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LA TRANSICION
Bestard. oe,
Jai
347
Ticio E s c o b a/r Una i n t e r p r e t a c i o n d e las A r t e s V i s u a l e s e n e l P a r a g u a y Capitulo Il: La transicton
periodo anterior. Persisten e] enclaustramientoy el atraso cultural, continta con etapa anterior, las resonancias equivocas de remotos movimientos latinoameri-
fuerza el predominio rioplatense y se arrastra el pesado letargo de una economia canos, el despertar de la literatura y las nuevas formas trafdas del extranjero por
estancada. E] medio es atin incapaz de expresarse por si mismo; todavia no es los pocos artistas de este periodo, pudieron conectarse de alguna manera con
comienzan a esbozarse las condi-
posible constituir un proceso que desenvuelva sus formas desde un movimiento fuerzas de su tiempo y, sorda, soterradamente,
entaran la ruptura. Por eso, desde la perspectiva que da el tiempo
propio y a partir de sus condiciones sociales concretas. Por una parte, los nuevos ciones q u e f o m
artistas de este momento (Bestard, Bandurek, Guevara, Holden J. a r a Pollarolo transcurrido, en esta etapa pueden identificarse en estado embrionario los ante-
cedentes de cuestiones y respuestas que se definirdn posteriormente; a través de
Ofelia Echagiie) también se forman todos en el exterior, aunquealgunos de ellos
personas aisladas, y de formas sin aparente vinculacién, comienza adibujarse
searraigan en el medio y tienen discipulos. Por otra, la practica artistica se
desvaidamente el campo de las fuerzas que actuar4n en la década del ?50. Los
Freauce a n esencialmente al margen de los grandes cambios histéricos. La
problemas a t i n n o son identificados, pero, como si los presintiera confusamente,
a l oder ie bo
uilttaenn a l del largo predominio liberal; con la ascensién es, a moverse, titu-
la prdctica creativa del momento comienza a prever posicion
reina un clima de inestabilidad volitions vada e e on a c k , om mia beando atin, e n t o r n o a ellos. E n p r i m e r lugar, si bi en la dependencia no es
comien-
que se manifiesta e n| M ; otivado por una crisis de hegemonia conscientemente contestada con alternativas propias, algunos artistas
la revolucién del ?47 y se mantiene hasta el 5 4
en
(que, de hecho, se
zan a ensayar versiones particulares de los discursos ajenos
.
Estos cambios, que comienzan ya a repercutir sobre el i m i to litera:
rio, recién marcardan Ja practica visual d e
| j . vhorionos bier- constituyen en i n c i p i e n t e s
tas a la posibilidad de participar en
| istintoe decaties a n n respuestas ante necesida-
cunstancias comunes, Ahors Pe , n los distintos desafios quep l a n t e a nl a s cir- des de l a época) e i n i c i a n
desconectadas, incapaces de int g u r a s aparecen todavia como individualidades cierta continuidad antes
das. €grar sus experiencias en respuestascomparti- inexistente: l a p r é x i m a ge-
Com . neracién, l a de sus a l u m -
tuado por e f i l e e e some « desarraigod e l fenémeno artistico se ve A t nos, se f o r m a r a y a e n el
emergentes y l a auseneia en concreto: el desinterés de los nuevoss e c t o r ? medio; e l l a p r o v o c a r a l a
Coteccis 45 x 30 cm., s f .
eccion Jorge Gross B r o w n .
348
Ticio Escobar / Una interpretacion de las Artes Visuales en el Paraguay Capitulo Il: La transicion
ruptura con las formas tradicionales. En segundo lugar, aunque todavia no .e aje estético y a l a creacién de un 4mbito semdntico propio; conscientemente o
manifiesten, se gestan vagamente las posturas criticas que luego se asumirg no, la yaloracion de la obra, basada en la coincidencia de sus formas con las de la
ante postulados académicos que, basicamente, aun regian entonces,B e s t a r naturaleza 0 en 1a consideracion literaria del tema, comienzaas e r cuestionada.
(aunque el mismo lo negase muchas veces), Bandurek y Ofelia Echagiie Ver. Son los antecedentes de una retérica especfficamente visual.
unos afios después, probablemente sin proponérselo, estan optando por la reno
vacién de las formas plasticas, mientras que Holden Jara elige el camino de los LAS TENDENCIAS
viejos naturalismos. Ellos no lo saben atin, pero sus continuadores seran adver.
T a n t o l a dependencia c u l t u r a l como cierto desenvolvimiento de las formas
sarios.
artisticas que tiene u n a d i n d m i c a especifica segun las circunstancias en las que
Por ultimo, todavia oscuramente, aparece e n escena l a c u e s t i d n de la rela-
crece; t a n t o el peso m i s m o de tales circunsancias como l a capacidad creadora de
?en forma/contenido que debera ser e n f r e n t a d a en l a s sucesivas etapas que es- los artistas que las viven, producen aceleraciones del proceso visual. Asi, ya sea
tudiaremos. El arte actual supone t a i izacié
auténoma como la de expresen ? s i f l a d e e s o n e r e t t s d e o n h e t ee por el i m p u l s o de la d o m i n a c i é n c u l t u r a l , que exige renovar los modelos segun las
i s t o r i a con la cual
indicaciones de las metrépolis (0 las submetrépolis, en nuestro caso); ya sea por
debe conectarse. A s u m i r e l conflicto en- Ja necesidad de a p r e s a r y expresar el flujo de la historia, que por momentos se
t r e la légica i n t e r n a d e l discurso estéti- apresura; 0 y a porque d e t e r m i n a d a s direcciones estilisticas deben apurar sus
co y l a u b i c a c i é n de ese discurso en el momentos p a r a poder alcanzar nuevas formas y porque los artistas necesitan
s i s t e m a g e n e r a l de l a c u l t u r a de su asimilar experiencias que pasan m u y rapido, se produce una condensacién de ese
época, cuyos contenidos debe elaborar proceso que concentra diferentes tendencias abrevidndolas en u n tiempo corto y
y p r o y e c t a r simbdélicamente, constitu- en pocos artistas. Es que cuando el arte atin no tiene un ritmo propio, si aspira a
l a contemporaneidad y esta retrasado, debe adelantar la marcha, quemare t a -
ye el g r a n reto de l a estética contempo-
rénea. E n ese i n d e f i n i d o y fronterizo pas, pasarlas de prisa 0 saltarlas. E n realidad, este fenémeno recién aflorara en
l a década del?50 y se i n t e n s i f i c a r d e n la siguiente, pero ya apunta en elm o m e n t o
m o m e n t o que estamos analizando, el
que estudiamos y e n el plano de l a practica literaria se manifiesta cont o d a
conflicto no se m a n i f i e s t a como tal, pero
claridad!. E l proceso se h a b i a tomado u n largo tiempo (un cuarto de siglo mas 0
sus t é r m i n o s estan latentes; de algén
menos) para a s i m i l a r algunos principios del impresionismo y muy pocos elemen-
modo los a r t i s t a s presagian su existen-
tos (dispersos y débiles) del posimpresionismo. De pronto comienza a moverse a
cia: B e s t a r d y, m a s t a r d e , Ofelia
mayor velocidad; esta etapa resume como puede ~auin desde una épticaesencial-
Echagiie i n i c i a n u n a preocupacion por mente n a t u r a l i s t a ? el p a n o r a m a posimpresionista, anterior a la eclosion de los
los aspectos f o r m a l e s de l a obra J ismos europeos de comienzos de siglo, asi como, ya desde una decidida intencion
? .
d és c a d a e s o s i s m o s e n p l a z o s s u c e si i v a m e n t €
©
Fcvagie Vera, Ofelia,Retrato, Oreo sobretela,51 _Estos aportes son valiosos para el acce- mas breves,
x 62
om., sf. Coleccidn Olga B inder,
so posterior a c i e r t a autonomia del len-
351
350
p
i aragua
icio Escobar / U n a i n t e r p r e t a c i o n d e j a sA r t e s V i s u a l e s e n e l P. quay Capitulo tI: La transicion
1c
2 acaP
truetiva ; s o a direccionesestructurales tomando t i m i d a m e n t e l a solidez cons- y una dependencia cul- Shed
tela renovaciin d e l a f o r m a l i s m o cromatico de los fauves (como posteriormen- t u r a l no asumida, con- Bestard, Jaime. Paisaje (s.t.). Oleo sobre tela, 47 x 39 cm., st Colec-
ovimiento Martin, Fi
més 4
jas
352 353
} i e n ei Paragua?
1cto E s c o b a r / U n a i n t e r p r e t a c i o n d e l a s A r t e s
io
Visuales P. g u a y Capitulo tl: La transicién
posimpresionista y decididamente contempordneo (al final y casi en secreto), el 1952. Coleccién Jorge
Gross Brown.
artista va echando mano de repertorios estilisticos traidos de Paris seguin los
mismos resulten aptos para responder a circunstancias que (lo reconociera 0 no
el artista) van requiriendo nuevas formulaciones. P o r eso, y q u i z sin ninguna
intencin, Bestard comenzaba a ser un artista contemporaneo.
LOS REPRESENTANTES
_Bestard regresa de Paris en 1933, Habia viajado en 1924 por sus propios
medios y estuvo alla nueve afios asistiendo esporddicamente a academias libres
,r e n d ?
Por su cuenta, museos y exposiciones al margen de los movimientes
354
5 Artes Visuales en e! Paraguay
Una interpretacidn de la Capitulo |: La t r a n s i c i c n
Ticio Escobar'
FS
BSH 5 .
Bestard, Jaime. D e s n u d o con perro, Oleo sobre pa- coleccion Ricardo Migliorisi.
pel de periddico, 25 x 17 cm., s.f. Coleceién Marga-
Tita Bestard.
nuevas asumié u n a a c t i t u d m a r c a d a m e n t e reaccionaria, aunque el desarrollo de
santa mediador *S, ues, una figura contradictoria: en el momento en que pudo haber a d q u i r i d o en E u r o p a y forzaron a respuestas mas EO .w i r ds e
plantes conscientemente la necesidad del advenimiento de formas expresivas que diera su p i n t u r a q u i n c e afios antes. L a contemporaneidad de ?Gadase n
desarrolla, pues, esencialmente acd, a u n sobre la base de experiencias
356 357
e las Artes Visuates en el Paraguay Capitulo Il: La t r a n s i c i d n
Ticio Escobar / Una interpretacion d
Europa. E} paisaje sevuelve mas ° squematico ¥ _ p e a Se i n © S6lida. L a segunda figura de este mo-
vos (como Edith J; Por su coineidencia e n l a vision de l a realidad ambiente; Campos Cervera lollamé
tmenez y Lili del Ménico). Su tendencia a afirmar la estructura
plastica sirve de
buena base al posterior desarrollo de ciertos aluranos suyos. el Barret de nuestra p i n t u r a ? (Pla. 1973, 14).
Edith J iménez, | Las grandes crisis de la historia paraguaya, el drama reciente de la guerra
fanzas de sy m:nestre nbortante de ellos, desenvolvera luego, desde las ense
del Chaco, las angustias de la miseria y la opresién, presentes ya enla literatura,
incluso apoyand ?
Nha pintura de fundamentos cezannescos y cubistas €
SU posteri 16 incipi , habian sido ignorados por la pintura tradicional. Sdlo la caricatura, por logeneral
r o n posterior abstraccién en principios visuales que, segin ella
»
Gerivan de esas ensefianzas? usada como ilustracién gréfica, como amarga sétira a veces, documentaba
358 359
terpretacion de las A r t e s V i s u a l e s e n el P a r a g u a y Capitulo Il: La transiclén
a inter!
/
Ticio Escobar UN
i
-courrit dramatico del tiempo Elidealismo pictérico
sas
. i .
co
: nvertia m i a Nacional de Bellas Artes
visualmente el discu tiposincontaminados por los conflictos de la hi a de Poznan, estudioscon el Prof.
isaje en arque ti i Sona;
e e e ora el responsable del valor estético (entendido como?bellezar W a l u k , en Vilna, Lituania), sus
el te
y variables significados para acceder a los complejos aspectos de la realidad de entre el blanco y e l negroy e l r a s t r o incisivo de l a gubia los medios que el artista
ese momento.E l subjetivismo de Bandurek ejemplifica que un paisaje también utiliza p a r a a f i r m a r e l d r a m a t i s m o expresionista de su obra y su permanente
puede ser percibido en sus aspectos sordidos y sombrios, y que la figura de una inquietud social. A u n q u e estos grabados, impresos en Buenos Aires, tuvieron
madre no tiene el valor metafisico y fijo de amor i n m u t a b l e , sino que puede muy poca difusién en nuestro medio, adquieren importancia en cuanto constitu-
referirse al dolor concreto de una mujer sufri e n t e . yen una versién ? l a p r i m e r a e n grabado~ de las circunstancias dramaticas de la
- L a obra de B a n d u r e k es desigual, d e s a j u s t a d a m u c h a s v e c e s ( l a despropor- realidad paraguaya.
Clon parece corresponder m s La obra de Bandurek se complementa bien con la de Bestard. Por caminos
vesotras,cae en un m e n s a oeficienciastécnicas quea necesidadesexpresi-
foralimente B a n d e m a ismo (lopatético basado en elm o t i v o ) . Es que, muy diferentes, opuestos muchas veces, ambos comienzan a plantear incipientes
formacin may sae
0¢s un pintor demasiado sélido, Tampoco tiene una alternativas. Por una parte, Bestard inicia cierta valoracién de la organizacién
yactualizada; proveniente de cerradas academias polacas (.?Acade- Ptopiamente plastica de la obra, que permite afianzar la particularidad de sus
360 361
etacidn de las Artes V i s u a l e s en e l P a r a g u a y Capitulo (1: La transicién
Ticio Escobar / Una Int lerpr
s e p u t de vista de os c o n t e n d s al proponer a
formas. Por otra, dé condicion suye que f
cién de significados presentes enl a conciencia h Pero alin sin Manifest,
o aproximaba d e algun .
cién visual, Bandurek abre laposibilidad de que a opra, mn ependientemente del n e r a a l a situacion parague
tema, exprese ideas, valores ysentimientos del artista yd e su medio y Constituys a, unida a su severoo f i c i o
un antecedente de cierto sentido expresionista y dramatico que aparece Con fuer. pictérieo y a s u c a p a c i d a dd i
vaen el arte contemporaneo paraguayo. Por supuesto que el expresionismo ~que dactica, determine l a i m p o r
tanta importancia tendria en la década del 50 marcando toda la Produceign tancia que t u v o suo b r a en
estética siguiente-no provino sélo de Bandurek, asi como la preocupacién formal la consolidacion de l a p i n t o -
-el otro eje del siguiente momento- no derivé directamente de Bestard (log re raguaya.
fuerzos formales vendrian especialmente de Buenos Aires, asi como los argumen. m e e Le m e j o r obra de
tos expresivos, de Sao Paulo); pero es indudable que ambos pintores anunciaron Ofelia Echagiie se r e a l i z a e n
las grandes posiciones que definirian 1a ruptura. Al adelantarlas, aun con wi el periodo i n m e d i a t o a su
sentido conciliador y sin enfrentarlas con los cddigos entonces vigentes, estaban, vuelta y d u r a n t e pocos anos.
de hecho, fundamentando su vigencia y abriéndoles posibilidades. En su exposicién en el Club
Ofelia Echagiie Vera Hlega al Paraguay una década mas tarde que Bestard Centenario en 1946, ya es-
y Bandurek,pero, esencialmente, su obra se inscribe atin dentro de la problema- t4n definidas las caracteris-
tica que condicionaba la pintura de estos artistas y, aunque més cercanaal a del ticas f u n d a m e n t a l e s de su
primero en cuanto centrada en el ordenamiento formal, expone ciertos conteni- pintura: buena f a c t u r a téc-
ass m a e . e condicién h u m a n a q u e l a h a c e n c o i n c i d i r e n a l g u n o s puntos nica, f i g u r a s r o t u n d a s d e
n2andurex. Habia estudiado en A s u n c i é n con D a Ponte. , D Del; presencia escultérica, orga-
yAdan Kunos#, pero, becada lue o b e e n i o h n e e
A * g0 por el gobierno nacional, comienza a definirsu nizacion meditada del espa-
D o m a i n desde sus estudios realizados bajo la direccién del profesor cio en planos y voltimenes,
y Emilie C o n t e enMontevideo (1989-1941) y de los profesores Alfredo Guido fuerte sentido de l a expre-
Natién ?Brnesto do la ne Tenos Aires (Escuela Superior de Bellas Artes de la sién y p r e f e r e n c i a p o r el
Carcova?). El aporte del segundo es decisivo; Centurién no tema del desnudo femenino.
es un innovador pero pero asimi
>
asimila muchas d elas i
En principio, esta p i n t u r a
renuevan el arte argentino cidn t r a d i c i o n a l , ae l e l l v a ba
manifiesta sobre todo u n a
cierto costumbrismo stoetiia s a e ora h r g t a d i c i o n a l i s t a , que le seen ;
la estructura plastica, en une voluciona hasta una progresiva acentuacién de voluntad ordenadora y u n
sentido de busqueda de l a l e o sobre tela, 1.20 x 0,60
Posimpresionismoportefio E a C e manifesta rasgos earacteristics del E c h a g i e Vera, Ofelia. Desnudo (s.t} C
362 363
cign de tas Artes Visuales en el Paraguay Capitulo I: La transicién
ofscobar Una interpreta
ate
Pedro Di Lascio y Aldo Del Pino fueron alumnos suyos); como ellos,
der,
Blinder, se encuentra a medio camino entre una visién alin signada por exigen-
tambien nicistas y los nuevos presupuestos visuales, presentes en América
cias a e a d e décadas atras. Tanto ensefia seguin los esquemas caducos de la
c o-fundadora, como es capaz de abrir su obra
F e u e l a de Bellas Artes, de la que es
: ensehanza a principios especificamente pictoricos.
y su La obra de Andrés Guevara (1904-1964) también se desarrolla esencial-
mente en este periodo, y revela tanto las preocupaciones formales como fa biis-
queda de lo expresivo que y a aparecen ene l
mismo, pero corresponde a u n caso p a r t i c u -
lar. El andlisis de su t r a b a j o d e n t r o del pro-
ceso de d e s a r r o l l o de las a r t e s v i s u a l e s
paraguayas plantea ciertas dificultades. Por
un lado, Guevara se f o r m 6 y produjo toda su
obra fuera del pais (salis d e l P a r a g u a y a los
17 afios y regres6 t a r d e y p o r breve tiempo)
y la m i s m a casi nunca fue expuesta aca n i
E c h a g i i e Vera, . Ofelia. Retral 0 {s.t.). Of
08 ionismo ri
dela Plata y e l Brasil. Por o t r o , l a i m a g e n d e P P T .
m i n a jrargua? El desnudo es para ella ?un problema pictérico de Guevara parte constantemente de recuer- Guevara, Andrés. flusiracion para la revista
dos de la situaci6n paraguaya, se o r i e n t a a EI Hogar, Buenos Aires. 18 x 19 cm. CAV/
librio. Pero es indudabl F e e s la cuestin de la organizaciény el equi-
definir aspectos de su realidad y se inserta Museo del Barro.
dar la expresion de « A i t estas preocupaciones formales no le llevan a descui-
cj
364 365
jon de las Artes visuales en el Paraquay Capitulo II: La transicién
Tico Escobar? Una interpretac!
d
Sy obra se inscribe ya dentro e las corrientes latinoamericanas Contem, presentacién de su obra, ?fue culpa-
.
implica una decidida actitud der u p t u r a , pero dificilmente Pod ble de que no Ilegara a concretarse
raneas ¢ | un precursor del movimiento de los afios ?5Q smog su obra cumbre, aquella con la que
considerar a Guevaraun precn
.
Aunque de
hecho coincida con sus planteamientos centrales: la falta de una Conexién inm sofiaba, de la que hablaba cada vez
diata con la practica cultural delP araguayl em a n t i e n e al margen de una . que un compatriota le salia al paso.
cipacién directa en la gestacion de dicho movimiento. Desde finales del a décads Mujeres de mi tierra la llamaba, y
del?30, la imagen de Guevara es mas conocida en el medio, pero, aun asi eran cientos, si no miles, los bosque-
?
nuneg
aleanza mayor divulgaci6n. Por eso consideramos su obra m4s como un valio jos, apuntes y estudios que realizé
documento de interpretacién visual de la realidad paraguaya que como unt h e para que llegara aser una obra maes-
mento activo del proceso que comentamos. El es mas un testigo de aquella reali. tra. En cierto sentido, cada uno de
dad que un actor de este proceso. esos estudios ya lo era?.
Practicamente no hay pinturas
En 1921, Guevara viaja a Montevideo y luego se i n s t a l aa l t e r n a t i v a m e n t e
en el Brasil y la Argentina. Gradualmente se v a c o n v i r t i e n d o e n u n excelente terminadas de Guevara. Sus muchas
diagramador, cuyo estilo es capaz de i n f l u i r decisivamente en l a f o r m a Brdfica de témperas y acuarelas tienen siem-
numerosos periddicos de Rio de Janeiro y de Buenos Aires y algunos del Urugua pre el sentido de lo inconcluso, de lo
Chile y Perit, a través de los cuales tuvo u n a presencia f i r m e e n l ai m a g e n m4 previoa otra imagen quevendré lue-
distica sudamericana durante casi 30 afios®. a i N go. Probablemente, este lenguaje de
Por otra a r t e ,y a en la década del ?20, su estilizado d i b u j o grafico, satirico f tario del cuadro Mu: a p u n t e c o r r e s p o n d a a u n ap e c u l i a r i -
Guevara, Andrés. Boceto fragmentario ce! [- °
yo n d a habia oonstituido un aporte fundamental, especialmente para la cari- jeres de mitierra. Tempera sobre papel, 28 x 40 cm., d a d del t e m p e r a m e n t o e x p r e s i v o de
?a
brasilefia®, Progresivamente, Guevara deja de lado las deformaciones 1950. CAV/Museo del Barro. Guevara oa su percepcién répida de
e x a g e r a d a s d e :s up r i m e r a é p o c a y c r e a u n a car i c a t u r a refin:
a
d a ys i n t é t i c a , pero periodista; lo cierto es quem u c h o s
d e g r a n e f i c a c i a e x p r e s t Va
que influye directamentee n tod id de estos pequefios disefios y escuetas pinturas alcanzan de por si una sélida
i d e \ en una generacién de toda
t oristas graficos cariocas, como Méndez, Martiniano, Nassaray Alvarus (V. unidad formal y g r a n fuerza significante. E s t a figuracién de Guevara est4f u e r -
xeira Leite. 1979, 954), "
temente influenciada p o r el Movimiento Moderno brasilefio (especialmente por
Paralelam 6
366 367
i6
ccs
WM ee
.
rsovia. Dibujo publicado en A interamericana de Saa Paulo. 21
wee Guevara, Andrés. A v o l t a do p a s e i o doV a l
x gem. CAV/Museo de! Barro.
368 369
Ticio Escobar Una interpretacién de las Artes Visuales en el Paraguay Capitulo it: La transicidn
confiere algunas veoes 4 fuertemente académica; su fiel realismo v o p v e n t a t e t e a los oficiales y l a tropa de los regimientos: L a voz de Bahia Negra, Nanawe,
Por eso su pintura no su obra el valor de verdaderos documentos etnogrdficos Caraché y E l Carmen. Pero las m i s m a s no dieron ocasién para que surgiera una
existe la menor inteneis e d e Ser considerada como parte del ?indi onisen0? 10 expresién de caracteristicas propias. E n E l Carmen aparecen grabados de Siro
Peron Pictorica de los tipos indigenas demuestra la nas timidas innovaciones posimpresionistas. Pero esa ambigua yd i f i c i l época de
370 371
Capitulo Il: La transicién
Ticio Escobar / Una interpretacion de las Artes Visuales en el Paraguay
la transicidn tiene aun mayores dificultades nte la experiencia posimpresionista que esté en su base (as{ como la
en la practica de la escultura que en l a d e l a fieadame tapa del siglo, destenidamente y sin mayores resultados, intentaba
primer: " i |m o v i m i e n t o impresionista) en un movimiento reflejo que corres-
pintura, y el atraso y el aislamiento (agrava- reproducir e
dos por los motivos sefialados en el capitulo squemdatica y en menor escala, al desarrollo seguido pore l
ponde, de m a n e r a é
anterior) afectan mas a Ja p r i m e r a que a la arte europeo c o n t e m p o r a n e o en cuyosp r i n c i p i o sdescansa.
segunda. Poreso, las fundamentales respuestas que seran explicitadas enel momen-
Vicente Pollarolo tiene una buena for- to posterior estan ya esbozadas en una situaciénq u e , operativamente ° menos.
maciény un soterrado impulso renovador, pero equivale al estadio de gestacién de lasvanguardias europeas, aunque habr ?e
los mismos no pudieron desarrollarse dentro desarrollarse luego mucho més desde las influencias regionales que a partir de
del género del ?monumento puiblico?, l i m i t a - un movimiento formal interno. La expresién y l a forma son las cuestiones
c entra-
do por las exigencias naturalistas y por los les; ellas servirdn de antecedente a los peculiares expresionismos? ya l
temas de rigor, de los que su obra necesaria- esquematismo de inspiracion cubista que dominardn la escenapréxima, asi ome
mente dependid. Su técnica libre y esponta- a diversos sincretismos intermedios que sem o v e r é n entre ambasPosiciones. L
nea, de filiacién impresionista (para Pollarolo, otra gran vertiente posimpresionista, la que diera origen al surrealismo,e s t a aun
segiin Hermann Guggiari, era fundamental ausente del panorama; los elementos fantdsticos y las asociaciones onfricas sur-
?la primera impresién?), el uso dea l g u n o s iran m u c h o m é s t a r d ey con diverso signo.
® E l peso de las circunstancias histéricas juega un papel importante eni a
v e n t a s Incendean y c i e r t oe s p i r i t u Esoultura de bronce. (Reproducido en Pt,
aceleracién de proceso q u e c o m p e n d i a a su m a n e r a el desarrollo dela r t e le
tura con alguna i n hietad # primera escul- e Europay acttia como f e r m e n t o de situaciones renovadoras queh a b r a n de definirse
quietud de actualidad y
en la siguiente etapa. E s t u d i a n d o la o b r a de Samudio, muerto justamentea l
ldiutedee t n p e r o la m i s m a no t u v o posibilidades de sobreponerse a t e r m i n a r e] m o m e n t o a n t e r i o r , el escritor A r t u r o Alsina dice conlu c i d e ze n 1936:
probablemente s t s mehamientoyl a falta de apoyo para l a produccién escultérica; ?La guerra (del Chaco) r e p r o d u c i r d , acomodados a lascaracteristicas socialesy a l
(en 1981) y log primene o n trabajos f u e r o n realizados entre su llegada al pais medio econémico, los fenémenos de l a europea... El pueblod e s n u d a su scolar
Comenzé a declinar, se y n i t e Posteriores a l a Guerra del Chaco; luego su obra y un soplo r e n o v a d o r a g i t a a las almas angustiadas. Se crea u nc l i m a espint
Sumir el sentidoyla fimeign ° y perdié fuerza expresiva ante l a necesidad d e r Propicio a l a a u d a c i a creadora, cuyos atisbos originales se insinwia? (Alsina. 1983,
que Nos interesan: dirsann Ceste momento e n l o s t é r m i n o s histéricos procesuales 176), i
4
impresionismy ens us que la m i s m a constituye u n a versién local del pos-
se. Speo, mediatizado por la subdependencia cultural rioplaten-
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Capitulo Il.
La transicién
Tico Escobar / Una interpretacion de las Artes Visuales en el Paraguay
ranea.
P e r o l a o b r a m a s propia de
taciones mas auténticas y m e j o r Bestard, Jaime. Patio de mi madre Oleo sobre tela, 35 x 43
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Ticio Escobar/ Una interpretacion d e l a s A r t e s V i s u a l e s e n e l P a r a g u a y Capitulo Il: La t r a n s i c l é n
iia
ligeramente desplazada hacia laderecha para dinamizar la composicién sin "om NDUREK, ? WOLF , Tormenta. Oleo sobre tela, 46 x 58 cm., s.f. Propiedad fila. Codas.
BA
per suequilibrio. Los colores responden tanto a exigencias formales como a inten.
cjones naturalistas; los azules cobaltos y rosas salmones en el cielo, en las Tubes
lacasa,y l a s pastosas manchas blancas en los drboles, estan alegandoen pn
yen
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Capitulo Il: La transicién
a interpretacion de las Artes Visuales en el Paraguay
Ticio Escobar/ Un
: mo, al pee a
6 ) m s e m m ee ts
L a o b r a de O f e l i a Echagtie, desarro-
Bandurek, Wolf. E/ excombatiente. Bandurek, Wolf. Desnudo :
llada basicamente e n l a década del 4 0 , a n u n -
(s.t.
Oieo sabre tela, 4 x 540m, s f Coe Canuck. We r e s i jo (s.t.). Olea sobre tela, 71 x 800m,
leccion Maria Cristina Rivarola de Prie- ? cia algunas de las cuestiones pictéricas fun-
to.
damentales de l a década s i g u i e n t e . Seguin
revu ?
. vimos, su obra, f u e r t e m e n t e s i g n a d a p o r l a
orca rmentosa, amenaza desatarse; podria incluso comunicar su mensaje,
i endo del motivo. L a c o m p o s wee
?
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Capitulo 1: La t r a n s i c i o n
escabar Una interpretacion de las A r t e s V i s u a l e s e n el P a r a g u a y
Ticio Esc ?
expresionismo, el dadaismo y t a l vez secue- estaban en plena vigencia las m4s importan-
punto lejano y ambiguo y proyecta la figura hacia afuera, pero también abreun
las del ultraismo? (Vallejos. 1968, 21). tes corrientes estéticas de la pintura moder-
espacio interno: es una mirada abstraida que revela l a actitud ensimismada de na (el fauvismo, desde 1905, el cubismo, des-
una persona que sdlo atiende su propio interior. Aunque laxas y ociosas, 2) Esta posicién de Bestard aparece de 1907/8, el a r t e no figurativo, desde 1909
semiocultas, las manos activan la composicién de l a obra. Orientadas en vértice claramente en su obra l i t e r a r i a L a c i u d a d a p r o x i m a d a m e n t e , el s u r r e a l i a m o desde
florida, referida, més o menos e x p l i c i t a m e n - 1924) y habfan sido superados el futurismo
haciasale: = s h direccion realzada por la disposicion del pafiuelo y laforma
te, ala
v i d a que el p i n t o r llevara en Paris. E l (1909) y el dadafsmo (1916). E n cual de es-
imperceptiblomente v e n a tatendenciaascendente de la figura y, casi
libro se detiene m u y poco en las preocupacio- tas tendencias se encasillaba Ud.? Pues s i e n
cendente figura sujetandola ens u b a s e , movirientos opuestes, afinan Ik nes estéticas del pintor, pero tiene j u i c i o s s i g - alguna se encasillaba, lo disimulé muy bien
Aun asi0 j O n * nificativos acerca de l o que él califica como a su regreso al pafs. Y no pedemos pensar
ros protagonistasd e i n oe,n o curnplen sélo una funci6n formal: son los verdade ?los desconcertantes i n j u n d i o s de la p i n t u r a que su pintura fuera tan original quer e b a -
ala moda? en los que av eces, contradictoria- sara todas ellas. SEGUNDO. Si tan moder-
tuar), estén paralizados shsorbi Desligados de sus destinos primeros (ver, *
8, rbidos por recuerdos que extravian la mirada y mente, se inciuye. ?Con t o r r e n t e s de color no e r a Ud. en 1929, j p o r qué sus dcidos co-
anulan l a accié i
a r i a n a accion, por nostalgias de algo que, ausente, no puede ser visto; que ¥® sobre kilémetros de tela ?escribe? se busca mentarios sobre el arte m o d e r n en 1954??
urrido, no puede ser cambiado. vanamente expresar un arte sin nombre y (Fernandez y Sapena. 1956).
Sinorientacién. U n a r t e que, al negar v a l o ra
la tradicién, eg incapaz de e n c o n t r a r su cau- 3)?Comencé mis eatudios con el pro-
t o s a m i s deschavetada a n a r q u f a r e i n a e n fesor Jaime Bestard ene l Ateneo Paraguayo
y seguf con él durante ocho afios. En aquella
oum a n e r a . a cada uno t r a t a de expresar, a
?vivos? t e , ideas,D e ahiq u e a l g u n o s época era Bestard el mas moderno de nues-
, nnovadores?, m u n d i a l m e n t e tros pintores... Yo pienso que fue Bestard
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jon
d'
le las A r t e s V i s u a l e s en e l P a r a g u a y
Tico Escobar! una Interpretacion
que no sobrepasa los médulos decorativos 0 (traduccién libre del portugués). En la mis C o m p l e j o s f a c t o r e s h i s t é r i c o s , i n f l u e n c i a s d e S a o P a u l o y, s o b r e
ja anécdota costumbrista. ma época, Guevara (ausente del Brasil en
todo, de B u e n o s A i r e s , asi c o m o c i e r t o d e s e n v o l v i m i e n t o p r o p i o de las
1930 y 1942) desencadena l a lucha contrael
5) ?Guevara es hombre de América?,
formas visuales, e n r i q u e c i d o p o r la e x p e r i e n c i a d e o t r a s p r a c t i c a s cul-
nazi-fascismo. Se destacan en esta fase los
sostiene un periddico de Buenos Aires (Cla- trabajos de Guevara, muchos de los cuales turales y de a l g u n o s m a e s t r o s e x t r a n j e r o s , a c t a n como factores q u e
rin, 28.08.45). ?Paraguayo de nacimiento, adquieren u n a d i m e n s i é n tragica que hae p r o m u e v e n la r u p t u r a de los viejos esquemas tradicionales. Los artistas
argentino de navuraleza, carioca por voca- recordar Los desastres de l a guerra, de Goya?. d e este m o m e n t o , f o r m a d o s p o r p r i m e r a v e z e n e l m e d i o , c o m i e n z a n a
cién, encierra en sus lineas, como en sus Texeira Leite. 1979, 956). buscar imagenes que recojan el a p o r t e contemporaneo y expresen, a su
mapas, el continente entero. H a hecho mas
vez, l a s p a r t i c u l a r i d a d e s d e su
por la modernizacién grafica del periodismo 7) E n 1927, Pollarolo fue becado &
experiencia concreta. L o s resul-
quetodos los tratados deestética. Dio cuerpo ?Turin, donde estudié en l a Academia A l
~y alma~ aEl Sol después de iniciar en el tados son atin provisionales y
bertina de Bellas Artes. Segan Centurién,
Uruguay una nueva técnica en el diagra- p r e c a r i o s , p e r o c o s n t i t u y e n los
habria estudiado en Roma, pero es probable
mado, La Folha Carioca es hija suya...?. Y, p r i m e r o s m o m e n t o s de u n que-
que esta informacién corresponda auneron,
y a después de su muerte, Luis A.S c f u t t o to h a c e r definido como proceso y
puesto que el pofesor que le atribuye,e l es
considera el mas importante diagramado
cultor Eduardo Rubino, siempre ensefié 2 p r e o c u p a d o p o r Ja v i g e n c i a d e
periodistica de SudaméricaSciutto.
( 1964),
Turin. sus formas.
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