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JUEZ DEL CIRCUITO DE CALI - REPARTO.

ACCION DE TUTELA

ACCIONANTE : SEGUNDO RUBEN ERAZO BUITRAGO

ACCIONADOS: CAFESALUD EPS, QUE SEGÚN PLAN DE


REORGANIZACIÓN EMITIDO POR LA SUPERINTENDENCIA NACIONAL DE
SALUD RESOLUCIÓN No. 2426 DEL 19 DE JULIO DE 2017
“Por medio del cual se resuelve la solicitud de aprobación del plan de
reorganización Institucional – Creación de nueva entidad presentado por
(CAFESALUD entidad prestadora de salud. NIT: 800.140.949-6) y MEDIMAS EPS
SAS NIT: 901.097.473-5)”, COLPENSIONES NIT: NIT: 900.336.004-7

SEÑOR:
JUEZ MUNICIPAL DEL CIRCUITO DE CALI - REPARTO.
E. S. D.

ACCIONANTE: SEGUNDO RUBEN ERAZO BUITRAGO, CC: 16.631.272

ACCIONADOS:

CAFESALUD EPS, QUE SEGÚN PLAN DE REORGANIZACIÓN EMITIDO POR


LA SUPERINTENDENCIA NACIONAL DE SALUD RESOLUCIÓN No. 2426 DEL
19 DE JULIO DE 2017
“Por medio del cual se resuelve la solicitud de aprobación del plan de
reorganización Institucional – Creación de nueva entidad presentado por
(CAFESALUD entidad prestadora de salud. NIT: 800.140.949-6) y MEDIMAS EPS
SAS NIT: 901.097.473-5)”, dirección: CALLE 73 # 11 – 66. Teléfono: 3171820
Bogotá

COLPENSIONES NIT: NIT: 900.336.004-7, NIT: 900.336.004-7,


REPRESENTADA LEGALMENTE POR LA DOCTORA ADRIANA GUZMAN O
POR QUIEN HAGA SUS VECES, Dirección: Carrera 10 No. 72 - 33 Torre B Piso
11, Teléfonos: 217 01 00 – BOGOTÁ D.C

El suscrito, SEGUNDO RUBEN ERAZO BUITRAGO, mayor de edad y domiciliado


en Cali, identificado con no. CC: 16.631.272 DE CALI VALLE, por medio del
presente escrito me permito instaurar acción de tutela por vulneración al derecho
fundamental a la vida, consagrado en el artículo 11 de la Constitución Política, e
igualmente vulneración al derecho fundamental a la dignidad humana, al mínimo
vital, por incumplimiento en el pago de las siguientes incapacidades de fecha:
PARA LOS CUALES TENGA ENCUENTA LOS SIGUIENTE:

HECHOS
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PRIMERO:TENGASE COMO HECHO DE ESTA ACCION QUE DESPUES DEL


LAS SEMANAS
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YO INICIE LABORES PARA LA EMPRESA OCEAN COAL EL 1 DE DCIEMBRE


DE 2016 EN ELCARGO DE SUPERVISOR CON UN SALARIO NINIMO LEGAL
VIGENTE YO PRESENTO UN ENFERMEDAD PROFESIONAL TENGO
ARTROSIS LAS DOS RODILLLAS LA COLUMNA LA SERVICAL Y ESTOY
INCAPCITADA DESPUES DE 181 DIA ME DEBEN EL FONDO DE PENSIONES
COLPENSIONES APAERTIR DEL DIA 181 OSEA 1.- 6 DE MAYO DE 2017
TENIDA 4 DE JUNIOO DE 2017 HASTA LA DE AHORA QUE INICIA AGOSTO
DE 2018 HASTA EL 31 DE AGOSTO DE 2018 30 DIAS LE EXIGEN UN
CONCEPTO DE UNMEDICO EN CONSEGCUENCIA ACCION DE TUTELA PARA
PAGO DE INCAPCIDADES DESPIES DEL A81 DIA SE DICA E INCAPCIDADES
RELACION DE INCAPACIDADES EMSANDA A LA EMPRES Y A
COLPENSIONES Y A LA EPAS LOS MEDICOS NO QUIEREN ENTRGAR LOS
CONCEPRTO PARA EL OTORGSMIENTO DE LA INCAPCIDAD ACCION DE
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TUTELA POR VIULNERACION AL MINIMO VITAL YO INICIE LABORES PARA


LA E,PRESA OCEAN COAL EL 1 DE DCIEMBRE DE 2016 EN ELCARGO DE
SUPERVISOR CON UN SALARIO NINIMO LEGAL VIGENTE YO PRESENTO UN
ENFERMEDAD PROFESIONAL TENGO ARTROSIS LAS DOS RODILLLAS LA
COLUMNA LA SERVICAL Y ESTOY INCAPCITADA DESPUES DE 181 DIA ME
DEBEN EL FONDO DE PENSIONES COLPENSIONES APAERTIR DEL DIA 181
OSEA 1.- 6 DE MAYO DE 2017 TEMINA A 4 DE JUNIOO DE 2017 HASTA LA DE
AHORA QUE INICIA AGOSTO 4 DE 2018 HASTA EL 31 DE AGOSTO DE 2018
30 DIAS LE EXIGEN UN CONCEPTO DE UNMEDICO EN CONSEGCUENCIA
GESTION ACCION DE TUTELA PARA PAGO DE INCAPCIDADES DESPIES
DEL A81 RELACION DE INCAPACIDADES LE PIDEN A EMPRES Y NO LAS
ENTRAGN COLPENSIONES NO LE ACEPTA NI PAGA Y A LA EPS MEDIMAS
LOS MEDICOS NOLES DAN CONCEPTO REXIGIDO POR COLPENSIONES
LOS MEDICOS NO QUIEREN ENTRGAR LOS CONCEPRTO PARA EL
OTORGSMIENTO DE LA INCAPCIDAD ACCION DE TUTELA POR
VIULNERACION AL MINIMO VITAL SE ENTREGAN EN LA RECEPCION DE LA
CARRERA 3 NO 11-32 OFICINA 612 TELEFOMOS 8890120 Y 315 4291613

1.- INICIA 4 DE ABRIL DE 2018 HASTA MAYO 3 DE 2018, 30 DIAS


2.- INICIA 4 DE MAYO DE 2018 HASTA EL 2 DE JUNIO DE 2018 30 DIAS
3.-INICIA 3 DE JUNIO DE 2018 HASTA EL 3 DE JULIO DE 2018 30 DIAS
4.- INICIA 4 DE JULIO DE 2018 HASTA EL 2 DE AGOSTO DE 2018, 30 DIAS
5.- INICIA 3 DE AGOSTO DE 2018 HASTA EL 1 DE SEPTIEMBRE DE 2018, 30
DIAS
6.- INICIA 2 DE SEPTIEMBRE DE 2018 HASTA EL 01 DE OCTUBRE DE 2018,
30 DIAS
7.- INICIA 2 DE OCTUBRE DE 2018 HASTA EL 01 DE NOVIEMBRE DE 2018, 30
DIAS

Para que durante un procedimiento preferente y sumario se proteja


inmediatamente el derecho constitucional fundamental violado en contra de
SERVICIO OCCIDENTAL DE SALUD S.O.S NIT: 805.001.157-2,
REPRESENTADA LEGALMENTE POR EL SEÑOR JAIRO HERNANDO VARGAS
CAMACHO, DIRECCIÓN: AVENIDA 3 NORTE # 23N - 55 (CALI), TELÉFONO: (2)
4898686 Y COLFONDOS S.A, NIT: 800.149.496-2, Dirección Judicial: CALLE 67 7
94 P 19 BOGOTA D.C.,

HECHOS

PRIMERO: téngase como hecho de esta acción de tutela que, yo trabajo para la
empresa MASTER PLAC, desde hace más de 7 años

SEGUNDO: téngase como hecho de esta acción de tutela que, la modalidad bajo
la cual he sido contratado es OBRA LABOR

TERCERO: téngase como hecho de esta acción de tutela que, en la empresa


realizaban mi liquidación al finalizar la obra, pero en vista de que he estado
incapacitado, esta figura no se ha dado en el último contrato.

CUARTO: téngase como hecho de esta acción de tutela que, en el desarrollo de la


labor padecí una enfermedad y me practicaron un procedimiento quirúrgico en el
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11 de febrero de 2015 de aneurisma de Orta abdominal, la cual ha generado una


serie de incapacidades de manera ininterrumpida

QUINTO: téngase como hecho de esta acción de tutela que, el último contrato que
firmé tiene fecha del 16 de agosto de 2014, el cual, por mi estado de salud, a la
fecha se encuentra vigente

SEXTO: téngase como hecho de esta acción de tutela que, recibí el pago de mis
incapacidades hasta el 10 se abril de 2018, las incapacidades posteriores a esta
fecha, me las están adeudando

SEPTIMO: como es mi deber, cada vez que recibo una incapacidad la radico en
el área de relaciones humanas de la empresa para su respectivo reconocimiento
económico.

OCTAVO: téngase como hecho de esta acción de tutela que, yo solicite ante la
S.O.S. historia clínica la carta de remisión de incapacidades o record de
incapacidades el 15 de junio de 2018 para entregarlas a COLFONDOS S.A para
lograr el pago de las incapacidades dese el día 181 día y no fue posible que se dé
respuesta estando

NOVENO: téngase como hecho de esta acción de tutela que, EL FONDO DE


PENSIONES Y CESANTIAS COLFONDOS S.A al cual que me encuentro afiliado
no se ha pronunciado sobre mi situación, yo venía entregando las incapacidades
de manera disciplinada tanto a la empresa como a COLFONDOS S.A, pero no he
recibido un apoyo por parte de ellos.

DECIMO: las entidades accionadas se niegan a pagarme las incapacidades que


representan como ya lo dije mi único medio de subsistencia el mío propio y el de
mi familia, su negación atenta contra la vida porque mi estado de salud no me
permite contar con otro medio de subsistencia.

Y ES DE TENERSE COMO HECHO DE ESTA ACCION QUE EL ORIGEN DE MI


ENFERMEDAD DIO LUGAR A QUE SE ORDENARAN LAS SIGUIENTES
INCAPACIDADES:

1.- INICIA 4 DE ABRIL DE 2018 HASTA MAYO 3 DE 2018, 30 DIAS


2.- INICIA 4 DE MAYO DE 2018 HASTA EL 2 DE JUNIO DE 2018 30 DIAS
3.-INICIA 3 DE JUNIO DE 2018 HASTA EL 3 DE JULIO DE 2018 30 DIAS
4.- INICIA 4 DE JULIO DE 2018 HASTA EL 2 DE AGOSTO DE 2018, 30 DIAS
5.- INICIA 3 DE AGOSTO DE 2018 HASTA EL 1 DE SEPTIEMBRE DE 2018, 30
DIAS
6.- INICIA 2 DE SEPTIEMBRE DE 2018 HASTA EL 01 DE OCTUBRE DE 2018,
30 DIAS
7.- INICIA 2 DE OCTUBRE DE 2018 HASTA EL 01 DE NOVIEMBRE DE 2018, 30
DIAS

En ese orden de ideas quiero plantear que lo único cierto es que cada día me
encuentro en condiciones de debilidad manifiesta frente al ente empleador, no
tengo medios económicos para subsistir ni para mis gastos propios ni para mi
familia que depende de mí.
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Por estas razones para el caso a estudio, es necesario que se apliquen los
siguientes:

FUNDAMENTOS Y RAZONAMIENTOS JURIDICOS:

PRIEMRO: la aplicabilidad de sentencias de las altas cortes sobre el pago de


incapacidades, tiene cabida, cuando las entidades que deben asumir su
responsabilidad frente al pago de incapacidades se evaden y por ello traigo a
colación las siguientes sentencias

“…”
Sentencia T-144/16
 
 
"CARENCIA ACTUAL DE OBJETO-Fenómeno que puede presentarse a partir de
dos eventos que a su vez sugieren consecuencias distintas: hecho superado y
daño consumado
CARENCIA ACTUAL DE OBJETO POR HECHO SUPERADO-Fondo de
Pensiones demostró el pago de la mayoría de incapacidades reclamadas
 
RECONOCIMIENTO Y PAGO DE INCAPACIDADES LABORALES-Criterios para
determinar cuándo el reconocimiento y pago son exigibles por tutela 
 
INCAPACIDAD LABORAL SUPERIOR A 540 DIAS-Marco normativo y
jurisprudencial
INCAPACIDAD LABORAL SUPERIOR A 540 DIAS-Las personas que reclaman el
pago de las incapacidades superiores a los 540 días son aquellas que han
intentado reintegrarse a la vida laboral, a pesar de la disminución de su fuerza de
trabajo
 
En el caso concreto es evidente que el estado de salud de la actora ha impedido
el éxito total de los pretendidos reintegros, pues a favor de ella se siguen
expidiendo certificados de incapacidad laboral. Así mismo, es una persona que no
goza de una pensión de invalidez; es decir, está incapacitada medicamente para
trabajar, pero no es beneficiaria de ninguna fuente de auxilio dinerario para
subsistir dignamente. Ello evidentemente indica que se encuentra en situación de
debilidad manifiesta, y que se vulnera su derecho al mínimo vital y se amenazan
otros derechos fundamentales, tales como la vida digna y la salud.
 
RECONOCIMIENTO Y PAGO DE INCAPACIDADES LABORALES-Orden a Fondo
de Pensiones pagar subsidio por incapacidad..."

"23. Sin embargo, la Sala estima que existen circunstancias que permiten concluir
que la omisión en la solicitud oportuna de los pagos respectivos puede ser
justificada en este caso concreto, según lo arriba reseñado, en la situación de
incapacidad en que se encontraba la accionante.
 
En efecto, ha de resaltarse en este caso, que existen motivos para afirmar que
durante la mayor parte de esos dos años (según la reclamación más antigua) en
que la accionante se demoró en la solicitud de amparo, ella padeció quebrantos de
salud de considerable importancia, que la mantuvieron al margen de su lugar de
trabajo, y por ende, también de otras actividades dentro de las cuales se
encuentra la posibilidad de defender sus derechos ante las entidades
responsables.   
 
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Así mismo, encuentra la Sala que en este caso particular y concreto la afectación
al mínimo vital de la accionante ha sido continúa y es actual, pues su salario es el
único origen de sus ingresos, y su núcleo familiar no cuenta con otra fuente
estable de dinero que permita su subsistencia, la de su hija menor de edad y su
madre.
 
Por tales motivos y de acuerdo con la jurisprudencia de esta Corporación, la
evaluación del principio de inmediatez, realizada en estas circunstancias concretas
que no pueden ser omitidas por el juez constitucional, resulta positiva en el sentido
de declarar la procedencia de las solicitudes.
 
Marco normativo y jurisprudencial entorno a la responsabilidad en el pago de
incapacidades superiores a los 540 días.
 
24. Antes de hacer la presentación de la normativa que rige el presente asunto
conviene clarificar el marco conceptual en torno a las incapacidades, compuesto
esencialmente por tres elementos complementarios pero diferenciables: el
certificado de incapacidad temporal, el auxilio económico y el subsidio por
incapacidad.
 
El certificado de incapacidad temporal es una prestación que resulta de la
existencia de un concepto médico que acredita la falta temporal de capacidad
laboral del trabajador, es decir que surge de “un acto médico (...) independiente
del trámite administrativo del reconocimiento de la prestación económica”[49]. En
la emisión de este último “el criterio médico prevalece para definir el número de
días de incapacidad recomendada con el fin de proteger los derechos
fundamentales a la salud y la vida del paciente”[50].
 
Éste genera durante los primeros 180 días un auxilio económico a cargo de la
EPS, que desde el día 181 se sustituye por un subsidio de
incapacidad equivalente al auxilio, pero asumido por el Fondo de Pensiones al
que se haya afiliado el trabajador.
 
25. Tempranamente el Legislador estableció un apartado especial para la
regulación de los auxilios económicos por incapacidad laboral. En el artículo 227
del Código Sustantivo de Trabajo, determinó que los mismos se ofrecerían “en
caso de incapacidad comprobada para desempeñar las labores, ocasionada por
enfermedad no profesional” y reguló la cantidad por la que serían reconocidos, y
aquellas personas obligadas a otorgarlos.  
 
El Decreto 2351 de 1965, aún vigente, prevé en su artículo 16 la obligación del
empleador de reinstalar al empleado que se hubiere encontrado incapacitado por
causa de enfermedad común. Los dictámenes médicos, conforme a tal norma,
determinan si la reincorporación debe darse al mismo puesto de trabajo o a otro
compatible con la capacidad física del trabajador. 
 
El Decreto 770 de 1975, sacó de órbita de responsabilidad del empleador el pago
de dicho auxilio, para adjudicarlo como una obligación de un agente externo a la
relación laboral. En su artículo 9º fijó en cabeza del Instituto de Seguros Sociales
la responsabilidad del pago de “un subsidio en dinero equivalente a las dos
terceras (2/3) partes de[l] (…) salario de base, subsidio que (…) se reconocerá por
el término de 180 días continuos o discontinuos siempre que la interrupción no
exceda de 30 días”. Tal reconocimiento dinerario iniciaba por virtud de dicha
norma desde el cuarto día de incapacidad o desde el primer día de hospitalización,
si éste ocurría primero.
 
Pasado el tiempo, la Ley 100 de 1993, contempló la figura de la incapacidad en el
artículo 206, conforme el cual los afiliados al régimen contributivo en salud tendrán
el reconocimiento dinerario por incapacidades generadas por enfermedad común.
 
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En 2001 el Decreto 2463[51], en la búsqueda de la rehabilitación del trabajador


como objetivo primordial del proceso que lleva a dictaminar su pérdida de
capacidad laboral, dispuso que la AFP, previo concepto favorable de recuperación,
postergará la calificación de la pérdida de la capacidad laboral hasta por 360 días
posteriores a los 180 que debía cubrir la EPS. Esta disposición fue modificada por
el artículo 142 del Decreto-Ley 019 de 2012[52].
 
26. Ahora bien, una vez expedido el certificado de incapacidad laboral, sus pagos
y los de las respectivas prórrogas deben ser asumidos por distintos agentes del
Sistema General de Seguridad Social, dependiendo de la prolongación de la
situación de salud del trabajador.
 
Así, el lapso que hay entre el día 1 y el día 2, competen económicamente al
empleador, de conformidad con la modificación que introdujo el artículo 1º del
Decreto 2943 de 2013, al parágrafo 1º del artículo 40 del Decreto 1406 de 1999,
así:
 
“En el Sistema General de Seguridad Social en Salud serán a cargo de los
respectivos empleadores las prestaciones económicas correspondientes a los dos
(2) primeros días de incapacidad originada por enfermedad general y de las
Entidades Promotoras de Salud a partir del tercer (3) día y de conformidad con la
normatividad vigente.
 
En el Sistema General de Riesgos Laborales las Administradoras de Riesgos
Laborales reconocerán las incapacidades temporales desde el día siguiente de
ocurrido el accidente de trabajo o la enfermedad diagnosticada como laboral.
 
Lo anterior tanto en el sector público como en el privado.”
 
Las incapacidades expedidas del día 3 al 180 están a cargo de las Entidades
Promotoras de Salud, y el trámite tendiente a su reconocimiento está a cargo del
empleador, conforme lo dispone el artículo 121 del Decreto-Ley 019 de 2012. Tal
obligación está sujeta a la afiliación del trabajador por parte del empleador o del
propio independiente[53].
 
La incapacidad para trabajar que persiste luego de este periodo y trasciende al día
181, puede suscitar debate en cuanto a la responsabilidad del reconocimiento de
los auxilios que genera, y a la exigibilidad de la misma en tanto se ha asumido que
el pago está condicionado a la existencia de un concepto favorable de
recuperación. Lo anterior en virtud del Decreto 2463 de 2001.
 
27. Sobre la responsabilidad del pago, esta Corporación ha sido enfática en
resaltar que las incapacidades de origen común que superan los 180 días, corren
a cargo de la Administradora de Fondos de Pensiones a la que está afiliado el
trabajador[54]. En ese estadio de la evolución de la incapacidad, claramente, el
asunto pasa a ser dimensionado desde el punto de vista de la pérdida de la
capacidad laboral del afiliado, cuya calificación –superados 180 días de
incapacidad– debe ser efectuada y promovida por las AFP, hasta agotar las
instancias del caso[55].
 
Sobre el papel del concepto favorable de rehabilitación, conviene destacar que
conforme el Decreto-Ley 019 de 2012, las EPS deben emitirlo antes del día 120 de
incapacidad temporal. Luego de expedirlo deben remitirlo antes del día 150, a la
AFP que corresponda.
 
En los eventos en que ello no sea así, compete a la EPS pagar con sus propios
recursos el subsidio equivalente a la respectiva incapacidad temporal, en caso de
que la incapacidad se prolongue más allá de los 180 días. Asumirá desde el día
181 y hasta el día en que emita el concepto en mención.
 
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La AFP, una vez tenga concepto favorable de rehabilitación, habrá de postergar el


proceso de calificación de pérdida de capacidad laboral “hasta por 360 días
calendario adicionales a los primeros 180 de incapacidad temporal que otorgó [y
pagó] la EPS”[56]. El régimen de calificación prevé como condición, el pago de un
subsidio equivalente a la incapacidad temporal que venía disfrutando el
trabajador[57]. De este modo es claro que la AFP debe asumir el pago de
incapacidades desde el día 181 al 540, a menos que la EPS haya inobservado sus
obligaciones, como se dejó dicho.
 
Cuando antes del día 180 de incapacidad el concepto de rehabilitación sea
desfavorable, ha de emprenderse el proceso de calificación de pérdida de
capacidad sin mayor dilación, pues la recuperación del estado de salud del
trabajador es médicamente improbable.
 
28. Es necesario hacer hincapié en que el concepto favorable o desfavorable  de
recuperación, es una determinación médica de las condiciones de salud del
trabajador y constituye un pronóstico sobre el eventual restablecimiento de su
capacidad laboral. Asegura que el proceso de calificación de pérdida de capacidad
laboral, se verifique una vez se haya optado por el tratamiento y rehabilitación
integral del trabajador[58].
 
La forma condicionante en que el artículo 142 del Decreto-Ley 019 de 2012, hace
alusión a dicho concepto, lleva a pensar que se orienta al equilibrio entre los
derechos del afectado y la sostenibilidad del sistema. Da un margen de espera y
rehúsa tener por definitiva una condición médica con probabilidades de
rehabilitación, sin afectar el auxilio económico por incapacidad, y que se fijaron a
cargo de las AFP.
 
Bajo esta óptica, el concepto sobre la rehabilitación ha sido previsto como una
condición para la ampliación del término de las incapacidades hasta por 360 días
para que el trabajador enfermo pueda recuperarse con la tranquilidad de recibir un
apoyo económico.
 
Incapacidades prolongadas más allá de 540 días.
 
29. Las eventualidades y responsabilidades en materia de incapacidades que
superan los 180 días conducen a una evaluación por parte de las autoridades
calificadoras acerca de la pérdida de capacidad laboral. Una vez efectuada la
calificación, varios son los resultados posibles: a) No hay pérdida de capacidad
laboral relevante para el Sistema General de Seguridad Social, esto es cuando el
porcentaje oscila entre 0% y 5%. b) Se presenta una incapacidad permanente
parcial, esto es cuando el porcentaje es superior al 5% e inferior al 50%. Y c)
cuando el porcentaje es superior al 50%, esto es cuando se genera una condición
de invalidez.
 
30. Las personas incapacitadas de forma parcial y permanente, se encuentran en
una situación adversa, en la medida en que no tienen la plenitud de la fuerza de
trabajo, pero no son consideradas técnicamente inválidas. En estos casos es claro
que existe una obligación en cabeza del empleador de reintegrar al afectado a un
puesto de trabajo que esté acorde a sus nuevas condiciones de salud. En otras
palabras el trabajador se hace acreedor del derecho a la estabilidad laboral
reforzada, desarrollado por esta Corte a partir del artículo 26 de la Ley 361 de
1997.
 
Ahora bien ¿qué sucede con el empleado que, a pesar de tener una incapacidad
permanente parcial, sigue con problemas de salud de tal índole que le impiden
médicamente ejercer su trabajo? Es decir, ¿qué pasa cuando agotado todo el
proceso antes relatado, el trabajador no obtiene un porcentaje superior al 50% de
PCL, pero aun así continúa como acreedor de certificados médicos de incapacidad
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laboral, pasados los referidos 540 días? Estas preguntas se pueden aclarar desde
dos puntos de vista:
 
31. El primero, que apunta a reevaluar la real capacidad de trabajo del afectado,
en especial frente al concepto de invalidez. Lo anterior, pues según amplia
jurisprudencia de la Corte Constitucional y de la Corte Suprema de
Justicia[59], “… la invalidez es un estado que tiene relación directa con el
individuo y con la sociedad en la cual se desenvuelve, el criterio de evaluación
debe tener patrones científicos que midan hasta qué punto el trabajador queda
afectado para desempeñar la labor de acuerdo con las características del
mercado laboral”[60].
 
De lo anterior se puede colegir que una persona que a pesar de no ser
considerada técnicamente inválida, sigue incapacitada para trabajar con
posterioridad a los 540 días, por motivos atribuibles a la razón primigenia de la
incapacidad, debe contar con un mecanismo para reevaluar su porcentaje de
habilidad para laborar, pues ese porcentaje está íntimamente relacionado con su
labor u oficio. Sobre este punto se hará referencia más adelante. 
 
32. El segundo punto de vista, está relacionado con la desprotección que enfrenta
una persona que recibe incapacidades prolongadas más allá de 540 días pues, en
principio, no existía una obligación legal de pago de dichos certificados, en cabeza
de ninguno de las entidades que integran el Sistema de Seguridad Social, dejando
al trabajador desprotegido. Esta situación fue inicialmente descrita por esta Corte
mediante sentencia T-468 de 2010[61], y por su pertinencia se cita in extensu en
esta ocasión:  
 
“…El trabajador es incapacitado por un término superior a los 540 días.
 
En esta situación, el trabajador está desprotegido por la falta de regulación legal
en la materia, ya que no existe claridad de cuál sería la entidad de protección
social que debe asumir el pago del auxilio por  incapacidad, situación que
empeora si el empleador logra demostrar ante el Ministerio de Protección social
que en virtud de la incapacidad del trabajador no es posible reintegrarlo al cargo
que venía desempeñando o a otro similar, operando de esta manera el despido
con justa causa contenido  en el artículo 62, numeral 14 del código sustantivo del
trabajo. Ello sin perjuicio de lo estipulado en materia pensional.
 
Se tiene entonces, que en el anterior caso el trabajador quedaría desprovisto del
pago de las incapacidades laborales después del día 541 (más no de las
prestaciones en salud), por tanto, sin sustento económico para su congrua
subsistencia. De igual manera, se vería privado de protección económica en el
sistema integral de seguridad social, ante una eventual incapacidad parcial
permanente, pues si la misma ha sido de origen común, no tendrá derecho a
indemnización, contrario a lo que sucede cuando la incapacidad permanente
parcial tiene su origen en una enfermedad de origen profesional o en un accidente
laboral.
 
De esta manera quedan plenamente identificadas dos situaciones en las que el
Sistema de Seguridad Social Integral contemplado en la Ley 100 de 1993, dejó
desamparado al trabajador que sufre una incapacidad prolongada o una
incapacidad parcial permanente de origen común; esto configura un déficit de
protección legal frente a los principios constitucionales (integralidad
especialmente) que deben regir la seguridad social en nuestro Estado Social de
Derecho.”
 
Al resolver el caso concreto, la Corte en esa ocasión indicó que ni la EPS ni la
AFP habían vulnerado los derechos fundamentales del entonces accionante, bajo
la siguiente argumentación:
 
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“A partir de la línea discursiva que se planteó en la parte dogmática de esta


providencia, se estableció con meridiana claridad que en Colombia no hay una
norma legal que estipule la obligación de reconocer el pago de las incapacidades
por origen común que superen los 540 días. Desde este punto de vista se puede
considerar que a la señora Torres Sánchez no se le ha vulnerado derecho alguno
por parte del Sistema Integral de Seguridad social, ya que se le han reconocido
más de los días estipulados en las normas pertinentes…
 
(…)
 
No obstante, le asisten a la tutelante otros derechos derivados de la relación
laboral vigente, a saber: que se le sigan haciendo los aportes a la seguridad social
por parte del patrono y la posibilidad de reintegro una vez alcance su
rehabilitación. De igual manera, le asiste la posibilidad de que sea nuevamente
valorada para establecer la pérdida real de la capacidad laboral.
 
Desde esta perspectiva la Sala de Revisión considera  que en este caso no hay
vulneración de los derechos fundamentales invocados al constatarse que tanto la
EPS Coomeva, como la Administradora de Fondos de Pensiones ING S.A.,
pagaron las incapacidades respectivas. De igual forma se aprecia que la Empresa
Casa Limpia S.A., no ha incurrido en ninguna conducta que merezca reparo por
parte de esta Corporación, al contrario, ha asumido el pago de las prestaciones
sociales a favor de la demandante tal como lo establece el principio de solidaridad
que rige nuestro sistema actual de seguridad social integral.”
 
Con posterioridad a esa sentencia la Corte emitió la T-684 de 2010[62], en la cual
si bien se hicieron algunas consideraciones en torno al déficit de protección de los
asegurados con incapacidades prolongadas por más de 540 días, se decidió
negar por improcedente la acción de tutela debido a que el caso concreto había
sido resuelto por una sentencia anterior[63].
 
Aproximadamente tres años más tarde, la Corte profirió el fallo T-876 de 2013[64],
en el cual reiteró el referido déficit de protección legal, en un caso en el cual
analizó una pretensión que perseguía el pago de incapacidades superiores a los
540 días. Allí se indicó que “… la Sala de Revisión considera que en el sub
examine no se configura la vulneración de los derechos fundamentales invocados,
dado que  tanto Saludcoop E.P.S., como la Administradora de Fondos de
Pensiones Porvenir S.A., pagaron las incapacidades respectivas”. En
consecuencia, negó parcialmente el amparo y ordenó una nueva calificación al
entonces accionante.
 
33. Ahora bien ha de indicarse que al momento de resolver el caso concreto, el
Juzgado de primera instancia en la presente acción de tutela citó como
fundamento la sentencia T-004 de 2014[65], sin embargo, ella no constituye un
precedente aplicable al caso concreto debido a que las situaciones fácticas no son
equiparables.
 
Así, en esa ocasión, se amparó el derecho fundamental al mínimo vital de una
persona a la cual le han expedido incapacidades laborales por más de 540 días
como consecuencia de varios diagnósticos que habían redundado en una pérdida
de capacidad laboral del  51.77%, sin que la EPS, la empresa accionada o la AFP
hubieren pagado oportunamente las incapacidades prescritas, ni realizado los
trámites para reconocer y pagar la pensión de invalidez. En ese caso existía un
dictamen que ofrecía certeza de la imposibilidad de rehabilitación del accionante y
una negligencia de las entidades en el trámite de su pensión, por tal razón se
aplicó una interpretación constitucional del artículo 23 del Decreto 2463 de
2001, que condicionaba el pago de las incapacidades superiores a los 540 por
parte del fondo de pensiones, al trámite y reconocimiento de la pensión de
invalidez a la que tenía derecho el actor.
 
14

Como se evidencia, en el presente asunto, el porcentaje de calificación de la


invalidez, hasta ahora vigente, no puede ofrecer tal certeza. 
 
34. Ahora bien, retomando lo referente al déficit de protección legal para
asegurados con incapacidades prolongadas por más de 540 días que no tienen
derecho a una pensión de invalidez, es necesario resaltar que tal vacío legal fue
advertido recientemente por el Congreso de la República, quien a través de la Ley
1753 del 9 de junio de 2015 –Plan Nacional de Desarrollo 2014-2018–, reguló lo
referido al pago de las incapacidades superiores a los 540 días y estableció, en
cabeza del Gobierno Nacional, la obligación de regular el procedimiento de
revisión periódica de la incapacidad, dando soluciones a los dos puntos de vista
analizados en los fundamentos 31 y 32 de esta sentencia..."

SEGUNDO: igualmente aplique esta sentencia:

Del juzgado noveno penal del circuito de fecha 11 de agosto del 2004 dijo lo
siguiente:

“… los derechos fundamentales vulnerados

El derecho a la salud y seguridad social.

el derecho a la salud, tanto doctrinaria como desde el punto de vista de la


jurisprudencia, no es considerado como un derecho fundamental de primera
generación, objeto de tutela a través del derecho de amparo, sino encasilla dentro
de los derechos de carácter económico sociales o de segunda generación, sin
embargo su protección desde el punto de vista del ampara se hace necesario
cuando está en conexidad con otros derechos fundamentales como la vida digna,
la integridad personal, el mínimo vital entre otros.

en este caso, el derecho fundamental a la salud se pone en juego, pues el solo


hecho de negarle un tratamiento médico, es decir el servicio de salud a una
persona sin justa causa, el solo hecho de tal desamparo promueve la vulneración
al derecho a la salud, no solo ve deteriorada y afectada su salud, sino que la
coloca en riesgo tal que indefectiblemente pone en riesgo la vida misma, amén de
lograr una disminución ostensible del disfrute da una existencia digna.

Normativamente el derecho a la salud está consagrado en el art.49 de la carta


política; misma que como servicio público, está a cargo del estado. En cuanto a la
salud y seguridad social, si bien la doctrina constitucional ha determinado, que no
son derechos fundamentales de primera generación y por objeto de protección a
través del amparo constitucional, si se los reconoce como tales, cuando existe un
nexo causal con derechos como la vida y la integridad personal, que es el caso
que nos ocupa, pues si no se reconocen estos peligra no solo el estado de salud
del accionante, sino su nivel de vida digna y su existencia.

El derecho a la vida y dignidad humana

Nuestra carta política, no solo reconoce el derecho fundamental a la vida desde el


punto de vista biológico o físico, sino que conforme lo establece en su art. 2, hace
relación a una vida digna, de ahí que se propende por el mejoramiento de las
condiciones de vida, el aumento del goce de la misma, acudiente para el efecto a
la solidaridad de la comunidad para logra superar niveles de marginalidad, dando
preferencia a ciertos sectores de la población que están en condiciones de
indefinición.

la consagración normativa, sin lugar a dudas la encontramos en el art. 2. Inciso


2do., 11 y 12 de la carta política, art. 3 de la declaración de los derechos
humanos: art. 1 de la declaración de los derechos del hombre: art. 6 numeral 1 del
15

pacto de derechos civiles y políticos, así como en la convención para la


prevención y sanción del crimen de genocidio.

tanto en la normatividad interna como en los instrumentos internacionales, la vida


constituye el derecho fundamental por excelencia, sin el cual no es posible la
titularidad de los demás con similar connotación, luego no existe duda alguna de
su atribución de inherente a la personas humanas, es decir como aquellos que
nos distingue de los demás seres vivos por evolucionados que parezcan.

1.3 el mínimo vital.

sostiene la doctrina que el mínimo vital, es un término acuñado en el derecho


alemas por phudorfh, que significa la disminución y afectación de los recursos de
una persona, llegando a los limites de la indigencia, pero trasladada dicha
situación a nuestra medio digamos que no le permite vivir con la satisfacción de
las necesidades básicas.

para nuestro máximo tribunal constitucional , el mínimo vital garantizado como


derecho inalienable de las personas, esta constituidos por los requerimientos
básicos, indispensables para alcanzar la digna subsistencia de la persona y su
familia, no solo en lo relativo en alimentación, vestuario, sino en lo referentes a la
salud, educación, vivienda, seguridad social y sino en lo referente a la salud,
educación, vivienda, seguridad social y medio ambiente en cuanto factores
insustituibles para la preservación de una calidad de vida que no obstante la
modestia, corresponda a las exigencia del momento, que es donde se mide la
magnitud o no de la amenaza.

la seguridad social es inherente al derecho a la vida y al estar la suscrita


desprotegida de los medios económicos para cubrir la totalidad de una operación
se esta atentando contra la dignidad humana y la misma calidad de vida que se
busco mejorar con el tratamiento quirúrgico. la corte suprema ha dicho: . “ el
derecho a la vida recibe en la carta de 1991 un reconocimiento expreso como
derecho. no es ya el reflejo de una obligación estatal, aunque ésta se mantiene (c.
n. art. 2), sino que existe como derecho y como tal tiene una mayor autonomía y
alcance.

el derecho a la vida es uno de aquellos derechos inalienables de la persona cuya


primacía reconoce el art.5 de la constitución, lo que hace que ellos vinculen al
estado en dos sentidos: en la de su respeto y en la de su protección. la autoridad
estatal esta constitucionalmente obligada a no hacer cosa alguna que destruya o
debilite el contenido esencial de esos derechos, y a crear las condiciones
indispensables para que tengan cabal observancia y pleno cumplimiento.

el articulo 11, a su turno, consagra el derecho a la vida como un derecho


constitucional fundamental y reconoce su inviolabilidad, en el sentido de que sin
justa causa nadie tiene un titulo legitimo para vulnerarlo o amenazarlo. el derecho
a la vida - que es el derecho de toda persona al ser y a la existencia- es intangible
frente al estado y a los particulares mientras con su ejercicio no se infiera daño
injusto a los derechos de otro.

una característica relevante de este derecho es que la vida constituye la base


para el ejercicio de los demás derechos. es decir, la vida misma es le presupuesto
indispensable para que haya titularidad de derechos y obligaciones.

tener derecho a la vida es reconocer que nadie por una causa injusta debe
desconocérmela, lesionarla o quitarla.

la protección del derecho a la vida.


16

la protección del derecho a la vida y el respeto que el estado debe brindar a los
titulares del derecho a la vida no pude reducirse a una simple consideración de
carácter formal, por cuanto el derecho a la vida no solo implica para su titular el
hallarse protegido contra cualquier tipo de injusticia sea esta de índole particular o
institucional, sino además tener la posibilidad de poseer todos aquellos medios
sociales y económicos que le permitan a la persona vivir conforme a su propia
dignidad.

mientras que en el derecho penal una amenaza contra la vida solo se configura
con la iniciación de la etapa ejecutiva del delito, en materia constitucional la
protección del derecho a la vida incluye en su núcleo conceptual la protección
contra todo acto que amenace dicho derecho, no importa la magnitud o el grado
de probabilidad de la amenaza, con la que ella sea cierta.

una amenaza contra la vida pude tener niveles de gravedad diversos. puede ir
desde la realización de actos que determinen un peligro adicional mínimo para
alguien, hasta la realización de actos de los que derive la inminencia de un
atentado. con independencia de la responsabilidad penal que se deduzca de cada
una de estas situaciones, la constitución protege a las personas contra todos
aquellos actos que pongan en peligro e manera objetiva su vida.

el estatuto fundamental protege el derecho a la vida y dicha protección tiene lugar


cuando quiera que se afecte el goce del derecho, no importa el grado de
afectación.

así pues, una perspectiva constitucional muestra bien como se vulnera el derecho
fundamental a la vida por la realización de actos que ponen en peligro objetivo tal
derecho, así el peligro no sea inminente... por ello, con el objeto de una efectiva y
concreta protección de los derechos fundamentales de las personas, entre los
cuales el derecho a la vida ocupa un lugar primordial, la carta política de 1991
creo la figura de la acción de tutela en su artículo 86…” (c. constitucional
sentencia t-102.mar.10/93. m.p. carlos gaviria díaz).

En consecuencia, la negación a no contestar por parte de la EPS, y el no


reconocimiento del pago de incapacidades sin poder mi mandante trabajar ponen
en una situación que atenta contra la vida y la familia, ya que mi poderdante no
tiene otro medio de subsistencia que lo que ella pueda proporcionar para subsistir.

Por su parte, la corte constitucional tiene dicho:

“… articulo. 11. el derecho a la vida es inviolable. No habrá pena de muerte. “….el


principio de dignidad no será comprensible si es el necesario proceso de
socialización del individuo se entendiera como una forma de masificación y
homogenización integral de su conducta, reductora de toda taza de originalidad y
peculiaridad. si la persona en sí misma es un fin, la búsqueda y el logro
incesantes de su destino conforman su razón de ser y a ellas por fuerza
acompaña, en cada instante, una inextirpable singularidad de la que se nutre el yo
social, la cual expresa un interés y una necesidad radicales del sujeto que no
pueden quedar desprotegidas por el derecho a riesgo de convertirlo en cosa…..”

9. es de observar como hecho de esta demanda que la acción de tutela, se creó


como mecanismo de protección a los derechos fundamentales consagrados en la
constitución política , por esas razones cuando no se ordena o se cumple los
tratamientos que los médicos ordenan a los pacientes de la e. p. s. se esta
violando el derecho a la vida se esta atentando contra la salud de una persona,
como en el caso de estudio de la señor Fernando Gutiérrez rada quien requiere
por orden del médico tratante, de una operación urgente antes mencionada.

10. el tratamiento quirúrgico de obesidad mórbida, con cirugía de baypass


gástrico por laparoscopia es el mecanismo de protección para esta persona,
17

entendiendo que la salud es inherente al derecho a la vida. por eso al crearse el


sistema integral de la seguridad social, y al crearse en forma especial el sistema
de seguridad social en salud, es necesario establecer que el sistema de salud así
concebidos comprende los procesos de fomento, prevención, tratamiento y
rehabilitación, al cumplirse con el medio tratante de los pacientes de la e. p. s. se
está violando el derecho a la vida, como es el caso de la señor Fernando
Gutiérrez rada, quien requiere por el médico tratante del tratamiento quirúrgico de
obesidad con cirugía de bypass gástrico por laparoscopia, debido a la falla de los
tratamientos no quirúrgicos.

al respecto la corte constitucional en sentencia no. t-271/95 expresa que:

“derecho a la salud / derecho a la vida-conexidad

la salud reviste la naturaleza de derecho fundamental merced a su relación


inescindible con el derecho a la vida y al mínimo vital. la vinculación entre el
derecho a la vida y el derecho a la salud se aprecia con absoluta claridad, ya que
la presencia de una patología semejante, además de conducir a la muerte,
desmejora la calidad de la vida durante el tiempo al que todavía pueda aspirarse.
se torna patente, entonces, la necesidad de proceder al tratamiento pertinente
encaminado a atacar las manifestaciones de la enfermedad para impedir su
desarrollo o morigerar sus efectos, tratando de conservar, en lo posible, las
posibilidades que faciliten al enfermo desenvolver la propia personalidad dentro
del medio social.

derecho a la autonomía personal/tratamiento medico

a quien, en ejercicio de su autonomía, expresa su voluntad de someterse a un


tratamiento paliativo, que cree favorable, deba respetársele su opción del mismo
modo que se respeta la del sujeto que se opone a ser tratado, con la diferencia de
que en un caso basta la abstención y en el otro se exige la actuación positiva
encaminada a salvaguardar la salud y la vida. las particularidades del caso sub
examine obligan a considerar que dada la preponderancia de los valores y
derechos que intervienen -salud en conexidad con la vida- la autonomía del
paciente, en cuanto capaz de decidir lo que desea y de manifestarlo, adquiere
especial trascendencia y el galeno debe, por lo tanto, respetar ese querer, más
aún cuando cualquier decisión suya es susceptible de incidir de manera
determinante en la esfera autónoma del peticionario que busca el mejoramiento
de sus condiciones de vida en calidad y cantidad.

estado social de derecho/primacia de los derechos inalienables

los postulados se hallan estrechamente vinculados a la idea de estado social de


derecho que propende por la realización de la justicia y, al avalar los principios de
dignidad humana y solidaridad y al conferirle "primacía a los derechos inalienables
de la persona"
traspasa el reducido marco de la legalidad con el que se identificaba la noción
clásica de estado de derecho, comprometiéndose a desarrollar las tareas que le
permitan a los asociados cristalizar las prerrogativas que el ordenamiento jurídico
les reconoce; a ese objetivo se acomoda el deber de "obrar conforme al principio
de solidaridad social, respondiendo con acciones humanitarias ante situaciones
que pongan en peligro la vida o la salud de las personas”

enfermedad - concepto

el concepto de enfermedad es, por esencia, dinámico y no corresponde tan sólo a


la afectación biológica o a una simple referencia de carácter fisiológico, ya que
está implicado históricamente y unido a condicionamientos culturales, sociales y
económicos. no por azar períodos enteros de la historia se identifican con alguna
18

enfermedad; lepra en la antigüedad, peste en el medioevo, sífilis en la edad


moderna, tuberculosis en el siglo xix, sida en las postrimerías del siglo xx, y en
cada tramo las variables que definen los estados de sanidad y de enfermedad son
distintos. el especial tipo de enfermedad que hace parte decisiva de las
preocupaciones de una época, más que ningún otro, trasciende la esfera
individual generando, en torno suyo, un conjunto de manifestaciones que suele
conducir a la discriminación real de las minorías afectadas.

ref: expediente t-62714


procedencia: consejo de estado.
magistrado ponente:
alejandro martinez caballero

sencillamente, y para los efectos del caso sobre el que se resuelve en sede de
revisión, basta puntualizar que el artículo 11 superior vincula al estado y a los
asociados a la protección de la vida en sus dimensiones física y moral; esta
corporación ha entendido que "la vida del ser humano es mucho más que el hálito
mediante el cual se manifiesta su supervivencia material" y que "no puede
equipararse a otras formas de vida, pues agrega al mero concepto físico
elementos espirituales que resultan esenciales" (sentencia t-067 de 1994. m.p. dr.
josé gregorio hernández galindo).

ahora bien, es claro que, entendida de esta manera, la vida humana aumenta su
radio de acción y el derecho pertinente cobra una fuerza expansiva de tal índole
que lo conecta con otros derechos que, sin perder su autonomía, le son
consustanciales.

a este respecto la corte constitucional ha expuesto que:

"...la salud y la integridad física son objetos jurídicos identificables, pero nunca
desligados de la vida humana que los abarca de manera directa", por ello "cuando
se habla del derecho a la salud, no se está haciendo cosa distinta a identificar un
objeto jurídico concreto del derecho a la vida, y lo mismo ocurre cuando se refiere
al derecho a la integridad física. es decir, se trata de concreciones del derecho a
la vida, mas no de bienes jurídicos desligados de la vida humana, porque su
conexidad próxima es inminente…" (sentencia t-494 de 1993. m.p.dr. vladimiro
naranjo mesa).

de acuerdo con el pronunciamiento que se acaba de citar, el derecho a la salud


comprende:

"…la facultad que tiene todo ser humano de mantener la normalidad orgánica
funcional, tanto física como en el plano de la operatividad mental, y de
restablecerse cuando se presente una perturbación en la estabilidad orgánica y
funcional de su ser. Implica, por tanto, una acción de conservación y otra de
restablecimiento...". Empero, la corte también ha sido clara en sostener, desde
una perspectiva ampliada que "la salud es un estado variable, susceptible de
afectaciones múltiples, que inciden en mayor o menor medida en la vida del
individuo", de suerte que "el estado protege un mínimo vital, por fuera del cual el
deterioro orgánico impide una vida normal ", siendo así que la salud supone "un
estado completo de bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia
de afecciones o enfermedades… “(sentencia t-597 de 1993. m.p. dr. Eduardo
Cifuentes muñoz).

El pacto internacional de derechos económicos, sociales y culturales, ratificado por


Colombia mediante la ley 74 de 1968 reconoce el derecho de toda persona al
disfrute del más alto nivel posible de salud física y mental y al goce de los
beneficios del progreso científico.
19

Fuera de los anteriores postulados con arreglo a los cuales, ponderados los
hechos específicos de cada caso concreto, la salud reviste la naturaleza de
derecho fundamental merced a su relación inescindible con el derecho a la vida y
al mínimo vital-, el derecho previsto en el artículo 49 de la carta integra un
conjunto de elementos que, en palabras de la corte:

"…le confieren un carácter asistencial, ubicado en las referencias funcionales del


estado social de derecho, en razón de que su reconocimiento impone acciones
concretas, en desarrollo de predicados legislativos a fin de prestar el servicio
público correspondiente...".

Atendiendo al criterio que esta corporación prohíja, se percibe que:

"… la frontera entre el derecho a la salud como fundamental y como asistencial


es imprecisa y sobre todo cambiante, según las circunstancias de cada caso…
“(sentencia t-484 de 1992. m.p.dr. fabio morón díaz), de ahí que, en principio, se
puede afirmar que el carácter fundamental del derecho a la salud emerge siempre
que su desatención vulnere directa y gravemente el derecho a la vida,
destacándose que en estos eventos comporta "no sólo la intervención puntual
necesaria para evitar la enfermedad, sino también la actuación difusa necesaria
para lograr la recuperación de la calidad de vida" (sentencia t-597 de 1992. m.p.
Dr. Eduardo Cifuentes muñoz).

Este discernimiento responde a las exigencias de la dignidad humana porque "…


la vida que es debida al hombre en justicia es la vida digna, es decir, íntegra y
saludable… ", en otros términos, al ser la salud "…una condición existencial de la
vida humana en condiciones de plena dignidad: al hombre no se le debe una vida
cualquiera sino una vida saludable… " (sentencia t-494 de 1993. m.p. dr. vladimiro
naranjo mesa).

No debe perderse de vista que la institución de seguridad social ha asumido un


compromiso con la salud del afiliado, entendida en este caso, como un derecho
conexo con la vida y que la obligación de proteger la vida es de naturaleza
comprensiva pues no se limita a eludir cualquier interferencia sino que impone,
además, "una función activa que busque preservarla usando todos los medios
institucionales y legales a su alcance " (sentencia t-067 de 1994. m.p. dr. josé
gregorio hernández galindo).

Esa obligación es más exigente y seria en atención al lugar que corresponde al


objeto de protección en el sistema de valores que la constitución consagra, y la
vida humana, tal como se anotó, es un valor supremo del ordenamiento jurídico
colombiano y el punto de partida de todos los derechos. En la sentencia t-165 de
1995 la corte expuso:

"…siempre que la vida humana se vea afectada en su núcleo esencial mediante


lesión o amenaza inminente y grave el estado social deberá proteger de inmediato
al afectado, a quien le reconoce su dimensión inviolable. Así el orden jurídico total
se encuentra al servicio de la persona que es el fin del derecho…”. (m. p. Dr.
Vladimiro naranjo mesa).

Corresponde, entonces, al estado aportar los medios adecuados y a su alcance


para dar el tratamiento prescrito. los postulados anteriores se hallan
estrechamente vinculados a la idea de estado social de derecho que propende por
la realización de la justicia y, al avalar los principios de dignidad humana y
solidaridad y al conferirle "primacía a los derechos inalienables de la persona "
(art.5 c.p.) traspasa el reducido marco de la legalidad con el que se identificaba la
noción clásica de estado de derecho, comprometiéndose a desarrollar las tareas
que le permitan a los asociados cristalizar las prerrogativas que el ordenamiento
jurídico les reconoce; a ese objetivo se acomoda el deber de "obrar conforme al
20

principio de solidaridad social, respondiendo con acciones humanitarias ante


situaciones que pongan en peligro la vida o la salud de las personas ". Acerca de
este tópico la corte constitucional ha destacado que:

"… el estado social de derecho mantiene el principio de legalidad, pero lo supera


y complementa al señalar entre sus finalidades la de garantizar un orden político,
económico y social justo (c.p. preámbulo). La naturaleza social del estado de
derecho colombiano supone un papel activo de las autoridades y un compromiso
permanente en la promoción de la justicia social.

La defensa de los valores supremos del ordenamiento obliga al estado a intervenir


-dentro del marco constitucional- para proteger a las personas en su dignidad
humana y exigir la solidaridad social cuando ella sea indispensable para
garantizar derechos fundamentales como la vida y la salud… " (sentencia t -505
de 1992. m.p. dr. Eduardo Cifuentes muñoz).”

En ese orden de ideas observe señor juez, que mi estado de salud es precario por
ello solicito se tengan en cuenta las siguientes

PRETENSIONES

PRIMERO: tutelar el derecho a la vida, a la seguridad social, a la salud y a la vida


digna del suscrito LUIS ENRIQUE SAA MORENO, mayor de edad y domiciliado
en Cali, identificado con no. CC: 16.679.380 DE CALI VALLE

SEGUNDO: como consecuencia de lo anterior, ordenar a SERVICIO


OCCIDENTAL DE SALUD S.O.S NIT: 805.001.157-2, REPRESENTADA
LEGALMENTE POR EL SEÑOR JAIRO HERNANDO VARGAS CAMACHO,
DIRECCIÓN: AVENIDA 3 NORTE # 23N - 55 (CALI), TELÉFONO: (2) 4898686 y a
COLFONDOS S.A, NIT: 800.149.496-2, Dirección Judicial: CALLE 67 7 94 P 19
BOGOTA D.C, para que reconozcan el pago de las incapacidades ocasionadas
por motivo de mi enfermedad de origen común, cuales relaciono nuevamente:

1.- INICIA 4 DE ABRIL DE 2018 HASTA MAYO 3 DE 2018, 30 DIAS


2.- INICIA 4 DE MAYO DE 2018 HASTA EL 2 DE JUNIO DE 2018 30 DIAS
3.-INICIA 3 DE JUNIO DE 2018 HASTA EL 3 DE JULIO DE 2018 30 DIAS
4.- INICIA 4 DE JULIO DE 2018 HASTA EL 2 DE AGOSTO DE 2018, 30 DIAS
5.- INICIA 3 DE AGOSTO DE 2018 HASTA EL 1 DE SEPTIEMBRE DE 2018, 30
DIAS
6.- INICIA 2 DE SEPTIEMBRE DE 2018 HASTA EL 01 DE OCTUBRE DE 2018,
30 DIAS
7.- INICIA 2 DE OCTUBRE DE 2018 HASTA EL 01 DE NOVIEMBRE DE 2018, 30
DIAS

TERCERO: ordene señor juez el reconocimiento de todas las incapacidades


generadas por el médico tratante que entregue a las accionadas y las que se
deriven como consecuencia de mi enfermedad y que sean posteriores a este fallo.

CUARTO: prevenir a las entidades accionadas que eviten incurrir en los mismos
hechos y en la misma vulneración de los derechos fundamentales consagrados en
la Constitución Política so pena de las sanciones establecidas en la Constitución y
la ley.
21

PRUEBAS

DOCUMENTAL
FOTOCOPIA DE LA CEDULA, 1 FOLIO
HISTORIA CLINICA E INCAPACIDADES, 22 FOLIOS
COMUNICADO DE S.O.S SERVICIO OCCIDENTAL DE SALUD, 4 FOLIOS

Fundamento las pretensiones y hechos de la demanda en el artículo 11 de la


constitución política, jurisprudencia de la corte constitucional enunciada en el libelo
de mandatario y sentencias de tutelas enunciadas.

JURAMENTOS

Bajo la gravedad de juramento manifiesto que nunca he iniciado una acción de


tutela por los mismos hechos y contra las entidades enunciadas en el acápite
primero del libelo de mandatario.

NOTIFICACIONES Y DIRECCIONES

Las mías, las podrán realizar en la Calle 95 No. 28 D 20 Barrio MOJICA CALI
VALLE teléfonos 4361336-3214857252

COLFONDOS S.A, NIT: 800.149.496-2, Dirección Judicial: CALLE 67 7 94 P 19


BOGOTA D.C

SERVICIO OCCIDENTAL DE SALUD S.OS NIT: 805.001.157-2,


REPRESENTADA LEGALMENTE POR EL SEÑOR JAIRO HERNANDO VARGAS
CAMACHO, DIRECCIÓN: AVENIDA 3 NORTE # 23N - 55 (CALI),TELÉFONO: (2)
4898686,

De usted, atentamente,

LUIS ENRIQUE SAA MORENO,


CC: 16.679.380

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