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OPTAMOS POR LA VIDA Y LA JUSTICIA

ACTIVIDAD 1

Sandra Aracely Barón Vargas, Bairon Alexis Rodríguez Córdoba

Fundación Universitaria Católica del Norte.

Mg. Camilo Serna Aristizábal

Febrero 22 de 2023
LA DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA: LA CONSTRUCCIÓN PERSONAL DE LA

ACCIÓN SOCIAL.

Introducción

“En el camino de la salvación de cada persona, la iglesia se preocupa por toda la familia

humana y sus necesidades, incluso en el ámbito material y social. Por ello, desarrolla una

brújula, una doctrina social que forme las conciencias y ayude a vivir según el Evangelio

y la propia naturaleza humana.” (Opus Dei, 2022)

Comprender la doctrina social de la iglesia (DSI), implica en sí mismo, comprender la base ética

de la acción humana enmarcada en la cristiandad y en la institucionalidad de la religión católica.

Esta doctrina social es una guía que expone la reflexión de la iglesia sobre la acción de los

sujetos en el entorno social en el cual habitan, desde los principios construidos por la fe que se

profesa. En ella, se establecen exigencias, direcciones y ejercicios de formación de las

conciencias en el marco de la creencia.

“La doctrina social es el anuncio de fe que hace el Magisterio ante las realidades sociales.

Recogida en un compendio, esa defensa se traduce en indicaciones, consejos y

exhortaciones por las que la Iglesia anima a los cristianos a ser ciudadanos responsables.”

(Opus Dei, 2022)

En este sentido, la DSI expone la relación existe entre los principios orientadores de la religión

católica con la sociedad civil en general, siendo esta sociedad la realidad cercana del sujeto en su

diario vivir, dicha relación se expone desde la necesidad ética del comportamiento, es decir,

desde la reflexión de la acción del sujeto, tal como se expone Vanderlei De Lima (2018), quien

agrega, además, que dicha reflexión no se enmarca en las acciones diarias humanas temporales,

sino en temas que refieren a la sociedad civil. Es en este contexto que De La Rosa (2023) expone
que la DSI nace del diálogo entre el evangelio y los pueblos con sus diferentes dimensiones

(económica, social, política etc.), y es en el marco de este diálogo que surgen los principios de la

doctrina,

La DSI, más que una guía espiritual, base las prácticas de los feligreses, se ha consolidado como

la relación de los sujetos con las enseñanzas del catolicismo, principalmente, en los temas

relacionados con la justicia social, buscando, como menciona Escobar (2012), el bien del hombre

desde la luz del evangelio (p. 114).

Bajo este contexto, el presente documento tiene como finalidad desarrollar un breve análisis

cualitativo entre la reflexión del sujeto en el marco de una doctrina y prácticas imperantes en una

realidad social, es así como se abordará el caso de la familia de Ben1, en la película Capitán

Fantástico (2016), en donde tras una crianza alejados de la realidad americana en si misma, tiene

que enfrentarse al choque cultural que implica el acercamiento a la cultura americana de las

grandes ciudades.

El documento, expondrá en primera instancia y de forma breve los principios base de la Doctrina

Social de la Iglesia, seguido de la problematización de la realidad en el marco de la película

Capitán Fantástico (2016), finalizando con la puntual reflexión de la utilidad de los principios de

la doctrina en la realidad humana del sujeto cotidiano.

1. La Doctrina Social de la Iglesia y sus Principios

Como documento guía de la reflexión sobre la acción humana, la DSI cuenta con una serie de

principios fundaménteles que orientan el fin del documento mismo, es decir, la base de las

orientaciones que brindan a todos sus feligreses, estos son: El bien común, El Destino Universal

1
Ben, sus 6 hijos, la memoria de su fallecida esposa y sus suegros.
de los Bienes, La subsidiaridad, La participación, La Solidaridad, Valores Fundamentales y La

vía del Amor, todos ellos enmarcados en la dignidad humana.

Cada uno de estos principios se consolidan, tal como lo expone la misma doctrina, como base de

la interpretación de la realidad de los sujetos en sus entornos, es decir, es con base en ellos que el

sujeto, feligrés, creyente o practicante, debe asumir la reflexión de sus acciones, posturas,

creencias o debates, permitiéndoles a estas inmiscuirse en sus relaciones sociales, sirviendo de la

misma manera de guía a la acción social. Adicionalmente, es importante entender que, si bien

son varios los principios de la DSI, y que cada uno cuenta con su significado y definición, estos

deben ser comprendidos, apreciados e implementados en su unidad, conexión y articulación, y no

por separado2. Ante ello se agrega:

“Los principios de la doctrina social, en su conjunto, constituyen la primera articulación

de la verdad de la sociedad, que interpela toda conciencia e invita a interactuar libremente

en plena corresponsabilidad con todos y respecto a todos” (Doctrina social de la Iglesia,

p. 59)

Sin embargo, es importante tratarlos de forma breve, buscando, a partir de una definición

puntual, construir el contexto sobre el cual entender las analogías que expondrá el documento.

En primera instancia, el bien común, debe sen entendido desde “a dignidad, unidad e igualdad de

todas las personas” (Doctrina social de la Iglesia, p. 59).

Schultze (2016), deja claro que hablar del bien común no es la garantía de bienestar en los

sujetos como sujetos, por el contrario, es como sujeto pensar siempre en el bienestar colectivo,

razón por la cual, parte siempre de la acción orientada desde una visión de contrato social, en el

cual, tal como reflexionaron Hobbes, Locke o Rousseau, parte del acuerdo entre las voluntades,

en busca del bien común (pp. 157-160). Schultze (2016), adicionalmente, también hace claridad,
2
Tal como lo Expone la DSI misma en el capítulo IV, en los acápites 160, 161, 162 y 163.
dentro de ese acuerdo de voluntades, que dicho acuerdo debe basarse en la voluntad de todos, es

decir en el beneficio de todos, y no solamente en el de la mayoría3 (p. 159).

Por su parte, el Destino Universal de los Bienes es comprendido como el uso de los recursos de

la creación para el desarrollo del sujeto, y, como lo expone la DSI, es desde el trabajo del sujeto

sobre la creación que este puede gozar de sus frutos (P. 61). Este concepto, ha generado un sinfín

de debates relacionado con el uso de los recursos, pues el uso de estos ha llevado a la humanidad

a la generación de distintos sistemas económicos, los cuales de una u otra forma han afectado el

entorno mismo de la humanidad, es decir, en palabras de la iglesia la creación. Es por ello que el

principio del destino universal de los bienes se centra en el uso que les damos a estos, y es en el

marco de este uso que no se cuestiona la propiedad privada, se cuestiona el exceso de propiedad,

o el uso de la misma como lo expone Vera (2010). Así mismo, como expuso el difunto papa Juan

Pablo II - Sobre toda propiedad privada, hay una hipoteca de los bienes que han de llegar a

todos-, y ante esta afirmación De La Rosa (2023) dice:

“Y ese llegar a todos es llegar a todo ser humano y a todos los seres humanos y nosotros

hemos de repetirlo continuamente: Dios creó todas las cosas, no para un grupo, sino para

todos. De tal manera es así, que hay que buscar caminos para una justa distribución de los

bienes y de las riquezas, sean éstas las que sean.”

Por otra parte, esta el principio de la subsidiaridad el cual se puede entender como la forma en la

cual se garantiza el ejercicio de los derechos de todos los sujetos, invitando, en términos de la

DSI, a las instancias sociales superiores de la sociedad jerarquizada, apoyar o ayudar al

desarrollo de los sujetos de instancias inferiores (p. 66).

3
En este sentido la DSI establece incluso que “La responsabilidad en la promoción del bien común compete,
además de a las personas particulares, al Estado, ya que el bien común es la razón de ser de su autoridad política.”
(P. 60)
“Para la Doctrina Social de la Iglesia, la subsidiariedad supone que todas las sociedades

de orden superior, con más desarrollo humano, científico y técnico, deben ponerse en una

actitud de ayuda, apoyo, promoción y servicio hacia los grupos y las comunidades con

menor desarrollo impidiendo que los individuos y grupos intermedios y minoritarios

pierdan su legitima autonomía” (Escobar, 2012, pág. 107)

Esto permite garantizar la independencia de todos los sujetos en el que hacer diario de sus

labores y acciones, no quedando dependientes de los asistencialismos. Por otra parte, el cuarto

elemento es el de la participación, siendo esta algo inherente a los ejercicios de existencia

humana a lo largo de la historia. Y es que la participación como da a entender De La Rosa (2023)

no es solo un derecho, es también un deber del sujeto, pues como parte de la comunidad, y quien

tiene también la responsabilidad de pensar desde el bien común, debe participar en escenarios de

decisión que afectan o se relacionan con la dinámicas humanas y sociales de su realidad.4

Como quinto principio tenemos la Solidaridad, la cual, según la DSI:

“Confiere particular importancia a la intrínseca sociabilidad de la persona humana, a la

igualdad de todos en dignidad y derechos, al camino común de los hombres y de los

pueblos hacia la unidad. Nunca como hoy, ha existido una conciencia tan difundida del

vínculo de interdependencia entre los hombres y los pueblos, que se manifiesta en todos

los niveles.” (pp. 68-69)

En este orden de ideas, la solidaridad se expresa como un principio de tipo social y moral, pues

su incidencia no debe quedar solo en el comportamiento reflexivo del sujeto, sino también en el

principio de consolidación institucional, pues estas deben ser transformadas en estructuras que,

4
Tal cual lo expresa la DSI: “Esto comporta que los sujetos de la comunidad civil deben ser informados, escuchados
y ser partícipes en el ejercido de las funciones que la democracia desempeña. (p. 68)
mediante la modificación de leyes, reglas del mercado, ordenamientos entre otros, consolide

estructuras de solidaridad en los Estados.

La solidaridad debe ser comprendida no como una acción humana superficial sobre otros, debe

ser comprendida como la acción del sujeto sobre el bien común, siendo esta la forma en que los

se logra que el sujeto se sienta responsable de los demás, de todos, de su entorno mismo.5

El siguiente principio es el de los Valores fundamentales de la vida Social, los cuales se expresan

en la verdad, la libertad, la justicia y el amor. Dichos valores de relacionan de forma reciproca

con los principios, como dice la DSI “en cuanto que los valores sociales expresan el aprecio que

hay que atribuirles a aquellos aspectos del bien moral que los principios tratan de conseguir”.

De La Rosa (2023) agrega que cuando se honra la verdad los pueblos avanzan; luchar contra la

opresión permite el goce de la libertad; y para vivir en paz se tiene que trabajar por la justicia.

Por otra parte, es claro que el amor es la base misma de opción por los otros, por la solidaridad,

por la materialización de lo que se denomina reino de Dios en la tierra. En este punto, es

importante resaltar que como último principio esta la vía del Amor. El amor no solo esta presente

en todos los demás principios expuestos en la DSI, sino que además sirve como base articuladora

de todos los principios.

“Sin amor, nosotros no podremos llegar a eso que deseamos: a una mayor distribución de

las riquezas, a un mundo donde impere la verdad, la justicia, la libertad; donde los bienes

realmente sean comunes, donde se busque el bien común.” (De La Rosa, 2023)

2. Capitán Fantástico: una lucha sobre las decisiones humanas


5
Un ejemplo claro es el expuesto por De La Rosa (2023): “El Amazonas no pertenece ya a Brasil o a los países del
Cono Sur, es un bien de toda la humanidad, porque lo que pasa allí afecta a la humanidad. Somos solidarios, y los
seres humanos somos como un racimo de guineos: o caminamos juntos o nosotros perecemos, pero hemos de
estar juntos. El principio, el criterio, el valor de la solidaridad es temática sobre la que hay que pensar y volver una
y otra vez porque no solamente se ha de esperar solidaridad de los demás, sino que cada uno de nosotros ha de
poner su granito de arena en el camino y en la construcción de un mundo solidario.”
Viggo Mortensen interpreta a Ben, un padre de seis hijos que, junto a su esposa, vivieron por

alrededor de diez años en un remoto bosque en EUA, alejados de la civilización y de toda

cercanía al capitalismo (prácticas y festividades). La crianza de los hijos se dio en un ambiente

de altísima exigencia intelectual y física. Tras la muerte de la su esposa, Ben y sus hijos se vieron

obligados a salir de su refugio, volviendo a la ciudad, desencadenando choques culturales, y

éticos sobre su actuar.6

Durante el desarrollo del film, los protagonistas expresan claramente el choque cultural que

implico el llegar a la ciudad, pues algunos de los protagonistas nunca se habitan enfrentado a

dicha realidad, al punto que verse sorprendidos por temas como la comida, los espacios, tiendas,

la autoridad etc. Si bien, la formación de los padres hacia los hijos fue altamente intelectual,

también fue sobre las corrientes anticapitalistas existentes, lo que los llevo a ser muy críticos

frente a las realidades construyendo principios reflexivos sobre los cuales actual.

En este sentido, se pueden establecer varias realidades frente a la respuesta de los protagonistas

durante el choque cultural. La primera de ella es la incapacidad de los sujetos de ser parte del

cambio de sociedad desde la institucionalidad, pues deciden tomar mediadas desde la decisión

autónoma de un aislamiento, hecho que aleja la reflexión de la DSI.

Por otra parte, es resaltable que las decisiones tomadas por el padre (Ben), y posteriormente por

sus hijos, se basaron en todo momento en sus creencias (reflexiones racionales), el interés por el

bien común de la familia y muy importante, la reflexión generada sobre cada una de las

decisiones tomadas, es decir, un ejercicio ético (lo que lo acerca analógicamente a la apuesta de

la DSI). Cada una de las reflexiones que dieron lugar a las decisiones fueron basadas en los

principios intelectuales que profesaban.

6
La sinopsis de la película puede encontrarse en Sensacine (2016).
Es así como reflexionar desde la razón cada una de sus decisiones fue la construcción social que

hicieron como familia, exaltando el ejercicio de la razón sobre la fe cristiana que profesaba el

resto de su familia. Este ejercicio de confrontación de las dinámicas sociales, desde las

construcciones sociales individuales o microcolectivas, se puede asimilar a la apuesta de Beck

(2009), de la individualización de la religión, esto desde el espíritu del cosmopolitismo.

Este ejercicio se evidencia en las practicas americanas como la caza, en las creencias budistas de

la mamá y las prácticas asociadas a la cultura Hippie americana de finales del siglo XX. Es así

como Beck (2009) expone la apuesta que del Dios personal, siendo la construcción individual de

los sujetos sobre sus creencias o experiencias religiosas a partir de elementos rescatados del

conocimiento del mundo. La apuesta de Beck es la analogía perfecta de la construcción

individual que hace la familia de Ben sobre sus acciones, pues se basan en elementos aprendidos

de forma permanente desde una perspectiva cosmopolita.

Finalmente, estas analogías, tanto la película del Capitán Fantástico, como la apuesta de Beck

por la construcción personal de la experiencia religiosa, sirven de ejemplo perfecto para exponer

el ejercicio de una doctrina en el diario vivir de un sujeto o una comunidad. En este caso, al

vincular la DSI dentro de este breve ejercicio, se pueden evidenciar dos elementos

fundamentales, los cuales podemos exponer como conclusiones.

La primera, es que por más que los sujetos, o grupos de sujetos, asuman la razón como una

forma autónoma de individualidad contestataria a los sistemas económicos, sociales y políticos,

estos procesos no dejan de ser una construcción social basada en los saberes, ideas, conceptos o

reflexiones de otras cosmovisiones existentes.

La segunda, hace referencia a que cuando se ha consolidado una razón que guía el desarrollo de

las reflexiones morales, estas sueles ser consolidadas como doctrinas dentro del actuar de los
sujetos, tal como se ve en la película Capitán Fantástico, en donde por más difícil que sea la

realidad social o contextual de los sujetos, estos asumen sus acciones desde la cosmovisión que

profesan, es decir, desde la reflexión ética basada en sus principios, los cuales construyeron en el

marco del contexto en el que vivieron.

Cualquiera de los dos casos resalta como ejemplo lo que puede significar para un feligrés de la

cristiandad la apuesta de la ética y los principios de la doctrina social de la iglesia, pues cada uno

expone una reflexión que lleva a la consolidación de los principios sobre los cuales se basa el

actual de quienes pertenecen a dichas creencias o reflexiones. Cada ejercicio partió de la suma de

situaciones, ideas, reflexiones, practicas aprendizajes que se consolidan como pilares, en este

caso principios de una doctrina que guía el actuar de los sujetos.

En la película es la razón ideológica contestataria, en la apuesta de Beck es la construcción de la

individual a partir de la realidad global de la cultura humana. En cualquiera de los casos los

principios construidos guían el actuar del sujeto. En la cristiandad, por su parte, son el bien

común, El Destino Universal de los Bienes, La subsidiaridad, La participación, La Solidaridad,

Valores Fundamentales, La vía del Amor y la dignidad humana.

Cada uno de estos principios surge de la reflexión sobre las realidades sociales de la humanidad,

pero se consolida como base del actuar, en este caso la individualidad cristiana, bajo una

reflexión ética construida a lo largo de los años.

Bibliografía

Beck, U. (2009). El Dios personal: La individualización de la religión y el «espíritu» del


cosmopolitismo. Paidos: Madrid.
De La Rosa, R. B. (2023). Los 7 Principios de la Doctrina social de la Iglesia. Recuperado el 15 de
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LIMA: PAULINAS.

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