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TRATADO DER.

ECHO
DE
DE

D 1-1',R1-1;CITO CIVIL O BLIGACION ES


POR
POR

LUDWIG ENNECCERUS
LUDWIG ENNECCERUS 1- THEODOR FLIPP t Profesor que fu& en l• Universidad de Narburil. Consejero Secreto de Justicia

Undécima rcolsrdre por


MARTIN WOLFF
HENRICH LEHIvIANN
Profesor en la Universidad de Colora'.

Traducción do alemán por


TRADUCCIÓN DE LA 35.' EDICIÓN ALENANA .

BLAS PÉREZ GONZÁLEZ Y JOSÉ ALGUERt Estudios do comparación y adapiación a la leklislacidn y jurisprudencia aapadolos por
Catedrático de Derecho Cirli Catedrático de Derecho Civil
BLAS PÉREZ GONZÁLEZ y JOSÉ ALGUER
Catedrático de Derecho Civil Catedrático de Derecho Civil

Volumen primero
Segundo tomo
DOCTRINA GENERAL
DERECHO DE OBLIGACIONES
SEGUNDA EDICIÓN
1 al cuidado de

JOSÉ PUIG BRUTAU


Abogado del Ilustre Colegio de Barcelona

BOSCH, CASA EDITORIAL / Urgel, 51 bis / BARCELONA


BOSCH, CASA EDITORIAL / Urgel, 51 bis / BARCELONA
xx indice de abreviaturas

Warn = Warneyer Jahrbuch der Entscheidungen.


WarnRspr. =-• Véase RG Warn.
WBcIStaatsR = Stengel-Fleischmann, Wfirterbuch des Staats- und Ver-
waltungsrechts. LIBRO SEGUNDO
WG = Wassergesetz.
WO = Allgemeine deutsche Wechselordnung.
WürttJ = Jahrbücher der Württembergischen Rechtspflege. DERECHO DE OBLIGACIONES (*)
WürttRpflZ = Württembergische Zeitschrift für Rechtspflege und
Verwaltung.
WürttZ = Zeitschrift für die freiwillige Gerichtsbarkeit in Württem-
berg.
PRIMERA PARTE
Z. Zeitschrift, Zeitung, zu, zum, • zur.
ZBII =-- Zentraiblatt für Handelsrecht. DOCTRINA GENERAL
ZBIFG = Zentralblatt für freiwillige Gerichtsbarkeit.
ZfAgrarR=-- Zeitschrift für Agrar- und Wasserreght.
ZfAus1R = Zeitschrift für auslándisches und internationales Privat- CAPÍTULO I
recht (desde 1928).
ESENCIA Y CONTENIDO DE LAS OBLIGACIONES
ZfBerglt = Zeitschrift für Bergrecht.
ZfIIR = Goldschmidts Zeitschrift für das gesamte Handelsrecht.
ZfRG = Zeitschrift für Rechtsgeschichte. I. CONCEPTO Y EFECTOS
ZfVersW = Zeitschrift für die gesamte Versicherungswissenschaft.
ZfvergRW --=. Zeitschrift für vergleichende Rechtswissenschaft. § 1 (§ 225). Concepto (")
ZivA =Archiv für die zivilistische Praxis.
ZPO = Zivilprozessordnung. El § 241 del C. c. dice: "En virtud de la obligación el acreedor
ZPR (ZivPr) = Zivilprozessrecht. tiene derecho a exigir del deudor una prestación. La prestación puede
Reichsgesetz über Zwangsvesteigerung und Zwangsverwaltung consistir también en una omisión." Esta definición puede perfilarse
von 24. 5. 1897. algo más diciendo que derecho de crédito es el que compete a una per-
ZZP (ZZPr) Zeitschrift für deutschen Zivilprozess. sona, el acreedor, contra otra persona determinada, el deudor, para
la satisfacción de un interés diáno de protección que tiene el primero I.

(*) SAVICNY, Obligationenrecht, 2 tomos (que sólo comprenden el principio


de las doctrinas generales) 1851, 1853; 1Cocii, Recht der Forderuug nach gemei-
nen und preussischen Recht, 3 tomos, 2.• ed. 1859, 1860; RYCX, Lehre von den
Schuldverháltnissen, 1883; HASENUIRL, Oesterreichisches Obligationenrecht, to-
mos I y II sección 1, 1878-1886; CROME, Die Grundlehren des franzüsischen Obli-
gationenrechts. 1894; STAMMLER, Recht der Schuldverhültnissen in sem en engem.
Lehren, 1897; FRIEDRICHS, BürgA 42 p. 28 (aplicabílidad a las obligaciones del
derecho público); KRESS, Lehrbuch des Allgem. Schuldrechts, 1929; 11Ecx Grun-
driss des Schuldrechts, 1929 Fr. LEONHARD, Allgem. Schuldrecht des BGB 1929.
(") SAVICNY, Obl. I §§ 2-4; KUNTZE, Obligation und Singularsukzession,
1856, 1857 §§ 1-6; HARTMANN, Dio Obligation (1875), especialmente p. 20-62 y
p. 117 ss.; KUNTZE, Die Obligation im rümischen und heutigen Recht, 1886;
II IERLINO, Itritik der Grundbegriffe II p. 198 ss.; RYCX, Schuldverháltnisse
p. 3 ss.; STAzdaiLeft, op. cit. p. 1 ss.; KOHLER, BürgA 12 p. 1 ss.; PLANCIC II, ad-
vertencias preliminares p. 1 ss.; SCHOLBIEYER, advertencias preliminares al,
§ 241; WINDSCHEID-KIPP § 251; SrsEu, Der Rechtszwang im Schuldverb., 1903;
SCHMINCER, Leistungsgescháfte des BR, 1906; DNISTRJANSICI, Dingl. und per-
sünl. Recite, DoginJ 78 p. 87 ss.
1 Los romanos la definen: Obligationum substantia non in co consistit, ut
aliquod corpus nostrum aut servitutem nostram faciat, sed ut alium nobís obs-
tringat ad dandum aliquid vel faciendum val pracstandum (L. 3 p. D. de obl. et
act. 44, 7); obligatio est iuris vinculum, quo necessitate adstringimur alicuius
soloendae rei secundum nostrae civítatis jura (pr. hit. de oil. 3, 13).
2 Cap. I. Esencia y contenido de las obligaciones
___ _ § 1. Concepto
3
la existencia de aquél, o sea de mala fe'. El C. c. no ha acogido esta fi gura
El derecho de crédito tiene un lado activo, que llamamos crédito; y un as- del derecho a la cosa 4.
pecto pasivo, que denominamos deuda 2. b) Los créditoa relativos a la atribución, extinción o modificación
Bajo la expresión "relación de obligación" entendemos dos cosas: prime- de
rango de un derecho real sobre una finca o sobre un derecho sobre una fin-
ro, el crédito singular con el deber a él correlativo, o sea el derecho de cré- ca, no se dirigen de momento, claro está, más que contra la persona del
dito singular en sus aspectos activo y pasivo y, segundo, la total relación deudor y no pueden alegarse contra los suCesores del mismo, que lo sean a
obligatoria de la que brotan los derechos singulares de crédito, por ejem- título singular. Pero, no obstante, se les puede dotar de un cierto efecto
plo, una relación de servicios, una relación de sociedad, la relación entre el real inscribiendo en el registro una "anotación preventiva" (§ 883 ap. 1).
comprador y el vendedor 3. Con el crédito personal a la adquisición de aquel derecho se une, entonces, un
derecho o titularidad real de adquisición 3. En consecuencia, todas las dis-
I. El derecho de crédito se dirige contra una persona determina, posiciones del propietario sobre la finca son ineficaces en tanto en cuanto
da, el deudor, que puede ser el deudor originario o el nuevo deudor impidan o dificulten el cumplimiento de la pretensión. De igual modo el cré-
que haya venido a ocupar el lugar de aquél en virtud de sucesión 4. dito dirigido a la atribución de un derecho real sobre una cosa mueble (por
ejemplo, el del comprador a la transmisión), si bien no puede ser dotado de
Ahora bien, para la satisfacción del crédito puede también requerir-
efecto real, puede ser protegido, no obstante, contra su frustración median-
se el patrimonio del deudor, por vía de ejecución forzosa o de concur- te una prohibición relativa de enajenar (§ 136 C. c.), ordenada judicial-
so, pero sólo en tanto que, en el momento de la ejecución o del con- mente por vía de medida provisional (§ 935 LPC). La prohibición se hace
curso, los objetos singulares del patrimonio pertenezcan todavía al eficaz al notificarse al deudor (el vendedor) y hace relativamente ineficaz
deudor. El acreedor no tienen ningún derecho individualizado sobre toda disposición contraria a la prohibición. Ahora bien, según el § 135 ap. 2,
el patrimonio del deudor. se aplican en lo que corresponda las disposiciones sobre la adquisición de
I. Por esta su dirección contra una persona determinada (el deu- buena fe y la prohibición no tiene efecto frente al adquirente de buena fe.
dor) el derecho de crédito se distingue del derecho absoluto, en par- Así, pues, para tener todas las seguridades, el comprador debe cuidarse de
ticular, del derecho real. Es verdad que también el derecho real tiene hacer saber la prohibición a aquel que desee adquirir la cosa (segundo com-
mediatamente un efecto personal, pero no se dirige sólo contra una prador.
persona determinada, sino que confiere un derecho de prohibición con-
2. La pretensión derivada de un derecho absoluto, sobre todo de
tra todos, mientras que, de momento, el derecho de crédito sólo surte
un derecho real, dirigida a que se establezca un estado correspon-
efecto contra el deudor determinado
diente al derecho (por ejemplo, la pretensión de propiedad dirigida
a) Según el derecho territorial prusiano, en ciertas circunstancias, la a la entrega de la cosa), se distingue de los derechos de crédito —
obligación surte también efecto contra el tercer adquirente de la cosa debi- como ya se vió en el tomo I § 204 — por su origen y su contenido,
da. A este efecto se le denomina "derecho a la cosa". El ins ad rem, en sí por su dependencia con respecto al derecho absoluto y por su finali-
mismo considerado, no es más que un crédito que se dirige a la prestación de dad, que es la de asegurar inmediatamente aquel estado. De ahí re-
una cosa del deudor. Incluso en el concurso del deudor, este crédito se equi-
para a los demás créditos. Pero, no obstante, ante el fue ad rem tiene que 5 También en el concurso del adquirente de mala fe el derecho a la cosa
declinar todo derecho real que un tercero haya adquirido con conocir4iento de se lleva a su plena satisfacción, sin que importe al efecto la mala fe de los acree-
dores del concurso, cf. Ffirtsmi-Eccrus III § 156 nota 17. Opina de otro modo
ZIZSARTH, Realexekution und Obligation, 1865 p. 214 as.
6 Por ejemplo, si una cosa que me pertenece y he vendido primeramente
2 Sobre Sohuld (débito) y Haftung (responsabilidad o sujeción) véase la-
a .4, pero, sin habérsela entregado todavía, la vendo después y la entrego a E,
fra.§ 2. A no tiene, aunque B en el momento de adquirir conociese el crédito de A, nin-
3 El decir que la obligación en este sentido es como un organismo, según guna pretensión contra B, sino sólo un crédito de indemnización contra mi, el
hace algún autor' no es más que una imagen y, por cierto, poco feliz.
4 Cf. tomo I § 70 nota 3. deudor. Pero en el supuesto de que la conducta del segundo comprador im-
4-a*. Se discute si el derecho de crédito puede ser violado también por un plique una participación, contraria a /as buenas costumbres, en la infracción
tercero. Véase sobre esto § 228 11 d l de este libro. LEormuto p. 60 as. admite del contrato por parte del vendedor, que le hiciera responsable de indemnización
ahora la existencia de un derecho de propiedad sobre el crédito que debe ser pro- con arreglo al § 826 C. c., el primer comprador puede, desde el punto de vista
tegido en todos aquellos casos en que puede ser lesionado por un tercero. Este de la pretensión de indemnización, exigir no sólo la indemnización en dinero o
la restitución de la cosa al vendedor, sino también pedir la entrega inmediata
derecho de propiedad lo rechaza plenamente y de un modo general la doctrina a él mismo (el primer comprador); en tal sentido 108, 57 (III Sección de lo civil)
dominante. A mi juicio con razón. Para justificar el efecto inmediato de la dis-
contra RGE 103, 419 (VI Sección de lo civil) y JurW 1926, 986, 5, como también
posición sobre el derecho de crédito no es menester reconocer su naturaleza real. las notas de Endemann.
Y la necesidad del acreedor de ser protegido contra las violaciones de su dere- Sobre la naturaleza de este derecho o titularidad de adquisición cf. tomo I
cho de crédito por terceros, puede satisfacerse por otro camino, cf., por ejemplo, §§ 66 y 75.
RGE 111, 302.
4 Cap. I. Esencia y contenido de las obligaciones
011 •
sultan algunas desviaciones con respecto a las disposiciones aplica- recho de crédito si se considera también el fin del mismo. El crédito
bles a los créditos 6. Pero, prescindiendo de tales particularidades, tiende a la satisfacción de un interés privado del acreedor. Este fin
se les han de aplicar en lo pertinente los principios generales sobre es esencial, pues si falta semejante interés, no existe obligación, y
los créditos De todos modos, debe procederse con cautela en estas ésta se extingue cuando el interés del acreedor queda satisfecho de
conclusiones por analogía 10. cualquier manera, aunque no sea mediante la prestación por parte del
3. Los derechos de familia pueden engendrar créditos, por ejem- deudor. Así se explica especialmente que el pago hecho por un terce-
plo, de alimentos. Pero el propio derecho de familia contiene faculta- ro, cuando por ello la prestación misma no se altere, extinga el cré-
des de persona a persona, por ejemplo, el derecho a obediencia que dito exactamente lo mismo que el pago hecho por el deudor. Asimismo
sobre el hijo tiene el titular de la potestad, el derecho que tiene el ma- se explica que cuando varios créditos se dirigen a la satisfacción -del
rido hacia la mujer a que ésta le siga. Estas facultades que se con- mismo interés, la satisfacción de uno de ellos traiga•necesariainente
tienen en el propio derecho de familia no deben confundirse con los consigo la extinción de los demás (concurrencia de pretensiones). Así
créditos, sino que se distinguen de ellos por las siguientes tres notas resulta que la prestación no es debida como tal, sino sólo como medio
características: se basan en deberes morales, a los cuales sólo dan para la satisfacción de aquel determinado interés del acreedor is.
forma jurídica; no se dirigen únicamente a la satisfacción de un Esta circunstancia ha sido tenida en cuenta en la definición dada más
interés (infra II 1), sino a una conducta personal 3i: directa del obli- arriba.
gado 11 ; y finalmente, no son derechos con substantividad propia, si- 2. El interés privado del acreedor tiene casi siempre un valor pe-
no meras manifestaciones externas del propio derecho de familia. cuniario ". Pero ya el derecho romano no negaba la protección de
II. El deber del deudor se dirige a una acción o a una omisión: cualquier otro interés que fuese digno de ella 14. El C. c. no exige in-
una acción, por ejemplo, procurar un derecho o hacer una prestación terés pecuniario del acreedor, ni en el sentido de que el acreedor se
de servicios; una omisión, por ejemplo, abstenerse de actos de com- haga más rico por la prestación, ni en el sentido -de que tenga que
petencia, de una determinada influencia sobre la cosa propia o tole- tratarse al menos de una prestación que, por regla general, pueda
rar una influencia del acreedor. A ambas cosas se les llama presta- adquirirse por dinero, antes bien toda mención de un interés pecu-
ción y por esto se define el crédito diciendo que es el derecho del acree- niario 15 ha sido evitada adrede 16 en el § 241. No. obstante, también,
dor, contra un determinado deudor, a una prestación (§ 241). con arreglo al C. c. se ha de considerar indispensable un interés digno
1. Pero se comprenderá más profundamente la esencia del de- .de protección 1/.
• El Estado no tiene por misión satisfacer simples caprichos, ni forzar a
.8 Así, por ejemplo, la renuncia a la pretensión de propiedad de una cosa
inmueble no puede (como el contrato de remisión el crédito, § 397) suprimirla aquellos actos de carácter puramente religioso, moral o de cortesía que, se-
ipso jure, sino sólo engendrar una excepción. Si se trata de cosas muebles, en
semejante renuncia irá implícita casi siempre, en la intención de las partes,
una brevi mann. traditio (§ 929), cf. KIFI' en WINDSCIIEID § 251, 9. 12 Cf. especialmente HARTMANN op. cit. p. 37-62.
9 Eso no sólo se señala en los Motivos (tomo 2 p. 4, tomo 3 p. 398, 399, 13 L. 9 § 2 D. de statu lib. 40, 7: ea cuila in obligatione consistere, quae
408 y 409), sino que resulta también de la propia ley. En particular, el § 990 pecunia lui praestivrique possunt; L. 7 D. de praescript. verb. act. 19, 5; L. 33
ap. 2 presupone como cosa evidente que las reglas sobre la mora son aplicables § 17 D. de V. 0. 45, 1.
a la pretensión de propiedad ("queda intacta una más amplia responsabilidad. 14 Si a uno se le hubiese elevado una estatua en sitio público y ésta fuese
del poseedor por causa de mora") igualmente el § 931 supone tácitamente que destruida o menoscabada, se le otorgaba el interdictuin quoci vi aut cieno para su
la doctrina de la cesión es aplicable también a la pretensión de propiedad_ restauración, L. 11 § 1 D. quod vi 43, 24. Sobre la base de la promesa de manu-
10 Por ejemplo, la disposición del § 269, de que el deudor tiene que hacer mitir a un esclavo se otorgaba una acción, L. 54 D. mandati 17, 1; cf. además
la prestación, por lo regular, en el lucrar de su domicilio, no cabe aplicarla a la L. 3 § 13 D. hora. lib. exhib. 43, 29 etc.; cf. especialmente Inalism, DogniT 18
pretensión de propiedad (Motivos 3 p.' 399); sino que más bien y por lo regular p. 41 ss. y WINDSGEIEW-ILIPP § 250 nota 3 (con amplias indicaciones bibliográ-
\ la cosa sólo ha de ser entregada allí donde se encuentra. Igualmente WOLFF, De- ficas).
recho de cosas § 34 nota 9. La discusión en torno a si el § 231 C. c. (pretensión 15 En el tomo I § '71 II se ha dicho ya que, en general, la posibilidad de
.1; de entrega de la indemnización, o transmisión de la pretensión de indemnización, conversión en un valor pecuniario no es un elemento del concepto de los dere-
. obtenidas por un objeto debido) es aplicable también en lo que corresponda a las chos patrimoniales.
pretensiones reales, especialmente a la pretensión de entrega del propietario de 16 Cf. STAMMLER op. cit. p. 1-7; SeuffA 67 p. 307. Puede decirse que cons-
una cosa robada contra el poseedor, ha sido resuelta en sentido negativo por la tituye opinión general la de que, según el C. c., el interés pecuniario no es requi-
Sección IV de lo civil de Tribunal del Reid'. (RGE 115, 31) contra la primitiva sito de la obligación. Disienten DERNBURO, BR § 1; IIELLwm, Rechtskraft p. 311
decisión afirmativa de la Sección VI (RGE 105, 88). nota 9; GIEICKE § 175 nota 9, que exige una prestación de valor económico.
11 Así, pues, el hijo no puede cumplir su deber de obediencia por medio Ahora bien, el crédito no transformable en valor pecuniario no puede llevar
de tercero o de ser liberado de ese deber sin su voluntad por 1111 tercero, todo lo a que se condene al deudor al abono del interés pecuniario y, a veces, no es
cual es posible en la obligación siempre que con ello el contenido de la prestación cobrable.
no experimente alteración alguna. 17 Cf. también OLGE 1 p. 393; RGE 47 p. 241.
69 "fi " 1--" "" T'Y Innen. ynnttidrde llits "IP ‘11111
nior III
§ 1. Concepto 7
gún la concepción nacional, están substraídos al derecho. En casi todos sito de establecer una definición jurídica de la palabra crédito", según
estos casos las partes no tendrán intención de establecer un vínculo jurídico afirma, dice que "es derecho que uno tiene a recibir de otro alguna cosa".
y, ni por excepción la tuvieran, el negocio habrá de ser declarado sin validez En definitiva, pues, cabe decir que, a pesar de las diferencias expuestas,
como contrario a las buenas costumbres (vinculación a un acto que por ra- el concepto de la obligación es el mismo en el derecho español y en el alemán.
zones morales tiene que ser libre, cf. torno I § 178 III 2). Pero aun allí don- I. El derecho de crédito se dirige contra una persona determinada, o
de por acaso no cuadren estas razones, debe denegarse la asistencia de los sea el deudor. Esto que viene señalado por la escuela clásica como una, de
tribunales si falta todo interés digno de protección — principio éste de ca- las notas diferenciales entre los derechos personales y reales, se acepta ínte-
rácter evidente, que por cierto no ha llegado a tener cumplida expresión en gramente en nuestro derecho. En principio, el crédito sólo vincula al deudor,
la ley I . pero refiriéndose al momento de hacerlo efectivo, el art. 1.911 del C. c. es- .
3. El crédito, corno relación de persona a persona, no tiene, en pañol dice que "del cumplimiento de las obligaciones responde el deudor
con todos sus bienes, presentes y futuros", de donde se deduce que si bien
rigor, un objeto, sino que nuís bien el derecho del acreedor se dirige .
el crédito no supone un derecho individualizado sobre el patrimonio del cleu-\I
solamente contra la persona del deudor ". Y para una consideración dor, en general, el patrimonio de .éste responde de la efeCtividad de aquél.
profunda tampoco la prestación debida puede calificarse de objeto, si- 1. La nota que venimos comentando, como diferencial entre los llama-
no sólo de contenido del crédito. Sin embargo, de los actos debidos, dos derechos reales y personales, no tiene un valor absoluto,, como no lo
especialmente cuando consisten en servicios, se dice que son objeto tienen tampoco todas las demás reglas diferenciales señaladas por la escuela
del crédito y también es uso casi general, cuando la prestación se re- clásica; basta recordar por lo que atañe a nuestro derecho positivo la enco-
fiere a una cosa determinada o a un derecho, calificar de objeto de la nada discusión sobre la naturaleza jurídica del arrendamiento, especialmen-.
obligación a esta cosa o a este derecho. Así, por ejemplo, decirnos te cuando, conforme a lo dispuesto en el núm. 5.* del art. 2.* de la L. Hip. es-
que la cosa vendida es el objeto del crédito del comprador y hablamos pañola, es objeto de inscripción en el Registro de la Propiedad. Pero ello
de cosas y cantidades debidas, cuando realmente, lo debido es la pres- no autoriza a señalar excepciones tan desproporcionadas como, por ejem-
plo, el ap. 3 (rescisión por fraude de acreedores) y ap. 4 (los contratos re-
tación de esas cosas o cantidades. Pero este modo abreviado de ex-
lativos a cosas litigiosas), ambos del art. 1.291 C. c. español, que en todo
presarse, si se tiene presente lo que acabamos de decir, es inofensivo caso significan medidas de protección de los créditos contra violaciones co-
y difícilmente puede prescindirse de él si se desean expresiones sen- metidas por deudores y terceros, que se explican sin necesidad de recurrir
cillas. al calificativo de excepciones y mucho menos autorizan a defender la na-
Nuestro C. c. no define la obligación. Se limita en el art. 1.088 a decir, turaleza real del derecho de crédito. Una cosa es la garantía o protección
con-
que "toda obligación consiste en dar, hacer o no hacer alguna cosa". El jurídica que se dispensa al derecho de crédito, llegando en ciertas circuns-
tenido de este artículo dista mucho del concepto expresado en el § 24/ del tancias a que aquéllas tengan cabida en el Registro (por ejemplo, anota-
sub-
C. c. aienuín. En éste se da una definición que comprende la aspectos ción. preventiva, art. 42 y•ss. L. Hip) 'y otra, muy distinta, la dirección ju-
jetivo y objetivo, el lado activo y el pasivo de lo obligación, mientras que rídica normal de la relación en el aspecto pasivo.
aqué-
en el art. 1.038 sólo se indica una impresión objetiva e incompleta de 2. Lo dicho en el texto correlativo puede adaptarse al derecho español,
lla, y así como los auto-res alemanes han procurado perfilar el concepto po- ya que toda facultad de exigir algo de una persona (concepto de la preten-
sitivo de la obligación, también los nuestros, con 7174.4 motivo, dado. la insu- sión) se traduce necesariamente en el aspecto pasivo, en "dar, hacer o no
ficiente expresión del C. c. español, han llevado a cabo esta labor, diciendo hacer alguna cosa" (art. 1.083), aspecto pasivo perfectamente paralelo
a la
a este efecto DE DIEGO que las obligaciones son "relaciones jurídicas cons- obligación tal y como la describe nuestro C. c.
tituidas a virtud de ciertos hechos entre dos o más personas, 'por las que 3. El problema relativo a la delimitación del campo del llamado
trata-
una, denominada acreedor, puede exigir de otra, llamada deudor, una de- do de obligaciones plantea serias dificultades de las que
también se han
terminada prestación". La sentencia de 4 de febrero de 1952, "sin propó- hecho cargo nuestros civilistas. Su constancia es indudable en
todos los he-
chos, actos y negocios de la vida jurídica, pero obsérvese que, mientras
en
18 En la gran mayoría de los casos de falta de interés del acreedor, la su sentido estricto la obligación aparece dominada por el
principio de auto-
desestimación • de sus pretensiones estará justificada bien por el § 138 (choque nomía, por lo general ofreciendo una naturaleza económico
con las buenas costumbres) o bien por el § 242 (cumplimiento y, por tanto, tam- -patrimonial y
bién crédito sólo én conformidad con la buena fe) o por el § 226 (abuso del de- obedeciendo en su nacimiento a causas transitorias, y en tal sentido es-
recho). Pero me parece que va demasiado lejos ICive en W1NDSCHEID § 251 al tricto es objeto de estudio en este lugar, el tipo de obligación que aparece
decir que es contraria a las buenas costumbres toda petición de coacción jurídica junto a los llamados derechos reales y de sucesiones, como en el derecho de
sin un interés legitimo racional. familia, tiene categoría en los primeros de viera 'manifestación externa
19 Éste está obligado, en particular, mediante su fuerza de trabajo y su
poder jurídico (su patrimonio), a servir dé cierta manera al interés del acreedor. del derecho de propiedad o de ésta y del fenómeno jurídico de la
sucesión,
Se ha de rechazar la idea de que la obligación no sea más que una afectación y en el segundo ofrece las características que
concreta y justamente seña.-
o sujeción del patrimonio. • ! la el apartado correlativo del texto que anotamos.
8 Cap. I. Esencia y contenido de las ()Litigaciones •
II. Ya expusimos que el fixt. .1.033 del C. c. dice que toda obligación. gir y de otro un deber prestar. Pero ambos no son sino aspectos dis-
consiste e'n dar, hacer o no hacer. Estas tres modalidades en que se resuelve lintos de un cencepto 'unitario que, según acentuemos más el aspec-
la obligación, constituyen propiamente la prestación; en síntesis, una ac-
to activo o el pasivo, podernos denominar crédito o deuda.
ción o una omisión. Mas no se entienda por ello que en nuestro derecho
II. Si el deudor no hace la prestación, el acreedor tiene derecho a
positivo se confundan, las prestaciones de dar y hacer, pues el C. c. las re-
gula separadamente (arts. 1.094, 1.095, 1.096, 1.097, 1.093, 1.099, etc.).
dirigirse contra el patrimonio del deudor, derecho que puede ejer-
1. Si bien es cierto que del art. 1.083 del C. e. no puede deducirse el fin citar mediante el auxilio de la auto'ridad (demanda y ejecución for-
del derecho de crédito, no cabe duda que nuestro derecho positivo considera zosa). Este derecho a dirigirse contra el patrimonio del deudor es
la prestación como medio para la satisfacción de un determinado interés del una .Censectiencia del derecho de crédito, sin el cual éste tendría es-
acreedor. Confirman esta tesis el art. 1.158 del C. c., la Res. de 22 de marzo caso valor 3, pero rlo va implícito en el derecho de crédito cómo .con-
de 1893, las sentencias de 3 de julio de 1906, 23 de mayo de 1907, 19 de tenido inmediato. El contenido del derecho de crédito se agota-en el
octubre de 1910, 26 de junio .de '1925, 26 de noviembre de 1926, etc., e in- poder exigir y en el deber prestar 4. Por tanto, el derecho a. elirigirse
cluso decía la sentencia de 4 de noviembre de 1897 que no precisa el con- -contra el patrimonio puede estar muy diversamente configurado y
sentimiento del acreedor para la eficacia del pago, porque su derecho, que
experimentar profundas alteraciones sin que el contenido y ni siquie-
no va más allá del cumplimiento de la obligación, se acaba o extingue con
el pago. En cuanto al supuesto de concurrencia de pretensiones de que habla
ra la identidad del crédito se modifiquen 5. Puede referirse a todo el
el texto, cabe citar por sanalogía el art. 1.144 Pi-op. 2 Código civil. patrimonio o limitarse a una determinada parte del mismo (infra III).
2. El C. c. español no exige un interés pecuniario del acreedor, como Hasta puede faltar totalmente, sin que por ello quede excluída la
lo demuestran los arts. 1.083, 1.255, 1.257 ap. 2, 1.271 y 1.272. -existencia del crédito. (Sobre esto véase el § siguiente.)
No obstante, también en, nuestro derecho se ha de considerar indispen-
sable un interés digno de protección, es decir, un interés que aunque no Itechasschutzbegehren p. 183 ss.; V. TUifia op. cit.; cf. también la literatura de
tenga un valor pecuniario responda a una finalidad lícita según el común la nota anterior.
1 SI la consecuencia de la no ejecución de un acto no es más que una o
sentir. Esta tesis puede encuadrarse dentro de los arts. 1.255 y 1.258 del -varias desventajas o si la ejecución del mismo no tiene más consecuencia que el
Código civil (correlativos a los §§ 138 y 242 del alemán que se citan como que se produzcan ciertas ventajas, sin que medie una obligación de obrar, no
justificación de esta doctrina en la nota 18). 'existe un crédito u obligación, a pesar de que algunas veces, por razones de bre-
S. El C. c. español emplea la expresión "objeto" indistintamente en el vedad, se hable incorrectamente de deberes o de deberes indirectos. Por ejemplo,
el deber de comunicar los defectos de una mercancía según el § 377 C. com.; el
sentido de prestación (art. 1.132 ap. 2, 1.151 ap. 2), en el sentido de cosas deber del heredero de hacer un inventario; el deber de cumplir la condición de
o servicios debidos en virtud de un obligación (arts. 1.137, 1.149, 1.203 'un acto de disposición.
número 1), o en 'virtud de .un contrato (arts 1.271 a 1.273). Esta impreci- 2 El concepto establecido, entre otros, por STROHAL p. 238 ss. de un débi-
sión revela una falta de técnica que obliga a poner de relieve la oportuni- to de acreedor, esto es, de un deber llegar al acreedor que no corresponde a ningún
'deber de prestación, no es una cosa inconcebible, pero no constituye una relación
dad de las observaciones que se hacen en el texto correlativo. de obligación. Verdad es, que del acreedor de deuda inmobiliaria se puede decir
que debe recibir la cantidad sobre la fi nca (la expresión, por cierto, no es rigu-
• rosamente lógica, pues no se manda al acreedor, él no debe) y es exacto que el
§ 2 (§ 226). Sujeción (*). Deudas con sujeción o responsabilidad propietario de la finca no está obligado a la prestación de esa cantidad, pero,
-por esto mismo, la deuda inmobiliaria no es un crédito, sino un derecho real, el
limitada (**) derecho a obtener la cantidad mediante ejecución forzosa sobre la fiaca (cf. WoLFF,
Derecho de cosas § 131 1, asiente v. GrEaus § 174 nota 9). No es acertado el
I. El crédito otorga al acreedor el derecho a exigir la prestación y ejemplo que presenta STROHAL de un préstamo con la estipulación de que el que
obliga al deudor a hacerla I. Así, pues, de un lado hay un poder exi- lo da acepte la restitución, pero no pueda exigirla en ningún caso, pues entonces
se trata de un negocio que será, a elección del que recibio la cantidad, préstamo
•o donación; en el caso de la deuda prescrita exista una obligación, pero el cré
(*) AlluaA, Nordgermanisches Obligationenrecht, 1882-1895; O. V. GIME:E, dito y la obligación están desvirtuados por una excepción; y la deuda de legado
1S.chuld und Haftung ini alteren deutschen Recht; STOBBE-LEEDLU1N, III p. 139 ss.; .a que no alcanza el caudal relicto produce, sin embargo, una obligación del here-
1SIDER, Rechtszwang im Schuldverháltnis p. 1 ss. y DogniJ 50 p. 55 s.; STROHAL, dero, pero éste puede limitada al patrimonio heredado, cf. también ilarzstann
WSchuldübernalune, DoginJ 47 p. '274 ss.; v. TUHfi § 4 VI; V. SCHWERIN, SChUld p. 508 ss.
'und Haftung im geltenden Recht, 1911; 0. y. GIERICE, Schuldnachfolge und Haf- 3 Sin embargo, no sería una entelequia jurídica como cree v. TU.ria, pues
tung Festschrift für Martitz, 19U; 11E11m/u" Krit. Vierteljahrssch, 49 p. 504 ss. -tampoco el mandato del derecho no coaccionable carece de toda importancia.
BINDER, Rechtsnorm und Rechtspflicht, 1912 (discurso) ; V. GIERKE III § 174; 4 Precisamente a la inversa BP.YDER op. cit. rechaza todo deber prestar,
SCHREIDER, 3chu1d und Haitung, torno 1 1914 (sobre esta obra véase FUT-LUAN, toda obligación del deudor (de igual modo que destierra de un modo completa-
Krit. Vierteljahrsschr. 53 p. 43 ss.) ; BUCH, Schuld und Haftung, 1915; von mente general la existencia de deberes jurídicos); en su opinión, la esencia de
Scilwino, Dogma 68 p. 1 ss. con el lema "Quousque tandem"; BINDER, Schuld und la obligación se agota en la posibilidad de realizar coactivamente un resultado
Haftung, Dogma' 77 p. 75 ss. y 78 p. 163 ss.; Leofixium, p. 27 ss. de prestación.
(") E HRENBERG, Beschránkte Haftung, 1886; NOTHNAGEL, Beschránkte 5 Opina diversamente STROHAL p. 502 as.; cf. contra especialmente v. GIER-
Haftung, 1900; SmEit, Rechtszwang p. 183 ss. y DogrnJ 50 p. 129 ss.; GEIB, Seliuldnaelifolge p. 46 ss. HELLSIAYN p. 513 ss.; KNOKE, DoginJ 60 p. 411 ss.
10 Cap. I.
NUR.

Esencia y contenido de las obliga•,aes


e § 2. Sujeción 11
1. El estar sometido el patrimonio o ciertas partes del mismo a la agre- sujeto todo el patrimonio del deudor, y la ejecución forzosa es admi-
sión del acreedor puede calificarse de sujeción (Haftung) d . Pero esta suje-
sible sobre todos los objetos del patrimonio, que estén sometidos en
ción no es otra cosa que el aspecto pasivo del derecho de agresión, dicho de
otro modo: la situación jurídica en que se bailan los objetos de estar ex-
general a la ejecución forzosa. El derecho romano limita de este modo
puestos al derecho de agresión. Según el antiguo derecho alemán, la sujeción la responsabilidad del paterfamilias por las deudas del peculio al im-
(el derecho de agresión) sólo surgía en virtud de una promesa especial r; porte del peculio y en el derecho actual, por ejemplo, los miembros
pero esta situación imperfecta ha sido superada desde hace mucho tiempo de una compañía con responsabilidad limitada sólo responden de las
y en la actualidad es la consecuencia regular del crédito. deudas de la compañía hasta el importe de su límite de responsabili-
2. De igual modo, ciertos derechos reales, como la prenda, la hipoteca, la dad (ley de compañías .§ 141). Indudablemente se admite también una
deuda inmobiliaria, la deuda de renta y las cargas reales, dan al acreedor limitación convencional de esta índole, por ejemplo, la limitacióv a
un derecho de ataque a la coca gravada. Esta sujeción o afectación de una un importe máximo de la fianza por un crédito abierto.
cosa se distingue de la llamada sujeción personal, de que hasta ahora hemos 2. Pero también hay casos en los cuáles la responsabilidad htl-
venido ocupándonos, por la circunstancia de que forma parte del contenido jeción se limita a determinados objetos del patrimonio, de suerte que
de un derecho real y, por consiguiente, nada altera el que la cosa sujeta cam-
bie de propietario.
sólo éstos están afectos y, por tanto, la ejecución forzosa sólo puede
recaer sobre los mismos (sujeción o responsabilidad limitada en cuan-
III. La palabra "Haftung" (sujeción, responsabilidad, afectación) to a los objetos o las cosas). Así, por ejemplo, en ciertos casos, el he-
se emplea en alemán en muy distintos sentidos. Muy frecuentemen- redero sólo responde de las deudas de la herencia con el caudal relicto
te significa, como ya hemos visto, el estado de sumisión de un objeto (§ 1.990), el que asume un patrimonio, con el patrimonio asumido
a la agresión del acreedor, y esta sujeción puede referirse a todo el (§ 419 ap. 23, los cónyuges, después de divididos los bienes comunes,
patrimonio del deudor o a ciertas partes integrantes del patrimo- sólo responden de las obligaciones de los mismos bienes con los ob-
nio del mismo (una cosa que pertenece al deudor o una herencia que jetos a ellos atribuidos en la división (§ 1.480). Si bien se discute,
le es deferida) o también a partes del patrimonio que no pertene- tiene que aceptarse que semejante responsabilidad limitada a ciertas
cen al deudor (sujeción pignoraticia por deuda ajena). Pero con igual partes del patrimonio puede establecerse también por contrato 11.
frecuencia Haftung (responsabilidad) significa la obligación del deu-
dor mismo, a su vez en diversos aspectos, tanto según su contenido 3. Desde el punto de vista meramente económico cabe hablar de respon-
(responsabilidad por los representantes, auxiliares, responsabilidad sabilidad limitada cuando el deudor, por ejemplo, en las acciones noxales
del fiador, del obligado a vigilancia), como finalmente también según romanas, puede liberarse de su obligación mediante el abandono de un ob-
la causa de su nacimiento (responsabilidad delictual, contractual, por jeto distinto al que constituye objeto de la obligación. Pero en este caso,
culpa). Correlativamente a estas últimas significaciones puede ha- desde el punto de vista jurídico, el deudor responde de todo el contenido de
la obligación y con todo su patrimonio. Sólo que tiene el derecho de desli-
blarse también en distinto sentido de deudas con responsabilidad li- garse de su obligación de una manera especial, la llamada facultas altenati-
mitada. va (infra § 20).
I. A veces la responsabilidad o sujeción se limita a un importe
máximo (responsabilidad cuantitativamente limitada). Entonces se
I. Las observaoiones del texto correlativo cuadran perfectamente den-
trata de una delimitación del contenido de la deuda, de una obligación tro del C. c. español (cf., p. ej., el art. 1.138).
delimitada, que nos parece limitada porque la comparamos con otra II. El art. 1.911 del C. c. dice textualmente que "del cumplimiento de
de mayor alcance e. Pero al contenido delimitado de la deuda está las obligaciones responde el deudor con todos sus bienes, presentes y futu-
ros". Esta responsabilidad o afectación del patrimonio del deudor frente al
6 Recientemente encarece v. Tuna op. cit. que se hable de Haftung sólo en crédito la reiteran los arts. 1.001, 1.034, 1.092, 1.083, 1.037, 1.101, 1.111,
este sentido. A. mi juicio, no es necesario y la expresión del lenguaje vendría
seriamente dificultada, como resulta de lo dicho en el texto en III.
. -. 7 Cf. eh las obras citadas en AblIRA, STOBBE-LEHMANN y otros. o no alcanza semejante comparación, por ejemplo, a propósito de las pretensio-
3.- La persona del deudor ya no está sujeta al derecho de agresión del acree- nes dirigidas a la restitución del enriquecimiento injusto o en el caso de la res-
dor desde la supresión de la prisión por deudas. Sin embargo, se han conservado ponsabilidad derivada del § 122.
algunos restos muy pequeños de la sujeción corporal. En• particular, respecto 10 Además, según el derecho justinianeo, el heredero que hiciera inventa-
a las obligaciones de realizar actos gue dependen exclusivamente de la voluntad rio sólo respondía de las deudas de la herencia hasta el importe del caudal de
del deudor o que se dirigen a una Omisión o tolerancia, cabe en ciertos casos la la misma (pro viribus hereditabis).
ejecución forzosa mediante detención (LPC §§ 888-890). Otros restos pueden 11 Los miembros de una asociación sin capacidad jurídica pueden obli-
verse en SCHREIBER p. 206 ss. garse no haciéndose responsables sino con el patrimonio de la asociación. Cf. REP.
9 Por esto no se habla de responsabilidad limitada donde no es procedente CHEL, Gewillkürte Haftungsbeschránkung 1915.
12 Cap. I.
110
Esencia y contenido de las obligaciones
e uutigaciones imperlectas 13

1.394, 1.413 ap. 2, 1.433, 1.920, 1.937, etc., todos del C. c. Caso de incumpli- contra el patrimonio del deudor. A veces se añaden también al crédi-
miento del deudor, el crédito puede hacerse efectivo sobre algunos o sobre to otras facultades, como el derecho a satisfacerse por compensación,
la totalidad de los bienes que integran el patrimonio. Ahora bien, que el el derecho a hacerlo valer mediante excepción, el derecho a asegurar-
contenido del derecho de crédito se agota en el poder exigir y en el deber lo por acción directa. Además, el crédito puede constituir la base de
prestar, sin que se altere ese contenido, ni, pierda su identidad el crédito por
otra relación jurídica, por ejemplo, de una fianza o de un derecho de
las modificaciones y vicisitudes que experimenten la sujeción del patri-
monio del deudor y las posibilidades de su efectividad, es tesis que puede
prenda.
defenderse en cuanto al derecho español, al amparo del art. 1.920 del Códi-
II, Pero también hay créditos a los que por razones especiales
go civil. se lea niegan' la acción y la ejecución forzosa como también alguno
El art. 1.376 C. c. expresa, refiriéndose a la hipoteca, que ésta "sujeta o todos los demás efectos mencionados; créditos con- efecto,- 'in-
directa e inmediatamente los bienes sobre que se impone"; esta sujeción, se completo, que llamamos por esto obligaciones "naturales" o.,!'imper-
ratifica en el art. 104 L. hip. El art. 1.604 del C. c. dice que "se constituye feotas" 3.
el censo cuando se sujetan algunos bienes inmuebles al pago de un canon...". 1. Las obligaciones imperfectas son obligaciones sin acción. Se les
Esta sujeción difiere de la personal por lo que se dice en el texto. niega la acción y de consiguiente la realización mediante ejecución
III. La responsabilidad por incumplimiento de una deuda puede hacer- forzosa 3.
se efectiva, en su caso, en un patrimonio o cosa que no pertenece al deudor
2. No obstante, son verdaderos créditos, pues pueden ser cum-
(arts. 1.322, 1.323, 1.357 ap. 2, etc.). •
También en nuestro. derecho se reconoce la posibilidad de deudas con
plidos. El pago efectuado, conociendo la circunstancia de no poder
responsabilidad limitada en distintos sentidos. ser ejecutados forzosamente, no constituye donación, y el pago hecho
1. La responsabilidad se limita a un importe máximo: art. 143 ap. 3 a sabiendas de que no puede ejecutarse forzosamente, no puede ser re-
C. COM., en relación a los socios comanditarios, art. 1.326 ap. 1 C. c. relctti- petido a título de enriquecimiento injusto 4.
vamente a importe máximo de la fianza, art. 858 C. c. relativo a la respon- 3. Las cuestiones de si los demás efectos regulares de los créditos
sabilidad del legatario por los legados que le imponga el testador. En estos se producen en las obligaciones imperfectas, especialmente si dan lu-
casos, al igual que se expresa en el texto, al contenido delimitado de la deu- gar a una excepción o si pueden constituir la base de otra relación ju-
da está sujeto todo el patrimonio del deudor. rídica (reconocimiento de deuda, fianza, derecho de prenda), de si en
2. La respónsabilidad se limita a determinados objetos del patrimonio:
la determinación del valor de una herencia se toman en cuenta las
el art. 1.023 C. c., es caso típico en nuestro derecho positivo de patrimonios
obligaciones de esa índole entre el heredero y el causante, son cues-
separados por _darse la nota característica de incomunicación de responsa-
bilidad. No hay inconveniente en aceptar pueda establecerse por contrato
tiones que.no.pueden resolverse de un modo general, sino sólo en los
que la responsabilidad se limite a ciertas partes del patrimonio, según el casos singulares, pues hay unas obligaciones imperfectas de efecto
art. 1.255 del C. c. español. más fuerte y otras de efecto más débil.
3. Cf. art. 1.153 prop. 1 C. c.

2 La expresión romana es propiamente la de obligatio tantum natura/is,


§ 3 (§ 227). Obligaciones imperfectas (*) una obligación que no tiene plena eficacia jurídica, que sólo existe según la opi-
nión natural, pero que, no obstante, exterioriza algunas consecuencias jurídicas.
Toda vez que los casos actuales son, en lo principal, distintos de los del derecho
1. Por regla general, el derecho de crédito, como los demás dere- romano y éste, además, no formó un concepto claro de la naturalís obligatio ni
chos privados reconocidos, está protegido por una acción, pudiendo, trazó reglas que les fueran aplicables con carácter general, es conveniente aban-
en consecuencia, tan pronto concurren los supuestos de la ejecución donar la expresión obligación natural y sustituir por la de obligación imper-
fecta. —Sobro REICHEL, que destierra los conceptos de obligación natural y de
forzosa, ser realizado de manera más o menos perfecta 1 dirigiéndose obligación imperfeca, véanse las ediciones 12 a 14.
1 3 No es inexacto, pero no caracteriza suficientemente su ausencia, el cali-
(*) SAVICNY, Obl. I §§ 5-14; Bazas, Krit. Bliitter III p. 12 ss.; SCHWANERT, ficarlas, como hacen algunos, de débitos sin sujedón, pues no sólo se excluye el
Naturalobligationen, 1861; SCHEURL, DogmJ 7 p. 318 s.; 12-vat op. cit. p. 14 ss.; derecho de agresión del acreedor, sino también la acción misma, incluso la ac- •
Kin•rr-zE, Obligationen p. 192 ss.; FREHZEL, Entstehung des róruischen Beg-riffs ción de constatación.
naturalis obligatio, 1897; UssuorinE, Bogad 38 p. 216 ss.; STAKMLER op. cit. 4 Pero conviene advertir que no debe verse el reconocimiento de una ob/i-
p. 26 ss.; OERTMANN, Allg. ósterr. Gerichtsz. 1902 p. 109; KLICIMÜLLER, Natür- gación jurídica en el solo hecho de excluir el crédito de repetición. Por ejemplo,
liche VerbindlichIceiten, 1905; v. Tuna 1 p. 94 y 258 s.; REICHEL, Dogmf 59 en el § 814 C. c. se excluye la repetición de la prestación hecha para cumplir
p. 409 ss.; 60 p. 38 ss.; sobre esto H. LE.EMANN en Buchs Zeitschrift für deutsch. un deber moral. Pero esto, exactamente considerado, sólo prueba que el ordena-
Zivilpr. 44, 162; SIBER, Naturalis obligatio, 1925. miento jurídico desaprueba la repetición, viendo en el cumplimiento voluntario
1 Constreñimiento mediante la conminación de penas, desposeimiento del una causa acquirendi suficiente— pero no que se trate dcl cumplimiento de una
objeto debido, apropiación de valor mediante embargo y enajenación, etc. obligación jurídica siquiera debilitada.
3.— DERECHO CIVIL. — TOMO II. - VOLUMEN 1
••••• ',•••• •••••

§ 3. Obligaciones imperfectas 15
14 Cap. I. Esencia y contenido de las obligaciones
deber jurídico para explicar la exclusión de la repetición; esto chocaría con-
4. La mayoría de las obligaciones naturales del derecho común 3 han des- tra las buenas costumbres. No obstante, el deber moral es una causa acqui-
aparecido en el C. c. No obstante, aun hoy, los siguientes casos se conside- rendi suficiente (cf. nota 4).
ran como tales '1 f) Después de la transacción forzosa, queda respecto al importe remi-
a) El crédito prescrito, considerado en sí mismo tanto antes como des- tido una obligación imperfecta (L. cone. § 193).
pués, es un crédito accionable, toda vez que, si no se opone la excepción de g) También se han de incluir aquí las pretensiones de la mujer casada
prescripción, tiene por consecuencia la condena del deudor. Ahora bien, si con arreglo al § 1.394; no obstante, en este caso el ejercicio judicial sólo está
el deudor alega la prescripción, si bien la acción sea ineficaz, subsisten, sin excluido temporalmente (hasta que terminen la administración y el disfru-
embargo, ciertos efectos del crédito (§§ 222 y 223), de suerte que, desde el te legal del marido) y esto no sin excepciones.
punto de vista práctico puede ser calificado de obligación imperfecta 7. En Ji) No puede demandarse la celebración del matrimonio fundándose en
el derecho común era muy discutida la existencia de una obligación na- los esponsales (§ 1.297). Muchos (cf. liVOLFF, Derecho de familia § 4 II yl
tural . ENNECCERUS en las ediciones anteriores) aceptan en este caso una obligo,:
b) Los créditos derivados de juego y apuesta, del contrato de lotería no ción natural. A mi entender se ha de rechazar la hipótesis de una obliga-
aprobado por el Estado, y del llamado negocio de diferencia, no son accio- ción jurídica de contraer matrimonio, que en todo caso es innecesaria para
nables, pero en cuanto a ellos no sería acertada la hipótesis de la existen- explicar los efectos de los esponsales (H. LEHMANN, Familienrecht, § 6
cia de una obligación jurídica debilitada ("no se constituye una obligación" y III).
§ 762 ap. 1 prop. 1 C. c.). La ley reprueba estos contratos en concepto de
irracionales y nocivos desde el punto de vista económico, limitándose a ex- I. También en el derecho español la regla general es que el derecho de
cluir la repetición del pago voluntario como cosa poco decorosa (§§ 762 crédito esté protegido mediante una acción y que, en consecuencia, pueda
y 764) 0. ser llevado a ejecución forzosa. Asimismo, el acreedor tiene a veces otras
c) En cuanto al crédito relativo al pago del corretaje matrimonial vale facultades, como la de satisfacerse mediante compensación y el derecho a
lo mismo que acabamos de decir en el apartado b (§ 656). hacerlo valer mediante excepción. De igual ~era, el crédito puede ser
d) El crédito del poseedor de una cosa o de una herencia ajenas para el base de otra relación jurídica, por ejemplo, de una finca, de un derecho de
resarcimiento de los gastos, en tanto que el propietario o el heredero no haya prenda, etc.
recobrado las cosas o ratificado los gastos (§§ 1.000, 1.003 y 2.022). II. Es indudable también que dentro del C. c. español se encuentran cré-
e) Según el § 814, el pago por error de un débito no puede ser repe- ditos sin acción o que carecen, de alguno o de todos los demás efectos men-
tido cuando la prestación correspondiera a un deber moral o de decoro, por cionados, y que, en. consecuencia, equivalen a las obligaciones "imperfectas"
ejemplo, cuando un padre dota a su hijo de una manera proporcional a sus en el sentido que a esta categoría técnica se atribuye en el texto II, números
posibilidades en la creencia errónea de estar obligado a ello (§ 1.624 ap. 1).
1 y 2. •
Pero no es menester que se interprete el deber moral o de decoro como un Nuestros comentaristas al tratar de las obligaciones naturales señalan,
como preceptos en los que posiblemente se hallen reconocidas, los artículos
5 Cf. WINDSCHEID-KIPP II § 239, con más bibliog-rafía.
6 UBDELOHDE op. cit. acepta también la existencia de una obligación sin 1.208, 1.756, 1.798, 1.824, 1.894 y 1.901 del C. c.
acción en el caso de infracción de los §§ 313, 513 y 766. A mi juicio erróneamente, Examinémoslos con el solo y exclusivo propósito de determinar si en
porque el contrato sobre prestación de una finca (§ 313), la promesa de donación ellos se reconocen créditos "sin acción"; pero que, no obstante, "pueden ser
(§ 518) y la promesa de fianza (§ 766), en los casos de faltar la forma prescrita, cumplidos", ya que en esas dos circunstancias se cifra el sentido esencial
son nulos (§ 125), de modo que no surge obligación alguna, ni siquiera natural,
o bien, si son cumplidos; plenamente válidos, de suerte que hay que suponer la que el texto da a la expresión "obligación imperfecta".
existencia de obligaciones accionables, cosa, es verdad, indiferente en cuanto a El art. 1.208 es de una redacción deficiente y quizá en su inconsecuente
las obligaciones cumplidas, pero que es muy importante con referencia al crédito expresión se han basado los comentaristas para señalar un supuesto de obli-
a la contraprestación en el caso del § 313 y al crédito al cumplimiento del modo
• en el caso del § 518. Por igual razón, no cabe suponer, como hace KIPP en Wtrio- gación natural o imperfecta. Al decir este artículo que es nula la novación
scumn § 289 que haya una obligación natural en el caso del § 110 (§ 114). de una obligación nula, no se refiere para nada a la existencia de una obli-
7 Civilis obligatio per exceptionem elisa salva tamen naturali obligatione. gación imperfecta, e igual ocurre al decir que puede no-varse una obliga-
3 Pero en este caso los efectos que subsistían después de la prescripción ción anulable —llamada nula impropiamente en el artículo comentado — o
eran 'en todo -caso muy reducidos.
." 9 .Pero respecto a esto, la nueva ley de bolsas de 8/28 de mayo de 1908 cuando ordena que puede ser no-cada una obligación que necesita de ratifica-
contiene muchas desviaciones en cuanto a los llamados negocios a término en ción. Para convencernos de que en nada afecta este texto al su-puesto de las
sentido técnico bursátil (infra § 187 III). Los créditos derivados de tales nego- obligaciones imperfectas, bastará -recordar la distinción entre éstas y las
cios son a veces plenamente válidos (§§ 53 y 58), a veces totalmente ineficaces, obligaciones nulas y anulables.
de modo que incluso se permite la epetición de lo prestado (§§ 65 y 66); en
otros casos el negocio vincula a una de las partes, pero sólo engendra a su favor Según el art. 1.756, el prestatario que ha pagado intereses sin estar es-
una obligación natural (§§ 54 y 58); en otros no surgen para ambas partes tipulados, no puede reclamarlos ni imputarlos al capital. Con relación a este
sino obligaciones naturales con efectos más fuertes (§§ 55 y 56) o más dé- precepto se sostiene la tesis de que, aunque no se estipulen intereses, el paga
biles (§ 64).
IG Cap. I. Esencia y contenido de las obligaciones § 3. Obligaciones imperfectas 17

de los mismos representa el cumplimiento de una obligación natural. Mas justa causa encuentran los autores una alusión a las obligaciones naturales.
observése que el artículo en cuestión no afirma la existencia de crédito algu- Nosotros creemos que esa justa causa puede ser, sin duda, un deber de con-
no más o menos imperfecto, sino que se /imita a excluir el derecho a repetir ciencia, pero, por ello mismo, hacemos nuestras las observaciones del texto
los intereses y tal exclusión— como después veremos al examinar el artícu- (II 4 e) en torno al § 814 del C. c. alemán.
lo 1.901, correlativo en cierto modo al § 814 del C. c. alemán— se explica Respecto al crédito prescrito podenitis decir, como en el. texto (II 4 a),
sin necesidad de recurrir a la hipótesis de una obligación natura/. que considerado en sí mismo tanto antes como después, es un. crédito accio-
El art. 1.793, en cambio, está concebido en términos distintos al § 762 nable, ya que el deudor será condenado si no opone la excepción de. pres-
del alemán y, por tanto, no puede trasplantarse esquemáticamente a nuestro cripción. En el dereéhii .español no hay preceptos cabalmente porrelativoS"a
derecho lo que se dice en el texto II b. El C. alemán dice "no se constituye los §§ .222 y 223. El ap. 2 del § 222 establece que lo prestado en razón á una.
una obligación" y nuestro art. 1.793 expresa que la ley "no concede acción". pretensión prescrita no puede ser repetido, aunque tal prestación se haya
Si se advierte además que, según el art. 1.301 ap. 1, el que pierde en un hecho ignorando la prescripción y que lo mismo ocurre con el reconocimien-
juego o apuesta de los no prohibidos "queda obligado civilmente", se en- to o la prestación, de caución por el obligado. Si ponemos en relación los ar-
tiende sin esfuerzo que, al redactar estos preceptos, no estaban ausentes del tícuios 1.901 y 1.935 del C. c. llegamos a iguales conclusiones. De suerte
ánimo del legislador la idea de la obligación natura/ y sus diferencias con que, desde el punto de vista práctico, el crédito prescrito puede ser calificado
la obligación civil. Sin prejuzgar la conexión posible. entre el artículo que de obligación imperfecta, ya que, a pesar de desvirtuarse la acción que lo
comentamos y lo dispuesto en los arts. 1.305 y 1.306, también del C. c., baste protegía, puede ser cumplido voluntariamente y tal cumplimiento voluntario
afirmar que, dado el tenor literal del precepto y sus concordantes, la pérdida es justa cansa suficiente para excluir la repetición.
en el juego origina un crédito sin acción, pero que puede ser cumplido, lo Aceptamos la doctrina del texto en cuanto a los esponsales.
cual, a nuestro juicio, basta para situarlo dentro de la categoría de las obli- Si se consideran debidamente los casos de obligación imperfecta que he-
gaciones imperfectas en el sentido del texto. mos señalado y aquellos que entran dentro del supuesto del art. 1.901, se ad-
El art. 1.324 establece que la fianza no puede existir sin, una obligación vierte que el efecto sustancial de unos y otros es el mismo: la exclusión del
válida; que, no obstante, puede recaer sobre una obligación cuya nulidad derecho a repetir lo pagado. Las razones que llevan al legislador a tal con-
pueda ser reclamada a virtud de una excepción puramente personal del obli- secuencia son muy diversas según los distintos casos de uno y otro grupo.
gado, como lacte menor edad, exceptuándose el préstamo hecho al hijo de Así, tratándose de la obligación imperfecta procedente' de juego o apues-
familia. Entendemos que es absolutamente improcedente la invocación de ta, la razón puede ser tanto la que inspira los arta. 1.305 y 1.306 como la
este artículo en tema, de obligaciones naturales, en. primer lugar, porque la consideración— que se expone en el texto II 4 b — de ser poco decoroso el
obligación del fiador, en el supuesto regulado, no adolece de imperfección, reclamar la devolución de lo pagado voluntariamente en 'Virtud de una deu-
alguna que la haga equiparable a la obligación natural, ya que el acreedor da de juego; respecto a la obligación. prescrita la razón es de un carácter
no carece de acción contra el fiador y, en segundo lugar, porque la obliga- moral que salta a la vista y, en cuanto a los casos que caen dentro del artícu-
ción principal en ese ca-so no es una obligación natural, sino una obligación lo 1.901, el legislador parte, sin duda, de que sería contraria a las buenas
anulable, concepto que no puede confundirse en modo alguno con. el de aqué- costumbres la posibilidad de desvirtuar por medios jurídicos lo hecho por
lla., puesto que la obligación anulable, mientras no sea impugnada, es obliga- un impulso de conciencia o en cumplimiento de un deber moral. Aparte de
ción perfecta que engendra acción y, sí es anulada, no se convierte en im- esta diferencia en cuanto a los motivos media otra, 'de simple matiz, entre
perfecta sino que desaparece en absoluto. Muy distinto es el problema de si los casos de obligación imperfecta y los del art. 1.901, y que consiste en que
pueden afianzarse las obligaciones naturales, pero no es de este lugar si he- en los primeros concurre un compromiso o causa anterior, imperfectos en
mos de ajustarnos a la sistemática del texto (cf. II 3). su origen como el contrato de juego y apuesta o dlsvirtuados posteriornien-
El art. 1.304 ap. 1 estatuye que cuando, sin conocimiento del obligado te como /a obligación prescrita y, en. cambio, en los casos del art. 1.901 710
a prestar alimentos, los diese un extraño, éste tendrá derecho a reclamarlos media esa circunstancia preexistente, sino una justa causa que aparece y
de aquél, a no constar que los dió por oficio de piedad y sin ánimo de recia- se manifiesta simultáneamente al pago y que el ordenamiento jurídico con-
lila.rlos. Se ha dichd que las pa/abras por "oficio de piedad" incluyen el su- sidera causa acquirendi suficiente por razones morales y en orden a la se-
i puesto entre los deberes de conciencia y, por tanto, entre las obligaciones guridad de los derechos y situaciones jurídicas. Todo ello explica suficiente-
naturales. El precepto se explica perfectamente, a nuestro juicio, conside- mente la escasa trascendencia que en la actualidad tiene la doctrina de la
rando que el "oficio de piedad" y el "ánimo de no reclamarlos" caracteriza obligación natural.
suficientemente como donación el acto de prestar alimentos a que no se está Sobre la posibilidad de convertir en civiles, mediante su reconocimiento,
obligado e incluso si, en este caso, el obligado legalmente a prestar alimen- las abligaciones naturales, es muy interesante la S. de 17 de octubre
tos los abonase al que los dió por oficio de piedad y sin ánimo de reclamar- de 1932.
los puede repetir la cantidad abonada.
El art. 1.901 excluye la, repetición del pago que, aunque verificado sin ser
debido, se hiciera "a título de liberalidad o por otra justa causa". En la

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