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En el siguiente artículo se revisarán las características de las infecciones asociadas a la intervención quirúrgica,
además de cómo diagnosticarlas y prevenirlas.
Introducción
Las infecciones originadas en el sitio quirúrgico (IHOp) son aquellas producidas por microorganismos que
generalmente viven en la piel, quienes se multiplican en el tejido expuesto por la cirugía.
En estudios de prevalencia en hospitales públicos, suelen ocupar el tercer o cuarto lugar entre las infecciones
más frecuentes, observándose una incidencia cercana a las 6,5 infecciones cada 1000 cirugías seleccionadas y
vigiladas en adultos en Chile durante los años 2013-2014, variando su incidencia de acuerdo al tipo de cirugía
vigilada con tasas de 2,7% o 3,1% hasta en cirugías de by pass coronario y tumores del sistema nervioso central,
respectivamente (Ministerio de Salud de Chile, 2013a; Ministerio de Salud de Chile, 2014), documentándose por
el Programa Nacional de Prevención y Control de IAAS una tendencia de disminución progresiva entre 60% y
70% en su incidencia entre 1996 y 2016.
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Control de infecciones asociados a la atención en salud
Prevención de infecciones del sitio quirúrgico
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Control de infecciones asociados a la atención en salud
Prevención de infecciones del sitio quirúrgico
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Control de infecciones asociados a la atención en salud
Prevención de infecciones del sitio quirúrgico
Asociados a la atención
Del paciente Relacionados con el ambiente
en salud
Mecanismo de infección
Los agentes etiológicos pueden ser muy variados, siendo los más frecuentes el Staphylococcus aureus y
Escherichia coli. Los patógenos involucrados en las infecciones quirúrgicas generalmente son los mismos que
están en el sitio quirúrgico y que el paciente porta en su piel, aparato respiratorio, cavidad orofaríngea e intestino.
Durante el acto quirúrgico estos agentes son capaces de invadir y provocar la infección.
Son menos frecuentes como responsables de la infección de sitio quirúrgico los factores asociados a las
condiciones del ambiente en el pabellón quirúrgico, aunque la presencia de polvo se ha involucrado en
infecciones por Clostridium perfringens, Staphylococcus aureus y en aumento general de la tasa de infecciones
por cualquier agente.
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Control de infecciones asociados a la atención en salud
Prevención de infecciones del sitio quirúrgico
Diagnóstico
Para la vigilancia epidemiológica la definición a utilizar puede revisarse en el documento: Manual definiciones
para sistema de vigilancia epidemiológica IAAS, 2016.
Lavado de la piel
La incisión quirúrgica es una solución de continuidad de la piel que sirve de barrera, generando condiciones
para el desarrollo de agentes microbianos. Para el momento de la incisión, es necesario que la piel esté
limpia, lo que se obtiene con un aseo jabonoso y minucioso en el momento previo a la incisión; pueden usar
jabones con y sin antisépticos, clorhexidina o iodóforo.
Por principio no se removerá el vello o cabello como medida para prevenir infecciones, pero en caso de
hacerlo, se deben usar dispositivos como cortadores eléctricos. El rasurado con dispositivos cortantes, como
las hojas de afeitar, daña la piel y aumenta la colonización y las infecciones.
Antisépticos en la piel
Previo a la incisión se usan sustancias antisépticas en la piel que quedará expuesta para el campo
quirúrgico, más frecuentemente substancias con clorhexidina o iodóforo, en medios acuoso o alcohólico. Las
soluciones alcohólicas tienen un efecto muy rápido sin efecto residual por lo que son útiles para cirugías
breves, mientras que las con iodóforos o clorhexidina demoran más en iniciar su efecto pero tienen efecto
residual, por lo que se prefieren en cirugías más prolongadas. De utilizarse estos últimos, deben preferirse
los elaborados en base alcohólica.
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Control de infecciones asociados a la atención en salud
Prevención de infecciones del sitio quirúrgico
Es una práctica tradicional antes de proceder a colocarse la indumentaria estéril. En general se limita a dos
minutos y se hace en los dos tercios distales de los antebrazos, con esponja y sin usar escobilla (que daña la
piel y aumenta la colonización). Se usan jabones con iodóforo o clorhexidina dependiendo de la sensibilidad
de la piel del operador, quien debe tener las uñas cortas.
La antibioprofilaxis
Usar un antimicrobiano que ha demostrado reducir las tasas de infecciones quirúrgicas en ensayos clínicos
aleatorizados, en un número muy importante de distintos tipos de cirugía.
Usar un antimicrobiano que sea seguro, barato y bactericida.
Iniciar la administración del antimicrobiano a fin de alcanzar la concentración bactericida en el suero y tisular
al momento de la incisión de acuerdo a su farmacodinamia.
Mantener los niveles efectivos en el suero y tejidos durante el acto quirúrgico y a lo más unas horas después
que haya terminado.
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Control de infecciones asociados a la atención en salud
Prevención de infecciones del sitio quirúrgico
La técnica quirúrgica
La técnica quirúrgica aporta mucho en el riesgo de infección. Los cirujanos que operan con mayor frecuencia,
regularmente tienen tasas más bajas de infecciones que los que operan con una menor frecuencia. La incisión
precisa con bisturí mecánico deja el escenario óptimo para la cicatrización posterior. Los textiles, suturas o mallas,
si se contaminan inadvertidamente, constituyen riesgo adicional.
Para el cierre quirúrgico deberá preferirse material reabsorbible sintético en los planos profundos, además de
monofilamentos o suturas adhesivas en la piel. Si se ha de suturar la piel es mejor usar técnica intradérmica, y si
no es posible, los puntos de la piel se apretarán solo lo necesario para afrontarla. Si se requiere dejar sistemas de
drenaje, éstos se sacarán por contrabertura y nunca por la herida quirúrgica, se mantendrán en circuito cerrado
estéril y retirarán lo antes posible, apenas dejen de recolectar secreciones. La herida quirúrgica no requiere de
curaciones adicionales, por lo que no se debe descubrir con fines de revisarla hasta el retiro de suturas, a menos
que exista sospecha de infección.
El recinto quirúrgico requiere estar limpio y sin partículas en suspensión en el aire. El aseo debe ser previo a cada
procedimiento, minucioso y sin levantar polvo.
El aire de los pabellones según la regulación sectorial (Ministerio de Salud de Chile, 2009b) es ultrafiltrado
usando inyección forzada a través de filtros HEPA y alcanzando 15 recambios de aire por hora de todo el aire del
recinto cuando éste se encuentre en uso, con un 100% de aire de la intemperie. Además es necesario restringir la
circulación de personas y un control estricto de actividades de alumnos y observadores.
El uso de sistemas de climatización sin extracción al exterior debe incluir filtros de partículas si el mecanismo
produce movimientos de aire.
Si desea profundizar más sobre las prácticas de prevención de infecciones de la herida quirúrgica se sugiere
revisar el documento publicado por la Organización Mundial de la Salud “Global guidelines for the prevention of
surgical site infection, 2016” disponible en: