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Programa Nacional de Formación en Higiene y Seguridad Laboral

UNIDAD X
ENSAYO
CHERNO
BYL

Participante
María Verónica Parra García
V-29.972.738

Barquisimeto, Febrero 2021


Chernobyl: La tragedia tras la falta de protocolos de seguridad

Chernobyl, una miniserie de HBO, Chernobyl, que reconstruye el


accidente de la central nuclear ucraniana, para recordar sobre los riesgos
que conlleva el uso de la energía nuclear. Para ello, narra con veracidad y
seriedad lo acaecido cuando la Central Nuclear de Chernobyl en Ucrania (en
aquel momento, en la Unión Soviética) explotaba. Ese suceso hizo que se
liberara material radioactivo a los países más cercanos, como Rusia, Ucrania
o Bielorrusia, pero también llegó a otros más alejados como Irlanda, una
miniserie que compone en cinco capítulos la crónica de una tragedia
anunciada. La misma comienza cuando a las 1.23 horas de la mañana del 26
de abril de 1986, la unidad 4 de la central nuclear Vladimir Lenin explotó por
los aires.
Todo comienza con una escena en que una física nuclear se da
cuenta que las mediciones de partículas radioactivas en el aire son
demasiado elevadas y que corresponden a un tipo de uranio utilizado como
combustible en las centrales de energía nuclear. Rápidamente, la científica
se da cuenta que un grave accidente habría ocurrido en las instalaciones de
Chernobyl. En paralelo vemos como, tras leer la descripción de una roca en
un informe, se comienza a intuir el terrible desastre ocurrido y es en una
comisión en la que participa el mismo gobierno, da a conocer su opinión
sobre lo que está ocurriendo en Chernobyl.
Tras una sensata intervención, se enviado en una misión especial al
lugar de los hechos para realizar un reporte completo de la situación y, de
ser necesario, proponer medidas de control para la emergencia. Desde la
llegada a la central nuclear se pudo apreciar la inoperancia política y factual
que tuvieron las personas involucradas y llamadas a tomar decisiones
importantes para controlar la alarmante situación y proteger a la población.
Esta ocurre en varios niveles eligen mal sus decisiones; los dueños y
operarios de la central de energía fueron terriblemente negligentes también,
intentando minimizar los hechos y profundizando la gravedad de lo ocurrido.
Lo que sigue a esas decisiones son actos tan heroicos como terroríficos. En
la desesperación de buscar una forma de combatir este “incendio” nuclear.
Con una segunda explosión el núcleo del reactor quedó expuesto,
contaminando el aire de la zona ucraniana y dando comienzo a uno de los
mayores desastres nucleares que se recuerdan. Pero, ¿cuál fue el error?
Un reactor, diseñado por los soviéticos, estaba llegando al final de su
ciclo de combustible, el uranio en su núcleo estaba casi agotado, algo que lo
hacía mucho más difícil de controlar. Y por una pobre organización del lugar,
un inexperto equipo nocturno tuvo que lidiar con el fin del proceso que se
estaba llevando a cabo en el reactor. Muchas malas decisiones acabaron
provocando la reacción descontrolada del núcleo y las consecuentes
explosiones que liberaron el material radioactivo en el aire de las poblaciones
cercanas, como la población de la ciudad de Prípiat, víctimas de la catástrofe
que sin tener ni idea de la que se les venía encima, disfrutaron de la visión
que supuso la explosión y vieron, entre otras cosas, que aprovechaban mejor
los rayos de sol ya que se ponían morenos en poco tiempo.
También, y hay otro eje central en la serie, y es cómo se luchó desde
los despachos de la ciudad de Moscú para contener los efectos del
accidente. Para el momento, la serie refleja la tarea como muy difícil teniendo
en cuenta que la amenaza era, por lo general, aparentemente invisible al ojo
humano. Por eso, para muchos de los lugareños, parecen todos tan
relativamente tranquilos observando el "incendio" en la central. ¿Cómo iban a
saber los desastrosos efectos que sufrirían si jamás había ocurrido nada
parecido? El gran reto fue, desde un principio, luchar contra algo contra lo
que no se habían enfrentado nunca.
Pero más allá de los efectos colaterales, esta serie ahonda con
sobriedad y esmero en los factores humanos y gubernamentales que
influyeron en el accidente y después del accidente. De forma violenta van
dibujando poco a poco un perfil de la situación en la que todo el mundo
quiere lavarse las manos y en donde la falta de protocolos, de medidas de
seguridad y de planes de actuación va aumentando cada vez más el riesgo,
mientras tratan de averiguar los motivos humanos que ocasionaron el
desastre. Siempre es un error humano, pero siempre tiene que haber alguien
que pague por él con un precio mayor, y que esconde los defectos de
muchos otros.
Esta serie capítulo a capítulo cuenta la historia de los hombres y
mujeres que sacrificaron su salud para evitar un desastre aún mayor, de la
inoperancia de las autoridades que nunca creyeron en las dimensiones de la
catástrofe y en el poco conocimiento que (aún hoy) se tenía sobre la energía
nuclear. Así se produjo, en cuestión de horas, una situación que sigue
teniendo consecuencias más de 30 años después. Y eso es lo que nos
cuenta Chernobyl, que no está tan interesada en quiénes fueron los
culpables en aquella central como en todo lo que originó después, desde la
irresponsabilidad del gobierno de Gorbachov que quiso ocultar el incidente
hasta que una central en Suecia detectó el problema hasta las reacciones
físicas en los que estuvieron expuestos a la radiación.
¿Pero quién o quiénes estuvieron la culpa de este desastre? Tal como
lo expresó el personaje ficticio usado en la serie, durante el juicio final en
Chernobyl, el desastre ocurrió por la confluencia una negligencia doble: la
primera, la de los ingenieros jefes y el gerente de la planta nuclear, y la
segunda, la de la obsesión del régimen soviético de mostrar al mundo algo
que nunca fue. Los ingenieros jefes y el gerente estaban enfocados en
terminar la prueba con el reactor nuclear, al punto que se saltó todos los
protocolos de seguridad para intentar conseguir un ascenso en la putrefacta
escalera de favores de la U.R.S.S. donde el mérito, la inteligencia o el talento
valen menos que las conexiones de cualquier inepto.
Y la Unión Soviética, o más bien el Partido Comunista que gobernaba
ese ya inexistente país, en su afán de demostrar que era una nación
desarrollada y avanzada, cosa que la historia ha demostrado que sólo fue
una vil fachada, apoyada en una red interminable de mentiras, decidió que el
desperfecto en el diseño de un reactor nuclear, era impresentable y
perjudicial para la imagen del país, y eliminó cualquier posibilidad de que
alguien, cualquiera, pudiera enterarse de semejante hecho.
Y al final, la torpeza, el orgullo patrio y la política fueron los
desencadenantes de un eterno infierno. La lección más importante aprendida
por la serie es la constatación de la responsabilidad que los profesionales
nucleares tienen en sus manos, porque una catástrofe de este tipo no debe
repetirse en la historia. Además, la serie resalta cuando un gobierno o
movimiento político empieza a ignorar el conocimiento científico, las
verdades dolorosas o las evidencias de la propia naturaleza, lo único que
queda es prepararse para el desastre. Eso es lo que dice esta serie de
nuestras sociedades pasadas y presentes, con la esperanza de que
podamos aprender algo de provecho para el futuro.
El mensaje de la serie está en definitiva en las palabras de un
personaje final del quinto y último capítulo de la miniserie: las mentiras crean
una deuda con la verdad, y es una deuda que siempre se pagará de una u
otra manera, y con bastante frecuencia, con la muerte.
Vivimos en un mundo donde nos encantan seleccionar los hechos
para que se acomoden a nuestra propia visión y que fortalezcan nuestra
postura, preferimos creer las mentiras porque nos hacen ver bien o porque
es más cómodo, o porque simplemente no toleramos que podemos estar
equivocados. Y más aún, hoy en día donde ciertos grupos quieren
subjetivizar todo, y tratan de convencer a propios y extraños de que no
existen las verdades absolutas.
Y sí, las verdades absolutas existen, sin ellas no existirían las ciencias
exactas, que son las responsables de que hoy, en el Siglo XXI, tengamos un
nivel de confort que ni los reyes del medioevo podían siquiera soñar, sin la
lógica, las matemáticas, la física, la química… y que hoy en día parecen
pasar a un segundo plano ante la demanda constante del retorcimiento de la
verdad a favor de unas supuestas buenas intenciones, que de buenas no
tienen nada.
Y un mensaje implícito durante toda la serie es el de tener mucho
cuidado con los cantos de sirena del totalitarismo, en los que con base en el
supuesto ideal de velar por los intereses comunes del pueblo, se termina en
una sociedad corrompida por el miedo, y donde las libertades son
inexistentes. Por supuesto, la democracia es imperfecta, como cualquier
constructo humano y siempre tiene un amplio terreno para mejorar, pero
siempre será mucho mejor que el totalitarismo obsesionado por demostrar
ser lo que no es, donde se escudan en la falacia de cifras estratosféricas en
educación, para convertir a los receptores de esa misma educación en
esclavos de las decisiones de una camarilla de individuos que no toleran que
se les llame como son: una bola de megalómanos adictos al poder.

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