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ACCION DE TUTELA
SEÑOR:
JUEZ MUNICIPAL DEL CIRCUITO DE CALI - REPARTO.
E. S. D.
ACCIONADOS:
HECHOS
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HECHOS
PRIMERO: téngase como hecho de esta acción de tutela que, yo trabajo para la
empresa MASTER PLAC, desde hace más de 7 años
SEGUNDO: téngase como hecho de esta acción de tutela que, la modalidad bajo
la cual he sido contratado es OBRA LABOR
QUINTO: téngase como hecho de esta acción de tutela que, el último contrato que
firmé tiene fecha del 16 de agosto de 2014, el cual, por mi estado de salud, a la
fecha se encuentra vigente
SEXTO: téngase como hecho de esta acción de tutela que, recibí el pago de mis
incapacidades hasta el 10 se abril de 2018, las incapacidades posteriores a esta
fecha, me las están adeudando
SEPTIMO: como es mi deber, cada vez que recibo una incapacidad la radico en
el área de relaciones humanas de la empresa para su respectivo reconocimiento
económico.
OCTAVO: téngase como hecho de esta acción de tutela que, yo solicite ante la
S.O.S. historia clínica la carta de remisión de incapacidades o record de
incapacidades el 15 de junio de 2018 para entregarlas a COLFONDOS S.A para
lograr el pago de las incapacidades dese el día 181 día y no fue posible que se dé
respuesta estando
En ese orden de ideas quiero plantear que lo único cierto es que cada día me
encuentro en condiciones de debilidad manifiesta frente al ente empleador, no
tengo medios económicos para subsistir ni para mis gastos propios ni para mi
familia que depende de mí.
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Por estas razones para el caso a estudio, es necesario que se apliquen los
siguientes:
“…”
Sentencia T-144/16
"CARENCIA ACTUAL DE OBJETO-Fenómeno que puede presentarse a partir de
dos eventos que a su vez sugieren consecuencias distintas: hecho superado y
daño consumado
CARENCIA ACTUAL DE OBJETO POR HECHO SUPERADO-Fondo de
Pensiones demostró el pago de la mayoría de incapacidades reclamadas
RECONOCIMIENTO Y PAGO DE INCAPACIDADES LABORALES-Criterios para
determinar cuándo el reconocimiento y pago son exigibles por tutela
INCAPACIDAD LABORAL SUPERIOR A 540 DIAS-Marco normativo y
jurisprudencial
INCAPACIDAD LABORAL SUPERIOR A 540 DIAS-Las personas que reclaman el
pago de las incapacidades superiores a los 540 días son aquellas que han
intentado reintegrarse a la vida laboral, a pesar de la disminución de su fuerza de
trabajo
En el caso concreto es evidente que el estado de salud de la actora ha impedido
el éxito total de los pretendidos reintegros, pues a favor de ella se siguen
expidiendo certificados de incapacidad laboral. Así mismo, es una persona que no
goza de una pensión de invalidez; es decir, está incapacitada medicamente para
trabajar, pero no es beneficiaria de ninguna fuente de auxilio dinerario para
subsistir dignamente. Ello evidentemente indica que se encuentra en situación de
debilidad manifiesta, y que se vulnera su derecho al mínimo vital y se amenazan
otros derechos fundamentales, tales como la vida digna y la salud.
RECONOCIMIENTO Y PAGO DE INCAPACIDADES LABORALES-Orden a Fondo
de Pensiones pagar subsidio por incapacidad..."
"23. Sin embargo, la Sala estima que existen circunstancias que permiten concluir
que la omisión en la solicitud oportuna de los pagos respectivos puede ser
justificada en este caso concreto, según lo arriba reseñado, en la situación de
incapacidad en que se encontraba la accionante.
En efecto, ha de resaltarse en este caso, que existen motivos para afirmar que
durante la mayor parte de esos dos años (según la reclamación más antigua) en
que la accionante se demoró en la solicitud de amparo, ella padeció quebrantos de
salud de considerable importancia, que la mantuvieron al margen de su lugar de
trabajo, y por ende, también de otras actividades dentro de las cuales se
encuentra la posibilidad de defender sus derechos ante las entidades
responsables.
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Así mismo, encuentra la Sala que en este caso particular y concreto la afectación
al mínimo vital de la accionante ha sido continúa y es actual, pues su salario es el
único origen de sus ingresos, y su núcleo familiar no cuenta con otra fuente
estable de dinero que permita su subsistencia, la de su hija menor de edad y su
madre.
Por tales motivos y de acuerdo con la jurisprudencia de esta Corporación, la
evaluación del principio de inmediatez, realizada en estas circunstancias concretas
que no pueden ser omitidas por el juez constitucional, resulta positiva en el sentido
de declarar la procedencia de las solicitudes.
Marco normativo y jurisprudencial entorno a la responsabilidad en el pago de
incapacidades superiores a los 540 días.
24. Antes de hacer la presentación de la normativa que rige el presente asunto
conviene clarificar el marco conceptual en torno a las incapacidades, compuesto
esencialmente por tres elementos complementarios pero diferenciables: el
certificado de incapacidad temporal, el auxilio económico y el subsidio por
incapacidad.
El certificado de incapacidad temporal es una prestación que resulta de la
existencia de un concepto médico que acredita la falta temporal de capacidad
laboral del trabajador, es decir que surge de “un acto médico (...) independiente
del trámite administrativo del reconocimiento de la prestación económica”[49]. En
la emisión de este último “el criterio médico prevalece para definir el número de
días de incapacidad recomendada con el fin de proteger los derechos
fundamentales a la salud y la vida del paciente”[50].
Éste genera durante los primeros 180 días un auxilio económico a cargo de la
EPS, que desde el día 181 se sustituye por un subsidio de
incapacidad equivalente al auxilio, pero asumido por el Fondo de Pensiones al
que se haya afiliado el trabajador.
25. Tempranamente el Legislador estableció un apartado especial para la
regulación de los auxilios económicos por incapacidad laboral. En el artículo 227
del Código Sustantivo de Trabajo, determinó que los mismos se ofrecerían “en
caso de incapacidad comprobada para desempeñar las labores, ocasionada por
enfermedad no profesional” y reguló la cantidad por la que serían reconocidos, y
aquellas personas obligadas a otorgarlos.
El Decreto 2351 de 1965, aún vigente, prevé en su artículo 16 la obligación del
empleador de reinstalar al empleado que se hubiere encontrado incapacitado por
causa de enfermedad común. Los dictámenes médicos, conforme a tal norma,
determinan si la reincorporación debe darse al mismo puesto de trabajo o a otro
compatible con la capacidad física del trabajador.
El Decreto 770 de 1975, sacó de órbita de responsabilidad del empleador el pago
de dicho auxilio, para adjudicarlo como una obligación de un agente externo a la
relación laboral. En su artículo 9º fijó en cabeza del Instituto de Seguros Sociales
la responsabilidad del pago de “un subsidio en dinero equivalente a las dos
terceras (2/3) partes de[l] (…) salario de base, subsidio que (…) se reconocerá por
el término de 180 días continuos o discontinuos siempre que la interrupción no
exceda de 30 días”. Tal reconocimiento dinerario iniciaba por virtud de dicha
norma desde el cuarto día de incapacidad o desde el primer día de hospitalización,
si éste ocurría primero.
Pasado el tiempo, la Ley 100 de 1993, contempló la figura de la incapacidad en el
artículo 206, conforme el cual los afiliados al régimen contributivo en salud tendrán
el reconocimiento dinerario por incapacidades generadas por enfermedad común.
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laboral, pasados los referidos 540 días? Estas preguntas se pueden aclarar desde
dos puntos de vista:
31. El primero, que apunta a reevaluar la real capacidad de trabajo del afectado,
en especial frente al concepto de invalidez. Lo anterior, pues según amplia
jurisprudencia de la Corte Constitucional y de la Corte Suprema de
Justicia[59], “… la invalidez es un estado que tiene relación directa con el
individuo y con la sociedad en la cual se desenvuelve, el criterio de evaluación
debe tener patrones científicos que midan hasta qué punto el trabajador queda
afectado para desempeñar la labor de acuerdo con las características del
mercado laboral”[60].
De lo anterior se puede colegir que una persona que a pesar de no ser
considerada técnicamente inválida, sigue incapacitada para trabajar con
posterioridad a los 540 días, por motivos atribuibles a la razón primigenia de la
incapacidad, debe contar con un mecanismo para reevaluar su porcentaje de
habilidad para laborar, pues ese porcentaje está íntimamente relacionado con su
labor u oficio. Sobre este punto se hará referencia más adelante.
32. El segundo punto de vista, está relacionado con la desprotección que enfrenta
una persona que recibe incapacidades prolongadas más allá de 540 días pues, en
principio, no existía una obligación legal de pago de dichos certificados, en cabeza
de ninguno de las entidades que integran el Sistema de Seguridad Social, dejando
al trabajador desprotegido. Esta situación fue inicialmente descrita por esta Corte
mediante sentencia T-468 de 2010[61], y por su pertinencia se cita in extensu en
esta ocasión:
“…El trabajador es incapacitado por un término superior a los 540 días.
En esta situación, el trabajador está desprotegido por la falta de regulación legal
en la materia, ya que no existe claridad de cuál sería la entidad de protección
social que debe asumir el pago del auxilio por incapacidad, situación que
empeora si el empleador logra demostrar ante el Ministerio de Protección social
que en virtud de la incapacidad del trabajador no es posible reintegrarlo al cargo
que venía desempeñando o a otro similar, operando de esta manera el despido
con justa causa contenido en el artículo 62, numeral 14 del código sustantivo del
trabajo. Ello sin perjuicio de lo estipulado en materia pensional.
Se tiene entonces, que en el anterior caso el trabajador quedaría desprovisto del
pago de las incapacidades laborales después del día 541 (más no de las
prestaciones en salud), por tanto, sin sustento económico para su congrua
subsistencia. De igual manera, se vería privado de protección económica en el
sistema integral de seguridad social, ante una eventual incapacidad parcial
permanente, pues si la misma ha sido de origen común, no tendrá derecho a
indemnización, contrario a lo que sucede cuando la incapacidad permanente
parcial tiene su origen en una enfermedad de origen profesional o en un accidente
laboral.
De esta manera quedan plenamente identificadas dos situaciones en las que el
Sistema de Seguridad Social Integral contemplado en la Ley 100 de 1993, dejó
desamparado al trabajador que sufre una incapacidad prolongada o una
incapacidad parcial permanente de origen común; esto configura un déficit de
protección legal frente a los principios constitucionales (integralidad
especialmente) que deben regir la seguridad social en nuestro Estado Social de
Derecho.”
Al resolver el caso concreto, la Corte en esa ocasión indicó que ni la EPS ni la
AFP habían vulnerado los derechos fundamentales del entonces accionante, bajo
la siguiente argumentación:
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Del juzgado noveno penal del circuito de fecha 11 de agosto del 2004 dijo lo
siguiente:
tener derecho a la vida es reconocer que nadie por una causa injusta debe
desconocérmela, lesionarla o quitarla.
la protección del derecho a la vida y el respeto que el estado debe brindar a los
titulares del derecho a la vida no pude reducirse a una simple consideración de
carácter formal, por cuanto el derecho a la vida no solo implica para su titular el
hallarse protegido contra cualquier tipo de injusticia sea esta de índole particular o
institucional, sino además tener la posibilidad de poseer todos aquellos medios
sociales y económicos que le permitan a la persona vivir conforme a su propia
dignidad.
mientras que en el derecho penal una amenaza contra la vida solo se configura
con la iniciación de la etapa ejecutiva del delito, en materia constitucional la
protección del derecho a la vida incluye en su núcleo conceptual la protección
contra todo acto que amenace dicho derecho, no importa la magnitud o el grado
de probabilidad de la amenaza, con la que ella sea cierta.
una amenaza contra la vida pude tener niveles de gravedad diversos. puede ir
desde la realización de actos que determinen un peligro adicional mínimo para
alguien, hasta la realización de actos de los que derive la inminencia de un
atentado. con independencia de la responsabilidad penal que se deduzca de cada
una de estas situaciones, la constitución protege a las personas contra todos
aquellos actos que pongan en peligro e manera objetiva su vida.
así pues, una perspectiva constitucional muestra bien como se vulnera el derecho
fundamental a la vida por la realización de actos que ponen en peligro objetivo tal
derecho, así el peligro no sea inminente... por ello, con el objeto de una efectiva y
concreta protección de los derechos fundamentales de las personas, entre los
cuales el derecho a la vida ocupa un lugar primordial, la carta política de 1991
creo la figura de la acción de tutela en su artículo 86…” (c. constitucional
sentencia t-102.mar.10/93. m.p. carlos gaviria díaz).
enfermedad - concepto
sencillamente, y para los efectos del caso sobre el que se resuelve en sede de
revisión, basta puntualizar que el artículo 11 superior vincula al estado y a los
asociados a la protección de la vida en sus dimensiones física y moral; esta
corporación ha entendido que "la vida del ser humano es mucho más que el hálito
mediante el cual se manifiesta su supervivencia material" y que "no puede
equipararse a otras formas de vida, pues agrega al mero concepto físico
elementos espirituales que resultan esenciales" (sentencia t-067 de 1994. m.p. dr.
josé gregorio hernández galindo).
ahora bien, es claro que, entendida de esta manera, la vida humana aumenta su
radio de acción y el derecho pertinente cobra una fuerza expansiva de tal índole
que lo conecta con otros derechos que, sin perder su autonomía, le son
consustanciales.
"...la salud y la integridad física son objetos jurídicos identificables, pero nunca
desligados de la vida humana que los abarca de manera directa", por ello "cuando
se habla del derecho a la salud, no se está haciendo cosa distinta a identificar un
objeto jurídico concreto del derecho a la vida, y lo mismo ocurre cuando se refiere
al derecho a la integridad física. es decir, se trata de concreciones del derecho a
la vida, mas no de bienes jurídicos desligados de la vida humana, porque su
conexidad próxima es inminente…" (sentencia t-494 de 1993. m.p.dr. vladimiro
naranjo mesa).
"…la facultad que tiene todo ser humano de mantener la normalidad orgánica
funcional, tanto física como en el plano de la operatividad mental, y de
restablecerse cuando se presente una perturbación en la estabilidad orgánica y
funcional de su ser. Implica, por tanto, una acción de conservación y otra de
restablecimiento...". Empero, la corte también ha sido clara en sostener, desde
una perspectiva ampliada que "la salud es un estado variable, susceptible de
afectaciones múltiples, que inciden en mayor o menor medida en la vida del
individuo", de suerte que "el estado protege un mínimo vital, por fuera del cual el
deterioro orgánico impide una vida normal ", siendo así que la salud supone "un
estado completo de bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia
de afecciones o enfermedades… “(sentencia t-597 de 1993. m.p. dr. Eduardo
Cifuentes muñoz).
Fuera de los anteriores postulados con arreglo a los cuales, ponderados los
hechos específicos de cada caso concreto, la salud reviste la naturaleza de
derecho fundamental merced a su relación inescindible con el derecho a la vida y
al mínimo vital-, el derecho previsto en el artículo 49 de la carta integra un
conjunto de elementos que, en palabras de la corte:
En ese orden de ideas observe señor juez, que mi estado de salud es precario por
ello solicito se tengan en cuenta las siguientes
PRETENSIONES
CUARTO: prevenir a las entidades accionadas que eviten incurrir en los mismos
hechos y en la misma vulneración de los derechos fundamentales consagrados en
la Constitución Política so pena de las sanciones establecidas en la Constitución y
la ley.
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PRUEBAS
DOCUMENTAL
FOTOCOPIA DE LA CEDULA, 1 FOLIO
HISTORIA CLINICA E INCAPACIDADES, 22 FOLIOS
COMUNICADO DE S.O.S SERVICIO OCCIDENTAL DE SALUD, 4 FOLIOS
JURAMENTOS
NOTIFICACIONES Y DIRECCIONES
Las mías, las podrán realizar en la Calle 95 No. 28 D 20 Barrio MOJICA CALI
VALLE teléfonos 4361336-3214857252
De usted, atentamente,