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DOCTORADO EN EDUCACIÓN INCLUSIVA

CURSO: LA EDUCACIÓN COMO DERECHO HUMANO

DR. WENCESLAO RUEDA ALTUNAR.

DR. MAURICIO ZACARIAS GUTIERREZ.

EL ENFOQUE DE DERECHO HUMANO DESDE LA CONSTITUCIÓN POLITICA,


PLAN Y PROGRAMA DE ESTUDIO, PROGRAMA NACIONAL DE LOS DERECHOS
HUMANOS 2020-2024.

MTRA. KAREN DEL ROSARIO MANDUJANO SAMAYOA.

TAPACHULA, CHIAPAS A 16 DE SEPTIEMBRE DE 2021.


La Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos contiene los principios y
objetivos de la nación, en ella se establece la existencia de los órganos de autoridad,
sus facultades y limitaciones, asimismo los derechos de todos los individuos y las
formas para hacerlos efectivos. En el Capítulo I De los derechos humanos y sus
garantías, se describen en los primeros veintiocho artículos, aquellas facultades que
tiene el individuo, siempre y cuando se sujete a las disposiciones de la ley y no
afecte a terceros.

El artículo 1° Constitucional, establece que todos los individuos gozaran los


derechos humanos que reconozca dicha constitución. Las autoridades competentes
tienen la obligación de promover, respetar, proteger y garantizar los derechos
humanos considerando los principios de universalidad, interdependencia,
indivisibilidad y progresividad.

a) Universalidad: Todas las personas son titulares de todos los derechos


humanos.
b) Interdependencia: La vinculación que existe de cada uno de los derechos
implica que se respeten.
c) Indivisibilidad: Los derechos humanos conforman una totalidad, por lo que se
deben reconocer, proteger y garantizar por todas las autoridades educativas.
d) Progresividad: El estado deberá procurar el progreso constructivo de los
derechos humanos, así como evitar el retroceso de cada uno de estos.

En seguida, se explica la importancia de la protección de las comunidades


indígenas debido a la pluriculturalidad existente y permanente en el país; se procura
que dentro de estos espacios o zonas marginadas se garantice como prioridad, el
respeto, la tolerancia y la no discriminación de las diferentes formas internas de
convivencia, organización social, económica, política y cultural. Además, de
favorecer la educación básica, la capacitación productiva, la educación media
superior y superior, el desarrollo y uso de los espacios de convivencia y recreación,
el acceso a servicios de salud y la ampliación de redes de comunicación, entre otros
servicios básicos.
Al abordar el artículo 3° Constitucional, en el que se especifica que toda persona
tiene derecho a la educación, es obligación del Estado impartirla y garantizarla
desde la educación inicial, básica, media superior y superior atendiendo a seis
principios fundamentales: obligatoria, universal, inclusiva, pública, gratuita y laica.
Se procurará que el individuo desarrolle armónicamente todas las facultades, el
amor a la patria, los valores, la cultura de paz, la solidaridad, el respeto a los
derechos y las libertades, así como la convivencia en una cultura inclusiva.

Cabe mencionar que actualmente, el plan y programas de estudio de la


educación básica se sustentan en lo que establece dicho artículo y plantean su
desarrollo tomando como base un enfoque humanista; el estudiante es el eje
central, lo reconoce como un sujeto moral autónomo, político, social, económico,
con personalidad, dignidad y derechos, a su vez presta importancia a los contextos
en los que interactúa. La educación tiene la finalidad de contribuir y desarrollar las
facultades y el potencial en lo cognitivo, físico, social y afectivo.

Dada la complejidad del mundo, el progreso tecnológico y la globalización en el


que habitamos, la educación no debe permanecer estática, está sujeta a
transformarse respondiendo a las demandas y necesidades de la comunidad
educativa, porque de esta forma los individuos no pierden la motivación e interés
por aprender, se evita en gran medida el rezago y el abandono escolar. Asimismo,
se impulsa a que los estudiantes en la vida adulta respondan de forma crítica,
autónoma, científica y procurando el ejercicio pleno del respeto a los derechos.

Por ello, la importancia de que la escuela continúe fomentando el desarrollo


de una formación integral en la sociedad; la responsabilidad y el compromiso que
adquieren los docentes como agentes del cambio situando a los niños y
adolescentes en el centro de todo quehacer educativo, encaminado a fortalecer los
pilares de la educación: aprender a aprender, conocer, convivir y hacer. Para los
agentes del cambio, no ha resultado ser una tarea tan fácil debido a la realidad y los
contextos en los que viven inmersos los estudiantes y las familias, si en tiempos
anteriores a la presente pandemia, se percibían ciertas limitaciones y desigualdades
en la población estudiantil, ahora con el auge de los recursos y herramientas
tecnológicas, tales como el uso de aparatos, plataformas, espacios con acceso a
internet, se viven barreras que limitan y excluyen a las poblaciones que habitan en
zonas marginadas, escasos recursos económicos, estudiantes con discapacidad
ante el derecho que les corresponde a una educación de excelencia.

Asegurar y garantizar el cumplimiento de los derechos humanos tanto en el


artículo 3° Constitucional como en el objetivo que persiguen los planes y programas
de educación básica tomando como eje rector dicho artículo, se ha establecido el
Programa Nacional de Derechos Humanos 2020-2024 (PNDH), persigue el objetivo
superior del desarrollo nacional el bienestar general de la población, para no dejar
a nadie atrás y no dejar a nadie fuera.

Tal como se explica en el PNDH, a lo largo de la historia, en México han


acontecido infinidad de situaciones que dañan los derechos de los individuos y la
población en general, se ha caracterizado por expresiones de desigualdad, pobreza,
violencia e impunidad; las víctimas y los grupos vulnerables han resaltado la
importancia del quehacer de la política nacional, estableciendo objetivos, causas y
acciones para encaminar al goce de los derechos humanos.

Los objetivos prioritarios que busca son: atender la fragmentación de la


administración pública, reconocer la deuda histórica que tiene el Estado mexicano
con las víctimas de violaciones de derechos humanos, el mandato constitucional de
igualdad y no discriminación, el Gobierno de México deberá unir esfuerzos para
erradicar la corrupción, el dispendio y la frivolidad, dar marcha a respuestas a partir
de fortalecer la institucionalidad pública y el último objetivo es proporcionar
herramientas y capacitación integral a las personas servidoras públicas que
aseguren el cumplimiento de sus obligaciones en materia de derechos humanos.

El modelo de intervención ha partido de reconocer que no todas las personas


parten del mismo lugar por lo que su diseño es considerando la intensidad de cada
una de las intervenciones que realizara el Estado en tres niveles: universal
(intervenciones y servicios estandarizados para todas las personas), focalizado
(grupos en situación vulnerabilidad) e indicado (situación crítica de vulneración de
derechos).

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