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Magistrada Ponente: Lourdes Benicia Suárez Anderson

El 4 de septiembre de 2017, el abogado Luis Paz Caizedo, inscrito en el


Instituto de Previsión Social del Abogado bajo el n. 19.540, actuando en su
carácter de apoderado judicial del ciudadano RAINIER LUIS ALMARZA
HERNÁNDEZ, titular de la cédula de identidad V.-5.852.624, quien figura
como víctima en la causa penal signada con el alfanumérico 3C-9923-14,
interpuso acción de amparo constitucional ante esta Sala Constitucional del
Tribunal Supremo de Justicia, con fundamento en el artículo 4 de la Ley
Orgánica de Amparo sobre Derechos y Garantías Constitucionales, contra la
decisión dictada, el 2 de marzo de 2017, por la Sala n. 1 de la Corte de
Apelaciones del Circuito Judicial Penal del Estado Zulia, que declaró sin lugar
el recurso de apelación ejercido contra la decisión n. 1226-2016, dictada el 7
de noviembre de 2016, por el Juzgado Tercero de Primera Instancia en
Funciones de Control con Competencia Municipal de ese mismo Circuito
Judicial Penal, que a su vez decretó el archivo judicial de la precitada causa
seguida al ciudadano Danilo Enrique González Navarro, el cese de las
medidas de coerción procesal y de la condición de imputado, por la presunta
comisión del delito de estafa, previsto y sancionado en los artículos 462 del
Código Penal, en perjuicio del hoy accionante.

El 4 de septiembre de 2017, se dio cuenta en Sala del presente


expediente y se designó ponente a la Magistrada Lourdes Benicia Anderson
Suárez, quien con tal carácter, suscribe la presente decisión.

El 2 y 9 de marzo de 2018, la abogada Nilda Leguizamón Cordero,


inscrita en el Instituto de Previsión Social del Abogado bajo el n. 19.440,
actuando en su carácter de apoderada judicial del accionante solicitó se dicte
el pronunciamiento correspondiente, consignando en las referidas
oportunidades copia simple y certificada del instrumento poder que acredita
la representación que se atribuye.

Siendo la oportunidad legal correspondiente, pasa la Sala a dictar


sentencia previa las siguientes consideraciones:

FUNDAMENTOS DE LA ACCIÓN DE AMPARO

La parte actora fundamentó la presente pretensión constitucional en


los siguientes términos:
Señaló que la decisión dictada por la Corte de Apelaciones del Circuito
Judicial del Estado Monagas, presuntamente incurrió en ( ) la violación a la
tutela judicial efectiva contenida en la sentencia aquí recurrida por recurso
de amparo constitucional, en virtud de que las normas que rigen los
procedimientos para el juzgamiento de los delitos menos graves establecen
el principio de la supletoriedad de las disposiciones establecidas en el
procedimiento ordinario, tal como lo dispone el artículo 353 del Código
Orgánico Procesal Penal ( ) .

Adujo que ( ) el Código Orgánico Procesal Penal en su Libro Tercero


de los Procedimientos Especiales, en su Título II del Procedimiento Para (sic)
para el Juzgamiento (sic) de los Delitos Menos Graves, no establece
procedimiento a seguir en caso de que el Ministerio público dicte acto
conclusivo donde declare el sobreseimiento de la acción, tampoco prevé
normas que determinen el procedimiento a seguir cuando el juez o jueza de
control declare con o sin lugar la opinión fiscal sobre el sobreseimiento de la
causa y mucho menos normas procesales que instruyan sobre el trámite
procesal a seguir una vez que la Fiscalía Superior ratifique o rectifique la
opinión fiscal ( )

Indicó que ( ) [e]n la presente causa, una vez, el fiscal que conocía la
causa ordenó el sobreseimiento por prescripción de la acción penal, el
procedimiento que se siguió fue el establecido en el procedimiento ordinario
penal. Emitido el acto conclusivo de prescripción de la acción penal por el
Ministerio Público y negado el sobreseimiento por el órgano jurisdiccional
de control, el Fiscal Superior [del] Ministerio, rectificó la petición fiscal y
ordenó a otro fiscal que siguiera la investigación ( ) .

Reiteró que ( )[e]l título II del Libro Tercero del Código Orgánico
Procesal Penal no existe una norma que establezca el trámite procesal a
seguir, ni el lapso procesal fijado que disponga el tiempo que tendrá el fiscal
que conozca ahora de la continuación de la investigación, ni a partir de
oportunidad procesal se pueda contar dicho lapso de tiempo, por lo que
irremediablemente debe recurrirse por remisión del artículo 353 del Código
Orgánico Procesal Penal a las normas del [c]itado [c]ódigo que en materia
ordinaria establece el artículo 295 ejusdem (sic) ( )

Argumentó que ( ) debían las sentenciadoras en su fallo, para decidir


el recurso de apelación observar las leyes adjetivas que regulaban la
situación planteada, y en obsequio de la garantía constitucional a la tutela
judicial efectiva, declarar con lugar el recurso de apelación y no como lo
hicieron violando groseramente dicha garantía constitucional. Al declarar
sin lugar el recurso de apelación, por la motivación explanada en la
decisión, las sentenciadoras actuaron fuera de su competencia, en
consecuencia, violaron la Ley, por cuanto no existe norma procesal que les
permita o les de la potestad o atribución de declarar el archivo fiscal de la
causa por haber transcurrido más de sesenta (60) días de haber el Fiscal
Superior del Ministerio Público, rectificado la opinión fiscal y produjeron en
la víctima RAINIER LUIS ALMARZA, una violación directa a su garantía
constitucional a la tutela judicial efectiva de obtener una decisión que se
pronunciara sobre el fondo de su situación jurídica y no un fallo que dejara
su causa en un limbo jurídico y poder perecer por prescripción la acción o
cualquier otra causa de sobreseimiento de la acción penal.

Arguyó que ( ) el error de juzgamiento de la sentenciadora transgredió


directamente la garantía constitucional establecida en el artículo 26 de la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela , por cuanto aplicaron
normas adjetivas penales que no se correspondían con la solución del caso,
como lo era decidir de acuerdo con lo establecido en los artículos 363 y 364
del Código Orgánico Procesal, cuando dichas normas procesales parten de
presupuestos diferentes que no regulaban el caso concreto ( )

Delató ( ) [l]a violación a la garantía constitucional de la tutela judicial


efectiva de forma directa grosera, fue la que les permitió a las
sentenciadoras negar el recurso de apelación y rectificar la decisión No.
1226-2016 de fecha 07 de noviembre de 2016, emitida por el Juzgado
Tercero de Primera Instancia en Funciones de Control del Circuito Judicial
Penal del Estado Zulia.

Denunció que ( ) [l]a decisión No. 092-2017, del 02 de marzo de 2017,


objeto del presente recurso, viola también a mi representado, su garantía
constitucional al debido proceso, establecido en el artículo 49 de la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela ( )

Afirmó que ( ) [d]e la parte transcrita de la decisión recurrida, se


evidencia que el criterio de las sentenciadoras para decidir el caso en
concreto, era la aplicación de los artículos 363 y 364 del citado [c]ódigo
adjetivo, es decir, que una vez que el Fiscal [S]uperior del Ministerio Publico,
rectificara su criterio del Fiscal, el fiscal designado tenía 60 días para emitir
nuevo acto conclusivo, aplicando de esa manera dos normas procesales
penales que en la primera de ellas se establece el lapso procesal que tiene el
Ministerio Público para dictar el acto conclusivo una vez que haya sido
imputado por ante el tribunal de control, y el imputado no se haya acogido a
las fórmulas alternativas a la prosecución del proceso; y en la segunda
norma se establece la oportunidad de decretar el archivo judicial de las
actuaciones, cuando no se hubieren cumplido los lapsos establecidos en el
artículo anteriormente citado ( ) .

Aseveró que ( ) por aplicación de las normas procesales establecidas


en los artículos 295, 353 y 364 del Código Orgánico Procesal Penal, y al
estar presentes las sentenciadoras en un caso no regulado en el Libro
Tercero, Titulo II, debían aplicar los artículos 353 y 295 ejusdem (sic), en
consecuencia, debían declarar con lugar el recurso de apelación y anular la
sentencia del recurso ( )

Alegó que ( ) [a]l aplicar las sentenciadoras los artículos 363 y 364 del
código Orgánico Procesal Penal, para negar el recurso de apelación,
actuaron fueron (sic) de su competencia y en consecuencia violaron la Ley,
por cuanto las normas que rigen el proceso penal venezolano, no permiten
la analogía y mucho menos que los jueces penales para un caso concreto,
recurran a escindir las normas procesales penales y de esta crear una nueva
norma procesal y produjeron una lesión directa a los derechos
constitucionales de RAINIER ALMARZA HERNANDEZ (sic), del debido
proceso contenida en el artículo 49 de la Constitución.

En definitiva, solicitó:

( ) recurro ante esta Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia,


competente por la materia, a interponer solicitud de Amparo
Constitucional, de conformidad con los artículos 27 de la Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela, 1 y 4 de la Ley Orgánica de Amparo
sobre Derechos y Garantías Constitucionales, para que una vez admitido y
declarado con lugar, se dicte mandamiento de amparo constitucional que
restituya las garantías constitucionales de [su] representado, anule la
decisión N 092-2017 de fecha 2 de marzo de 2017, de la Sala Primera de la
Corte de Apelaciones del Circuito Judicial Penal del Estado Zulia.
Señalo como presuntos agraviantes a las Juezas de la Sala 1 de la Corte de
Apelaciones del Circuito Judicial Penal del Estado Zulia, ciudadanas MARIA
(sic) CHOURIO DE NUÑEZ (sic), MAURELYS VILCHEZ PRIETO y la
ponente MARIA (sic) EUGENIA MENDOZA ALVARADO, ( )
Por cuanto a la presente demanda se acompaña copia certificada de la
decisión recurrida No (sic) 092-2017, el 02 de marzo de 2017, original del
documento poder judicial especial otorgado por mi representado en fecha
21 de marzo de 2017, ante la Notaría Pública Primera de Maracaibo,
Estado Zulia, anotado bajo el No. 24, Tomo 20, Folios 92 al 94, y siendo el
punto a decidir de mero derecho, de conformidad con la sentencia No. 993,
de fecha 16 de julio de 2013, ratificada en fallo No 1212 del 26 de octubre
del 2015, y en fallo No 129 del 23 de marzo de 2017, emitida por esta Sala,
solicito se admita la presente pretensión de amparo constitucional in limine
Litis, por cuanto se encuentran cumplidos los requisitos de procedencia
establecidos por este Máximo Tribunal sobre las acciones de amparo, sin
fijar audiencia. ( ) (Mayúsculas y resaltado del original).

II

DE LA DECISIÓN ACCIONADA

El 2 de marzo de 2017, la Sala n. 1 de la Corte de Apelaciones del


Circuito Judicial Penal del Estado Zulia, declaró sin lugar el recurso de
apelación incoado por el apoderado judicial del hoy accionante y confirmó la
decisión dictada, el 7 noviembre de 2016, por el Juzgado Tercero de Primera
Instancia en Funciones de Control con Competencia Municipal del Circuito
Judicial Penal del Estado Zulia, que decretó el archivo judicial de la causa
seguida al ciudadano Rainier Luis Almarza Hernández, con base en las
siguientes consideraciones:

De la revisión de las actas que conforman la presente incidencia, observa la


Sala que el aspecto principal del presente recurso de apelación se centra en
impugnar la decisión N 1226-2016, de fecha 07 de [n]oviembre del 2016,
dictada por el Juzgado Tercero de Primera Instancia Estadal en Funciones
de Control con competencia Municipal del Circuito Judicial Penal del estado
Zulia, mediante la cual declaro (sic) el [a]rchivo [j]udicial de la causa
iniciada en contra del ciudadano DANILO ENRIQUE GONZALEZ (sic)
NAVARRO, por la presunta comisión del delito de ESTAFA, previsto y
sancionado en el artículo 465 del Código Penal, cometido en perjuicio del
ciudadano RAINER LUIS ALMARZA y el cese de las medidas de coerción y
de la condición de imputado, todo de conformidad con lo establecido en el
artículo 364 del Código Orgánico Procesal Penal.

De la lectura del recurso de apelación, se colige que el punto central de la


única denuncia se dirige a denunciar que la Jueza de Instancia violentó los
derechos constitucionales y garantías judiciales que le asisten, previsto en
los artículos 26 y 49 de la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela, referido al [d]ebido [p]roceso y a la [t]utela [j]udicial [e]fectiva,
en virtud que al decretar el [a]rchivo [j]udicial en la causa iniciada en contra
del ciudadano DANILO ENRIQUE GONZALEZ (sic) NAVARRO, por la
presunta comisión del delito de ESTAFA; aplicó erróneamente el
procedimiento previsto en los artículos 358, 363 y 364 de la norma adjetiva,
debiendo aplicar lo establecido en el artículo 295 en concordancia con el
artículo 353 del Código Orgánico Procesal Penal.

En este orden de ideas, es menester referir para quienes conforman este


Tribunal Colegiado que, dentro del ámbito de competencia de la fase
preparatoria, el o la [j]urisdicente como garante de las normas procesales,
deberá dar cabal cumplimiento a lo establecido en la [n]orma [p]enal
[a]djetiva, encontrándose en la obligación de verificar que el acto a
celebrarse solicitado por la representación Fiscal, sea cónsono y
concordante con las disposiciones preceptuadas por el legislador penal,
debiendo además tener presente que los procedimientos por los cuales se
inician las investigaciones, ya sea el abreviado, el ordinario ó el especial
son de orden [p]úblico y de estricto cumplimiento.

omissis .

Dentro de este ámbito constitucional, se debe puntualizar que dentro [de] la


tutela judicial efectiva, se consagró el derecho fundamental a la defensa y a
la asistencia técnica en todas las actuaciones judiciales, estableciéndose
como inviolable en cualquier estado de la investigación y del proceso, a fin
de garantizar a toda persona el conocimiento previo de los cargos por los
que se le investiga y las pruebas que obran en su contra, así como disponer
del tiempo adecuado para reparar los medios con los cuales se defienda, tal
como lo dispone el artículo 49, numeral 1 de la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela.

omissis
Siguiendo el mismo orden de ideas, resulta pertinente traer a colación lo
expresado por la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, en
sentencia No. 594 de fecha 22 de mayo de 2013, con ponencia del
Magistrado Arcadio Delgado Rosales, en la cual apuntó con respecto al
derecho a la defensa y al debido proceso, lo siguiente:

omissis

Por su parte, en atención a la tutela judicial efectiva, la Sala Constitucional


del Máximo Tribunal de la República, mediante el fallo No. 1632, de fecha 2
de noviembre de 2011, con ponencia del Magistrado Francisco Carrasquero
López, refirió:

omissis

Por su parte, con la entrada en vigencia del Código Orgánico Procesal Penal,
conforme a la última reforma que sufriere el mismo, de fecha 15-06-2016,
publicado en Gaceta Oficial Extraordinaria N 6.078, el legislador patrio
instituyó la inclusión en el libro tercero titulado De los procedimientos
especiales , un procedimiento para el juzgamiento de los delitos menos
graves, constituyendo la inserción del mencionado procedimiento una
reforma al sistema de administración de justicia, toda vez que se crearon
nuevas instancias jurisdiccionales y procedimientos para el conocimiento de
los delitos menos graves, cuya pena no exceda en su límite máximo de ocho
(08) años de privación judicial preventiva de libertad, siendo la finalidad de
este procedimiento otorgarle oportunidad a aquella persona que comete un
hecho delictivo, el cual tenga estipulado una pena que en su límite máximo
no exceda de ocho (08) años a resarcir el daño causado, a través del trabajo
comunitario, con el objeto de reinsertarse a la sociedad.

En tal sentido, quienes integran este Cuerpo Colegiado, traen a colación lo


establecido en el artículo 354 del Código Orgánico Procesal Penal, el cual
dispone lo siguiente:
omissis
Del artículo in comento, se desprende que el legislador reconoce y otorga
un tratamiento especial a aquellos delitos menos graves, considerando
como tales, los tipos penales cuya pena no exceda en su límite superior de
ocho (8) años de privación de libertad, previéndose su enjuiciamiento
mediante la aplicación de un procedimiento célere, expedito y breve que
reconozca el juzgamiento en libertad, el cual emerge como prerrogativa
fundamental en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela,
posibilitando la aplicación de las fórmulas alternativas de prosecución del
proceso, las cuales podrán ser solicitadas por el procesado o procesada
desde la audiencia de imputación.

Cabe agregar, que el legislador penal estableció ciertas excepciones las


cuales prohíben la aplicación del mencionado procedimiento, tales como en
aquellos delitos de homicidio, violación, delitos que atenten contra la
libertad, integridad sexual del niños, niñas y adolescentes, delitos contra la
humanidad, delitos de tráfico de droga, delitos de legitimación de capitales,
tipos penales con multiplicidad de víctimas, violaciones de los derechos
humanos, delitos contra el patrimonio público y la administración pública,
entre otros.

Ahora bien, de la revisión efectuada a las actas que conforman el presente


asunto se observa esta Sala de [a]lzada, en primer lugar que el delito
imputado al ciudadano DANILO ENRIQUE GONZALEZ (sic) NAVARRO, es el
tipo penal de ESTAFA, previsto y sancionado en el artículo 462 del Código
Penal, delito este que establece una pena de uno (01) a cinco (05) años, es
decir, por lo que este caso debe tramitarse por el procedimiento para el
juzgamiento de los delitos menos graves, en virtud que la pena no exceden
de ocho (08) años de privación de libertad, y que el hecho punible objeto de
la presente causa, no se encuentran contemplados en la excepción contenida
en el único aparte del artículo 354 del Código Orgánico Procesal Penal.

omissis

En fecha 07-11-2016, el Juzgado Tercero de Control dicto (sic) decisión N


1226-2016 mediante la cual declaro (sic):

Dentro de este contexto es oportuno para esta Juzgadora señalar, que el


Código Orgánico Procesal Penal, establece entre otras cosas lo siguiente:

Artículo 363. Duración.

omissis

En tal sentido, en el caso sub examine, se constata que el plazo de 60 días


fijado por ley, venció el día 20 de octubre del 2015, presentando el
Ministerio Público en fecha 19-10-2015, como acto conclusivo el
sobreseimiento de conformidad con lo previsto en el artículo 300 numeral 3
del Código Orgánico Procesal Penal, siendo que en esta misma fecha y
mediante decisión N 174-16 este Tribunal declaro (sic) sin lugar la solicitud
de sobreseimiento y en fecha 17-06-2016 mediante decisión N 017-16 la
Fiscalía Superior rectifico (sic) el sobreseimiento ordenando su remisión a
una nueva Fiscalía sin que hasta los momentos se haya presentado acto
conclusivo, tomando en cuenta el procedimiento especial que se decreto en
audiencia de imputación de fecha 20 de agosto de 2015 siendo que al
respecto el artículo 364 del texto adjetivo penal establece:

omissis .

Razón por la cual es procedente en el presente caso, dictar el [a]rchivo


[j]udicial del presente asunto, siendo la consecuencia jurídica del mismo a
tenor de lo establecido en el artículo 364 ejusdem, hacer cesar todas las
medidas de coerción Asimismo y como consecuencia se declara SIN LUGAR
la solicitud INTERPUESTA por el representante de la víctima .

Como segundo lugar, hecha la observación anterior, este Tribunal Colegiado


procede a examinar las actuaciones cursantes en el expediente, y al efecto,
consta:

omissis

En tal sentido, en el caso sub examine, se constata que el plazo de 60 días


fijado por ley, venció el día 20 de octubre del 2015, presentando el
Ministerio Público en fecha 19-10-2015, como acto conclusivo el
sobreseimiento de conformidad con lo previsto en el artículo 300 numeral 3
del Código Orgánico Procesal Penal, siendo que en esta misma fecha y
mediante decisión N 174-16 este Tribunal declaro (sic) sin lugar la solicitud
de sobreseimiento y en fecha 17-06-2016 mediante decisión N 017-16 la
Fiscalía Superior rectifico (sic) el sobreseimiento ordenando su remisión a
una nueva [f]iscalía sin que hasta los momentos se haya presentado acto
conclusivo, tomando en cuenta el procedimiento especial que se decreto
(sic) en audiencia de imputación de fecha 20 de agosto de 2015 siendo que
al respecto el artículo 364 del texto adjetivo penal establece:

omissis .
Razón por la cual es procedente en el presente caso, dictar el [a]rchivo
[j]udicial del presente asunto, siendo la consecuencia jurídica del mismo a
tenor de lo establecido en el artículo 364 ejusdem, (sic) hacer cesar todas
las medidas de coerción Asimismo y como consecuencia se declara SIN
LUGAR la solicitud INTERPUESTA por el representante de la víctima
(Negrillas de la Corte).

Ahora bien, una vez realizada la revisión a las actas que conforman el
presente asunto, estas [j]uzgadoras de [a]lzada conciertan en destacar con
énfasis que el procedimiento especial contenido en los artículos 354 y
siguientes de la Ley Adjetiva Penal, viene a regular la forma de juzgamiento
en los considerados delitos menores por el límite máximo de la pena que
pudiera llegar a imponerse; con esta reforma el [l]egislador pretendió un
procedimiento breve y expedito en aras de la celeridad procesal con el fin
último del juzgamiento en libertad y la participación comunitaria en la
readaptación del sujeto activo del delito a la sociedad, resultando lo más
importante de este procedimiento que en el acto de imputación, aun en los
casos de flagrancia, existe la posibilidad para el imputado de someterse
desde ese momento a alguna de las fórmulas alternativas a la prosecución
del proceso, como el acuerdo reparatorio o la suspensión condicional del
proceso.
Así ha quedado claramente establecido en la exposición de motivos del
Decreto N 6.078 mediante el cual se dict[ó] el Decreto con Rango, Valor y
Fuerza de Ley del Código Orgánico Procesal Penal, lo cual se plasma de
forma textual a continuación:

En cuanto a la duración de la investigación, en la fase preparatoria, se


establece el lapso de ocho meses desde la individualización del imputado o
imputada para la conclusión de la investigación; lapso en el cual éste o está
o la víctima puede solicitar al Tribunal de Control correspondiente, fije un
lapso prudencial para la conclusión de la investigación, que será no menor
de treinta días, ni mayor de cuarenta y cinco días. Se suprimió lo referente
a la prorroga (sic) para la conclusión de la investigación, a los fines de
evitar dilaciones en el proceso. Se establece como excepción a esta norma,
con un lapso mayor de entre uno y dos años, a los delitos mas (sic) graves y
de impacto social, expresamente señalados.

omissis
Entre las reformas mas (sic) resaltantes realizadas al contenido de este
[l]ibro, se encuentra la inclusión de un nuevo título referente a los
procedimientos para el juzgamiento de los delitos menos graves, el cual
será de la competencia de los [T]ribunales de [P]rimera Instancia Municipal
en funciones de Control, como ya se ha mencionado. Al respecto, esto
constituirá una reforma de fondo del sistema de justicia penal, que se
caracterizará por la aplicación de nuevas instancias jurisdiccionales y
procedimientos para el conocimiento de los delitos menos graves cuya pena
en su límite superior no exceda de ocho (8) años de privación de libertad,
previéndose su juzgamiento mediante la aplicación de un procedimiento
breve que permita el enjuiciamiento en libertad, y posibilite la inclusión del
imputado o imputada en el trabajo comunitario . (Subrayado de Sala)

omissis .

De acuerdo a los lineamientos del texto [c]onstitucional, conforme a lo


previsto en el artículo 26 de la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela, el cual consagra de manera expresa el derecho a la [t]utela
[j]udicial [e]fectiva de amplísimo contenido que comprende el derecho a ser
oído por los órganos de la administración de justicia establecidos por el
Estado y también el derecho a que sean cumplidos los requisitos
establecidos en la Ley. En un Estado [s]ocial el de Derecho y de Justicia
(artículo 2 de la Constitución Nacional vigente) donde se garantiza una
justicia expedita sin dilaciones indebidas y sin formalismos o reposiciones
inútiles, la interpretación de las instituciones procesales debe ser amplia,
tratando que si bien el proceso sea una garantía para que las partes puedan
ejercer sus derechos, no por ello debe convertirse en un obstáculo que
impida lograr las garantías que regula la citada norma constitucional.

omissis .
En razón de esa pretensión de celeridad el artículo 363 del Código Orgánico
Procesal Penal, establece para el [f]iscal la obligación de dictar el acto
conclusivo que considere según lo que haya arrojado la investigación, en un
lapso perentorio de sesenta días, cuando dispone:( ); resultando importante
señalar, que el término de caducidad de sesenta días continuos establecido
en el mencionado artículo 363, no tiene la posibilidad de prórroga por
cuanto ello desnaturalizaría el procedimiento, así una vez haya sido
notificado el Fiscal del Ministerio Público del incumplimiento de la
[s]uspensión [c]ondicional del [p]roceso o del [a]cuerdo [r]eparatorio por
parte del imputado o la imputada o desde el momento de la audiencia de
flagrancia o de imputación sin que se haya acogido a alguno de los modos
alternos mencionados, el Ministerio Público deberá presentar en sesenta
(60) días continuos el acto conclusivo que corresponda, en cumplimiento del
procedimiento legal establecido.

Ciertamente la duración de la investigación se encuentra determinada en el


artículo 363 de la Ley Adjetiva Penal, tanto para el supuesto de haberse
acogido el imputado o la imputada a uno de los modos alternos de
prosecución del proceso o si no lo hizo, norma procesal ésta que determina
que una vez iniciada una investigación la misma tiene una duración de
sesenta (60) días y transcurrido dicho lapso sin que el Ministerio Público
presente el acto conclusivo, deberá el Juez de Instancia Municipal decretar
el [a]rchivo [j]udicial de las actuaciones, tal como lo indica el artículo 364
ejusdem, archivo que no es sino relativo, por cuanto siempre que aparezcan
nuevos elementos de convicción en la investigación, ésta puede ser
reabierta, con la autorización del Juez o Jueza de Control Municipal, ya que
considerar que ese [a]rchivo [j] udicial es definitivo seria fomentar la
impunidad, y aun cuando la finalidad del procedimiento especial es la
celeridad, nunca puede permitirse que por la inacción del Ministerio Público
quede sin castigo algún delito y sin resarcimiento alguna víctima, partiendo
de que la interpretación judicial de la ley es también siempre un juicio sobre
la ley misma, que corresponde al Juez junto con la responsabilidad de elegir
los únicos significados válidos, o sea, compatibles con las normas
constitucionales sustanciales y con los derechos fundamentales establecidos
por las mismas.

Ahora bien, se observa que la Jueza de Instancia, para la fecha de emisión


del fallo, determinó que en el presente asunto penal, el Ministerio Público
no presentó el acto conclusivo dentro del lapso legal, que establece el
artículo 363 del Código Orgánico Procesal Pena, pues el acto conclusivo que
inicialmente presentó la Fiscalía del Ministerio fue el [s]obreseimiento de la
causa, el cual fue ordenada su rectificación por la Fiscalía Superior del
Ministerio Público en fecha 17-06-2016, habiendo transcurrido desde la
mencionada fecha hasta la fecha del fallo recurrido donde se decreta el
archivo judicial de este asunto penal, un lapso de cuatro (04) meses y
veintiún (21) días, sin que el Ministerio Público concluyera con la
investigación que había sido activada por la Fiscalía Superior con la
rectificación del sobreseimiento inicialmente dictado, omitiendo el
respectivo acto conclusivo, al haberse tramitado este asunto por el
procedimiento para los delitos menos graves, por lo que era procedente que
el a quo decretara el Archivo Judicial de este caso.

En atención a lo anteriormente expuesto, este Tribunal Colegiado verificó


del recorrido procesal realizado a las actas que conforman el presente
asunto, que en primer lugar el delito imputado al ciudadano DANILO
ENRIQUE GONZALEZ (sic) NAVARRO, fue el tipo penal de ESTAFA,
previsto y sancionado en el artículo 462 del Código Penal, que establece una
pena de uno (01) a cinco (05) años, el cual debe tramitarse por el
procedimiento para el juzgamiento de los delitos menos graves, en virtud
que la pena no exceden de ocho (08) años de privación de libertad, y no se
encuentran contemplados en la excepción contenida en el único aparte del
artículo 354 del Código Orgánico Procesal Penal, y como segundo lugar, que
el acto de imputación se llevó efecto en fecha 20-08-2015, y se acordó seguir
esta causa por el procedimiento para el Juzgamiento de los delitos menos
graves, por ante el Juzgado Tercero de Primera Instancia en Funciones de
Control de este Circuito Judicial, que estableció el lapso de sesenta (60)
días continuos para que el Ministerio Público dictara el correspondiente
acto conclusivo. Siendo que en fecha 18-10-2016, la Fiscalía Décima Tercera
de Ministerio Público, interpone escrito de solicitud de [s]obreseimiento de
la [c]ausa, de conformidad con lo establecido en el artículo 300 numeral 3
del Código Orgánico Procesal Penal, solicitud esta que en fecha 19-02-2016,
mediante decisión N 174-2016, el Juzgado Tercero de Control declaró
improcedente y ordenó su remisión a la Fiscalía Superior a los fines de que
se pronunciara acerca de la ratificación o rectificación de la petición, todo
de conformidad con lo establecido en el artículo 305 del Código Orgánico
Procesal Penal. Posteriormente, en fecha 17-06-2016, la Fiscalía Superior
del Ministerio Público RECTIFICO (sic) la solicitud de Sobreseimiento de la
Causa, habiendo transcurrido a la fecha en que se dictara la decisión
recurrida, un lapso mayor de CUATRO (04) MESES, desde la fecha de la
rectificación de la solicitud de sobreseimiento, sin que el Ministerio Público
hubiere emitido algún otro acto conclusivo, por lo que constata esta Sala de
[a]lzada, que había vencido el lapso íntegro de los sesenta (60) días como lo
establece la norma, que tenía el Ministerio Público para presentar el acto
conclusivo a que hubiere lugar, luego que se rectificó la solicitud de
sobreseimiento inicial, pues si bien el artículo 363 del Código Orgánico
Procesal Penal dispone que el Ministerio Público deberá concluir la
investigación en el lapso de sesenta días continuos siguientes a la audiencia
de imputación, al haber culminado inicialmente dicho lapso de investigación
con un sobreseimiento que fuera rectificado por el Fiscal Superior, el nuevo
despacho fiscal que conocería del caso, contaba con sesenta días para
emitir su acto conclusivo, computado desde la fecha de la rectificación del
sobreseimiento por parte del Fiscal Superior.

Así pues, se observa que indudablemente, por una lado la Jueza de Control
se pronunció sobre lo peticionado por la defensa privada, considerando el
decreto del [a]rchivo [j]udicial de las actuaciones, conforme al
procedimiento especial establecido en el artículo 364 del Código Orgánico
Procesal Penal, en concordancia con lo establecido en el artículo 363
ejusdem (sic); ya que en el ejercicio del ius puniendi el Estado a través del
Ministerio Público cuenta con funcionarios investidos de la autoridad de
llevar a cabo la investigación, en cuya responsabilidad está la función del
ejercicio de la acción penal, encontrándose legalmente facultados para
decretar el archivo fiscal, solicitar el sobreseimiento o presentar la
acusación respectiva, aunado a lo establecido en el artículo 285 de nuestra
[c]arta magna, y legalmente en el artículo 108 del Código Orgánico Procesal
Penal. Por tanto, para la Fiscalía es obligatorio discernir acerca de la
pertinencia y utilidad de la práctica de las diligencias solicitadas por las
partes, demandándose la exposición de los argumentos de hecho y de
derecho que le sirven de fundamento para la solicitud de nuevas
imputaciones, cuando aparezcan nuevos elementos de convicción durante la
realización de las diligencias de investigación, que conlleven a la imputación
de nuevos delitos o al cambio de la calificación jurídica provisional.

omissis

Por lo que, debe advertirse que las disposiciones legales que establecen el
procedimiento a seguir para dirimir el conflicto son de eminente orden
público, de manera que no pueden, bajo ningún motivo ser inobservadas o
modificadas por las partes ni por el Juez de la causa. Ello se afirma, por
cuanto es la propia Constitución de la República Bolivariana de Venezuela,
la que establece en su artículo 49, numeral 4, el derecho de toda persona a
ser juzgada por sus jueces naturales en las jurisdicciones ordinarias o
especiales, con las garantías establecidas en esta Constitución y en la ley.
Asimismo, el artículo 253 del texto constitucional señala, que corresponde a
los órganos del Poder Judicial conocer de las causas y asuntos sometidos a
su competencia mediante los procedimientos que determinen las leyes.

Ahora bien, la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, en


[s]entencia N 3180, del 15 de diciembre de 2004, con ponencia del
Magistrado JESUS (sic) EDUARDO CABRERA ROMERO, asentó lo siguiente:

omissis
Así las cosas, observa este Tribunal, que la observancia de las formas, no es
sólo una garantía de justicia, sino también una condición necesaria de la
confianza de los ciudadanos en la justicia. No basta que el proceso haya
alcanzado efectivamente su fin jurídico, o sea, el de conducir el exacto
conocimiento de la verdad, sino que es preciso que esto sea creído por los
justiciables. Ese es el fin de las formas procesales, y cuando estas formas
no se observan, se violenta el debido proceso contenido del artículo 49 de la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, que se traduce y se
concentra en la exigencia de que se respeten todas las garantías procesales
establecidas en la ley a los fines de garantizar un proceso justo.

En resumen, el proceso penal es de carácter y orden público, por tanto los


actos y lapsos procesales previstos en él, se encuentran predeterminados en
su cuerpo normativo como fórmula adecuada para la tramitación y solución
de los conflictos penales. En razón de ello, el establecimiento de estas
formas y requisitos, que afectan el orden público, son de obligatoria
observancia, pues sirven de garantía a los derechos que el orden jurídico
venezolano otorga a los justiciables. De ahí la existencia de lapsos
procesales que crean certeza y seguridad jurídica para todos los que acudan
a los órganos de administración de justicia, haciendo posible conocer con
exactitud los actos que éstos deben realizar, pues tanto el proceso como el
procedimiento no pueden ser anárquicos, sin reglas, garantías, ni seguridad,
por lo que no se puede iniciar un proceso por un procedimiento especial,
para culminar por un procedimiento ordinario, cuando las normas son claras
al establecer los paso a seguir de cada procedimiento.
De allí que deba este Tribunal de [a]lzada, determinar que el proceso penal
que nos ocupa se inició en fecha 20 de agosto del 2015, oportunidad en la
cual la representación de la Fiscalía del Ministerio Público, presentó ante el
Tribunal Tercero de Control al ciudadano DANILO ENRIQUE GONZALEZ
(sic), a quien le fue imputado por la presunta comisión del delito de
ESTAFA, previsto y sancionado en el artículo 465 del Código Penal,
cometido en perjuicio del ciudadano RAINER LUIS ALMARZA, ordenando
entre otras cosas, proseguir la investigación por el procedimiento para el
Juzgamiento de los delitos menos [g]raves, establecido en el artículo 354
del Código Orgánico Procesal Penal, siendo que el lapso de los sesenta (60)
días continuos siguientes a la celebración del acto de imputación, para
presentar el respectivo acto conclusivo, culminaba en fecha 20 de [o]ctubre
del 2015, y ciertamente de la actas se evidencia que el día 18 de octubre de
2015, la Fiscalía Décima Tercera del Ministerio Público, interpuso por ante
el Departamento del Alguacilazgo solicitud por escrito dirigida al
mencionado Tribunal de Control, peticionando la [s]obreseimiento de la
[c]ausa, de conformidad con lo establecido en el artículo 300 numeral 3 del
Código Orgánico Procesal Penal, por considerar que la acción penal se había
extinguido por haber operado la prescripción judicial o extraordinaria, pero
la misma fue declara [s]in [l]ugar por el Juzgado de Control y remitida a la
Fiscalía Superior para su rectificación ó ratificación, con el objeto de que
presentara un acto conclusivo acertado; produciéndose por parte de la
Fiscalía Superior, la rectificación del sobreseimiento en fecha 17-06-2016,
pero es el caso que desde el inicio de la investigación, el procedimiento por
el cual se tramitó el presente asunto fue el procedimiento de los delitos
menos graves, el cual es claro al establecer que si en el acto de imputación
el imputado no hace uso de las formulas alternativas a las prosecución del
proceso, que fue lo que sucedió en el presente caso ya que el ciudadano
DANILO GONZALEZ (sic) no hizo uso de las referidas formulas, el
Ministerio Público debía concluir la investigación dentro del lapso de los
sesenta (60) días continuos siguiente a la celebración de la audiencia de
imputación y presentar el respectivo acto conclusivo, ya fuera el
[s]obreseimiento de la [c]ausa ó el escrito acusatorio, vencido este lapso, la
norma es clara al señalar que el Juez o Jueza de Instancia Municipal
decretara el [a]rchivo [j]udicial de las actuaciones; por lo que no puede
pretender el apelante que por el hecho que se haya rectificado el
Sobreseimiento de la causa, deba continuarse la investigación con los
lapsos del procedimiento ordinario, ya que lapsos procesales son de
eminente orden público de manera que no pueden, bajo ningún concepto ser
inobservados o modificados por las partes ni por el juez de la causa. Ello se
afirma así, por cuanto es la propia Constitución de la República Bolivariana
de Venezuela, la que establece en su artículo 253, que corresponde a los
órganos del Poder Judicial conocer de las causas y asuntos sometidos a su
competencia mediante los procedimientos que determinen las leyes.

En este orden de ideas, debe señalarse que el debido proceso en el


[o]rdenamiento [j]urídico [v]enezolano, constituye un derecho fundamental
que comprende un conjunto de garantías sustanciales y procesales,
especialmente diseñadas para asegurar la regularidad y eficacia de la
actividad jurisdiccional y administrativa, cuando sea necesario definir
situaciones controvertidas, declarar o aplicar el derecho en un caso
concreto, o investigar y juzgar los hechos punibles; por lo que en el presente
caso no se evidencia trasgresión del [p] rincipio del [d]ebido [p]roceso, del
[d]erecho a la [d]efensa y de la [g] arantía de la [t]utela [j]udicial [e]fectiva,
y en consecuencia se declara [s]in [l]ugar la única denuncia interpuesta por
el apelante. Y ASI (sic) SE DECIDE.
Por ello, en mérito a las razones de hecho y de derecho que han quedado
establecidas en el presente fallo, este Tribunal de [a]lzada determina que lo
procedente en derecho es declarar SIN LUGAR el recurso de apelación
interpuesto por el ciudadano RAINIER ALMARZA HERNANDEZ (sic), titular
de la cédula de identidad N 5.852.624, en su carácter de víctima en la
presente causa, asistido por la profesional del derecho JENIFFER
FUENMAYOR BARRIOS, y por vía de consecuencia se CONFIRMA la
decisión N 1226-2016, de fecha 07 de [n]oviembre del 2016, dictada por el
Juzgado Tercero de Primera Instancia Estadal en Funciones de Control con
competencia municipal del Circuito Judicial Penal del estado Zulia, mediante
la cual declaro(sic) el [a]rchivo [j]udicial de la causa iniciada en contra del
ciudadano DANILO ENRIQUE GONZALEZ (sic) NAVARRO, titular de la
cédula de identidad N 7.759.374, por la presunta comisión del delito de
ESTAFA, previsto y sancionado en el artículo 465 del Código Penal,
cometido en perjuicio del ciudadano RAINER LUIS ALMARZA y el cese de
las medidas de coerción y de la condición de imputado, todo de conformidad
con lo establecido en el artículo 364 del Código Orgánico Procesal Penal. Y
ASI (sic) SE DECIDE. (Mayúsculas del fallo).

III

COMPETENCIA

Debe previamente esta Sala determinar su competencia para conocer


del presente caso y, a tal efecto, observa:

De conformidad con lo previsto en el artículo 25.20 de la Ley Orgánica


del Tribunal Supremo de Justicia y el artículo 4 de la Ley Orgánica de
Amparo sobre Derechos y Garantías Constitucionales, le corresponde a la
Sala Constitucional conocer de las acciones de amparo constitucional, en
primera y única instancia, ejercidas contra las sentencias dictadas por los
juzgados superiores (excepto los Juzgados Superiores en lo Contencioso
Administrativo) las Corte de Apelaciones en lo Penal y las Cortes de lo
Contencioso Administrativo.

En el presente caso, se somete al conocimiento de la Sala una acción


de amparo incoada contra la decisión dictada por la Sala n. 1 de la Corte de
Apelaciones del Circuito Judicial Penal del Estado Zulia, motivo por el cual se
declara competente para conocer la presente acción de amparo
constitucional, y así se decide.

IV

CONSIDERACIONES PARA DECIDIR


En forma previa, la Sala advierte que el caso bajo estudio no se
encuentra incurso en las causales de inadmisibilidad establecidas en el
artículo 6 de la Ley Orgánica de Amparo sobre Derechos y Garantías
Constitucionales y cumple con los requisitos establecidos en el artículo 18
eiusdem, tampoco dentro de las causales de inadmisibilidad establecidas en
el artículo 133 de la Ley Orgánica del Tribunal Supremo de Justicia, por lo
cual la misma resulta admisible.

Analizado el contenido de la pretensión constitucional propuesta, se


aprecia que se circunscribe a adversar la sentencia dictada, el 2 de marzo de
2017, por la Sala n. 1 de la Corte de Apelaciones del Circuito Judicial Penal
del Estado Zulia, que declaró sin lugar el recurso de apelación interpuesto
por la parte actora y confirmó la decisión n. 1226-2016, dictada el 7 de
noviembre de 2016, por el Juzgado Tercero de Primera Instancia en
Funciones de Control con Competencia Municipal del mencionado Circuito
Judicial Penal del Estado Zulia, mediante la cual decretó el archivo judicial de
las actuaciones, así como el cese de las medidas de coerción y de la
condición de imputado en el proceso penal seguido al ciudadano Danilo
Enrique González Navarro, por la presunta comisión del delito de estafa,
previsto y sancionado en los artículos 462 del Código Penal, en perjuicio del
hoy accionante.

En tal sentido, como quiera que las presuntas transgresiones


constitucionales delatadas están dirigidas a cuestionar un acto de
juzgamiento dictado por la mencionada Corte de Apelaciones del Circuito
Judicial Penal del Estado Zulia, tal pretensión trata sobre un amparo contra
sentencia, previsto en el artículo 4 de la Ley Orgánica de Amparo sobre
Derechos y Garantías Constitucionales, que establece:
Artículo 4. Igualmente procede la acción de amparo cuando un
Tribunal de la República, actuando fuera de su competencia, dicte una
resolución o sentencia u ordene un acto que lesione un derecho
constitucional.
En estos casos, la acción de amparo debe interponerse por ante un
Tribunal Superior al que emitió el pronunciamiento, que decidirá en
forma breve, sumaria y efectiva .
En cuanto a los requisitos de procedencia de la acción de amparo
contra decisiones judiciales, en jurisprudencia reiterada de este Tribunal
Supremo de Justicia se ha establecido que para su procedencia es necesario
que el juez que originó el acto presuntamente lesivo haya incurrido en una
grave usurpación de funciones o abuso de poder y que tal proceder ocasione
la violación de un derecho constitucional.
Precisado lo anterior, esta Sala observa que la parte actora delató
esencialmente que la decisión objeto de amparo habría incurrido
presuntamente en i) la violación del derecho a la defensa, la garantía al
debido proceso y a la tutela judicial efectiva, al declarar sin lugar el recurso
de apelación que interpusiera y confirmar la decisión recurrida en el
referido proceso penal, y ii) la aplicación errónea del procedimiento previsto
en los artículos 358, 363 y 364 del Código Orgánico Procesal Penal, pues -a
su decir- el órgano colegiado al decidir debió ajustarse a lo establecido en el
artículo 295 en concordancia con el artículo 353 eiusdem.

En este contexto, se aprecia de las actuaciones cursantes en autos que


el caso sub lite tiene como génesis, el acto procesal celebrado, el 20 de
agosto de 2015, ante el Tribunal Tercero de Primera Instancia en Funciones
de Control con Competencia Municipal del Circuito Judicial Penal del Estado
Zulia, en el cual la Fiscalía Décima Tercera del Ministerio Público de la
Circunscripción Judicial del Estado Zulia, previa solicitud de aplicación del
procedimiento especial para el juzgamiento de delitos menos graves,
procedió a presentar al ciudadano Danilo Enrique González Navarro, por la
presunta comisión del delito de estafa, previsto y sancionado en el artículo
462 del Código Penal. Posteriormente, el 18 de octubre de 2015, la citada
dependencia fiscal consignó ante el tribunal de la causa escrito solicitud de
sobreseimiento de la aludida causa penal de conformidad con lo establecido
en el artículo 300.3 del Código Orgánico Procesal Penal, siendo declarada
improcedente en decisión n. 174-2016, dictada el 19 de febrero de 2016, por
el tribunal de la causa, ordenando remitir tal solicitud a la Fiscalía Superior
de la Circunscripción Judicial del Estado Zulia, a los fines de su ratificación o
rectificación, todo ello de conformidad con lo establecido en el artículo 305
eiusdem -conforme al trámite vigente para ese momento- puesto que
actualmente esta Juzgadora Constitucional suspendió cautelarmente el
primer aparte de dicha disposición legal. (Vid. Sentencia de esta Sala n. 537
del 12 de julio de 2017).

En cumplimiento del mencionado fallo, el 17 de junio de 2016 la


Fiscalía Superior de la mencionada Circunscripción Judicial, procedió a
rectificar la aludida solicitud y designó a la Fiscalía Novena del Ministerio
Público de la Circunscripción Judicial del Estado Zulia, para continuar con el
aludido proceso penal; no obstante el tribunal de la causa una vez precluido
el lapso de sesenta días previsto en el primer aparte del artículo 363 del
Código Orgánico Procesal Penal y el incumplimiento de la representación
fiscal en presentar el acto conclusivo correspondiente, procedió a decretar el
archivo judicial de las precitada causa y el cese de las medidas de coerción y
de la condición de imputado contra el presunto responsable de los hechos
investigados, de conformidad con lo previsto en el artículo 364 eiusdem.

Contra dicha decisión n. 1226-2016, dictada el 7 de noviembre de


2016, por el Juzgado Tercero de Primera Instancia en Funciones de Control
con Competencia Municipal del Circuito Judicial Penal del Estado Zulia, el
hoy accionante ejerció recurso de apelación de acuerdo con lo establecido
artículo 439.5 del texto adjetivo penal, por ante la Sala n. 1 Corte de
Apelaciones del Circuito Judicial Penal del Estado Zulia, mediante la cual
declaró sin lugar el recurso interpuesto y confirmó la decisión recurrida,
contra la cual la parte actora interpuso la presente pretensión
constitucional.

Ahora bien, la Sala considera necesario destacar que, tal y como


acertadamente lo resolvió el órgano superior de alzada, el mencionado
proceso penal se tramitó bajo la aplicación del procedimiento especial para
el juzgamiento de delitos menos graves, de acuerdo con las normas previstas
en el Código Orgánico Procesal Penal, toda vez que el delito atribuido al
imputado no excedía en su límite máximo de ocho años de privación de
libertad (artículo 354) y durante la audiencia de presentación el imputado de
autos no se acogió a fórmula alternativa alguna (artículo 356), circunstancia
que comportaba para el Ministerio Público la obligación de presentar el acto
conclusivo de la investigación, dentro del lapso de sesenta días continuos
siguientes a la celebración de dicha audiencia (primer aparte del artículo
363) y al evidenciarse que en el supuesto de autos el Ministerio Público
incumplió con la potestad que tiene atribuida constitucionalmente para
ejercer el ius puninedi a través de la emisión del acto conclusivo
correspondiente contra el presunto responsable de los hechos objeto de
juzgamiento, por lo que ante esa inactividad injustificada del titular de la
acción penal de acuerdo con lo previsto en el artículo 364 eiusdem , deviene
como sanción procesal a favor del investigado el archivo de la actuaciones y
el cese de todas las medidas de coerción y de la condición de imputado del
presunto responsable de los hechos investigados, en aras de garantizar los
derechos del investigado y evitar que se vea sometido a una averiguación
indefinida.

Por otra parte, estima esta Sala que en el caso en concreto conforme a
lo dispuesto en el artículo 353 del Código Orgánico Procesal Penal, resultan
aplicables de manera supletoria las reglas que rigen el procedimiento
ordinario, siempre y cuando surjan situaciones o incidencias no previstas en
la tramitación de ese tipo de procedimientos especiales (delitos menos
graves), sin que esta remisión excepcional implique la desnaturalización del
procedimiento especial y los lapsos que lo regulan, como erróneamente lo
alegó la parte actora en el libelo de la presente pretensión, por lo tanto, la
decisión adversada en amparo que declaró sin lugar el recurso de apelación
y confirmó la decisión recurrida que decretó el archivo judicial de las
actuaciones, así como el cese de todas las medidas de coerción y la
condición de imputado del presunto responsable, no puede ser considerada
como una extinción del referido proceso, pues el accionante o en su defecto
el Ministerio Público, tienen abierta la posibilidad de solicitar la reapertura
de la investigación cuando surjan nuevos elementos que así lo justifiquen,
previa autorización del Juez de la causa, ello aplicando supletoriamente lo
establecido en el artículo 296 del Código Orgánico Procesal Penal.

Al respecto, conviene acotar que esta Sala Constitucional del Tribunal


Supremo de Justicia mediante decisión n. 1.395 del 22 de julio de 2004, en
relación con el retardo en la presentación de la acusación en el
procedimiento ordinario, el cual resulta aplicable al procedimiento especial
para el juzgamiento de delitos menos graves, expresó:
Respecto del pronunciamiento que se acaba de reproducir parcialmente, debe la
Sala advertir que el vencimiento del plazo prudencial que establece el artículo
213 (sic) [hoy 296] del Código Orgánico Procesal Penal y de las prórrogas, si las
hubiere-, sin que el Ministerio Público hubiere presentado el correspondiente
acto conclusivo, no da lugar, como correctamente lo percibió la legitimada
pasiva, a la caducidad de la acción y al correspondiente efecto extintivo de la
misma, sino al decaimiento de las medidas cautelares que estuvieren vigentes,
la cesación de la condición de imputado y el archivo judicial, lo cual, de ninguna
manera, significa la extinción de la acción penal, pues la investigación podrá ser
reabierta, ...cuando surjan nuevos elementos que lo justifiquen, previa
autorización del juez... Tal como, también correctamente, lo expresó la
legitimada pasiva, la inactividad procesal producirá el efecto extintivo de la
acción penal, sólo en los términos de los artículos 108 y 110 del Código Penal,
los cuales aún no eran aplicables al proceso penal que se examina .
(Subrayado de esta Sala).

En consonancia con el criterio anteriormente transcrito, se colige que


en aquellos casos en los cuales el tribunal de control decrete el archivo de
las actuaciones llevadas en el curso de cualquier proceso penal, ante la
evidente inactividad del Ministerio Público en cumplir con el ejercicio de la
acción penal que tiene atribuida en nombre del Estado, tal declaratoria no
da lugar per se a la caducidad de la acción ni a su efecto extintivo, pues solo
comporta la cesación de las medidas de coerción vigentes y la condición de
imputado para el presunto responsable de los hechos, dejando incluso
abierta la posibilidad para que la víctima, o el Ministerio Público, de
aparecer nuevos elementos, puedan solicitar su reapertura, de conformidad
con lo establecido en el artículo 296 del texto adjetivo penal, aplicable
supletoriamente al caso en concreto.

En razón a lo antes expuesto, esta Sala estima que no se constata de la


decisión dictada, el 2 de marzo de 2017, por la Sala n. 1 de la Corte de
Apelaciones del Circuito Judicial Penal del Estado Zulia, que esta haya
incurrido en omisiones que resulten impeditivas del goce o ejercicio de los
derechos y garantías constitucionales relativas al debido proceso o a la
tutela judicial efectiva, denunciadas como vulneradas por la parte actora;
por el contrario, quedó evidenciado que resolvió de manera concreta y
específica la impugnación formulada por el recurrente de manera fundada,
con base en la válida interpretación de normas legales aplicables al caso en
estudio, dentro de los límites de su potestad soberana de juzgar, por lo que no
se constatan que el acto de juzgamiento adversado en amparo haya incurrido
en las infracciones delatadas como vulneradas por el accionante, a quien no
le asiste la razón, siendo evidente que solo pretendió, a través del ejercicio de
la acción de amparo, impugnar el fondo de la decisión que declaró sin lugar
el recurso de apelación que interpuso y que confirmó el fallo recurrido, por
lo tanto, tramitar dicha acción supondría tolerar el uso de esta especial vía
de protección constitucional por el mero desacuerdo del accionante contra
una decisión que no resultó favorable a sus intereses; motivo por el cual, a
criterio de la Sala, no se encuentran satisfechos los extremos legales exigidos
por el artículo 4 de la Ley Orgánica de Amparo sobre Derechos y Garantías
Constitucionales para la procedencia de la presente acción de amparo.

Al respecto, esta Sala, mediante decisión del 27 de julio de 2000 (Caso:


Seguros Corporativos, SEGUCORP, C.A. y Agropecuaria Alfil S.A.), estableció
lo siguiente:
( ) (E)n el procedimiento de amparo el juez enjuicia las actuaciones de
los órganos del poder público o de los particulares, que hayan podido
lesionar los derechos fundamentales. Pero en ningún caso, puede
revisar, por ejemplo, la aplicación o interpretación del derecho
ordinario, por parte de la administración o los órganos judiciales, a
menos que de ella se derive una infracción directa de la Constitución.
No se trata de una nueva instancia judicial o administrativa, ni de la
sustitución de los medios ordinarios para la tutela de los derechos o
intereses, se trata de la reafirmación de los valores constitucionales .

De igual modo, esta Sala ha establecido que si en el estudio de una


solicitud de amparo se observa que en el fondo dicha acción no cumple con
los presupuestos necesarios para estimar la pretensión que se haga valer,
con lo cual va a ser declarada sin lugar en la definitiva, en aras de los
principios de celeridad y economía procesal que rigen nuestro ordenamiento
jurídico, lo más idóneo es declarar la improcedencia in limine litis de la
acción de amparo constitucional propuesta (Vid. Sentencia n. 668/2003, caso:
Maroun Surcar y Sentencia No. 776/2006, caso: Jorge Eligio Mendoza
Macías).

En consecuencia, en armonía con los criterios jurisprudenciales antes


señalados, se observa que en la presente pretensión de tutela constitucional
interpuesta contra la decisión dictada por la Sala n. 1 de la Corte de
Apelaciones del Circuito Judicial Penal del Estado Zulia, no se encuentran
satisfechos los extremos legales exigidos por el señalado artículo 4 de la Ley
Orgánica de Amparo sobre Derechos y Garantías Constitucionales para su
procedencia, al evidenciarse de las actuaciones que los derechos
constitucionales del accionante no fueron conculcados en el orden normal del
proceso por la decisión adversada en amparo, la cual fue dictada dentro de
los límites de su potestad soberana de juzgar. En consecuencia, la presente
acción de amparo resulta improcedente in limine litis y así se decide.

DECISIÓN

Por las razones expuestas, este Tribunal Supremo de Justicia, en Sala


Constitucional, administrando justicia en nombre de la República por
autoridad de la Ley declara IMPROCEDENTE IN LIMINE LITIS la
presente acción de amparo constitucional propuesta por el abogado Luis Paz
Caizedo, actuando en su carácter de apoderado judicial del ciudadano
RAINIER LUIS ALMARZA HERNÁNDEZ, contra la decisión dictada, el 2
de marzo de 2017 por la Sala n. 1 de la Corte de Apelaciones del Circuito
Judicial Penal del Estado Zulia.

Publíquese y regístrese. Archívese el expediente.

Dada, firmada y sellada, en el Salón de Audiencias del Tribunal


Supremo de Justicia, en Sala Constitucional, en Caracas, a los 22 días del
mes de Junio de dos mil dieciocho (2018). Años: 208 de la Independencia y
159 de la Federación.

El Presidente,

JUAN JOSÉ MENDOZA JOVER


El Vicepresidente,

ARCADIO DELGADO ROSALES

Los Magistrados,

CARMEN ZULETA DE MERCHÁN

CALIXTO ORTEGA RÍOS

LUIS FERNANDO DAMIANI BUSTILLOS

LOURDES BENICIA SUÁREZ ANDERSON

Ponente

RENÉ ALBERTO DEGRAVES ALMARZA

La Secretaria,

MÓNICA ANDREA RODRÍGUEZ FLORES

Exp. 17-0941
LBSA/

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