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LISELOT GERMÁN AQUINO

14-SPDS-1-222

GERENCIA DE LA ESCUELA CON EL DOCENTE Y SUS MULTIPLES


ACTIVIDADES

Gerenciar en educación implica conducir la institución educativa por medio de un conjunto


de habilidades directivas que reconceptualicen las formas de pensar y actuar en los
diferentes procesos administrativos, pedagógicos, de gestión, curriculares, comunitarios
para alcanzar eficacia, eficiencia, del centro escolar.

Por ello, gerencial adecuadamente la institución es esencial, buscando mecanismos y


estrategias para que los miembros de la comunidad se comprometan con la ejecución del
proceso educativo, a la par que la escuela se involucra en las actividades comunitarias para
vincular los objetivos sociales con los escolares.

En el campo educativo, el comportamiento organizacional adecuado está relacionado con la


forma gerencial de los directivos, los cuales deben promover un clima de trabajo armónico
para el grupo, permitiendo satisfacer las expectativas y necesidades del personal subalterno,
así como de la comunidad, sin causar distorsiones ni presiones perturbadoras que
desvirtúen el real sentido de los objetivos educacionales.

Por consiguiente, para alcanzar la excelencia, la educación debe responder a los


imperativos de la integración nacional y a las necesidades específicas de comunidades
concretas, rurales o urbanas, las cuales tienen su cultura propia. De esta manera, se debe o
se pretende sensibilizar a todos para tomar conciencia de la diversidad respetando a los
demás ya se trate de sus vecinos inmediatos, de los colegas o habitantes de un país.

En ese sentido, Senge (citado en Zamora, 2009) señala “es impostergable que la educación
y los gerentes de recursos humanos se muevan dentro de modelos mentales,
representaciones e imágenes nuevas, por esta razón es urgente un cambio de paradigmas”
(p.8). Este cambio de paradigma educacional induce a intervenir la cultura escolar, tanto en
su contenido como en su estructura organizativa, en su metodología de trabajo colocando a
la institución educativa apta para reincorporarse al proceso de reformas, esto significa
ajustarlos a los cambios organizacionales propuestos.
Manos Milagrosas (película)

La película comienza con el problema de un matrimonio alemán que acaba de tener


gemelos siameses unidos por el cráneo y se le pide opinión a este prestigioso neurocirujano
que acuda a Alemania a examinar el caso. En medicina, el peso de la estadística es
incuestionado y en este tipo de cirugía el resultado es aplastante, siempre muere uno de los
gemelos; así se lo cuenta a su mujer. La estadística está en su contra, él lo sabe y un
profesional pone en riesgo su prestigio. Pero es acostando a sus hijos que reflexiona sobre
lo que significa un hijo para un padre y que no se le puede pedir que elija si debe morir
alguno de ellos. Decide aceptar el reto.

De pronto la película nos retrotrae a la infancia de Ben. Un chaval de buen corazón con
resultados académicos mediocres, que gusta de ver la televisión por las tardes mientras su
madre -Sonya-, que les mantiene, llega tarde al necesitar tener dos trabajos para poder dar a
sus hijos la educación que ella no recibió.

La madre es una analfabeta que teme que sus hijos puedan acabar siéndolo por no estudiar.
Esta idea le persigue y se esfuerza hasta la extenuación y busca siempre que sus hijos den
lo mejor de sí mismos. Este sobreesfuerzo, unido a la poca estima que tiene de sí misma
llevan a Sonya a la depresión. Sin embargo, da el primer gran paso, que es reconocer el
problema y va a un centro para que le traten. Al poco de salir empieza a trabajar limpiando
en una casa, cuyo dueño le ayuda a aprender a leer; lo que le vuelve a estimular y a exigir a
sus hijos un mayor esfuerzo.

Ben es el menor de dos hermanos, los dos bondadosos. Ben no tiene buenos resultados en el
colegio. Descubren que el problema no es de adaptación -pese a plantearse alguna situación
de discriminación racial de la época- sino el hecho de necesitar gafas. Ben acaba siendo el
mejor del colegio, pese a la incredulidad de alguna profesora racista. Ben, joven, guapo,
lleno de autoestima se gana el respeto de muchos chicos, incluidos algunos poco
recomendables de los que se hace amigo. Uno de estos le lleva en un camino bastante típico
de la adolescencia: gusto por la ropa cara, por el aumento desmedido del ego y la
agresividad y la falta de respeto a los padres, llegando incluso a amenazar a su madre en un
momento en que esta le reprendía por su actitud.
Estos amigos poco recomendables le llevan incluso a adquirir una navaja, y en un momento
de total descontrol, Ben se la clava a otro chico en una disputa. Este hecho, que podría
haber arruinado su vida resulta decisivo en su vida gracias a que, milagrosamente, la navaja
se rompe y no le llega a herir; sin embargo, Ben se da cuenta de que estaba al borde del
precipicio y decide volver a lo fundamental de manera automática, huye corriendo a casa y
abraza la Biblia.

A partir de ese momento, Ben es un chico estudioso, responsable y religioso. En la carrera


conoce a una chica que le subyuga y que acabará siendo su esposa. El resto de la película
nos habla de cómo muy joven llega al hospital Johns Hopkins y, siendo el primer
especialista negro, es confundido primero con un camillero y vejado por su raza después.
Aun así, decide no responder y emplear sus energías en hacer su trabajo lo mejor posible,
llegando a intervenir de urgencia a un herido en un momento en que no había otro médico
disponible en la planta.

Volviendo al reto de los siameses, y afrontando la importancia capital de la vida y la


injusticia de tener que elegir entre uno de sus hijos (él lleva para sí este pensamiento que
previamente le habían transmitido los padres de los siameses) agudiza el ingenio para idear
un método con el que salvar el principal escollo de ese tipo de operación, que es el hecho
de morir desangrado uno de los siameses.

En esta película podemos apreciar la historia o la vida del doctor benjamín Carson que
narra los pasos a seguir para ser un miembro destacado y funcional de la sociedad,
partiendo desde una inseguridad de sí mismo a la de una carrera escolar optima y valores
transmitidos dentro de una familia humilde. Vivió en un entorno de padres separados y
pobreza absoluta, de humillación por parte de sus compañeros de clase ya q lo
menospreciaban por ser de color y descuidado en los estudios. Pasó por diferentes
problemas como: Las malas notas, presión del grupo, baja autoestima, pero el principal
hecho fue el vivir en un ambiente racista y discriminatorio. Ben mejora sus estudios y llega
a ser neurocirujano mundialmente reconocido gracias a su Madre que tenía la manera
correcta de imponerse, incitar e impulsar a sus hijos hacia su formación y educación, lo que
despierta su interés en el estudio, la lectura y la música clásica. Características del
personaje Benjamín Carson.
El mundo en sus manos: la historia de Ben Carson, es la película basada en la autobiografía
de Ben Carson, famoso cirujano estadounidense y cristiano comprometido con su fe y con
los demás, especialmente los más necesitados. Es conocido en todo el mundo por sus
avances en neurocirugía, pero poca gente conocía sus orígenes humildes y sus dificultades
en el colegio en su primera etapa. Su madre, analfabeta, quería que sus hijos tuvieran un
porvenir mejor y les inculcó el amor por los libros y la lectura, obligándoles a leer un libro
a la semana (que tenían que sacar de la biblioteca) y a entregarle un resumen.

Debido a las malas notas de Benjamín, su hijo pequeño, les redujo las horas de televisión,
dejándoles ver sólo dos programas a la semana, para que dedicaran más tiempo al estudio.
Poco a poco sus notas fueron mejorando y llegaron a la universidad, aunque antes sufrieron
discriminaciones de todo tipo por el color de su piel. Ben llegó a Yale, y, aunque le costó,
sacó sus estudios con notas excelentes y conoció a la que sería su mujer. Durante su
juventud tuvo que intentar dominar su fuerte carácter, que le llevaba a ser violento en
ocasiones, y para ello le fortaleció mucho su fe en Jesús y la oración.

A sus 33 años consiguió el cargo de director de la sección de neurocirugía pediátrica del


hospital John Hopkins y operó con éxito a muchos niños a los que pocos se atrevían a
operar, siempre encomendando sus manos a Dios.

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