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La única forma de equilibrar todas nuestras actividades es por medio de una rutina

matutina, una para la tarde y una nocturna. Debemos usarlas como nuestra guía
cotidiana.

¿Por qué es importante una rutina diaria?


Las rutinas diarias nos ayudan a sentirnos con más energía, a mantenernos
organizados y, en última instancia, a vivir una vida más plena. Además,
conllevan beneficios para nuestra salud mental: reducen nuestro estrés y propician
hábitos positivos.
Podría parecer difícil apegarse a las rutinas, especialmente durante la
adolescencia, pero estos pasos te servirán para comenzar hoy mismo.

Escribe tu horario diario


¡El único modo de comenzar con un plan es elaborando uno! Toma un cuaderno,
una hoja de papel o una agenda y comienza por escribir la fecha en el costado de
la página. Luego, enumera todo lo que tienes que hacer en un formato de viñetas.
A medida que vayas completando las tareas o actividades, márcalas. Esta será
ahora tu plantilla para programar una rutina todos los días. Si hay tareas sencillas
que te cuesta trabajo completar o recordar, asegúrate de escribirlas. Te ayudará a
adquirir el hábito de completarlas sin siquiera pensarlas.

Rutina matutina
Para simplificar las cosas, compartimos el ejemplo de una checklist de rutina
matutina ideal:
 Despertarse (a la misma hora todos los días)

 Usar el baño

 Cepillarse dientes

 Lavarse la cara

 Bañarse (opcional)

 Vestirse

 Ponerse desodorante

 Desayunar bien

 Preparar alimentos para el día


Estos otros consejos pueden mejorarla:
 Evitar revisar el teléfono al despertar

 Estirarse/Ejercicio ligero

 Escribir más ideas para el horario matutino

Rutina para la escuela


Aunque no podamos modificar completamente nuestro horario escolar, aún es
posible considerar algunos aspectos. Actualiza tu horario siempre que debas
incluir nuevos proyectos, tareas, etc.
 Termina toda la tarea para que tengas más tiempo libre después de clases.
Despeja momentos para completarla.

 Practica deportes o actividades productivas y diviértete. Los años de


adolescencia transcurren más rápido de lo que uno se imagina, así que diviértete en
la escuela o aprovecha las opciones que te ofrezca.

Rutina para después de la escuela


Prioriza tu horario al llegar a casa. ¿Tienes tarea que hacer, actividades
extracurriculares, planes con amigos, etc.? De ser posible, te recomendamos
primero completar la tarea.

Si aún no te has ejercitado por al menos 30 minutos, ¡este es el momento de


hacerlo! Después de un día difícil en la escuela, haz algo que te guste. Siempre
debemos dejar espacio para lo que disfrutamos.
No permitas que la escuela y la sociedad te conviertan en un robot. Tómate un
momento y sé tú mismo al realizar una actividad que te encante: practicar un
deporte, jugar videojuegos, dibujar o incluso ver videos en YouTube.

Rutina nocturna
La rutina nocturna juega un papel muy importante. Sin una correrás el riesgo de no
descansar lo suficiente y de sentirte de peor humor. Ésta, por ejemplo, es una
rutina nocturna ideal:
 Comenzar a reducir el uso de dispositivos (un tanto imposible), por lo menos
intentarlo

 Preparar la ropa para el día siguiente

 Escribir el horario para el día siguiente


 Bañarse

 Lavarse la cara de nuevo

 Preparar la mochila

 Respirar hondamente 3 veces para relajar el cuerpo

 Fijar la alarma y acostarse

Tener un horario regular de sueño es de inmensa ayuda para nuestra salud mental
y nuestra productividad.

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