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Reflexiones 1

Metodología en historia

Historia como una disciplina social o humanística

La introducción de la historia como una materia de investigación humana


quizá apareció por primera vez, con los estudios de los griegos en cuanto al contar
sus historias respecto a sus guerras y sus leyendas. Los escritos de Heródoto
comienzan a abrirnos la perspectiva de como se comienza a tener un registro del
pasado, es decir como la urgencia porque no se perdiera la memoria de los
acontecimientos comienza a ser latente en los escritores, como una contemplación
posterior de lo ocurrido y que sujetos leyendas importantes, como lo que ellos
realizan se que a través de sus escritos en la memoria colectica de los que los
puedan llegar a leer.

Esto nos lleva a pensar que lo que estaba presente como sujeto
protagonista en esas primeras aproximaciones de la historia era el sujeto humano
y como su participación en el mundo cambia a este de una u otra manera, este
aspecto es de suma importancia porque las características que posé estos
primeros acercamientos a la historia son de corte humanístico, aspecto que
después se abandonaría por algunos años, pero que regresaría al estudio de la
historia más tarde.

Cuando digo que se abandonaría por algunos años, me refiero al hecho de


que con el cambio epistemológico ocurrido con el ingreso periódico de la edad
media los escritores comenzaron a escribir los hechos históricos desde otra
perspectiva. La teología posiciono a dios y el derecho divino en el centro del
discurso social y político y, por lo tanto, todos los escritos incluyendo el histórico
tenia que partir desde esa raíz para explicar el porque ocurrían los
acontecimientos.
Para ejemplo de lo anterior, podemos encontrar los escritos de Bossuet
(Bossuet,1842) o los escritos realizados por frailes a lo largo del mundo, los cuales
desarrollan una historia que tiene como fin el explicar como los hechos acontecen
por obra de dios, y además legitiman el derecho divino en los sujetos que lo
portaban. Esa perspectiva fue abandonada en el siglo XVIII (Vilar,1980) gracias a
las revoluciones ideológicas que partieron de Francia con la revolución francesa y
de alguna forma refleja el actuar de su sociedad.

Con el renacimiento la perspectiva histórica regreso a los principios Greco-


Romanos donde se posicionaba al sujeto humano como la fuente primordial de
todos los acontecimientos que pueden modificar el mundo, de esta nueva forma
de ver el mundo y la historia comienzan a aparecer muchas corrientes ideológicas
respecto a ¿cuál es la perspectiva y el mejor método para entender los cambios
en los estados humanos que construyen la historia?

De acuerdo con lo anterior, uno de los rasgos que podemos encontrar en


las perspectivas sobre la historia, es el método positivista-científico, el cual dicta
que se tiene que buscar el comprobar que un hecho se ha llevado a cabo para
después poder hacer un documento sobre este que pueda ser leído por los futuros
sujetos sociales para conocer los acontecimientos del pasado. Esta corriente dicta
que es necesario aplicar métodos de comparación y comprobación para que los
documentos históricos puedan ser publicado, para así, de alguna manera tener
una certeza de lo que se va a leer sea “cierto”.

De esta forma se abandona el paradigma de que la comprensión y la


explicación son las únicas formas de abordar un hecho social, si bien no es
descabellado y es una practica común el entender este tipo de situaciones a
través de una reflexión contemplativa, los acontecimientos son también dignos de
ser abordados desde perspectivas más “científicas” utilizando métodos donde se
ponen a prueba la veracidad y la raíz objetiva de estos hechos.
Así es como pensadores filosóficos como Marx o Freud comienzan a
explicar las situaciones sociales desde sus perspectivas, utilizando categorías
muchos más amplias y que incluyen nuevas ciencias, como, por ejemplo; la
economía, la psicología, la sociología, la etnografía y un largo etc. estas ciencias,
además de reforzar la idea de la ciencia histórica (Moradiellos, 1994) también
suman características que son palpables dentro de las dinámicas sociales y que
pueden ayudar al mejor entendimiento y registro de la historia, la cual se fortalece
al tomar esas características y puede brindar un mejor entendimiento de esos
contextos donde los acontecimientos suceden, es decir de alguna forma estas
disciplinas son abordadas por la historia en diferentes momentos pero a su vez en
un conjunto.

Teniendo este posicionamiento entonces podemos entender cual es el


objetivo de la historia el cual es grosso modo el estudiar las sociedades del
pasado, ya que, el sujeto es una representación de su sociedad, más sin en
cambio, este objeto no puede ser reduccionista o fijo, sino más bien flexible,
cambiante de a cuerdo a la situación y al momento en que acontece una situación,
la historicidad tiene que acudir a la secuencia temporal, a la sectorialización
temática y a la territorialización espacial. (Aróstegui,1995) lo que nos lleva a un
posicionamiento más complejo y real de los acontecimientos a un estado social
dotado de categorías y características necesarias y puntuales especiales de cada
momento histórico.

De este estado social, de comienzo es de donde ocurren los cambios, es


decir, todo cambio epistemológico histórico parte o nace de un status quo
existente el cual será intervenido por los sujetos, los cuales tienen una capacidad
de agencia, la cual los lleva cambiar es primer estado social y los hace participar
en movimientos sociales para que se den acontecimientos, los cuales pueden ser
ideológicos, violentos o de cualquier otra raíz científico social, pero que sin duda,
llevaran a que esos sujetos cambien su status y lleguen a un nuevo estado, el cual
su vez repetirá el ciclo Estado social – Sujetos – Acontecimientos – nuevos estado
(Aróstegui,1995) teniendo en cuenta que, no todo esta dentro del cambio, también
hay cosas permanentes que nos ayudan a deslumbrar ciertos aspectos sociales.

Un punto a rescatar sobre lo anterior, es que los sujetos que van a producir
los cambios a través de los acontecimientos, son sujetos que también están
atravesados por su historia, son sujetos históricos a los que se les conto una
“verdad”, pero ¿cuál es la verdad?, esto nos lleva a reconocer que aunque los
diferentes enfoques históricos-científicos nos llevan a buscar una objetividad y una
veracidad, esta en muchas ocasiones es muy difícil de encontrar, es decir, hay
muchas cantidad de verdades como hay mucha cantidad de sujetos, los cuales a
su vez producen historia a través de sus propias historias y acontecimientos. La
“verdad” es quizá la que se cuenta a través de los sujetos que fueron
determinantes para la construcción de su historia a través de un acontecimiento es
su tiempo, no es lo mismo la historia que construyo el Rey Luis XIV de Francia que
la que construyo uno de sus contemporáneos pero que era trabajador del campo,
aunque los dos hayan formado parte de una misma sociedad, siendo hasta cierto
punto paradójico.

De lo anterior podemos rescatar la discusión sobre cual es el futuro de la


historia, por una parte, no considero que la historia este condenada solo a crear
conocimiento de comprender y explicar, sino más bien, la historia esta
determinada por sujetos con capacidad de agentes y en si misma la disciplina
tiene que entender esa situación y encontrar su aportación en un mayor margen,
es decir buscar las intenciones de los sujetos que crean la historia y al mismo
tiempo intentar encontrar las “verdades” de esa historia, la historia tiene la
capacidad de encontrar y transmitir una cierta narrativa de verdad con un
cuestionamiento critico constante, más que solo en comprender y explicar.
De alguna forma, esto nos puede hablar de como los cambios históricos
que son realizados por los sujetos, influyen en las sociedades, esas sociedades
que con el paso del tiempo se terminan considerando sociedades del pasado, y
que se convierten en objeto de estudio de la historia, estas sociedades son
determinadas por aspectos históricos específicos ya que, solo se dan en ciertas
condiciones de territorio y de momentos o periodos de tiempo, las sociedades se
crean a través de esto y hacen que sus sujetos compartan en cierta medida
ideologías formadas por estas situaciones, sin embargo, tienen que ser a priori
cambiantes, ya que, por un lado las condiciones temporales y espaciales cambian,
y por otro lado, los sujetos que las componen tienen capacidad de agencia y
pueden transformarlas a través de sus cambios de ideas e ideologías. Sobre las
condiciones de tiempo y espacio profundizaremos a continuación.

Bibliografía

Aróstegui, J. (1994) La investigación histórica: Teoría y método. Barcelona, España. Critica


Barcelona.

Bossute, J. (1842) Discurso sobre la historia universal. Madrid, España. Compañía General
de impresores y libreros.

Moradiellos, E. (1994) El oficio del historiador. Madrid, España. Siglo XXI de España
Editores S. A.

Vilar, P. (1980) Iniciación al vocabulario del análisis histórico. Barcelona, España. Editorial
Critica.

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