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Capítulo 4
Análisis interno
b. Explotación de la dotación
4.4. El análisis DAFO
— Identificar las fortalezas y debilidades de una empresa a través de su perfil
estratégico y su cadena de valor.
El análisis interno persigue identificar las fortalezas y debilidades que tiene una
empresa para desarrollar su actuación competitiva. A continuación, estudiaremos
algunas de las principales técnicas de análisis, que han surgido tanto en la literatura
especializada como en la práctica empresarial, que investigan desde distintas ópticas la
situación interna de la empresa. Cada una de ellas recoge aspectos distintos y tiene sus
ventajas e inconvenientes. Aunque no siempre es necesario, su consideración conjunta
aporta mayor riqueza al análisis.
— Tamaño o dimensión en relación con las demás empresas del sector. Desde este
punto de vista, la empresa puede ser considerada como pequeña, mediana o grande. Es
un indicador de la cantidad de recursos que la empresa tiene a su disposición y se suele
medir por la cifra de negocios, el activo total o el número de empleados.
— Campo de actividad : combinación de productos y mercados a los que se dedica la
empresa o, alternativamente, funciones o necesidades que trata de satisfacer, grupos de
clientes a los que atiende y tecnologías empleadas para ello.
— Tipo de propiedad : pública o privada. En este último caso, según sea su estructura
de propiedad: familiar o no familiar, concentrada en pocos socios o de propiedad muy
dispersa.
— Ámbito geográfico que se atiende. Así, la empresa puede ser local, regional,
nacional o multinacional. Además, puede distinguirse entre empresas monoplanta
(instalaciones en un único lugar) y multiplanta (varias instalaciones). En este último
caso, convendría conocer si las instalaciones están geográficamente próximas o si están
dispersas.
El planteamiento más clásico del análisis interno trata de buscar las fortalezas y
debilidades de la empresa en las distintas áreas funcionales. Éstas son las distintas
actividades especializadas que toda empresa desarrolla, tales como producción,
comercialización, financiación, recursos humanos, organización, etc. Esta forma de
realizar el análisis interno se denomina análisis funcional .
— Valoración de las variables : para ello normalmente se suele utilizar una escala
Likert de 1 a 5, representativa de un comportamiento muy negativo (MN), negativo (N),
neutro o indiferente (I), positivo (P) o muy positivo (MP). Esta valoración debe ser
llevada a cabo por la alta dirección en función de la percepción que tiene de la situación
de cada variable.
Sin embargo, la utilización del perfil estratégico debe hacerse con cierta prudencia
debido a algunas limitaciones que es preciso tener en cuenta:
La cadena de valor de una empresa debe ser contemplada como una parte de un
sistema de valor más amplio que incluye las cadenas de valor de los proveedores y de
los clientes fundamentalmente. El objetivo del análisis de la cadena de valor es
identificar las fuentes de ventaja competitiva , es decir, los aspectos o partes de la
empresa que más contribuyen a la generación del valor total obtenido. Estas fuentes
pueden estar tanto en el desempeño de cada una de las actividades básicas como en
las interrelaciones entre actividades bien sean de la propia empresa o dentro del
sistema de valor.
1) Actividades primarias : son las que forman parte directamente del proceso productivo
básico, así como su transferencia y atención posventa al cliente. Éstas son:
Las actividades que conforman la cadena de valor pueden ser excesivamente generales
para un análisis en profundidad, por lo que pueden desagregarse en actividades más
específicas. Esta desagregación depende del nivel de detalle al que se quiera llegar, así
como a la posibilidad de encontrar ventajas competitivas en las actividades específicas o
en interrelaciones entre ellas dentro de una misma actividad genérica. En sentido
contrario, también pueden eliminarse algunas de ellas, como ocurre, por ejemplo, en las
empresas de servicios en las que la manipulación de materias primas y de productos
terminados no existe o es menos importante (Dess et al. , 2011: 88-89).
Con ser importantes las técnicas anteriores para el análisis interno, sin duda, la
metodología que mayor poder explicativo aporta a la identificación de las fortalezas y
debilidades de una empresa es la denominada Teoría o Visión de Recursos y
Capacidades ( Resource-Based View ) cuyo objetivo es evaluar el potencial de la
empresa para establecer ventajas competitivas mediante la identificación y
valoración estratégica de los recursos y capacidades que posee o a los que puede
acceder .
Esta teoría considera que, ante entornos turbulentos como los actuales en los que los
cambios son cada vez más frecuentes, parece más adecuado basar la estrategia en
aspectos internos que en externos. Cuanto mayor sea la importancia de los cambios en
el entorno, mayor es la probabilidad de que los recursos y capacidades sean los
cimientos seguros para la estrategia a largo plazo (Grant, 2014).
Nosotros seguiremos este último criterio, aceptando que ambos conceptos están
interrelacionados y representan dos niveles de agregación de los elementos que
determinan el potencial de la empresa para competir. En un primer nivel, estarían los
recursos o activos individuales, que constituyen las unidades básicas del análisis.
Éstos pueden definirse como el conjunto de factores o activos de los que dispone y
que controla una empresa . Ejemplos de recursos pueden ser dinero, activos fijos,
patentes, marcas comerciales o recursos humanos.
Ahora bien, en la mayoría de los casos, estos recursos no crean valor por sí solos, sino
que deben ser adecuadamente combinados y gestionados, generando una capacidad ,
que se refiere a la habilidad de una empresa para llevar a cabo una actividad
concreta e implica una combinación de recursos y pautas o rutinas organizativas.
Ejemplos de capacidades podrían ser desde conceder un préstamo por parte de una
entidad bancaria, gestionar un envío por parte de una empresa de paquetería urgente o
crear y poner en marcha un proyecto de I+D o una campaña de publicidad.
Las capacidades constituyen un segundo nivel de análisis y también pueden ser entendidas
como competencias o habilidades colectivas de la organización. De este modo, los recursos y
capacidades de la empresa constituyen el conjunto de elementos, factores, activos,
habilidades, atributos que la empresa posee o controla y que le permiten formular y poner en
marcha una estrategia competitiva y, en su caso, influir en la estrategia corporativa.
Los recursos tangibles son los que tienen una existencia física y normalmente son más
fáciles de identificar y medir a través de la información que nos proporcionan los estados
contables. En concreto, se encuentran identificados en el balance de situación, en el
activo de la empresa y medidos con criterios contables. Dentro de los recursos tangibles
podemos distinguir entre los activos físicos (edificios, maquinaria, mobiliario,
herramientas, etc.) y financieros (disponibilidades, derechos de cobro, capacidad de
endeudamiento, etc.).
Los recursos aportados por las personas a la empresa, lo que se conoce en terminología
económica como « capital humano », hacen referencia no tanto a las personas como
tales cuanto a sus conocimientos, entrenamiento, experiencia, motivación, capacidad de
adaptación, habilidad de razonamiento y decisión, lealtad y compromiso con la empresa,
etc.
En general, podemos señalar que las capacidades están ligadas al capital humano y se
apoyan sobre todo en los activos intangibles, especialmente el conocimiento tecnológico
y organizativo de la empresa (Fernández et al ., 1997: 13). Las capacidades son, por
definición, intangibles por lo que no siempre resulta fácil distinguir entre lo que son
recursos intangibles -especialmente los organizativos- y lo que son capacidades. Por
este motivo, muchos autores prefieren hablar de recursos en general para referirse a
ambos conceptos. López Sintas (1996) establece dos criterios clave para distinguir
entre recursos y capacidades:
Como consecuencia de todo lo anterior, resulta mucho más difícil identificar y clasificar
las capacidades que los recursos. A pesar de ello, es importante que la empresa realice
un inventario de las actividades y problemas que es capaz de llevar a cabo o resolver
adecuadamente. Para ello, puede ser útil clasificar las capacidades de acuerdo con un
criterio funcional o a partir de la utilización de la cadena de valor (Grant, 2014).
Las capacidades, al igual que los intangibles, presentan importantes dificultades para su
identificación y medición. La Teoría o Visión de la Empresa basada en el Conocimiento (
Knowledge-Based View ) utiliza el término capital intelectual para identificar y medir
todos los recursos basados en el conocimiento, es decir, los recursos intangibles y las
capacidades, que, por definición, son intangibles. Aunque existen distintas propuestas,
los modelos de capital intelectual desarrollan un conjunto de variables e indicadores
para medir de forma aproximada el conjunto de intangibles de una empresa.
Para que un recurso o capacidad pueda generar una ventaja competitiva debe cumplir
dos requisitos:
Por otro lado, hay que tener en cuenta que los intangibles, al estar basados en la
información y el conocimiento, presentan otras dos características que aumentan su
durabilidad:
— Son susceptibles de uso simultáneo para distintas funciones, sin que pierdan la
utilidad en ninguna de ellas. Tal es el caso de la marca que se puede utilizar al mismo
tiempo para distintos productos.
— Tienen una aplicabilidad ilimitada en su uso, de tal forma que pueden ser utilizados
indefinidamente cuantas veces se quiera en distintos procesos o productos.
b.2) Transferibilidad : Este criterio tiene que ver fundamentalmente con la existencia o
no de mercado para que pueda producirse la transferencia de activos entre empresas.
Si existe mercado, los recursos pueden moverse a través de procesos de compraventa.
Pero si no existe mercado o los recursos son de difícil transferencia, aquellas empresas
que los posean pueden mantener su ventaja competitiva en el tiempo.
Algunos recursos, sobre todo los tangibles, son fácilmente transferibles como, por
ejemplo, materias primas, componentes, terrenos, etc., para los que existe un mercado
convencional. Sin embargo, otros recursos no son tan sencillos de transferir. Por
ejemplo, algunos recursos tangibles, como las grandes plantas y máquinas, presentan el
problema de la inmovilidad geográfica por la dificultad para cambiar su localización. Por
su parte, la mayoría de los intangibles presentan importantes problemas de
transferibilidad por las siguientes razones:
b.3) Imitabilidad : hace referencia a la capacidad que tengan los competidores para
replicar los recursos y capacidades que posea la empresa, desarrollando internamente
otros iguales o similares que tengan los mismos efectos. A medida que una empresa
cuente con recursos inimitables podrá mantener su ventaja competitiva en el tiempo. La
mejor protección frente a la posible imitación es el desconocimiento de las empresas
competidoras acerca de la base sobre la que se asienta esa ventaja, lo que recibe el
nombre de ambigüedad causal (Lippmann y Rumelt, 1982).
Al igual que ocurre con criterios anteriores, cuanto más compleja sea una capacidad,
más difícil es de imitar. Ello se debe a la mayor ambigüedad causal existente así como a
la necesidad de imitar un conjunto de recursos y la forma en que se interrelacionan. En
cualquier caso, la posibilidad de que los recursos y capacidades sean imitados o
sustituidos por los competidores dependerá del potencial que tengan éstos para
replicarlos o para conseguir otros alternativos.
Por ejemplo, la banca española dispone de una capacidad valiosa a través de la amplia
red de oficinas en el territorio nacional. La banca extranjera ha intentado conseguir esta
capacidad mediante la compra de bancos españoles o imitarla mediante la creación de
una red de oficinas propia. Pero casi todos los intentos han fracasado por el alto coste
que suponen ambas opciones. Algún banco ha optado por sustituir la forma tradicional
de llegar a los clientes utilizando las nuevas tecnologías: la banca por Internet. Ello le ha
permitido captar un importante volumen de depósitos sin recurrir a comprar ni a imitar la
capacidad básica de la banca tradicional.
Aun cuando una empresa logre y mantenga una ventaja competitiva sobre sus rivales,
puede que no consiga apropiarse de la rentabilidad extraordinaria que genera dicha
posición de ventaja. Que lo consiga o no dependerá de los derechos de propiedad de
los activos disponibles. El criterio de apropiabilidad hace referencia al grado en el cual
estén definidos los derechos de propiedad sobre los recursos y capacidades que son
fuente de ventaja competitiva. En la medida en que tales derechos estén bien
establecidos, las empresas poseedoras de los recursos se apropiarán de las rentas
derivadas. En caso contrario, no se puede asegurar dicha apropiación.
Los derechos de propiedad sobre los recursos tangibles -activos financieros y físicos-
son fácilmente identificables. También pueden establecerse derechos de propiedad en
ciertos activos intangibles como patentes, marcas o logotipos. Sin embargo, para otros
muchos intangibles, como el personal, la reputación, la cultura, la fidelidad de los
clientes, la confianza de los aliados, etc., no pueden definirse estos derechos porque su
propia naturaleza lo impide.
Sin embargo, en el diseño de los contratos de trabajo cobra mucha importancia el poder
relativo de negociación entre la empresa y los trabajadores para determinar la forma de
reparto de rentas entre ellos. A medida que el poder de negociación de los
individuos sea mayor, la apropiación de rentas por parte de la empresa será
menor .
Una alternativa que tiene la empresa para aumentar sus rentas es establecer contratos
de trabajo en los que las retribuciones dependan de la contribución a la generación de
resultados. De esta forma, los intereses de los individuos se alinean con los objetivos de
la empresa.
Los recursos y capacidades en un equipo deportivo
• Intangibles no humanos: prestigio (un equipo se cotiza más que otro para un partido
amistoso de acuerdo con su prestigio e historial), sistemas de gestión (económica,
captación de socios, etc.), nombre del equipo, logotipo.
Esta última, por ejemplo, requiere de un reconocimiento rápido por parte de cada
defensa de la situación en que debe ser aplicada -habilidades individuales-, así como
una coordinación tácita y perfecta de movimientos para dejar al contrario en fuera de
juego -habilidad colectiva-. El más mínimo fallo en la aplicación de la táctica puede
hacer vulnerable al equipo. El equipo que realiza con perfección esta táctica consigue
una capacidad distintiva que reduce las posibilidades ofensivas del rival.
Evaluación de los RyC : los principales criterios aplicados a un equipo de fútbol serían:
Un riesgo para la entidad está en que el jugador decida no poner en práctica sus
habilidades al servicio del colectivo. La entidad no puede obligarle fehacientemente a
hacerlo. Una forma de defenderse de esta actitud es vincular la remuneración del
jugador con el rendimiento individual (partidos jugados) o con el colectivo (primas por
ganar partidos). Otro aspecto interesante de la apropiabilidad está en el reparto de
rentas con los jugadores. En la medida en que la aportación individual de un jugador al
éxito del equipo es más significativa y el equipo depende más de sus habilidades para
obtener éxitos, el jugador puede negociar mejoras sustanciales en su contrato bajo la
amenaza de fichar por otro equipo.
Desde el punto de vista del análisis interno, la identificación y valoración de los distintos
recursos y capacidades que la empresa posee permite diagnosticar los puntos fuertes
sobre los que construir o formular la estrategia (recursos y capacidades más valiosos) y
los puntos débiles (recursos y capacidades poco valiosos o que no se poseen en la
cantidad y/o calidad necesarias). Pero ninguna empresa, por valiosa que sea, puede
tener, de forma indefinida, todos y los mejores recursos y capacidades que necesita a lo
largo del tiempo.
Estas actividades son clave para el éxito de una estrategia y pueden considerarse como
una capacidad dinámica especialmente valiosa orientada a mejorar, renovar y ampliar la
dotación de recursos y capacidades y explotar rentablemente los disponibles. La
responsabilidad de la gestión corresponde a la alta dirección por lo que su análisis tiene
que ver directamente con las capacidades directivas. Es lo que algunos autores han
denominado como la capacidad de «orquestación de recursos» (Sirmon et al. , 2007,
2011).
a. Mejora de la dotación
— Cuáles son los que entrañan mayor potencial para la generación, sostenimiento y
apropiación de la ventaja competitiva.
Ahora bien, de poco sirve tener recursos y capacidades superiores a los de los
competidores si no se sabe cómo explotarlos adecuadamente ni cuáles de ellos van a
ser más importantes para alcanzar el éxito. La estrategia que se vaya a definir con
posterioridad deberá tener en cuenta cómo explotar eficazmente las fortalezas derivadas
de los recursos y reducir la vulnerabilidad que representan las debilidades. Las formas
mediante las que se pueden explotar mejor las fortalezas derivadas de una dotación
superior de recursos pueden ser tanto internas (estrategia competitiva y corporativa)
como externas (comercialización de recursos):
1) Estrategia competitiva . La principal vía para la explotación de recursos y
capacidades es a través de su utilización en las actividades actuales de la empresa. Si
los recursos son estratégicamente valiosos, constituyen la base fundamental sobre la
que se construye la estrategia para generar una ventaja competitiva.
Consiste básicamente en representar en cada una de las áreas de la matriz DAFO, los
puntos fuertes y débiles con los que cuenta la organización, así como las oportunidades
y amenazas que la empresa puede encontrar en su entorno. El diseño de la matriz es
meramente cualitativo, expresándose en cada cuadrante los aspectos más relevantes
de cada factor. Un ejemplo de matriz DAFO aparece en la figura de la aplicación 4.9.
El análisis DAFO puede hacerse al principio del proceso de análisis estratégico, como
una forma de tormenta de ideas para poner sobre la mesa los principales aspectos del
mismo. Pero, a nuestro modo de ver, debería realizarse al final del proceso como una
síntesis o resumen de las principales conclusiones obtenidas con otras herramientas
como el perfil estratégico, el modelo de las cinco fuerzas, la cadena de valor, etc. De
esta manera, se consigue resumir los análisis interno y externo, proporcionando una
visión global de la situación en la que se encuentra la empresa para diseñar la
estrategia.
Además, permite sensibilizar a la dirección acerca de las cuestiones clave que tiene que
abordar a la hora de elegir la estrategia. Así, el análisis DAFO sugiere las principales
acciones genéricas que es preciso emprender para elegir una buena estrategia:
aprovechar las oportunidades del entorno, evitar sus amenazas, mantener y reforzar las
fortalezas y corregir las debilidades de la empresa (Duncan et al. , 1998). Finalmente, se
puede señalar que el análisis DAFO es una herramienta muy popular y, por ello,
estándar. Quizás esta popularidad viene de su gran sencillez conceptual para su
aplicación.
A pesar de las anteriores ventajas, es una herramienta estática que muestra la foto de la
situación en un momento del tiempo pero que no aporta pistas acerca de la evolución
pasada y posible evolución futura del entorno o de la empresa. Por otro lado, adolece de
integración entre los análisis externo e interno, al no establecer relaciones entre las
variables clave que componen ambos sistemas. Además, el análisis DAFO no permite
identificar la mejor estrategia para la empresa ni señala los pasos más adecuados para
realizar un cambio estratégico necesario (Dess et al. , 2011). Las acciones que se
sugieren son muy genéricas y sirven para cualquier situación, no especificando cómo
hacerlo realmente en cada situación concreta.
OPORTUNIDADES AMENAZAS
• Gran consumo de horas de TV y crecimiento • Disminución de los recursos financieros del
uso de dispositivos móviles que permite públicos y privados dedicados a la actividad distribuir
contenido de mayor valor añadido: TV audiovisual a la carta
• Limitación de espacios publicitarios en TVE • Menores barreras de entrada al haber menos
(Ley 8/2009) y cierre de otros canales limitaciones legales y tecnológicas para competir
• Menores barreras de salida: mayor facilidad • Menores barreras de movilidad entre la TV en
para arrendar o ceder las licencias de TV (Ley abierto o de pago y entre las diferentes
7/2010) tecnologías (TDT, Cable, Satélite e IP)
• Mayor presión para el cierre de páginas • Gustos y tendencias de la sociedad
ilegales en internet cambiantes
• Gran poder de negociación frente a • Nuevas plataformas tecnológicas que
anunciantes y agencias de publicidad permiten al anunciante acceder directamente al
público objetivo
FORTALEZAS DEBILIDADES
• Coliderazgo en el mercado audiovisual y • Pérdida sostenida de audiencia en su principal
publicitario canal generalista (Antena 3)
• Diversificación de ingresos: radio, e-• Compleja integración cultural, organizativa y commerce ,
organización de eventos, productiva entre las empresas del grupo consultoría, etc.
• Reputación frente a los distintos agentes y • Elevado riesgo derivado de la integración
RSC vertical y estrecha relación entre negocios
• Grandes capacidades de marketing digital y • Limitada presencia internacional
neuromarketing
• Fuerte capacidad tecnológica y de innovación • Elevado nivel de endeudamiento
• Mejor preparación para la distribución decontenido a demanda por internet (plataforma
AtresPlayer)
(especialmente pasivo corriente)
• Dificultad para la refinanciación de las deudas
Una versión ampliada de esta aplicación aparece pinchando en el título.
✔ LA CADENA DE VALOR
• Identificar las fuentes de ventaja competitiva a través del criterio de
desagregación de actividades: actividades primarias y de apoyo
✔ EL ANÁLISIS DAFO
• Resumen de las fortalezas, debilidades, oportunidades y amenazas del análisis
estratégico: la matriz DAFO
— Razonar por qué los intangibles (tanto recursos como capacidades) pueden ser una
mejor base de una ventaja competitiva sostenible para la empresa.
— ¿Qué alternativas tiene una empresa para conseguir los recursos y capacidades que
necesita?
4.b. Identificar en una empresa los recursos y capacidades con los que cuenta y evaluar
el potencial estratégico de cada uno de ellos.
4c. Identificar cómo una empresa mejora su dotación de recursos y capacidades y cómo
los aplica a su estrategia competitiva, a su estrategia corporativa o a su comercialización.
Puede profundizar los contenidos de este capítulo en GUERRAS y NAVAS (2015, cap. 6),
DESS et al . (2011, cap. 3), GRANT (2014, cap. 5) y VENTURA (2008, cap. 12).
*
En la elaboración de la cadena de valor se han incluido también algunas de las ventajas competitivas fruto de las
relaciones entre las propias actividades de la empresa (eslabones horizontales, EH) y las relaciones con otros
agentes del sistema de valor (eslabones verticales, EV). En el caso de los eslabones horizontales, se enumeran
para su identificación con la/s actividad/es complementaria/s.
1
Barney (1991) propone el conocido modelo VRIN, acrónimo de las cuatro características que deben reunir los
recursos para ser valiosos: Valuable, Rare, Inimitable, Nonsubsitutable . Estas cuatro características van a ser
incluidas en el modelo ampliado que proponemos.
2
La dotación de recursos y capacidades también es relevante en el éxito de las estrategias funcionales, si bien
este aspecto no es objeto de análisis en este libro.