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José Miguel Sánchez Oropesa

Nació el señor Sánchez Oropesa en Huatusco, perteneciente al Estado de


Veracruz, por dos años de 1780 a 1781, siendo sus Padres el señor don Jacinto
Sánchez Bañuelos y la señora doña Mariana Oropesa Gómez Dávalos, ambos de
familias distinguidas.
Comenzó sus estudios en el Seminario de Puebla en el año de 1793,
distinguiéndose mucho por su dedicación y obteniendo buenas calificaciones.
Desempeñó siempre con lucimiento los actos literarios, presidió las conferencias y
obtuvo por oposición el primer lugar. Vino a la ciudad de México a graduarse en la
Universidad, siendo aprobado y regresando a Puebla donde ocupó la beca de
merced, con que lo favoreció el Obispo de aquella diócesis señor Bienoica, por el
examen del curso de artes.
Continuó con mucho entusiasmo y éxito sus estudios, terminando en 1801 el curso
de teología y graduándose en la Universidad de México; después en Cánones,
llegando ser substituto de ambas cátedras.
Fue nombrado catedrático de lugares teológicos de artes, pero sólo aceptó el
primer nombramiento; después se le designó para otros cursos la latinidad,
desempeñando los con bastante acierto.
Revista jarocha
En octubre de 1804 se opuso a los curatos vacantes con todo éxito y en diciembre
de ese mismo año, se graduó en México como bachiller en Cánones. Después de
graduado hizo su práctica en el colegio de Puebla y en el estudio del licenciado
don José María Ponce y Rincón.
En 1807 continuó en México sus estudios de abogado; presentó su examen
profesional resultando probado por unanimidad y obteniendo el título
correspondiente en abril de 1808 y se incorporó al ilustre Colegio de Abogados.
Hay que advertir que el señor Oropesa hizo sus estudios con muchos sacrificios,
pues aunque era de familia distinguida, estaba en la penuria. En
Después de haber obtenido el título de abogado, pasó a fijar su residencia a la
ciudad de Orizaba donde hizo mucho bien y desempeño diversas comisiones. Fue
Regidor Segundo del Ayuntamiento que se creó en 1813, también lo fue en el del
siguiente año y más tarde Alcalde.
En 1816 el Obispo de Puebla, Pérez y Martínez, lo honró dándole el título de
Promotor Fiscal de la Vicaria Foránea. El cura de ésta quiso que el Promotor
abrazara la carrera eclesiástica y aunque existía el obstáculo de que el joven
abogado no tenía patrimonio, ni capellanía, fue vencido y se nombró al señor
Oropesa párroco del curato de Santa María Ixtaczoquitlán, pueblo cercano a
Orizaba. Sus funciones y trabajos parroquiales los desempeño de una manera
ejemplar.
Designado Rector y Capellán del Hospital de Mujeres de Orizaba en el año de
1825, distinguiéndose por los bienes que derramó.
Pero uno de los servicios más eminentes que prestó este abogado y eclesiástico
fue en el ramo de instrucción en su Estado natal. Desde hacía mucho tiempo
había tenido la idea de fundar en la ciudad de Orizaba una escuela, que sirviendo
de sucursal al Seminario de Puebla, proporcionara hombres honrados, ilustrados y
útiles al Estado, así como virtuosos y sabios sacerdotes a la Iglesia. Por su
reconocida pobreza era difícil o casi imposible que realizara esta idea, este deseo
constante; pero no desmayó y salvando innúmeros obstáculos, pasando por
multitud de sacrificios y después de muchos afanes en que puso en juego su
buena voluntad y ardiente afán por fomentar la instrucción, realizó su objeto. Para
lograrlo solicitó la ayuda del Ayuntamiento, de la Legislatura, del Gobernador, y de
las Diputaciones de los distritos cosecheros de tabaco y consiguió que el
Congreso del Estado expidiese los decretos del 12 de octubre de 1824 y del 19
de febrero de 1825 erigiendo en Orizaba el Colegio Nacional bajo la protección del
Estado. A él, pues, se le debe la gloria de haber fundado un plantel de educación
que tanto bien acarreara en esa región. El 17 de marzo de 1825, se inauguró el
nuevo plantel y el señor Sánchez Oropesa fue nombrado con mucha justicia
primer Rector.
Tropezó con arduas dificultades; tuvo serios disgustos y penas que amargaron un
tanto la existencia del virtuoso fundador; pero no desistió de su empresa y no
obstante ver combatidos sus esfuerzos, logró que los estudios se ensancharan
cada vez más en el plantel y que el 17 de junio de 1826 la Legislatura del Estado
expidiera un decreto facultando al Colegio para conferir todos los grados menores
literarios. Abrió también al público un gabinete de lectura.
Atendió el colegio durante cinco años y medio, con verdadero cariño paternal,
proporcionándole recursos, y sin cobrar él emolumentos; después, por particulares
circunstancias, solicitó y obtuvo por oposición el curato de Jalapa, trasladándose a
esa ciudad, lo que bastante sintieron sus discípulos.
Allí no sólo desempeño el señor Oropesa sus funciones de sacerdote, sino que fue
nombrado primer sinodal para los exámenes de abogados y escribimos por el
Ministerio de Justicia de la Nación. Antes había sido facultado para ejercer la
abogacía en lo cual no obstante su carácter eclesiástico.
En 1830 fue nombrado por el Congreso veracruzano, Juez de Sala formada para
el conocimiento de los recursos de nulidad que se entablasen de los juicios de los
Tribunales Superiores. Además fue Promotor Fiscal y Defensor de la Diócesis de
Puebla. Quinto Vocal del Colegio de Abogados de esa misma ciudad, Provisor y
Vicario General del Obispado, Juez del Tribunal de la Fe y Mayordomo de
Capellanía puesto que desempeño hasta el mes de agosto de 1838. Por causa de
enfermedad se trasladó a la ciudad de México y desgraciadamente no consiguió
alivio. Falleció el 7 de septiembre de 1838 en esta ciudad.
En Orizaba se formó una sociedad que llevó el nombre de tan ilustre y benéfico
sacerdote, para honrar la memoria del benemérito fundador y primer Rector del
Colegio del Estado en ¨Pluviosilla¨.
Noticias Históricas del Colegio Preparatorio de Orizaba

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