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Si resumimos las culturas prehispánicas de Venezuela desde

Los recolectores y cazadores muy atrasados, hasta los agricultores


Muy adelantados con una gran variedad de características culturales
y lingüísticas, los datos de la salud en estos aborígenes son obtenidas
de resúmenes y noticias contenidas en los libros de los Cronistas de
Indias, de los misioneros y de los historiadores coloniales. Existe una
Disparidad cronológica que va desde la obra escrita por Pedro Mártir
De Angleria (1) en 1530 hasta una de las ultimas, la de Fray Antonio
Caulin (2) en 1779.

Exponente típico de nuestra medicina indígena fue el Piache, voz


Chaima y tamanaca, con una pluralidad de funciones: médico, sacerdote,
Adivino o hechicero, poseedores de poderes de magia blanca o negra.
Sus funciones médicas se reducían a las chupadas, masajes, soplos y
Aplicación de estas según las circunstancias y la gravedad de los casos.
Acompañados estos de maracas, fumadas de tabaco o la absorción por
La nariz de los polvos de la planta niopa (3), anoto o achiote (4).
Los salivas (5) practicaban la circuncisión en los niños de 8 días
de nacido y de ambos sexos. Sangrías, sajando las heridas y después
Cauterizándolas con fuego. Reducción de fracturas o composición de
Las luxaciones.
Los primeros galenos llegaron en verdad a principio del siglo
XVI, como parte integrante de las expediciones militares.
Fue el caso del Maestre Bernal, boticario italiano y el cirujano
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Español de nombre Alonso, este último, lució habilidades quirúrgicas
En el primer encuentro sangriento con los indígenas de Chichiriviche.
En el segundo viaje de Ojeda, aparece el nombre del boticario Diego
Montes de Oca.
A Vicente Yañez Pinzón lo acompaña el médico y notable geógrafo
Garci-Fernández.
En 1530, junto con la expedición de Juan Alemán (Juan
Seissenhoffer) llegó el físico Hernán Pérez de la Muela, aventurero
y diestro cirujano. Atendió a Alnger cuando llega enfermo a Coro
y le recomienda viaje a Santo Domingo para su recuperación nal.
Este Pérez de la Muela viene a ser el primer médico que se radica en
Venezuela, los demás no se quedaron.
A nes de 1569, llegan a Cumaná el Licenciado Luis de Rojas,
médico y Juan Díaz de la Puerta, cirujano mayor. Otras expediciones,
se sabe trajeron médicos, pero ningún historiador da los nombres.
Fue hasta 1583 cuando un cirujano de nombre don Miguel
Gerónimo se avecinda en Caracas y que se dio por entero al ejercicio
de su arte en la hermosa ciudad del Ávila.
El comienzo de la medicina en Venezuela resulta de una mezcla
de la empírica de los ritos del Piache y las prácticas empíricas de los
profesionales europeos. La transculturización no absorbió por completo
a los indígenas sino al contrario, los conquistadores hubieron de valerse
de “prestamos culturales” tomados de los nativos particularmente en
cuanto al punto de vista médico y de allí el carácter mixto de nuestra
medicina colonial en sus orígenes. Por ejemplo el uso de numerosas
sustancias vegetales, origen animal y aun minerales empleados y que
han persistido en nuestro pueblo, como parte de esa medicina folklórica.
Tal es el caso del primer mestizo cultural venezolano, Francisco
Martín, venido en la expedición de Alnger, cuando habiendo traspuesto
la Sierra de Coro se perdió en ella y llegando a un pueblo de indios,
siendo cambiado de dueño y vendido luego como esclavo a una tribu
de Pemones a orillas del Lago de Maracaibo. Allí aprendió el o cio
de piache, de manera que su fama se extendió.
Otro curandero que adquirió aún más fama fue don Diego de
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Montes (6), madrileño, conocido como “El Venerable”. Curo al
conquistador Hutten de una herida en el tórax, valiéndose de una
ingeniosa treta; reprodujo la herida en un viejo indio y luego en
la seguridad de no comprometer víscera importante amplió la que
presentaba el alemán en la axila y a la prostre lo curó. Primera noticia
concreta de un acto quirúrgico, si se quiere la primera vivisección de
los tiempos de la colonia.
Ahora bien la ciencia y el curanderismo andaban de la mano,
sin omitir a las curanderas, al estilo de la morisca, Leonor Suarez “La
Fundimenta”, acompañante obligada de las tropas, con fama de sortílega,
curandera y confeccionadora de aceites, medicinas, hechizos y venenos.
Existió una dualidad médico-farmacéutica importante. Los
boticarios preparaban las medicina y las aplicaban por falta de médicos
y la tardanza con que se abrieran farmacias públicas, dualidad esta que
tardó mucho tiempo en romperse.
El hambre y las enfermedades actuaron constantemente como
las peores trabas o vallas, diezmando tropas enteras de conquistadores,
con rancherías y núcleos poblados, mermando el heroico arrojo del
conquistador español del siglo XVI. Personajes como Al nger,
Federmann, Spira, Hutten (7) sufrieron los embates de las enfermedades.
Sin duda alguna los Capitanes de los Belzares (8) fueron los más
castigados.
El cuadro patológico podemos resumirlo en las siguientes
enfermedades: viruela, sarampión, disentería, calenturas, bubas, úlceras,
miasis y enfermedades producidas por artrópodos.
La Sanidad militar de aquella época descrita por Bernardo de
Vargas Machuca en su libro Milicia y descripción de Indias (9), de 1599,
se observa una vez más la inuencia indígena sobre la medicina española,
patente en el uso de numerosas sustancias vegetales americanas. Párrafos
con descripciones de tratamiento de heridas por echas envenenadas
o no, tratamiento de llagas, mordeduras de serpientes, picaduras de
rayas y quemaduras. Los conquistadores fueron audaces precursores,
en carne india, de la medicina experimental!!!.
Existieron en Venezuela numerosos nosocomios, alguna que
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otra enfermería, por lo general ubicadas en los hospicios o anexas a
las propias iglesias.
Se ha podido establecer que en la Isla de Cubagua, en 1532 existió
un hospital por lo tanto el primero entre nosotros que desapareció al
poco tiempo.
En tierra rme, el primero, sin duda, fue el antiguo hospitalito
construido en Coro (Hospital de San Clemente) a mediados del siglo
XVI (± a 1533). Otro del que se tiene dato, fue el que corresponde
al construido por el clérigo Pedro del Castillo hacia el año 1565, un
hospital bajo la advocación de San Lázaro, de acuerdo a la costumbre
de la época. En la capital larense se construyó el Hospital de Santiago
en 1565. De ninguno de ellos queda vestigio alguno.
No obstante, se debe hacer hincapié, que a pesar de la condición
medieval de la medicina colonial de las provincias se fundaron otros
hospitales, a saber: el Hospital Santa Ana en 1607 en Maracaibo, el de
La Guaira (San Juan de Dios) en 1714, el San Lázaro de Caracas en
1752, el de San Antonio de Padua, Valencia 1775, el de San Felipe en
1776, Guanare en 1778, Puerto Cabello 1779, el de Cumaná en 1789,
Barinas 1793. Al cerrar el siglo XVIII apenas se habían fundado 25
hospitales. Hospitales que fueron regentados por mayordomos y la
mayoría de las veces a cargo de médicos y cirujanos romancistas.
En 1602, el Cabildo de Caracas aprueba la construcción de un
hospital que tendrá como nombre San Pablo (10) por estar al lado de
la Iglesia de San Pablo, Se encontraba en la zona Sur de la ciudad,
cercano a la quebrada de Caroata. Por el este limitaba con el templo de
San Pablo y al oeste con el hospicio y hospital de Caridad de mujeres,
al norte con la plaza San Pablo y al sur con varias casas de vecinos.
En él se albergaban como lo usual en esa época los enfermos pobres.
En sus espacios llegó a contar con varias salas, entre ellas la sala de
enfermos comunes o también llamados paisanos, la sala de unciones,
el cuarto de éticos, y una sala destinada para los enfermos de viruelas,
también denominada sala de San Joseph. La sala principal, estaba
ubicada al frente del edicio con vista a la plaza de San Pablo, medía
41 varas de largo por 7 de ancho, siendo empleada para albergar hasta
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44 camas en ella. El Hospital San Pablo era exclusivo para hombres,
y adquiere carácter cívico militar para el siglo XVIII, encontrándose
indistintamente enfermos civiles y militares, construyéndose en
1751 una sala especial para los últimos. Bajo la administración del
mayordomo Gonzalo Quintana Barreto (1759-1777) el hospital aumentó
progresivamente su capacidad para albergar enfermos, ya en 1770 el
número de camas era de 50, llegando a un número aún mayor con la
presencia de enfermos militares.
En 1691 se funda el Hospital Nuestra Señora de la Caridad,
adjunto al Hospital San Pablo, para el albergue de mujeres, cumpliendo
la doble función de hospicio y atención de enfermas, siendo el primero
con estas funciones. Sus funciones duraron hasta 1891 cuando las
enfermas fueron trasladadas al recién inaugurado Hospital Vargas.
Para los años de 1750 (su exactitud no está bien denida) se decreta
la fundación del Hospital Real de San Lázaro (11), como su nombre
lo indica para albergar enfermos leprosos. Estuvo situado al principio
cerca de la Plaza de La Candelaria (esquinas de San Lázaro a Puente
Victoria). Este Hospital luego fue trasladado al noreste de la ciudad
(Sarria). Fue el primer hospital con ordenanzas propias, elaboradas
en 1760. Históricamente sería ese uno de los primeros proyectos de
reglamento hospitalario en Venezuela.
La mayoría de los hospitales estaban ubicados a la vera o junto
a las iglesias; se puede armar que el origen de estos nosocomios fue
netamente político-religioso y por lo tanto ajeno a todo interés cientí co
o docente. Estuvo dominado por el sentimiento de la caridad cristiana,
por el más puro humanitarismo. Privó en ellos más la tendencia al
consuelo o la lantropía católica más que lo curativo. Solo en uno
de ellos más adelante (Hospital San Pablo de Caracas) se instala la
enseñanza universitaria de la Medicina. La atención era gratuita. Se
descartaban esclavos (sus dueños debían de encargarse de ellos) y
habían en algunos salas por un lado para blancos e indios y de otro
lado para pardos y morenos libres.
Está certicado que don Gonzalo Quintana Barreto (12) se nos
aparece como el primer Inspector General de Hospitales en Venezuela.
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Fue en 1768 cuando se facultó al Mayordomo del Hospital San Pablo
para la realización de una encuesta de tipo nacional, con autorización
subsiguiente de formular las medidas pertinentes en cuanto al progreso
material, y uniformidad administrativa de los mismos.
Los estudios de nivel superior comienzan con “el magní co,
Real y Seminario de Santa Rosa de Santa María de Lima de Santiago
de León de Caracas”, inaugurado a nes del siglo XVII (1696), tal fue
la semilla que luego se transformó en la Real y Ponti cia Universidad
de Caracas, actividades que comenzaron en 1725.
La creación de los estudios médicos en Venezuela se le deben
al mallorquín doctor Lorenzo Campins y Ballester (13) (1763),
comenzando la cátedra con apenas 4 alumnos; fracasaron los primeros
cursos y solo hasta después de doce años, pudo ver el fruto de sus
desvelos con el grado de dos de sus discípulos, Francisco José Molina
en 1775 y Rafael Córdoba Verde en 1782. Siendo el sustituto de
Campins, Molina cuando este enferma en 1783, en la enseñanza de
la medicina, siendo este el primer doctorado en Ciencias Médicas de
nuestra Universidad y el primer venezolano que tuvo el honor de ser
a la vez catedrático de Prima Medica y Protomédico.
Este falleció al poco tiempo y fue sustituido por el caraqueño
Felipe Tamariz quien regento la cátedra por 27 años, luego lo sucedió
José Joaquín Hernández siendo sustituido por quizás el más eminente
médico venezolano el Doctor José María Vargas.
En el período comprendido entre 1800 y 1810, marca el lapso
comprendido entre el nal de la Colonia y la Independencia, se crea la
Medicatura de Ciudad (14), organismo destinado a cubrir la asistencia
médica pública (1802); su primer médico fue el doctor José Domingo
Díaz, quien ya era médico de distintos nosocomios como el San Lázaro
y el San Pablo.
Sus asignaciones comprendían: 1º la asistencia gratuita a los
pobres de solemnidad, a los enfermos de la Casa de Misericordia. 2º
autorización para entrar a las casas donde se sospechare enfermos
contagiosos. 3º actividades de lucha epidemiológica. 4º informes
periódicos trimestrales relativos al estado de salubridad local y 5to
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ejecución de lo que ordenara el Gobierno por o cio.
En este período, llegó a Venezuela la expedición de Balmis (15)
(1804) que marcó un hito en la introducción de la Vacuna en Venezuela.
Creación de la Junta Central de la Vacuna, cuya labor no solo fue simple
continuadora de la empresa de Balmis, sino que logró superarse y
realizar una estupenda labor, tanto más admirable si se toma en cuenta
el tiempo en el cual actuó y los escasos recursos con que contaba.
Durante la Guerra de Independencia numerosos hospitales
existentes, tanto en Caracas como en el interior de la Republica,
sirvieron de centros para atención de heridos y enfermos provenientes
de los campos de batalla. Numerosos médicos encontramos durante
la guerra, a saber: José Ángel de Álamo, Francisco Ysnardi, Manuel
Palacio Fajardo, José Luis Cabrera, Vicente Salías, José Rafael Villarreal,
Carlos Arvelo y muchos otros más.
Enfermedades como paludismo, ebre amarilla, la disentería y las
avitaminosis diezmaban a los ejércitos. Existía un régimen de sanidad
militar como consta en reportes de nuestros generales. Es de hacer
notar que el Libertador previo a la Batalla de Carabobo introdujo el uso
(proláctico) de aguardiente quinado, para prevenir el paludismo (16).
Algo más de 100 médicos entre los venezolanos, españoles,
ingleses, franceses, alemán y algunos neogranadinos; practicantes,
participaron en la Guerra de Independencia (17).
En junio de 1827 el Libertador Simón Bolívar, en su condición
de Presidente de la Gran Colombia emite el decreto de creación de
la Facultad de Medicina de la Universidad de Caracas. Además de
otorgarle carácter de tribunal para los asuntos profesionales y de cuerpo
director de los estudios médicos universitarios, el citado decreto le
conere a la Facultad de Medicina atribuciones especí cas relativas a
la “salubridad pública”.
Al analizar el periodo comprendido entre 1830 y 1890, encontramos
un desarrollo extremadamente lento en cuanto a nuevos hospitales. Al
principio eran alrededor de 20 los nosocomios, casi todos en Caracas
y Maracaibo y algunas ciudades como La Guaira, Valencia, Puerto
Cabello, San Carlos, San Felipe, El Tocuyo, Barquisimeto, Carora,
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Ospino, Trujillo, Guanare, Coro, San Sebastián y Cumaná.
En Caracas La Casa de Benecencia, Hospital San Pablo, Caridad
de Mujeres, el Hospital Militar, Hospital Obra Pía Requena, y la Clínica
de Niños Pobres (única para atención de niños). En cuanto a Maracaibo,
el Hospital Santa Ana, la Casa de Benecencia, Hospital Chiquinquirá,
el Psiquiátrico y el Leprocomio. Luego aparecen en Ciudad Bolívar,
Calabozo, Carúpano y Villa de Cura.
Laureano Villanueva (sic) arma en forma pesimista y en cierta
manera trágica, siendo de manera algo exagerada: “Hasta 1888 los
hospitales de Caracas eran casas inmundas, en donde se hacinaban los
infelices que no tenían donde morir. Eran lugares de depósitos para
proveer los cementerios, pues, todos estaban mal servidos en la parte
facultativa, sin administración, higiene, sin recursos de ninguna especie,
sucios, hediondos y con edicios en ruinas” (18).
Por iniciativa privada se comenzó a construir el Hospital Linares
(actual Cruz Roja venezolana) para la atención de niños entrando en
funcionamiento en 1893.
El renacimiento de la medicina en Venezuela está marcado con la
creación del Hospital Vargas de Caracas. Correspondió al Presidente
JP Rojas Paúl retomar el desarrollo de la salubridad pública. Esto no
fue un hecho aislado, sino parte de un esfuerzo de desarrollo integral
de la capacidad pública para la atención de la salud, coherente con los
desarrollos cientícos y técnicos traídos de Europa, superando todas
las viejas concepciones de la asistencia de enfermos, por una pléyade
de jóvenes enviados por el Gobierno y formados allí, entre ellos Luis
Razetti, José Gregorio Hernández, Pablo Acosta Ortiz, Elías Rodríguez,
Elías Toro, Santos Aníbal Dominici, Emilio Conde Flores entre otros,
quienes transformaron la enseñanza de la medicina, la atención médica
y reintrodujeron la salubridad pública como responsabilidad del estado.
Nombrado por la Presidencia de la Republica como Inspector
de Hospitales fue el Dr. Laureano Villanueva quien realizó extensos
trabajos de reforma de los Hospitales de Caridad de mujeres y de hombres
y así mismo el de Lazaros, el Militar y el Manicomio, redactando un
Reglamento para cada uno de ellos. Se les proveyó de material nuevo
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y en algunos se instalaron las Hermanas de la Caridad. Se crea la
Gaceta de los Hospitales, donde se reejaban estadísticas, resoluciones,
reglamentos etc., pero este órgano duro muy poco tiempo.
Castro creó en 1899 la Dirección de Higiene y Estadística
Demográca, la cual estableció: “El aseo urbano como servicio público,
la inspección constante de alimentos, carne y leche y la vigilancia a
mercados y mataderos, envíos de muestras de alimentos al Laboratorio
de Bacteriología del Hospital Vargas y publicación en la Gaceta Médica
de Caracas de los datos mensuales referentes a la morbilidad en la
ciudad de Caracas” (19).
Lamentablemente este orecimiento de la medicina, quedó algo
estancada a comienzos del siglo XX, durante el periodo presidencial
del General Gómez. La iniciativa privada y la preocupación social en
cuanto a hospitales y clínicas privadas (Policlínicas Caracas, Córdoba
y Razetti) continuó por así decirlo, vigente. El número de camas para
cubrir las necesidades del país era insuciente. Se crearon las Juntas
o Sociedades Benécas para la construcción de nuevos hospitales; en
Ciudad Bolívar un hospital modelo con escuela de enfermería, bajo
la tutela de una junta Administrativa, a cargo del Dr. Félix R. Páez.
Nómina de Hospitales construidos en los primero 35 años del
siglo XX (20) (sic):
Hospital “San Antonio” de Altagracia de Orituco 1910
Hospital “Pedro Justo” de Rubio, 1904
Hospital “San Antonio” de El Tocuyo, 1906
Hospital Psiquiátrico de Maracaibo, 1907
Leprocomio de Cabo Blanco, Maiquetía, 1906
Hospital “San Antonio” de Carora, 1902
Hospital “Jesús Crucicado” de Upata, 1917
Hospital “Acosta Ortiz” San Fernando de Apure, 1918
Hospital “Antonio María Pineda” Barquisimeto, 1918
Hospital “Egidio Montesinos” El Tocuyo, 1919
Hospital y Clínica de Niños Pobres, Maracaibo, 1919
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Hospital “Santa Rosa” Tumeremo, 1920
Hospital “Nuestra Señora de la Paz” Valera, 1922
Hospital “San Antonio” Táriba, 1925
Hospital “Vargas” San Cristóbal, 1927
Hospital “Caribbean” Mene Grande, 1928
Hospital de la Cruz Roja Cumaná, 1929
Hospital “Caribbean” de Maracaibo, 1930
Instituto Pro infancia de Maracaibo, 1932
Hospital “Simón Bolívar” Rio Caribe, 1932
Hospital de Niños de Barquisimeto, 1934
Hospital de Tucupita, 1934
Hospital “Los Andes” Mérida, 1935.
La creación en el recién inaugurado Ministerio de Sanidad y
Asistencia Social en 1936, de una dependencia especial encargada de
la política hospitalaria, con el nombre de División de Hospitales (más
tarde, Instituto de Hospitales) donde se impuso el criterio de una moderna
tecnicación de proyectos y la cónsona administración de los hospitales.
Con la construcción de nuevos nosocomios, conforme se evidencia, en
Caracas con el Sanatorio Antituberculoso Simón Bolívar, el Hospital
Universitario, la Maternidad Concepción Palacios y el Hospital de Niños;
en el interior de la República, el Hospital Miguel Oraá de Guanare,
el Hospital Quirúrgico, la Maternidad de Maracaibo y los Hospitales
Centrales de las principales capitales de la República. En 1935 el
número de hospitales era algo más de 50 en todo el territorio nacional.
Para 1962 existía toda una red formada por 315 centros hospitalarios
con 27 500 camas. Especicando: 65 dependientes del MSAS con
15 500 camas; 75 estadales con 3 334 camas y 278 administrados por
diferentes entidades con 8 602 camas (20).
El largo período de predominio de la salud pública como derecho
y responsabilidad estatal, iniciado en 1936, cerrando en los años 60,
se tradujo en el desarrollo de una eciente red de servicios de salud,
control de enfermedades rurales, ampliación de cobertura sobre todo
rural, formación de talentos tanto clínico como en salud pública, el
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desarrollo de una comunidad cientíca en salud. Se aplicaron ideas
innovadoras, con metas sociales desaantes. Obviamente la labor
de los médicos sanitaristas al integrar un brillante equipo, liderados
por Tejera, Gabaldón, Oropeza, Baldo, Fernández, Curiel entre otros,
contribuyo a hacer habitable una enorme porción del país, al eliminar en
esas áreas la malaria, enfermedad de Chagas, bilharzia, ebre amarilla,
disminuir la tuberculosis, controlar las enfermedades infecciosas;
establecer la red hospitalaria en el país y creando una distribución
adecuada de agua potable y servida, campañas de vacunación infantil
masiva, contribuyeron a que esto se lograra.
Aoun (21), expresa: en Venezuela se realizó el V Censo general
de la población en el año 1926, siendo la misma de algo más de tres
millones de habitantes, con una expectativa de vida de 34 años y en el
periodo transcurrido hasta los momentos la población ha crecido más
de nueve veces y la expectativa de vida ha llegado a más de 74,39 años
para 2015 (22).
Otro factor a tomar en cuenta fue la Tasa de Natalidad,
convencionalmente establecida como el número de nacimientos sobre
mil habitantes en un año determinado, la Tasa de Natalidad es más
bien baja en las sociedades de mayor desarrollo. Para la época era en
alrededor de los 35 por 1 000 habitantes.
La Tasa de Mortalidad General era 16.3/1 000 nacidos vivos y
la Tasa de Mortalidad Proporcional (por grupos etarios) que divididos
en cuatro grupos así:
Grupo 1: Menos del 25 % ocurre en mayores de 50 años
Grupo 2: Entre 25 y 49 % ocurre en mayores de 50 años
Grupo 3: Entre 50 y 75 % ocurre en mayores de 50 años
Grupo 4: Más de 75 % ocurre en mayores de 50 años
Los valores de esta Tasa para Venezuela fueron más bien pobres
en el lapso que estamos considerando. Así, por ejemplo, entre 1938 y
1944 fueron inferiores a 25 %, lo cual la mantuvo en el Grupo 1, esto es
el nivel más bajo. Entre 1945 y 1950 superó el 25 %, quedando ubicada
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en el Grupo 2. En todo caso, hubo escasa longevidad y predominio de
defunciones a edades tempranas, lo cual es perfectamente coherente
con lo estimado a través de la Expectativa de Vida al Nacer (23) (sic).
La Tasa de Mortalidad Materna por 100 000 nacidos vivos era
de 325,4. La Tasa de Mortalidad infantil (muertes en menores de un
año sobre mil nacidos vivos en un año especi co) era de 129,0; siendo
la Neonatal 44,8 y Pos Natal 76.
En 1936 se creó la División de Medicatura Rural del MSAS, al
principio estaba considerado un médico por cada una de ellas, pero
después cambió agregándose más Medicaturas y más médicos por cada
una de ellas. En 1938 eran 73 de ellas y en 1954, 394 con 422 médicos.
En los años 50 del siglo XX el sistema de salud se somete a
grandes retos, producto de las campañas sanitarias exitosas, transición
social, económica y demográca; crecimiento explosivo de la población
debido a la reducción de la mortalidad general, aumento de la tasa de
natalidad, esperanza de vida que aumenta determino una transición
epidemiológica compleja. Predominaban entonces las enfermedades
transmisibles que fueron sustituidas por las no transmisibles por lo
cual Gabaldón (24) insistió en que se debían de estudiar los factores de
riesgo, sus determinantes y facilitadores de su aparición sin abandonar
los programas de control y atención de las enfermedades transmisibles
y entre ellas las metaxénicas. También otros problemas como los
homicidios, suicidios y muertes accidentales.
En los años 60 se vivió una difícil situación económica; el Gobierno
tuvo que reducir el gasto público y al MSAS le tocó reducir el suyo en
13,14%, sin embargo al nal del quinquenio se aumentaron las camas
en nuevas instalaciones para 3 229 camas, estaban en construcción 15
hospitales generales y en proyecto 10 más con 1 535 camas elevándose
a un total de 13 711.
Para ese momento Venezuela estaba situada entre los primeros
países de América Latina como de los más avanzados en calidad y
cobertura de servicios médicos, atendidos por los mejores egresados
de los postgrados iniciados por JI Baldó.
Estrecheces económicas en desmedro de la salud del venezolano,
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con un gasto derivado para el pago de personal, malas administraciones de
los recursos llevaron a la construcción de establecimientos hospitalarios
con insuciente planicación o justicación.
Continuaron las estrecheces económicas en los años 80 y 90. La
población creció en forma desmesurada, no acorde con la construcción
de nuevos nosocomios, superando así la oferta. Faltó actualización,
reposición de equipos, modernización de lo existente. Se desarrollaron
planes Directores de Arquitectura Hospitalaria y de refacción de los
mismos, que no fueron tomados en cuenta en los años siguientes.
Otros numerosos factores han aparecido: el traslado de la
población rural hacia las capitales de estado que crea un gran
hacinamiento de personas pobres en los llamados círculos marginales
(cordones de miseria), cuna de desajustes sociales severos de graves
consecuencias; medidas como eliminación de Divisiones de control de
la Malaria y Saneamiento Ambiental, y otras, conllevó a la aparición
de enfermedades que se encontraban ya controladas como malari a,
difteria, disenterías. Aparición de otras nuevas como el VIH (1980),
Chicungunya, Zika, etc.
Los datos recopilados en 2007 indicaban un aproximado de 300
hospitales públicos y 457 hospitales privados, lucrativos y no lucrativos.
La mayoría de los hospitales públicos pertenecen al MPPS, 214. El IVSS
disponía de 33 hospitales. Las Gobernaciones, Alcaldías, Ministerio de
la Defensa, PDVSA y otros entes públicos disponían de 53 hospitales.
El número de camas arquitectónicas de los hospitales para ese año fue
de 40 675. La Asociación Venezolana de Clínicas y Hospitales estimó
en mayo de 2011, que el número de camas hospitalarias del sector
privado era cercano a las 2 300. De estos, 90 % son hospitales con
nes de lucro y 10% sin nes de lucro y 92,2 % tienen una capacidad
(sic)
menor de 60 camas (25) .
La distribución de los Hospitales del MPPS (2007) era como
sigue (25):
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La evolución histórica de la cobertura de los Hospitales públicos
en los últimos años se ha modicado en forma notoria. Según la
OMS, la tasa de 30 camas por 10 000 habitantes era el promedio para
América Latina (1964). En países en desarrollo era superior a los
&
40/10 000 hab. En Venezuela esa tasa después de los años 60 ha venido
descendiendo en forma dramática de tal manera que en 1996 era de
&
15/10 000 hab y para 2011 era de 10,85/10 000 hab, respectivamente.
En el mismo estudio de 2011 (26) observamos un descenso notable
del número de días de hospitalización, admisiones, intervenciones
quirúrgicas y consultas externas.
Es interesante notar que en 1980 la población nacional era de
14 703 00 hab con una tasa (camas) de 27/10 000 hab. Mientras que
en 2011 con una población estimada en 29 277 736, la tasa se redujo
a 10,85/10 000 hab, con una población duplicada se redujo 2,6 veces.
Haciendo un cálculo de disponibilidad real de camas hospitalarias
del sector público para 2011 faltarían 16 camas/ 10 000 hab (46 831)
para que la situación se hubiere acercado a la estimación promedio.
De las 28 546 censadas en el año 2000 para el año 2010 eran 17 606
funcionales (27). Según el informe unas camas no eran utilizables por
falta de presupuesto y otras eran destinadas a otro n.
Para el año 2011 las camas hospitalarias del sector público
estaban distribuidas de la siguiente manera: MPPS 19.026 (hospitales
adscritos), 6 312 en el IVSS, 2 700 al Instituto Nacional de Servicios
Red de hospitales de MPPS
Tipo Número Porcentaje Nº camas
I 118 55 20-60
II 44 20 60-120
III 31 14 250-300
IV 21 10 > 300
Decreto nº 1798 del 20-1-1983
85 hospitales públicos tipo III y IV (MPPS, IVSS, FA, Gobernaciones, Alcaldías)
La salud pública en Venezuela, su evolución histórica, estado actual y propuestas
Briceño-Iragorry L, González Reyes MJ 375
Sociales (INAGER); 1 844 al Ministerio de la defensa, 312 de PDVSA
y unas 3 000 pertenecían al CDI. Unas 6 965 camas menos que en el
año 2000. Un décit de 37,6 % de camas de UCI, fundamental para la
atención especializada y no se diga de la de ciencia de UCI pediátrico.
El número de intervenciones quirúrgicas (271.571), en 2011,
disminuyeron 6 % con respecto al año 2010, cuando se realizaron
289 810. Si se comparan con 2005 (344 075) el declive fue de 21 %.
Las consultas externas bajaron de 7 467 915 cifra de 6 años atrás, a
&
5 153 796 el año pasado, para situarse en 5 008 920 en 2011, lo que
signica un descenso total de 32 %. En las admisiones hospitalarias
851 498 ingresos, hubo un descenso de 11% en relación con 2005
(956 772) y de 10 % al cotejar con 2010 (947 512). En los hospitales
se recibieron 3 % menos emergencias (6 840 277) este año que el
pasado (7 052 934), y 11 % menos que hace seis años (7 761 200). La
cantidad de estudios radiológicos y de laboratorio también mostraron
un descenso. Los Rayos X pasaron de 2.690.346 estudios en 2005,
Movimientos e indicadores hospitalarios MPPS 2005-2001.
Fuente Oletta J.F (26)
6000000
5000000
4000000
3000000
2000000
1000000
0
año año año año año año añ o
2 0 0 5 2 0 0 6 2 0 0 7 2 0 0 8 2 0 0 9 2 0 1 0 2 0 11
año año año año año año añ o
2005 2006 20 07 20 08 200 9 2010 20 11
año año año año año año año
2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011
año año año año año año año
2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011
1200000
1000000
800000
600000
400000
200000
0
400000
350000
300000
250000
200000
150000
100000
50000
0
8000000
7000000
6000000
5000000
4000000
3000000
2000000
1000000
0
Dìas hospt
Interv Quir
Admisiones
Consultas Ex
A d mi s i o n e s : < 1 1 , 1 6 % Días de hosp itali zaci ón:<2 7,16%
In te rvencione s qui rú rgi cas:<21 ,0 7%
Con sul ta s e xtern as:<32 ,92 %
Colección Razetti. Volumen XX .
376 Díaz Bruzual A, López Loyo E.
a 2 325 296 en 2010, para nalmente contabilizar 2 223 744, por lo
que disminuyeron 17 % en seis años. Mientras que las muestras de
laboratorio procesadas bajaron 6 % de 2010 a 2011.
Prom. Día. Camas ocupada s
<10,12%
Intervalo de sustitució n
>50%
Prome dio de estan ci a
<20 %
% Ocupación
<16,90%
año 2010 año 201 1
año 2010 año 2011
año 2010 año 2011
año 2010 año 2011
80
60
40
20
0
PDCO
%
O
PE
IS
13000
12500
12000
1
1500
1
1000
10500
6
4
2
0
4
3
2
1
0
Indicadores hospitalarios de utilización MPPS 2010-2011
51
50
49
48
47
46
45
44
año 2010 año 2011

Índice de rendimiento
< 8,66%
IR
Indicadores hospitalarios de utilización MPPS 2010-2011
La salud pública en Venezuela, su evolución histórica, estado actual y propuestas
Briceño-Iragorry L, González Reyes MJ 377
En el trabajo presentado por Oletta (26), referido anteriormente,
llegó a varias conclusiones de los problemas más importantes
identicados (sic):
• Décit y deterioro de infraestructura y servicios básicos
• Insuciente capacidad arquitectónica
• Carencia de recursos físicos, humanos y tecnológicos
• Gestión institucional no profesionalizada
• In su fi ci e n ci a pre su pu e sta ri a . Ca ren ci a d e p re su p u e sto s
programados
• Desorden administrativo y control de gasto
• Perdida de la calidad y dignidad de los actos profesionales
• Deciencia en los mecanismos de información y vigilancia
epidemiológica hospitalaria
• Falta de planicación para atender el crecimiento poblacional
• Falta de construcción de hospitales generales
• Re-centralización de las competencias de dirección, gestión,
administración y de recursos humanos.
2017 abre el escenario político en Venezuela con una crisis
PD PAC. A. CONS. EXT
< 0,14 %
PD PAC. A. EMERG.
< 19,51 %
Mortalidad/Altas
> 6,69 %
Mort. Materna/Altas
> 25 %
año 2010 año 2011
17300
17295
17290
17285
17280
17275
17270
17265
17260
17255
25000
20000
15000
10000
5000
0
2,9
2,85
2,8
2,75
2,7
2,65
2,6
0,06
0,05
0,04
0,03
0,02
0,01
0
PD
PA
CE
PD
PA
E
MORT. MAT/
AL
MORT/
AL
año 2010 año 2011
año 2010 año 2011 año 2010 año 2011
Colección Razetti. Volumen XX .
378 Díaz Bruzual A, López Loyo E.
económica profunda con responsabilidades compartidas, pero no
reconocidas por las partes involucradas en un mundo profundamente
revuelto, convulsionado e inmerso en un sinfín de problemas,
circunstancias y procesos geopolíticos por el control del poder, algo
que no es novedad, pero que se agudiza con el transcurrir del tiempo.
El desabastecimiento, la inación, la inseguridad, el alto costo de
la vida son los principales problemas que viven y padecen diariamente
los venezolanos y las venezolanas.
Con una inversión en salud por debajo del 4 % del PIB, tanto en
sector público como privado, muy por debajo del promedio de América
Latina (7,9 %) y mundial (por encima del 10 %), tomando en cuenta que
la oferta de servicios en medicina se sostiene sobre cuatro elementos:
la infraestructura, el recurso humano, la tecnología y la logística de
suministro. Cada uno de esos aspectos está, posiblemente, en el peor
momento histórico de los últimos cincuenta años. Empezando por la
infraestructura, porque el último hospital general que se construyó en
Caracas fue El Llanito, que lo hizo el Presidente Lusinchi en 1987.
Estamos con una capacidad instalada que es, técnicamente, la mitad
de la que tenía Venezuela en 1964”.
En la Encuesta de Hospitales de 2017 (28), se demuestra lo
siguiente: Entre los indicadores más graves que demuestran la crisis
del sector salud en el país están el 51 % de quirófanos inoperativos en
la red hospitalaria, así como la carencia de camas para hospitalización.
De un total de 16 238 camas, el 39 % está fuera de servicio. La cifra
es muy inferior a las 50 mil camas que según la Organización Mundial
de la Salud debería tener el Sistema público de Salud. Número de
intervenciones quirúrgicas por debajo de 25 000 para 2015.
El segundo parámetro más grave que arroja la encuesta es la de
los servicios de alimentación y nutrición hospitalaria. “El hambre y la
escasez llegaron también al hospital. Solo el 15 % de los servicios de
nutrición hospitalaria en Venezuela son adecuados. El resto o recibe
poca comida o recibe cualquier alimento, sin guardar relación con su
padecimiento. En muchos casos son los propios familiares los que
deben suministrar la comida a los pacientes. No hay comida en la
La salud pública en Venezuela, su evolución histórica, estado actual y propuestas
Briceño-Iragorry L, González Reyes MJ 379
calle, tampoco en los hospitales”.
“Estudios sociales hablan del incremento de las cifras de
desnutrición en el país. Esa realidad también afecta a las mujeres
embarazadas y niños nacen con bajo peso o requiriendo alimentación
especial. En los hospitales venezolano, el 64 % de los servicios
pediátricos de los hospitales públicos no tiene fórmulas alimenticias
para recién nacidos o prematuros que requieran ser alimentados”.
Nú me r o
año año año año año año año año año
año año
2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011 2012 2013
2014 2015
400000
350000
300000
250000
200000
150000
100000
5000
0
Interv Quir 344075 372205 374753 332183 283132 289810 271571 273344 264856
340629 253245
Intervenciones quirúrgicas Hospitales del MPPS, Venezuela 2005-2015
Operativo
Operativo
con falla
Operativo
con falla
No
operativo
Operativo 14,52 %
64 %
2016 2017
80
60
40
20
0
14,52 %
70,97 %
13 %
21 %
No
operativo
Encuesta Nacional de Hospitales 2017. Condición Servicio Nutrición
hospitalaria. Hospitales públicos 2017
Colección Razetti. Volumen XX .
380 Díaz Bruzual A, López Loyo E.
Que 76 % de los centros asistenciales presentan fallas en
cateterismos, 75 % en dotación de material médico-quirúrgico y
78 % tiene escasez de medicamentos. En cuanto a los servicios de
imaginología las cifras también determinan que en comparación con
el año pasado, hay muchos equipos fuera de servicio, por falta de
mantenimiento o de reposición de alguna pieza. Así en los hospitales
se alcanza el 89.% de fallas en servicios de Rayos X, 71 % de fallas
en servicios de ecografías, 97 % de fallas en servicios de laboratorios
y 94 % de fallas en tomografías.
37,5%
19
%
26
%
95%
23
%
47
%
89
%
92
%
22
%
89%
71%
97%
94%
80%
47
% Fallas sev o
Inoperativos
29,3%
100
75
50
25
0
Rx Eco TAC Lab
2014 2015 2016 2017
Lorem ipsum
Encuesta Nacional de Hospitales 2017. Comparación Servicios inoperativos/
intermitentes. Hospitales Públicos.
76%
78% 75%
55%
67%
76%
55%
65%
61%
57%
81%
87%
90,0
67,5
45,0
22,5
0
2014 2015 2016 2017
Medicamentos Mat Med Quirúrgic Catéters/Sondas
Encuesta Nacional de Hospitales 2017. Comparación Recursos inexistentes,
Falla-intermitente. Hospitales Públicos.
La salud pública en Venezuela, su evolución histórica, estado actual y propuestas
Briceño-Iragorry L, González Reyes MJ 381
Enfermedades Emergentes y Re-emergentes
Está claro que la situación de la Salud en Venezuela se encuentra
en una situación caótica como lo demuestra lo antes señalado. En un
trabajo presentado en noviembre de 2016 en Madrid, ante la Reunión de
ALANAM (Asociación de Academias de Medicina de Latino América,
España y Portugal) por los Drs. José F. Oletta y Rafael Muci-Mendoza
(en prensa) (29) y después de analizar la situación actual de muestran
lo que expondremos a continuación:
La aparición de enfermedades emergentes y reemergentes se
asocia con factores de diversa índole. Si bien el origen y la evolución
de los agentes etiológicos han sido sucientemente documentados, la
aparición de estas enfermedades depende de una compleja interacción
de distintos factores, tanto biológicos (variabilidad y adaptabilidad
genética de los microorganismos causantes), como sociales (el auge del
comercio internacional y de los movimientos poblacionales por razones
turísticas o migratorias, el hacinamiento, la inadecuada manipulación de
los alimentos y el analfabetismo, entre otros) y económicos (la ausencia
de servicios básicos de saneamiento ambiental, la desnutrición, la falta
De un total de
16.238
41,5%
51%
28%
39%
69% 63%
38%
44% 39%
34,8%
21,9%
32%
70,0
52.5
35,0
17.5
0
2014 2015 2016 2017
Agua Interm* Pabellones Camas Total Hosp Camas de servicios
Encuesta Nacional de Hospitales 2017. Comparación Camas inoperativas.
Hospitales Públicos.
Colección Razetti. Volumen XX .
382 Díaz Bruzual A, López Loyo E.
de agua y de sistemas de alcantarillado).
En la Región de las Américas, la tendencia al aumento de las
enfermedades infecciosas emergentes y reemergentes, se acentuó a
partir de los años 90 del siglo pasado. Para entonces, la magnitud del
problema se ilustraba por la aparición de nuevos agentes infecciosos,
causantes de enfermedades de marcada severidad. Entre ellos, virus como
los retrovirus, arenavirus, hantavirus; simultáneamente reaparecieron
otros agentes patógenos, causantes del cólera, plaga, dengue, ebre
amarilla y otras condiciones que tuvieron una mayor repercusión
sobre la salud de la población, por su incidencia y por el número de
muertes ocasionadas Algunas de estas enfermedades, como el SARS,
presentaron una distribución geográca focal, mientras que otras, como
Chikungunya y Zika, se dispersaron ampliamente y se han convertido
en un problema de salud mundial.
Estas enfermedades son una carga significativa sobre la
economía de los países y la salud pública. Su aparición, se piensa que
es provocada principalmente por factores ecológicos, ambientales y
socio-económicos. Los patrones de distribución global, temporales
y espaciales han sido estudiados más recientemente, y obedecen a
patrones globales no aleatorios. La mayoría de los eventos (60,3 %)
son zoonóticos y de ellos el 71,8 % se originan en focos selváticos.
También se demostró que van en aumento. Estos estudios permiten
identicar ¨focos calientes¨ en donde es más probable que se originen
brotes zoonóticos y de enfermedades transmitidas por vectores. Coincide
la ubicación de estos brotes con los territorios en donde existe menor
vigilancia y capacidad de reporte e investigación. Por tanto, hay una
mala distribución global de los recursos para controlar la aparición de
estas amenazas para la salud.
Varios son los determinantes que aumenten las enfermedades
emergentes y re emergentes en las Américas y en particular en
Venezuela; por la reducción de la inversión en la vigilancia y control de
enfermedades infecciosas, cuyos recursos son dirigidos a la atención de
otros problemas exigentes, en medio de recortes nancieros, por crisis
económicas o por subestimación del problema de salud. A lo cual se
La salud pública en Venezuela, su evolución histórica, estado actual y propuestas
Briceño-Iragorry L, González Reyes MJ 383
agregaron gruesos errores de política como la eliminación en el año
2000 del Proyecto de Control de Enfermedades Endémicas, rmado
entre Venezuela y el Banco Mundial (BM), para fortalecer la lucha
contra 13 enfermedades endémicas (entre ellas: dengue, paludismo,
ebre amarilla, cólera y parasitosis intestinales)y la eliminación
de la Dirección General Sectorial de Malariología y Saneamiento
Ambiental del MPPS, en el año 1999, que era el principal ejecutor de
los exitosos programas de lucha contra estas enfermedades, debilitaron
apreciablemente la capacidad de respuesta de Venezuela.
En 1995, la Organización Panamericana de la Salud, para
combatir la amenaza real y seria de estas enfermedades, preparó un
plan regional para mejorar su vigilancia y aumentar la capacidad de
los países para responder efectivamente, mediante el fortalecimiento
de la capacidad de investigación de los laboratorios, el entrenamiento
del personal técnico y para implementar medidas de prevención y
estrategias de control. La implementación exitosa del plan suponía el
compromiso de las autoridades de salud Pública y la colaboración y
cooperación de muchas instituciones y expertos en toda la región. El
elemento básico de cualquier estrategia de lucha contra las enfermedades
emergentes y reemergentes y las epidemias que estas pueden causar, es
el establecimiento de un sistema de vigilancia orientado a identi car
la presencia de esas enfermedades a tiempo, para tomar las medidas
de control adecuadas.
Las nuevas amenazas aparecidas en el siglo XXI, primero la
pandemia de inuenza A (H1N1), en 2009; la introducción en el
Continente Americano de la ebre chikungunya a nales de 2013 y más
recientemente el virus Zika; así como la epidemia de cólera en Haití
en 2010 y sus riesgos de expansión al Continente; también el riesgo
potencial de casos importados de Ébola en 2014, fueron advertidos
oportunamente por la OPS-OMS; porque se han impuesto nuevos retos
de salud pública de importancia mundial y un conjunto de propuestas
y decisiones de cooperación internacional para vigilar y controlar estas
enfermedades.
Las enfermedades emergentes y reemergentes constituyen, en
Colección Razetti. Volumen XX .
384 Díaz Bruzual A, López Loyo E.
este momento, uno de los retos más importantes de la salud pública en
Venezuela, es por ello, que debe fortalecerse el sistema de vigilancia
por entidades nosológicas, identicando los casos cuando los pacientes
acuden a los centros asistenciales de salud (ambulatorios urbanos-rurales
y hospitales de distinto nivel de complejidad) y la Red de Laboratorios
de Salud Pública del MPPS. Los casos deben registrarse en formatos
diseñados para la noticación semanal SIS, EPI-12 y en resúmenes
mensuales.
La red de vigilancia debe ser una organización constituida por
un conjunto de instituciones que deben funcionar articuladamente,
con el propósito de establecer los vínculos y relaciones, para facilitar
el intercambio, la coordinación y cooperación necesarios en función
del conocimiento sobre la salud de la población. Un rol fundamental
para certicar el diagnóstico lo cumplen los laboratorios participantes
de la red. Un ejemplo lo constituye la denición del área geográ ca
de distribución de los serotipos de dengue, de ebre hemorrágica
venezolana, del área epizoótica de ebre amarilla, de encefalitis
equina venezolana y otras enfermedades emergentes. En este sentido,
disponer de información able, puntual y oportuna resulta primordial
para formular las políticas y estrategias necesarias para garantizar el
progreso, controlar el desarrollo y hacer factibles los Objetivos de
Desarrollo del Milenio, en salud, que no pudieron ser cumplidos por
Venezuela en 2015.
En Venezuela falta mucho aún para controlar las enfermedades
metaxénicas, emergentes y re emergentes; porque continúa en aumento
el número de casos y defunciones por estas enfermedades. Por otra
parte, se han reactivado enfermedades metaxénicas que parecían haber
sido controladas, y constituyen un problema de salud pública, por contar
con sistemas de vigilancia epidemiológica y programas de prevención
y control que muestran fallas y deciencias importantes.
A continuación por enfermedades
Malaria
Es una seria amenaza para el desarrollo del país y su soberanía
geográca, así como un problema de salud de importancia internacional.
La salud pública en Venezuela, su evolución histórica, estado actual y propuestas
Briceño-Iragorry L, González Reyes MJ 385
Chikungunya
El caso de la enfermedad emergente que fue esta a partir de 2014
presentó las siguientes características:
29
Casos de malaria en Venezuela. 1999-2015. Fuente Oletta Alertas y Boletines
Epidemiológicos. MPPS.
160000
140000
120000
100000
80000
60000
40000
20000
0
a 1999 a 2000 a 2001 a 2002 a 2003 a 2004 a 2005 a 2006 a 2007 a 2008 a
2009 a 2010 a 2011 a 2012 a 2013 a 2014 a 2015
31185
21683
29887
22803
35725
29337 32037
136402
41749
46244 45328
45155 45824
36595
51050
76621
89822
Casos notificados
500
450
400
350
300
250
200
150
100
50
0
Tasa x 1 00 .0 0 0 h
26,4
165,1
244,3
445,46
95,4
a 1954
a 1956
a 1958
a 1960
a 1962
a 1964
a 1966
a 1968
a 1970
a 1972
a 1974
a 1976
a 1978
a 1980
a 1982
a 1984
a 1986
a 1988
a 1990
a 199
2
a 1994
a 1996
a 1998
a 2000
a 2002
a 2004
a
2006
a 2008
a 2010
a 2012
a 2014
Casos de síndrome febril agudo CIE (RSO) y canal endémico por semana.
Venezuela, 2012, hasta la semana epidemiológica Nº 17 del 2015.
Colección Razetti. Volumen XX .
386 Díaz Bruzual A, López Loyo E.
El número de casos noticados, acumulados, de Chikungunya
en 2015 fue de 16 293.
Dengue
La re emergencia del dengue y su patrón hiperendémico, en
nuestro país, se ha vinculado con la co circulación de los 4 serotipos
de dengue en forma continua desde hace 17 años. Por otra parte,
factores que también pueden haber incidido en este fenómeno, está
la debilidad institucional del MPPS luego del desmantelamiento, en
1999, de la Dirección General Sectorial de Malariología y Saneamiento
Ambiental, del entonces Ministerio de Salud y Desarrollo Social, sin
una sustitución que en lo inmediato centralizara la información y
estableciera prioridades, para esta y otras enfermedades, entre ellas,
las transmitidas por vectores.
En Venezuela, la incidencia anual de casos de dengue, ha mostrado
un aumento progresivo, desde 1989, con brotes epidémicos, cada vez
más intensos, que siguen un patrón temporal irregular y en ¨escalera
ascendente¨, en la que los brotes epidémicos son seguidos por períodos
con un número de casos mayor que en el período anterior, precedente
al brote.
Los casos de dengue noticados, acumulados, en 2015 fueron
54 152.
Sem
1
Sem 2
Sem
3
Sem
4
Sem 5
Sem6
Sem
7
Sem8
Sem
9
Sem 10
Sem
11
Sem1
2
Sem 13
Sem 14
Sem 15
Sem 16
Sem 17
Sem 18
Sem 19
Sem 20
Sem 21
Sem 22
Sem 23
Sem 24
Sem 25
Sem 26
Sem 27
Sem 28
Sem 29
Sem 30
Sem 31
Sem 32
Sem 33
Sem 34
Sem 35
Sem 36
Sem 37
Sem 38
Sem 39
Sem 40
Sem 41
Sem 42
Sem 43
Sem 44
Sem 45
Sem 46
Sem 47
Sem 48
Sem 49
Sem 50
Sem 21
Sem 52
Sem
1
3250
3000
2750
2500
2250
2000
1750
1500
1250
1000
750
500
250
0
Nº de casos
Casos probables
acumulados,
16 293
54 152
CHIKV
Dengue
Casos noticados de CHICV (A92,0) y dengue (A90,0), Venezuela, 2015.
Fuente: Formularios SIS-EPI 12, 2015 y sem Epi 2016.
La salud pública en Venezuela, su evolución histórica, estado actual y propuestas
Briceño-Iragorry L, González Reyes MJ 387
Zika
En estas circunstancias, se facilitó la introducción y transmisión
del virus Zika en Venezuela, probablemente entre julio y octubre de
2015. Los primeros 4 casos autóctonos conrmados en el estado Bolívar
en la semana N° 46, residían en los municipios Heres y Caroní y no en
municipios fronterizos con Brasil, como ocialmente fue informado a
la OMS por el Centro de Enlace del Reglamento Sanitario Internacional
del MPPS a nales de noviembre: datos divulgados por la OMS el 3
de diciembre de 2015.
Era propicio sospechar de esta enfermedad, en casos de pacientes
con síndrome febril agudo, conjuntivitis no purulenta, mialgias,
artralgias, exantema; con pruebas serológicas negativas para dengue
y chikungunya. (Aunque el virus zika puede dar respuestas cruzadas -
falsos positivos- en las pruebas serológicas, con dengue y chikungunya,
después de la primera semana). Hubo casos con síntomas similares,
que además del Estado Bolívar, se presentaron desde la semana N°46
en los estados Nueva Esparta, Sucre y Zulia, que provisionalmente
fueron clasicados como casos de chikungunya o dengue.
Sem 1 Sem 2 Sem 3Sem 4 Sem 5 Sem6 Sem 7 em 8 Sem 9 Sem Sem Sem Sem
Sem
10 11 12 13
14
4500
4000
3500
3000
2500
2000
1500
1000
500
0
275
256
106 160 169 134 146 140
106
96 87
21 67 59
1.904
1.730
2.104
1.268
1.585
1.955
2.671
1.389
1.212
998
713
608
324 425
524
1.685
3.873
3.203
3.114
1.169
1.240
1.247
2.100
4.054
4.209
Casos notificados
Casos probables acumulados
CHIKV
1 822
DENGUE
16 739
ZIKA 28 565
Tasa de incidencia acumulada
93,28 x 100.000 h.
Tasa de incidencia acumulada
54,66 x 100 000 h.
Tasa de incidencia acumulada
5,95 x 100 000 h.
Casos noticados de zika, dengue y chikunguya. Venezuela 2016. Fuente:
Formularios SIS EPI-12, 1-14, 2016, MPPS. Hasta el 9 de abril. No divulgado.
Colección Razetti. Volumen XX .
388 Díaz Bruzual A, López Loyo E.
Sus recomendaciones nales de este trabajo son:
Exhotar al MPPS a ofrecer la información epidemioló-
gica oportuna, continua y completa a la población y a los profesionales
de la salud, mediante el re inicio de la divulgación del Boletín
Epidemiológico Semanal, una herramienta fundamental para asegurar
la participación organizada de las personas, para contribuir al control de
este nuevo problema de salud y para orientar las medidas de salud
pública y de conducción acertada de los casos clínicos.
Debe planicarse un conjunto de actividades intersectoriales
descentralizadas e integradas, de información, participación ciudadana,
así como saneamiento ambiental para controlar la transmisión de la
enfermedad.
Asimismo, debe fortalecerse, inmediatamente, el plan nacional
de control de vectores como los Aedes aegypti y Aedes albopictus.
Debe estimularse la realización de proyectos nacionales de
investigación básica y aplicada para el mejor conocimiento de la biología
del virus, sus mecanismos de transmisión y el impacto sobre la salud
de la población, con énfasis en las complicaciones sobre el embarazo
y el sistema nervioso.
Mortalidad materna e infantil
Siendo la mortalidad materna un índice importante, cuya denición
(OMS) es aquella que sucede mientras la mujer está embarazada,
durante el parto o dentro de los 42 días siguientes al alumbramiento,
para el año 2016 se sitúa en 130,70/100 000 nacidos vivos, cifra por
demás alarmante, por esto recomendamos:
• Captación temprana de la mujer embarazada
• Control prenatal de calidad donde puedan ser diagnosticados y
resueltos a tiempo, cualquier problema que se presente durante
el embarazo
• Vigilancia del aspecto nutricional de la embarazada
• Acceso fácil y oportuno de la mujer en trabajo de parto a cualquier
servicio de salud donde pueda ser atendida
• Atención institucional de calidad para el binomio madre-hijo en
La salud pública en Venezuela, su evolución histórica, estado actual y propuestas
Briceño-Iragorry L, González Reyes MJ 389
el momento del parto
• Cuidado neonatal óptimo de los primeros seis días.
Ahora vemos la mortalidad infantil: En 2016 por lo menos
&
11 000 niños no alcanzaron el primer año de vida en todo el país.
Datos de la Dirección de Vigilancia Epidemiológica del Ministerio de
Salud revelan un aumento de la mortalidad infantil en el último año:
en 2015 se reportaron 14,8 fallecidos por cada 1 000 nacidos vivos y
el año pasado la tasa podría haber llegado a 19,6 bebés (30), indicador
relacionado íntimamente con la pobreza y calidad de vida de un país.
Los factores de desarrollo socioeconómicos inciden directamente sobre
la posibilidad de sobrevivencia de los recién nacidos.
Es de hacer notar que la tasa de mortalidad había pasado de 17,7
por 1 000 nacidos vivos en el año 2001 a 14,2 en el año 2006. Al nal
del año 2010 la mortalidad infantil ascendió a 5 839 muertes, siendo la
distribución por edades: neonatal el 76 % del total de los fallecimientos,
siendo las causas más frecuentes: prematuridad, sepsis neonatal y
enfermedad de la membrana hialina. Los posnatales representan el 24 %.
El estado nutricional general y los embarazos en mujeres muy
jóvenes también inciden en el aumento de estas cifras. “Hay un
porcentaje muy alto de niños bajos de peso. Si nacen con menos de
2.500 gramos tienen 40 veces más riesgo de morir y si están por debajo
del kilo la probabilidad es 200 veces mayor” (30).
La edad de la adolescente embarazada sumado a numerosos, y
variados factores, son los que determinan los mayores y/o signi cativos
riesgos para ella y su hijo. A medida que la edad va disminuyendo los
riesgos se incrementan. En un ambiente de pobreza, el 31 % de las
adolescentes se embarazan comparado con el 8 % en las menos pobres
y 3 de cada 10 más pobre es madre o está embarazada frente a 1 de
10 en el sector de mayores recursos. El riesgo de procrear, entre los
15–19 años, en el estrato más pobre es 5 veces superior al del estrato
más favorecido (31).
El sistema de salud en el contexto de América Latina
En la segunda década del siglo XXI, y tal como se ha descrito,
Colección Razetti. Volumen XX .
390 Díaz Bruzual A, López Loyo E.
el desempeño del sistema de salud de salud de Venezuela es uno de
los más bajos en América Latina. La tendencia general en la región
ha sido impulsar reformas que garanticen mejoras sustanciales en tres
aspectos fundamentales: (1) el nanciamiento de la atención, (2) la
descentralización de la atención a los niveles subnacionales y locales,
y (3) la introducción de modalidades de prestación que vinculen a
los servicios tanto de la esfera pública como la privada. En los tres
aspectos, el sistema de salud venezolano confronta rezagos indudables.
Las características del nanciamiento determinan en gran medida
el desempeño de los sistemas de salud. Dado que la demanda de servicios
de salud está condicionada por las condiciones de vida, especialmente
por el ingreso y el nivel de información, para aquellos sectores de
mayores restricciones en estos ámbitos, se requiere la asignación de
recursos públicos que puedan compensar estas diferencias. De lo
contrario, se produciría un agravamiento de las inequidades. Esta es
la razón por la cual en los países de mayor desarrollo la asignación de
recursos públicos en la salud es un rasgo distintivo.
En los últimos años, la preocupación ha estado centrada en la
garantía de la cobertura universal de la salud (32). Hasta el punto
que está incorporada dentro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible
que deberán ser alcanzados para el año 2030. Podría decirse que en
estos momentos la cobertura universal se ha convertido en el principal
objetivo de los sistemas de salud del mundo. En aquellos países que
han alcanzado un alto nivel de desarrollo, lo fundamental es mantener la
alta cobertura especialmente ante el aumento de la expectativa de vida,
y los costos crecientes de la atención a la salud. En los países de menor
desarrollo es mucho más exigente. El objetivo de política consiste en
lograr la cobertura universal en condiciones de mayores restricciones
nancieras, especialmente por los amplios requerimientos de recursos
que ello implica. Si a ello sumamos el impacto del envejecimiento de
la población en los servicios que deben ofrecerse, son muy notorias
las tareas que deben acometerse para el nanciamiento de la salud.
En este contexto es primordial garantizar la protección nanciera
de las familias, al mismo tiempo que prestar servicios de salud con la
La salud pública en Venezuela, su evolución histórica, estado actual y propuestas
Briceño-Iragorry L, González Reyes MJ 391
mayor calidad. En la medida que ambas dimensiones sean satisfechas,
la cobertura universal será alcanzada. Si las familias deben asignar más
recursos de sus ingresos para sufragar los costos de los servicios de
salud, en esa misma medida se colocan en situación de desprotección
nanciera. Es por ello que los sistemas de salud deben tener la menor
cantidad de gasto de bolsillo, entendido como el que deben asignar las
familias directamente de los ingresos que reciben. En consecuencia, la
cantidad de gasto de bolsillo, en términos de la proporción que representa
de gasto de salud, es un marcador directo del grado de desprotección
de las personas y familias. En los países de mayor nivel de desarrollo,
el gasto de bolsillo no supera el 15 % del gasto total en el sistema de
salud. En algunos países de la región, como Colombia y Uruguay, el
gasto de bolsillo es menor al 15 % del total del gasto en los respectivos
sistemas de salud (33).
El sistema de salud de Venezuela tiene el gasto de bolsillo más
alto en América. De acuerdo con las últimas cifras disponibles (2014),
elaboradas por la Organización Mundial de la Salud (OMS), el 64 %
del gasto total de salud proviene de las asignaciones de las familias,
muchas veces en forma de descapitalización por la venta de activos
o endeudamiento. En tales condiciones, es obvio suponer que las
inequidades en el acceso al nanciamiento de los servicios de salud son
las más altas de la región y se encuentran entre las más altas del mundo.
América Latina: Países con mayor porcentaje de gasto de bolsillo, 2014.
Fuente: OMS. Global Health Expenditure Database.
Venezuela
Guatemala
Paraguay
Ecuador
México
0 10 20 30 40 50 60
70
Porcentaje
Colección Razetti. Volumen XX .
392 Díaz Bruzual A, López Loyo E.
Datos recientes de los años 2014 y 2015, obtenidos a través de
la Encuesta de Condiciones de Vida, realizada por la UCV, UCAB y
USB, indican que más de la mitad de las personas del país no cuenta

con seguros de salud (34). En los estratos de menores recursos, esta


proporción asciende a más de 80 %. En tales circunstancias no solo
se afecta la cobertura de corto plazo, es decir, aquella que deriva de las
demandas de atención, sino también la sostenibilidad nanciera en el
mediano plazo, por cuanto, muchos de los gastos a sufragar deber ser
asumidos por largo tiempo.
También debe destacarse en este aspecto que el gasto per cápita
derivado de las fuentes gubernamentales solo es superado por el que se
asigna en Haití y Guatemala. Esto signica que los requerimientos de
inversión pública para los problemas de salud no se pueden realizar en
muchas ocasiones. De allí que los efectos en las condiciones de salud,
tal como se han descrito, sean tan críticos. Más aún, esta cantidad
de gasto per cápita del gobierno se ha mantenido prácticamente sin
variaciones en los últimos quince años.
América Latina: Países con menor gasto per cápita del gobierno, 2014.
Fuente: OMS. Global Health Expenditure Database
Venezuela
Nicaragua
Honduras
Guatemala
Haití
0 50 100 150 200 250 300
Dólares con paridad de compra internacional (PPP)
La salud pública en Venezuela, su evolución histórica, estado actual y propuestas
Briceño-Iragorry L, González Reyes MJ 393
Todo lo anterior indica que en Venezuela se ha producido el
aumento más signicativo del gasto de bolsillo en América Latina en lo
que ha transcurrido del siglo XXI. En otras palabras, la privatización de
la salud experimentada en el país ha sido la más alta de la región, con
las consecuencias perniciosas para la calidad de vida y la estabilidad
económica de las familias.
Desde el punto de vista de la organización del sistema de salud,
en Venezuela se ha producido la mayor involución desde nales del
siglo XX. En efecto, el proceso de descentralización que se inició a
principios de los noventa, se proponía transferir responsabilidades
y recursos desde el ámbito nacional a los estados y municipios para
que la gestión de los servicios de salud estuviera más cercana a las
condiciones concretas de los venezolanos. En esta dirección se aprobaron
los requerimientos legales y reglamentarios para que se concretara la
transferencia a 17 estados del país.
Esta tendencia de modernización conllevó a mejoras sustantivas en
la calidad de la atención, con éxitos importantes en la atención materno-
&
infantil, enfermedades endémicas, y enfermedades crónicas (35).
Además, las exigencias en la gestión de los servicios favorecieron la
creación de una nueva institucionalidad en los ámbitos de los estados
y municipios, con especial desarrollo de cuadros técnicos en áreas
como epidemiología, programas y servicios de salud, saneamiento
ambiental, entre otras.
Los avances del proceso de descentralización fueron revertidos
desde 1999. La tendencia prevalente ha sido la recentralización en
la gestión de los servicios de salud. Las consecuencias han sido
completamente perniciosas. Dado que muchas de las funciones
nacionales ya habían sido transferidas a los estados, y en algunos casos,
a municipios, desaparecieron muchas unidades del nivel central. Al
producirse la recentralización de servicios, ya no se cuenta con los
recursos institucionales para una adecuada gestión. En otras palabras,
el sistema de salud se ha quedado sin la conducción nacional y estadal.
La complejidad operativa, consecuencia del crecimiento de las demandas
de la atención a la salud, así como lo requerimientos técnicos asociados,
Colección Razetti. Volumen XX .
394 Díaz Bruzual A, López Loyo E.
en este marco de deterioro de las capacidades institucionales, ha traído
como consecuencia que las funciones de diseño, implementación,
asignación de recursos, seguimiento y evaluación, por citar algunas, no
se realizan en los niveles requeridos. Prácticamente han desaparecido
las posibilidades de innovación institucional. Si a ello se le agrega la
creación de nuevas redes de servicios (Misión Barrio Adentro y Centros
de Diagnóstico Integral), es bastante claro que la fragmentación del
sistema ha aumentado con afectación directa en la capacidad de llevar
a cabo políticas de salud adecuadas y de impacto en la población.
Desde la perspectiva de la implementación de programas que
garanticen la inclusión de la población, en los términos más amplios,
también se ha producido en Venezuela una involución notable. No
existe hasta la fecha ninguna determinación de los servicios que
deben prestarse con el nanciamiento público. Esta es prácticamente
la condición más importante para asignar los recursos públicos a la
población beneciaria. En muchos países existe una lista de servicios
que deben ser prestados en las unidades de atención pública, de
manera que se facilita la información a los ciudadanos, así como la
organización de las actividades. Esta previsión no existe en el país. Más
aún la inclusión de mecanismos de discrecionalidad en la inclusión de
beneciarios ocasiona que programas como la Misión Barrio Adentro
no sean considerados como tales por organismos internacionales.
En cuanto al tercer aspecto de la tendencia de las reformas,
al contrario de la tendencia internacional, en el sistema de salud de
Venezuela predomina la falta de articulación entre el subsistema
público y el privado. Dadas las características generales de las políticas
económicas implementadas desde 1999, la participación del subsistema
privado no ha sido una prioridad en la gestión gubernamental. Por el
contrario, de la misma forma que se han creado amplias restricciones
a la actividad del sector productivo, se han aprobado regulaciones y
generado prácticas que limitan la acción de múltiples instituciones
privadas y asociativas en el área de salud del país.
Como resultado, se han debilitado, hasta la práctica desaparición,
opciones de cooperación entre ambos subsistemas para la formación de
La salud pública en Venezuela, su evolución histórica, estado actual y propuestas
Briceño-Iragorry L, González Reyes MJ 395
recursos humanos, desarrollo de tecnologías, prestación de servicios,
investigación, entre otras áreas. En todas estas prácticas el efecto más
negativo es impedir que millones de venezolanos se bene cien de la
sinergia entre ambos componentes de la salud del país.
Como consecuencia de estas grandes debilidades, el sistema
de salud del país confronta en la actualidad los mayores retos en
América Latina para prestar servicios de alta cobertura y calidad a toda
la población. Las transformaciones que deben acometerse deberán
impulsar cambios signicativos en el nanciamiento, especialmente para
aumentar las fuentes públicas, en el reimpulso de la descentralización
de los servicios de salud, y en la puesta en marcha de modalidades
innovadoras que faciliten la vinculación entre los subsistemas públicos
y privados.
Recomendaciones
Del libro (36) Propuestas a la Nación, de las Academias
Nacionales se indican algunas de ellas:
• El Sistema de Salud debe cubrir a toda la población, ser de acceso
universal y sin restricciones. Ser eciente a la luz de los progresos
en la medicina preventiva, diagnóstica y curativa.
• Declarar la Salud pública como un problema fundamental del
Estado. Sin un sistema idóneo de salud no hay población con
posibilidades de desarrollo económico y social.
• Política de prevención continua, siendo esta la mejor forma de
mantener al ser humano sano, constituyendo la educación, las
vacunas y el saneamiento ambiental sus pilares fundamentales.
• Énfasis en la atención primaria con la formación de médicos
adecuados para ello.
• Política de Estado en patrocinar campañas de divulgación por
medios audiovisuales públicos y privados para la prevención de
accidentes, uso del tabaco, alcohol, drogas, del SIDA, sedentarismo
y fomentar en pro de la salud mental, educación sexual y lactancia
materna.
• Evitar el paralelismo en el sistema de salud a todos los niveles
Colección Razetti. Volumen XX .
396 Díaz Bruzual A, López Loyo E.
educativos, asistenciales, de investigación y de seguridad social.
Esta última que abarque todas las facetas del mismo para todos
los venezolanos.
• Optimizar las estructuras físicas de los Ambulatorios y de la red
hospitalaria y proporcionar seguridad al cuerpo asistencial.
• Exhortar al MPPS a ofrecer la información
epidemiológica oportuna, continua y completa a la población y a
los profesionales de la salud, mediante el re inicio de la divulgación
del Boletín Epidemiológico Semanal. Reactivar la Dirección de
Malariología y Saneamiento Ambiental, con personal idóneo.
• Debe planicarse un conjunto de actividades intersectoriales
descentralizadas e integradas, de información, participación
ciudadana, así como saneamiento ambiental para controlar la
transmisión de las enfermedades.
• Incentivar y proteger la Investigación cientíca, orientada a darle
solución a los graves problemas actuales.
• La población venezolana debe ser protegida, proporcionándoles
educación, salario adecuado, seguridad, alimentación, servicios
de agua potable, alcantarillado y excretas.
• La nutrición del niño, especialmente de los estratos IV y V de
Graffar-Méndez Castellanos, deben ser cubierta con el número
de calorías sucientes para su desarrollo físico y mental por
el Estado, las instituciones privadas que tienen relación con la
materia deben ser incluidas.
• La pobreza acarrea: desnutrición, morbilidad y mortalidad
infantil, deserción escolar, prostitución, mendicidad, delincuencia,
promiscuidad, resentimiento social, poca oportunidad y vida
breve.
Agradecimientos, a los Drs. Marino J. González, (Miembro
Correspondiente Nacional. Puesto Nº 39 de la Academia Nacional de
Medicina), participante del estudio ENCOVI-2016; Dr. Rafael Muci-
Mendoza, Individuo de Número Sillón IV y José F. Oletta, Invitado
de Cortesía de la Academia Nacional de Medicina; autores del trabajo
La salud pública en Venezuela, su evolución histórica, estado actual y propuestas
Briceño-Iragorry L, González Reyes MJ 397
presentado en Madrid, 2016 en la Reunión de ALANA M y al Dr.
Claudio Aoün Soulie, Individuo de Número. Sillón Nº XXVI de la
Academia Nacional de Medicina, autor del trabajo Propuestas a la
Nación (Medicina) de las Academias Nacionales de Venezuela (2011).
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Ediciones Pulmobronk. Tipografía Italiana. Caracas – Venezuela.
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