Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
;,,,,,;,~==~~ ~ ====~
~==-- ~~;:\¡,:,¡ ,§.~,. ~
':~~ .;, , , , ,= ~
LIBRO HOMENAJE Al F.,
DIEGO-MANU EL 1.J) ,·'- q" '
<,-~:.,r:~51
1 '\,
VOLUMEN 1
JAVIER DE VICENTE REMESAL, MIG UEL DíAZ Y GARCÍA CONLLEDO,]OSÉ MANUEL PAREDES
CASTAÑÓN, INÉS ÜLAIZOLA NoGALES, MARÍA A. TRAPERO B ARREALES, RA~EL R o so
CAÑADILLAS, ]AIME A. LO MBANA VILLALBA
(DIRECTORES)
Ep
Fundación
lnlernac1ona1
¡,: de Ciencias
;:> '
Penales
...........
OUIT
REUS
EDITORIAL
CAPÍTULO XI
Reivindicación de la (buena) dogmática
l. PLANTEAMIENTO Y DEDICATORIA
El Pro/ Dr. Dr. h. c. mult. Diego-Manuel Luzón Peña llega a su jubilación
con una riquísima obra científica, que a buen seguro continuará, que lo coloca
sin duda entre los mejores penalistas con amplia influencia internaciónal. Esta
obra abarca los más diversos aspectos y temas del Derecho penal, pero está sin
duda marcada por su orientación dogmática, especialmente desarrollada en lo
que es el principal fruto de la dogmática jurídico-penal, la teoría del delito 1•
Diego Luzón es un dogmático serio y riguroso, que entiende la clogmática como
algo positivo para el ciudadano, al aportar seguri~ad jurídica.
Me ha parecido por ello buena idea dedicar estas reflexiones, necesaria-
mente breves, a realizar una modesta defensa de la (buena) dogmática jurídico-
penal frente a algunas de las críticas que se le dirigen, en Alemania y en España,
yenciendo que lo hago desde un planteamiento "moderado".
Así rindo homenaje muy sentido a mi admirado maestro, Diego Luzón, de
quien tanto he aprendido y aprendo, y a mi querido e incondicional amigo.
i~erido Diego, cumple muchos años más ofreciéndonos excelentes estudios y
enseñanzas penales y dejándonos disfrutar de tu inquebrantable amistad!
' El presente trabajo forma parte del proyecto de investigación DER2016-76715-R (AEI),
tel que soy Investigador Principal, y de las actividades de la Unidad de Investigación Consolidada
U!C) 166 de Castilla y León, que dirijo. Como consecuencia del limitado número de páginas de
que se dispo ne, se han reducido drásticamente las referencias
· b"bl"
1 wgra'fi cas.
129
1
Miguel Díaz Y García Conlledo
2
V. Kirchmann, Die Werthlosigkeit der Jurisprudenz als Wissenschat 1848 en .
f: especial su,
amosa frase " Tres palabras correctoras del legislador y bibliotecas enteras se convierten
' ,en macula
(p. 23)3 [La jurisprudencia no es ciencia, trad. de Truyol y Serra, 2• ed., 1961 -reimpr. 196 -]. tura
3
Baste la cita ya realizada de v. Kirchmann en Alemania; en España, por citar un sol
y en un trabajo (entre otros muchos en que niega la cientificidad de la dogmática) dedicado oalautor en-
samiento de v. Kirchmann, Vives Antón, Reivindicación del pensamiento de un fiscal prusian/ .
LH-Mir Puig. 2017, 233 ss., con ulteriores refereñcias. , en.
4
Es importante subrayar que la escuela de Vives Antón la componen penalistas relevantes y
con trabajos serios (a la mayoría de los cuales me une una excelente relación), que en mi opini6na
menudo hacen dogmática. Por ello, mis menciones a representantes de ella aquí no deben ser en
ningún caso tomadas como descalificaciones, sino antes al contrario, como opiniones para continuar
el debate. Citar todos los trabajos en que Vives y sus seguidores manifiestan críticas y reparos a la
dogmática o a la forma en que los penalistas la hacemos, sería aquí imposible. En lo que sigue, citare
especialmente uno de los trabajos de CuerdaArnau, en el que pueden encontrarse ulteriores referencias
a otros. Estas críticas se realizan desde la concepción de la acción significativa de Vives Antón (v. la
obra en que este la desarrolla de forma general: Fundamentos del Sistema Penal, 2ª ed., Acción Sig·
nificativa y Derechos Constitucionales, 2011 ). Los discípulos de Vives han aplicado a los más diversos
temas esa concepción de su maestro en libros y trabajos (por citar solo uno, entre muchos, en d que
escriben recientemente bastantes de ellos: González Cussac, coord., Lenguaje y dogmática pen~.
2019), en muchos de los cuales se observan al menos reticencias hacia la dogmática, probableme~te
con la excepción de Martinez-Buján Pérez, importante desarrollador de la concepción de VivesAnton,
pero admitiendo la necesidad de la dogmática (sobre la base de la ley), como viene, creo a reco;o~;
este en el prólogo al interesantísimo libro de Martinez-Buján Pérez, La autoría en Derecho pen ,j
estudio a la luz de la concepción significativa de la acción (y del Código Penal español), 20l9,pro 0gla0
en el que Vives vuelve a mostrarse crítico con la dogmática o la forma de hacer dogmac~ca con
, · y-Buºán,
pretensión de cientificidad de ella (pp. 13 ss.), pero finaliza: "En el trabajo de Carlos Marnnez un ¡
al respeto de to d as esas ex1genc1as
. . se une una espec1'al persp1cac1a
. . para anal'zar1 los conceptos
el lector
conocimiento profundo de la jurisprudencia y de las dogmáticas existentes, de modo ~u;alibiJidad
encontrará en él una dogmática que ha renunciado a sus complejos y a las pretensi~~es de~:.).
que de ellos derivan, ofreciendo sencillamente, una auténtica lección de Derecho (p. 1
5
Por muchos, resumidamente en este sentido Vives Antón, LH-Mir, 2017, 233 ·
130
,,,-------________________
. __ _ _R..e1.:. . ·v.:.:
. :. in=d::ic~a~ci~ón~d:_~rJ!?_~~~~~
e ª (buena) dogmáüca
6
Gimbernat Ordeig, H~t die Strafrechtsdogmatik eine Zukunft?, en: ZStW 28 (l970), 379
ss. [¡Tiene un futuro la dogmática jurídico-penal?, en: Estudios de Derecho Penal, 3ª ed., 1990, 140
ss., recogiendo
H·
este
C trabajo
'd aparecido anteriormente
, . •en'd"otros( lugares]. ,.
referencia particular a la dogmauca
7
1 vmo, ons1 eraciones sobre la dogmanca JUrI ica con
penal), 103.A• • . Carbonell/Fix-Fierro/González
, 8 tzenza, La dogmática J·urídica como tecno-prax:is, en.
Perez/ValªEd,es· (1Coords.), EH-Carpizo, 2015, 169 ss. 189 ss.· una compro bac1on . , mas, a,r,c0 ndo, que
9
algunas de 1me uso , . me atrevería a decir' aunque esto ,requiere . lo las de Vives. Anton , o su d"1sc1pu
' Ia
Cue~d A as crmcas a la dogmática jurídico-penal [aSl, por eiemp ' 578 C .1aArnau La función
a rnau E - d 2ª 2011 ; uera, ,
de la do , . 'en spana; v. solo Vives Antón, Fun ament~s, d, l , '. , ) LH-Mir 2017, 494) están
.
influida gmac1ca (Una r;:rmca, . desde la concepción . •fica nva e adacc10n
. s1gni , '
e ·d la del ultarnormacivismo
s por el d 1 . ce muy e11n1 a,
de estirp 'ak uso e a dogmática que hace una cornen · . opinión se aparta en buena
e J obs· ' l ero que, en m1 ,
iana, que aqm no es posible va orar, P
131 1
1
Miguel Dfaz y García Conlledo
I
lio del debate sobre la cientificidad d l
Pues bien, tras su ~epaso amp ue la labor sosegada y no ur ida e a dog.
mática en otra obraNmo reconoce q g del teór¡
' , •b1·Hdades de argumentar y contraargume co
del Derecho le ofrece mas posi . d ntar qu
. .d l •d d de dictar sentencias, a menu o en tiempo , e
al Juez urg1 o por a neces1 a , . P . record
que necesita. apoyarse en las re flexiones del teonco. . rec1samente,
t:.
señala, en los,
, d e Common L aw, el J·uez tiene que. realizar
pa1ses l ese esruerzo argument at1v .
10 0
.
lo que estoy seguro d e que resu tal más d1ficu_ toso . '
y S h .. ·erta plenamente al senalar que el debate acaba siend
e uneman ac1 , . ,, 11 ) l d . . l) o una
cuestión de palabras (una "polémica esten1 Y O ec1S1vo es: Para sosten
si una conducta está ordenada o prohibida no debe c\ecidir la arbitrariedad e~
capricho, sino que deben ofrecerse fundamentos (razones) r~cionales que P~:.
dan seguirse hasta una premisa generalmente ace~tada. 2) El s1ste~a conceptual
y argumentativo resultante de ello debe· e~tar l~~re de _c?,ntrad1cciones. 3) A
través del discurso libre se establece una venficac1on, rev1S1on o examen perma-
nente, continuoJdel estándar que ha de observarse, al que hay que atenerse12_ A
ello yo añadiría que las categorías deben contrastarse en relación con los fines
que se les asignan. Aunque no las detallaré aquí, me parecen claramente indi-
cativas de las ventajas de la dogmática jurídica en general las funciones que le
atribuyeAlexy (estabilización, progreso, descarga, técn ica, control y heurística)B.
1
medid~ de lo-que debe ser la dogmática y su fruto inás depuraad,' la teoría del delito, al disolver las
categorías de esta en otras de imputación mucho más vagas, generales y hasta manipulables.
1° Nino, Los límites de la resp9nsabilidad pen"1. Una teor/a libe~~,del delito, 1980, 14.
1
11
Schünemann, Was hei~t und zu welchem Ende betreibt man Strafrechtsdogmatik? Zu
Fisch~'r's lhese der "frerriden seltsi ~en 'Wélí:ei anharid aktuelle~ BGH-Urteile zu Begriff und
Funktion der "besonderen persiinliéhen Merkmalbe" iin Strafrecht, en: GA 8/2011, 447. Por cierto,
este autor sigue reivindicando el valor de la dogmática y su servicio al Estado democrático de Derecho.
Lo ha hecho en múltiples trabajos y, recientemente, citando todos ellos y muchos más y frente a
posturas críticas como especialmente las de Vogel [Strafrecht und Strafrechtswissenschaft im interna-
tionalen und europaischen Rechtsraum, en: JZ 2012, 25 ss.] o Ambos [Zur Zukunft der deutschen
Strafrechtwissenschaft: Offenheit und und diskursive Methodik statt selbsbewusster Provinzialitat,
en: GA 4/2016, 177 ss.] en Schünemann, Über Strafrecht im demokratischen Rechtsstaat, das unver·
zichtbare Rationalitatsniveau seiner' Dogmatik und die vorgeblich progressive Rückschrittspropa·
ganda, en: ZIS 10/2016, 654 ss.; El Derecho penal en el Estado democrático de Derecho Yel irre·
nuncíable nivel de racionalidad de su dogmática (trad. de Roso Cañadillas/Pérez-Sauquillo Muñoz),
~019. E~ e~tos últimos trabajos ha sostenido Schünemann que en un Estado de Derecho liberal es
!ª
impre~~mdi~le dog'.11ática jurídico-penal como "cuarto poder" contra pretensiones totalitarias de
la polmca cnmmal . e mcluso ha introducido un nuevo paradº1gma en la c1enc1a. . g1obal del Derecho
penal:12el paradigma del mos analitico-philosophicus civitatis iuris abreviado como "mapci".
Schünemann, GAS! 11, 447. '
13
Ale 1h · d · ·stl· als
. . x~, _ eone er ¡un schen Argumentation. Die Theorie des rationalen Diskurses ,
lhd elone der ¡unst_i~ch~n Begründung, Nachwon ( 1991) Antwort auf einige Kritiker, 326 ss. [ie~n¡a
e a argumentac1on ¡uríd• L , dl . ·' ¡ur ·
.
dica, d A. _ica. ª teona e discurso racional como teoría de la fu ndamencacion
tra . tlenza/Espejo, 1997, 255 SS •]•
Reivi nd icación de la (buena) dogmática
14
Schünemann, GA 8/2011, 448.
v · ¿,,_.. . d h S e he dogmatikzwischenAnpassungundSelbstbehauptung.
L\.tn nauser, 0 1e eutsc e crarrec s
15
121 2 9 963
Grenzkontrolle der Kriminalpolitik durch die Dogmacik?, en: ZScW ( oo ), s.
16
CuerdaArnau, LH-Mir, 2017, 485. . pero qmero • expresar
7 N d d ll , ·d e requeriría muchos mauces,
1
o pue o esarro ar aqm esca 1 ea, qu . . ·¿
que no h l ., . . . dvierto que algunas mvocac1ones a ellos um as a
rec azo a apelac1on a los pnnc1p1os, pero ª · . . .,
la idea d d . e, . nales aleJ· adas de la propia ley y la Const1tuc1on.
e pon erac16n esconden prererenc1as perso '
,s e
uerda Arnau, LH-Mir, 2017, 486 ss.
Miguel Díaz y García Conlledo ., :'
19
Luzón'Peña, Lecciones PG, 3•, 2016, 3/2 (p. 29).
20
Yo mismo escribí hace muchos años: "( ... ) las valoraciones que creo más importantes son
, correctas
las que puede~ extraerse de la ley, intentando hacerlas compatibles con las que parecen m~s e con
desde el punto de vista de la justicia material, de las necesidades políticocriminales, pero siemj~ La
0
el límite máximo de la propia letra de la ley, del principio de legalidad" (Díaz y García Conl e '
autoría en Derecho penal, 1991, 35).
134
rl
----------------=-:==~~~~~~ Reivindicación de la (buena) dogmática
21
Geertz, La interpretación de las culturas, trad. Bixio, 12ª r~im~r., 2003, _39. . . ..
22
En uncia
· do por e'l en sus !'meas generales hace ya casi
. medio
. siglo: Roxm. Knmmalpolmk
und Strafrechtssystem, 2ª ed., 1973 (l ª, 1970) [Política crimmal y sistema del Derecho penal, traduc-
ción e introducción de Muñoz Conde, 1972).
23
" Interesantes y con amp l'mmas
. e nci·as posteriores las
rerere , recientes
. , . consideraciones
, sobre los
,
encuent ros y desencuentros" de ¡a dogmanca , • pe nal y la sociolog1a ¡und1Ca que ofrece Gomez
. Martm ,
Dogmáti·ca pena¡ y Socio . ¡og1a
, JUn
. 'd'1ca: encuentros y desencuentros, en LH-Jorge Barre1ro 1, 2019,
165 ss. [Diritto Penale Contemporaneo 2/2018, 149 ss.].
135
L
Miguel Dfaz y García Conlledo
no le son ajenas, también rn
d . das a la ley) e 1o p
mente fundadas y subor ma ·nado sistema, no en uno ideal cu I él.rece
un determ1 . A ,1 a q1r '
en cuanto que opera en . d fines, a los que aspira. s1, a teoría d I Iera,
que se rige por unos determma . os O tro categona . 1. L a construcción d e deI·Ito
J lógico Y ogill'
combinaría un aspecto te eo l culiaridades del contexto social ªtica
puede y debe incluso atender a as pe en que se
24
desarrolla • d ática y una teoría del delito absol
. , de una ogm Utaill
Me distancio asi l se tiene en cuenta la abstracci· , ente
. d en que so o on d I
puras o incontamma as, bietividad exquisita. e e e.
l norma, con una o ,
meneos comunes ª ª l s derechos fundamentales está sin d d
Por lo demás, el respeto ª 0 , . ( d u ap
'd iones dogmancas y e otras aproxima . 0r
encima de las consi erac , · d' d ll Clone
. ) tiende por que va a prescm 1r e e os una e 8
metodológicas , pero no se en ., d 'd . , 0 rrecta
, . M,as b'1en los refuerza con su pretens1on . e segun ad JUrtdica , 1gua1.
dogmatica. .
25
d ad y contenc10n. , d el poder punitivo estatal . Es cierto , . que se ha hecho dog.
, . d
manca en or enam1en • tos y momentos poco democrat1cos, pero esta segura.
mente h acontn'b m'do ali'mitar los excesos e inseguridades de esos orden""'i'e
.... " ntos
(aunque sea de manera mínima y sin poder derrotarlos). y también podría
argumentarse como contraejemplo con que los mo~entos en que la lejanía de
la dogmática y la teoría de delito ha sido mayor han sido los menos democráticos
(piénsese en la defensa del Derecho penal de autor ) 26•
Es conveniente, sí, no olvidar que la teoría del delito no debe ser un juego
de brillantes construcciones inútiles que surgen de la nada ni olvidar la orien-
tación a la solución (en la medida de lo posible previsible y fundamentada) de
problemas concretos. Baste un ejemplo27, entre muchos que podrían ponerse:
24
V. solo, por ejemplo, las consideraciones al respecto de penalistas latinoamericanos como
Sotomayor Acosta, ¿El Derecho penal garantistaen retirada?, en RP 21 (2008), 148 ss., 164; Zajfaroni,
¿Hacia dónde irá la ciencia jurídico-penal?, en: LH-Mir, 2017, 245 ss.; Arias Holguln, Contexto,
interdisciplinariedad y dogmática penal, en: EH-Terradillos, 2018, 49 ss.; Moreno Hernández, Dog·
mática Penal y Política Criminal, 2018, 82 s., 371 ss., 392 ss., entre otras pp.
25
26
Baste recordar las reflexiones de Schünemann en sus trabajos citados supra al final de la n. 1J.
Advierte críticamente de las condiciones en que la teoría del delito (recuérdese: d fruto más
depurado de la dogmáti ) " 0 d ' · ¡ d · al · ta
. . . ca P na vrncu arse e 1gu manera a un sistema conservador, progresis '
st O
hber~, social, fasci a comunista" Figueiredo Dias, Sobre la crisis del paradigma penal, en: LH-Jorge
Barreiro 1, 2019, 155.
27 0
ue también man · G D e , . . , . . R vista
. .
D1scus10nes 8 (2008), 180 s. e¡a reco, os,rormas de hacer dogmauca ¡und1co-penal, en. e
136
Reivindicación de la (buena) dogmática
Las. discusiones
.. en torno al error de prohibición , su d'1stmc10n
· · , d el d e upo,
·
su venc1b1lidad, etc. no son meras construcciones teóricas y clasificatorias, ni
tarnpoco mera glosa de lo que los preceptos legales dicen respecto del error, sino
que responden la necesidad de determinar, en el marco de la ley (o propug-
nando su cambio, e~ _s~ ,caso), cuánto de conocimiento de los hechos y del
Derecho (dela prohibtcion) se le puede exigir hoy a un individuo en una socie-
dad com~ l~ actual 0 , más concreto aún, si quien duda de si lo que va a hacer
está proh1b1~o O n_o puede confiar en lo que al respecto le diga un abogado o
basta que lo mvesngue por su cuenta o si debe buscar el asesoramiento de más
de un experto para garantizarse su falta de responsabilidad penal (por ser inven-
cible su error de prohibición). Casi ninguna ley o tenor legal nos resuelve sin
más esto 28 • Es necesaria una elaboración dogmática, sin olvido de las corres_r.on-
dientes consideraciones orientadas a los problemas y fines.
2s N 'bl d
o es pos1 e esarro ar
11 aqui' la ev1·dente conexión de. esto con la imposibilidad
. . ,
de la
·' ,· ¡ ¡ rte de los ¡·ueces hoy ampliamente reconocida. Citare, solo a
Subsunc1on automanca .en a ey por pa ' . ., . , .
· ,1 · 1· t traba¡·o de Sánchez-Ostiz Gutierrez, El mito de la mecamca
modo de e¡emp o reciente, e interesan e . , ,
. ·' · d' ·a1 d ¡ ¡ LH J Barrei·ro 2019 325 ss., advm1endo, eso s1, de que no com-
ªpi1cac1on ¡u 1c1 e a ey, en: - orge , '
parto necesariamente todas sus propuestas (pp. 336 ss.). . .,
29 Cuerda Arnau, LH-Mir, 2017 , 489. En ¡0 que sig~e no_d1scuto la afirmac1on de esta autora
· · d • d h h d enos previsible, smo el que ello se deba a la (correcta)
de que 1a ¡unspru enna sea e ec o ca a vez m
dogmática.
137
Miguel Díaz y García Conlledo
30
Schünemannn, GA 8/2011, 445 ss.
31
Schünemannn, GA 8/2011, 460. d ·a
32
V. soló Pantaleón Díaz, La utüidad de una buena dogmática para una buena jurispru t~\
(y viceversa). El ejemplo de la sentencia de la Sala Segunda del Tribunal Supremo 805/20l?, e
de diciembre (caso «Madrid Arena» ), en: Libertas 7 (2018), 105. ·a el
33
Ilustrativo, hasta en su título, y de la mano de un caso tristemente famoso en Espan '
crabaJ·o de Pantaleón Diaz, Libertas 7 (2018), 103 ss. d . · del
Roxin, Tacerschafc und Tacherrschafc, 9. Aufl. 2015, 242 ss., 736 ss. [Aucona, Y omin 9 .].
34 10
hecho en Derecho penal, trad. de Cuello Contreras/Serrano González de Murillo, 2016, 237 ss., 68 55
138
Reivindicación de la (buena) dogmática
fase ejecutiva35 (siendo frecuente que falte alguno de ellos), encubriendo así una
decisión qu~, com~ mucho, se basa (veladamente) en la vieja construcción
jurispruden~1~ _espanola del acuerdo previo36 o está tomada de modo intuitivo (y,
por canto, d1frcilmente controlable). Y conste que he puesto dos ejemplos en que
no comparto las propuestas de mi maestro alemán37 •