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Honorarios
Todas las pericias realizadas, excepto de las solicitadas a instituciones estatales, devengaran en
cobro de honorarios regulados en el juicio en que se efectuaron, conforme las disposiciones
legales vigentes.
Régimen Cerrado
Las instituciones históricamente consideradas nucleares o centrales del llamado sistema de
menores, las que se conocen como “instituciones de seguridad” o como “institutos de
menores”, son descendientes directas a través de una larga historia institucional que se origina
en las primeras casas de trabajo, las Workhouses tanto inglesas (Bridewells) en 1555 y
holandesas (Rasphuis) en 1599.
Se trataba de instituciones de encierra y de custodia destinada a trasgresores de poca monta
(vagabundos, mendigos, jóvenes desamparados, huérfanos, prostitutas, etc.), no para castigar
crímenes severos ya que para eso estaba la pena corporal. “la finalidad de la institución, era la
reforma de los internados por medio del trabajo y de las disciplinas”.
Las Workhouses o Casas de trabajo, pueden ser entendidas como una de las primeras formas
de tratamiento conductual o intentos de modificar, corregir con miras a un desempeño
posterior acorde con lo demandado por el medio social.
Estas instituciones eran “cerradas” no sólo por su régimen sino porque se proponían darle al
internado, tanto mayor como menor de edad, todo lo necesario para satisfacer sus
necesidades básicas en un marco aséptico y cerrado (aislado).
Circularidad
Las instituciones presentarían “componentes perversos” en su organización y la sospecha de la
presencia en ellas de una suerte de “doble moral”, “doble discurso” producto de 2 ordenes
compuestas de valores diferentes y contrapuestos, que expresan en la practica la inmoralidad
de ciertas organizaciones y que son la manifestación de un orden destructivo.
Esto involucra la existencia tanto de actores, como de victimas o “prisioneros” de esa
perversidad (circularidad) así entendida.
La perversidad esta en que mismas instituciones, al menos en su formulación original,
destinadas a cuidar, proteger, educar terminan por “producir sentimientos de dolor, angustia o
desamparo”.
La principal critica que se hace a estas instituciones, es que no reeducan, ni reforman y son
instituciones en las cuales los sujetos que ingresan a ellas salen peores.
Cada chico o joven que regresa a una institución (reingresa al sistema) generalmente lo hace
en peores condiciones y si la institución continua repitiendo en sus respuestas, la consecuencia
es que saldrá también en peores condiciones de las que ingresó.
Esta es una de las formas en que la circularidad se manifiesta en estas instituciones.
Es cierto que en ellas existe algo del orden de lo destructivo. Orden que no es ajeno al
concepto de Circularidad, la que debe ser entendida como una sucesión de conductas,
acciones y reacciones que aparentemente conducen al mismo punto donde todo se inicio, en
el funcionamiento institucional.
El concepto de circularidad en las instituciones remite a otro, la repetición y la imposibilidad de
dejar de repetir. Esta “compulsión a la repetición”, llevaron a Freud, a relacionarla con el
concepto de “pulsión de muerte” que para los fines de este trabajo puede ser entendido como
una tendencia en la subjetividad relacionada con lo destructivo, ya sea volcado hacia el
exterior o sobre el propio sujeto como forma de autoagresión.
Uno de los fenómenos característicos del llamado “sistema de menores”, es que contiene
dentro del mismo, a una cantidad importante de chicos y jóvenes que “circulan”
constantemente por los diversos estamentos institucionales, conviviéndose en una suerte de
“clientes del sistema”.
Cada reingreso encierra un fracaso y debe ser claramente entendido como una situación
dañosa para el chico o joven que obstaculiza su recuperación o rehabilitación.
Reflexiones Finales
Desde hace tiempo las instituciones relacionadas con la restricción de la libertad, se
encuentran en crisis, cuestionándose no solo sus objetivos y funcionamiento sino su misma
existencia.
No hay posibilidad alguna de terminar ahora ni en el futuro inmediato con las instituciones que
implican privación de la libertad en casos de jóvenes transgresores de la ley penal.
Esto no quiere decir que no haya que modificarlas, por el contrario debe hacérselo y
profundamente. Pero cualquier pregunta al respecto necesariamente debe incluir un ¿Cómo?
Y un ¿Para que?
Las distintas tendencias doctrinarias que actualmente polemizan en cuanto a que hacer con las
prisiones, sostiene que se las puede agrupar en 4 posiciones:
1. como una postura extrema ya que propone directamente la abolición inmediata de la
pena privativa de la libertad.
2. criterio sostiene igual posición en cuanto a su eliminación pero en forma gradual que
se alcanzaría por la reducción paulatina en su aplicación.
3. propone “limitar el uso de la prisión solo para delincuentes que constituyen un peligro
para la sociedad”.
4. posición afirma lo legitimo de la pena privativa de la libertad y la necesidad de la
existencia de la prisión y al mismo tiempo reconoce las criticas que se le ha formulado
y propone corregir sus defectos “aconseja llevar a cabo un cambio profundo para
mejorar las condiciones de la prisión” sosteniendo una concepción del hombre
entendido como un ser que puede reformarse y reintegrarse sanamente a la sociedad.
Cómo es posible que no haya sido posible modificar el sistema de menores y en especial en lo
referido a las instituciones de encierro.
Cabe pensar que tienen una funcionalidad oculta que actúa no solo en ellas sino desde la
sociedad en su conjunto, que ha impedido hasta ahora su modificación positiva pero sin
embargo ha permitido un progresivo deterioro de las condiciones de internamiento.
Estas instituciones altamente conflictivas guardan desde su propio origen 2 concepciones
distintas, 2 “rostros” contrapuestos, que se mantienen en una suerte de equilibrio inestable y
permanente. Una de ellas esta relacionada con la idea de corregir al individuo, alcanzar su
recuperación o rehabilitación y la otra con lo meramente custodial y asegurativo. También
llevan en si mismas, otro par antitético compasión-represión. Cuanto más se acentúa el
movimiento hacia una de las posiciones extremas, como por ejemplo, la compasión que suele
expresarse en la creencia de que por el solo “amor hacia los chicos” alcanza para ayudarlos.
Pero los planes fracasan y con más intensidad surgirá la reacción en sentido contrario y hacia el
otro polo, el represivo.
Cuando todas las dadivas dadas a los chicos y jóvenes para tranquilarlos o calmarlos no forman
parte de un proyecto institucional más complejo, organizado y con otros objetivos que
trasciendan al mero regalo.
La respuesta lógica de los chicos será de la aumentar la demanda, simplemente quieren más y
más se deberá dar. Siendo esto propio de las características de personalidad del joven en
conflicto con los limites.
Pero en algún momento no habrá posibilidades de “dar más” aparecerá el limite y una de las
consecuencias será la frustración tanto de un lado como del otro.
Tener siempre presente en el accionar institucional dicho par antitético, compasión-represión
y su oscilación determinando la vida institucional.
Frente al limite dado por la realidad en cuanto a que “ya no hay más” o se que se pretenda
instalar abruptamente el “no”, el que no fue instalado ni regulado desde un principio, la
respuesta del chico o del joven es la protesta, el rechazo, respondiendo en la única forma en
que ha aprendido a hacerlo, privilegiando la acción, la descarga violenta y no la palabra.
Y entonces es cuando estalla el síntoma institucional característico: “el motín”. Cómo
responden los que estaban a cargo, recurren al viejo método que siempre criticaron, el de la
represión, para tratar de controlarlo lo que motivaron, y tratando, al mismo tiempo de que no
trascienda y arruine su prestigio y el de otros funcionarios de turno.
Así vemos como la compasión mal entendida lleva a la represión, así como la represión
indiscriminada e irracional lleva a la compasión exagerada y culposa, por múltiples
motivaciones de orden psicológico, donde se reinicia el movimiento pendular.
La posición más difícil de alcanzar y sobre todo de sostener es el equilibrio, es equilibrio nunca
es definitivo sino que se trata de un constante equilibrio inestable que requiere a cada
momento medidas tendientes a restablecer, compensar los desequilibrios que surgen de la
convivencia forzada.
Las instituciones cerradas o de seguridad, tanto la cárcel como las relacionadas con los
“menores”, surjan en plenitud con los comienzos de la Era Industrial y con el capitalismo
ascendente, responden a un tipo de sociedad compleja como la actual.
Morris, expresa “las prisiones no manifiestan el menor síntoma de desaparición en ninguna
parte del mundo”.
Propuesta
En el funcionamiento de “las instituciones de menores”, quizás el principio de una solución, se
trata de la idea de la “reducción de daños”.
Aceptando como cierta la existencia de los daños que producen la privación de la libertad, en
un segundo momento y a partir de esa aceptación configurar la formulación de una sincera
política tendiente “reducir los niveles de daño” que la internación causa.
Eso requiere llegar a la menor cantidad de jóvenes encerrados por el menor tiempo posible y
con el máximo aprovechamiento del tiempo de permanencia.
La necesidad de instrumentar un abordaje múltiple e intensivo, con el objetivo de conformar
una institución que funcione como una unidad centrada alrededor de lo evolutivo y basada en
el tratamiento integral y con aportes de todas las disciplinas científicas que se requiera.
La urgencia de abrir nuevas miradas y nuevas propuestas, que permitan otras formas de
abordar el problema, desde lo ético y lo humano, que posibiliten develar las relaciones de
poder dentro de esta compleja problemática y así dar cuenta de un tratamiento diferente al
problema de la trasgresión juvenil y ahora la infantil, ya que las propuestas actuales, en la
inmensa mayoría de los casos han fracasado y por el contrario, han creado mayor confusión e
injusticia al manejo de este asunto.
Unidad N° 3
- DI SILVESTRE MAÍZ SOTO: "Poder Judicial, Organización y funcionamiento del Fuero Civil
Nacional” y "Etapas en las que se dividen los procesos de conocimiento", Cap. 11, pp. 25 35 y
Cap. VII pp 129 139.
Cáp. VII
Diferentes tipos de documentos y su valor probatorio
Los documentos, también llamados instrumentos, pueden clasificarse en:
- Públicos: son aquellos que deben ser realizados con las formalidades que la ley
establece para así considerarlos, debiendo ser otorgado en presencia de un oficial
público quien la ley les confiere facultad de autorizar. El hecho de ser otorgado en
presencia de un oficial público da al instrumento público el carácter de indubitable, es
así que el juez le dará valoración de verdad a su contenido.
- Privados: Los instrumentos privados son aquellos que las partes otorgan por si solas,
ya sea en un acto bilateral o unilateral, sin intervención de ningún oficial público, por
lo tanto no tienen fecha ni gozan de presunción de autenticidad.
Prueba informativa
Concepto: Son las informaciones dadas por entidades públicas o privadas, respecto de datos
que obren en su poder, ya sea a través de la remisión de constancias al juzgado, como por una
contestación meramente declarativa mediante oficio.
Los datos a que hacemos referencia, surgen de las constancias que obran en la
documentación, archivo y registros de la dependencia y deben ser suministrados
independientemente del conocimiento que de ellos pudiera tener el funcionario o
representante que contesta el oficio.
Diferentes maneras de producción y valor de la prueba informativa
El juez valorara el informe traído al expediente al momento de dictar sentencia, tomando en
cuenta las circunstancias que se plantean en el mismo y el resultado de las restantes pruebas
obtenidas.
Por otra parte, cuando la prueba informativa consiste en acompañar en autos cualquier tipo de
documento, la valoración que hará el juez del mismo se circunscribirá a los mismos parámetros
que el medio de prueba documental.
Prueba de confesión
Concepto: Consiste en la declaración que realiza cada parte respecto de los hechos personales
que se encuentran controvertidos en el juicio.
Esta declaración se realiza jurando como cierto que la afirmación dada por la parte contraria es
verdad o no lo es. También puede la parte en el acto de absolver posiciones explayarse mas
allá de la afirmación formulada.
Prueba testimonial
Concepto: Consiste en la declaración de una o varias personas ajenas al pleito judicial, pero
que de algún modo tienen conocimiento de los hechos, ya sea por haberlos presenciado o por
haber tomado conocimiento de circunstancias que rodearon a los mismos.
El testigo declarara bajo juramento de decir la verdad, lo que implica que de descubrirse la
falsedad del testimonio podrá ser condenado penalmente. Pueden ser testigos la persona
capaz y mayor de 14 años, salvo que el CPCC establece en el artículo 427 que: No podrá ser
ofrecido como testigos los consanguíneos o afines en línea directa de las partes, ni el cónyuge,
aunque estuviese separado legalmente, salvo si se tratare de reconocimiento de firmas.
Valoración de la prueba testimonial
Cuanto más objetiva resulte la declaración, mayor valor como medio de prueba tendrá.
¿Puede un perito ser testigo y perito?
Las personas que deben ser excluidas como perito son:
- Los consanguíneos o afines en línea directa de las partes,
- El cónyuge, aunque estuviese separado legalmente, salvo si se tratase de un
reconocimiento de firmas.
En la medida en que no se encuentre el perito comprendido por las generales de la ley no
existe motivo para dudar de su imparcialidad al prestar declaración.
¿Puede un consultor técnico actuar como testigo?
Si el consultor técnico no se encuentra emplazado en alguno de los requisitos que el CPCC
prevé para negar la posibilidad de declaración testimonial de una determinada persona, no
existe obstáculo legal para la recepción de su testimonio.
o Prueba de reconocimiento
Concepto: El reconocimiento es toda sunción de prueba consistente en una percepción
sensorial realizada por el juez.
El juez o tribunal podrá ordenar, de oficio o a pedido de parte
El reconocimiento de lugares, personas o cosas para determinar su
condición, características o estado.
La concurrencia de peritos y testigos a dicho acto , la posibilidad de que le
juez cite al acto de reconocimiento a peritos y testigos tiene su razón en que
los peritos podrán ampliar, completar o incluso producir su dictamen ante la
presencia del juez; por su parte los testigos podrán ampliar ideas ya
expresadas que podrían no haber quedado claras al momento de su
declaración.
Valoración de la prueba de reconocimiento
Será valorada por el juez al momento de dictar sentencia prestándole importancia, debido a
que es el único medio probatorio que le permite adquirir un conocimiento objetivo d los
hechos, lugares, personas o cosas, esto es así dado que la diligencia debe ser realizada por el
magistrado en forma personal.
o Prueba anticipada
Las partes poseen la facultad de solicitar al juez la producción de determinadas medidas de
prueba antes de la etapa probatoria, esto es en la etapa de sustanciación o probatoria.
Estas medidas probatorias son llamadas de prueba anticipada, artículo 326 del CPCC: los que
sean o vayan a ser parte de un proceso de conocimiento y tuvieren motivos justificados para
temer que la producción de sus pruebas pudiera resultar imposible o muy dificultosa durante
el periodo de prueba, podrán solicitar que se produzcan anticipadamente las siguientes:
1. Declaración de un testigo de muy avanzada edad, o que este gravemente enfermo o
este por ausentarse del país.
2. Reconocimiento judicial o dictamen pericial para hacer constar la existencia de
documentos, o el estado de cosas o lugares.
3. Pedido de informes.
La absolución de posiciones podrá pedirse únicamente en proceso ya iniciado.
Unidad N° 4
- GHISO. C., " Del Régimen del Patronato al Paradigma de la Promoción y Protección de los
Derechos del Niño" (Ficha)
La ley 10.903 del Patronato de Menores, también conocida como Ley de Agote. Los alcances
que dicha norma alcanzó en materia proteccionista que el Estado aplico sobre la niñez y la
adolescencia. Con esta ley, el sentido y los efectos que recayeron sobre el universo de la niñez
considerada en situación de riesgo o al menos en situación irregular lo cual propicio el
nacimiento de la Doctrina de la Situación Irregular, resultando a posteriori el decálogo de uso
habitual en el fuero de menores para resolver judicialmente el destino de esos niños y jóvenes.
El Patronato de menores contenía a los “menores” y el cuerpo social interactuaba con los
niños. Se define al Patronato como la forma en la que el Estado capto a los diferentes y en el
marco de la protección integral, alojo restringiendo su libertad ambulatoria en diversos
programas de asistencia.
Caracterizamos a un ESTADO PROTECTOR que ha ejercido una FUNCION TUTELAR que delega
por norma en la figura del juez la acción jurídica de disponer del “menor” victima o autor.
Esta función tutelar, supletoria de potestades y reemplazante de responsabilidades, requirió
del aporte profesional de la psicología al igual que de otras ciencias sobre las que se
sustentaron las decisiones judiciales.
El proceso de institucionalización basado en la doctrina de la situación irregular, separaba al
niño de su hogar, su familia, su comunidad, su cultura, insertándolo, allí donde se contara con
una cama.
Hoy esta ley se encuentra derogada.
Nuevo Paradigma de la Promoción y Protección de los Derechos .
Es evidente que el Estado, adeudaba a su niñez y juventud un marco respetuoso en materia de
políticas públicas para la promoción y protección de los derechos de dicho universo.
A fines del 2005 el Estado Nacional hace lo propio a partir de la sanción de la Ley 26.061 de
Protección Integral de Niñas, niños y Adolescentes, ya reglamentada y en vigencia.
Los cambios, respecto de la ley anterior ley 10.903 (1919), se pasa de un sistema parcializado a
un sistema ampliado, entendiendo este ultimo, como el conjunto de organismos, entidades
(nacionales, provinciales, municipales) y organizaciones del sector publico y privado que
ejecutan, coordinan, supervisan, monitorean, etc., las acciones inherentes a la promoción y
protección de derechos vulnerados y/o amenazados, tomándose como categoría de niño
aquella contemplada en la CONVENCION DE LOS DERECHOS DEL NIÑO (Ley 23.849/1990), es
decir hasta los 18 años.
La competencia civil-asistencial sale de la esfera del fuero de menores centrada en la figura del
juez de menores y pasa a ser materia de competencia de los órganos administrativos y del
tribunal de familia. El actual juez de menores intervendrá exclusivamente en materia de
responsabilidad penal juvenil, creándose a tal fin el juzgado Penal del niño.
Los niños y jóvenes pasan de ser OBJETOS DE INTERVENCIÓN a SUJETOS DE DERECHOS y estos
se conciben en el marco de políticas universales, sin el distingo de las condiciones sociales en
las cuales se encuentren.
Los cambios normativos promueven en el Estado (Nacional y provincial) modificaciones de
fondo respecto de su institucionalidad, programas, dispositivos y acciones.
En muchas oportunidades el sistema Patronato, captaba a victimas de transgresiones, como
una misma entidad.
Sistema de Responsabilidad Penal Juvenil.
Frente al nuevo Paradigma, la reforma normativa y por consiguiente, la adecuación
institucional y asimilación de nuevos procesos alcanza a la otra pata del sistema que reviste
importancia, ósea el Sistema de Responsabilidad Penal Juvenil.
El Código Penal, ley de fondo y por lo tanto nacional es aplicable a partir de los 18 años. Para
los menores de esa edad seria aplicable la Ley 22.278 Régimen Penal de la Minoridad, con sus
reformas. Consideremos al niño/joven sujeto de derecho y ciudadano.
Para describir la situación diagnostica resulta interesante presentarla desde 2 perspectivas:
- la de los sujetos involucrados, y
- la del marco institucional.