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B ib l i o g r a f ía
4. Hacia una teoría de la práctica clínica psicomotriz*
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Pensar lo psicomotor 4. Hacia una teoría de la práctica clínica psicomotriz
La psicomotricidad tiene que ver ciertamente con el cuerpo, con tró unos envoltorios de chicles que fue sacando de su bolsillo y con
un cuerpo envuelto3 en un conjunto de relaciones identificatorias tinuó durante largo rato dando vueltas por la sala.
productor de un espacio donde se diferencian un adentro y un afue Comenzamos a trabajar con papel y lápiz, y luego le solicité que
ra. [...] En ciertas ocasiones, más frecuente de lo que se cree, el cuer se dibujara a sí mismo, a un niño como él. Mientras trabajaba, pre
po es ausencia de cuerpo.”4 sentaba una modalidad prensil lábil, apenas se apropiaba del lápiz y
En E el cuerpo hacía presencia en el dolor y en el funcionamien sus trazos eran poco perceptibles (ver gráficos 1, 2 y 3).
to de los brazos, ¿De qué cuerpo se trataba? En el transcurso de las primeras entrevistas observamos que el
desarrollo psicomotor era restringido e inmaduro: pérdida de la esta
bilidad postural, marcadas sincinesias tónicas y de reproducción, di
II ficultades en las coordinaciones generales y cuando le propuse que
E era un niño fornido, de mirada vivaz y poca gestualidad. corriera me dijo que no se acordaba cómo se hacía.
En el primer encuentro, el niño dijo que venía “para que me ayu Fuimos respetando la distancia (espacial y corporal) que el niño
des a bajar el brazo y a hacer movimientos” y mirando los objetos de instaló en la transferencia, no se aplicaron pruebas de tono ni palpa
la sala comentó “cuando no está ni mi m amá ni mi papá me conviene ción de masas musculares, tampoco se valoró el desempeño psico
más porque com o chicles que Manuela (la mucama) me com pra”. Mos motor de sus manos ni de sus brazos.
El diagnóstico psicomotor se realizó a través de dibujos, lo que el
niño dijo, una hora de juego y de la observación de la organización
la cual está integrada por lo que él llama la armadura tónico motriz y las relaciones
de esta armadura con el exterior: el cuerpo com prometido en una relación. Pero psicomotriz dada a ver en las diversas situaciones lúdicas y relació
para com prom eterse es necesario que haya una puerta y esta puerta es la frontera nales que desplegó tanto en el espacio, con los objetos y respecto de
misma: la envoltura.
Luego agrega que la especificidad de lo psicom otor sería saber bien lo que es la en
la terapeuta.
voltura del cuerpo: campo de integración de la estructura tónico motriz y lo que El juego era suelto y preciso, el niño armó una escena donde con
pasa en el exterior: acción o manera de ser, de presentarse. tó sobre alianzas, peleas, arena movediza y estatuas, quién puede y
^Sami Ali, “Cuerpo y movimiento. Esbozo de una teoría psicoanalítica de la psicomo quién no puede, lo que se puede mover y lo que no se puede mover,
tricidad”, en Cuerpo real y cuerpo imaginario, Buenos Aires, Paidós, 1979. p. 78, 77.
piernas y brazos sueltos. Casi al finalizar la hora, el niño dijo: “me
En este artículo Sami Ali reflexiona sobre diferentes aspectos de la teoría y la práctica
en psicomotricidad, vinculándolos directamente a la teoría psicoanalítica; señalando voy a dibujar algo y lo voy a pintar de rojo, así mi mamá se cree que es
incluso las categorías conceptuales a partir de las cuales investigar dicha vinculación. un moretón” y mientras lo hacía, continuó diciendo “después lo voy a
No sólo el Dr. Jean Bergés destaca la importancia de pensar al cuerpo com o una
envoltura.
lavar así mi m amá no me reta, ella no me deja pero yo igual lo hago”.
Sami Ali dice “el hecho de tener un cuerpo que desde el com ienzo se encuentra en En E observamos claros signos de perturbación psicomotriz lo
vuelto en un conjunto de relaciones identificatorias se traduce inmediatamente en cual no necesariamente implicaban la indicación de una terapia psi
la creación de un espacio en el que se distingue un adentro y un afuera. Esta distin
comotriz. ¿Qué uso estaba haciendo F. de su perturbación psicomo
ción significa dos cosas complementarias: que el cuerpo se cierra en sí mismo sin
dejar por ello de abrirse a un espacio que él delimita y por el que está delim itado.” triz y motriz?
4 Sami Ali, “C uerpo y movimiento. Esbozo de una teoría psicoanalítica de la psico Ya que dichas perturbaciones lo ubicaban en una particular po
m otricidad”, en Cuerpo real y cuerpo imaginario, Buenos Aires, Paidós, 1979, p. 76. sición en relación al otro. El niño ¿había pedido un tratamiento psi
¿C om o define Sami Ali “el cuerpo es ausencia de cuerpo”?
En el mismo artículo Sami Ali da cuenta de lo complejo que es abordar al cuerpo
comotor?
com o objeto de investigación ya que se encuentra vinculado a circunstancias am Gilbert, Tillard y otros, especifican que “la terapia psicomotriz
biguas: de pertenecer a lo real, a lo imaginario y vinculado a la palabra. Finalm en no apunta a reducir una función alterada en su dimensión neuro
te en dicho artículo aborda al cuerpo, desde una línea teórica que desarrolló al re
ferirse al concepto de espacio imaginario. Para Bergés, la ausencia del cuerpo está
lògica sino que pretende sobre todo tornar al niño capaz de asumir
vinculada a la posición; dice “el cuerpo tiene una posición o bien está ausente”. Y a su cuerpo en sus dimensiones pulsionales narcisísticas y más am
considera que “la primera meta de la terapia psicomotriz es dar al cuerpo una posi pliamente en su dimensión simbólica”.5
ción, una presencia: en este aspecto lo importante no es la acción, es el acto y sobre
todo el acto de la palabra que es enunciada de una sola vez” (Jean Bergés, Diagnós
tico y terapia en Psicomotricidad, en Cuerpo y Comunicación, Madrid, 1 988). 5 R. Mises, G. Segur, G. Daumg, J. Tillard, “La terapia psicomotriz en la cura de las
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Pensar lo psicomotor 4. Hacia una teoría de la práctica clínica psicomotriz
La terapia psicomotriz está llamada a accionar en la posición del Schilder especifica “la formación de agujeros y la formación de
cuerpo que es escenario de la historia del sujeto. partes sólidas son las únicas posibilidades en cuanto al desarrollo”7
del cuerpo como masa.
¿Se podría pensar que el dibujo que el niño había realizado -d i
III
ferente y a su vez conservando algunos de los rasgos de los primeros
En el primer período del tratamiento el niño puso enjuego en las dibujos- muestra la construcción a través de la experiencia con el
sesiones el mismo orden de actividades que había planteado duran cuerpo, el espacio y los objetos de cierto saber sobre sí que tuvo efec
te las entrevistas diagnósticas: dominó, cartas, palitos chinos y al fi tos sobre su imagen corporal? (Véase gráfico 5)
nalizar la sesión un juego de pelota en el cual no importaba mucho
ganar o perder, ni moverse, ni dirigirse o desplazarse, sólo le bastaba IV
ser conducido. Transcurrieron las sesiones y realizamos la primera
intervención. Precisamente en dicho ordenamiento que insistía y pa Insistentemente cuando el niño se resbalaba, se tropezaba o caía,
recía vaciar de contenido a los juegos: en el inicio de una sesión se le comentaba de inmediato “no me dolió”. Las referencias al dolor en E
propuso jugar a la pelota. y su familia adquirían particularidades. Tanto los primeros años de
E comenzó a desprenderse de la pared y a incorporar otras partes vida del niño como en los primeros vínculos y acciones corporales
del cuerpo en el juego: brazos, manos, cabeza y piernas. Construyen del niño con su familia el dolor había tenido una presencia constante
do una experiencia corporal productora de un doble recorrido espa y remitía a una falla de origen y a un porvenir incierto.
cial en relación a su propio cuerpo: inclusión espontánea y sucesiva de ¿Qué asuntos del cuerpo se desalojaron al ocupar la enfermedad
diferentes partes, y espacios corporales y en relación a su cuerpo en el y el dolor tanta necesaria atención y espacio?
espacio: moverse para un costado y otro, para atrás, para adelante. El efecto del dolor sobre la imagen del cuerpo no ha sido aún sufi
En estos juegos de pelota el niño ejercitó su psicomotricidad es cientemente estudiado. Schilder sitúa al dolor, por un lado, como una
tableciendo relaciones, situando formas; fue a la manera de lo di verdadera sensación la cual cuenta con un sistema fisiológico para su
cho por Sami Ali “construyendo un espacio de relaciones recíprocas, registro y procesamiento. Y por otro lado dice que el padecimiento de
donde el cuerpo se cierra a sí mismo sin dejar por ello de abrirse a un un dolor produce una alteración en la estructura libidinal de la unidad
espacio que él delimita y por el que está delimitado.”6 corporal, la atención se centra en la parte del cuerpo que padece el do
Al retomar su tratamiento después de las vacaciones, E realizó un lor y se recibe una sobrecarga de libido en la parte dolorida. Paralela
despliegue inusual de movimientos con una pelota muy grande: se mente, por significar un peligro en sí misma, la parte dolorida queda
tiraba arriba, abajo, se deslizaba, se mantenía en equilibrio, sentado, aislada, habría una cierta tendencia a desalojarla de la imagen.
acostado. Para Schilder el órgano o espacio corporal que produce dolor
Hizo un dibujo de su cuerpo muy interesante y es posible obser pasa a ser el centro de una nueva experiencia corporal, pasa a repre
var en dicho dibujo cómo el niño había podido ubicar a la experien sentar un papel que comúnmente representan las zonas erógenas.
cia del cuerpo como productora de imágenes; que en un principio Si las experiencias de dolor implican tanto una ruptura en la sime
han dado lugar a una diferenciación entre la parte enferma y el todo tría de la imagen del cuerpo (todo-parte) como un peligro para el suje
corporal, como así también entre partes sólidas representadas por to que las padece, nos preguntábamos ¿Cuánto la axila doliente inter
agujeros. (Véase gráfico 4) firió en E para experimentar una franca cenestesia y una vivencia de
unidad corporal, para estructurar sus códigos tónico-posturales, para
libidinizar a la imagen de su cuerpo en una dialéctica todo-parte?
psicosis del niño”, en Cuadernos de Terapia Psicomotriz, Número especial de la So
Como así también frente a la experiencia de dolor constante
ciedad Internacional de Terapia psicomotriz para los países de lengua española,
n° 1, Buenos Aires, Editor V. Singeser de Votadoro, 19 7 3 , p. 44. ¿Qué lugar ocuparon por ejemplo la adquisición de la marcha, del
6 Sami Ali. Cuerpo y movimiento. Esbozo de una teoría psicoanalítica de la psico
m otricidad”, en Cuerpo real y cuerpo imaginario, Buenos Aires, Paidós, 1979. 7 Paul Schilder, Imagen y apariencia del cuerpo humano, Buenos Aires, Paidós, 1977.
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Pensar lo psicomotor 4. Hacia una teoría de la práctica clínica psicomotriz
y se tiraba. El cuerpo del niño chocaba, golpeaba en el suelo; el niño mentos la pelea dejó de ser un juego, se le señaló al niño y finalmen
dejaba que su cuerpo se cayera, entendimos que tiraba al cuerpo. te comenzó a jugar instalado en una escena ficcional, donde tanto su
¿Cómo intervenir? cuerpo como el de la terapeuta comenzaron a representar a otros.
No se trataba solamente de decirle al niño que se cuidara, que se
estaba lastimando ya que las palabras iban a chocar contra sus oídos En las sesiones siguientes eligió jugar con los bloques y latas, a
de la misma forma que su cuerpo en los almohadones. tirarlos, aplastarlos, hacer caer, con pies, manos, sogas, palos y almo
¿Cómo hablarle de su cuerpo? ¿Cuál era la intervención que posi hadones.
bilitaría que E ubicara a su cuerpo no como un juguete concreto, sino Tomamos una posición de observación y en un momento, cuan
como un espacio sensible, imaginario y simbólico que alojaba y am do el niño dio una orden que implicaba la ubicación de la terapeu
pliaba su estructuración subjetiva a través de la experiencia corporal? ta en un lugar de objeto -y no de intercambio-, la terapeuta le habló
E tiraba a su cuerpo sobre los almohadones. La presencia de esos “al niño que jugaba” diciéndole “E yo no soy una lata”. El niño dijo
almohadones bastaba para que su cuerpo no se lastimara: no el acto “si y a lo s é ” y cortó el juego; quiso hacer un dibujo, jugó con arcilla;
de caer sobre sus pies, ni el acto de apoyarse con sus manos para no pidió que construyéramos un fuerte que en el transcurso de las se
dañarse, sino que para él bastaba la propiedad de los almohadones. siones siguientes fuimos armando y luego se lo llevó a su casa. Hizo
Nos preguntamos irónicamente: ¿Debíamos hablarle a los almo también con la arcilla unas pelotas que llamó pelotas raras. (Véase
hadones o de los almohadones? Porque pensábamos que en esos Gráfico 8)
momentos no había mucha diferencia entre él y los almohadones; el
niño ubicaba a su cuerpo como a los objetos concretos, como a las En las sesiones posteriores el niño puso a prueba sus destrezas a
latas, como a los bloques, posibles de golpearse, tirarse, etc. ¿Si su través de un diálogo, en un intercambio con la terapeuta.
cuerpo era una lata, un bloque, el cuerpo del terapeuta cómo estaba Preguntaba: “¿Vos qué decís, que puedo o que no puedo? Yo digo que
considerado? ¿Una lata también? ¿Las latas hablan? yo... Yo digo que es difícil pero que puedo”.
Fue necesario un tiempo de espera para poder intervenir. Conversaba sobre los amigos de la escuela; en estas últimas se
En una sesión fuimos a un kiosco lejano. En la siguiente sesión siones de este período de tratamiento, el niño jugó a ser Batman, Ro-
entró y dijo “arriba las manos, soy un policía, te llevo preso”, habló de bin, al circo, a la escuela.
sus amigos por primera vez y propuso jugar al policía y el ladrón. Ju Empezó a interesarse por el judo y por las nenas. Los juegos co
guemos dijo: “dale que vos te caías, y o te agarraba y vos no te dabas menzaron a dar cuenta de diferentes historias, su cuerpo y el cuer
cuenta”. po de la terapeuta participaban junto con los objetos y el espacio en
Comenzamos a jugar, el niño dirigía el juego: el cuerpo del tera el relato.
peuta estaba obligado a moverse según lo que él indicara, sólo él ac
cionaba; en el cuerpo del terapeuta depositaba su acción, nuevamen
te un “cuerpo objeto”. Luego de que dicha escena se reiterara una y
otra vez, la terapeuta le dijo al niño: Estás dirigiendo el ju ego, a lo que
el niño contesta: Yo soy el policía. Nuevamente se le repite: pero aun
así vos estás dirigiendo el juego, no jugando al ladrón y el policía.
La escena continuó repitiéndose y por decisión del terapeuta el ju e
go se interrumpió, el niño buscó dibujar, quiso ir a “su kiosco”, volvió
a plantear el juego del policía, tomando la misma posición que ya ha
bía sido señalada y finalmente se puso a jugar solo con una pelota.
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10. Con el lenguaje en el cuerpo*
Un modo de especificar la práctica psicom otriz
¿Cuáles son las condiciones que nos permitirán avanzar con ma de legalidades y normas que se especifican mediante la asistencia
nuestros interrogantes? de un Otro en dos operaciones fundantes: alienación y corte, el de
Como primer punto, por un lado, estableciendo a la postura y seo y la ley.
a la función postural como un espacio material, virtual y simbóli
co donde es posible discurrir dicha reconstrucción. Y por otro lado, II
considerando al campo tónico-postural como el representante y el
testigo más allegado, más próximo, más cercano en el tiempo y en el Vamos a continuar a través de algunos interrogantes.
espacio de la recepción y coacción que ejerce el lenguaje sobre el or ¿Cuál es la primera función? ¿Cuál es el primer funcionamiento?
ganismo, capturándolo, metaforizándolo, ofreciendo un velo y cons
truyendo de esta manera al cuerpo funcionante. Cuando Wallon3 describe al estado de prematurez del recién na
cido ubica del mismo modo que Freud4 dos causales de tensión para
Partimos de considerar que tanto el cuerpo funcionante como el la estructura, dos variables frente a lo cual el infans es prematuro: a
lenguaje -e l hecho que un sujeto “hable desde su lugar”- es la incóg lo que viene de afuera y a lo que deriva del propio cuerpo. Es la in
nita de la que más se ha ocupado el discurso de la medicina, del psi madurez en sí misma, por legalidad de la especie, la que instala el lla
coanálisis como así también de la filosofía y la lingüística. El “cuerpo mado y es allí donde también se corre el riesgo de ser escuchado y
funcionante” sano, enfermo y el uso de la palabra es lo que consti respondido.
tuye al sujeto como perteneciente a la especie y a su vez es lo que no Ubicamos a la prematurez como una primera función que da lu
está desenvuelto en el recién nacido. gar a los funcionamientos corporales y del lenguaje que se constru
Esta paradoja, donde lo que es propiamente humano no está ini yen y despliegan en el espacio del “entre dos”.
cialmente presente en el ser humano, nos posibilita señalar dos cues ¿Es posible considerar otras funciones y espacios corporales de
tiones: que el cuerpo y el lenguaje no son atributos o complementos rivados de la ontogenia que oficien de interlocutores con la función
del sujeto sino que consisten al sujeto, son también su origen (lo que del otro materno?
está en causa) y fundamento; lo germinal en tanto sujeto, lo que por ¿Con qué cuenta el recién nacido para recibir y sostener el llama
ley lo constituye como tal. Y que el cuerpo y el lenguaje son lo que do-respuesta al otro materno?
se toma, lo que se recibe del otro, por lo que son a su vez hechos de ¿Con qué espacios del cuerpo y con cuáles funciones se dirige al
transferencia, de transmisión de un otro. otro materno haciéndole sensible y partícipe de su presencia?
J. Bergés propone que el lenguaje es una obligación, una co-ac- ¿Qué aporta el infans a la construcción del espacio del “entre dos”?
ción. ¿Por qué no pensar a la forma humana que se da a ver en lo
postural como una co-acción? Vamos a señalar cuatro competencias del equipamiento neurobioló-
Por pertenecer y para pertenecer a la especie estamos coaccio gico que ontogénicamente se encuentran maduras, en condiciones
nados tanto biológica como culturalmente a hablar y a sostener un de ponerse en funcionamiento, y participan junto con la prematurez
cuerpo, una forma humana que se aparece en la postura. de las negociaciones que se llevan a cabo entre el infans y su madre y
Representan tanto la postura como la palabra el sometimiento
del organismo a las leyes de la especie y de la cultura. Es en el trán
quiere decir, estrictam ente, no que el niño sea el principio de un símbolo, sino que
sito de la estructuración del cuerpo funcionante y en el uso de la pa la m anera en que le ha sido instilado un modo de hablar, no puede sino llevar la
labra que se establece la correspondencia, la común unión que hace m arca del modo bajo el cual lo aceptaron los padres. Sé muy bien que esto presenta
toda suerte de variaciones y de aventuras.” (jaques Lacan, ob. cit, p. 124).
participar al sujeto en lo humano.
3 Henri W allon, Los orígenes del carácter en el niño, Buenos Aires, Nueva Visión,
Acceder al campo postural y al “nombre de las cosas” es efecto y
1975.
“el riesgo que corre el infans”2 de ser captado y sometido a una tra-
4Sigmund Freud, “Proyecto de una psicología para neurólogos”, en Obras Comple
tas, t 1, 3 o edición, Madrid, Traductor López Ballesteros, Biblioteca Nueva, 1973,
2 “Los padres modelan al sujeto en esa función que titulé com o simbolismo. Lo que p. 229.
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Pensar lo psicomotor
10. Con el lenguaje en el cuerpo
3 La acción específica freudiana implica no sólo una respuesta de acción, sino tam
bién del lenguaje, ya que se trata de la escucha y de la interpretación de la necesi El concepto de postura y de función postural podemos definirlo
dad. Freud la hace partícipe de la vivencia de satisfacción. a partir de considerar al eje axial constituido en un espacio, un lu
h “Es en el campo tónico-postural donde se enraiza y se despliega el llanto y tam gar, un territorio donde la respuesta del otro queda puesta y recibida:
bién donde se corre el riesgo de ser oído” (Jean Bergés, “El cuerpo y la mirada del
precisamente en este carácter de recepción, no sólo de figuración o
O tro”, en Crónicas Clínicas en Relajación Terapéutica y Psicomotricidad, N° 4, Bue
nos Aires, 1 9 9 6 ). actitud es que la frase de Bergés toma un gran sentido: “Lo propio de
7Las vías aferentes se encuentran ligadas a las estructuras axiales por lo dicho ante la postura es hacer tropezar con lo invisible.”8
riormente. Cuando un niño recibe la mirada de su madre, su voz o sus contactos,
el eje axial responde y allí el carácter de recepción asignado al eje axial se consti
tuye en el campo postural. 8Jean Bergés, “El cuerpo y la mirada del O tro”, en Crónicas Clínicas en Relajación Te
rapéutica y Psicomotricidad, N° 4, Buenos Aires, 1996.
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Pensar lo psicomotor 10. Con el lenguaje en el cuerpo
La postura es el sitio donde queda inscripto tanto el llamado En el transcurso de la entrevista, la mamá no se acercó en ningún
como la respuesta del otro; ya sea que dicha tramitación se lleve a momento al bebé, fue el papá el que se ocupó de tranquilizarlo.
cabo a través del tono, de la voz, de las miradas, de las imágenes o de Luego de haber observado al bebé, al bebé con sus padres y de es
palabras. Este carácter de la función postural le confiere al campo tó- cuchar atentamente a los padres -particularmente la posición de la
nico-postural una original cualidad de receptáculo.9 madre- consideré tres puntos que podían ser las puertas de acceso al
En dicho espacio, toman parte las experiencias auditivas, visua malestar:
les, táctiles y olfativas y sin lugar a duda la oralidad, como así tam a) Escuchar a la madre particularmente en aquellos puntos refe
bién las diferentes sensibilidades que conforman a la propioceptivi- ridos a la construcción del lugar y función materna.12
dad y que se vinculan entre sí por el campo perceptivo.
b) Reordenar y respetar los ritmos de sueño, vigilia y alimentación;
c) Autorizar y estimular la ampliación y profundización de la
III oferta y la demanda entre el niño y sus padres.
Hace un tiempo atrás recibí en la consulta a un bebé de 8 meses Intercambio que se presentaba suspendido y alojado en el cuerpo
con sus padres. El pediatra lo había derivado pues era un niño que del niño en términos de tensión y malestar; y en los sentimientos de
joso y molesto que no dormía casi nada. Lo hacía solo por períodos desazón e impotencia de los padres.
muy cortos, después de tomar la mamadera. En corto plazo, la evolución del bebé se hizo presente; no sólo
Cuando el bebé entró en el consultorio -e n brazos de su madre- respecto de los hábitos de sueño sino también en la manera activa y
observé que su mirada era notablemente tensa y firme10; y durante el gustosa con que comenzó a desplegar el uso de su cuerpo y del inci
transcurso de toda la entrevista estuvo molesto y muy irritado. piente lenguaje para relacionarse con los juguetes y con sus padres.13
Mientras conversaba con los padres lo coloqué en el suelo con
algunos chiches y allí quedó, soltando y agarrando los chiches con
IV
mucha fuerza, golpeaba y se los llevaba a la boca.
Se lo observaba ansioso, descargando, no intentó modificar la La puesta en funcionamiento de las competencias tempranas es
postura, no se movió, no hizo uso de la motricidad, ni le llamaron la un hecho del “entre dos”. Del deseo de otro que imagina un suceder
atención las voces, tampoco dirigió su mirada.
Tomó una postura fija11, movía sus manos, golpeaba los objetos del acuerdo y desacuerdo entre los ritmos propios del niño y los ritmos del exterior.
Bergés define con suma claridad “la armonía entre los ritmos del niño y los ritmos
con ritmo rápido y con fuerza y a cada rato lloraba.
del exterior se da a la altura de la postura” (Jean Bergés, “Postura y com unicación”,
trabajo presentado en las jornadas de trabajo de A.R.EL.O ., 1978. Material inédito).
9 Bergés dice que W allon habla de postura y Ajuriaguerra de cuerpo receptáculo; esta 12 “En edades tempranas la intervención clínica no solo debe orientarse a la escucha
última noción la utiliza en forma sistemática. La función postural actúa com o re del cuerpo del sujeto que hace síntoma sino también a profundizar la escucha y
ceptáculo, com o una cavidad que puede contener y recibir para después también operar con aquel otro cuerpo que hace de receptáculo, que ejerce y despliega la
expresar. “El cuerpo es ante nada un receptáculo, un lugar de inscripción, una for función del otro. Es atender a la prehistoria, de la historia en constitución que es
ma implacablemente destinada a imprimirse con los escenarios, los colores de otro posible escuchar sobre el cuerpo y las funciones del pequeño.” (L González, “In
com enzando por la copia servil del m otivo” (Jean Bergés, “El cuerpo y la mirada tervención temprana en psicom otricidad”, Jornadas interhospitalarias de psico
del O tro”, en Crónicas Clínicas en Relajación Terapéutica y Psicomotricidad, N° 4, motricidad Dra. Carolina Tobar García, Buenos Aires, 1 9 9 6 ).
Buenos Aires, 1 9 9 6 ).
13J. de Ajuriaguerra retomando a M. Ribble en sus estudios sobre “los estados de
10 “La postura, la actitud, la m anera de hacer, la manera de colocarse frente a una ac tensión ansiosa del recién nacido” en los cuales “se describen tres géneros de des
ción, dependen del eje del cuerpo. Pero hay un pequeño detalle a no olvidar: Este órdenes psicom otores: hiperactividad crónica, hipertensión m uscular y estupor
eje del cuerpo está orientado por la audición y la visión.” (Jean Bergés, “Algunos con hipertonía m uscular . . . ” piensa que “la sedación del hipertono puede ocasio
temas de investigación en psicom otricidad”, en Cuadernos de Terapia Psicomotriz, narse por una serie de maniobras que nada tiene que ver con el hambre o la as
Número especial de la Sociedad Internacional de Terapia Psicom otriz para los paí fixia: baños tibios, caricias en la cara y en la cab eza...”, destaca “maniobras que
ses de lengua española, n° 1, Buenos Aires, Editor V. Singeser de Votadoro, 1 9 7 3 ). puedan actuar modificando el tono postural mediante el laberinto y la sensibilidad
11 La postura, lo que originariamente es el eje axial, se constituye com o receptácu propioceptiva” (Julián de Ajuriaguerra, Manual de psiquiatría infantil, Barcelona,
lo de la fluctuación tónica; fluctuación que es efecto, que alude a la problemática Toray Masson, 19 7 3 , p. 2 2 3 ).
Pensar lo psicomotor 10. Con el lenguaje en el cuerpo
y que espera que suceda. Es decir, que no sólo se trata de que el in V
fans tenga hambre y llame a su otro materno sino que pueda escu
Los significantes no están en el cuerpo17 surgen a partir de la am
char en el cuerpo el decir “aliméntate mi hijo”; que el otro devuelva
plitud del funcionamiento que se describe entre el bebé y su madre.
a través de su propio deseo hecho demanda la legalidad de la función
alimenticia, la propiedad del cuerpo para alimentarse.
Me interesa compartir una escena que comentó J. Bergés en el
Del mismo modo, no sólo se trata de que el infans cuente con sus
año 1988 cuando estuvo en Buenos Aires:
reflejos auditivos sino que la voz y la acción de un otro le diga “escú
“Cuando una madre está cambiando a su hijo, los movimientos
chame”, legalizando de esta manera un funcionamiento, una direc
que ella realiza a tales fines, van estimulando la postura de su hijo
ción posible a la función auditiva. También se trata del llamado, de
y el cuerpo del bebé sobre el cambiador, con su eje y sus miembros
la espera del otro por una función -donde se legaliza un funciona
produce una figura sobre un espacio”.18
miento y se le confiere el don de la propiedad-.
En esta circunstancia el bebé es un otro para su madre, pues no “La figura inspira19 a la madre y algo dice”20, no sé si siempre im
porta tanto lo que dice, importa la inspiración y un cierto decir.
solo importa que la madre sea un otro para el bebé.
En el concepto de postura y de función postural no solo está pre
¿Será que ese decir vuelto sobre el cuerpo del infans con voz y mi
sente la respuesta sino también la inscripción del llamado.14
rada inspirada lo hace seguir haciendo para seguir escuchando? ¿Es
La postura (en su componente tónico) es trampolín, origen de
posible pensar que la inspiración del otro materno hace que el cuerpo
la direccionalidad, salida de la motricidad: ocular, oral, manual, así
escuche con algo más que con los oídos? ¿Qué función cumplirá sobre
como del gesto y de la voz.
los actos reflejos, sobre un eje axial sensible, la imaginación fecunda
La postura es sensible, patente al Otro. En este punto cabe ubicar
de una madre puesta al servicio de su hijo a través de palabras?
lo dicho por J. Bergés: “La postura (la actitud tomada, el eje del cuer
po) siendo entonces no un órgano sino el lugar de un deseo”.15
La inspiración de una madre entra por el oído del bebé y toca al
cuerpo y a las funciones, demanda al niño, pide para sí.
Finalmente podemos ubicar a la postura y la función postural
La inspiración de una madre instala tanto a la ejercitación refleja
que se construye entre el equipamiento y la asistencia del otro ma
como a la copia y a la imitación en el campo del para mamá, del para
terno como un receptáculo donde tiene asiento:
otro; armando una dirección a las funciones, dando lugar a la puesta
a) La presencia del cuerpo del otro en términos de tono, postura, en funcionamiento.
mirada, voz, palabras, imágenes. De esta inscripción deriva la La madre en su decir inspirado, supone y da crédito, anticipa,
posibilidad de contar, escuchar y dirigirse al otro. obliga y compromete al infans. Introduce el lenguaje en el cuerpo.
b) La presencia del propio cuerpo, que a través de la asistencia y
las palabras del otro se hace sensible para el sujeto y le posibi
que el niño juega en la transferencia con el funcionamiento de la mirada, las m a
lita de ahí en más comenzar a construir lo que hemos llamado nos, la boca, la postura, y el espacio del cuerpo. Cuando hay rechazo, tensión, o
el cam po postural y un lugar desde donde hablar.16 cuando hay disposición y gusto puesto en marcha en la transferencia, las funcio
nes y espacios corporales nombrados ponen enjuego dichas posiciones.
17Jean Bergés, “Somatolalia”, art. inédito.
14 “Si el niño grita y no recibe ninguna respuesta, visual, táctil, de acunam iento, de
palabra... su grito es anulado: salido del silencio, vuelve al silencio. Los trastornos I8Jean Bergés, Jornadas de estudio con Jean Bergés y Marika Bounes de Bergés. Aso
instrumentales, com o ustedes ven, son dificultades que no se articulan en torno ciación Argentina de Psicomotricidad y Centro Dra. Lydia Coriat, Buenos Aires
a la laringe, sino alrededor de lo que en el grito la laringe tiene que ver con una 1988.
respuesta; sería una caricia, la laringe está articulada a una caricia.” (Jean Bergés, |yInspiración: Acción de atraer el aire o introducirlo en los pulmones. Fuerza crea
“Trastornos instrumentales y psicopatologia del niño”, art. inédito). dora, imaginación fecunda.
15Jean Bergés, “El cuerpo y la mirada del O tro”, en Crónicas Clínicas en Relajación Tera a Jean Bergés, Jornadas de estudio con Jean Bergés y Marika Bounes de Bergés. Aso
péuticay Psicomotricidad, N° 4, Buenos Aires, Editoras L. González, R. Aragón, 1996. ciación Argentina de Psicomotricidad y Centro Dra. Lydia Coriat, Buenos Aires
16 Es una constante en la clínica observar la vinculación existente entre la posición 1988.
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10. Con el lenguaje en el cuerpo
Pensar lo psicomotor
21Jean Bergés. Ibid. 23Jean Bergés, “El cuerpo y la mirada del O tro”, en Crónicas Clínicas en Relajación
Terapéutica y Psicomotricidad, N° 4, Buenos Aires, Editoras Leticia González, Ra
22 Donald W innicott, La familia y el desarrollo del individuo, Buenos Aires, Hormé,
quel Aragón, 1996.
1 9 8 0 , p. 34.
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10. Con el lenguaje en el cuerpo
Pensar lo psicomotor
La nena era muy ñaquita y chiquitita. Se presentaba tensa, move Retomemos lo dicho por Bergés: los significantes no están en el
diza, con unos anteojos enormes y unos ojitos que al igual que todo cuerpo24 surgen a partir del funcionamiento, de ese nombre que se le
su cuerpo estaban expectantes y curiosos, “preparados para ir hacia”. asigna a un funcionamiento.
La señora consultó por la inquietud de su hija: “Igual así de in Entiendo por nombrar, a las palabras que señalan, que distin
quieta era de bebé, aunque se portaba perfecto”. guen, que particularizan.
Contó también que la nena se hacía pis en la cama tanto a la no El funcionamiento del cuerpo del niño se encuentra sujeto a la
che como a la siesta. acción significante: de atribución, de valor, de orden, de jerarquía de
Ella era maestra, una mujer mayor que había sido hija única. Una sus progenitores. Se trata de una transmisión que sostiene su acción
semana antes de un tardío casamiento le descubrieron una enferme en el espacio del entre dos y en el lugar mismo del cuerpo, con pala
dad a partir de la cual se enteró que ya no podría tener hijos. bras y acciones propias del cuerpo.
“La nena” era adoptada. “Legalmente adoptada”, había remarcado
ella con mucho gusto. El concepto de cuerpo en la clínica psicomotriz no puede estar
“La nena” sabía que no había estado en la panza de la madre, que separado de la acción significante y de la materialización que en el
había estado en la panza de otra señora y que había nacido en Co cuerpo de cada sujeto marcan los amores, la sexualidad, las enferme
rrientes. dades, las muertes y los decires y saberes a los que a lo largo de su
La señora se sentía muy contenta por poder tenerla, dijo que era vida ha estado expuesto.
“una nena” muy dulce. “La nena” muy seguido le decía: “que suerte Los diferentes funcionamientos del cuerpo y el desarrollo psico
que tengo una mamita como vos”. Allí, en ese momento del discurso motor se encuentran capturados y se ponen en juego en una suce
se emocionó. sión de actos que denominaremos de transmisión, de transferencia.
Hacía controles estrictos por la salud de su hija, ya que al no sa Pienso que dicha manera de escuchar al cuerpo, pone en cues
ber por la salud de la madre biológica siempre podía estar en riesgo. tión lo visible del estatuto sintomático de su disfuncionamiento y da
Cuando interrogué sobre la enuresis de la niña, resultó que toda a ver la legalidad del síntoma, que orienta y precisa la intervención
vía no le habían sacado el pañal-bombacha, ni a la noche ni a la sies clínica.
ta por lo tanto no se le había dado ni pedido la oportunidad de orga
nizar el control de esfínteres.
La misma posición respecto del dormir, ño era que dorm ía con
ellos sino en otra cam a en la misma habitación.
Finalmente, antes de cerrar la entrevista y después de algunas
preguntas que le realicé, ella dijo “No necesito pedirle, ella me da sin
que le p id a”.
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