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Prevención
Desde hace muchos años se vienen utilizando vacunas para prevenir la fiebre tifoidea.
Todos los viajeros a zonas endémicas corren el riesgo de contraer la fiebre tifoidea,
aunque dicho riesgo es generalmente bajo en centros turísticos y negocios con altos
niveles de alojamiento, saneamiento e higiene de los alimentos. Se debe proponer la
vacunación a quienes viajen a destinos donde el riesgo de fiebre tifoidea sea alto.
No ingerir agua o alimentos contaminados con la bacteria. Para ello hay que beber agua
potable y alimentos libres de la bacteria o bien cocinados, ya que el calor las destruye.
Esta medida, además, puede ayudar a prevenir otras infecciones gastrointestinales
(Marimón, 2019)
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Abstenerse de tomar infusiones o té en lugares que no gocen de su confianza, a
no ser que se hayan tratado correctamente o se hayan preparado con agua
mineral.
No ingerir productos lácteos, excepto si está completamente seguro de que han
sido pasteurizados.
Las verduras y hortalizas han de consumirse cocidas y cuando aún estén
calientes. Si prefiere consumirlas crudas, debe sumergirlas previamente, durante
al menos cinco minutos, en una solución de agua potable clorada con cuatro
gotas de lejía de una concentración de 50 gramos de cloro por litro.
La fruta debe ser lavada antes de pelarla.
Los pescados y mariscos no deben consumirse crudos; deben ser hervidos al
menos durante diez minutos antes de su consumo.
1.8.2. La vacunación
En viajes cortos de trabajo puede bastar con las medidas de higiene, mientras que la
vacuna se recomienda especialmente cuando se realizan estancias más prolongadas,
cuando se va de acampada o a viajes de aventura, en cooperación internacional (sobre
todo sanitaria). "Un factor decisivo serán los viajes a sitios donde haya epidemias de
fiebre tifoidea notificadas", (De la Calle, 2019)
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CAPÍTULO II
Hasta principios del siglo XX la fiebre tifoidea era endémica en muchos países, pero las
medidas de cloración del agua de bebida y la eliminación sanitaria de excretas lograron
el control de la infección en muchos países. Si continúan siendo frecuentes, por el
contrario, las infecciones por Salmonellas no tíficas, cuyo reservorio es muy difícil de
controlar pues son muchas especies animales distintas.
La Fiebre Tifoidea se distribuye por todo el mundo, siendo el sudeste asiático e India los
lugares con más casos del mundo. Sin embargo, la fiebre tifoidea sigue siendo un
problema mundial de salud pública y se registran 12.5 millones de casos en el mundo
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con tasas anuales de incidencia que en los países del Tercer Mundo oscilan entre 35 y
765 casos por 100,000 habitantes. (https://www.portalfarma.com)
Se estima que todavía se producen 21 millones de casos de fiebre tifoidea al año en todo
el mundo, que dan como resultado 200.000 muertes. De ahí la importancia de adoptar
medidas preventivas cuando se viaja a las zonas con mayor incidencia. "Los países
donde se producen más casos son los de sudeste asiático, subcontinente indio, África
-sobre todo central y occidental- y por supuesto, Sudamérica" (De la Calle, 2019)
Se estima que cada año contraen fiebre tifoidea entre 11 y 20 millones de personas y que
entre 128 000 y 161 000 de ellas acaban falleciendo. El mayor riesgo se da en las
comunidades pobres y los colectivos vulnerables, incluida la población infantil. (OMS,
2018)
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Según estimaciones de la OMS se producen en el mundo unos 21 millones de
casos/año, con entre un 1 y un 4% (200.000 a 600.000) de casos fatales. Cabe destacar
que el 90% de los casos letales se producen en Asia y que tres países concretos de esta
región (India, Pakistán y Bangladesh) acumulan el 85% de los casos mundiales. Debe
tenerse en cuenta que los casos leves y tratados con antibióticos sin diagnóstico
etiológico, no son notificados y por tanto la incidencia está infraestimada, sobre todo en
el caso de África. En este continente el último gran brote ocurrió en 2005, cuando se
notificaron 42.564 casos en la República Democrática del Congo. Mucho más reciente,
en 2011-2012, se ha notificado un brote en Zimbawe, con unos 4.000 casos sospechosos
(y más de 1.800 oficialmente notificados) de esta enfermedad. (OMS, 2015)
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países desarrollados; diez de mil habitantes en los países del sur del Mediterráneo y
hasta cien de mil habitantes o más en áreas endémicas como Chile, Indonesia y la India
(Pascual, 2015)
Latinoamérica está catalogada como una región de incidencia media de fiebre tifoidea
(10-100/ 100.000 casos anuales) (1,3). En Colombia, de los 2.330 casos reportados al
Sistema de Vigilancia en Salud Pública (SIVIGILA) entre 2002 y 2004, sólo 3,7%
fueron confirmados por el laboratorio (4,5).
En México la situación es diferente con respecto a los Estados Unidos, de acuerdo con
los datos del Sistema Nacional de Vigilancia Epidemiológica (SINAVE) en el año 2007
se reportaron 4,616,080 casos de infecciones intestinales, de los cuales 44,076 fueron
ocasionados por Salmonella Typhi, y 36,121 casos por otro tipo de organismos. Estos
datos reflejan un gran incremento de casos en comparación con los datos del año 2005,
en el cual se reportaron 40,599 casos por consumo de alimentos contaminados, de los
cuales, 31,790 casos fueron provocados por Salmonella. (Sistema Nacional de
Vigilancia Epidemiológica, 2014)
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2.3. Nivel Nacional
Segunda las estadísticas que se obtuvieron del SEDES, determina que de un Total de
2.009 muestras con sospecha de fiebre tifoidea 1.152 dieron positivas
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En Cochabamba el año 2018 se presentaron entre 700 a 800 casos de fiebre tifoidea en el
departamento.
Sin embargo, algún estudio en el país demostró que dicha enfermedad es considerada
endémica, además su origen se relaciona directamente con deficiencias en el
saneamiento ambiental, representando una de las seis causas más importantes de
morbilidad infecciosa, de los casos notificados al Ministerio de Salud encontrándose
tasas de incidencia por año de 40-60 casos por 100,000 habitantes, pero en distritos
pobres de nivel socioeconómico crítico y en adultos jóvenes esta cifra es más elevada:
300-500 casos por 100,000 habitantes, siendo el 35% niños menores de 14 años y la
mayoría del rango de 5-20 años. (INE, Encuesta de Hogares, 2018)
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CAPÍTULO III
3. TRATAMIENTO
Durante la terapia es necesario que la persona se alimente con frecuencia debido a las
hemorragias intestinales u otras alteraciones del tracto digestivo. En ciertos casos debe
administrarse alimentación por vía intravenosa hasta que el paciente pueda digerir los
alimentos.
En ausencia del tratamiento antibiótico la fiebre puede persistir durante semanas o meses
y un porcentaje importante de los afectados puede morir como consecuencia de las
complicaciones de la enfermedad. Según el microbiólogo José María Morimán (2019)
“[…] en la era preantibiótica la mortalidad de esta enfermedad se cifraba en torno al
15 por ciento de los afectados. Sin embargo, si el paciente recibe una terapia con
antibióticos, la cifra de mortalidad se reduce por debajo del 1 por ciento de los casos”.
La fiebre tifoidea puede ser tratada con antibióticos, aunque la creciente resistencia a
distintos tipos de antibiótico complica cada vez más el tratamiento. En realidad, la
terapia con antibióticos es el único tratamiento efectivo para la fiebre tifoidea.
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En el pasado, el medicamento elegido era el cloranfenicol. Sin embargo, la farmacología
moderna habitualmente ya no lo usa debido a sus efectos secundarios.
El cloranfenicol continuó siendo el tratamiento básico para la fiebre entérica hasta que
en los años 70 apareció la resistencia por plásmidos. Esta resistencia aumentó la
mortalidad, lo que, sumado a la rara toxicidad que el cloranfenicol inducía en la médula
ósea, convirtió a la ampicilina (1 g cada 6 horas por vía oral) y la trimetoprima-
sulfametoxazol (TMP-SMZ; un comprimido con el doble de potencia dos veces al día)
los pilares del tratamiento.
En 1989 surgió S. typhi resistente a múltiples fármacos (RMF). Estas bacterias son
resistentes a cloranfenicol, ampicilina, trimetoprima, estreptomicina, sulfamidas y
tetraciclinas. Al igual que la resistencia al cloranfenicol, las resistencias a ampicilina y
trimetoprima están codificadas por plásmidos. En 1994, el 12% de las cepas de S. typhi
en Estados Unidos eran RMF. Por esta razón se recomienda actualmente realizar el
tratamiento antibiótico empírico con quinolonas o con cefalosporinas de tercera
generación. Las cefalosporinas de primera y segunda generación, al igual que los
aminoglucósidos, son eficaces contra Salmonella in vitro, pero no para matar las
infecciones clínicas. (Harrison et al. (S/f: 1149)
Los antibióticos que se recetan comúnmente contra la fiebre tifoidea son los siguientes:
• Ceftriaxona
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• Amoxicilina
• Trimetroprim-sulfametoxazol
Fuente: (Elaboración propia en base a ¨Salmonelosis, fiebre tifoidea, Karen Solís¨, 2017)
3.2.1. Ciprofloxacina
3.2.1.1. Descripción
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Fuente: (Vademécum, 2017)
El ciprofloxacino debe su acción antibacteriana a que inhibe la síntesis del ADN. Para
ello, se une a las porinas que son unas proteínas que forman parte de la membrana y
permite el paso del fármaco al interior de la célula. Una vez dentro de la célula, se una a
la ADN-girasa disminuyendo su actividad. La ADN-girasa es una enzima que reduce la
tensión molecular por el súper enrollamiento y permite la replicación del ADN. De esta
forma, al inhibir la replicación del ADN de la bacteria impide su proliferación
revirtiendo así la infección. Además, las células humanas y de los mamíferos contienen
una topoisomerasa II, la cual a dosis alta puede quedar inhibida por el fármaco
desencadenando un cierto efecto antineoplásico. (María Vijande, 2018)
Por otro lado, si se administra con otros fármacos que inhiben la síntesis de proteínas,
disminuye su acción, ya que todas las estructuras sobre las que actúa son de carácter
proteico. (María Vijande, 2018)
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3.2.1.4. Farmacocinética.
Absorción: Tras la administración oral de dosis únicas de 250 mg, 500 mg y 750
mg de ciprofloxacino comprimidos, ciprofloxacino se absorbe rápida y
ampliamente, principalmente en el intestino delgado, y las concentraciones
séricas máximas se alcanzan en 1-2 horas más tarde.
Las dosis únicas de 100 a 750 mg produjeron concentraciones séricas máximas
dependientes de la dosis (Cmax), entre 0,56 y 3,7 mg/L. Las concentraciones
séricas aumentan proporcionalmente con la dosis de hasta 1000 mg. (Bayer,
2019)
La biodisponibilidad absoluta es aproximadamente del 70 al 80%.
Distribución: La unión de ciprofloxacino a las proteínas es baja (20 al 30%).
Ciprofloxacino está presente en el plasma, en gran medida, en una forma no
ionizada, y en estado estacionario, tiene un volumen de distribución amplio, de 2
a 3 L/kg de peso corporal. Ciprofloxacino alcanza concentraciones altas en una
variedad de tejidos, como el pulmón (líquido epitelial, macrófagos alveolares,
tejido de biopsia), los senos paranasales, las lesiones inflamadas (líquido de
ampollas de cantaridina) y las vías urinarias (orina, próstata, endometrio), en que
se alcanzan concentraciones totales superiores a las concentraciones
plasmáticas. (Bayer, 2019)
Metabolismo: Son las reacciones que sufre el fármaco en el organismo con el fin
de hacer más soluble en agua y favorecer así su eliminación, tiene lugar en el
hígado. Se han notificado pequeñas concentraciones de cuatro metabolitos que se
van a eliminar por vía renal a través de la orina:
- Desetilenciprofloxacino.
- Sulfociprofloxacino.
- Oxociprofloxacino.
- Formilciprofloxacino.
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Menos del 20% de la dosis es metabolizada en el hígado, dando lugar a
metabolitos con cierta actividad antibiótica, pero sin repercusión clínica.
3.2.1.5. Contraindicaciones
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Pueden presentarse efectos adversos gastrointestinales en particular en pacientes con
colitis, y puede producirse súper infecciones por gérmenes no sensibles. También puede
ocurrir candidiasis.
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La ciprofloxacina parece reducir el aclaramiento hepático de la mexiletina, al parecer
mediante la inhibición del sistema enzimático 1A2 del citrocromo P 450. Lo mismo
puede ocurrir con el alosetrón, que es metabolizado mediante el mismo sistema
enzimático, aunque no ha sido estudiada clínicamente la coadministración de ambos
fármacos.
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enriquecidas en minerales (por ejemplo, leche, yogur, zumo de naranja enriquecido en
calcio) con ciprofloxacino, ya que se disminuiría la absorción de ciprofloxacino.
Probenecid
Metoclopramida
Omeprazol
Metotrexato
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plasmáticas de metotrexato y aumentar el riesgo de reacciones tóxicas asociadas al
metotrexato. No se recomienda el uso concomitante.
Teofilina
Fenitoína
Ciclosporina
Duloxetina
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resultar en un aumento de la AUC y la Cmax de duloxetina. Aunque se dispone de datos
no clínicos sobre la posible interacción con ciprofloxacino, se pueden esperar efectos
similares con la administración concomitante
Ropinirol
Lidocaína
Clozapina
Sildenafilo
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Se incrementó aproximadamente dos veces la Cmax y la AUC de sildenafilo en
voluntarios sanos tras la administración de una dosis oral de 50 mg administrada
concomitantemente con 500 mg de ciprofloxacino. Por consiguiente, debe tenerse
precaución al prescribir ciprofloxacino concomitantemente con sildenafilo, teniendo en
consideración los riesgos y los beneficios.
Anticoagulantes orales
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suicidio, reacciones que pueden aparecer ya después de la primera dosis. En este caso, se
debe discontinuar el tratamiento, tomando las medidas adecuadas.
Se han documentado varios casos de ruptura del tendón de Aquiles después del
tratamiento con ciprofloxacina.
3.2.1.8. Dosis
22
3.2.2. Ceftriaxona
3.2.2.1. Descripción
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3.2.2.3. Mecanismo de Acción
3.2.2.4. Farmacocinética
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La ceftriaxona atraviesa sin dificultad las meninges inflamadas alcanzando niveles
terapéuticos en el líquido cefalorraquídeo. Igualmente, este antibiótico atraviesa la
barrera placentaria.
3.2.2.5. Contraindicaciones
3.2.2.6. Interacciones
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uso concomitante de ceftriaxona con otros fármacos que producen nefrotoxicidad
(vancomicina, polimixina o diuréticos tiazídicos) aumenta el riesgo de nefrotoxicidad.
Los pacientes tratados con ceftriaxona pueden dar falsos positivos en los tests de glucosa
en orina si se utilizan las pruebas con tiras reactivas a base de solución de Fehling o de
Benedict. Por el contrario, las pruebas que utilizan enzimas para la detección de la
glucosa no son interferidas por la ceftriaxona.
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ocasiones (< 0.1%) se han comunicado flatulencia y diarrea. También es muy poco
frecuente el desarrollo de una colitis seudomembranosa durante o después de la
administración de la ceftriaxona.
Los efectos más frecuentes sobre el sistema hematológico son la eosinofilia (6%),
trombocitosis (5%), y leucopenia (2%). La trombocitopenia es un efecto adverso de las
cefalosporinas que ha sido asociado a la presencia de un grupo metil-tiotetrazol o a
grupos tioles -SH. La ceftriaxona contiene un grupo -SH y, por lo tanto, puede producir
trombocitopenia. Sin embargo, es cuestionable su alteración del tiempo de protrombina
y no se han descrito sangrado ni hemorragias con este fármaco. De todas formas, el
fabricante sugiere vigilar los tiempos de protrombina en aquellos pacientes que muestran
un déficit de vitamina K. Otras reacciones hematológicas que han sido descritas incluyen
agranulocitosis, basofilia, leucocitosis, linfocitosis, monocitosis, y disminución del
tiempo de protrombina.
Aunque las convulsiones son poco frecuentes, constituyen una seria reacción adversa de
las cefalosporinas y penicilinas. Estas han sido asociadas al grupo b-lactámico
característico de ambos tipos de antibióticos. Las dosis muy elevadas y la disfunción
renal son factores que predisponen a dichas convulsiones.
Otras reacciones adversas que se han comunicado en el caso de la ceftriaxona han sido
broncoespasmo, aumento de las enzimas hepáticas, mareos, epistaxis, glicosuria,
cefaleas, hematuria, ictericia, rash maculopapular, nefrolitiasis, palpitaciones y urticaria.
Puede desarrollarse seudolitiasis o seudocolelitiasis durante un tratamiento con
ceftriaxona, especialmente en niños. En general esta reacción adversa es asintomática y
se suele descubrir accidentalmente al practicar radiografías abdominales. Se debe a la
elevada excreción biliar de la ceftriaxona.
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Pueden desarrollarse síntomas similares a los de una colecistitis con náusea/vómitos y
reblandecimiento del cuadrante superior derecho. Estos síntomas suelen desaparecer
cuando se discontinua el tratamiento con la ceftriaxona.
3.2.2.8. Dosis
3.2.3. Ampicilina
3.2.3.1. Descripción
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Fuente: (Ramon Contreras, 2013)
3.2.3.4. Farmacocinética
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inyectada) es metabolizada a ácido penicilínico; posteriormente se excreta a través de la
bilis y de las heces. Además, cruza la barrera placentaria y puede ser excretada a través
de la leche materna. Después de una dosis de 500 mg, los niveles séricos son de 45
mg/ml, dentro de los primeros 5 minutos luego de ser administrado por vía intravenosa y
de 8 mg/ml, dentro de una hora, cuando se administra por vía intramuscular. La
ampicilina es efectiva contra gérmenes grampositivos y gramnegativos. In vitro es activa
contra Haemophilus influenzae, Bordetella pertussis, Neisseria gonorrhoeae, N.
meningitidis, Salmonella typhi, Proteus mirabilis no productor de penicilinasas, Shigella,
Escherichia coli, algunas cepas de Klebsiella, Streptococcus faecalis y Listeria
monocytogenes.
3.2.3.5. Contraindicaciones
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Las penicilinas se excretan en la leche materna, y pueden ocasionar en los lactantes
diarrea, candidiasis y rash. Deberá ser considerado este riesgo si se decide mantener la
lactancia en madres tratadas con ampicilina.
3.2.3.6. Interacciones
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3.2.3.7. Reaccione Adversas
Como con otras penicilinas, se puede esperar que las reacciones adversas se limiten
esencialmente a fenómenos de sensibilidad.
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Estas reacciones son, por lo general, reversibles al suspender el tratamiento, y se
atribuyen a fenómenos de hipersensibilidad. Otras reacciones secundarias reportadas con
el uso de ampicilina son estridor laríngeo y fiebre alta. En algunas ocasiones los
pacientes se pueden quejar de dolor en la boca y lengua, como ocurre con cualquier
preparación oral de penicilina.
3.2.3.8. Dosis
ADMINISTRACIÓN ORAL
ADMINISTRACIÓN PARENTERAL
Neonatos > 7 días y > 2 kg: 100 mg/kg/día I.V. o I.M. Dividido cada 6 horas
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Fuente: (Elaboración propia en base, Vademecum, 2018)
3.2.4. Amoxicilina
3.2.4.1. Descripción
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3.2.4.3. Mecanismo de acción
3.2.4.4. Farmacocinética
35
puede detectarse amoxicilina en suero 8 horas después de su administración. La
presencia de alimentos en el estómago no interfiere significativamente la absorción de la
amoxicilina.
3.2.4.5. Contraindicaciones
La amoxicilina está contraindicada en pacientes con alergias conocidas las penicilinas,
cefalosporinas o al imipenem. La incidencia de hipersensibilidad cruzada es del 3 al 5%.
Los pacientes con alergias, asma o fiebre del heno son más susceptibles a reacciones
alérgicas a las penicilinas.
En los pacientes con insuficiencia renal se deben ajustar las dosis de amoxicilina.
La amoxicilina se debe usar con precaución en pacientes con leucemia linfática que son
más susceptibles a los rash. Lo mismo ocurre en los pacientes con SIDA, otras
infecciones virales y especialmente en los pacientes con mononucleosis
3.2.4.6. Interacciones
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El probenecid inhibe la excreción tubular de la amoxicilina, aumentando los niveles
plasmáticos del antibiótico, esta interacción no ocasiona problemas clínicos excepto en
pacientes con insuficiencia renal.
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La bromelaína aumenta la absorción de la amoxicilina. Se observó que 80 mg de
bromelaína administrados conjuntamente con la amoxicilina aumentaba los niveles
plasmáticos del antibiótico, anqué se desconoce el mecanismo de esta interacción. Una
antigua publicación también informa que la bromelaína mejora la acción antibacteriana
de algunos antibióticos como la penicilina, el cloranfenicol y la eritromicina en el
tratamiento de una serie de infecciones, y pacientes que no habían respondido al
tratamiento previamente, fueron curados al añadir bromelaína 4 veces al día. Algunos
médicos prescriben dosis de bromelaína de 2.400 u.d.g (unidades disolventes de
gelatina)
En alguna rara ocasión se observa nefritis intersticial con necrosis tubular renal y
síndrome nefrótico
Los efectos secundarios más comunes, asociados al tracto digestivo son similares a los
de otros antibióticos y se deben a la reducción de la flora: Nausea, vómitos, anorexia,
diarrea, gastritis, y dolor abdominal. En algún caso puede producirse colitis
pseudomembranosa durante el tratamiento o después, si bien este efecto suele ser
bastante raro
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Pueden producirse super infecciones durante un tratamiento con amoxicilina, en
particular si es de larga duración. Se han comunicado candidiasis orales y vaginales
Los efectos adversos sobre el sistema nervioso central incluyen cefaleas, agitación,
insomnio, y confusión, aunque no son muy frecuentes. Se han comunicado convulsiones
en pacientes con insuficiencia renal a los que se administraron penicilinas en grandes
dosis y por lo tanto las dosis de amoxicilina deben reajustarse convenientemente en estos
pacientes (Ann Pharmacother)
3.2.4.8. Dosis
TABLA Nº 5. DOSIS AMOXICILINA
Niños 50- 100mg/kg/día V.O. C/6 14 días
hrs.
Adultos 1 gr V.O. C/6 hrs. 14 días
Fuente: (Elaboración propia en base a Mero, 2019)
3.2.5. Trimetoprim/Sulfametoxazol
3.2.5.1. Descripción
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infecciones urinarias, la asociación trimetoprim-sulfametoxazol es muy versátil y se
emplea en la prevención y tratamiento de numerosas infecciones. (Administración
Nacional de Medicamentos, 2012)
40
mediante estos dos mecanismos diferentes, la combinación trimetoprim-sulfametoxazol
es sinérgica frente a un gran número de bacterias. (Medeva Pharma, 2012)
3.2.5.4. Farmacocinética
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insuficiencia renal. Por su parte, la semi-vida de eliminación del trimetoprim es de unas
8-10 horas en los sujetos normales y de 20-50 horas en los pacientes con insuficiencia
renal. Ambos fármacos son eliminados de forma significativa durante la diálisis.
3.2.5.5. Contraindicaciones
Los pacientes con anemia megaloblástica no deben ser tratados con trimetoprim +
sulfametoxazol dado que cada uno de los componentes podría empeorar su condición.
Igualmente, esta asociación se debe utilizar con precaución en pacientes con deficiencia
de folato y en los pacientes con supresión de la médula ósea. Puede producirse hemólisis
y anemia hemolítica en los pacientes con deficiencia de glucosa-6-fosfato
deshidrogenasa (G6PD).
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Como la mayor parte del sulfametoxazol es metabolizado por el hígado, en los pacientes
con insuficiencia hepática puede producirse un retraso en su metabolización con
acumulación del producto y el consiguiente aumento de reacciones adversas. Como
todas las sulfonamidas, el sulfametoxazol puede producir un ataque de porfiria aguda.
3.2.5.6. Interacciones
43
Puede producir metahemoglobinemia si uso asociado con Lidocaína o Dapsona,
se recomienda monitorizar el tratamiento.
La asociación con Azatioprina predispone a un mayor riesgo de leucopenia, se
precisan controles de la formula leucocitaria.
Disminuye la excreción renal de Amantadina y potencia su toxicidad, por lo que
se recomienda monitorizar el tratamiento.
Aumenta el metabolismo de la Ciclosporina A y disminuye el de la Loperamida,
Fenitoina, Rifampicina, Dapsona y Zidovudina.
Puede aumentar el efecto de los Anticoagulantes orales (evitar la combinación si
es posible; si es necesario tratamiento: Monitorizar INR)
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Es muy poco frecuente la aparición de hematuria y/o cristaluria en los pacientes tratados
con trimetoprim-sulfametoxazol. Cuando ocurren, suelen ser asociadas a disuria y dolor
de espalda. También es muy rara la nefrosis tubular que se manifiesta por un cambio de
la frecuencia de la micción, aumento de la sed y nauseas o vómitos. Se ha comunicado
hiperkaliemia secundaria a un tratamiento con dosis elevadas de trimetoprim-
sulfametoxazol, independiente del estado de la función renal. Ocasionalmente se ha
reportado nefritis intersticial.
Otras reacciones adversas descritas son los mareos, vértigos, cefaleas y otras
alteraciones menos frecuentes del sistema nervioso central. La mayor parte de estos
efectos adversos desaparecen espontáneamente o al discontinuar el tratamiento.
A nivel del sistema digestivo, las reacciones adversas más comunes son la anorexia, las
náuseas y los vómitos que usualmente disminuyen con el tiempo, pero que
ocasionalmente pueden requerir tratamiento médico. Otras reacciones adversas son la
diarrea, glositis, estomatitis, y dolor abdominal. También se han descrito hepatitis con
elevación de las enzimas hepáticas, ictericia, necrosis hepática y pancreatitis.
3.2.5.7. Dosis
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V.O. C/12hrs
Fuente: (Elaboración propia en base a Colegio Médico Departamental, 2014)
3.2.6. Azitromicina
3.2.6.1. Descripción
Azitromicina es un antibiótico semisintético, perteneciente a una subclase de los
macrólidos conocidos como azálidos.
Fuente;(Medicamentos, 2012)
3.2.6.3 Mecanismo de Acción
Inhibe la síntesis de proteínas bacterianas por unión a la subunidad 50s del ribosoma,
inhibiendo la translocación de los péptidos.
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3.2.6.4. Farmacocinética
La azitromicina se administra por vía oral e intravenosa. Después de la administración
oral la absorción del antibiótico es rápida. La biodisponibilidad de las cápsulas es del
37%. Los alimentos reducen la biodisponibilidad del fármaco por lo que este se debe
administrar una hora antes de las comidas o 2 horas después de las mismas. Los
alimentos grasos aumentar las concentraciones séricas de azitromicina en comprimidos
en un 23% aunque la AUC permanece sin alterar.
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No es necesario ajustar la dosis en pacientes con alteración leve de la función renal
(aclaramiento de creatinina > 40 mL/min.), pero no hay datos acerca del uso de
azitromicina en casos de alteraciones más importantes de la función renal, por lo que
debe tenerse cuidado antes de prescribir la azitromicina a estos pacientes.
Como con cualquier antibiótico, es esencial mantener una atención permanente para
detectar signos de crecimiento de microorganismos no sensibles, tales como hongos.
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3.2.6.6. Interacciones
Los efectos adversos más frecuentes ocurren a nivel gastrointestinal, e incluyen náuseas,
vómitos, diarrea y dolor abdominal. Su frecuencia es mayor cuando se usan dosis altas
(1 o 2 gramos).
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Los problemas alérgicos serios, tales como angioedema, anafilaxia o broncoespasmo han
sido descritos muy esporádicamente. Pueden detectarse alteraciones en algunas pruebas
de función hepática, incluyendo elevaciones de las aminotransferasas, la fosfatasa
alcalina, la gamma-glutamil transpeptidasa y las bilirrubinas, pero dichos cambios
suelen ser reversibles.
3.2.6.8. Dosis
TABLA Nº 7. DOSIS AZITROMICINA
3.2.7.2. Paracetamol
Se incluye frecuentemente en el tratamiento de la fiebre tifoidea un fármaco antipirético.
Uno de los fármacos que se usa para estos fines es el paracetamol. De acuerdo a
Goodman y Oilman (1980) el “paracetamol se absorbe rápidamente desde el tracto
gastrointestinal, es metabolizado por enzimas microsomales hepáticas y se excreta por
vía renal después de su conjugación con ácidos glucurónico (60%) y sulfurico (35%),
principalmente.
50
De acuerdo a Powell, D. (1981), ambos fármacos se biotransforman en el hígado y a
través del mismo sistema metabólico. Diversos autores, entre ellos, Koup, et al (1978),
han comunicado que “el metabolismo del cloranfenicol es inhibido por otros
fármacos”. Por esto, es importante precisar si los parámetros farmacocinéticos del
cloranfenicol son influenciados per el paracetamol.
En estos últimos años se ha llegado a establecer claramente que los efectos de muchos
fármacos, cuando se administran simultáneamente con otro, no son necesariamente
predecibles sobre la base del conocimiento de sus efectos cuando se administran solos.
Esto ha llegado ha constituir un capítulo importante de la farmacología clínica. Las
interacciones entre fármacos pueden producirse por alteraciones farmacocinética a nivel
de la absorción, transporte, metabolismo o excreción, o ambos (Kauffrwn, et al, 1981)
3.2.8. Vacunas
Las vacunas contra la fiebre tifoidea son vacunas que previenen la fiebre tifoidea.
(World Health Organización, 2018)
Vacuna conjugada contra la fiebre tifoidea (TCV), Ty21a (una vacuna viva
administrada por vía oral)
La vacuna de polisacárido capsular Vi (ViPS) (una vacuna de subunidad
inyectable). Tienen una efectividad de aproximadamente el 30 al 70% durante
los primeros dos años, dependiendo de la vacuna específica en cuestión.
Typbar TCV
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Conservación: Las cápsulas deben conservarse entre 2º C y 8º C, en la parte
central de la heladera.
Indicación y edad para la vacunación: Está indicada a partir de los 6 años de edad
para:
- Viajeros a regiones donde la fiebre tifoidea es endémica.
- Convivientes de portadores de Salmonella tiphy.
- Trabajadores de laboratorio en contacto con la bacteria.
Dosis y vía de administración
- Esquema: 1 cápsula oral con cubierta entérica en 4 dosis con intervalos
de 48 horas. Cada cápsula debe ingerirse con líquidos fríos, 1 hora antes
de las comidas. No debe ingerirse con leche ni con alcohol.
- Vía: oral.
La duración de la inmunidad se estima en 3-4 años. La eficacia es del 50 al 80 %.
Efectos adversos; Puede provocar malestar abdominal, náuseas, vómitos, fiebre,
cefalea, rash o urticaria.
Contraindicaciones:
- Inmunodeprimidos.
- No se recomienda su uso en menores de 6 años.
- Debe evitarse la administración de sustancias que pueden inhibir la cepa
de la vacuna, tales como antibióticos, quimioterápicos, cloroquina o
mefloquina. Las mismas deben suspenderse por lo menos 24 horas antes
o después de su aplicación.
3.2.8.2. Vacuna parenteral de polisacárido capsular-vi
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- Trabajadores de laboratorio en contacto con la bacteria.
- Habitantes de zonas con alta incidencia de infección.
Dosis y vías de administración: 1 dosis = 0,5 ml = 25 µg de polisacárido capsular
Vi.
- Esquema: 1 dosis de 0,5 ml.
- Vía: intramuscular o subcutánea.
Inmunidad y eficacia: La duración mínima de la inmunidad es de 2 años. La
eficacia clínica es de 55 a 74 %.
Efectos adversos:
- Locales: eritema, dolor, induración.
- Generales: cefalea (1,5-3 %), fiebre (0-1 %).
Contraindicaciones: No se recomienda su uso en menores de 2 años.
Es una vacuna que contiene polisacárido de Salmonella typhi Ty2 conjugado con
toxoide tetánico. Vi El polisacárido capsular de Salmonella typhi solo provoca
respuestas de células B, pero la conjugación de polisacárido bacteriano a un portador de
proteínas proporciona antígenos peptídicos extraños que se presentan al sistema inmune
provocando células Th CD4 + específicas de antígeno, denominadas respuestas de
anticuerpos dependientes de T. Una característica distintiva de las respuestas
dependientes de T, que también son provocadas por el toxoide, es inducir tanto
anticuerpos de mayor afinidad como memoria inmune a largo plazo.
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Los resultados de un estudio de desafío humano realizado en la Universidad de Oxford
han demostrado que la vacuna es segura, 100% inmunogénica y previene hasta el 87.1%
de las infecciones, cuando se utilizan definiciones de fiebre tifoidea en la vida real.
Typbar TCV ® ha sido recomendado por los expertos del Grupo de Asesoramiento
Estratégico de la OMS para las vacunas de rutina y está precalificado por la OMS.
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CAPÍTULO IV
4. DIAGNÓSTICO DE LABORATORIO
“Las fiebres tifoidea y paratifoidea se diagnostican por cultivo bacteriano”, explica José
María Marimón “Para conseguirlo, aislamos la bacteria, habitualmente en la sangre del
paciente infectado aunque también se puede cultivar en otras muestras como las heces,
bilis o la medula ósea, entre otros”.
En una persona que reside en una zona endémica de fiebre tifoidea, o que ha viajado
recientemente a una de estas regiones, y que comienza a manifestar síntomas de fiebre y
dolor abdominal se debe sospechar la posibilidad de que haya contraído esta infección.
Una vez se acuda al centro hospitalario, es importante recoger los datos sobre los viajes
del paciente y la ingesta de alimentos o bebidas posiblemente contaminados. En la
exploración física, además de la fiebre y el dolor abdominal, puede haber bradicardia
(pulso bajo) y en la segunda semana las manchas de la roséola. . (Arponen, 2019)
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En la analítica de sangre de una persona con fiebre tifoidea suele hacer leucopenia
(glóbulos blancos bajos) en el caso de los adultos, o leucocitosis en el caso de los niños.
También es frecuente la anemia y una bajada de las plaquetas. Si en la tercera semana
suben los glóbulos blancos hay que sospechar una perforación intestinal. Es frecuente
también que haya aumento de las transaminasas hepáticas en la analítica de sangre. Si
hay síntomas neurológicos y se realiza una punción lumbar, el líquido cefalorraquídeo
suele ser normal o presentar un leve aumento de los leucocitos. . (Arponen, 2019)
Se puede hacer también estudio serológico para detectar anticuerpos, pero es poco útil
en pacientes que residen en zonas endémicas. El estudio de la reacción en cadena de la
polimerasa (PCR) de momento no ha logrado una sensibilidad suficiente como para
utilizarse de forma rutinaria. (Arponen, 2019)
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4.2.1. Hemograma
En lo que respecta a las pruebas generales, ante la sospecha de fiebre tifoidea y durante
la primera semana de fiebre puede ser útil un hemograma. Podría evidenciarse
leucopenia o leucocitosis (más frecuente en niños), neutropenia, anemia (generalmente
normocítica, normocrómica) y trombocitopenia.
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Pronostico, son signos de gravedad la intensidad de la leucopenia, la prolongación de la
aneosinofilia, la presentación de una linfopenia, además de neutropenia y la falta de
leucocitosis
4.2.2. Hemocultivo
Sería imposible detallar las situaciones en las que se deben extraer hemocultivos, pero,
de forma general, deben realizarse antes de la administración de la terapia
antimicrobiana sistémica, siempre que exista sospecha clínica de fiebre tifoidea.
(González Oviedo et al. 2012)
El volumen de sangre recomendado para cada extracción en adultos es 10 ml, ya que con
volúmenes menores se ha demostrado una disminución del índice de positividad. El
volumen mínimo aconsejado es 10 ml (5 ml por frasco), pero es preferible la extracción
de 20 ml de sangre (10 ml por frasco). La cantidad de sangre recomendada es la
necesaria para obtener una proporción en la dilución final sangre/medio de cultivo de 1/5
a 1/10 (SEIMC, 2003; Forbes et al. 2009; Ibero et al. 2010; Sánchez Carrillo et al. 2010;
Myers et al. 2011).
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El número óptimo de extracciones para la documentación de un episodio de bacteriemia
en adultos es de 2 a 3 extracciones, siempre que se realicen en lugares de venopunción
diferentes por periodos de tiempo arbitrarios durante 24 horas. (Loza et al. 2003;
Sánchez Carrillo, 2010; Prats, 2012; Myers et al. 2011).
Procedimiento:
Obtener la muestra
Quitar los tapones de los frascos y limpiar con alcohol de 70º. Dejar secar para
evitar su entrada en el interior cuando se inocule la sangre.
Extraer 20cc de sangre de forma aséptica. No colocar algodón u otro material no
estéril sobre la aguja en el momento de sacarla.
Introducir entre 5-10 ml de sangre en el frasco de anaerobios y a continuación los
otros 5-10 ml restantes en el frasco de aerobios. No cambiar la aguja para
inocular la sangre en los frascos de hemocultivo.
Invertir varias veces los frascos para mezclar la sangre con el medio de cultivo.
Pasados 10 minutos repetir el mismo procedimiento (con técnica estéril) para la
segunda venopunción (segundo sitio identificado)
Realizar la eliminación final de residuos hospitalarios y material punzante
Colocar una etiqueta con los datos de filiación del paciente en cada uno de los
frascos, teniendo especial cuidado en no tapar el código de barras del bote.
Rotular los botes con el número de orden de extracción.
Los frascos de hemocultivo se incuban entre 35º-37ºC, y se observan diariamente
para detectar signos visibles de crecimiento bacteriano como la hemólisis, la
turbidez del medio o la formación de colonias en el fondo del frasco.
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Se detecta el crecimiento de forma macroscópica a partir de 10 7 UFC/ml, lo que obliga a
completar el examen con subcultivos de visualización microscópica. Las técnicas
microscópicas utilizadas son, la tinción Gram con la que pueden detectarse
microorganismos en concentraciones de 105 UFC/ml, o tinción con naranja de acridina
que pueden detectarse 104 UFC/ml.
La mayoría de las bacterias que se aíslan en los cultivos están presente entre las 18 y las
72 horas siguientes al inicio de su incubación, aun así se mantiene la incubación durante
7 días, puesto que más del 95% de los microorganismos se aísla durante la primera
semana
4.2.3. Coprocultivo
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La utilización de un medio líquido de enriquecimiento (caldo de F-selenito o caldo de
tetrationato) es fundamental cuando se trata de estudiar portadores asintomáticos, ya que
en estos casos suele eliminarse sólo una baja concentración de salmonellas en heces.
Impregne el hisopo con la materia fecal donde se observe moco con sangre o toma de
muestra con el hisopo directamente en el recto.
Inocule el caldo de selenito o caldo tetrationato y los medios de cultivo selectivos, Agar
Salmonella – Shigella (SS), con el hisopo impregnado en la materia fecal e incube a 35°
C por 8 a 12 horas.
Los medios selectivos deben sembrarse por agotamiento, sin quemar el asa, para obtener
colonias aisladas
Después de 8 a 12 horas de incubación del caldo selenito o caldo tetrationato, realice una
resiembra en los medios selectivos, Agar Salmonella – Shigella (SS) y en un medio de
cultivo diferencial, Agar Xilosa Lisina Desoxicolato (XLD) e incube a 35° C por 24
horas.
61
4.2.4. Mielocultivo
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El suero del paciente se pone en contacto con antígenos específicos. En este caso se
utilizan suspensiones de Salmonellas muertos. Si la muestra contiene los anticuerpos
correspondientes se producirá una aglutinación visible macroscópicamente
En caso de infección, estos antígenos estimulan al cuerpo para que produzca anticuerpos
específicos que se liberan en la sangre. Estos anticuerpos específicos contra los
antígenos se pueden detectar en el suero del paciente después de 6 días de infección
(fiebre).
Las personas infectadas con Salmonella typhi producen anticuerpos contra antígenos
somáticos (O) y/o antígenos flagelares (H). Estos anticuerpos producidos en el suero, si
se exponen a suspensión bacteriana portando antígenos homólogos, resultan en
aglutinación. La reacción de aglutinación puede verse como un aglutinamiento visible.
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Cuando se añade el antígeno al suero se produce una combinación fisicoquímica
en la que el anticuerpo se interacciona con la superficie del antígeno.
Cuando la reacción se evidencia mediante la formación de aglutinación.
Determinación rápida:
Resultados
Determinación semicuantitativa:
Resultados
64
POSITIVO: Aglutinación
NEGATIVO: No aglutinación
Dentro de las limitaciones de la reacción de Widal, se debe tener en cuenta que durante
los primeros siete días en los que se presentan los síntomas la probabilidad de que se
pueda diagnosticar a través de esta prueba es de 33 y 50% solamente, esto debido a que
la bacteria que está circulando en sangre, recién comienza a desencadenar la respuesta
inmune con la consiguiente producción de anticuerpos, por lo tanto la prueba no puede
identificarla. Es así que durante este periodo los pacientes con fiebre tifoidea no
presentan el aumento característico en los títulos Anti-O y tienen negatividad en los
títulos Anti-H, respectivamente. Sin embargo, posterior a los siete días la prueba de
Widal es totalmente efectiva, porque permite identificar de manera indirecta a la
bacteria. Otro elemento a considerar es la presencia de anticuerpos Anti-O y Anti-H en
la población sana, lo cual está determinado principalmente por la frecuencia de
salmonelosis en una comunidad determinada. En la reacción de Widal, también hay que
considerar los falsos negativos como toda prueba de laboratorio, entre sus causas se
tiene:
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4.2.6. Reacción en Cadena de la Polimerasa (PCR)
Amplificaron una secuencia dentro del gen invA para la detección de Salmonella. Para
determinar su selectividad se emplearon 630 cepas de Salmonella y 142 géneros de
bacterias no relacionadas con Salmonella. Todas las cepas evaluadas fueron detectadas,
excepto de S. litchfield y S. senftenberg y por el contrario ninguno de los géneros
diferentes a Salmonella spp fue identificado. Villarreal et al, establecieron un límite de
detección de hasta 10 pg de ADN en cultivos puros de Salmonella typhi.
66
periférica. Además se determinó que la técnica de Nested-PCR es altamente específica
ya que identifica exclusivamente el ADN de Salmonella typhi, a diferencia de otras
técnica de diagnóstico convencional, que pueden tener reacciones cruzadas no
específicas para la enfermedad. Por los resultados obtenidos en este estudio, se podría
recomendar el uso de esta técnica para el diagnóstico de Fiebre tifoidea en una fase
temprana de la enfermedad. (Bacarreza Alba, 2010)
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4.2.7.3. Medio MIO
La capacidad de motilidad.
La actividad de la enzima Ornitina decarboxilasa.
La producción de Indol.
El medio se inocula (con un inóculo ligero) haciendo una estría en el bisel, con el asa
recta cargado con poca cantidad de inóculo*, obtenido de un cultivo en medio sólido.
Se incuba en aerobiosis a 37°C por 24-48 horas.
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Inocular sobre la superficie del medio en forma de estría. Se recomienda NO punzar
la capa profunda. Se incuba en aerobiosis a 37°C durante: primero durante 3-5 horas,
Luego por 18-24 horas restantes.
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del agar a partir del disco formándose un gradiente de concentración. Transcurridas 18-
24 horas de incubación los discos aparecen rodeados por una zona de inhibición. La
concentración de antibiótico en la interfase entre bacterias en crecimiento y bacterias
inhibidas se conoce como concentración crítica y se aproxima a la concentración mínima
inhibitoria (CMI) obtenida por métodos de dilución.
La fiebre tifoidea es una enfermedad provocada por ingestión de agua o alimentos que
contienen bacilos de Salmonella typhi; su existencia se puede determinar actualmente en
su etapa clínica gracias a ciertas pruebas de laboratorio, reduciendo así el índice de
mortalidad y permitiendo tomar medidas preventivas especialmente la vacunación en la
población en riesgo.
Es importante conocer todos los aspectos relacionados con esta epidemia para tomar
medidas de prevención durante la manipulación de alimentos y el consumo del agua,
siendo estos factores los posibles responsables de la trasmisión de Salmonella typhi y así
evitar la presencia de esta y otras enfermedades en la población.
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4.4. Fundamento bioquímico de las pruebas
4.4.1. Hemocultivo (Britania)
71
un importante número de bacteriemias en adultos, lo cual conduce a considerar la
cantidad de 10 ml en adultos como el volumen mínimo aconsejable para cada cultivo,
volumen también considerado por la Clínica Mayo de Estados Unidos. Dado que mayor
cantidad de muestra exigiría la inoculación de 2 o más frascos convencionales, a efectos
de mantener la relación adecuada sangre/medio.
4.4.2. Coprocultivo
Fundamento
72
prevenir esta inversión de pH por parte de los coliformes con actividad lisina-
decarboxilasa, la Lactosa y Xilosa están presentes produciendo un exceso de ácido. Por
último el sistema diferenciador por producción de sulfuro de hidrógeno, basados en la
presencia de Tiosulfato Sódico y Citrato Férrico amónico, permiten la formación de
colonias con el centro negro. Las bacterias no patógenas productoras de sulfuro de
hidrógeno no tienen actividad lisinadecarboxilasa, pero su actividad fermentando la
Lactosa, Xilosa o Sacarosa acidificara el medio impidiendo el ennegrecimiento de las
colonias que habitualmente aparecerán de color amarillo. (Cf. Francisco, 2009)
Fundamento
73
4.4.2.3. Selenito Base de Caldo
Fundamento
Fundamento
74
4.4.3. Reacción de Widal
Los anticuerpos contra el antígeno H aparecen a los 8 a 12 días, alcanzando títulos más
elevados con respecto a los anti-O y pueden persistir por más de 1 año
El Agar triple azúcar hierro BD, cuando se utiliza como medio en placa, se utiliza para
la diferenciación de Enterobacteriaceae, en especial Salmonella de otras bacterias
entéricas
Fundamento
75
es detectada por el indicador rojo fenol. Se producen cambios de color: amarillo para la
producción de ácido y rojo para la alcalinización. Dado que la lactosa y la
sacarosa se encuentran presentes en concentraciones mucho más elevadas que la
glucosa, la formación de ácido en la base del tubo se debe a dichos azúcares. La pequeña
cantidad de ácido producido por la fermentación de solo Glucosa, en el tendido, es
rápidamente oxidada, donde hay abundancia de oxígeno, lo que genera una reacción de
pH neutro o alcalino, quedando el medio de color rojo. Mientras que en el fondo del
tubo, donde la tensión de oxígeno es baja, la reacción ácida de la fermentación de solo
Glucosa se mantiene. La sacarosa añadida permite la exclusión de determinados
organismos coliformes y las especies Proteus que pueden atacar la sacarosa, pero no la
lactosa, en un período de incubación de 24 – 48 h. Con un pH neutro o alcalino, el H2S
(producido por el tiosulfato sódico) reacciona con la sal de amonio ferroso, lo que
produce sulfuro de hierro de color negro. Además, se produce H2S si no se fermenta
ningún azúcar hasta formar productos ácidos, dado que la formación de sulfuro de
hidrógeno requiere un pH de neutro a alcalino. La mayoría de las cepas de Proteus, de
las que se sabe que producen H2S en pH neutro o alcalino, acidifica el medio, dado que
fermentan sacarosa y no presentarán color negro en este medio, mientras que las cepas
de Salmonella no fermentadoras de sacarosa ni de lactosa producen colonias de color
negro.
Fundamento
76
Al alcalinizar el medio debido a la descarboxilación de la lisina, el indicador (púrpura de
bromocresol) vira a rojo púrpura Los cultivos que contienen microorganismos capaces
de formar Hierro (II) Sulfuro presentan un precipitado negro. Además, pueden aparecer
burbujas de gas, que pueden incluso desplazar el medio. (Cf. S.A. P. Q., 2012)
Fundamento
77
utilidad al medio, Christensen diseñó un agar urea con peptona y dextrosa incluidas y
un menor contenido de tampón para favorecer un crecimiento más rápido de muchas
Enterobacterias y permitir un menor tiempo de incubación. Cuando los organismos
utilizan la Urea (hidrólisis), se produce amoniaco gracias a la presencia de la
enzima Ureasa, lo que hace que el medio se vuelva alcalino, que en presencia del
indicador Rojo Fenol, observando un color rosado-rojo
Fundamento
Fundamento:
Si ocupa la vía del ácido mixta, da origen a productos ácidos. Esto causará una
disminución en el pH del medio, lo que podría ser reconocido por la adición de un
indicador Rojo de
78
El rojo de metilo en presencia de un medio ácido (pH < 4,4), cambia a un color
rojizo, mientras que en un medio neutro se torna amarillo (pH > 6,2).
Fundamento
79
4.5. Recomendaciones para obtención de muestras
4.5.1. Instrucciones Para toma de muestra
• Muestras hemolizadas
• Muestras contaminadas
• Muestras lipémicas
• Volumen insuficiente de muestra
• Muestras en tubo de vidrio
• Muestras no identificadas correctamente.
• Discrepancia de datos
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El traslado de la muestra al laboratorio debe realizarse con la mayor rapidez
posible. Si va a retrasarse más de 4 horas en su llegada al laboratorio, se podrá
mantener la muestra refrigerada (no congelada).
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Muestra que requiere medio de transporte enviada sin el medio de
transporte necesario.
Muestra enviada en envase no adecuado.
Muestras derramadas.
Muestras inadecuadas para el tipo de estudio solicitado.
Muestras repetidas en el día del mismo paciente, con la excepción de los
hemocultivos.
Muestras contaminadas o en descomposición visible.
CAPÍTULO V
5. CASO CLÍNICO
A continuación, se describe un caso de fiebre tifoidea sin factores de riesgo para esta
patología, atendido en el Centro Médico de Samuzabety, en Chapare.
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La incidencia de esta enfermedad a lo largo de este país y particularmente en la región
de procedencia del paciente, justifica la necesidad de presentar este caso.
Paciente de seis años de edad, sexo masculino, proveniente de la región del Chapare
tropical, con antecedentes personales de hernioplastia inguinal izquierda hace nueve
meses, varicela hace tres semanas y, como antecedente importante, sus padres señalan
viaje al Parque Nacional Isiboro Sécure 15 días previos al inicio del cuadro (un mes
antes de ser hospitalizado). Los padres del paciente no hacen referencia a contacto con
alguna persona enferma.
Consulta al servicio de urgencia por historia de fiebre de hasta 41 °C, de dos semanas de
evolución, que remitió parcialmente con paracetamol, asociada a dolor abdominal,
cefalea y deposiciones acuosas fétidas sin sangre, en reiteradas ocasiones.
En los días previos a la consulta evoluciona con anorexia, astenia, náuseas y vómitos.
Inicialmente es manejado con hidratación, analgesia y antipiréticos, sin mejoría, por lo
que se decide hospitalizar.
Al examen físico se encontraba febril, pálido, con deshidratación moderada, piel sin
lesiones ni adenopatías. Presentaba un abdomen distendido, poco depresible, doloroso a
la palpación profunda y superficial, con matidez hepática 5 a 6 cm bajo el reborde costal,
ruidos hidroaéreos disminuidos y signo de Blumberg ausente. El resto del examen no
mostró hallazgos.
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Entre los exámenes de laboratorio destacaban: proteína C reactiva 14,68 mg/l,
hematocrito 25,6%, hemoglobina 9,9 g/dl, volumen corpuscular medio (VCM) 76,9 fl,
concentración de hemoglobina corpuscular media (HCM) 27 pg, recuento de leucocitos
11 000 células/mm3 (segmentados 77%, baciliformes 20%), recuento de plaquetas
157 000/mm3, velocidad de eritrosedimentación (VHS) 23 mm/hr, GOT (aspartato-
aminotransferasa) 180,9 mg/dl, GPT (alanino-aminotransferasa) 67,8 mg/dl, LDH
(lactato deshidrogenasa) 497 U/L, albúmina 2,4 g/dl, calcio corregido 8,8 mg/dl.
Función renal, pruebas de coagulación, gases venosos y sedimento de orina normales. Se
efectuó test de sangre oculta en deposiciones que resultó positivo. Se realizó también
búsqueda de rotavirus en deposiciones, examen coproparasitológico seriado, urocultivo
y coprocultivo, todos negativos. En dos hemocultivos consecutivos, a la espera de los
resultados finales, se identifican en la tinción de gram, bacterias gram negativas en
abundante cantidad. En base a lo anterior se inició manejo antibiótico con ceftriaxona y
metronidazol y se obtuvo una respuesta parcial a las 48 horas de tratamiento.
En vista de lo inespecífico del cuadro clínico y dada la baja respuesta a los antibióticos,
se presume la presencia de un absceso intraabdominal, por lo que se realiza una
ecografía abdominal que muestra una hepatomegalia moderada. Una tomografía
computada de abdomen, con contraste, informa una nefritis bilateral, enteritis de yeyuno
e íleon asociada a colitis derecha, edema periportal, masa hepática y perirrenal, líquido
libre abdominopélvico en escasa cantidad, además se observa derrame pleural bibasal.
Con estos datos es evaluado por cirugía pediátrica donde se descarta finalmente la
presencia de un absceso.
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Con los resultados de laboratorio finalmente se llegó al diagnosticó fiebre tifoidea
por Salmonella typhi y se ajustó el tratamiento antibiótico según la sensibilidad del
antibiograma. En este caso se agregó ciprofloxacino, el que se encuentra dentro de los
antibióticos de primera línea para el manejo de esta patología.
Discusión
Esto, según la zona de procedencia de los pacientes, tal es el caso de la fiebre tifoidea,
endémica presente en las zonas tropicales y de valle de Bolivia debido a las deficientes
condiciones sanitarias del país.
Siendo la infección por Salmonella typhi una enfermedad de difícil diagnóstico debido a
la baja especificidad de sus síntomas, tiende a confundirse con malaria, dengue, gripe y
otras enfermedades febriles en países donde estas últimas patologías son endémicas.
En países de mayor prevalencia, tal como el del caso expuesto, los diagnósticos
diferenciales corresponden a las causas más frecuentes de síndrome febril con, o sin
foco, a veces, de corta e intermedia duración.
Por tal motivo, se descartaron en primera instancia infecciones virales, procesos agudos
abdominales, tanto médicos como quirúrgicos, entre ellos enterocolitis bacteriana,
apendicitis aguda, etcétera.
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Pero, en vista de que se obtuvo un diagnóstico definitivo con el resultado de los
hemocultivos, no fue necesario indagar otras posibilidades diagnósticas más allá de las
presentadas, ya que la confirmación diagnóstica exige el aislamiento de Salmonella
typhi.
Otros cultivos pueden ser el de las heces, la orina y el contenido duodenal pero estos
requieren una interpretación más cautelosa debido a que pueden ser positivos tanto en
portadores crónicos como en los que se encuentran en etapa aguda.
Pruebas rápidas de diagnóstico pueden detectar anticuerpos tipo IgM en sangre contra
los antígenos de la salmonela, sugerentes de infección actual o reciente, y los de tipo IgG
indican la exposición anterior.
En los casos de fiebre tifoidea con hemocultivo positivo, TUBEX tiene una sensibilidad
y especificidad del 56 a 100% y 58 a 100% respectivamente; con Typhidot se estima una
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sensibilidad y especificidad del 47 a 98% y 73 a 100% respectivamente, Typhidot-M
tiene sensibilidad y especificidad de un 47 a 98% y 65 a 93% respectivamente.
La sensibilidad de estas pruebas en pacientes con sospecha de fiebre tifoidea, pero con
hemocultivo negativo puede variar entre el 8 y 100%, por lo que se encuentran abiertos
al sesgo del investigador.
No se ha determinado una terapia y duración óptima del tratamiento para esta patología.
En el contexto de resistencia múltiple a fármacos de primera línea
(amoxicilina/ampicilina, cotrimoxazol y cloranfenicol), las fluoroquinolonas son
consideradas de elección, pues se demuestra que disminuyen el fracaso clínico en
comparación con las cefalosporinas.
En el caso que se presenta nos encontramos ante una cepa sensible a fluoroquinolonas y
cefalosporinas según antibiograma, motivo por el cual pudo ser tratado en forma efectiva
con un fármaco de elección para esta patología.
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CONCLUSIONES
A pesar de los esfuerzos por mantener una adecuada vigilancia y mejorar los métodos
diagnósticos, la fiebre tifoidea continúa siendo un cuadro difícil de reconocer por la baja
sensibilidad tanto de las manifestaciones clínicas como de los exámenes de laboratorio.
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Tenerla en cuenta permite recurrir a métodos diagnósticos precisos para que no fracase
el tratamiento desde el plano farmacológico, ya que, si no se define en forma acertada y
oportuna, fracasará un adecuado manejo de antibióticos, conduciéndola a la mortalidad.
REFERENCIAS CITADAS
89
Método Preventivo Vacunación Fiebre Tifoidea (2019).
http://www.msal.gob.ar/images/stories/epidemiologia/inmunizaciones/normas-
tifoidea.pdf
90
BIBLIOGRAFÍA
Hospital la Paz (2015). Protocolos de atención hospitalaria, Pediatría Tomo II, , 3ra Ed.
Lancet, 2010. Medicina Tropical y Salud Internacional. J Infect Dev Ctries 2017; 22(8):
918-925
91
OMS (2018). Fiebre tifoidea. Preguntas y respuestas en línea, Enero de 2018.
Recuperado de: https://www.who.int/features/qa/typhoid-fever/es
Sack. C., Koup, J., Ophein, E.K., Neely, N., Smith, A (1982): Cinética de succinato de
cloranfenicol en lactantes y niños pequeños. Pediatr Pharmacol
92
ANEXO
ANEXO A
1
ANEXO B
ANEXO C
2
ANEXO D
ANEXO E
3
ANEXO F