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Tarea 2: Texto Escrito

Sulaydis Estrada De La Hoz

Tutora: Dora Liliana Torres Cerquera

Septiembre/2021

Universidad Nacional Abierta y a Distancia

Barranquilla/Atlántico

Ecología Humana

Grupo (403017_558)
La relación hombre-sociedad-ambiente

El hombre es un ser vivo que interactúa necesariamente de manera sistémica con

otros seres humanos, con otros seres animados e inanimados en un ecosistema natural

social y cultural. El ser humano es un ser en el que la interrelacionalidad es muchísimo más

compleja que en cualquier otro ser vivo, porque goza de autoconciencia y trascendencia. En

el ser humano interactúan factores somáticos [físico-químicos), psíquicos, espirituales y

sociales de manera tan compleja que no puede ser definido o descrito en su totalidad por

ninguna ciencia; seguirá siendo un misterio para sí mismo. La peculiaridad del ser humano

en la naturaleza conlleva igualmente una grave responsabilidad, pues de la supervivencia

del ecosistema depende la supervivencia de la raza humana. La ecología humana pretende,

por tanto, establecer los principios vectores o éticos de convivencia interhumana con la

naturaleza que gestión en el respeto del medio ambiente y la satisfacción de las necesidades

humanas. (Capó Martí, M. A, 2019, p. 45).

Tomando en cuenta la globalización y todo el flujo de información, bienes y

servicios, se puede perderla brújula de la responsabilidad que se tiene sobre el

medioambiente, ya sean empresas multinacionales, organismos internacionales, gobiernos o

sociedad en general; Francisco (2015) indica que es importante para el medio ambiente,

establecer un desarrollo sostenible. (Capó Martí, M. A, 2019, p. 50).


La ecología humana es un talante

de reflexión interdisciplinaria que ofrece una orientación critica para ejercer con prudencia

nuestra voluntad libre – relacionada, en la dirección que nos conduzca a desarrollar hábitos

de vivir en justa armonía con nuestro entorno social y natural, en orden a maximizar las

condiciones de una vida digna. (Cely, 2016, pp.16-17).

Cuando el ser humano crece en su dinámica vital y asciende a los niveles de

autociencia, donde anida la ética, simultáneamente hace crecer su habitad en la misma

dimensión dignificadora de sí mismo al abrazarse en hermandad con la naturaleza que

magnánimamente se le ofrece como biotopo (espacio embarazado de vida y semillero de la

misma) y como psicotopo (espacio fértil de emergencias recreativas del mundo de la

interioridad afectiva, de búsqueda de plenitud, de la experiencia como acto reconstructivo

de lo real, de lo transcendente y de las preguntas ultimas como informadoras de sentido);

por esta razón, podríamos hablar de proceso de humanización del hombre y de su habitad

en concordancia con el pensamiento de Teilhard de Chardin. (Cely, 2016, p.18).

Si la especie humana es, de hecho, la especie que, más que cualquier otra, puede

cambiar el entorno que la rodea, hay que comenzar precisamente a partir de ella para

encontrar soluciones prácticas y sostenibles (Valera y Marcos, 2014), de modo que su

relación con las otras especies puede llegar a ser virtuosa y no perjudicial. Por lo tanto, los

“objetos” de la ecología humana son principalmente los individuos y las relaciones entre

los seres humanos y, después, la relación de la humanidad con el medio. (Valera, L, 2019,

p. 5).

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