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MECANICA DE SUELOS II
Capítulo III
MECANICA DE SUELOS II 35
CAPITULO III
CAPACIDAD DE CARGA
DE LOS SUELOS
3.1 INTRODUCCION
Si bien en la Mecánica de suelos I, se analizaron los métodos para determinar la
resistencia al corte de los suelos, resaltando el hecho de que al trabajar en el laboratorio se
debían diferenciar los ensayos para suelos cohesivos, entre ellos el ensayo de:
PENETROMETRO DE BOLSILLO
VELETA Y
DE COMPRESION SIMPLE
para llegar a obtener el " qu " y " c "; mientras que si los suelos eran friccionantes, se requería
hacer ensayos de CORTE DIRECTO y TRIAXIALES para definir el ángulo de fricción interna (
), asociando siempre a la presencia de una carga la que producía un esfuerzo normal ( n ) y
que gracias a la Ley de Coulomb se podía definir la resistencia del suelo como: S = c + n *
tang
las aceptamos ?
En este capítulo se tratará de conocer los esfuerzos teóricos realizados para resolver el
problema de la Capacidad de Carga de los Suelos. Una buena parte de las teorías desarrolladas
tienen su base en hipótesis simplificatorias del comportamiento de los suelos y en desarrollos
matemáticos a partir de tales hipótesis; en alguna otras teorías, especialmente en las que
corresponden a esfuerzos recientes, la observación y el empirismo juegan un papel mucho más
importante. Se puede decir que todas las teorías matemáticas tienen como punto de partida la
solución de Prandtl al problema de la identación de un sólido rígido en un medio continuo, semi-
infinito, homogéneo e isótropo bajo condiciones de deformación plana; esta solución,
desarrollada en el marco de la Teoría de la Plasticidad, supone al medio rígido-plástico perfecto.
Con el objeto de comprender las ideas que presiden estos estudios, se presentan al
principio ilustraciones simples de la aplicación de los Teoremas Extremos a algunos casos
sencillos de interés práctico. También, con el mismo objeto, se presentan intentos de resolver el
problema de capacidad de carga, diferentes a los originados por los trabajos de Prandtl.
En general, conviene reducir el problema a dos casos:
PRIMERO.- La Capacidad de Carga de los suelos puramente "cohesivos"(c 0; =0) y
SEGUNDO.- La de los suelos puramente "friccionantes" (c=0; 0).
Algunas de la teorías más usadas hoy se presentarán, sin embargo, para el caso más
amplio de suelos con "cohesión" y "fricción".
3.2.1- Una aplicación simple del Análisis Límite al problema de la Capacidad de Carga en
suelos puramente "cohesivos"
(Lámina MSII109A).
FIG. III-1. Esfuerzos cortantes máximos bajo una banda de longitud infinita, según la teoría
de la Elasticidad.
En efecto, puede demostrarse que para la condición de carga mostrada los máximos
esfuerzos cortantes inducidos en el medio vale q/ y ocurren en puntos cuyo lugar geométrico es
el semicírculo mostrado, cuyo diámetro es 2b.
Por ser una solución obtenida por la Teoría de la Elasticidad puede garantizarse que ese
estado de esfuerzos satisface las condiciones de equilibrio y de frontera, por lo que la solución
será un estado de esfuerzos estáticamente admisible, siempre y cuando el valor de T max no
sobrepase el valor de la resistencia del material, supuesta igual a c (condición necesaria para que
no haya fluencia en ningún punto del medio).
Si: T max = c = q/; (3-1)
se sigue que: q max = (c)
lo cual fija el máximo valor de q
De acuerdo con el Primer Teorema de Colapso Plástico la ecuación 3-1 proporciona una
cota inferior para el valor de qu, carga última que puede colocarse sobre el medio, sin que ocurra
falla en ningún punto del mismo.
Por otra parte, el análisis en estudio no proporciona ningún mecanismo posible de falla
general, a pesar de que, a primera vista, pudiera juzgarse que por constituir todos los puntos en
que se llega al mismo tiempo a la falla incipiente un semicírculo, la masa de suelo deslizará con
movimiento de cuerpo rígido sobre dicha superficie. Pero debe hacerse notar, una vez más, que
dicho semicírculo no es una superficie de deslizamiento por no ser los esfuerzos cortantes de
falla tangentes a él. Lo que suceda cuando la carga aumente ligeramente a partir del valor que
produzca T max = c en todos los puntos del semicírculo está fuera del campo del análisis
elástico.
Para completar la aplicación del análisis límite a los problemas de capacidad de carga en
suelos puramente "cohesivos" se necesita encontrar una cota superior para el valor de la carga
última, qu.
Para lograr tal fin considérese un análisis de capacidad realizado según los lineamientos
de la lamina MSII109B. III-2 que básicamente, consiste en una aplicación del Método Sueco al
problema de Capacidad de Carga.
FIG. III-2 Análisis de capacidad de carga considerando una superficie de falla circular.
En efecto, considérase un superficie de falla circular, con centro en 0, extremo del área
cargada y radio 2b, igual al ancho del cimiento.
El momento motor, que tiende a producir el giro del terreno de cimentación como cuerpo
rígido sobre la superficie de deslizamiento, vale: Mm = q x 2b x b = 2qb²
El momento resistente, que se opone al giro, es producido por la "cohesión" del suelo y
vale: Mr = 2()(b) x 2b x c = 4()cb²
Comparando ambos se deduce que, para el círculo analizado, la carga máxima que puede
tener el cimiento, sin falla será:
q max = 2()c = 6.28 c (3-1)
Representa la carga máxima que puede darse al cimiento, sin que ocurra el deslizamiento a lo
largo del nuevo círculo.
Debe notarse que una superficie de falla, a lo largo de la cual ocurre una rotación de
cuerpo rígido representa, según ya se indicó, un campo de velocidades de deslizamiento
cinemáticamente, admisible y, por lo tanto, un mecanismo posible de falla. Por ello y de
acuerdo con el segundo Teorema de Colapso Plástico, el valor dado por la ec. III-2 es una cota
superior de la carga última real, qu. resulta acotada entre los valores
Con base en lo anterior, más la intuición de que por la presión del elemento, son de
compresión, se deduce que para tener un estado de falla incipiente en la vecindad de dichas
superficies se requerirá que el esfuerzo de compresión mencionado deba tener un valor de 2c.
Con base en su mecanismo de falla, HILL pudo también calcular la presión límite que el
elemento rígido puede trasmitir sin identarse en el medio, obteniendo el mismo valor que
proporciona la solución de Prandtl y que muestra en la expresión 3-4. qc = ( + 2)c (3-4)
Es interesante notar si la superficie del medio semi-infinito no fuese horizontal, sino que
adoptase la forma que aparece en la lámina MSII112, la presión límite toma el valor qc = 2c(1 +
) (III-5)
=0
La Teoría cubre el caso más general de suelos con "cohesión y fricción" y su impacto en
la Mecánica de los Suelos ha sido de tal trascendencia que aún hoy, es posiblemente la teoría
más usada para el cálculo de capacidad de carga en los proyectos prácticos, especialmente en el
caso de cimientos poco profundos.
La expresión cimientos poco profundo se aplica a aquel en el que el ancho B es igual o
mayor que la distancia vertical entre el terreno natural y la base del cimiento (profundidad de
desplante, Df). En estas condiciones Terzaghi despreció la resistencia al esfuerzo cortante arriba
del nivel de desplante del cimiento, considerándola solo de dicho nivel hacia abajo.
El terreno sobre la base del cimiento se supone que solo produce un efecto que puede
representarse por una sobrecarga, q = mDf, actuante precisamente en un plano horizontal que
pase por la base del cimiento, en donde m es el peso específico del suelo.(Lámina MSII113A).
La zona I es una cuña que se mueve como cuerpo rígido con el cimiento, verticalmente
hacia abajo. La zona II es de deformación tangencial radial; la frontera AC de esta zona forma
con la horizontal el ángulo , cuando la base del cimiento es rugosa; si fuera idealmente lisa,
dicho ángulo sería 45+/2. La frontera AD forma un ángulo 45-/2 con la horizontal, en
cualquiera de los dos casos. La zona III es una zona de estado plástico pasivo de Rankine.
La penetración del cimiento en el terreno sólo será posible si se vencen las fuerzas
resistentes que se oponen a dicha penetración; éstas comprenden al efecto de la cohesión en las
superficies AC y la resistencia pasiva del suelo desplazado; actuante en dichas superficies. Por
estarse tratando un caso de falla incipiente, estos empujes formarán un ángulo con las
superficies, es decir, serán verticales en cada una de ellas.
Terzaghi calculó algebraicamente los valores de Ppc, Ppq y Pp; después de ello,
trabajando matemáticamente la expresión obtenida, logró transformar la ec. 3-8 en la siguiente:
Donde qc es la presión máxima que puede darse al cimiento por unidad de longitud, sin
provocar su falla; o sea, representa la capacidad de carga última del cimiento. Se expresa en
unidades de presión. Nc, Nq y Nson coeficientes adimensionales que dependen sólo del valor
, ángulo de fricción interna del suelo y se denominan "factores de capacidad de carga" debidos
a la cohesión, a la sobrecarga y al peso del suelo, respectivamente.
La ec. 3-9 se obtiene de la (3-8) introduciendo en ella los siguientes valores para los
factores de capacidad de carga
Nc = 2Ppc/Bc + tag
Nq = 2Ppq/BDf (3-10)
N = 4Pp/B²
Si en esas expresiones se colocan los valores obtenidos por el cálculo para Ppc, Ppq y Pp se ve
que los factores son sólo función del ángulo , como se dijo.
Prescindiendo de los análisis algebraicos que justifican todas las afirmaciones anteriores,
la ec. 3-9 puede tenerse de la (3-8) razonando como sigue:
Ppq = KqBDf
Pp= KB²
x
Nc
x
x
‹ ‹ 0 ‹ D ‹ X ‹ m ‹ ‹ • ‹ ª ‹ ¾ ‹ Ò ‹ ç ‹ ý ( 9 M b v Š Ÿ ³ Ç Ü ð - A V j
Valor de N
Valores de Nc yNq (*-1)
Debe notarse que en la fig. III-8 aparecen tres curvas que san los valores de Nc, Nq y N
en función del ángulo y aparecen también otras tres curvas que dan valores modificados de
esos factores Nc', Nq' y N' (líneas discontinuas de la figura).
Sin embargo, en materiales arenosos sueltos o arcillosos blandos, con curva esfuerzo-
deformación como la C2 de la fig. III-9, de la lámina MSII114B en la cual la deformación crece
mucho para cargas próximas a la de falla, Terzaghi considera que al penetrar el cimiento no logra
desarrollarse el estado plástico hasta puntos tan lejanos como los E y E', sino que la falla ocurre
antes, a carga menor, por haberse alcanzado un nivel de asentamiento en el cimiento que, para
fines prácticos, equivale a la falla del mismo.
Este último tipo de falla es denominado por Terzaghi local, en contraposición de la falla
en desarrollo completo del mecanismo atrás expuesto, a la que llama general.
Para obtener la capacidad de carga última con respecto a falla local de un modo
razonablemente aproximado para fines prácticos, Terzaghi corrigió su teoría de un modo sencillo
introduciendo nuevos valores de "c" y "" para efectos de cálculo; así trabaja con
c'= 2/3 c
tg'= 2/3 tg (3-11)
O sea, asigna al suelo una resistencia de las dos terceras partes de la real; a este suelo
equivalente, Terzaghi le aplica la teoría primeramente expuesta.
Dando un ángulo , en un suelo en que la falla loca sea de temer, puede calcularse con la
expresión 3-11 el ' equivalente. Si con este valor ' se entrará a las curvas llenas de la fig. III-8
se obtendrían valores de los factores N iguales a los que se obtienen entrando con el original en
las curvas discontinuas, para los factores N'. De este modo Terzaghi evita al calculista la
aplicación reiterada de la segunda ec. 3-11
En definitiva, la capacidad de carga última respecto a falla local queda dada por la
expresión:
Zapata cuadrada
Zapata circular
En las ecuaciones anteriores, los factores de capacidad de carga se obtienen en la fig. III-
8, sean los correspondientes a la falla general o a la local, cuando ésta última sea de temer. En la
ec. 3-14, R es el radio del cimiento.
También debe notarse que todas las fórmulas anteriores son válidas sólo para cimientos
sujetos a carga vertical y sin ninguna excentricidad.
En efecto, para el cimiento infinitamente largo B/L = y resulta la ec. 3-16; para el
cimiento cuadrado, B/L = 1 y la ec. 3-18 deviene en la 3-17. En rigor, la aproximación de la ec.
3-18 consiste en establecer una interpolación lineal entre ambos casos extremos, para cimientos
largos, pero de longitud finita.
Terzaghi en su Teoría aplicada a suelos puramente cohesivos no toma en cuanta para fijar
el valor de Nc la profundidad de desplante del cimiento en el estrato de apoyo, D. Así en la fig.
III-10, de la lámina MSII116; los dos cimientos tendrían la misma capacidad, en lo referente a la
influencia de cohesión, es decir al valor Nc
Es claro que, según Terzaghi, la capacidad de carga no sería la misma en los dos
cimientos, a causa del diferente valor del término Df, que interviene en la expresión 3-15 o en
sus similares; pero también puede considerarse una cuestión de sentimiento que el valor Nc, que
Terzaghi no diferencia, podrá ser distinto en ambos casos. En efecto si se piensa en términos de
superficies de falla, el cimiento más profundo tendría una superficie de mayor desarrollo, en la
cual la cohesión trabajará más, a lo que deberá corresponder un mayor valor de Nc.
La diferencia estriba en que ahora Nc ya no vale siempre 5.7, sino que varía con la relación D/B,
en que D es la profundidad de entrada del cimiento en el suelo resistente y B es el ancho del
mismo elemento.
En la fig. III-11, de la lámina MSII116A, aparecen los valores obtenidos por Skempton
para
Por otra parte, en los casos de suelos heterogéneos estratificados debe manejarse con
cuidado el término mDf, que representa la presión del suelo al nivel de desplante y que, por lo
tanto deberá calcularse tomando en cuenta los diferentes espesores de los estratos con sus
respectivos pesos específicos, en la condición de suelo de que se trate, más cualquier sobrecarga
distribuida en la superficie del suelo. Lo anterior vale también, por supuesto, para la Teoría de
Terzaghi.
Meyerhof trató de cubrir esta deficiencia en una Teoría de Capacidad de Carga que ha
alcanzado amplia difusión en épocas recientes. Desde luego, la Teoría de Meyerhof tampoco,
resuelve el problema con completo rigor científico y está sujeta a hipótesis de importancia, que
se expondrán en lo que sigue.
Según Meyerhof, la cuña ABB' es una zona de esfuerzos uniformes, a la que se puede
considerar en estado activo de Rankine; la cuña ABC, limitada por un arco de espiral
logarítmica, es una zona de esfuerzo radial y, finalmente, la cuña BCDE es una zona de
transición en que los esfuerzos varían desde los correspondientes al estado de corte radial, hasta
los de una zona en estado plástico pasivo. La extensión del estado plástico en esta última zona
depende de la profundidad del cimiento y de la rugosidad de la cimentación.
La línea BD es llamada por Meyerhof la superficie libre equivalente y en ella actúan los
esfuerzos normales, Po, y tangenciales, So, correspondientes al efecto del material contenido en
la cuña BDE.
La expresión a que se llega finalmente al desarrollar la Teoría de Meyerhof es la
siguiente:
En la que el sentido de Po es el arriba indicado y las demás letras tienen los significados
usuales en este capítulo.
Las diferencias estriban en Po, que ahora no es simplemente igual a h y en los tres
factores de capacidad de carga, Nc, Nq y N, que son diferentes en valor numérico a los que se
manejan con la Teoría de Terzaghi.
Implícitamente, Meyerhof espera que esa superficie verdadera resulte intermedia entre
las dos utilizadas.
A fin de cuentas Meyerhof llega al gráfico en el que es posible calcular los valores de Nc,
Nq y N. Este gráfico se presentan en la figura III-14, de la lámina MSII118, tal como el propio
autor la propuso originalmente.
2.- La Teoría de Skempton es apropiada para cimentaciones en arcilla cohesiva (=O), sean
superficiales o profundas incluyendo el cálculo de capacidad de carga en cilindros y pilotes.
3.- Puede usarse la Teoría de Meyerhof para determinar la capacidad de carga de cimientos
profundos en arenas y grava, incluyendo cilindros y pilotes, aunque ejerciendo vigilancia
cuidadosa, ya que en ocasiones se ha observado que proporciona valores muy altos con
respecto a los prudentes.
De lo anterior no debe pensarse que las reglas procedentes puedan seguirse a ojos
cerrados, limitándose el proyectista a sentirse confiado en una fórmula. Particularmente en el
caso de cimentaciones profundas, cilindros y pilotes, las teorías no dan valores de
confiabilidad total y, quizá ni aún buena; la experiencia del proyectista y las normas del sentido
común deberá de jugar un papel de transcendencia y en ningún caso estará justificada una
actitud pasiva del ingeniero, limitándose a seguir un formulario en forma indiscriminada.
Las tres láminas siguientes recogen las ideas generales de VESIC sobre los mecanismos
de falla del cimiento, con lo que se complementa la teoría de la CAPACIDAD DE CARGA DE
LOS SUELOS.