no haber establecido un apego
adecuado con sus figuras de referencia familiares e incluso que cognitiva
o emocionalmente pueda tener alguna dificultad.

En cualquier caso, lo habitual será que especialmente sensibles a las necesi-


los niños necesitan un tiempo de dades de los niños y sus familias, sino
adaptación, de conocimiento mutuo, también contar con una planifica-
hasta que podamos empezar a ense- ción de este período de adaptación,
ñarles y a aprender con ellos. Y que, que lo haga más sencillo para todos
para facilitar este tiempo de conoci- los agentes implicados: niños, familias
miento mutuo, no solo debemos ser y docentes.

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03

EL PERIODO
DE ADAPTACIÓN

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El periodo de adaptación a la escuela in- la va a vivir, cuánto tardará en adaptar-
fantil es un acontecimiento que algunos se e incluso como van a llevar ellos esa
autores consideran como “excepcional” vivencia de separación.
e incluso como una situación de “emer-
gencia” (Borgi, 2010). Aunque pueden Debemos tener en cuenta que, aun-
parecer exageradas estas afirmaciones, que la separación de las figuras de
es cierto que durante el inicio del curso referencia implica un crecimiento
todo el centro se prepara para una situa- positivo en el niño, este proceso no
ción bastante diferente a lo que vivire- lo decide el niño ni su desarrollo, sino
mos posteriormente en las aulas. que viene impuesto desde fuera (ge-
neralmente por las necesidades fa-
También para las familias son momen- miliares, por asegurarse la plaza en
tos complicados, ya que, en muchos las siguientes etapas, etc.). No hay un
casos, se tratará de la primera experien- momento concreto en el que los niños
cia de separación, y también de un cam- estén listos, ya que depende de mu-
bio que modificará la organización de la chos factores, pero sabemos que es-
familia, sus costumbres, horarios, etc. tablecer un vinculo afectivo en estos
primeros años es fundamental para
Y también afectará a sus expectativas, el bienestar del niño, y ese proceso no
tanto de como se va a producir esta no- puede completarse en un tiempo ce-
vedad en la vida de su pequeño, como rrado, ni en un mes.

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Esta necesaria vinculación también es en estos primeros momentos
produce en algunos casos inquietud a cuando más la demandan.
la familia, que puede sentirse deseo-
sa de que se establezca, pero también Esta información debe ser, tanto pre-
puede manifestar ciertos celos de que via a la incorporación para conocer
lo haga demasiado pronto o de forma qué es el período de adaptación, en
“demasiado intensa”. De hecho, vivire- qué consiste, cómo pueden ayudar
mos como madres se disgustan cuando a los niños; como a medida que se
su hijo llora al dejarle en el centro pero está produciendo, informándoles
también lo hará cuando el niño eche los de cómo ha estado a lo largo del día.
brazos a su educadora al verla. Les daremos la información siem-
pre sin mentir, contando la realidad,
Todas estas situaciones y actitudes son pero sin ser alarmista, tampoco. Por
habituales por parte de las familias y ejemplo, es preferible decir que ha
debemos tener paciencia y ser empáti- tenido algunos ratitos tristes pero
cos con la situación que están viviendo que también ha tenido momentos
y también con sus contradicciones. Es- de juego en los que ha estado muy
tán dejando en nuestras manos lo que tranquilo, que se calma con nuestra
mas quieren, es lógico que se sientan presencia, etc. a decir que ha esta-
algo intranquilos. do muy feliz toda la jornada si no ha
sido así.
¿Qué podemos hacer
desde el centro para La información es fundamental para
facilitar el periodo minimizar muchas de las dudas que
de adaptación a las tendrán durante este periodo, por lo
familias? que si se las anticipamos en una re-
unión previa (puede ser en la propia
• En primer lugar, ofrecerles toda la entrevista inicial, o en una primera
información que necesiten, la in- toma de contacto con todas las fa-
tensidad de esta necesidad no se va milias…) se sentirán mas tranqui-
a mantener todo el curso, sino que los cuando aparezcan las primeras

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reacciones de adaptación más fre- contárselo sin resultar alarmistas, y
cuentes. Por ejemplo, que se alteren anticipándoles también cómo estas
los patrones de sueño de los niños conductas pasarán en unos días y el
en casa, que coman peor, que estén papel de las familias acompañándo-
más irritables… Todo esto debemos los con afecto y paciencia.

• Comentarles lo que sí pueden ha- siempre que se trata de un periodo


cer para ayudar a sus hijos en este corto en el tiempo. Entre las orien-
periodo, ya que de esta forma se taciones a dar a las familias, desta-
sentirán más implicados en el pro- camos las siguientes:
ceso y eso les ayudará a sentirse
mejor y más seguros. Estas orienta- • Transmitir tranquilidad a los ni-
ciones podemos dárselas también ños, sin manifestarles verbal ni
en un documento escrito, para que gestualmente la inquietud que
puedan consultarlas con mayor fa- tienen (ya que, si los niños per-
cilidad. Junto a estas orientaciones, ciben el nuevo entorno como
recomendamos acompañar las ven- inseguro, también se sentirán
tajas que tiene para el pequeño la así). Y también es bueno que
incorporación al centro escolar; eviten algunos comentarios
de forma que equilibremos la in- que escuchamos en ocasiones
formación. Y sobre todo, remarcar en el aula como “no llores que

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mamá se va triste”, “a ver si recogen a sus hijos y sus fami-
hoy lloras menos”, “no es para liares no han llegado).
tanto” … que solo niegan las
emociones que el niño siente y • No alargar la despedida en el
debe sentir. momento de entrar al centro,
ni tampoco irse sin despedirse
• Regular los horarios previa- del niño, ya que les genera in-
mente a la incorporación de seguridad e igualmente se van
los niños (horarios de comida y a disgustar cuando vean que
siesta similares) para que solo sus familiares ya no están.
tengan que adaptarse al centro
y no a los horarios de este, sal- • Que eviten las faltas de asisten-
vo en el caso de los bebés en los cia durante estos días para no
que, como ya sabemos siempre alargar el proceso (salvo que
deberemos desde el centro res- sean inevitables) y dar regula-
petar los suyos. ridad también a sus horarios
(para que sepan cuándo van a
• Comentarles cómo se va a or- recogerles).
ganizar este período para que
conozcan con antelación los • No introducir más cambios
horarios en los que el niño va esos días, como cambiarles de
a asistir y recomendarles que habitación, retirarles el chupe-
hagan un horario reducido los te o el pañal, etc.
primeros días, etc.
• Organizar y planificar el periodo
• Que en la medida de lo posi- de adaptación del centro, de forma
ble sean ellos los que lleven y que todo esté preparado para la lle-
recojan al niño para darles se- gada de los niños antes de que co-
guridad y sean puntuales en los miencen. De esta forma, toda nues-
horarios (los niños lo pasan mal tra atención estará centrada en
cuando ven que otras familias ellos. Esta planificación va a estar

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condicionada a cómo el centro or- ellos si contamos con la presencia
ganiza este período: habrá algunos de los padres y madres en el aula.
que dispongan de un tiempo con- ¿Qué mejor para la tranquilidad de
creto en el que las familias puedan los más pequeños que la presen-
estar en el aula con sus hijos (en cia de sus padres en un espacio y
días y horarios establecidos), habrá un entorno nuevo? De esta forma,
otros en los que se limiten los tiem- los niños se van acostumbrando al
pos en los que los niños van a es- centro y al docente de forma natu-
tar en la escuela, pero no permitan ral y más progresiva hasta que ya
que las familias estén presentes, y no necesiten la presencia de sus fa-
habrá otros en los que quizá em- miliares, y esta vivencia se hace de
piecen directamente con el horario una forma no traumática. Lamen-
completo. tablemente, esto no siempre po-
drá ser así, ya que incluso aunque
Nuestra orientación, pensando en el centro lo permita, habrá familias
los niños, es que el período de adap- que no puedan hacerlo por diver-
tación siempre es más fácil para sos motivos.

En torno a esta adaptación con familias, habrá docentes que opinen que,
como no todas las familias pueden hacerlo, es mejor que no haya padres
en el aula, ya que algunos niños se sentirán aún más solos. La realidad
es que la presencia de otros padres en el aula, pendientes de sus hijos,
hará que podamos prestar atención a los niños cuyos padres no están (e
incluso las propias familias presentes lo harán).

En cualquier caso, en función de mos previstos para estos primeros


cómo esté previsto este período en días, etc.
el centro, deberemos planificar en
que horarios van a asistir los niños, Debemos tener presente la necesi-
si podrán o no asistir las familias, dad de generar un clima de tran-
que actividades y juegos tendre- quilidad, por lo que siempre será

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buena idea que no coincidan dema- desde el inicio. Por ello, colocare-
siadas familias en el aula. Escalonar mos juguetes y materiales de for-
las entradas y salidas siempre será ma acorde a la edad de los niños,
una buena idea, tanto si los niños de forma que puedan manipularlos
acuden solos, como si sus familiares con comodidad, y también dispon-
los acompañan. dremos de un espacio más tranquilo
para las situaciones que lo requieran
Igualmente debemos ser muy cons- (como una mecedora para acoger-
cientes, que, a pesar de la asisten- les en brazos, hamacas para que se
cia de las familias, nuestra atención sientan recogidos cuando no poda-
debe estar focalizada siempre en los mos cogerles, etc.). Sabemos que los
niños. Por ello, realizar una entrevis- tiempos de atención sostenida de los
ta con las familias previa a la incor- niños aún no son largos, por lo que
poración de sus hijos es fundamen- debemos tener previstas diferentes
tal, ya nos conocerán, y ya sabremos actividades para minimizar los efec-
todo lo necesario sobre cada uno de tos de la adaptación. Por ejemplo,
los pequeños. los pomperos siempre son un recur-
so estupendo que llama de forma in-
En cuanto a las propuestas de jue- mediata la atención de los niños de
go y actividades, el aula, su dispo- estas edades. En cambio, la música,
sición y materiales debe favorecer la en un ambiente de adaptación, pue-
motivación y el interés de los niños de convertirse en un ruido añadido.

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En general, el periodo de adaptación riable en función de cada niño. De he-
también representa uno de los momen- cho, a los propios adultos nos cuestan
tos en los que la actuación docente, y los cambios, disponiendo de muchos
su profesionalidad, debe estar muy más recursos de los que disponen los
presente. Para algunos profesionales el niños, de forma que es fácil imaginar
hecho de tener a las familias en el aula que ellos vivan estos momentos de
en un momento tan complicado puede una forma mucho más intensa, y que
generarles inseguridad, pero familias y reaccionen ante un entorno y personas
docentes tenemos un objetivo común desconocidas que, para él, pueden po-
que nos une: el interés por los niños y nerle en peligro.
su bienestar. Y siempre que nos mostre-
mos empáticos, profesionales, y que los Y también debemos estar atentos a
padres perciban seguridad en nuestras esos niños que más que adaptarse se
actuaciones, su presencia se convertirá “resignan”, tal y como apunta Gervilla
desde el inicio en un poderoso aliado de (2006), ya que no están manifestando
nuestro trabajo. sus emociones a pesar de que parezcan
tranquilos. Y el hecho de no expresar
¿Qué podemos hacer lo que sienten implica que tampoco se
desde el aula para está produciendo la aceptación real de
facilitar el periodo la nueva situación.
de adaptación de los
niños? “El Proceso de Adaptación es algo que el
niño hace, es algo suyo, algo propio que
Lo primero y más importante que de- él tiene que elaborar, es una conquista,
bemos hacer es respetar y empatizar es un proceso personal y voluntario”
con las emociones de los niños, sien- (Gervilla, 2006, p.12).

do conscientes de que establecer un


vínculo afectivo y de seguridad lleva Debemos entender el periodo de adap-
tiempo y no es un proceso que se rea- tación como un proceso en el que el
lice en una semana, en un mes o en un niño debe elaborar las emociones que
tiempo determinado, sino que será va- le provoca la separación, hasta lograr

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la aceptación interna de la nueva situa- los adultos no pueden acelerar porque
ción y ese proceso implica tiempo que pertenece al niño.

Nuestro papel como docentes y el de las familias, no es quitarle o evitarle


emociones desagradables ni el conflicto interno que le produce esta nue-
va situación, sino ayudarle y acompañarle en este proceso.

Igualmente debemos respetar sus re- de hacerlo unos días); e incluso habrá
acciones emocionales ante esta situa- niños que canalicen sus emociones a
ción, que podrán ser muy diversas. La través de situaciones disruptivas como
más habitual es el llanto como forma de lanzar juguetes, morder a compañeros,
expresión de desagrado y de inseguri- etc. como manifestaciones de los senti-
dad. Pero también son habituales: afe- mientos de desamparo, rabia o tristeza
rrarse a su nueva figura de referencia, que pueden sentir. Todas ellas son con-
el docente; no dejar que el educador le ductas normales que pueden suceder y
consuele; no querer comer, no conciliar que requiere de nosotros, los docentes,
el sueño, sufrir regresiones (por ejemplo entenderlas y acompañarlas siguiendo el
niños que controlan esfínteres y dejan ritmo que nos marcan los propios niños.

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El periodo de adaptación, como proceso, ambivalencia (cuando comienzan a acep-
puede pasar por diferentes momentos tar y disfrutar del entorno escolar pero
o fases frecuentes en el que nos encon- aun tienen momentos de rechazo) hasta
traremos actuaciones de protesta, de llegar a la adaptación completa.

Podemos considerar que el niño está adaptado cuando es capaz de acep-


tar una comunicación afectiva con adultos y niños, cuando puede expre-
sar afecto y rechazo hacia el contacto y las situaciones que suceden en el
aula (ya que se siente lo suficientemente seguro para mostrar su mundo
emocional), cuando puede expresarlo verbalmente (si tiene edad suficien-
te para hacerlo) y también cuando manifiesta una mayor independencia
de su educador (Gervilla, 2006).

Para acompañar y ayudar al niño en este sitan en estos momentos. Y también


proceso podemos: respetar que no quieran separarse
de ellos o de otros objetos que han
• Darle el tiempo que necesita cada traído de casa, como su mochila, o
niño para asimilar esta nueva si- incluso que no quieran quitarse los
tuación. zapatos en la siesta.

• Respetar la expresión de sus emo- • Posibilitando que antes de iniciar la


ciones, sin minimizarlas. escolaridad puedan visitar su aula e
incluso conocer a su profesor, para
• Favorecer que sus familiares pue- que el espacio les resulte conocido.
dan acompañarle en el aula los pri-
meros días. • No mentirles nunca, diciendo que
sus padres van a volver en un mo-
• Permitir que lleven, si lo desean, ob- mento cuando no será así, ni chan-
jetos de apego, mantitas, chupetes tajearlos (si lloras tus padres se po-
(reguladores emocionales) … que nen tristes, o no te entiendo si no
les ofrezcan la seguridad que nece- me lo dices sin llorar…).

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¿Y cómo es el periodo de sensibilidad, siendo aún más im-
de adaptación en un portante tranquilizar a los padres res-
aula de bebes? pecto de la estancia de los niños en la
escuela y ofreciéndoles mucha infor-
Todas las actuaciones que hemos co- mación sobre el cuidado del pequeño
mentado, serán útiles en el caso de los y su comportamiento en las diferentes
niños más mayores del ciclo, pero en el rutinas (alimentación, higiene y des-
caso de los bebés, la adaptación será di- canso).
ferente en función de la edad, ya que si
es menor de seis meses aun no es tan En definitiva, en el caso del aula de
consciente de esa separación como lo bebés no solo se adapta el niño y su
será más adelante (por la permanencia familia, también los docentes y el
del objeto). En el caso de los bebés, la centro necesitan adaptarse. Sobre
adaptación consistirá más en intentar todo, el docente necesita tiempo para
realizar las diferentes rutinas y activida- conocer a cada uno de sus niños, sus
des de forma acorde a cómo las realiza costumbres, sus particularidades, sus
su familia, además de acompañarle de rutinas, sus familias… por lo que man-
afecto, tacto, y miradas cariñosas, es- tener una actitud abierta, de colabo-
tando “presentes”. ración, nos va a ayudar mucho a tener
éxito en esta primera incorporación
Las familias de los bebés requieren de de los niños a nuestra aula y a nuestro
nosotros una “dosis extra” de tacto, centro.

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04

LAS INQUIETUDES
MÁS FRECUENTES
DE LAS FAMILIAS

LA LLEGADA
A LA ESCUELA INFANTIL
Esa heterogeneidad de las familias de En muchos casos, estas dudas, se co-
las que hablábamos antes también va rresponderán con la etapa evolutiva
a hacer que tengan inquietudes dife- en la que se encuentran sus hijos, por
rentes que nos irán planteando a lo ello es habitual que en la etapa de be-
largo del curso escolar. Pero algunas bés estén más relacionadas con necesi-
de ellas se repetirán en muchos casos, dades fisiológicas y con el movimiento,
son el común denominador a casi to- teniendo más protagonismo a partir de
das las familias, y es de ellas de las que los 18 meses aquellas relacionadas con
trataremos aquí. las conductas y las famosas rabietas.

Nuestra actitud ante las preguntas de las familias debe ser siempre profe-
sional, al igual que nuestro trato, nunca debemos pasar de lo profesional
a lo personal, ya que quitamos valor a nuestro trabajo. El trato cercano
con las familias debe no confundirse con un trato de amistad porque la
relación que nos une debe ser profesional, no personal. Incluso en los
casos, que puede haberlos, en los que exista una relación personal pre-
via, debemos saber tener una relación profesional en este contexto. Esta
distancia profesional nos beneficiará a todos, ya que habrá momentos en
los que tengamos que informarles de aspectos que pueden molestarles
(como que su niño ha mordido o ha sido mordido, que se ha caído, etc.).
Y cuando la relación es personal, la respuesta de las familias también lo
es, y esto puede perjudicar a la larga nuestro trabajo.

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En muchas ocasiones, los miedos y te- muy tranquilas y desearían que sus hijos
mores de las familias serán infunda- no sean tan “movidos” … la variedad que
dos, producidos por sus propias creen- vamos a encontrar es un reflejo de la di-
cias o por dar respuestas racionales a versidad, y vamos a tener que utilizar to-
conductas que aún son límbicas y pro- dos nuestros recursos para manejarnos
pias del desarrollo en la etapa en la que en un plano profesional pero cercano,
se encuentran sus hijos. Por ejemplo, de empatía, pero con límites.
que cuando su hijo es mordido pueden
creer que algún niño le tiene manía, o Con límites nos referimos a que tam-
cuando es su hijo el que muerde es por- bién nos encontraremos con familias
que se ha vuelto muy agresivo. Nuestras que exigen que hagamos exactamente
respuestas coherentes, profesionales, y lo mismo que hacen ellos con sus hijos,
nuestra actitud de calma, reconducirá y eso no siempre es posible. En ocasio-
estas creencias y minimizará el impacto nes, lo que la familia hace no es lo más
que tienen en muchas ocasiones. beneficioso para el desarrollo del niño,
pero lo hacen por desconocimiento o
También los miedos de las familias irán por estar equivocados y no se puede
relacionados con sus propias proyec- reforzar desde la escuela infantil. Otras
ciones de cómo son ellos y cómo de- veces simplemente, lo que demandan,
sean que sean sus hijos. De esta forma el aula o la organización del centro no lo
nos encontraremos con familias que hace posible, por ejemplo: que coman
son muy introvertidas y desearían que sistemáticamente fuera del horario
sus hijos fueran extrovertidos, o que son pautado en el centro.

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05

REFERENCIAS
BIBLIOGRÁFICAS

LA LLEGADA
A LA ESCUELA INFANTIL
Gervilla, A. (2006) Didáctica básica de la educación infantil. Conocer
y comprender a los más pequeños. Madrid: Narcea ediciones.
Intxausti, M.J. (2015). La entrevista: construir la relación con las
familias (0-6). Barcelona: Grao
López Sánchez, F. (1995). Necesidades de la infancia y protección
infantil. Fundamentación teórica, clasificación y criterios
educativos nº1. Madrid: Ministerio de Asuntos Sociales,
Quinto Borgi, B. (2010). Educar en el 0-3: la práctica reflexiva en los
nidi de infancia. Barcelona: Grao.

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