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El Padre Julio María Matovelle fue un sacerdote ecuatoriano nacido en 1852 en Cuenca. Tuvo una infancia difícil debido a su pobreza. Estudió en el Seminario Teológico de Cuenca y la universidad, donde se graduó en derecho. En 1879 decidió dedicar su vida al sacerdocio. Fue ordenado sacerdote en 1880 y fundó varias revistas y centros literarios. También fue un destacado político que luchó por la libertad y fue exiliado. Murió en 1929 en Cuenca, dej
El Padre Julio María Matovelle fue un sacerdote ecuatoriano nacido en 1852 en Cuenca. Tuvo una infancia difícil debido a su pobreza. Estudió en el Seminario Teológico de Cuenca y la universidad, donde se graduó en derecho. En 1879 decidió dedicar su vida al sacerdocio. Fue ordenado sacerdote en 1880 y fundó varias revistas y centros literarios. También fue un destacado político que luchó por la libertad y fue exiliado. Murió en 1929 en Cuenca, dej
El Padre Julio María Matovelle fue un sacerdote ecuatoriano nacido en 1852 en Cuenca. Tuvo una infancia difícil debido a su pobreza. Estudió en el Seminario Teológico de Cuenca y la universidad, donde se graduó en derecho. En 1879 decidió dedicar su vida al sacerdocio. Fue ordenado sacerdote en 1880 y fundó varias revistas y centros literarios. También fue un destacado político que luchó por la libertad y fue exiliado. Murió en 1929 en Cuenca, dej
Sacerdote, abogado, poeta y político, nacido el 8 de septiembre de 1852 en
la ciudad de Cuenca, hijo de don Santiago Matovelle y doña Juana Maldonado. Por la naturaleza de la familia, el pequeño tuvo una infancia muy miserable, primero vivió con su tía que murió cuando él tenía 5 años pero ella fue quién le ayudo a recibir el sacramento de la confirmación en el que se le otorga su nombre de María en recuerdo del día de su nacimiento, por esos mismos tiempos encontró una estampilla de nuestra señora de los dolores que formo gran parte de su avance religioso, político y estudiantil , luego fue criado por un indio de un lugar cercano a Cuenca, y finalmente pasó a una madre del pueblo llamada María Quinde quien lo amaba y cuidaba como una verdadera madre y lo guiaba por el camino de la virtud y de Dios también con ella recibió la comunión , aunque por su pobreza no podía darle suficiente alimento, por lo que el niño se volvió débil y enfermizo. Antes de cumplir sus 10 años el estudio en una escuela improvisada de cuenca en el convento de Santo Domingo .En época de vacaciones trabajo en una hacienda que fue donde ocurrieron dos hechos milagrosos, él cayo accidentalmente en un río, por lo que uno de los trabajadores decidió empezar una búsqueda de su cadáver pero al buscar río abajo lo encontraron sano y salvo, el segundo hecho milagroso ocurre cuando él estaba descansando porque estaba muy enfermo y empieza un temblor que hiso que el techo cayera y cuando lo fueron a buscar lo encontraron sin ningún rasguño o herida. A los 10 años ingresó al Seminario Teológico de Cuenca, donde se licenció en 1871, e inmediatamente ingresó a la universidad para estudiar derecho. Amaba la literatura que a sus 20 años creo un grupo juvenil de literatura y dedicaba todo el tiempo libre que la universidad le permitía a estudiar. Leyó y estudió todos los libros que caían en sus manos, especialmente los de autores antiguos que le fascinaban. No precisamente por la perfección de la forma, sino por su fuerte sentido de la sencillez y la autenticidad. Para completar estos estudios, tomó también entre sus manos el Nuevo Testamento y lo estudió profundamente para nutrirse de las Epístolas. En octubre de 1878 cuando él tenía 26 años abandono su casa dejando sola a su hermana mayor y se fue a vivir en el seminario.Ahí fue donde se sometió una vida de recogimiento y oración, en busca de su verdadera vocación, el 26 de mayo de 1879 se preparo para recibir el sacerdocio, antes de tomar esa decisión consulto las sagradas escrituras y comprendió que era la voz de Dios que lo llamaba y en el transcurso de su preparación para recibir su preparación para recibir su sacerdocio, hiso una lista de propósitos para su nueva vida: - “Adquirir perfección sacerdotal” - “Acatar gustos de la voluntad divina expresada a través de mis superiores” - “Amar a dios y al prójimo” - “Todo para dios y para Dios” - “Esforzarse en honrar y hacer honrar el santísimo sacramental de Jesús y de la Virgen María” En ese momento fundó el "Liceo de la Juventud", al que pertenecían los jóvenes más brillantes de la intelectualidad conquense de entonces, como Remigio Crespo Toral, Honorato Vásquez, Alberto Muñoz Vernaza y otros. En 1877 se doctoró en Jurisprudencia y Ciencias Religiosas y fue ordenado sacerdote el 21 de febrero de 1880 por el Hon. Estévez de Toral, Obispo de Cuenca. Asistió a varios mítines y congresos como representante de su provincia, y su elocuencia y erudición lo hicieron famoso políticamente, pero también significó la libertad del Gral. Eloy Alfaro El gobierno lo volvió hostil y lo exilió al Perú. Su trayectoria literaria lo ha llevado a poner en marcha numerosas revistas y centros literarios como "Luciérnaga", "El Liceo de la Juventud", "La República del Sagrado Corazón de Jesús", "La Academia del Derecho Público", "El Boletín de la “La Catedral del Sagrado Corazón” y “La Regla Social de Jesucristo.” Obras como “Documentos Históricos de la Virgen Mariana de Jesús” demuestran sus cualidades literarias y profundas creencias religiosas. Gracias a su esfuerzo recibió sacerdotes salesianos en el Ecuador, fue el iniciador, defensor y constructor de la Catedral del Voto Nacional y el monumento a Nuestra Señora del Panecillo, fue el fundador del pueblo Sagrado Corazón de Jesús y María. y numerosos centros históricos, patrióticos y de bienestar social. "Por donde iba quería sembrar buenas semillas, y las sembraba con su palabra y sobre todo predicaba con el ejemplo. En los primeros años entre sus pares, luego en la vida pública, en la Asamblea Nacional, en los monasterios, en las órdenes que fundó, entre sus discípulos, durante su misión, en la sagrada cátedra, entre sus amigos, entre sus compatriotas, entre todos los que lo conocieron Dondequiera, dondequiera que su noble empresa lo ha llevado, siempre lo ha hecho así con el carácter inalterable y generoso de un sembrador de bondad innato” (Lucio Salazar Tamariz.- Una Comarca y sus Destellos, pp. 129 págs.). Honrado por sus obras y virtudes sobrenaturales, murió en Cuenca su ciudad natal el 18 de junio de 1929, dejando un ejemplo resplandeciente en este mundo y llorado por la Iglesia y la Patria. Su causa estaba abierta al proceso de beatificación, y en marzo de 1994 el Vaticano reconoció sus virtudes y milagros.