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Lectura: “Moralismo, contestación y cinismo como posiciones de

enunciación de los juicios morales en la juventud peruana”


de: Gonzalo Portocarrero

1. ¿Qué temas de la lectura le han resultado más importantes y por qué?

Los temas relevantes que puedo rescatar de la lectura “Moralismo, contestación y


cinismo como posiciones de enunciación de juicios morales en la juventud peruana”
es inicialmente la exposición de las tres posiciones pertinentes a la conducta ética o
moral: la “moralista” la cual revela la perspectiva de aquellos que se aferran a las
normas establecidas de modo absoluto e indiscriminado; la segunda es la
“contestataria,” la cual involucra que la vigencia de las normas puede ser “objetada” o
“relativizada” en función de la casuística; la tercera posición seria la “cínica,”
expresada en el pensamiento de que la ley no debería o no causa ningún sentimiento
de obligación, de forma que se justificaría como bueno todo lo que conviene al
incremento del goce propio o a fines personales.

Adicionalmente es relevante hacer notar la segregación social en el que se


desenvuelven los enunciados de juicios morales, pues a pesar que el enfoque
moralista se denota presente en los grupos en general, el enfoque contestatario se
encuentra más delimitado en los grupos de jóvenes de clase media, y son los jóvenes
marginales los que más presentan la posición cínica como la única posibilidad viable.

Estos dos elementos - los juicios y la segregación social - son importantes porque
forman parte relevante de los componentes y correlatos de la expresión y conducta
moral de los sujetos en la sociedad; cobra entonces categórica relevancia al saberse
que esos juicios presentes durante la adolescencia resultan transcendentales en el
desarrollo y cimentación de la identidad personal.

2. ¿Cómo entiende la juventud peruana los juicios morales?

Si se toma en cuenta el papel predictor de los juicios morales sobre otros juicios o
comportamientos, es factible derivar que la posición del juicio moral de los grupos
muestreados influye en su nivel de tolerancia a estímulos que refuercen su posición

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en contraparte de las demás, por ejemplo, en el caso de los cínicos señalando que si
las figuras mayores – podrían ser familiares, figuras de autoridad y/o políticos – lo
hacen, ergo, nosotros estamos tácitamente autorizados a hacer lo mismo en nuestra
propia escala. Resultaría interesante vislumbrar el resultado de los juicios morales de
los participantes si sus posiciones sociales y situaciones particulares cambiaran por
la de los otros, ¿la opinión de los moralistas se volvería contestataria?, de manera
empírica, yo podría decir que sí basándome en la casuística en que los privilegiados
pierden su estatus.

3. ¿Cómo se entiende el cinismo? ¿Cuál debe ser nuestra actitud ante el


cinismo?

El cinismo se puede sintetizar en la posición: “Si no te pasas de conchudo, te matan


por cojudo.” Nuestra jerga, “conchudo” se define como el desparpajo, la insensibilidad
frente a las normas o al conceso. El conchudo es visto como el que carece de
vergüenza, en contraposición el “cojudo,” es el tonto, el que se deja, la persona que
puede ser burlada impunemente. Toda conducta social se ve reducida a dos extremos,
en los que o se abusa o eres abusado, el sentimiento natural de cualquiera es el de
no ser objeto de abuso, lo cual deja como única salida abusar, y, simultáneamente
aprobar el abuso de los demás.

Con respecto a la actitud ante el cinismo debemos considerar que nos toca a cada
sujeto aceptar que nuestro nocivo impulso depredador esta potenciado por la
expectativa de impunidad, por la libertad en poder manipular y tergiversar las normas
de manera que correspondan a mi goce. Frente a esto, una hoja de ruta seria canalizar
esa impulsividad ciega que tiende a la destrucción de sí y de los vínculos sociales, en
un proceso similar al que S. Freud llamó “sublimación”, un proceso que supone el
desarrollo de la conciencia social mediante la expresión de la cultura y la creatividad
en todas sus fases. Un ejemplo de ello se puede visualizar en las movilizaciones
juveniles estudiantiles, que nos dicen que la sociedad peruana puede ser capaz de
notar y reaccionar frente al deterioro moral del país.
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por: Víctor Martin Núñez Aragonez
Escuela Nacional de Archivística – Año 2020
Curso: Ética y deontología profesional
Docente: José Luis Abanto Arrelucea
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