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Sobre el derecho al trabajo como derecho fundamental en el ordenamiento

jurídico colombiano y sus implicaciones.

María Camila Bermúdez Mesa

Servicio Nacional de Aprendizaje


2405012 - Patronaje Industrial

17 de octubre
Medellín, 2021.
Índice preliminar
1. Introducción.
2. Sobre los elementos preliminares del derecho al trabajo y su definición.
2.1 Sobre las implicaciones del derecho al trabajo en el ordenamiento
jurídico colombianos.
3. Conclusiones.
4. Bibliografía.
1. Introducción

El trabajo presentado a continuación fue propuesto dentro del curso de 2405012 -


Patronaje Industrial prestado en por la institución Servicio Nacional de Aprendizaje,
y tiene la intención de analizar el derecho al trabajo dentro de sus connotaciones
reales, todo ello, con el fin de estudiar sus implicaciones dentro del ordenamiento
jurídico colombianos; en aras de enunciar que el derecho al trabajo tiene una
estricta relación con la dignidad humana como derecho fundamental. Para ello,
el orden del trabajo estará dividido en tres presupuestos, que, de igual forma,
guardan correspondencia entre sí, a saber: el primero de ellos, habla sobre la
definición y consolidación del derecho al trabajo en función de su inscripción en
los derechos humanos; de otro lado, el segundo elemento, ahonda sobre la
referenciación del derecho al trabajo dentro del ordenamiento jurídico
colombiano, con sus respectivas implicaciones; y por último, el tercer acápite es
relativo a las conclusiones.
2. Sobre los elementos preliminares del derecho al trabajo y su definición.
Para comenzar, es menester enunciar que las relaciones de subordinación que
implican tareas asalariadas, en términos generales, son comunes desde la época
antigua, dado que siendo el trabajo el pilar del desempeño y asentamiento de las
sociedades en la producción de bienes y servicios, los antecedentes de las
relaciones laborales son innatos a la contemporaneidad del hombre. No obstante,
también es cierto que, inscribiéndose como indispensable, el trabajo a pesar de su
necesidad social, ha estado acompañado perpendicularmente por el fenómeno
de la precarización. Siguiendo el hilo, la precarización debe entenderse como la
inequidad de las relaciones laborales, bien sea por la negligencia del empleador
en brindar las condiciones de trabajo adecuadas; la poca o nula remuneración
desproporcionada en función de la labor realizada y la no garantía de los requisitos
de protección mínimos para el trabajador sin discriminación alguna.
Existen a lo largo de las épocas situaciones de precarización laboral; verbigracia,
en la Edad Antigua, es decir, a los tiempos anteriores al inicio del conteo del
calendario gregoriano, la esclavitud de pueblos conquistados para adelantar
labores fue común, y así se fue tornando en distintas civilizaciones y épocas a lo
largo del tiempo, e inclusive, en síntesis, dicho comportamiento no fue erradicado
inmediatamente, por el contrario, en sentido estricto, poniendo diana en
Colombia, la eliminación de las formas de esclavitud para la minería y agricultura
fue el 21 de mayo de 1851. Sin embargo, no fue el único ejemplo de precarización,
otro modelo, fue el mal pago con sobre extensión de jornadas laborales sin
derechos mínimos de la mayoría de los trabajadores en la época de la revolución
industrial. En suma, otro ejemplo, es la discriminación frente a las relaciones
laborales para la mujer en función de la desigualdad cercenadora de derechos en
comparación al hombre, o en su defecto, la no posibilidad de trabajar; muy común
desde la edad antigua, y en algunas sociedades, hasta la actualidad.
No obstante, la lucha por la creación, y a veces, la reivindicación de garantías para
quien labora, ha paulatinamente avanzado a lo largo de la historia, hasta el punto
de la creación del DERECHO AL TRABAJO. El artículo 25 de la Constitución Política
de Colombia, lo prescribe así:
“El trabajo es un derecho y una obligación social y goza, en todas sus
modalidades, de la especial protección del Estado. Toda persona tiene
derecho a un trabajo en condiciones dignas y justas” (Art. 25; CP, 1991).
Y además de ello, se encuentra protegido en regulaciones internacionales con
génesis en tratados entre países de derecho internacional público, en resoluciones
y conceptos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), que Colombia,
según el artículo 93 superior, ha ratificado dentro de su ordenamiento (artículos 6 y
7 del Pacto Internacional de los Derechos Económicos, Sociales y Culturales.
La realidad detrás de esto, se sustancia en el hecho de que el derecho al trabajo,
tiene un reconocimiento especial en el sentido de que se encuentra relación la
dignidad humana, lo que en conclusión lo hace acreedor del título de derecho
humano; y su ingreso dentro del ordenamiento jurídico colombiano, lo convierte en
fundamental. En resumen, toda persona tiene derecho al trabajo, y esto implica
tres cosas:
a) Según la Corte Constitucional en la sentencia C107 de 2002,
“el trabajo como derecho, implica una regulación fundada en la
libertad para seleccionarlo, por lo que, salvo las restricciones legales,
consiste en la realización de una actividad libremente escogida por
la persona dedicando a ella su esfuerzo intelectual o material, sin que
puedan impedírselo los particulares ni el Estado a quien, por el
contrario, le compete adoptar las políticas y medidas tendientes a su
protección y garantía”
b) Referenciando la sentencia ibidem,
“comporta la exigencia de su ejercicio en condiciones dignas y justas,
es decir, su realización en un entorno sin características humillantes o
degradantes o que desconozca los principios mínimos fundamentales
establecidos por la Constitución, y además que permita su desarrollo
en condiciones equitativas para el trabajador.”
c) La obligación del Estado su protección.
En conclusión, el derecho al trabajo fue el resultado de la preocupación expresada
en movimiento sociales y luchas en contra de la precarización laboral a lo largo de
la historia, y hoy en día, encuentra su protección en la normatividad constitucional
colombiana para apuntar hacia el horizonte de la firmeza en las relaciones
laborales en condiciones equitativas y no discriminatorias.
2.1. Sobre las implicaciones del derecho al trabajo en el ordenamiento jurídico
colombianos.
El Estado Colombiano, como se relato en el anterior acápite, tiene la obligación de
velar por la protección del derecho al trabajo en la creación de normatividades
que protejan al trabajador en la búsqueda de condiciones equitativas, en una
relación en la que existe desventaja en principio frente a su empleador. Pero esto
se debe, no solo por la legislación que se circunscribe en el tema, es precisamente
por la acepción del modelo de estado que fue instaurado en la Carta Política de
1991. En otras palabras, el Estado Social y Constitucional de Derecho, es un tipo de
Estado que tiene la fusión entre el Estado de Derecho, donde el principio de
legalidad, que exige que todo esté de acuerdo a la ley así suceda; el Estado Social,
que tiene preocupación en el interés público, para la identificación de necesidad,
y así, la búsqueda de la igualdad material y formal; y, por último, el Estado
Constitucional, que exige la supremacía e inviolabilidad de la Constitución.
Así las cosas, inexorablemente, existe la necesidad de la protección al derecho al
trabajo a manos del Estado, y por ello, para que exista una relación laboral, según
el Código Sustantivo del Trabajo, según su artículo 23, más allá de un vínculo
estrictamente formal, para que existe una relación laboral se necesitan:
subordinación, remuneración económica por la labor y la actividad realizada por
el trabajador; y cumpliéndose los 3 elementos, la persona que adelanta el laburo,
debe necesariamente recibir todas las acreencias que otorga la ley ostentar tal
condición.
3. Conclusiones.

 El derecho al trabajo se consolidó como el resultado de la lucha histórica


contra la precarización laboral, que ha sido un común denominador en la
historia en general, y, además, tuvo realce con mayor fuerza en el estallido
de la revolución industrial.
 El derecho al trabajo tiene una relación inminente con la dignidad humana,
por tanto, siendo derecho humano, fue positivizado dentro del
ordenamiento jurídico para volverse derecho fundamental.
 El ordenamiento jurídico ratificó las normas internacionales relativas al
trabajo, y también, consagro su reconocimiento en los artículos 25 y 53
superiores. En consecuencia, es menester enunciar que, frente al modelo de
estado colombiano, es decir, el Estado Social y Constitucional de Derecho,
correlativamente a la declaración existe la obligación de la protección del
Derecho al Trabajo.

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