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Habilidades Comunicativas

Lecto-Escritas

Profesora : Beatriz Denise Riquelme Estay


Alumnos : Alex Silva,
Ensayo sobre la delincuencia juvenil y perdida de sensibilidad en
Chile

Es de público dominio la serie de acontecimientos ocurridos en nuestro país


en donde menores de edad se han visto envueltos en una serie de actos
delictuales que han terminado trágicamente y en donde se han perdido vidas
humanas inocentes. Al tenor de estas palabras y a modo introductorio, es que
sorprende ver como nuestra sociedad ha perdido la capacidad de asombro y
ha incorporado estos hechos a la habitualidad del diario vivir.
Es frecuente ver en los medios de prensa ver a madres, amigos y parejas de
estos menores, justificar sus acciones en virtud de su juventud, las malas
amistades o incluso a la búsqueda de aventuras, como si estas fueran acciones
necesarias de ser experimentadas, con el objeto de ser guiados en esta vida
como verdaderas universidades del Delito.

Concluida esta introducción, quisiéramos adentrarnos en el desarrollo de este


ensayo, el cual pretende llevarnos a reflexionar sobre un fenómeno social que
corroe la estructura más básica y elemental de nuestra sociedad como lo es la
familia.
Según se recoge del reportaje denominado “Radiografía a la carrera delictual
de los menores de edad en Chile”, publicado el 13/07/2015 (*), entre los años
2008 y 2014, fueron arrestados 94.555 menores de edad, esta estadística se
incrementa en la medida que estos jóvenes van aumentando su edad, por lo
cual se puede deducir que a mayor edad mayor es el número de delitos que
comenten.
(*) http://www.latercera.com/noticia/radiografia-a-la-carrera-delictual-de-los-menores-de-edad-en-chile/
No obstante, esta cruda cifra, nos preguntamos qué sucede con todas las
madres, padres, hermanos y familiares de estos menores, donde está el apoyo
que deben recibir estos jóvenes que les permita desenvolverse en esta
sociedad de acuerdo a los valores y principios propios de una sociedad
orientada el bien común. Pues la respuesta, no es tan ajena ni lejana a la
propia realidad de estos jóvenes, ya que gran parte de ellos, viven de sus
familiares más cercanos, la experiencia directa de la delincuencia, el
abandono, el alcoholismo, violencia intrafamiliar y otros tantos fenómenos
sociales, que si bien es cierto para nosotros son detestables e inaceptables,
para estos jóvenes pasan a ser una realidad cotidiana a la cual se ven expuestos
toda su vida. Pues, es precisamente de este tipo de entornos, en los que se
forman estos jóvenes delincuentes, ambiente que para ellos no le es extraño,
sino por el contrario, son ejemplos de vida a seguir, esto de acuerdo a lo que
experimentan día a día con su entorno familiar.
En un ambiente como este, es natural que se pierda la capacidad de asombro,

situación que nos lleva naturalmente a la siguiente etapa de este fenómeno,

el cual es la perdida de sensibilidad.

Si todos los días vemos a más y más jóvenes ser detenidos y a sus madres emitir

declaraciones como la del caso del menor de edad que participo en los hechos

que terminaron con la muerte de dos carabineros en Coquimbo, en la cual

menciono que todo esto se trataba de una travesura, pues caeremos en la

conclusión que como sociedad tenemos un problema grave y que deberemos

unirnos en el menor tiempo posible, para promover en nuestras autoridades,


políticas públicas que nos permitan terminar con este flagelo y proteger a las

futuras generaciones de este germen que nos carcome día a día.

En conclusión y como objetivo de este ensayo, es que deseamos entregar un

mensaje y reflexión sobre el rol que tenemos como padres y ciudadanos de

este país, responsabilidad que no se agota en proveer de alimentos y bienes a

nuestra familia, sino que debe extenderse al ámbito filiar, social y político. No

solo somos padres proveedores, sino que formadores de valores y por sobre

todo ciudadanos que debemos tomar parte en las grandes decisiones de este

país, las cuales nos permitirán crecer y mejorar como sociedad, dejándole a

nuestros descendientes un mundo mejor para vivir.

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