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IBACETA, Abel
Año 2023
Eje 1. Las Ciencias Sociales: una mirada epistemológica.
Resumen/Introducción:
Objetivos de la Clase:
Contenidos Temáticos:
1. Epistemología de la Historia.
Para comenzar, Julio Aróstegui plantea que se podrían establecer dos acepciones 1
de la palabra Historia, una nos acerca a la realidad de lo histórico, con esto se
refiere a los acontecimientos históricos, en otras palabras a lo que sucede; y la otra
nos remite a la Historia como ciencia, es decir como la disciplina que estudia dichos
hechos históricos. Esta dualidad del concepto generó un problema epistemológico
en la Historia, es decir un inconveniente en el conocimiento de la ciencia histórica,
es por esto que se comienza a hablar de una Historiografía, aplicando este concepto
al desarrollo de toda producción histórica. Por tanto, cuando hablamos de
Historiografía estamos hablando del análisis de todas las formas de “hacer la
Historia”, de los métodos usados por diferentes autores pertenecientes a distintas
“Escuelas” de pensamiento, de los aportes de cada una de ellas al desarrollo de la
Historia como Ciencia Social.
Por esto afirmamos al igual que muchxs autores que la Historia ha tenido, tiene y
tendrá un uso ideológico político por parte de las clases dominantes en diferentes
contextos; tradicionalmente, la Historia ha sido escrita por las clases dominantes,
claro está que para poder describir los sucesos del pasado se necesita poder
hacerlo de forma apropiada (sin caer en academicismos 3, es necesario que lo que
cada cual escribe pueda llegar a lxs demás, es decir hacerlo apetecible de lectura),
poder tener la capacidad de difundir lo que se escribe también es un requisito
fundamental. Por eso durante mucho tiempo tanto en nuestro país como en
Latinoamérica y en el mundo, las clases dominantes tuvieron los papeles principales
a la hora de escribir la historia y “protagonizar” el pasado.
Hasta hace algún tiempo (principios y hasta mediados del siglo XX), los sectores
subalternos y las clases populares se manifestaron con profundas críticas a esta
forma de escribir el pasado, realizada íntegramente por las clases dominantes; aun
así, con el pasar del tiempo esa crítica a la historia tradicional o historia oficial, fue
convirtiéndose en alternativa crítica, en construcción de otro discurso histórico que
detallaremos un poco más adelante. Lo decimos como lo sostiene D. Campione:
2. Historia e Historiografía
Durante el Renacimiento, los textos históricos fueron perdiendo aún más los
caracteres mitológicos y comenzaron a tener mayor rigurosidad a la hora de
formularse, es decir fueron creándose varios consensos o acuerdos acerca de las
formas de escribirse y las formas de interpretar los sucesos.
3. Escuelas Historiográficas
Positivismo
Es una corriente o escuela filosófica que afirma que el único conocimiento auténtico
es el conocimiento científico, y que tal conocimiento solamente puede surgir de la
afirmación de las teorías a través del método científico. El positivismo surge en
Francia a inicios del siglo XIX de la mano del pensador francés Saint-Simon primero,
de Augusto Comte segundo, y del británico John Stuart Mill y se extiende y
desarrolla por el resto de Europa en la segunda mitad de dicho siglo. Según esta
escuela, todas las actividades filosóficas y científicas deben efectuarse únicamente
en el marco del análisis de los hechos reales verificados por la experiencia
(empirismo). Esta corriente tiene como característica diferenciadora a la teoría que
afirma que hay un solo método aplicable en todas las ciencias. La explicación
científica ha de tener la misma forma en cualquier ciencia si se aspira a ser ciencia,
específicamente el método de estudio de las ciencias físico-naturales. A su vez, el
objetivo del conocimiento para el positivismo es explicar causalmente los fenómenos
por medio de leyes generales y universales, lo que le lleva a considerar a la razón
como medio para otros fines (razón instrumental). Auguste Comte formuló a
mediados del siglo XIX la idea de la creación de la sociología como ciencia que tiene
a la sociedad como su objeto de estudio. La sociología sería un conocimiento libre
de todas las relaciones con la filosofía y basada en datos empíricos en igual medida
que las ciencias naturales Una de sus propuestas más destacadas es la de la
investigación empírica para la comprensión de los fenómenos sociales, de la
estructura y el cambio social, razón por la que se le considera padre de la sociología
como disciplina científica. Comte presenta a la historia humana en tres fases o
estadios:
Historicismo
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Perteneciente al siglo XIX.
A principios del siglo XX, luego de desatada la primera guerra mundial o gran guerra,
el método historicista se suponía obsoleto, acompañando esta caducidad del método
positivista, surgieron grandes avances en las ciencias (con los aportes de Einstein,
Bhor, Heisenberg, entre otrxs), transformaciones sociales estructurales como la
revolución rusa, influencia del marxismo y de Durkheim y Weber en la sociología, la
Historia debía responder preguntas acerca de los crecientes movimientos sociales.
Esto logró añadir a las explicaciones basadas en las causas y en sus efectos, la
interpretación de los hechos buscando las intencionalidades, fines y significados de
las acciones de la humanidad.
Marxismo
A principios de la década del 40 del siglo XIX, otra gran influencia filosófica hizo
efecto en Marx: Feuerbach. Tanto Marx como Engels abrazaron la crítica
materialista de Feuerbach al sistema hegeliano, aunque con algunas reservas.
Según Marx, el materialismo feuerbachiano era inconsecuente en algunos aspectos,
idealista. Fue en las Tesis sobre Feuerbach (Marx, 1845) y La ideología alemana
(Marx y Engels, 1846) donde Marx y Engels ajustan sus cuentas con sus influencias
filosóficas y establecen las premisas para la concepción materialista de la historia.
Desde este análisis de los modos de producción, plantea que la base de las
relaciones humanas se asientan sobre una infraestructura económica, es decir que
todas las relaciones de producción tienen fines económicos, a su vez, planteó que
existen superestructuras que descansan sobre esta infraestructura económica o
material, son: la superestructura social, política y cultural.
La primera va desde 1929 a 1945 y se llama Historia Social que tuvo a Bloch
y a Febvre como principales protagonistas.
Los hechos como dijimos, se relacionan y al encontrar los puntos de relación entre
ellos podemos integrarlos en procesos históricos. En términos generales podemos
decir que cada proceso histórico es una variable de tiempo de larga duración en la
que la realidad social se encuentra organizada de cierta forma, a su vez se
encuentra en constante transformación para convertirse en otro proceso histórico,
éstos pueden durar años, décadas, siglos.
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Con esto queremos decir que las causas de un mismo hecho son múltiples, no existe una sola causa para un
acontecimiento, las hay de a muchas.
La tercera etapa de la Escuela de los Annales aparece desde 1970 y es una
manifestación de una crisis en la ciencia moderna, marcada por ideas de la
posmodernidad, sus principales referentes son Le Goff, Furet, Chaunú, Ginzburg,
entre otrxs. En palabras de Burke:
“La nueva Historia por su parte ha acabado interesándose por casi cualquier
actividad humana. [...] Aquello que antes se consideraba inmutable, se ve
ahora como una construcción cultural sometida a variaciones en el tiempo y el
espacio.” 7
La Cuarta etapa, última y presente se inicia en 1989, con la caída del Muro de
Berlín y la posterior desintegración de la Unión Soviética. Este importante cambio
histórico origina diversas cuestiones y problemas, pues antes, en las décadas
anteriores, el mundo se dividía en bloque soviético o bloque estadounidense,
mientras que ahora se empieza a reflejar la necesidad de renovar los métodos y las
técnicas de análisis e investigación historiográficas. A pesar de estos intentos de
renovación que se preparaban, este cambio no es que suponga un rechazo hacia las
tendencias historiográficas tratadas por la escuela en sus tiempos pasados. Más
bien se trata de un diálogo abierto donde la hegemonía y el foco de atención no
están tan centrados en el mundo europeo, el mundo occidental. Historiadores de la
cuarta generación de Annales sienten fascinación por el mundo colonial, asiático e
indio, tercer mundo, Sudamérica, y no tanto exclusivamente por la Historia de
Europa.
Escuelas Posmodernas
Puede decirse que a partir del giro lingüístico o giro cultural, la Historia deja de
fijarse centralmente en la infraestructura económica para recaer en la
superestructura cultural, es decir que se toma el plano cultural como el predominante
a la hora de realizar los análisis.
Desde esta nueva etapa surgen nuevas corrientes históricas que detallaremos un
poco más adelante, a saber: la microhistoria, la historia cultural, la historia desde
abajo, el narrativismo, la historias de las mujeres, del cuerpo, de la vida cotidiana, de
la muerte, de la infancia, de la vida familiar, de la lectura, de ultramar, etc.
7
BURKE, Peter: (1991) “Formas de hacer historia” Alianza Editorial. Madrid
Historia económica o cuantitativa
Surgida haci 1950, tiene predominio en las dos décadas siguientes, influenciando a
muchxs historiadorxs hasta 1970; desde esta corriente se pretendía caracterizar y
establecer las implicancias del desarrollo económico de las sociedades. De esta se
desprende la Nueva historia económica o Econometría desarrollada en EEUU y la
Historia Serial que utilizaba como elementos de análisis a los datos estadísticos,
tomando las concepciones del tiempo de la 2da y 3ra etapa de los Annales.
El marxismo británico
Toman como valor teórico fundamental los postulados de Marx, teniendo en cuenta
la infraestructura económica, añadiendo los componentes de la superestructura
cultural. Sus principales trabajos giran en torno a la vida de lxs trabajadorxs y de las
clases subalternas y populares.
4. Historiografía en Argentina
Así, podemos afirmar que hacia fines del siglo XIX, período que se conoce como de
consolidación del Estado Nacional Argentino, aparecen en escena historiadores que,
consensos de por medio, fueron nombrados como referentes de la “historia oficial”
aquéllos que pertenecieron a la generación del 80’ y también se les puede atribuir el
hecho de ser fundadores de la historiografía nacional. Con un claro tinte positivista e
historicista, se dedicaron al estudio de las “grandes personalidades” de la Patria,
cuestión que carece íntegramente de objetividad, ya que al establecer apelativos
calificativos a ciertos personajes se les está dando un claro tono subjetivo: si hay
grandes, habrá chicos, si hay personas importantes habrá gente menos importante,
esto nos lleva a preguntarnos ¿cuál es el criterio para establecer importancia a
ciertas personas? ¿Lo importante para algunxs, lo es para todxs?
Hay muchos trabajos biográficos que resaltan las figuras de los “héroes de la Patria”,
y estas caracterizaciones de ciertos personajes, obviamente llegaron hasta nuestros
días y fueron tomados por el sistema escolar como forma de construir el
nacionalismo argentino, el ser argentino fue forjado con la enseñanza primaria
obligatoria y los elementos que usaron para fortalecer la idea de Estado – Nación en
la población fueron los “grandes patriotas” que, claro está provenían de un tronco
europeo, así el criollismo fue puesto en valor por este discurso hegemónico de las
clases dominantes de la época.
Así, esta historiografía fue incorporando sus formas en los planes de estudio, pero
también en los calendarios escolares donde se vieron reflejadas las fechas “patrias”
que festejaban los acontecimientos más importantes para la creación de este país.
Cabe destacar que durante este período, los escritos históricos estaban a cargo de
intelectuales no historiadores.
Hacia comienzos del siglo XX, durante la primera década, comenzó a establecerse
un gran círculo de historiadores profesionales que giran en torno a dos grandes
instituciones científicas de la Historia: el Instituto de Investigaciones Históricas de la
UBA y la Academia Nacional de la Historia. Esta nueva Escuela Historiográfica
argentina prosigue con las fuentes principales de la etapa anterior (los documentos
oficiales) y buscando la “objetividad” en sus investigaciones.
Se decía que esta forma de hacer historia era “objetiva” (como dijimos
anteriormente) y “apolítica”8. Esta afirmación es fácilmente rebatida en la actualidad,
no obstante durante ese período para ingresar en ese círculo de profesionalismo
debía seguirse al pie de la letra este método.
8
Que carece de intencionalidad política.
puntos de esos debates. 1ro: quienes investigan son sujetos miembros de una
sociedad, con esto queremos decir que están en constante relación con los demás
miembros de una sociedad, pertenecen a un grupo, clase o sector social con sus
intereses particulares. 2do: como personas, cada cual es guiado por sus intereses,
gustos, creencias e ideologías, estas se encuentran en constante interacción a la
hora de investigar. 3ro: si bien afirmamos siempre que las sociedades van
transformándose, son dinámicas; en cada época existen idiosincrasias particulares
que muchos miembros de una sociedad persiguen o critican, no obstante están
sujetas a ellas.
El revisionismo
A partir de la década del 20’ aparece en escena nacional esta Escuela historiográfica
que a su vez ha tenido a lo largo del tiempo diversas corrientes internas. Al
comienzo surge como espacio contra hegemónico, tratando de contrarrestar a la
“historia oficial” que siguió teniendo su auge desde el siglo anterior y a lo largo del
siglo XX fue tomando diferentes caracterizaciones, siempre tratando de establecer
un movimiento historiográfico opositor a los discursos conservadores. Aun así,
metodológicamente imitaron el estilo rankeano que habían establecido como
proceder científico las escuelas historiográficas anteriores. Nunca pudieron
afianzarse como discurso oficial, por lo que no llegaron a los manuales escolares.
Tuvo sus altibajos que mediaron con apoyos políticos al peronismo como gobierno
primero, después como oposición a los regímenes totalitarios que proscribieron al
peronismo, mostrándose como reivindicador de las figuras de San Martín, Rosas y
Perón.
La nueva historia o Historia Social
Surge promediando la década del 50’, luego del derrocamiento del segundo
gobierno de Perón (1955), sus principales características en palabras de Campione,
son:
La Historiografía Marxista
Se afirma que esta historiografía siempre durante el siglo XX ocupó un espacio
marginal, por razones de censura durante gran parte del siglo debido a los
incesantes golpes militares que azotaron las libertades en nuestro país (1930 – 1943
– 1955 – 1966 – 1976). Hacia la década del 20’, los escritos marxistas eran
exclusividad de los miembros del Partido Comunista Argentino, no obstante tiempo
después el espectro de escritos marxistas en nuestro país fue y sigue siendo
bastante extenso. Así tenemos historiadores marxistas ortodoxos 9, historiadores
neomarxistas (que hacen hincapié en las superestructuras sociales o culturales) e
historiadores de izquierda (aquéllxs cercanos a las ideas del marxismo). Lxs
exponentes más destacados de esta corriente historiográfica en Argentina son:
Milcíades Peña, Leonardo Paso, Rodolfo Puiggrós, Juan José Hernández Arregui,
Ernesto Laclau, Juan Carlos Garavaglia, entre otrxs.
Cabe destacar que muchos debates hacia adentro de esta corriente historiográfica
se dieron en torno al Peronismo, el movimiento político que tuvo mayor injerencia
durante todo el siglo XX, desde sus inicios en 1943 hasta la actualidad inclusive;
muchos posicionamientos se daban en cuanto al pensamiento que diferentes
autores marxistas o con influencias marxistas le atribuían al peronismo. Aun así, el
principal componente que los unió es el tomar las categorías analíticas que propuso
el marxismo en sus análisis.
Para concluir, es necesario aclarar que a los fines pedagógicos que persigue nuestro
equipo de Cátedra, se establecieron las escuelas historiográficas más importantes
pero esto no quiere decir que son las únicas formas de hacer, analizar e interpretar a
la Historia las Escuelas que presentamos en esta clase. Añadiremos algunas más en
próximas clases teóricas y les propondremos algunas actividades que les ayudarán
a identificar los posicionamientos de diferentes historiadorxs, siempre velando por
conseguir un pensamiento y una actitud críticos, no tan sólo a la hora de aprender
en su trayectoria como estudiantes, sino también cuando les toque estar frente a sus
aulas en un futuro próximo.
9
Que sigue fielmente los principios de una doctrina o que cumple unas normas o prácticas tradicionales,
generalizadas y aceptadas por la mayoría como las más adecuadas en un determinado ámbito.
"catolicismo ortodoxo; socialismo ortodoxo; en el congreso del partido triunfó la línea más ortodoxa; sus
métodos son poco ortodoxos pero muy eficaces"
Fuente: diccionario de Google.
Lecturas Obligatorias:
Lecturas Optativas: