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INTRODUCCION:
En el Perú, de acuerdo a la ley N° 28927 Ley del Presupuesto del Sector Publico y
enmarcándose dentro de la Nueva Gestión pública, que incorporan los elementos
básicos para la implantación del Presupuesto por Resultados en el Perú (PPR). Aunque
aún estamos en las etapas iniciales y el balance de la experiencia es positivo aún debe
consolidarse esta práctica en el accionar de todas las instituciones públicas. El
denominado Presupuesto por Resultados, que según el Ministerio de Economía y
Finanzas (MEF), consiste en la aplicación de principios y técnicas para el diseño
(Programas Presupuestales), ejecución, seguimiento y evaluación del presupuesto
relacionando bienes y servicios (productos) y cambios generados en el bienestar
ciudadano (resultados).
De lo que se trata es de reencausar la dirección y misión de cada uno de los organismos
públicos hacia un modelo de gestión que priorice los resultados por sobre los
procedimientos y en donde predomine la transparencia en la gestión, sólo así se logrará
calidad en el gasto y el fin último de bienestar social, que todos queremos. El MEF
decidió implementar de manera progresiva el Presupuesto por Resultados (PPR); por
ello se hace necesario conocer si esta nueva forma de manejar las finanzas públicas,
sirve y servirá para impulsar el desarrollo económico y social del país, y de qué forma
concreta podrá contribuir a superar los problemas. El objetivo de este modelo
presupuestal es mejorar la calidad de la inversión pública y la calidad del gasto. A nivel
del gobierno central, servirá para la comprensión de una correcta asignación de los
recursos públicos hacia los gobiernos locales, mientras que a los gobiernos locales les
servirá para tomar decisiones relacionadas al mejoramiento de la calidad de vida de los
ciudadanos; si su implementación y aplicación es la óptima, ésta tendrá un impacto muy
positivo en los pobladores de las zonas más pobres del País.
Antes de pasar a desarrollar el tema que nos avoca, resulta necesario comprender
previamente que es la gestión por resultados, y partiendo de ahí, podremos entender que es
el presupuesto por resultados. En ese sentido, la gestión por resultado es el nuevo y más
moderno enfoque de la gestión pública del Estado, es decir, es una nueva manera de
administrar los recursos públicos para conseguir los fines de las entidades estatales. El enfoque
por resultados consiste en introducir una serie de herramientas para asegurar que el producto
final de la actividad estatal sea un impacto positivo en la calidad de vida de la ciudadanía.
También consta de una serie de etapas, en donde una importante es la de presupuesto por
resultado (en adelante PPR).
Ahora bien, en el Perú desde el año 2007 se viene implementando la Reforma en el Sistema
Nacional de Presupuesto: El PPR con la finalidad de asegurar que la población reciba los bienes
y servicios que requieren las personas, en las condiciones deseadas a fin de contribuir a la
mejora de su calidad de vida.
Así las cosas, en el Perú, “el cambio principal que busca PPR es mejorar la calidad del gasto a
través del fortalecimiento de la relación entre el presupuesto y los resultados, mediante el uso
sistemático de la información de desempeño y las prioridades de política, guardando siempre
consistencia con el marco macro fiscal y los topes agregados definidos en el Marco
Macroeconómico Multianual”. En este sentido lo que se busca es mejorar la priorización de la
asignación presupuestal. Tal como se desprende de la frase citada líneas arriba el énfasis está
no en el gasto de los recursos sino en cómo se gastan estos recursos. En este sentido lo que se
busca es pasar de la lógica del producto a la del resultado. Anteriormente se evaluaba la
gestión financiera del Estado a partir de los productos generados a partir del uso de los
recursos financieros.
Por ejemplo, se podía evaluar al sector educación por la cobertura de educación en el sentido
que una gran proporción de los niños y jóvenes en edad de estudiar lo estuvieran haciendo. Sin
embargo, esto es más un insumo que un producto. Ello quiere decir que el fin último de la
educación es brindarles a los niños y jóvenes la oportunidad de contar con buena educación.
Sin cobertura no es posible que los niños accedan a educación, pero eso es una parte porque
debe trabajarse con los demás elementos que intervienen en el proceso para asegurar que la
educación que reciban sea de calidad. De allí que el resultado (mejor calidad de la educación)
sea ahora el énfasis y no el producto (más niños estudiando).
Como se puede observar, el énfasis de la estrategia de PPR es lograr una mejor justificación de
la asignación presupuestal. Para el caso del Perú lo que busca es que cada vez más el gasto
público tenga las siguientes características:
Clara vinculación con los objetivos nacionales. - En este sentido es importante que
exista consistencia en el accionar del Estado. Por ello el gasto que se realice debe estar
fuertemente relacionado a las prioridades nacionales. Como sabemos, estas parten de
lograr una mejora en las condiciones de vida permitiendo que la población tenga
acceso a mejores servicios como salud y educación. Ello es lo que implica el
compromiso con la inclusión social en la que el presente gobierno –y los anteriores-
han priorizado a la vez que generar las condiciones para un crecimiento sostenido que
permita a las personas acceder a los servicios a los cuales tiene derecho.
Todos estos elementos son los que se buscan introducir en las instituciones que
operan bajo el esquema de presupuesto por resultados con el fin de mejorar la calidad
del gasto y focalizar su acción de tal manera de poder satisfacer las necesidades de los
ciudadanos.
ANTECEDENTES DE LA PROGRAMACIÓN PRESUPUESTARIA POR RESULTADOS:
Desde hace varios años el Estado peruano en general, y el Ministerio de Economía y Finanzas
(MEF) en particular, han tratado de hacer reformas sustantivas en la gestión pública.
Inicialmente, la participación del MEF y de la DGPP en estos esfuerzos estuvo en la suscripción
de los Convenios de Administración por Resultados (los llamados CAR) desde el año 2002 y en
el intento de tener un Sistema de Seguimiento y Evaluación del Gasto Público a fines del año
2004. Fue a partir de estas iniciativas que se comenzó a crear las bases para la articulación
entre una gestión pública por resultados y su expresión en el presupuesto público.
No fue sino hasta el año 2006, cuando se incorporó en la Ley de Presupuesto para el año fiscal
2007, un capítulo que estableció la implementación del PPR y que creó la figura de la
Programación Presupuestaria Estratégica (PPE) para algunos pliegos y en torno a acciones
prioritarias que debía emprender el Estado. Estas acciones prioritarias estaban fuertemente
dirigidas a alcanzar resultados sobre la infancia en términos de salud, educación, condiciones
básicas de infraestructura y abastecimiento de agua. Áreas que son consideradas básicas para
alcanzar un desarrollo sostenible en el largo plazo en nuestro país. En este capítulo de la ley se
hace responsable a la DGPP del diseño e implementación de los instrumentos que debía
contener el PPR, tales como la mencionada PPE, metas físicas, indicadores de resultados y
pruebas de evaluación.
La aparición de los Programas Presupuestales Estratégicos (PPE) ocurre durante el año 2007,
junto con la preparación del presupuesto público del 2008. Los 5 primeros PPE fueron: Salud
Materno Neonatal, Articulado Nutricional, Logros de Aprendizaje al finalizar el III ciclo, Acceso
de la Población a la Identidad, y Acceso a Servicios Sociales Básicos y Oportunidades de
Mercado. Estos 5 programas presupuestales respondían a las acciones prioritarias identificadas
el año anterior, que tenían una visión de largo plazo para superar la pobreza y exclusión social
y alcanzar un nivel superior de desarrollo en el país.
Para alcanzar estos objetivos, la PPE impulsó un enfoque integral que abarcaba a todos los
sectores (ministerios) y niveles del gobierno (Nacional, Regional y Local) en cada aproximación
causal detrás de un resultado propuesto. De esta manera, no se partía identificando a una
institución y los productos que ésta tenía que entregar para alcanzar dicho resultado, sino que
primero identificaba lo que había que entregar sin considerar qué institución debería hacerlo,
y luego se esperaba que esta entrega se haga de manera coordinada entre los diferentes
sectores y niveles de gobierno (“Primero se debiera establecer el presupuesto por productos y
luego por instituciones según el rol que desempeñan”). De esta manera se pretendía dejar de
lado la iniciativa institucional para reemplazarla por otra que ponía en el centro al resultado
propuesto [Esta idea fue difundida generalmente bajo el slogan: “de las instituciones a los
resultados que requiere y valora el ciudadano”.
El desarrollo metodológico para la PPE fue tomado del sector salud, en vista que este sector
contaba con experiencia en herramientas de gestión que se consideraron útiles para llevar a
cabo un PPR. Fue con esta influencia que se elaboró las instrucciones metodológicas para
establecer los diseños causales detrás de un resultado, la priorización de intervenciones
públicas, la posterior definición de los productos, su cantidad necesaria (metas físicas), la
información de sus costos y su posterior formulación. Para ello, la metodología propuso
desarrollar los diagnósticos en tres niveles o modelos, para terminar, postulando el diseño del
programa en un modelo adicional, el modelo lógico. Quizás la característica más sobresaliente
de esta metodología fue la búsqueda por la rigurosidad científica que respalde las
intervenciones a financiar. En esta búsqueda se establecía la importancia de sólo financiar
intervenciones que sean de probada eficacia, para lo que era necesario recurrir a métodos
estadísticos que determinaran la pertinencia de cada intervención para los resultados que se
esperaban alcanzar.
Como parte de este impulso de promoción de la PPE, en los años siguientes (2009-2010), las
leyes de presupuesto identificaron las prioridades que se debían abordar y los programas
presupuestales que se iban a crear durante el año fiscal correspondiente (lo que le daba el
nivel de estratégicos), además señalaban los ministerios o entidades encargados de conducir
las estrategias y de identificar a todos los actores involucrados independientemente del nivel
de gobierno.
A través de las leyes de presupuesto entre los años 2007-2010, se crearon más de 25 PPE;
ciertamente, unos con mayor nivel de desarrollo que otros en los diseños e instrumentos
esperados. La aplicación del enfoque integral y la metodología significaron un desafío casi
inalcanzable para las instituciones encargadas, por lo que la DGPP tuvo que apoyar el
desarrollo de los diseños y la aplicación metodológica a través de la disposición de consultores
especializados. Por otro lado, el desafío de poder generar alianzas exitosas entre los distintos
sectores fue una permanente agenda pendiente.
Con alguna posterioridad a la aparición de los PPE, otra iniciativa de la DGPP creó el concepto
de Programas Institucionales (PIT) en el marco del enfoque por resultados. La intención de esta
iniciativa fue identificar en el presupuesto público, la estructura programática de aquellos
programas que habían sido creados por Ministerios y sus organismos públicos mediante
decreto supremo u otra norma con rango de ley. Para integrar ambas iniciativas, se estableció
que “la articulación de los PIT con el PPR se da cuando un PIT contribuye al logro de los
resultados de un Programa Presupuestal Estratégico, en razón a que estos últimos programas
representan una Estrategia Nacional para el logro de un resultado determinado”. La
identificación de los PIT implicó un diseño causal distinto al de la PPE y usualmente se
incorporaron a los PPE como productos. Sin embargo, muchas veces los resultados que
perseguía un PIT y un programa estratégico eran distintos por lo que la articulación entre
ambos no era una tarea sencilla.
I. PROGRAMAS PRESUPUESTALES:
Identificar y asignar recursos en aquellos productos (bienes y servicios) que inciden en el logro
de resultados que beneficien a la población.
Evaluar el gasto público bajo una lógica causal: permiten esclarecer la lógica causal entre los
productos (bienes y servicios) que se proveen a la población y sus resultados, y establecer
indicadores para su medición.
Articular esfuerzos entre los tres niveles de gobierno a través de la implementación de un PP con
articulación territorial, que permita obtener mejores y mayores resultados y generar un mayor
aprendizaje entre las diferentes entidades de los tres niveles de gobierno.
II. SEGUIMIENTO:
Informa al MEF el
avance en la ejecución del
presupuesto y las metas
físicas alcanzadas de los
productos y proyectos de los
Programas Presupuestales.
Gobiernos regionales
Gobierno nacional (GN) (GR) Gobiernos locales (GL)
La reforma del PpR se implementa progresivamente a través de cuatro instrumentos, siendo uno de ellos
los Incentivos a la Gestión, el cual promueve la aceleración hacia el logro de los resultados al vincular
directamente los recursos asignados con mejoras en gestión específicas.
Los incentivos a la gestión aparecen como una herramienta valiosa que pretende mejorar el desempeño
de las entidades públicas y promover en ellas un esfuerzo mayor a favor del logro de los objetivos y
resultados esperados. El Programa de Incentivos a la Mejora de la Gestión Municipal sirve para promover
la articulación de políticas nacionales priorizadas en los diferentes niveles de gobierno.
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PRESUPUESTARIO
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