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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

PODER JUDICIAL
Sala Tercera
Corte de Apelaciones del Circuito Judicial Penal del estado Zulia
Maracaibo, 10 de diciembre de 2014
204º y 155º
ASUNTO PRINCIPAL : VP02-P-2014-021788
ASUNTO : VP02-R-2014-000933
Decisión No. 594-14.-
I
PONENCIA DE LA JUEZA PROFESIONAL MARÍA J.A.B.
Fueron recibidas las presentes actuaciones en virtud del RECURSOS DE APELACIÓN DE
AUTOS, interpuestos el primero de ellos por el profesional del derecho EMIL BARROSO
FERRER, inscrito en el Instituto de Previsión Social del Abogado bajo el No.132.930,
actuando con el carácter de defensor privado de los ciudadanos M.G.S.D., titular de la
cédula de identidad No. V-15.442.445 y V.P.C., titular de la cédula de identidad No. V-17
819.126 y el segundo por la profesional del derecho ANAMAR ALVAREZ CUMARES,
inscrita en el Instituto de Previsión Social del Abogado bajo el No. 197.191, actuando con
el carácter de defensora privada de los ciudadanos M.T.G.Q., titular de la cédula de
identidad No. V-19.626.205 y M.E.P.R., titular de la cédula de identidad No. V-18
218.442; contra la decisión No. 7C-1056-14, de fecha 23 de julio de 2014, dictada por el
Juzgado Séptimo de Primera Instancia Estadal en Funciones de Control del Circuito
Judicial Penal del estado Zulia, mediante la cual declaró sin lugar las solicitudes
presentadas por ambos profesionales del derecho supra mencionados, en fecha 15 de Julio
de 2014, donde solicitan la de libertad a favor de sus defendidos con ocasión a la expiración
del lapso de investigación, sin que exista acusación fiscal en contra de éstos y en
consecuencia, acordó mantener la Medida Cautelar de Privación Judicial Preventiva de
Libertad, decretada en fecha 30/05/2014 en contra imputados supra mencionados, a quienes
se le instruye asunto penal por la presunta comisión de los delitos de ACCESO
INDEBIDO, SABOTAJE o DAÑO A SISTEMA, HURTO, FRAUDE ELECTRÓNICO y
ASOCIACIÓN PARA DELINQUIR, previstos y sancionados en los artículos 6, 7, 13 y 14
de la Ley Especial Contra los Delitos Informáticos, en perjuicio del BANCO
OCCIDENTAL DEL DESCUENTO y artículo 37 de la Ley Orgánica Contra la
Delincuencia Organizada y Financiamiento al Terrorismo, en perjuicio del ESTADO
VENEZOLANO.
Recurso cuyas actuaciones, fueron recibidas ante este Tribunal Colegiado en fecha 11de
noviembre de 2014, se dio cuenta a las integrantes de la misma, y según lo dispuesto en el
artículo 21 de la Ley Orgánica del Poder Judicial, se designó como ponente a la Jueza
Profesional EGLEÉ DEL VALLE RAMÍREZ.
En este sentido, en fecha 20 de noviembre de 2014, se produce la admisión de los
RECURSOS DE APELACIÓN DE AUTOS. Posteriormente, en fecha 24 de noviembre de
2014, fue reasignada la ponencia a la Jueza Profesional MARÍA J.A.B., en virtud de la
aprobación del disfrute de las vacaciones legales otorgadas a la Jueza Profesional EGLEÉ
DEL VALLE RAMÍREZ, por lo que, siendo la oportunidad prevista en el artículo 442 del
Código Orgánico Procesal Penal, se procede a resolver el fondo de la controversia, para lo
cual se hacen las siguientes consideraciones:
II
DEL RECURSO DE APELACIÓN DE AUTOS “PRIMERO”.
El profesional del derecho EMIL BARROSO FERRER, inscrito en el Instituto de Previsión
Social del Abogado bajo el No.132.930, actuando con el carácter de defensor privado de los
ciudadanos M.G.S.D., titular de la cédula de identidad No. V-15.442.445 y V.P.C., titular
de la cédula de identidad No. V-17 819.126, presentó recurso de apelación en contra la
decisión No. 7C-1056-14, de fecha 23 de julio de 2014, dictada por el Juzgado Séptimo de
Primera Instancia Estadal en Funciones de Control del Circuito Judicial Penal del estado
Zulia, en base a las siguientes consideraciones:
Argumentó el defensor privado como primera denuncia, que: “…La Primera Denuncia la
fundamento en el ordinal 4to. Del artículo 439 del Código Orgánico Procesa! Penal, es
decir, por decretar la recurrida mediante decisión número 7C-1.056-14 emitida en fecha 23
de Julio de los corrientes con motivo a la solicitud planteada por esta Defensa Técnica, en
cuanto al respectivo control Judicial y de la legalidad al cual está obligado a ejercer todo J.
en su condición de Constitucionalista ante la inactividad del Ministerio Publico al no
presentar Escrito Acusatorio en el lapso que prevé el artículo 236 del Código Orgánico
Procesal Penal, es decir el lapso de Cuarenta y Cinco Días contados a partir del inicio del
lapso de investigación una vez decretada la Medida de Privación Judicial Preventiva de
Libertad en contra de los ciudadanos M.G.S.D. y V.P.C. , (sic) quienes se encuentran
suficientemente identificados en actas y son mis representados…”.
Añadieron, que: “…la solicitud que dio origen a la decisión recurrida no se trata de un
Examen y Revisión de Medida como lo prevé el artículo 250 de la norma adjetiva penal,
pues por disposición expresa de la ley la misma no es susceptible de apelación, pues la
solicitud versa sobre el control judicial que debió ejercer el Tribunal Séptimo de Control
establecido en el artículo 107 del Código Orgánico Procesal Penal, ante la flagrante
violación de un lapso que es de estricto orden público en el cual el Ministerio Publico fue
omisivo en su debido actuar y que por expresa disposición legal el Juez de Control esta
obligado a sancionar, aclarando que el artículo 236 del mismo Código es taxativo e
imperativo en la sanción que está obligado a adoptar el Juez de Control ante la ausencia de
escrito acusatorio durante el lapso de investigación que prevé dicha norma, pues dicho
artículo solo establece dos consecuencias jurídicas ante la ausencia de escrito acusatorio en
el lapso previsto, dichas consecuencias son: 1) La libertad del o de los detenidos mediante
decisión del Juez de Control y 2) La Imposición de una Medida Cautelar Sustitutiva a la
Privación de Libertad…”.
Destacó quien recurre, que: “…En fecha 29 de Mayo de los corrientes mis representados
fueron detenidos por una comisión del Cuerpo Bolivariano de Policía del Estado Zulia en
virtud de Orden de Aprehensión emitida en fecha 21 de mayo de 2014 por ante el Tribunal
Séptimo de Primera Instancia en Funciones de Control de este Circuito Judicial Penal en
contra de mis defendidos, a solicitud de la Fiscalía Décimo Cuarta del Ministerio Publico,
en este orden de ideas en fecha 30 de mayo de los corrientes mis defendidos fueron
presentados por ante el Tribunal Séptimo de Primera Instancia en funciones de Control,
imputándoles los delitos de ACESO (sic) INDEBIDO, SABOTAJE O DAÑO A
SISTEMA, HURTO, FRAUDE Y ASOCIACIÓN PARA DELINQUIR, delitos previstos
en los Artículos (sic) 6, 7, 13, 14 de la Ley Especial Contra los Delitos Informáticos y
Artículo (sic) 37 de Ley Contra (sic) la Delincuencia Organizada y Financiamiento al
Terrorismo respectivamente y en fecha 14 de Julio de los corrientes se cumplieron los
Cuarenta y Cinco días continuos a partir del Decreto de la Medida Privativa de libertad y
finalización del lapso de investigación que prevé el artículo 236 del Código Orgánico
Procesal Penal…”.
En razón de las consideraciones anteriores, sostuvo el defensor privado que: “…Los lapsos
que rigen el proceso penal son de estricto orden público, por lo que no pueden relajarse a
conveniencia de ninguna de las partes, esto no solo por razones de certeza y seguridad
jurídica, sino como un modo de ordenación del proceso que asegure en beneficio de todas
las partes que el mismo sea llevado de forma debida para así tutelar la respectiva vigencia
de los derechos fundamentales a la igualdad jurídica, a la defensa y debido proceso,
debiendo el Juez Séptimo de Control adoptar una estricta imparcialidad, a los fines de
garantizar el debido control judicial y con ello mantener las condiciones necesarias para el
respectivo Debido Proceso en el transcurrir del caso sujeto a su conocimiento, a la luz del
artículo 236 del Código Orgánico Procesal Penal, el legislador da una sanción procesal a la
inactividad del Ministerio Publico al no presentar dentro del lapso previsto Escrito (sic)
Acusatorio (sic) en contra de los Imputados Privados de Libertad, es por lo que dicha
norma es Imperativa (sic), taxativa, no es objeto de interpretación por parte de la recurrida,
pues allí no se ventilan los supuestos de procedencia o mantenimiento de una Medida de
Privación Judicial Preventiva de Libertad…”.
Por su parte, destacó el apelante que: “…no se está ventilando un posible cambio en las
circunstancias de inculpación o exculpación que dieron origen al decreto de la Medida
Privativa de Libertad, sino de dar cumplimiento al Mandato Legal que prevé el legislador
en el artículo 236 de la norma adjetiva penal, ante la inactividad del Ministerio Público y el
vencimiento de un lapso de estricto orden público, es decir, el decreto de libertad que
taxativamente prevé dicha norma como sanción procesal a la inactividad de la vindicta
publica (sic), dicha norma no establece en ningún caso la permisibilidad de una prórroga
posterior a los Cuarenta (sic) y Cinco (sic) Días (sic) para presentar el Ministerio Publico
(sic) Escrito (sic) Acusatorio (sic), resaltando que las medidas cautelares son de carácter
temporal, y corresponde en todo caso al Juez (sic) de Juicio (sic) previa solicitud
debidamente fundamentada del Ministerio Publico (sic) decretar nuevamente o no la
Medida Privativa de Libertad en contra de los Imputados (sic), pero en ningún caso la
norma prevé dicho decreto o mantenimiento en manos del Juez (sic) de Control (sic) en el
supuesto que da origen a la presente apelación, pues se estaría encubriendo y asolapando
como en efecto se hizo una conducta omisiva del Ministerio Público, lo que evidentemente
violenta el contenido del artículo 107 de la norma adjetiva penal y compromete la debida
parcialidad con la que está obligado a actuar el Juez Séptimo de Control, lo cual constituye
una flagrante violación del Debido Proceso columna vertebral del proceso penal, resaltando
ciudadanos Magistrados que el Imputado no debe sufrir prejuiciosamente las consecuencias
omisivas del Ministerio Público que a todo evento obran en su favor de acuerdo a Derecho
y en un verdadero Estado de Derecho y de Justicia como el nuestro, siendo necesario acotar
que si una norma jurídica no opera real y efectivamente no puede llamarse Derecho y como
consecuencia al principio de Afirmación de Libertad, así como del Derecho Constitucional
a la Igualdad entre la partes y Seguridad Jurídica debe haber un verdadero equilibrio entre
el carácter acusatorio y ius puniendi del Estado y los derechos del Imputado; no debe
olvidarse que la fase preparatoria muy a pesar que en principio corresponde al Ministerio
Publico como Director de la Investigación…”.
Igualmente, enfatizó que: “…al Juez de Control como controlador de dicha fase velar
porque la conclusión de la misma ocurra en los lapsos que prevé la ley debiendo notificar al
F. Superior del proceso a cargo de la investigación en falta de presentación del acto
conclusivo y en ningún caso encubrir las conductas omisivas de la Vindicta Publica en
violación de los lapsos establecidos en la ley y resguardar los derechos y garantías
procesales de las personas detenidas sometidas a la investigación. Afirma la Sala de
Casación Penal del Máximo Tribunal que en aquellos casos donde se materialice una
situación de inactividad por parte del Ministerio Publico en la presentación del acto
conclusivo (escrito acusatorio) en el plazo previsto en la ley, a dicha situación no se le
puede aparejar una inactividad por parte del Órgano Jurisdiccional, el cual una vez
verificada la falta de presentación del escrito acusatorio deberá aplicar las sanciones
procesales respectivas en respeto de los derechos y garantías procesales del imputado. No
debe olvidarse que la Seguridad Jurídica se refiere a la cualidad del ordenamiento jurídico,
que implica certeza de sus normas y consiguientemente la posibilidad de su debida y
correcta aplicación, se trata de la confianza de la población del país en el ordenamiento
jurídico así como lo ha establecido la Sentencia Nro. 3180 Sala Constitucional T.S.J 15-12-
2.004…”.
De seguidas, el profesional del derecho señaló, que: “…Los supuestos en que motiva la
recurrida son incongruentes con los hechos y el derecho con relación a la solicitud que le
fue planteada y la cual dio origen a la decisión recurrida, pues nada tiene que ver el retardo
judicial y la posibilidad de interpretar y aplicar el derecho a su continuación ciudadanos
(…)Los supuestos en que motiva la recurrida son incongruentes con los hechos y el derecho
con relación a la solicitud que le fue planteada y la cual dio origen a la decisión recurrida,
pues nada tiene que ver el retardo judicial y la posibilidad de interpretar y aplicar el derecho
a su criterio la recurrida con la situación planteada, pues en su consideración la recurrida
impulsa proceso en provecho del Ministerio Publico (sic) encubriendo una conducta
omisiva de este, perjuicio de mis representados, violentando derechos y garantías
constitucionales como lo son el Derecho a la Defensa y Debido Proceso, pues ha sido
reiterado el criterio del Máximo Tribunal al establecer que las decisiones inmotivadas
violentan el derecho a la defensa y debido proceso, pues la recurrida pretende dar un tinte
de solicitud de examen y revisión de medida a la solicitud que se planteó y la cual dio
origen a la decisión que hoy recurro, cuando realmente no es así, pues, la solicitud que le
fue planteada se fundamentó en el control judicial y de la legalidad que la recurrida esta
obligada a ejercer por expresa disposición legal , (sic) pues la solicitud que le fue planteada
obedeció al vencimiento de un lapso aunado a la inactividad del Ministerio Publico (sic)
que por disposición expresa de la lay obra en beneficio de los detenidos, y no obedeció en
ningún momento a un examen y revisión de medida que puede ser peticionado en todo
estado y grado de la causa…”.
Además agregó que: “…la solicitud planteada al Tribunal Séptimo de Control por quien acá
suscribe, si puede adquirir carácter de cosa juzgada, pues obedece al vencimiento de un
lapso preclusivo que solo se transcurre en una sola oportunidad, pues se trata de la perdida
de la vigencia de la Medida de coerción personal por el transcurrir del tiempo, así como lo
ha establecido la Sentencia numero 3036 emitida por la Sala Constitucional del Máximo
Tribunal con ponencia del Magistrado A.D.R., específicamente el vencimiento de un lapso,
implica la libertad del detenido que incluso debe ser proveída de oficio sin la celebración de
una audiencia, sin embargo tiene la posibilidad de decretar cualquiera de las medidas
cautelares en atención al contenido del artículo 55 de la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela, existe en Venezuela una diferencia en lo que es la revisión de
medida y el decaimiento ordinario de medida, en cuanto a la revisión de medida esta puede
ser solicitada por el imputado en todo estado y grado del proceso las veces que lo considere
conveniente en aras de revisar la medida privativa de libertad a la cual se encuentre sujeto,
en este caso el Juzgador debe analizar si se han modificado o no las causas o circunstancias
de inculpación o exculpación que dieron origen a la misma (regla rebus sic stantibus) y una
característica especial es que la negativa del tribunal a revocar o sustituir la medida no tiene
apelación; en cambio cuando la procedencia de la libertad o en su defecto el decreto de una
medida distinta a la privación de libertad obedece por el vencimiento de un lapso preclusivo
y ante la inactividad del Ministerio Público si tiene apelación por cuanto por cuanto la
negativa del Tribunal causa estado o cosa juzgada material…”.
Continuó afirmando, que: “…la medida de privación de privación de libertad que hasta hoy
opera en contra de mis representados, deviene en ilegitima con ocasión al inactividad del
Ministerio Publico, incluso el juez en su condición de Garante debió actuar incluso hasta de
oficio, y no pretender la recurrida entrar a analizar los supuestos de hecho que dieron origen
a la medida de privación de libertad decretada a mis patrocinados, pues no se trata de una
solicitud de examen y revisión de medida sino del respectivo control judicial y de la
legalidad al cual está obligado a obedecer en su actuar como juzgador imparcial, pues la
autonomía e independencia con la cual gozan los jueces en el ejercicio de sus funciones
para decidir las causas sometidas a su conocimiento, tiene sus límites, pues toda decisión
por razones de certeza jurídica y respeto a la Constitución y a la ley obedece al Derecho, a
la Doctrina y a la Jurisprudencia, de lo contrario la decisión adolece de imprevisibilidad, es
decir adolece de ausencia de juricidad por lo que es una decisión antijurídica…”.
Prosiguió aseverando, que: “…la manera en que la recurrida interpreto y aplico el Derecho
es aberrante al pretender sacrificar las solemnidades del proceso y con ello derechos y
garantías de orden constitucional de mis patrocinados, al considerar erradamente en la
motivación de la decisión que recurro que el vencimiento de un lapso de orden público es
una formalidad no esencial, pues hablar de justicia sin respetar las solemnidades de la ley,
así como los derechos y garantías del imputado es un irrespeto al Derecho y a la dignidad
de mis patrocinados, pues la recurrida no aplico el derecho conforme a lo establecido en el
artículo 107 del Código Orgánico Procesal Penal el cual está obligado a ejercer todo juez
imparcial en su carácter de garantista y constitucionalista lo que causa gravamen irreparable
así como o prevé el ordinal 5to. Del artículo 439 del Código Orgánico Procesal Penal…”.
conforme a lo establecido en el artículo 107 del Código Orgánico Procesal Penal el cual
está obligado a ejercer todo juez imparcial en su carácter de garantista y constitucionalista
lo que causa gravamen irreparable así como o prevé el ordinal 5to. Del artículo 439 del
Código Orgánico Procesal Penal…”.
Finalmente, resaltó el recurrente que: “…ante la violación del debido control judicial y
legal que debió ser controlado por la recurrida, resultando mis representados en condiciones
de desigualdad ante la ley en contraposición del ius puniendi del Estado ejercido a través
del Ministerio Publico (sic) deliberadamente, lo que indiscutiblemente transgredió
marcadamente el Debido Proceso, pues no tendría trascendencia alguna el establecimiento
de derechos y garantías constitucionales enunciadas en nuestra carta magna si las mismas
no son protegidas por el propio Estado, es por lo que en atención a todo lo antes expuesto
ciudadanos M. y con suficiente razón en derecho, considero debe equilibrarse la balanza y
reconocerse el debido respeto y cumplimiento de las formalidades legales y
constitucionales que fueron violentadas en la causa que nos ocupa, con ocasión a la
decisión recurrida la cual lesiona gravemente derechos y garantías de mis representados, y
esta S. acuerde REVOCAR la decisión dictada por el Tribunal Séptimo de Primera
Instancia en Funciones de Control que hoy recurro, y acuerde decretar a favor de mis
representados la LIBERTAD SIN RESTRICCIÓN ALGUNA O EN SU DEFECTO una
medida menos gravosa a la Privación Judicial Preventiva de Libertad que injustamente les
fue Acordada mantener injustamente por la recurrida a espaldas de las formalidades legales
y procesales, construida sobre bases contrarias a Derecho, con discriminación, atropellando
el derecho a la defensa y consecuentemente el Debido Proceso…”.
En el punto denominado “PETITORIO”, solicitó que: “…CON LUGAR el presente
Recurso y acuerden REVOCAR el fallo recurrido, y se decrete a favor de mis representados
La Libertad sin restricción alguna o en su defecto una Medida Menos Gravosa a la
Privación Judicial Preventiva de Libertad de las establecidas en el artículo 242 del Código
Orgánico Procesal Penal en favor de los ciudadanos M.G.S.D. y V.P. CASTELLANO…”.
III
DEL RECURSO “DENOMINADO SEGUNDO”.-
La profesional del derecho ANAMAR ALVAREZ CUMARES, actuando con el carácter de
defensora privada de los ciudadanos M.T.G.Q., titular de la cédula de identidad No. V-
19.626.205 y M.E.P.R., titular de la cédula de identidad No. V-18 218.442, interpuso
recurso de apelación de autos contra la decisión impugnada, sobre la base de los siguientes
argumentos:
Alegó la defensora como primera denuncia, que: “…INEXISTENCIA DE FUNDADOS
ELEMENTOS DE CONVICCIÓN QUE COMPROMETAN LA RESPONSABILIDAD
PENAL DEL CIUDADANOS 1.- MARYOLIXE T.G.Q., 2.- M.E.P.R. 3.-HAZELG.B.B.,
(AUSENCIA DE LOS ELEMENTOS ESTABLECIDOS EN EL ORDINAL 2o DEL
ARTÍCULO 236 DEL CÓDIGO ORGÁNICO PROCESAL PENAL) (…) S. a ese tribunal
de alzada que se desestime la imputación en relación al tipo penal ACCESO INDEBIDO,
SABOTAJE O DAÑO A SISTEMA, HURTO, FRAUDE, previstos y sancionados en los
Artículos 6, 7, 13, 14 de la Ley Especial Contra los Delitos Informáticos, cometidos en
perjuicio del Banco Occidental de Descuento, y ASOCIACIÓN PARA DELINQUIR,
previsto y sancionado en el Artículo 37 de la Ley Orgánica Contra la Delincuencia
Organizada y Financiamiento al Terrorismo, cometidos en perjuicio de! BANCO
OCCIDENTAL DE DESCUENTO, Y EL ESTADO VENEZOLANO, Y OTRO, ya que la
conducta desplegada por mis defendidos, no se desprende que los mismos formen parte de
un grupo de delincuencia organizada, y mucho menos incurrir en sabotaje a un sistema para
realizar transferencias bancarias y posteriormente retirar el dinero a través de tarjetas de
debito…”.
Consideró quien recurre, que: “…en cuanto al numeral 2 de la norma in commento, relativo
a los elementos de convicción, para estimar que los ciudadanos 1.- MARYOLIXE T.G.Q.,
2.- M.E.P.R. 3.-HAZELG.B.B., eran autores o partícipes en los tipos penales señalados
anteriormente, consideró la Jueza de Control, de las actas que al inicio la Vindicta Pública
le proporcionó; que los mismos derivaban del acta policial, donde se establecía la manera
de cómo se practicó la aprehensión del imputados; además del acta de denuncia de la
víctima; del registro de cadena de custodia; de las copias fotostáticas de los documentos
facilitados por parte del banco; señalando también como elementos de convicción, el acta
de notificación de derechos del imputado (…) en el caso concreto no se constata de las
actas que integran la causa, así como tampoco de la decisión impugnada, cuál fue la
conducta desplegada por el imputado de autos, así como tampoco cuáles fueron los
elementos de convicción, que conllevaran a la Jurisdicente a determinar la presunta
comisión por parte del imputado, del delito de ACCESO INDEBIDO, SABOTAJE O
DAÑO A SISTEMA, HURTO, FRAUDE y ASOCIACIÓN PARA DELINQUIR, además
de que su detención no fue realizada en FLAGRANCIA, circunstancia esta que el
Ministerio Público no señaló en la referida audiencia de presentación, lo cual debió
observar la Jueza de Instancia, para convalidad la presunta comisión de dicho ilícito penal
(…) no se determina la existencia del primer presupuesto exigido en el artículo 236 del
Código Orgánico Procesal Penal, referido a un hecho punible, que merezca pena privativa
de libertad, cuya acción penal no se encuentre prescrita, en cuanto a los Delitos (sic)
Imputados (sic) acreditación del presunto delito ACCESO INDEBIDO, SABOTAJE O
DAÑO A SISTEMA, HURTO, FRAUDE, previstos y sancionados en los Artículos (sic) 6,
7, 13, 14 de la Ley Especial Contra los Delitos Informáticos, cometidos en perjuicio del
Banco Occidental de Descuento, y ASOCIACIÓN PARA DELINQUIR, previsto y
sancionado en el Artículo (sic) 37 de la Ley Orgánica Contra la Delincuencia Organizada y
Financiamiento al Terrorismo, cometidos en perjuicio del BANCO OCCIDENTAL DE
DESCUENTO, Y EL ESTADO VENEZOLANO, Y OTRO, no pueden comprobarse la
existencia de fundados elementos de convicción para estimar que los imputado ha sido
autor o partícipe en la comisión del mencionado delito que le ha sido atribuido, sin indicar
el Ministerio Público en qué hechos se funda el mismo, es necesario señalar que la
violación de ley por errónea interpretación, constituye un vicio atribuido a la explicación
errada en un caso en concreto, de un precepto legal que no se circunscribe a los hechos
debatidos o al derecho deducido …”.
Manifestó la defensora privada, que: “…denunciamos la errónea interpretación del artículo
462 del Código Pena, al querer ver que los imputados forman parte de un grupo de
delincuencia organizado dedicado a sabotear sistema bancarios para hurtar dinero a través
de via (sic) electrónica, cuando no existe (…) pruebas por parte de las victima (sic) para
demostrar la comisión de la misma, y mucho mas grave es el caso de que se quiera
relacionar en la misma imputación a mi representado, no puede tenerse como válida la
precalificación jurídica otorgada en el caso concreto, en relación al mencionado tipo penal,
ya que el Ministerio Público no señala cuáles son los elementos de convicción para la
imputación de los delitos de ACCESO INDEBIDO, SABOTAJE O DAÑO A SISTEMA,
HURTO, FRAUDE, ASOCIACIÓN PARA DELINQUIR, solo muestran depósitos sin
argumentar el por qué fuero realizado, además las supuestas víctimas titulares de las
cuentas, indican siempre que dichas transferencias no fueron aprobadas por ellos,
descartando de esta manera la participación de mi representado el ciudadano 1.-
MARYOLIXE T.G.Q., 2.- M.E.P.R. 3.-HAZELG.B.B.…”.
Igualmente refirió que: “…Con la presente Decisión (sic) proferida por el TRIBUNAL
SÉPTIMO DE PRIMERA INSTANCIA EN FUINCIONES DE CONTROL ESTADAL
DE LA CIRCUNSCRIPCIÓN JUDICIAL DEL ESTADO ZUKLIA, el Juez Séptimo,
quebranta el DEBIDO PROCESO, como propósito final de descubrir la verdad de lo
acontecido, y determinar si en las transferencia o depósitos de las supuestas víctimas existe
un, hurto,sabotaje (sic), fraude, estafa o una deuda entre las partes, debió analizar si estas
comprometen a mi representado, de igual forma es deber de la Juez velar por que el
Ministerio Publico cumpla con su obligación de actuar apegado a la ley, de forma objetiva,
técnica y ponderada, al utilizar los medios de prueba y señalar los elementos de convicción
de indubitablemente emergen de ellos, SIN IMPROVISAR VALORACIONES AJENAS A
LOS MISMOS, que pueden dar paso al uso inadecuado y desmedido de la acción penal
contra quienes solo existe un indicios que nos es más que la declaración referencial de unas
supuestas víctimas que dicen haber depositado un dinero sin demostrar el para que fue
realizado ni la garantía de contra prestación de lo hoy imputados…”.
Recalcó, que: “…la (sic) Juez del Tribunal Séptimo De Primera Instancia En Funciones De
Control Estadal De La Circunscripción Judicial Penal Del Estado Zulia no actúa apegada a
derecho cuando permite y confirma que el Ministerio Público improvise información o
elementos de convicción que no nacen de los medios de prueba que se encuentra insertos en
la referida investigación, pues ello resulta que como Juez de Control declare la
inadmisibilidad de los mismos por inútiles y así debe ser declarado por el Juez de Control,
quien debe verificar detenidamente las condiciones de pertinencia y utilidad de las pruebas
ofertadas, así como la existencia de elementos de convicción que justifiquen la imputación
y, en consecuencia dar lugar a una medida cautelar privativa de libertad (…) no existiendo
en consecuencia, suficientes elementos de convicción, que permitan presumir su autoría y
participación en el hecho punible imputado, procediendo a otorgarle su inmediata libertad o
en el peor de los casos a concederle una Medida Cautelar Sustitutiva de Libertad, a la cual
es merecedor por evidenciarse en actas suficientes elementos que pudieran exonerarlo de
responsabilidad…”.
Como segunda denuncia, argumentó la defensa lo siguiente: “…DE LA FALTA DE
MOTIVACIÓN DE LA DECISIÓN VIOLACIÓN DEL ARTICULO 232 DEL CÓDIGO
ORGÁNICO PROCESAL PENAL (…) la ciudadana Juez (sic), al momento de tomar su
decisión, no fundamenta su criterio donde decreta la medida de coerción personal, ni hace
mención a los invocaciones expuesta por esta Defensa en el acto de presentación de
imputados donde se manifestó que los ciudadanos imputados, no fueron previamente
citados ante el Ministerio Publico, sino que sin tener suficientes elementos de convicción
les fue solicitada Orden de Aprehensión, considerándose una violación al debido proceso
previsto en el Articulo 49 de la Constitución Nacional (…) De la presente Decisión
proferida por el Tribunal Séptimo de Control de este Circuito Judicial Penal, Publicada en
fecha 23 de Julio de 2013, El Juez, solo se toma la molestia de COPIAR Y PEGAR una
decisión, sin dejar constancia de su criterio, de sus fundamentos a la hora de tomar dicha
decisión con respecto a lo aquí planteado la norma adjetiva penal establece la sala de
casación penal…”.
Esgrimió que: “…el Juez Séptimo de Control, en su Decisión, no explico los motivos por
los cuales declara sin lugar los alegatos expuesto por la Defensa mucho menos tomo en
consideración que el Ministerio Público, injustificadamente, no agotó los mecanismos
previstos para citar, entrevistar o imputar a los 1.- MARYOLIXE T.G.Q., 2.- M.E.P.R. 3.-
HAZELG.B.B., pues era fácilmente localizable en virtud que en la documentación
facilitada por parte del Banco Occidental de Descuento, claramente se observan sus
direcciones, y teléfonos donde podrían ser encontrados, evidenciándose dentro del vicio de
inmotivación la falta de pronunciamiento de la Juez Séptimo de Control…”.
Arguyó quien recurre, que: “…la Juez de Control, incurrió en el vicio de inmotivación al
limitarse simplemente a afirmar la existencia de los elementos exigidos por la ley sin
explicar cuales elementos comprometen la responsabilidad penal de los ciudadanos 1.-
MARYOLIXE T.G.Q., 2.- M.E.P.R. 3.-HAZELG.B.B., ni explicar por qué o como
COOPERARON en la ejecución de los delitos de ACCESO INDEBIDO, SABOTAJE O
DAÑO A SISTEMA, HURTO, FRAUDE, previstos y sancionados en los Artículos 6, 7,
13, 14 de la Ley Especial Contra los Delitos Informáticos, cometidos en perjuicio del
Banco Occidental de Descuento, y ASOCIACIÓN PARA DELINQUIR, previsto y
sancionado en el Artículo 37 de la Ley Orgánica Contra la Delincuencia Organizada y
Financiamiento al Terrorismo, cometidos en perjuicio del BANCO OCCIDENTAL DE
DESCUENTO, Y EL ESTADO VENEZOLANO, Y OTRO…”.
Por otra parte, resaltó como tercera denuncia, que: “…el hecho ilícito de ACCESO
INDEBIDO, SABOTAJE O DAÑO A SISTEMA, HURTO, FRAUDE, ASOCIACIÓN
PARA DELINQUIR, jamás se configuro en la supuesta acción desplegada por mis
defendidos, ahora bien, si hacemos un análisis de la denuncia, se podrá deducir que el
sujeto activo en el mencionado hecho ilícito, jamás dirigió su acción hurto, sabotaje o daño
a sistema, es decir, en el supuesto negado que mis defendidos hayan sido autor o participe
en estos hechos, jamás tuvo la intención, no tuvo conocimiento en ningún momento de que
forma ese dinero había llegado a sus cuentas, dirigiéndose hasta la sede del Banco
Occidental de Descuento a formular la respectiva denuncia, siendo atendidos por ejecutivos
del Banco quienes le recibieron sus denuncias sin regresarles una copia de recibido. Por lo
que amparados en el artículo 61 del Código Penal Vigente…”.
Insistió la recurrente, en lo siguiente: “…partiendo de la denuncia formulada por la victima
(sic) en su momento oportuno, y que, no consta en autos una ampliación de la misma, y por
el cual también el Ministerio Publico (sic) acuso a mis defendidos, toda vez que la
ciudadana J. considero que existía una doble calificación o imputación de los delitos, sin
embargo la misma obvio lo dicho por la defensa en cuanto al delito de ACCESO
INDEBIDO, SABOTAJE O DAÑO A SISTEMA, HURTO, FRAUDE, ASOCIACIÓN
PARA DELINQUIR, cuando claramente se le manifestó y explicó, que no fue esa la
intencion (sic) del sujeto actuvo, y que debía aplicar lo dispuesto en el mencionado artículo
61 del Código Penal, este tribunal tiene esa facultad como Un tribunal de control (…) por
lo que esta defensa no entiende porque omitió tal circunstancia que solo agrava la situación
jurídica de mis defendidos, a sabiendas que el mismo goza del principio de presunción de
inocencia, y que al admitir tal tipo penal, sin existir elementos que de alguna manera
garanticen lo que el máximo tribunal llamo pronostico de condena, se está vulnerando la
presunción de inocencia que asiste a mi defendido, por lo que el mismo en estos momentos
del proceso se siente desamparado ante tal circunstancia …”
Recalcó, que: “…Siendo que la admisión del tipo penal señalado, aun cuando carece de
legalidad, hace quedar a mis defendido en un estado total de vulneración, por tratarse de
una situación que causa un gravamen irreparable, al inobservar el contenido del artículo 61
del Código Penal y desconocer por ende la Presunción de Inocencia que asiste a mi
representado, que en todo caso sería desde todo punto de vista contrario a derecho, y hace
quedar en evidencia, que la decisión de admitir el referido hecho punible solo busco
fundamentar la decisión de admitir la acusación por los delitos de ACCESO INDEBIDO,
SABOTAJE O DAÑO A SISTEMA, HURTO, FRAUDE, ASOCIACIÓN PARA
DELINQUIR, que de no ser admitida debió ser desistido y por ende sobreseído…”.
En el punto denominado “PETITORIO”, solicitaron que: “…sea declarada SIN LUGAR, la
Decisión proferida en fecha 23, de Julio del 2014, el Juzgado Séptimo Estadal de Primera
Instancia en lo Penal en Funciones de Control del Circuito Judicial Penal del Estado Zulia,
emitió una RESOLUCIÓN N° 7C-1.056-14, donde se hace una errónea interpretación del
Artículo 236, del Código Orgánico Procesal Penal, donde se lesiona los Derechos de mi
representados 1.- MARYOLIXE T.G.Q., 2.- M.E.P.R. …”.
IV
DE LA CONTESTACIÓN A LOS RECURSOS DE APELACIÓN
Los profesionales del derecho C.A.R.T. y EDICT CÓRDOVA NAVARRO, actuando con
el carácter de Fiscal Principal y Fiscal Auxiliar Décimos Cuartos del Ministerio Público,
con competencia en materia contra la corrupción de la Circunscripción del estado Zulia,
procedieron a dar contestación a los recursos de apelación incoados por los defensores de
marras, sobre la base de los siguientes términos:
Iniciaron las contestaciones a los recursos de apelación, realizando una breve referencia a
los hechos que dieron origen al presente proceso, así como a las diligencias de
investigación efectuadas, a los fines de considerar que: “…puede evidenciarse que la
decisión dictada por el Juez se basó en analizar todas las normas de carácter constitucional,
así como también realizó un análisis jurisprudencial, en cuanto al caso en concreto, toda
vez que si bien es cierto el Ministerio Público no presentó escrito acusatorio el día 45, sino
el día 46, no es menos cierto que las circunstancias que dieran origen a la presente
investigación no variaron (…) la a quo, al momento de decidir que se mantuviesen las
medidas de privación judicial preventiva de libertad, la misma de manera acertada, tomó en
consideración los delitos por los cuales fueron imputados y posteriormente acusados los
ciudadanos plenamente identificados, no tratando con ello como lo hace ver la parte
recurrente, que la misma pretende relajar las normas de orden público…”.
Aportaron que: “…la (sic) juez (sic) Séptimo de Primera Instancia en Funciones de Control
del Circuito Judicial Penal del Estado (sic) Zulia, aseveró que aunque en el presente caso se
trate de que efectivamente el lapso para la presentación de la ACUSACIÓN FISCAL
venció en fecha 14/07/2014, es menester destacar, en atención a las circunstancias
especiales que rodean al presente caso, que la proporcionalidad va referida a la relación que
debe existir entre la medida de coerción personal a ser impuesta, la gravedad del delito que
se imputa, las circunstancias de su comisión y la sanción probable a imponer, es decir, que
ante la posible comisión de un hecho punible por parte de un individuo determinado, el
Juzgador debe valorar los anteriores elementos, para luego con criterio razonable, mensurar
la necesidad de postergar o no la medidas de coerción personal impuestas, a los fines de
que no quede enervada la acción de la justicia…”.
Acotaron, que: “…que es preciso tomar en consideración la complejidad del asunto
debatido, en razón a lo anterior, y ponderar el hecho que tanto el ciudadano J.E.G.B., al
igual que al resto de los acusados que conforman la presente causa, se les instruye causa
por la presunta comisión de los delitos de ACCESO INDEBIDO, SABOTAJE O DAÑO A
SISTEMA, FRAUDE, previstos y sancionados en los Artículos (sic) 6, 7, 14 de la Ley
Especial Contra los delitos informáticos, cometidos en perjuicio del Banco Occidental de
Descuento, y ASOCIACIÓN PARA DELINQUIR, previsto y sancionado en el Artículo 37
de la Ley Orgánica Contra la Delincuencia Organizada y Financiamiento al Terrorismo,
cometidos en perjuicio del ESTADO VENEZOLANO, sobre quienes recae en su contra
sendo escrito acusatorio, por un hecho sumamente grave, y el cual afecta directamente
bienes jurídicos tutelados por el Estado, como lo es, la PROPIEDAD, delitos que atentan
contra el sistema financiero, con multiplicidad de víctimas y delitos de delincuencia
organizada, siendo delitos altamente reprochados por la sociedad, y siendo la pena posible a
imponer ante una eventual sentencia condenatoria, muy alta, superando en demasía los diez
años, a los que se contrae el artículo 237 parágrafo primero del Código Orgánico Procesal
Penal, por tratarse de cinco (05) delitos, que además contraen la imposición de multa en su
mayoría, por lo que se debe entender que se mantenga a la fecha la presunción razonable de
peligro de fuga…”.
Así las cosas, aseveraron los representantes del Estado, que: “…la (sic) juez (sic) a quo
observó que la medida de privación judicial preventiva de libertad, NO LUCE
DESPROPORCIONADA al hecho que se ventila, por lo aquí ya expuesto, no excediendo
de los parámetros establecidos en el propio artículo 230 del Código Orgánico Procesal
Penal, en cuanto a que la medida de coerción personal no ha excedido de la pena mínima
aplicar para el delito imputado de mayor entidad, toda vez que al acordar con lugar la
solicitud de la defensa pondría en riesgo el presente proceso penal y de igual modo
resultaría una infracción al derecho constitucional de la víctima. Atendiendo además, al
contenido de la Sentencia de la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, la
cual hace referencia a que el juez puede considerar según el caso, la magnitud del daño
causado y el bien jurídico tutelado lesionado, que con fundamento al artículo 55 de la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, en garantía a la protección de los
derechos Civiles de los ciudadanos, deba evitarse la obstaculización a la búsqueda de la
verdad en el desarrollo del juicio oral y público, pudiendo mantenerse la presunción legal
de la fuga de conformidad con lo previsto en el parágrafo primero del artículo 237 del
Código Orgánico Procesal Penal, circunstancias que se corresponden con la presente
causa…”.
Señaló, que: “…que el momento de la presentación de una acusación, por parte del
Ministerio público, no representa la oportunidad procesal para que el Juez de Control, se
pronuncie sobre la admisión o no de la misma; por cuanto de conformidad con lo
establecido el Código Orgánico Procesal Penal, es un acto propio de la Audiencia
Preliminar, durante la cual el Juez de Control, en cumplimiento de su deber de controlar y
garantizar la observancia de los extremos de ley durante la fase preparatoria e intermedia
del proceso penal, decidirá, entre otras cosas, sobre la admisión total o parcial de la
acusación presentada por el Ministerio Público, (numeral 2, artículo 313 COPP). Así,
entraría a dilucidar y analizar los fundamentos tácticos y jurídicos que fundamentan el
escrito acusatorio, es decir realizando el control material de dicho escrito, verificando los
requisitos de fondo, a fin de determinar si el mismo presenta los basamentos serios, ciertos
y concretos que permitan vislumbrar lo que la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de
Justicia denomina, pronóstico de condena. Siendo la oportunidad procesal para ello, durante
la celebración de la audiencia preliminar, encontrándonos que en la causa in comento, no se
ha celebrado dicha audiencia, por tanto, considera esta representación fiscal, que mal puede
la recurrente, denunciar la admisión del escrito acusatorio, cuando no se ha celebrado la
audiencia durante la cual el Juez de control, debe emitir una pronunciamiento al
respecto…”.
Por las consideraciones antes expuestas, solicitaron los representantes del Ministerio
Público que: “…SIN LUGAR el Recurso de Apelación de Autos (…)contra la decisión N9
7C-1.056-14, dictada por el Juzgado Séptimo de Primera Instancia en Funciones de Control
del Circuito Judicial Penal del Estado Zulia, en fecha 23-07-14, en la causa signada bajo el
NQ 7C-S-2946-14, mediante la cual declaró sin lugar la Medida Cautelar sustitutiva a la
Privación Judicial Preventiva de Libertad, a favor de los ciudadanos plenamente
identificados, por la presunta comisión de los delitos de ACCESO INDEBIDO,
SABOTAJE O DAÑO A SISTEMA, HURTO, FRAUDE, previstos y sancionados en los
Artículos 6, 7, 13, 14 de la Ley Especial Contra los Delitos Informáticos, cometidos en
perjuicio del Banco Occidental de Descuento, y ASOCIACIÓN PARA DELINQUIR,
previsto y sancionado en el Artículo 37 de la Ley Orgánica Contra la Delincuencia
Organizada y Financiamiento al Terrorismo, cometidos en perjuicio del BANCO
OCCIDENTAL DE DESCUENTO, EL ESTADO VENEZOLANO y OTROS…”.
IV
NULIDAD DE OFICIO POR INTERÉS DE LA LEY.
De la revisión de las actas que conforman la presente incidencia, verifica este Tribunal de
Alzada, en su obligación de vigilar el cumplimiento de los preceptos fundamentales,
atendiendo lo preceptuado en los artículos 26 y 257 de la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela, en concordancia con los artículos 13, 174, 175, 179 y 180 del
Código Orgánico Procesal Penal; así como el criterio jurisprudencial establecido por el
Máximo Tribunal de la República, en reiteradas Sentencias dictadas por la Sala
Constitucional bajo los Nros. 2541/02, 3242/02, 1737/03 y 1814/04, referidas a las
nulidades de oficio, dictadas por las Cortes de Apelaciones, al proceder a una revisión
minuciosa de las actas que integran la presente causa, observa que el fallo impugnado
deviene de la declaratoria sin lugar de las peticiones incoadas en fechas 14 y 15-07-2014
por los ciudadanos EMIL BARROSO, obrando en su condición de defensor de los
ciudadanos M.G.S. y V.P., suficientemente identificados; ANAMAR ALVAREZ
CUMARES, actuando como defensora privada de los ciudadanos M.T.G.Q., M.E.P.R., a
quienes se les sigue el presente proceso por la comisión de los delitos de ACCESO
INDEBIDO, SABOTAJE O DAÑO A SISTEMA, HURTO, FRAUDE, previstos y
sancionados en los Artículos 6, 7, 13, 14 de la Ley Especial Contra los Delitos
Informáticos, cometidos en perjuicio del Banco Occidental de Descuento, y ASOCIACION
PARA DELINQUIR, previsto y sancionado en el Artículo 37 de la Ley Orgánica Contra la
Delincuencia Organizada y Financiamiento al Terrorismo, cometidos en perjuicio del
ciudadano H.A.C., BANCO OCCIDENTAL DE DESCUENTO, Y EL ESTADO
VENEZOLANO, Y OTROS, en razón de ello, se acordó mantener la Medida Cautelar de
Privación Judicial Preventiva de Libertad, decretada en fecha 30-05-2014 en contra de los
precitados imputados.
Este Tribunal de Alzada, al momento de resolver el recurso de apelación, procedió a la
revisión minuciosa del fallo impugnado, verificando una infracción de ley que conlleva a la
vulneración del Principio del Debido Proceso, el cual comprende el Derecho a la Defensa,
previsto en los artículos 49 numeral 1 Constitucional y 1 del texto adjetivo penal; así como
la garantía de ser juzgado por el juez natural, previsto en el artículo 49 numeral 4
Constitucional y 7 del texto adjetivo penal, que a su vez lleva inmerso el principio de
competencia, de estricto orden público; así como la vulneración de la garantía de la tutela
judicial efectiva, prevista en el artículo 26 de la Constitución de la República Bolivariana
de Venezuela .
En tal sentido, es pertinente recordar, que el Debido Proceso, a tenor de lo expresado por la
Sala de Casación Penal del Tribunal Supremo de Justicia, en la Sentencia N° 046, dictada
en fecha 29-03-2005, debe entenderse como:
… garantías inherentes a la persona humana y en consecuencia, aplicables a cualquier
clase de procedimientos. El derecho al debido proceso ha sido entendido como el trámite
que permite oír a las partes, de la manera prevista en la Ley, y que ajustado a derecho
otorga a las partes el tiempo y los medios adecuados para imponer sus defensas...

.
Igualmente dicha S. precisó, que la Tutela Judicial Efectiva, se cercena cuando:
...En criterio de esta Sala, negar el acceso a los órganos de administración de justicia,
sobre la base de interpretaciones restrictivas o de aplicaciones impropias de las normas
que regulan el ejercicio de tal derecho, constituye la forma más extrema de lesionar el
derecho a la tutela judicial efectiva garantizado por el artículo 26 de la Norma
Fundamental, ya que una vez cercenada la posibilidad de plantear las razones de hecho y
de derecho que sirven de fundamento a la pretensión deducida para lograr la protección
judicial de los derechos o intereses que se estiman amenazados o vulnerados por la
actuación de entes públicos o particulares, se está al mismo tiempo desconociendo el
derecho a que un juez competente, independiente e imparcial, examine y valore los
alegatos y pruebas que se presenten en apoyo de la pretensión deducida, y que dicte una
decisión fundada en derecho sobre el mérito de la petición planteada, ya sea para acordar
o para negar lo demandado por la parte actora, todo ello dentro de plazos y en la forma
establecida en las leyes procesales respectivas, conforme lo dispone el artículo 49 de la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela

(Sent. N° 2045-03, de fecha 31-07-03).


Se establece entonces, que el Debido Proceso constituye un Principio Constitucional,
aplicable a todas las actuaciones judiciales y administrativas, comprendiendo a su vez una
serie de presupuestos, que avalan el derecho de toda persona a ser oída durante todo el
proceso, otorgándole además el tiempo y los medios adecuados para ejercer la defensa de
sus intereses.
En cuanto a la Tutela Judicial Efectiva, se colige que es una garantía fundamental, que
tienen todos los ciudadanos, entre otros aspectos, de obtener dentro de un proceso, por parte
de los Jueces y Tribunales de la República, una decisión judicial que sea motivada,
congruente, ajustada a derecho, y que se pronuncie sobre el fondo de las pretensiones de las
partes, de manera favorable o no a alguno de ellos; siendo el caso que, por estar ambos
íntimamente vinculados, se debe garantizar el derecho a las partes, de presentar las pruebas
que estimen pertinentes, para que sean valoradas en el procedimiento correspondiente, a los
fines de no causar indefensión y desigualdad procesal y poder dictarse una correcta
decisión.
En este orden de ideas debe precisarse que dentro del conjunto de garantías que conforman
la noción del debido proceso, entendido éste en su sentido formal, se encuentra el derecho
de toda persona a ser juzgada de acuerdo con el procedimiento judicial establecido con
anterioridad en la ley, ello en virtud del principio de legalidad procesal que rige en
ordenamientos jurídicos como el Venezolano. La legalidad de las formas procesales,
atiende al principio de seguridad jurídica que rige en las relaciones jurídicas existentes
entre los particulares y entre éstos y el Estado específicamente, en cuanto a la
determinación previa de las vías judiciales que deberán seguirse en aquellos casos en los
que surjan conflictos con motivo de dichas relaciones, y que deban ser dirimidos en
definitiva por los órganos jurisdiccionales competentes.
En este sentido, debe advertirse que las disposiciones legales que establecen el
procedimiento a seguir para dirimir el conflicto son de eminente orden público, de manera
que no pueden, bajo ningún concepto ser inobservadas o modificadas por las partes ni por
el juez de la causa. Ello se afirma así, por cuanto es la propia Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela, la que establece en su artículo 253, que corresponde a los
órganos del Poder Judicial conocer de las causas y asuntos sometidos a su competencia
mediante los procedimientos que determinen las leyes.
Respecto del principio de legalidad procesal, la Sala Constitucional del Tribunal Supremo
de Justicia, en decisión No. 583 de fecha 30 de Marzo de 2.007, ha precisado lo siguiente:
...El derecho fundamental al debido proceso en materia penal constituye una limitación al
poder punitivo del Estado, en cuanto comprende el conjunto de garantías sustanciales y
procesales especialmente diseñadas para asegurar la legalidad, regularidad y eficacia de
la actividad jurisdiccional en la investigación y juzgamiento de los hechos punibles, con
miras a la protección de la libertad de las personas, o de otros derechos que puedan verse
afectados. Las aludidas garantías configuran los siguientes principios medulares que,
desde la perspectiva constitucional integran su núcleo esencial: 1.- Legalidad, 2.- Juez
natural, 3.- Presunción de inocencia, 4.- Favorabilidad, 5.- Derecho a la defensa: -
Derecho a la asistencia de un abogado. - Derecho a un proceso sin dilaciones
injustificadas. - Derecho a no ser juzgado dos veces por el mismo hecho. - Derecho a
impugnar la sentencia condenatoria. - Derecho a un proceso público. - Derecho a
presentar y controvertir pruebas’ (B.C., J. y M.L., E.. El proceso penal. Cuarta edición,
Bogotá, Universidad Externado de Colombia, 2002, pp. 69 y 70).

Ahora bien, con relación específicamente al principio de legalidad procesal en el ámbito


del debido proceso, puede sostenerse que aun cuando no es tarea sencilla exponer el
contenido preciso de esta última institución, en virtud de la cantidad de derechos y
garantías que acoge en su interior, sin embargo, tradicionalmente la idea del debido
proceso se vincula al aforismo latino nulla poena sine iuditio legale, el cual expresa la
dimensión procesal del principio de legalidad, es decir, la noción de sujeción del Estado y
la sociedad a la Ley y, por ende, el obligatorio acatamiento por todos de las normas
preexistentes, y de un juicio legal para poder determinar la comisión de un hecho punible y
la responsabilidad penal de una persona.

Así, según B., ‘el debido proceso nace y encuentra su mejor ambiente en el principio de
legalidad procesal nulla poena sine iudicio, es decir, tiene que ver con la legalidad de las
formas, de aquellas que se declaren esenciales para que exista un verdadero, auténtico y
eficaz contradictorio y que a la persona condenada se le haya brindado la oportunidad de
ejercer apropiadamente la defensa…’ (B., C.. La Constitución y el proceso penal. Caracas,
Livrosca, 2002, pp. 332)...

(Negritas y subrayado de la Sala).


Con referencia a lo anterior, se infiere que el procedimiento penal, posee una delimitación
taxativa por reglas imperativas de estricto orden público, que regulan y disciplinan los actos
celebrados por las partes, con el objeto de alcanzar la finalidad del proceso, siendo que el
principio de legalidad, se ha consagrado en el ordenamiento jurídico Venezolano, como uno
de los pilares fundamentales, constituyendo uno de los límites a la potestad punitiva del
Estado, materializándose a través del derecho administrativo sancionador.
Ahora bien, en el caso en estudio, la infracción verificada, es subsumible en uno de los
supuestos establecidos en el artículo 175 del Código Orgánico Procesal Penal; al implicar
inobservancia de las formas y condiciones previstas en la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela y en el texto adjetivo penal; lo que hace que el procedimiento
realizado en el caso sub examine no cumpla con los requisitos de ley, por tanto no se ajusta
a Derecho, y tal aseveración se comprueba al realizar un análisis de las actas que
conforman la presente causa, razón por la cual se considera propicio realizar una breve
sinopsis del asunto sometido en cuestión.
En tal sentido, se evidencia del asunto principal 7C-S-2946-14, el cual fue solicitado add
effectum videndi, que en fecha 27 de mayo de 2014, fueron aprehendidos los ciudadanos
M.E.P.R. y M.T.G.Q., por el Cuerpo de Policía Bolivariana del estado Zulia, quienes una
vez aprehendidos fueron presentados por ante el órgano jurisdiccional correspondiente en
fecha 28 de mayo de 2014, difiriendo la audiencia para el día 30 de mayo de 2014,
situación esta la cual consta en los folios tres (03) al cuarenta y cuatro (44) de la primera
pieza del asunto principal.
Por su parte, en fecha 28 de mayo de 2014, fue aprehendido el ciudadano J.E.G.B., en
virtud de reposar en su contra orden de aprehensión emitida por el Juzgado Séptimo de
Primera Instancia en Funciones de Control del Circuito Judicial Penal del estado Zulia, de
fecha 21 de mayo de 2014, aprehensión practicada por el Cuerpo de Policía Bolivariana del
estado Zulia. F. cuarenta y ocho (48) pieza I.
Consecutivamente, en fecha 29 de mayo de 2014, fueron aprehendidos los ciudadanos
A.J.M. y V.J.P., quienes aprehendidos por reposar orden de aprehensión en su contra
emitida en fecha 21 de mayo de 2014, por el Tribunal Séptimo de Primera Instancia en
Funciones de Control del Circuito Judicial Penal del estado Zulia. Folios cincuenta y ocho
(58) pieza I.
Subsiguientemente, en fecha 29 de mayo de 2014, fue aprehendida la ciudadana M.G.V.N.,
en virtud de reposar en su contra orden de aprehensión emitida por el Juzgado Séptimo de
Primera Instancia en Funciones de Control del Circuito Judicial Penal del estado Zulia, de
fecha 21 de mayo de 2014, aprehensión practicada por el Cuerpo de Policía Bolivariana del
estado Zulia. F. sesenta y tres (63) y su vuelto pieza I.
También, en esa misma fecha 29 de mayo de 2014, fue aprehendido el ciudadano H.B.B.,
en virtud de reposar en su contra orden de aprehensión emitida por el Juzgado Séptimo de
Primera Instancia en Funciones de Control del Circuito Judicial Penal del estado Zulia, de
fecha 21 de mayo de 2014, aprehensión practicada por el Cuerpo de Policía Bolivariana del
estado Zulia. F. sesenta y siete (67) y sesenta y ocho (68) pieza I.
Sucesivamente, en fecha 30 de mayo de 2014, fue realizada audiencia de presentación de
imputados por ante el Tribunal Séptimo de Primera Instancia en Funciones de Control del
Circuito Judicial Penal del estado Zulia, mediante la cual el referido juzgado escucho a las
partes y en atención a lo indicado por las mismas consideró que lo procedente en este caso
era el decreto de la Medida Cautelar de Privación Judicial Preventiva de Libertad, en contra
de los imputados: 1.- P.R.M.E., de nacionalidad venezolana, titular de la cédula de
identidad No. V- 18.218.442, 2.- G.Q.M.T., de nacionalidad venezolana, titular de la cédula
de identidad No. V- 19.626.205, 3.- J.E.G.B., de nacionalidad venezolana, titular de la
cédula de identidad No. V- 7.730.832, 4.- VALDEMAR J.P.C., de nacionalidad
venezolana, titular de la cédula de identidad No. V- 17.819.126, 5.- A.J.M., de nacionalidad
venezolana, titular de la cédula de identidad No. V- 13.840.830, 6.- H.G.B.B., de
nacionalidad venezolana, titular de la cédula de identidad No. V- 18.216.865, 7.- MARÍA
G.S.D., de nacionalidad venezolana, titular de la cédula de identidad No. V- 15.442.445, de
conformidad con lo previsto en los artículos 236 y 237, numerales 2 y 3 del Código
Orgánico Procesal Penal, a quienes se le instaura asunto penal como presuntos coautores o
participes en la comisión de los delitos de ACCESO INDEBIDO, SABOTAJE O DAÑO A
SISTEMA, HURTO, FRAUDE, previstos y sancionados en los artículos 6, 7, 13, 14 de la
Ley Especial Contra los Delitos Informáticos, cometidos en perjuicio del Banco Occidental
de Descuento, y ASOCIACION PARA DELINQUIR, previsto y sancionado en el artículo
37 de la Ley Orgánica Contra la Delincuencia Organizada y Financiamiento al Terrorismo,
y, delitos cometidos en perjuicio del ciudadano H.A.C., BANCO OCCIDENTAL DE
DESCUENTO, y EL ESTADO VENEZOLANO, y OTROS.
Posteriormente, se evidencia que el Ministerio Público en fecha 15 de julio de 2014,
presentó el escrito acusatorio, tal como se observa del sello húmedo estampado por el
departamento de Alguacilazgo, acusación incoada en contra de los ciudadanos imputados
antes mencionados, a quienes se le instaura asunto penal por la presunta comisión de los
delitos de ACCESO INDEBIDO, SABOTAJE O DAÑO A SISTEMA, HURTO,
FRAUDE, previstos y sancionados en los artículos 6, 7, 13, 14 de la Ley Especial Contra
los Delitos Informáticos, cometidos en perjuicio del Banco Occidental de Descuento, y
ASOCIACION PARA DELINQUIR, previsto y sancionado en el artículo 37 de la Ley
Orgánica Contra la Delincuencia Organizada y Financiamiento al Terrorismo, en perjuicio
del ciudadano H.A.C., BANCO OCCIDENTAL DE DESCUENTO, y EL ESTADO
VENEZOLANO, y OTROS, según consta en los folios trescientos treinta y tres (333) al
quinientos diez (510) de la pieza I del asunto principal.
En fecha 15 de julio de 2014, el profesional del derecho E.B.F., en su condición de
defensores privados de los ciudadanos M.G.S. y VALDEMAS PASTRÁN, solicitó la
libertad o en su defecto una medida menos gravosa a la privación judicial preventiva de
libertad, por cuanto fue vencido el lapso para la presentación de la acusación y la misma no
consta en actas. F. quinientos treinta y cinco (535) de la pieza I.
Igualmente, en la misma fecha la profesional del derecho ANAMAR ALVAREZ
CUMARES, actuando con el carácter de defensora privada de los ciudadanos M.T.G.Q., y
M.E.P.R., solicitó se sustituya la medida de coerción personal por una medida cautelar
sustitutiva a la privación judicial preventiva de libertad, por ser lo procedente en derecho,
en virtud de no haber presentado acto conclusivo. Folios quinientos treinta y siete (537) al
quinientos cuarenta y dos (542) de la pieza I.
En fecha 23 de julio de 2014, el Juzgado Séptimo de Primera Instancia en Funciones de
Control del Circuito Judicial Penal del estado Zulia, mediante decisión No. 7C-1.056-14, se
pronunció con respecto a las solicitudes planteadas por los defensores privados,
fundamentando lo siguiente:
…DE LA MOTIVACIÓN DE ESTE TRIBUNAL PARA RESOLVER:

En relación a una solicitud previamente incoada por una de las defensas del resto de los
imputados inmersos dentro de la misma causa, este tribunal mediante decisión N° 1008-14,
de fecha 15-07-2014, resolvió (…)

Ahora bien, tratándose el presente caso, del mismo hecho sobre el cual la defensa del
imputado J.E.G.B., sobre quien pesa decreto de Medida Cautelar de Privación Judicial
Preventiva de Libertad, desde el pasado 30-05-2014, acto en el cual fueran
individualizados los imputados M.G.S. y VALDEMAR PASTRAN, M.T.G.Q., M.E.P.R. y
H.G.B., sobre los cuales los defensores EMIL BARROSO y ANAMAR ALVAREZ, han
solicitado la conversión de la Medida Cautelar de Privación Judicial Preventiva de
Libertad en una Medida Cautelar Sustitutiva a la Privación Judicial Preventiva de
Libertad, siendo todos acusados en el mismo escrito acusatorio en fecha 15-07-2014; a
saber, un día después del lapso de los 45 días fijados por el artículo 236 del Código
Orgánico Procesal Penal para la presentación del acto conclusivo, observándose que el
órgano subjetivo que regentó temporalmente este tribunal hasta el precitado día, en virtud
que el titular de este despacho se encontraba de reposo médico por estar sufriendo
quebrantos de salud, hiciera extensiva en su parte motiva dicha decisión al resto de los
imputados, entre los cuales se incluyen los representados de los solicitantes de esta
revisión, es por lo que al no haber cambiado las circunstancias que motivaron a dicha
juzgadora a mantener la Medida de Privación Judicial Preventiva de Libertad, decisión
que al estar sustentada en circunstancias diversas a aquellas que originaron el primer
decreto de privación judicial preventiva de libertad en contra de los imputados de actas,
era apelable de conformidad con lo previsto en el artículo 439, numeral 5 del Código
Orgánico Procesal Penal, este tribunal hace suya dicha motivación y en tal sentido
mantiene, la medida privativa de libertad que hasta los momentos, recae en contra de los
imputados de actas, ello de conformidad con lo previsto en los artículos 250, 236 y 237 del
Código Orgánico Procesal Penal, declarando sin lugar las solicitudes incoadas por la
defensa de autos. Y así se decide…

. (Destacado de la Alzada).
De la revisión de las actas procesales, las cuales se encuentran insertas en el asunto
principal sometido a estudio, evidencian estas jurisdicentes, que el procedimiento penal se
instauró en virtud de la presunta comisión de los delitos de ACCESO INDEBIDO,
SABOTAJE O DAÑO A SISTEMA, HURTO, FRAUDE, previstos y sancionados en los
artículos 6, 7, 13, 14 de la Ley Especial Contra los Delitos Informáticos, cometidos en
perjuicio del Banco Occidental de Descuento, y ASOCIACION PARA DELINQUIR,
previsto y sancionado en el artículo 37 de la Ley Orgánica Contra la Delincuencia
Organizada y Financiamiento al Terrorismo, en perjuicio del ciudadano H.A.C., BANCO
OCCIDENTAL DE DESCUENTO, y EL ESTADO VENEZOLANO, y OTROS, en contra
de los ciudadanos 1.- PIRONA R.M.E., 2.- G.Q.M.T., 3.- J.E.G.B., 4.- VALDEMAR
J.P.C., 5.- A.J.M., 6.- H.G.B.B. y 7.- MARÍA G.S.D., siendo que en fecha 30 de mayo de
2014, el juzgado de instancia les decreto la Medida Cautelar de Privación Judicial
Preventiva de Libertad, conforme a lo establecido en el artículo 236, 237 y 238 del Código
Orgánico Procesal Penal, y decretó el tramite del asunto conforme a las reglas del
procedimiento ordinario.
Es menester señalar, que dado el carácter del ut supra procedimiento, el legislador penal
estableció en el contenido normativo del artículo 236 del Código Adjetivo Penal, lo
siguientes:
Artículo 236. El Juez o Jueza de Control, a solicitud del Ministerio Público, podrá
decretar la privación preventiva de libertad del imputado o imputada siempre que se
acredite la existencia de:

1. Un hecho punible que merezca pena privativa de libertad y cuya acción penal no se
encuentre evidentemente prescrita.

2. Fundados elementos de convicción para estimar que el imputado o imputada ha sido


autor o autora, o partícipe en la comisión de un hecho punible.

3. Una presunción razonable, por la apreciación de las circunstancias del caso particular,
de peligro de fuga o de obstaculización en la búsqueda de la verdad respecto de un acto
concreto de investigación.

Dentro de las veinticuatro horas siguientes a la solicitud fiscal, el Juez o Jueza de Control
resolverá respecto al pedimento realizado. En caso de estimar que concurren los requisitos
previstos en este artículo para la procedencia de la privación judicial preventiva de
libertad, deberá expedir una orden de aprehensión del imputado o imputada contra quien
se solicitó la medida.

Dentro de las cuarenta y ocho horas siguientes a su aprehensión, el imputado o imputada


será conducido ante el Juez o Jueza, para la audiencia de presentación, con la presencia
de las partes, y de la víctima si estuviere presente y resolverá sobre mantener la medida
impuesta, o sustituirla por otra menos gravosa.

Si el J. o J. acuerda mantener la medida de privación judicial preventiva de libertad


durante la fase preparatoria, el o la Fiscal deberá presentar la acusación, solicitar el
sobreseimiento o, en su caso, archivar las actuaciones, dentro de los cuarenta y cinco días
siguientes a la decisión judicial.

Vencido este lapso sin que el o la Fiscal haya presentado la acusación, el detenido o
detenida quedará en libertad, mediante decisión del Juez o Jueza de Control, quien podrá
imponerle una medida cautelar sustitutiva.

En todo caso, el Juez o Jueza de Juicio a solicitud del Ministerio Público decretará la
privación judicial preventiva de la libertad del acusado o acusada cuando se presuma
fundadamente que éste o ésta no dará cumplimiento a los actos del proceso, conforme al
procedimiento establecido en este artículo.

En casos excepcionales de extrema necesidad y urgencia, y siempre que concurran los


supuestos previstos en este artículo, el Juez o Jueza de Control, a solicitud del Ministerio
Público, autorizará por cualquier medio idóneo, la aprehensión del investigado o
investigada. Tal autorización deberá ser ratificada por auto fundado dentro de las doce
horas siguientes a la aprehensión, y en los demás se seguirá el procedimiento previsto en
este artículo.

. (Resaltado del Tribunal).


De la transcripción parcial al artículo in comento, se observa que el legislador patrio
estipulo taxativamente con meridiana claridad que una vez dictada la Medida Cautelar de
Privación Judicial Preventiva de Libertad, en contra del algún procesado, el titular de la
acción penal dispone de un lapso de cuarenta y cinco (45) días continuos para la
presentación del acto conclusivo, lapso este que resulta ser de orden público,
improrrogable, no pudiendo ser relajado ni menoscabado por alguna de las partes inversas
en el proceso penal instaurado.
Siguiendo este mismo orden de ideas, el artículo 236 de la Norma Adjetiva Penal, es claro
cuando enuncian que en caso de que el Ministerio Público, no presente el acto conclusivo
en el lapso correspondiente, el o la jurisdicente de oficio o a solicitud realizada por el
defensor o la defensora, podrá decretar el decaimiento de la privación judicial, y en su
defecto decretará alguna medida de coerción personal menos gravosa al imputado o
imputada, siendo está la regla.
En cónsona armonía con lo precedente en el citado artículo, la Sala Constitucional del
Tribunal Supremo de Justicia, en fecha 29 de julio de 2005, Exp. 04-3045, en ponencia del
Magistrado P.R.R.H., se pronunció con respecto al contenido y alcance del artículo 250
derogado hoy artículo 236, dictaminando que:
…Los apartes tercero, cuarto y quinto del artículo 250 del Código Orgánico Procesal
Penal, disponen: … omissis…

La norma que antes fue transcrita es la aplicable cuando, en contra de un imputado, en la


audiencia de presentación, se dicta medida de privación judicial preventiva de libertad, y
genera, para el fiscal del Ministerio Público, la carga de la presentación de la acusación, de
la solicitud de sobreseimiento o, en su caso, del archivo de las actuaciones, a más tardar,
dentro de los treinta días siguientes a tal decisión judicial, al punto de que si vence este
lapso sin que el fiscal haya presentado la acusación, sólo podrá prorrogarse por un lapso
máximo de quince días adicionales, cuando el fiscal motive la solicitud y el imputado
hubiere sido oído al respecto – que no es el caso de autos-. En caso contrario, la falta de
presentación del acto conclusivo dentro del lapso que ordena la referida norma y el
vencimiento de la prórroga, si fuere el caso, derivaría indubitablemente en la libertad del
imputado o bien en la imposición de una medida cautelar sustitutiva de la privativa de
libertad mediante decisión motivada del Juez de control.
… omissis…
… transcurrió con creces el lapso que establece el artículo 250 del Código Orgánico
Procesal Penal sin que el Fiscal del Ministerio Público presentara el correspondiente acto
conclusivo, lo que generaba, a favor del imputado, el derecho a la libertad o, en su defecto,
al otorgamiento de una medida cautelar sustitutiva de la privativa de libertad….”.
(Resaltado de la Alzada).
Igualmente, la aludida Sala del Máximo Tribunal de la República, en sentencia publicada el
12 de agosto del año en curso, Exp. 04-1439, al referirse al lapso que tiene el Ministerio
Público para la interposición del escrito conclusivo en el procedimiento abreviado, precisó:
“…Ahora bien, una vez asumido que el artículo 250 del Código Orgánico Procesal Penal es
igualmente aplicable al procedimiento abreviado, es menester señalar la decisión dictada
por esta Sala el 4 de octubre de 2004, recaída en el caso: A.A.G.G., en la cual se estableció:
En efecto, el Ministerio Público disponía de un lapso improrrogable de veinte días para
acusar al imputado, a partir del decreto de la medida judicial privativa de libertad (...)
Una vez vencido tal lapso, el juez estaba obligado a ordenar la libertad del imputado,
aunque podía decretar una medida cautelar sustitutiva, tal y como lo admite el artículo
250 del Código Orgánico Procesal Penal actualmente vigente.

No obstante lo anterior, si bien era una obligación del juez de la causa hacer cesar la
privación judicial preventiva de libertad por haber transcurrido el lapso para presentar la
acusación, el amparo constitucional interpuesto con tal finalidad es inadmisible. Al
respecto, esta S. debe reiterar que, cuando el juzgador no otorgue la libertad plena o una
medida cautelar sustitutiva, de oficio, la vía procesal idónea para lograr que se pronuncie
al respecto es la solicitud que realice el imputado, personalmente o a través de su defensa,
en el mismo proceso penal; y la decisión que dicte el juez, en caso de causar un gravamen,
es susceptible de impugnación mediante el recurso de apelación, para que el tribunal
superior decida ex novo acerca del pedimento formulado…

. (Negrillas y Subrayado de la Alzada).


De la transcripción parcial de los criterios jurisprudenciales, se evidencia efectivamente que
el legislador dispuso taxativamente, que el lapso para la presentación del acto conclusivo
será cuarenta y cinco (45) días contados a partir del día siguiente a la decisión que decretó
la medida cautelar de privación judicial preventiva de libertad, y una vez vencido dicho
lapso el órgano jurisdiccional de oficio o a solicitud de parte, se encuentra obligado a
ordenar la libertad del indiciado o indiciada, aunque se podrá decretar una medida cautelar
sustitutiva de las contenidas en el artículo 242 del Código Orgánico Procesal Penal.
Observando las integrantes de este Órgano Colegiado, que en el caso sub examine, la jueza
de instancia celebró en fecha 30 de mayo de 2014, le fue decretada la Medida Cautelar de
Privación Judicial Preventiva de Libertad a los imputados 1.- P.R.M.E., de nacionalidad
venezolana, titular de la cédula de identidad No. V- 18.218.442, 2.- G.Q.M.T., de
nacionalidad venezolana, titular de la cédula de identidad No. V- 19.626.205, 3.- J.E.G.B.,
de nacionalidad venezolana, titular de la cédula de identidad No. V- 7.730.832, 4.-
VALDEMAR J.P.C., de nacionalidad venezolana, titular de la cédula de identidad No. V-
17.819.126, 5.- A.J.M., de nacionalidad venezolana, titular de la cédula de identidad No. V-
13.840.830, 6.- H.G.B.B., de nacionalidad venezolana, titular de la cédula de identidad No.
V- 18.216.865, 7.- MARÍA G.S.D., comenzando del día siguiente a transcurrir el lapso de
los cuarenta y cinco días para que el Ministerio Público emitiera el acto conclusivo que
hubiere a lugar, feneciendo dicho lapso el día 14 de julio de 2014.
Por ello, una vez fenecido el lapso para la presentación del acto conclusivo sin que el
representante del Estado, haya presentado –acusación, sobreseimiento o archivo- el órgano
jurisdiccional de oficio o a solicitud de partes decretará la libertad o en su defecto una
medida cautelar sustitutiva de libertad, pues lo contrario implicaría una franca transgresión
al artículo 236 del Código Orgánico Procesal Penal, así como al artículo 44 de la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, toda vez que los lapsos procesales
son de orden publico y los mismos no pueden ser relajados ni menoscabados por ninguna
de las partes.
Observando que en el caso de marras, el titular de la acción penal presentó el escrito
acusatorio en fecha 15 de julio de 2014, por ante el departamento de alguacilazgo del
Circuito Judicial Penal del estado Zulia, de forma extemporánea, siendo este el día
cuadragésimo sexto (46°), contados a partir del decretó de la medida de privación judicial
(30-05-2014), por lo que, el juez de control, debió dar cabal cumplimiento a lo dispuesto en
el cuarto aparte contenido en el artículo 236 del Código Orgánico Procesal Penal, valga
decir, ante la situación vulneradora de los derechos y garantías de los imputados, debió
haber modificado la medida de coerción personal.
Siguiendo en el mismo orden de ideas, se desprende del análisis de las actas que, el juez de
instancia erró en esgrimir su fundamentación, puesto en el presente caso en virtud de la
vulneración y el quebrantamiento de las normas de orden público por parte el Ministerio
Público; lo que procedía en derecho era la imposición de una medida cautelar sustitutiva de
libertad, establecidas en el artículo 242 del Código Orgánico Procesal Penal, ello a los fines
de restituir el derecho a la libertad de los imputados de marras, puesto que la sustitución de
la medida de privación judicial opera de pleno derecho, es menester precisar para este
Tribunal ad quem, que mal puede haberse declarado sin lugar las solicitudes interpuesta por
los defensores privados, bajo un argumento falaz y superfluo, tan sólo citando otra decisión.
Precisan las integrantes de este Cuerpo Colegiado, que los fallos proferidos por los Órgano
Jurisdiccionales, deben encontrarse conforme al conjunto de reglas y normas dispuestas por
el legislador patrio, con el objeto de garantizar que los actos judiciales, sean cónsonos con
el procedimiento establecido en el derecho positivo, en resguardo al principio de legalidad
procesal que rige en ordenamientos jurídicos.
En el marco de las anteriores consideraciones, observando esta Sala de Alzada, que el juez
de control relajó normas procesales de orden público, contraviniendo el principio de
legalidad y quebrantamiento del debido proceso, puesto que inobservó el contenido
normativo del tercer y cuarto aparte del artículo 236 del Código Orgánico Procesal Penal,
vulnerando con ello la garantía constitucional relativa a la tutela judicial efectiva, prevista
en el artículo 26 Constitucional, lo que obliga forzosamente a esta S., a declarar la nulidad
de oficio de la decisión apelada, puesto que al no haber presentado el titular de la acción
penal el escrito acusatorio el día cuarenta y cinco (45), se debió haber decretado la libertad
inmediata o en su defecto una medida de coerción personal menos gravosa, aun cuando en
actas se encuentren llenos los extremos del artículo 236 del Código Adjetivo Penal, que es
la regla para el decreto de cualquiera de las medidas de coerción personal, obedeciendo
evidentemente a criterios orientados a conseguir el debido equilibrio entre el respeto al
derecho de los procesados o procesadas penalmente a ser juzgados en libertad, como el
derecho de garantizar las futuras y eventuales resultas de los juicios.
Debe igualmente precisarse que así como la presunción de inocencia y la afirmación de
libertad, constituyen principios rectores del actual sistema de juzgamiento penal; el juicio
de ponderación que debe tomar en consideración el o la jurisdicente al momento de decretar
o revisar una medida de coerción personal, no se autosatisface simplemente invocando una
serie de normas y principios de orden legal y constitucional en los cuales se encuentra el
fundamento del juicio en libertad; sino que además, es necesario que el respectivo juzgador
o juzgadora, en cada caso analice todas y cada una de las circunstancias fácticas que
reposan en las actuaciones y acompañan a las respectivas solicitudes de revisión, a los
efectos de determinar si han variado las condiciones existentes para el momento de decretar
la medida de privación judicial preventiva de libertad inicialmente impuesta, y si es
procedente la sustitución de la medida extrema por otra menos gravosa.
Bajo esta óptica, la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, en decisión No.
727, de fecha 5 de junio de 2012, con ponencia de la Magistrada L.E.M.L., señaló:
…el derecho a la libertad personal surge como una obligación del Estado de garantizar el
pleno desenvolvimiento del mismo, limitando su actuación a la restricción de tal derecho
sólo cuando el ciudadano haya excedido los límites para su ejercicio mediante la comisión
de una de las conductas prohibidas en los textos normativos de carácter legal…

.
Prosiguiendo con lo anterior, en el sistema penal acusatorio imperante en la República
Bolivariana de Venezuela, la premisa fundamental radica en el estado de libertad resultando
este inviolable, siendo la regla por excelencia, y excepcionalmente cuando las
circunstancias lo ameriten, se podrá decretar alguna medida de coerción personal. en tal
sentido, en el presente caso opera la Medidas Cautelares Sustitutivas a la Privación Judicial
Preventiva de Libertad, en atención a la falta oportuna de presentación del acto conclusivo
por parte del Ministerio Público.
Para reforzar lo anterior, la Sala de Casación Penal del Tribunal Supremo de Justicia, en la
sentencia No. 1 de fecha 24 de enero de 2014, con ponencia de la Magistrada Y.B.K. de D.,
se pronunció con respecto al carácter de los lapsos procesales, estipulando que:
…Ello se estima así, debido a que el proceso penal es de carácter y orden público, por
tanto los actos y lapsos procesales previstos en él, se encuentran predeterminados en su
cuerpo normativo como fórmula adecuada para la tramitación y solución de los conflictos
penales. En razón de ello, el establecimiento de estas formas y requisitos, que afectan el
orden público, son de obligatoria observancia, pues sirven de garantía a los derechos que
el orden jurídico venezolano otorga a los justiciables.

De ahí, la existencia de lapsos procesales que crean certeza y seguridad jurídica para
todos los que acudan a los órganos de administración de justicia, haciendo posible
conocer con exactitud los actos que éstos deben realizar, pues tanto el proceso como el
procedimiento no pueden ser anárquicos, sin reglas, garantías, ni seguridad …

.
Resultando, ante tales circunstancias, que esta Alzada en aras de salvaguardar el debido
proceso y el principio de celeridad procesal, así como en uso de las atribuciones que tiene
como órgano revisor, luego de analizar las circunstancias de este caso en particular,
considera que la medida cautelar de privación judicial preventiva de libertad, de
conformidad con lo establecido en el artículo 236 del Código Orgánico Procesal Penal,
debió haber cesado y en consecuencia el órgano jurisdiccional en fecha 15 de julio de 2014,
debió haber impuesto alguna de las medidas de coerción personal, conforme el artículo 242
del Código Orgánico Procesal Penal; por lo que procede al dictado de las MEDIDAS
CAUTELARES SUSTITUTIVAS A LA PRIVACIÓN JUDICIAL PREVENTIVA DE
LIBERTAD a favor de los ciudadanos, hoy imputados P.R.M.E., de nacionalidad
venezolana, titular de la cédula de identidad No. V- 18.218.442, G.Q.M.T., de nacionalidad
venezolana, titular de la cédula de identidad No. V- 19.626.205, V.J.P.C., de nacionalidad
venezolana, titular de la cédula de identidad No. V- 17.819.126, M.G.S.D., de nacionalidad
venezolana, titular de la cédula de identidad No. V- 15.442.445, por la presunta comisión
de los delitos de ACCESO INDEBIDO, SABOTAJE O DAÑO A SISTEMA, HURTO,
FRAUDE, previstos y sancionados en los artículos 6, 7, 13, 14 de la Ley Especial Contra
los Delitos Informáticos, cometidos en perjuicio del Banco Occidental de Descuento, y
ASOCIACION PARA DELINQUIR, previsto y sancionado en el artículo 37 de la Ley
Orgánica Contra la Delincuencia Organizada y Financiamiento al Terrorismo, y, delitos
cometidos en perjuicio del ciudadano H.A.C., BANCO OCCIDENTAL DE DESCUENTO,
y EL ESTADO VENEZOLANO, y OTROS, estimando como pertinentes para asegurar las
resultas del proceso las siguientes: 1.- Presentaciones una vez cada ocho (8) días por ante el
Sistema Automatizado de Presentaciones llevados por el Departamento de Alguacilazgo del
Circuito Judicial Penal del Estado Zulia, incluyendo las veces que sea requerida por el
Tribunal y/o Ministerio Público, y 2.- Prohibición de salida del país, sin previa autorización
del Tribunal, de conformidad con lo establecido en los numerales 3 y 4 del artículo 242 del
Código Orgánico Procesal Penal, so pena de serles revocadas, conforme lo establece el
artículo 248, en armonía con el artículo 237, Parágrafo segundo, todos del Código Orgánico
Procesal Penal; todo ello en atención a los principios de proporcionalidad; por tanto, con las
medidas decretadas lo que se busca es garantizar las resultas del proceso, así como también
salvaguardar los derechos que le asisten a los imputados de marras.
En consecuencia, en observancia del artículo 429 del Código Orgánico Procesal Penal, se
aplicará el fallo aquí decidido por efecto extensivo a los ciudadanos J.E.G.B., de
nacionalidad venezolana, titular de la cédula de identidad No. V- 7.730.832, A.J.M., de
nacionalidad venezolana, titular de la cédula de identidad No. V- 13.840.830, H.G.B.B., de
nacionalidad venezolana, titular de la cédula de identidad No. V- 18.216.865, dado que
dichos ciudadanos se encuentran en igualdad de condiciones procesales.
Al respecto, debe precisar este Órgano Colegiado, que efectivamente dentro de las normas
previstas en las disposiciones generales del Título I del Libro IV del Código Orgánico
Procesal Penal, referido a los recursos; nuestro legislador ha establecido una serie de
principios rectores para regular la actividad recursiva dentro del proceso penal venezolano;
y uno de ellos indudablemente lo constituye el Efecto Extensivo que se encuentra sujeto el
efecto del fallo recurrido, ya que conforme a éste, al Tribunal de Alzada en principio, le
corresponde aplicar los efectos de una decisión a todos aquellos coimputados o coacusados,
que se encuentren en igualdad de circunstancias y a quienes le sea aplicable idénticos
supuestos, aún cuando uno o alguno de ellos, no haya formado parte en la incidencia
contentiva del recurso de apelación que origina la decisión cuyo efecto le es extendido.
En este sentido, el artículo 429 del Código Orgánico Procesal Penal, en relación al Efecto
Extensivo, dispone como principio general lo siguiente:
Artículo 429. Efecto Extensivo. Cuando en un proceso haya varios imputados o se trate de
delitos conexos, el recurso interpuesto en interés de uno de ellos se extenderá a los demás
en lo que les sea favorable, siempre que se encuentren en la misma situación y les sean
aplicables idénticos motivos, sin que en ningún caso los perjudique.
Ello es así, por cuanto una vez interpuesto el respetivo recurso de apelación -como lo fue en
este caso el de apelación de auto-, por elementales razones de seguridad jurídica, la
decisión que se dicte necesariamente debe cobijar en todo cuanto le sea favorable a
coimputados o coacusados que se encuentren en la misma situación y les sean aplicables
idénticos motivos, pues lo contrario arrastraría una indeseada violación al derecho a la
defensa e igualdad que en relación a los procesados que se hallen en los mismos supuestos,
deben otorgarse.
Sobre el particular la Dra. M.V., ha sostenido en su obra Derecho Procesal Penal
Venezolano, lo siguiente:
…Por regla general el recurso conlleva a la revisión por parte del tribunal ad quem
(efecto devolutivo), sin embargo, en ocasiones, a fin de evitar que la decisión impugnada
genere mayores daños al agraviado y pueda consolidarse durante el trámite, se suspende
la ejecución de lo resuelto durante el plazo para impugnar o para sustanciar el recurso
(efecto suspensivo). Adicionalmente a los efectos devolutivo y suspensivo, suele
establecerse el efecto extensivo, toda vez que cuando el recurso se establece en favor del
imputado, si la decisión del tribunal ad quem le es favorable, el efecto benéfico debe
extenderse al coimputado que no recurrió, salvo que la impugnación se base en motivos
exclusivamente personales del recurrente (vgr. Inimputabilidad). Así se establece por
razones de seguridad y coherencia jurídica que se verían comprometidas si, por la mera
omisión de recurrir, se consolidase para el no recurrente la situación de injusticia que el
recurrente logró corregir mediante su impugnación…

.
De igual forma, el Dr. E.L.P.S. en su Libro los Recursos en el Proceso Penal, en relación a
los efectos que acompañan la actividad de los recursos enseña:
… Los efectos de los recursos son aquellos que se producen por su mera interposición, los
cuales son: Efecto devolutivo, que consiste en (…) Efecto suspensivo, (…) Efecto extensivo,
que consiste en la posibilidad de que los no recurrentes se hagan parte del recurso para
aprovecharse de cualquier pronunciamiento favorable que resulte del mismo y que les sea
aplicable por razones de conexidad, identidad, exclusión o inclusión respecto al objeto del
proceso…

.
Asimismo el citado autor, respecto del efecto extensivo en su Libro Comentarios al Código
Orgánico Procesal Penal señala:
… El efecto extensivo de los recursos es una norma de orden público y por tanto de
carácter imperativo y apreciable de oficio, según la cual, los pronunciamientos
beneficiosos que se hayan hecho a favor del recurrente en la sentencia o auto que resuelve
el recurso, deben ser aplicados a todos sus coimputados que no hayan recurrido y se
hayan conformado con la decisión del a quo, siempre y cuando los hechos en que hayan
intervenido hayan sido los mismos, o guarden entre sí una relación de tipicidad
correspectiva, es decir, que la calificación de uno dependa de las del otro, o cuando todos
los imputados se hallaren cobijados por idénticas circunstancias modificativas de la
responsabilidad penal. Los casos más comunes son aquellos en los cuales la sentencia de
alzada declara el carácter no penal de un hecho, o su inexistencia o falta de prueba, que el
delito principal no es de la gravedad que estimó el a quo. En todos estos casos, los efectos
de estos pronunciamientos deben hacerse extensivos a los imputados que no hayan
recurrido.

Así, por ejemplo, si dos sujetos han sido condenados como coautores de un delito, y uno de
ellos recurre y el otro no, pero el tribunal de declara inexistente el delito, entonces el que
no recurrió debe ser absuelto también. Pero si el absuelto lo es por causas sólo a él
atinentes como, por ejemplo, que él no estuvo en el lugar del hecho, entonces el no
recurrente no se puede beneficiar del resultado del recurso. Por tanto, el efecto extensivo
de los recursos sólo es aplicable a los coimputados que se encuentren en las mismas
circunstancias respecto a los hechos imputados y siempre que tales circunstancias sean
comunicables entre ellos (circunstancias objetivas comunicables). Las circunstancias
personalísimas no comunicables, de ser la causa de la prosperidad de un recurso, jamás
podrán dar lugar al efecto extensivo, a menos que estuvieren probadas de autos a favor del
no recurrente. El efecto extensivo no puede ser aplicado jamás en perjuicio del no
recurrente…El que no haya recurrido puede solicitar la aplicación del efecto extensivo al
tribunal ad quem en cualquier momento antes de que sean devueltas las actuaciones al
tribunal de origen, y en cualquier momento al tribunal a quo desde que reciba las
actuaciones del ad quem y antes de que las envíe al tribunal ejecutor, y a éste en cualquier
tiempo antes de que se extinga la pena. La solicitud de aplicación del efecto extensivo ante
un tribunal de primera instancia deberá ser resuelta por auto. (COPP art. 173 último
aparte), el que será apelable (COPP art. 447, num. 5)…

. (E.H.V.. Año 2007).


Por su parte la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, en sentencia No. 025
de fecha 15 de febrero de 2005, en relación al efecto extensivo precisó:
… Conforme al citado artículo 438 del Código Orgánico Procesal Penal, el efecto
extensivo de los recursos sólo es aplicable a los coimputados que se encuentren en iguales
circunstancias respecto a los hechos imputados. En este sentido, esta S., mediante decisión
del 3 de diciembre de 2003 (Caso: O.E.C.G., confirmó una decisión dictada por una Corte
de Apelaciones que había declarado sin lugar una acción de amparo constitucional, por
cuanto no había existido la violación de los derechos fundamentales alegados por el
accionante, al no habérsele aplicado los efectos extensivos de la apelación, previstos en el
artículo 438 del Código Orgánico Procesal Penal. Al respecto, dicha decisión, estableció
lo siguiente: “La Sala No. 8 de la Corte de Apelaciones del Circuito Judicial Penal del
Área Metropolitana de Caracas declaró sin lugar la pretensión de amparo pues, a su
juicio, la juez de la causa... no conculcó derecho constitucional alguno, ya que el decreto
de las medidas sustitutivas de la privativa de libertad, que le fueron otorgadas al co-
imputado M.H.P., fue sustentado en la verificación de una serie de circunstancias
subjetivas que no pueden extenderse al quejoso u otros co-imputados...” (omissis).

De lo que antes fue expresado se deriva que no asiste la razón a la defensa del quejoso...
por cuanto las medidas cautelares sustitutivas de la privativa de libertad que le fueron
otorgadas al co-imputado M.H.P., lo fueron sobre la base de una serie de circunstancias
personales del procesado -como el hecho de que es estudiante regular de bachillerato- que
fueron suficientemente sustanciadas ante la juez de la causa. De modo que, aún en el
supuesto negado de que fuera posible aplicar el efecto extensivo que reclama la defensa,
no hubieran podido serle otorgadas a menos que el quejoso hubiera probado
suficientemente que también es estudiante regular y que existían suficientes elementos para
presumir que, respecto de él, era posible continuar con el juicio en libertad

.
De tal modo, que si el recurso interpuesto -vrg. apelación, casación o revisión- es resuelto a
favor del recurrente, por causas sólo atinentes a él, en dicho caso no resulta procedente el
efecto extensivo del recurso, previsto en el artículo 429 del Código Orgánico Procesal
Penal, por cuanto si el recurso ejercido por uno de los imputados fue declarado a favor de
éste por razones personalísimas, no se pueden aplicar los efectos extensivos de dicha
declaratoria a favor de los demás imputados que no hayan recurrido, habida cuenta que, no
obstante que todos se encuentren ante los mismos hechos o ante un delito común, no se
encuentran en la misma situación ni circunstancias, respecto a los hechos que originaron la
comisión del delito, en virtud de la verificación en autos, de una serie de circunstancias
subjetivas comprobadas únicamente a favor del imputado que ha recurrido…”. Y ASI SE
DECIDE…”.
En tal sentido, esta Alzada en aras de mantener incólume la aplicación de la justicia y en
observancia del artículo 429 del Código Orgánico Procesal Penal, se aplicará el fallo aquí
decidido por efecto extensivo a los ciudadanos J.E.G.B., de nacionalidad venezolana, titular
de la cédula de identidad No. V- 7.730.832, A.J.M., de nacionalidad venezolana, titular de
la cédula de identidad No. V- 13.840.830, H.G.B.B., de nacionalidad venezolana, titular de
la cédula de identidad No. V- 18.216.865, en virtud de encontrarse en las mismas situación
y circunstancia, puesto que el escrito acusatorio fue presentado de forma extemporánea
debiendo haber decaído la medida de privación judicial preventiva de libertad e impuesta
una medida de coerción personal menos gravosa de las establecidas en el artículo 242 del
Código Orgánico Procesal Penal, por lo tanto se decreta las MEDIDAS CAUTELARES
SUSTITUTIVAS A LA PRIVACIÓN JUDICIAL PREVENTIVA DE LIBERTAD a favor
de los ciudadanos antes mencionados, por la presunta comisión de los delitos de ACCESO
INDEBIDO, SABOTAJE O DAÑO A SISTEMA, HURTO, FRAUDE, previstos y
sancionados en los artículos 6, 7, 13, 14 de la Ley Especial Contra los Delitos Informáticos,
cometidos en perjuicio del Banco Occidental de Descuento, y ASOCIACION PARA
DELINQUIR, previsto y sancionado en el artículo 37 de la Ley Orgánica Contra la
Delincuencia Organizada y Financiamiento al Terrorismo, y, delitos cometidos en perjuicio
del ciudadano H.A.C., BANCO OCCIDENTAL DE DESCUENTO, y EL ESTADO
VENEZOLANO, y OTROS, referidas a: 1.- Presentaciones una vez cada ocho (8) días por
ante el Sistema Automatizado de Presentaciones llevados por el Departamento de
Alguacilazgo del Circuito Judicial Penal del Estado Zulia, incluyendo las veces que sea
requerida por el Tribunal y/o Ministerio Público, y 2.- Prohibición de salida del país, sin
previa autorización del Tribunal, de conformidad con lo establecido en los numerales 3 y 4
del artículo 242 del Código Orgánico Procesal Penal, so pena de serles revocadas,
conforme lo establece el artículo 248, en armonía con el artículo 237, Parágrafo segundo,
todos del Código Orgánico Procesal Penal; todo ello en atención a los principios de
proporcionalidad; por tanto, con las medidas decretadas lo que se busca es garantizar las
resultas del proceso, así como también salvaguardar los derechos que le asisten a los
imputados de marras; por lo que, se acuerda oficiar al Centro de Arrestos y Detenciones
Preventivas "El M.", a los fines de informar lo aquí decidido. Así se decide.
En mérito de las anteriores consideraciones, estas jurisdicentes declaran la nulidad de oficio
en interés de la ley, de conformidad con lo establecido con los artículos 13, 174, 175, 179 y
180 del Código Orgánico Procesal Penal, del fallo No. 7C-1056-14, de fecha 23 de julio de
2014, dictada por el Juzgado Séptimo de Primera Instancia Estadal en Funciones de Control
del Circuito Judicial Penal del estado Zulia, se procede al dictado de las MEDIDAS
CAUTELARES SUSTITUTIVAS A LA PRIVACIÓN JUDICIAL PREVENTIVA DE
LIBERTAD a favor de los ciudadanos, hoy imputados P.R.M.E., de nacionalidad
venezolana, titular de la cédula de identidad No. V- 18.218.442, G.Q.M.T., de nacionalidad
venezolana, titular de la cédula de identidad No. V- 19.626.205, V.J.P.C., de nacionalidad
venezolana, titular de la cédula de identidad No. V- 17.819.126, M.G.S.D., de nacionalidad
venezolana, titular de la cédula de identidad No. V- 15.442.445, por la presunta comisión
de los delitos de ACCESO INDEBIDO, SABOTAJE O DAÑO A SISTEMA, HURTO,
FRAUDE, previstos y sancionados en los artículos 6, 7, 13, 14 de la Ley Especial Contra
los Delitos Informáticos, cometidos en perjuicio del Banco Occidental de Descuento, y
ASOCIACION PARA DELINQUIR, previsto y sancionado en el artículo 37 de la Ley
Orgánica Contra la Delincuencia Organizada y Financiamiento al Terrorismo, y, delitos
cometidos en perjuicio del ciudadano H.A.C., BANCO OCCIDENTAL DE DESCUENTO,
y EL ESTADO VENEZOLANO, y OTROS, referidas a: 1.- Presentaciones una vez cada
ocho (8) días por ante el Sistema Automatizado de Presentaciones llevados por el
Departamento de Alguacilazgo del Circuito Judicial Penal del Estado Zulia, incluyendo las
veces que sea requerida por el Tribunal y/o Ministerio Público, y 2.- Prohibición de salida
del país, sin previa autorización del Tribunal, de conformidad con lo establecido en los
numerales 3 y 4 del artículo 242 del Código Orgánico Procesal Penal, so pena de serles
revocadas, conforme lo establece el artículo 248, en armonía con el artículo 237, Parágrafo
segundo, todos del Código Orgánico Procesal Penal; todo ello en atención a los principios
de proporcionalidad; por tanto, con las medidas decretadas lo que se busca es garantizar las
resultas del proceso, así como también salvaguardar los derechos que le asisten a los
imputados de marras. Se decretan el efecto extensivo los ciudadanos J.E.G.B., de
nacionalidad venezolana, titular de la cédula de identidad No. V- 7.730.832, A.J.M., de
nacionalidad venezolana, titular de la cédula de identidad No. V- 13.840.830, H.G.B.B., de
nacionalidad venezolana, titular de la cédula de identidad No. V- 18.216.865, en virtud de
encontrarse en las mismas situación y circunstancia, puesto que el escrito acusatorio fue
presentado de forma extemporánea debiendo haber decaído la medida de privación judicial
preventiva de libertad e impuesta una medida de coerción personal menos gravosa de las
establecidas en el artículo 242 del Código Orgánico Procesal Penal, por lo tanto se decreta
las MEDIDAS CAUTELARES SUSTITUTIVAS A LA PRIVACIÓN JUDICIAL
PREVENTIVA DE LIBERTAD, contra los antes ciudadanos, referidas a: 1.-
Presentaciones una vez cada ocho (8) días por ante el Sistema Automatizado de
Presentaciones llevados por el Departamento de Alguacilazgo del Circuito Judicial Penal
del Estado Zulia, incluyendo las veces que sea requerida por el Tribunal y/o Ministerio
Público, y 2.- Prohibición de salida del país, sin previa autorización del Tribunal, de
conformidad con lo establecido en los numerales 3 y 4 del artículo 242 del Código
Orgánico Procesal Penal, so pena de serles revocadas, conforme lo establece el artículo
248, en armonía con el artículo 237, Parágrafo segundo, todos del Código Orgánico
Procesal Penal.- Así se decide.-
Como corolario de lo antes expuesto, es pertinente señalar que la presente declaratoria de
nulidad de oficio en interés de la ley, se decreta sobre la base de lo establecido como se dijo
supra, en los artículos 26 y 257 de la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela, en concordancia con los artículos 13, 174, 175, 179 y 180 del Código Orgánico
Procesal Penal, así como al criterio jurisprudencial establecido por nuestro Máximo
Tribunal de la República -fuente de nuestro derecho positivo-, el cual esta Sala comparte.
ASÍ SE DECIDE.
Asimismo, resulta para esta Alzada innecesario pronunciarse respecto a los pedimentos de
los recurrentes luego de la nulidad de oficio aquí decretada, por cuanto todos los actos que
se realizaron inobservando las normas y los procedimientos antes citados se declaran
inexistentes procesalmente, ya que la nulidades aquí decretadas son a favor de los derechos
y garantías que le asisten a los imputado de actas, a tenor de lo establecido en el artículo
179 del Código Orgánico Procesal Penal.
ADVERTENCIA A LA INSTANCIA.-
Hechas las consideraciones anteriormente explanadas en esta decisión por las juezas
integrantes de este Tribunal Colegiado, las mismas consideran que no deben dejar pasar la
oportunidad de hacer un llamado de atención a la instancia, para que en futuras decisiones
jurisdiccionales, verifique detenidamente que se cumplan con los lapsos procesales para el
trámite correspondiente de los recursos de apelación, tal como lo dispone el artículo 440 y
siguientes del Código Orgánico Procesal Penal, puesto que los mismos son de eminente de
orden público y no pueden ser relajados por las partes, por lo que se le insta a garantizar el
debido proceso y la tutela judicial efectiva, ya que lo contrario, podría afectar la imagen del
Poder Judicial, cuyo norte es aplicar el derecho, pero con justicia, garantizando los
derechos y garantías correspondientes.
LLAMADO DE ATENCIÓN AL MINISTERIO PÚBLICO.
En este mismo sentido, se insta a los profesionales del derecho C.A.R.T. y EDICT
CÓRDOVA NAVARRO, actuando con el carácter de Fiscal Principal y Fiscal Auxiliar
Décimos Cuartos del Ministerio Público, con competencia en materia contra la corrupción
de la Circunscripción del estado Zulia, que los mismos como representantes del Estado,
deben ser garantes y respetuosos de los lapsos procesales, debiendo tener en cuenta que el
artículo 236 tercer aparte del Código Orgánico Procesal Penal, es sumamente claro cuando
establece que el Ministerio Público podrá interponer el escrito acusatorio dentro de los
cuarenta y cinco días siguientes al decreto de la Medida Cautelar de Privación Judicial
Preventiva de Libertad, ya que lo contrario contraviene garantías de rango constitucional,
de las ya citadas y afecta la imagen del Ministerio Público y desdice de la actuación
desplegada por el mismo titular de la acción penal, como garante del derecho y la justicia.
Se ordena remitir copia certificada de esta decisión a la Fiscalía Superior del Ministerio
Público de la Circunscripción Judicial del estado Zulia, a los fines consiguientes y se
ordena remitir, vencido el lapso legal, la presente apelación con la decisión de actas al
Tribunal de instancia.
VI
DISPOSITIVA
Por las consideraciones que anteceden, esta Sala Tercera de la Corte de Apelaciones del
Circuito Judicial Penal del estado Zulia, Administrando Justicia en nombre de la República
Bolivariana de Venezuela y por Autoridad de la Ley: DECIDE:

PRIMERO
NULIDAD DE OFICIO EN INTERÉS DE LA LEY de la decisión No. 7C-1056-14, de
fecha 23 de julio de 2014, dictada por el Juzgado Séptimo de Primera Instancia Estadal en
Funciones de Control del Circuito Judicial Penal del estado Zulia; por existir
quebrantamiento a los postulados contenidos en el tercer aparte del artículo 236 del Código
Orgánico Procesal Penal, en franca violación de la garantía relativa a la Tutela Judicial
Efectiva y el principio de legalidad y del debido proceso, previstos en los artículos 26 y 49
de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela y artículo 1 del Código
Orgánico Procesal Penal, todo ello, en atención a lo establecido en el artículo 257 de la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, en concordancia con los artículos
con los artículos 13, 174, 175, 179 y 180 del Código Orgánico Procesal Penal, así como al
criterio jurisprudencial establecido por nuestro Máximo Tribunal de la República, en sus
Sentencias dictadas por la Sala Constitucional Nros. 2541/02, 3242/02, 1737/03 y 1814/04.

SEGUNDO
DECRETA MEDIDAS CAUTELARES SUSTITUTIVAS A LA PRIVACIÓN JUDICIAL
PREVENTIVA DE LIBERTAD a favor de los ciudadanos, hoy imputados P.R.M.E., de
nacionalidad venezolana, titular de la cédula de identidad No. V- 18.218.442, G.Q.M.T., de
nacionalidad venezolana, titular de la cédula de identidad No. V- 19.626.205, V.J.P.C., de
nacionalidad venezolana, titular de la cédula de identidad No. V- 17.819.126, M.G.S.D., de
nacionalidad venezolana, titular de la cédula de identidad No. V- 15.442.445, por la
presunta comisión de los delitos de ACCESO INDEBIDO, SABOTAJE O DAÑO A
SISTEMA, HURTO, FRAUDE, previstos y sancionados en los artículos 6, 7, 13, 14 de la
Ley Especial Contra los Delitos Informáticos, cometidos en perjuicio del Banco Occidental
de Descuento, y ASOCIACION PARA DELINQUIR, previsto y sancionado en el artículo
37 de la Ley Orgánica Contra la Delincuencia Organizada y Financiamiento al Terrorismo,
y, delitos cometidos en perjuicio del ciudadano H.A.C., BANCO OCCIDENTAL DE
DESCUENTO, y EL ESTADO VENEZOLANO, y OTROS, referidas a: 1.- Presentaciones
una vez cada ocho (8) días por ante el Sistema Automatizado de Presentaciones llevados
por el Departamento de Alguacilazgo del Circuito Judicial Penal del Estado Zulia,
incluyendo las veces que sea requerida por el Tribunal y/o Ministerio Público, y 2.-
Prohibición de salida del país, sin previa autorización del Tribunal, de conformidad con lo
establecido en los numerales 3 y 4 del artículo 242 del Código Orgánico Procesal Penal, so
pena de serles revocadas, conforme lo establece el artículo 248, en armonía con el artículo
237, Parágrafo segundo, todos del Código Orgánico Procesal Penal; todo ello en atención a
los principios de proporcionalidad; por tanto, con las medidas decretadas lo que se busca es
garantizar las resultas del proceso, así como también salvaguardar los derechos que le
asisten a los imputados de marras.

TERCERO
DECRETA EL EFECTO EXTENSIVO los ciudadanos J.E.G.B., de nacionalidad
venezolana, titular de la cédula de identidad No. V- 7.730.832, A.J.M., de nacionalidad
venezolana, titular de la cédula de identidad No. V- 13.840.830, H.G.B.B., de nacionalidad
venezolana, titular de la cédula de identidad No. V- 18.216.865, en virtud de encontrarse en
las mismas situación y circunstancia, puesto que el escrito acusatorio fue presentado de
forma extemporánea debiendo haber decaído la medida de privación judicial preventiva de
libertad e impuesta una medida de coerción personal menos gravosa de las establecidas en
el artículo 242 del Código Orgánico Procesal Penal, por lo tanto se decreta las MEDIDAS
CAUTELARES SUSTITUTIVAS A LA PRIVACIÓN JUDICIAL PREVENTIVA DE
LIBERTAD, contra los antes ciudadanos, referidas a: 1.- Presentaciones una vez cada ocho
(8) días por ante el Sistema Automatizado de Presentaciones llevados por el Departamento
de Alguacilazgo del Circuito Judicial Penal del Estado Zulia, incluyendo las veces que sea
requerida por el Tribunal y/o Ministerio Público, y 2.- Prohibición de salida del país, sin
previa autorización del Tribunal, de conformidad con lo establecido en los numerales 3 y 4
del artículo 242 del Código Orgánico Procesal Penal, so pena de serles revocadas,
conforme lo establece el artículo 248, en armonía con el artículo 237, Parágrafo segundo,
todos del Código Orgánico Procesal Penal.

CUARTO
ORDENA oficiar al Centro de Arrestos y Detenciones Preventivas "El M.", a los fines de
que se ejecute el fallo aquí dictado.

QUINTO
ORDENA remitir copia certificada de esta decisión a la Fiscalía Superior del Ministerio
Público de la Circunscripción Judicial del estado Zulia, con el objeto de que se tomen los
correctivos pertinentes y necesarios.
P. y regístrese en el libro respectivo, déjese copia certificada en archivo y remítase la
presente causa en la oportunidad legal correspondiente, al Juzgado Séptimo de Primera
Instancia Estadal en Funciones de Control del Circuito Judicial Penal del estado Zulia, a los
fines legales consiguientes.
Dada, firmada y sellada en la Sala de Audiencias de la Corte de Apelaciones, Sala Tercera
del Circuito Judicial Penal del estado Zulia, en Maracaibo, a los diez (10) días del mes de
diciembre de 2014. Años: 204° de la Independencia y 155° de la Federación.
LAS JUEZAS PROFESIONALES
DORIS CHIQUINQUIRÁ NARDINI RIVAS
Presidenta de la Sala
MARÍA JOSÉ ABREU BRACHO MAURELYS VÍLCHEZ PRIETO (Acc.)
Ponente
EL SECRETARIO
JAVIER ALEMÁN MÉNDEZ
En la misma fecha se dio cumplimiento a lo ordenado en el auto que antecede,
registrándose la presente la presente resolución en el libro de decisiones llevado por esta S.
en el presente mes y año, bajo el No. 594-14 de la causa No. VP02-R-2014-000933.
J.A. MÉNDEZ
EL SECRETARIO
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