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FACULTAD DE HUMANIDADES
DEPARTAMENTO DE HISTORIA
Parcial Nro. 2
Matrícula: 19825
Introducción
1
Plácido, Domingo. “La presencia de la mujer griega en la sociedad: Democracia y Tragedia”, en: Stud.
Hist., Hª antig., 18, 2000, pp .52.
Esta obra claramente refleja el desprecio de Aristófanes ante la situación causada por la
guerra. En la cultura popular se lo trata de pacifista y hasta de feminista, por el
protagonismo y las acciones de las mujeres en sus obras. Pero el autor está lejos de ser
esto segundo. Es fácil caer en la idea de que esta obra y algunas otras (La asamblea de
mujeres) son críticas al papel de la mujer en la sociedad griega clásica, y que busca
ponerlas de igual a igual con los hombres. Pero esto es un terrible anacronismo y una
falta de compresión de la crítica que hace Aristófanes. Si bien en Lisístrata, hay un
papel activo de las mujeres que irrumpen en la polis, esto se produce como una crítica
del autor a la política mal dirigida por los hombres; dando a entender que el conflicto
carece de sentido y que hasta una mujer puede ver esto.
No solo eso, si no que Aristófanes no reniega de la mala fama que se les adjudica a las
mujeres. Lisístrata reconoce y acepta esas actitudes en un diálogo que se produce con su
vecina Cleonica.
“Lisístrata: Es que me arde el corazón, Cleonica, y estoy muy enfadada por culpa de
nosotras, las mujeres, porque los hombres nos toman por unas enredadoras.
Cleonica: Y lo somos, por Zeus.
Lisístrata: Sin embargo, se les dijo a ésas que vinieran aquí para tratar de un asunto nada
insignificante y no vienen: están durmiendo.
Cleonica: Ya vendrán, querida. A las mujeres les es difícil salir de casa: una tiene que
ocuparse del marido; otra, despertar a un criado; otra, despertar al niño; otra, bañarlo;
otra, darle de comer...
Lisístrata: Sí, pero ahora había cosas más urgentes para ellas.”2
En este mismo diálogo, Cleonica hace alusión a las tareas de las mujeres. Las cuales
claramente pertenecen al ámbito doméstico.
Ya a partir de este punto aparecen varias de las características de las mujeres de manera
cómica, afición al vino, obsesión con los penes, coquetería, entre otras. A pesar de las
buenas intenciones que tienen para terminar la guerra, no pueden alejarse de estas
cuestiones fácilmente. Esto se puede ver en varios ejemplos, cuando Lisístrata cuenta su
plan, la primera respuesta de sus pares es decir que es imposible abstenerse.
2
Aristófanes. “Comedias III”.Madrid, Gredos, 2007. Pp. 24
“Lisístrata: Pues bien, hemos de abstenemos de la polla. (Murmullos y gestos de
espanto) ¿Por qué os volvéis? ¿A dónde vais? Vosotras, ¿por qué torcéis el gesto y
negáis con la cabeza? ¿Por qué palidecéis? ¿A qué vienen esas lágrimas? ¿Lo haréis o
no; qué problema tenéis?
Cleonica: No puedo hacerlo: que siga la guerra.
Mirrina: Ni yo: que siga la guerra.” 3
Lisístrata se queja de que el sexo femenino es “calentón”. Luego en el momento que las
mujeres juran sostener la huelga sexual. En ese momento Lisístrata dice que se
realizara el juramente sacrificando un carnero sobre un escudo (como es realizado por
los hombres); pero convencida por sus compañeras, el escudo es reemplazada por una
copa y la sangre por vino.
“Cleonica: Yo te lo diré si quieres, por Zeus: ponemos en el suelo una copa negra bien
grande, boca arriba, y degollando un odre de vino de Tasos juraremos no echarle agua a
la copa.
Lampito: ¡Oh, no puedo decir cuánto apruebo ese juramento!”4
3
Ibid. Pp. 33
4
Ibid. Pp. 37
5
Loreaux, N. “La experiencia de Tiresias. Lo femenino y el hombre griego. Editorial Biblos, Buenos Aires,
2003. Cuarte parte: ¿Qué mujer? Pp. 20.
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Plácido, Domingo. “La presencia de la mujer griega en la sociedad: Democracia y Tragedia”, en: Stud.
Hist., Hª antig., 18, 2000, pp .56
menor e imperfecta y no puede controlarse, la libertad para ellas es dañina para la polis. 7
Lisístrata hace referencia a esto con su frase “Soy mujer pero hay raciocinio en mí”.
No es coincidencia que esta obra aparezca durante los últimos años de la Guerra del
Peloponeso. Una consecuencia importante de este conflicto es la reducción de la
población joven, debido a que eran llamados a combatir. Para la polis ateniense era vital
la reproducción de nuevos ciudadanos, y la ausencia de los jóvenes evitaba que esto
sucediera. Probablemente por esta razón, se da un nuevo interés en las mujeres durante
este período8. La función de la mujer es brindar a sus maridos de hijos legítimos para
asegurar la continuidad de la polis. Este aspecto también es marcado en la comedia de
Aristófanes.
“Lisístrata: Pues bien, grandísimo canalla, soportamos más del doble de su peso que
vosotros. Ante todo pariendo hijos y dejándolos ir lejos a servir como hoplitas.
Consejero: Calla, no recuerdes desgracias.
Lisístrata: Luego, cuando habría que pasárselo bien y disfrutar de la juventud, tenemos
que dormir solas por culpa de las campañas. Y por lo que a mí respecta, pase; pero me
aflijo por las muchachas que envejecen en su tálamo.
Consejero: ¿Es que los hombres no envejecen?
Lisístrata: Sí, por Zeus, pero no es lo mismo. El hombre llega, y aunque esté lleno de
canas no tarda en encontrar una chica joven para casarse; pero la ocasión de la mujer es
breve y si no la aprovecha, nadie quiere casarse con ella, y ella se queda a verlas
venir.”9
Este diálogo también evidencia el problema de que las mujeres jóvenes no encuentren
hombre para casarse, y que no cumplirían así con su deber de procrear más ciudadanos.
Ya dijimos que el papel de la mujer quedaba relegado al oikos. Según Jenofente, en esta
área cumplen una función administrativa también, siendo esta superior que el hombre en
este ámbito10. Y aquí encontramos más claramente la invasión de oikos sobre la polis en
la obra de Aristófanes. Las mujeres creen tener la misma capacidad que los hombres
7
Cantarella, Eva. Según natura; la bisexualidad en el mundo antiguo, Madrid, Akal, 2010. Cap. III
Homosexualidad y heterosexualidad comparadas en la filosofía y la literatura. Pp. 94
8
Ibid. Pp. 91
9
Aristófanes. “Comedias III”.Madrid, Gredos, 2007. Pp. 61
10
Plácido, Domingo. “La presencia de la mujer griega en la sociedad: Democracia y Tragedia”, en: Stud.
Hist., Hª antig., 18, 2000, pp .52
para administrar la polis cuando toman la Acrópolis, y además decide controlar los
asuntos de la ciudad porque los hombres lo están haciendo mal.
El Consejero luego las mandara a callar e hilar (la actividad de hilar era realizada por las
mujeres dentro de la casa, esto es una alusión de “ponerlas en su lugar), y frente a esta
acusación Lisístrata es quien les pedirá a los hombres que se calle y explicara como
solucionaran la guerra a partir de una analogía con el hilado. La confusión entre el oikos
y la polis sigue siendo marcada en esta escena.
Luego de reiterados conflictos entre hombres y mujeres, Atenas y Esparta deciden
juntarse para acordar la paz debido a la molestia que les produce la huelga sexual.
El diálogo se produce entre chistes ambiguos que rozan lo sexual (algo característico de
esta obra), y varias referencias a la necesidad sexual de los hombres que tienen la “ingle
inflamada”.
11
Aristófanes. “Comedias III”.Madrid, Gredos, 2007. Pp. 55
Conclusión
Aristófanes utiliza la obra como una crítica a la guerra en favor de una solución
pacífica. Para esto utiliza el papel de Lisístrata para evidenciar las fallas de las
decisiones políticas tomadas por los hombres. Sin embargo, con esto no quiere decir que
critique el papel de la mujer en la polis. Claramente el no propone aquí un cambio en los
tratos hacia ellas, ni una ampliación en sus derechos (como se quiere hacernos creer en
la cultura popular), si no que las relega como punto de conflicto para que los hombres
deban regresar a sus hogares y poner fin a la guerra. Una vez cumplido este objetivo
(planteado por Lisístrata), las mujeres vuelven a su lugar de costumbre, el oikos, y
vuelven a sujetarse de las decisiones de sus maridos.
Bibliografía