Está en la página 1de 1

La constante cosmológica

Han habido debates respecto a la constante cosmológica desde que se propuso por primera vez, en 1917 como un
parámetro que al ser insertado en la ecuación original del campo gravitatorio, tendría como una de las soluciones lo
que podría interpretarse como la prueba de que el universo permanece estático. Sin embargo, en 1931, cuando
Hubble (por quien el telescopio más famoso en el campo obtuvo su nombre) descubriera los primeros destellos de lo
que al parecer era un universo en expansión Einstein no tardó en reconocer su aparente error y lo llamó "el mayor
error de su vida" (citado en Gamow, 1970), y desde entonces, el centro del debate ha sido la existencia o no de esta
constante, ya que desde el descubrimiento de Hubble, y hasta 1998, los astrónomos atribuían a la constante un valor
de cero. ¿Qué sucedió en 1998 que encendió nuevamente debates respecto a la constante cosmológica y por lo cual
hasta ahora se siguen realizando investigaciones? Pues que en 1998 el proyecto cosmológico Supernova reportó la
primera evidencia de un constante cosmológica positiva y de baja densidad que «expandirá el universo para
siempre» [Cosmology from Type la Spernovae, 1998, arXiv].

En términos más sencillos, Einstein afirmó, al introducir la constante cosmológica (con un valor de 0), que el
universo permanece estático; incluso, que la forma de este sería una esfera cuya masa estaba determinada por una
ecuación que por motivos de simpleza no se pretende exhibir aquí. Todo esto comenzó después de completar sus
formulaciones de la relatividad general en 1915-1916; Einstein, en 1917, intentó aplicar su nueva teoría al universo
completo. Para este propósito, partió de la hipótesis de que el universo era estático; sin embargo, no se podía hallar
ninguna solución estática a sus ecuaciones originales (aparte de la gravitación newtoniana), así que las modificó
añadiendo un nuevo término que involucraba un parámetro Λ, la constante cosmológica [Steven Weinberg, 1989],
había nacido.

Hasta el momento en que se descubrieron los primeros indicios de un universo en expansión (1931, como se
mencionó previamente) se tenía el concepto de que la constante cosmológica, su existencia misma, debía estar
intrínsicamente relacionada con un universo estático; en otras palabras, y siguiendo la lógica de las premisas, la
contradicción de un universo estático suponía en aquel entonces la contradicción de la existencia de la constante
cosmológica. Esto se pudo observar con la reacción de la comunidad física e incluso de Einstein mismo, frente al
nuevo descubrimiento, negando la constante cosmológica y atribuyendo su concepción a un error, respectivamente.
Para el momento en que Steven Weinberg, un respetado científico a quien se rindieron honores tras su muerte en
2021, escribió su ensayo titulado “El problema de la constante cosmológica” y tal como lo menciona allí, la
comunidad física comenzaba a tener dudas sobre la depreciación de la constante; según sus palabras en aquel
entonces: “La física atraviesa una crisis”.

Es decir, para cuando el proyecto cosmológico Supernova había publicado los resultados (1998), ya se discutía en la
comunidad científica la existencia de la constante cosmológica, pero esta vez, con un valor distinto de cero; ya en
1995 Lawrence Krauss y Michael Turner publicaron un artículo en Springer, titulado “La constante cosmológica está
de vuelta”. En él argumentaron que una serie de observaciones habrían de sugerir que el universo posee una constante
cosmológica distinta de cero. Se puede inferir entonces que para cuando el proyecto cosmológico Supernova había
publicado los resultados, ya se anticipaban por la comunidad física; entonces, este descubrimiento habría supuesto
únicamente la confirmación de algo que ya se venía sospechando desde finales de los 80’s.

Pese a que este descubrimiento lleva pŕacticamente dos décadas, resulta «novedoso» para muchos, incluso en
espacios donde abundan partidarios de la ciencia y la filosofía; muchos desconocen que el universo se encuentra en
expansión, y cómo esto se relaciona con el concepto de «tiempo», y por supuesto, al ser la filosofía la encargada de
abordar la ciencia desde un enfoque existencial, el significado de tiempo y espacio, sobretodo en cuando a un
universo en expansión, se discute en varios espacios dedicados a esta rama como algo aún estático, o incluso como
algo sobre lo cual «la percepción ha cambiado en los últimos años». Se deja en descubierto que pese al conocimiento
popular frente al tema, la constante cosmológica es real e incluso se le ha atribuido un valor numérico, producto de
las investigaciones llevadas a cabo durante estas últimas dos décadas. No cabe dudas en la actualidad, la constante
cosmológica existe y el universo está indudablemente en expansión. Probablemente Einstein mismo se habría
sorprendido de enterarse de que no hubo error después de todo, y más aún, que de seguro no fue el mayor de su vida.

También podría gustarte