Henry Giroux: «Defender que la educación tiene que ser neutral es decir que nadie debe rendir

cuentas de ella»

Estudiante: Jessika Alejandra Caballero Pérez

Docente: flor Azucena Rocha

Universidad pedagógica

Materia: Discursos pedagógicos

Bogotá

2021
 Henry Giroux: «Defender que la educación tiene que ser neutral es decir que nadie debe rendir
cuentas de ella»

Entrevista a Henry Giroux, fundador de la pedagogía crítica, sobre el significado de la educación, el

miedo a la neutralidad, la ideología neoliberal y el hecho de que la inseguridad actual puede ser un
catalizador para repensar y generar nuevas posibilidades.

En cualquier proyecto ideológico, la educación siempre juega un papel clave, sea obvio o no.
Quien quiera hacer del mundo un lugar más justo, solidario y democrático, la educación es
fundamental; sin embargo, cualquiera que crea que la lógica del mercado es esencial para el buen
funcionamiento social tiene su propio proyecto educativo. Todo esto, además, ocurre no solo en el
aula, sino en toda la sociedad. Aprovechando su participación en el ciclo "Imagina el mundo",
discutimos todo esto con Henry Giroux (Providence, EEUU, 1943), uno de los padres fundadores
de la pedagogía crítica, quien ha dedicado su vida a investigar estos temas.

A veces parece que solo podamos hablar de educación en positivo, pero Henry Giroux pone
nombre también a lo que queremos dejar atrás, y por esto habla de «pedagogías de la represión».
«La educación no procura solo empoderar a las personas, la práctica de la libertad; bajo ciertas
formas también puede procurar matar la imaginación», asegura Giroux. «Vemos pedagogías que
enseñan a responder exámenes, basadas en estándares objetivos, que están diseñadas para
limitar la posibilidad de pensamiento crítico del alumnado.» [ CITATION CCC \l 9226 ]

Muchos de los debates educativos de hoy son en su mayoría metodológicos, según el pedagogo.
Asume esto «una estupidez pedagógica» [ CITATION CCC \l 9226 ], porque centrarse solo en los
métodos deja atrás el significado de la educación.

El propósito de la educación es establecer qué narrativas produciremos que permitan a los

estudiantes ampliar sus perspectivas sobre el mundo y sus relaciones con los demás y, por lo
tanto, con ellos mismos. Partir de los métodos es omitir completamente aspectos más
fundamentales de la educación: ideología, cultura, poder, autoridad... ¿Cuáles son los
componentes de estos elementos? ¿Qué quieren decir cuando dicen que están hablando de un
futuro determinado? Porque toda educación es, de una forma u otra, una introducción al futuro,
una lucha por elegir qué tipo de futuro queremos para nuestra juventud. Debido a que no tienen
el mismo concepto de que los estudiantes están vivos, los métodos tienen una especie de silencio
sobre las peores formas de represión.

La pedagogía crítica afirma que no existe la educación ideológicamente neutral y que el concepto
de neutralidad oscurece lo que realmente implica la educación.

Esta defensa de la neutralidad siempre me ha parecido la base de un tipo de política fascista, ya

que oscurece el papel ideológico de la educación, el papel que juega en la producción de formas
específicas de conocimiento, poder, valores sociales, agencia y narrativas del mundo. Es imposible
que la educación sea neutral, y quien diga que debe serlo, está dando a entender que nadie debe
dar cuenta de ella, y que quienes la generan se vuelven invisibles cuando afirman que es neutral.
Como resultado, no podrá identificar procesos ideológicos, políticos o de poder. Eso es
precisamente lo que quieren porque, en sus peores formas, el poder invisibiliza a las personas, y la
idea de que la educación es neutral es una forma de invisibilizar a quienes tienen el poder para
que no podamos identificar la propaganda.

El término "invisible" se refiere a una noción que le permite a uno comprender el significado de
algo que no es aparente «currículum oculto» [ CITATION CCC \l 9226 ] : todo lo que se enseña en
el aula y no se explicita en los currículums. «Hay cosas que se enseñan pero de las que nunca se
habla, y el mensaje real es invisible», nos dice Giroux. [ CITATION CCC \l 9226 ]

Cuando pones a las criaturas en una fila y les dices que no pueden hablar y que deben escucharte
como maestro, el mensaje tácito es que no tienen derecho a hablar ni a ser parte del proceso
educativo. Cuando una maestra se levanta y declara que tiene autoridad en clase y que nadie
puede cuestionarla, lo que no se dice es que les está enseñando a ser pasivos ya no asumir
responsabilidades de poder; no se dice, pero el plan de estudios oculto es bastante claro. Si
examina lo que realmente se enseña allí, verá que la educación es una especie de silencio.

Cuando Henry Giroux inició su carrera como profesor de secundaria, la vivió en primera persona.
Los alumnos estaban sentados en círculo en el aula hasta que un día, un vicedirector del instituto
les dijo que dejaran de hacerlo, que se sentaran en línea recta y que él les enseñaría qué era la
autoridad. «Yo no podía darle una respuesta teórica sobre lo que estaba experimentando desde el
punto de vista pedagógico» [ CITATION CCC \l 9226 ] lamenta. Esto cambió al cabo de poco,
cuando leyó Pedagogía del oprimido, del pedagogo brasileño Paulo Freire: «Me cambió la vida,
pues me dio un lenguaje que permitía entender la educación como un proceso político. Es un libro
que cambió la concepción sobre qué significa trabajar con personas a las que normalmente se
considera “sin voz”, y permitió entender que tienen una voz y se pueden narrar a sí mismas.»
[ CITATION CCC \l 9226 ]

Más tarde, el académico pudo trabajar con Freire durante quince años, y le recuerda como «un
hombre humilde, el más humilde que haya conocido, porque lo importante no era él, lo que le
preocupaba era como hacer de la educación un recurso valioso para dar voz a las personas».
[ CITATION CCC \l 9226 ]

Así como el país de Paulo Freire, que lo nombró patrón de la educación brasileña en 2012, es uno
de los escenarios donde el debate sobre los modelos educativos es más evidente en este
momento. El gobierno militar ultraderecha de Jair Bolsonaro apunta abiertamente a poner fin a la
financiación de las facultades de ciencias sociales y humanidades. En este sentido, Giroux cita a
Hannah Arendt, quien afirma que todos los fascistas creen que el pensamiento crítico es peligroso.

Lo que quiere hacer la gente como Bolsonaro es utilizar el lenguaje de emprendimiento del
mercado para justificarlo. No salen y dicen: «No quiero que pienses porque en una dictadura no se
puede pensar, porque en un estado fascista pensar es peligroso.» Lo que dicen es: «Nos queremos
asegurar de que tienes trabajo, de que puedas trabajar en Wall Street.» Quieren que seas un
sujeto pasivo en esta sociedad tecnocrática donde lo único que importa es que ganes dinero.
[ CITATION CCC \l 9226 ]
Si nos movemos fuera del aula, este experto en pedagogía crítica ve al neoliberalismo no solo
como un paradigma económico, sino también como una "pedagogía pública" que afecta a todos.

El neoliberalismo se basa en el concepto de que la economía debe gobernar no solo el mercado

sino también todos los aspectos de la vida en sociedad, y produce una ideología cuyo supuesto
más peligroso es que todos los problemas son personales y que no existen problemas sociales.
Además, normaliza una cultura de crueldad al implicar que la cooperación, la preocupación por los
demás y la justicia son valores invaluables ya que se interponen en el camino del mercado. No hay
ningún sentido de responsabilidad que sugiera que debe vincular su experiencia de mercado con
su costo social. Es, sin duda, una ideología, no solo un conjunto de estructuras económicas y,
aparte del feudalismo, es quizás la ideología más poderosa que jamás hayamos visto.

Ante el triunfo del neoliberalismo, Giroux insiste en que "la educación debe ser fundamental en
cualquier discusión sobre democracia, y es aquí donde han fracasado las izquierdas". Las
Izquierdas han fracasado cuando creen que las estructuras de dominio más esenciales son
únicamente de carácter económico ». Es fundamental que un maestro priorice todos los
elementos que permitan a los estudiantes cambiar de opinión, persuadir a otros o crear
identidades.

No obstante, el profesor exuda optimismo, especialmente cuando se trata de la próxima

generación. Giroux afirma que actualmente estamos inmersos en una guerra contra la juventud,
afirmando que "porque la juventud es una inversión a largo plazo y el neoliberalismo se basa en
inversiones a corto plazo". Habla de tres guerras: una basada en la criminalización de la juventud;
otro comercial, en el que se les dice que deben definirse a través de los mercados; y una guerra de
vigilancia, en la que «les hacen creer que pueden perder sus derechos en nombre de la
seguridad».

En tiempos de incertidumbre, Henry Giroux envía un mensaje a la próxima generación:

Los momentos de incertidumbre pueden ser de gran ansiedad, pero también de grandes
oportunidades. Tiempos para repensar el lenguaje de la política, de la lucha, de la solidaridad. El
poder no es exclusivamente dominación. También es resistencia. La gente joven tiene mucho
poder. Pueden detener la sociedades, pueden bloquear las calles, participar en acciones directas,
educar a los padres… Son una fuerza política muy potente y lo que tienen que hacer es reconocer
esta potencia. Tienen que actuar, porque un discurso de la ansiedad debe dar paso a un discurso
de la crítica, y este, a su vez, debe dar paso a un discurso de las posibilidades. Y un discurso de las
posibilidades significa que puedes imaginar un futuro muy distinto del presente.[ CITATION CCC \l
9226 ]
Bibliografía
CCCBLAB. (s.f.). https://lab.cccb.org. Obtenido de https://lab.cccb.org/es/henry-giroux-defender-
que-la-educacion-tiene-que-ser-neutral-es-decir-que-nadie-debe-rendir-cuentas-de-ella/