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Qué-hacer (¿?

) en el ámbito pericial
en la EVALUACIÓN DEL DAÑO PSÍQUICO.

Prof. Lic. Daniela Monasterio. XIX 2016 Jornada de la Red. Quilmes.

Cómo transformar el ¿Qué hacer? en un Quehacer de la evaluación del daño psíquico en el


ámbito pericial; cómo atravesar la complejidad de la inserción en dicho ámbito, ya que cuando
iniciamos los primeros pasos, aquello que se vislumbraba no tan complejo, comienza a serlo; en
definitiva cómo hacer habitable dicho pasaje en un espacio que nos convoca desde el
entrecruzamiento del discurso y prácticas de la Psicología con el discurso y prácticas del Derecho.

En principio, desde el Derecho se delimita la tarea del Psicólogo dentro del ámbito jurídico
desde la función de perito. Recordemos que perito es aquel sujeto que poseyendo determinados
conocimientos científicos, artísticos, técnicos o prácticos informa a la justicia sobre hechos litigiosos
en cuanto se relacionan con su especial saber o experiencia. Ahora bien, la tarea pericial puede ser
propuesta por las partes o a instancias del juez. Siendo su función de auxiliar de la justicia y no de
testigo, debido a que el mismo no da una opinión personal sobre los hechos litigiosos sino que arriba
a un informe basado en la ciencia de su especialidad, siendo su labor en colaboración de la justicia,
para que el juez pueda constituir una amplia perspectiva sobre los hechos en examen, a los que
aplicará el derecho vigente.
Por otra parte, se delimita en los diferentes tipos de perito, a saber:
Perito Oficial: Es el profesional que desempeña sus funciones en relación de dependencia con la
justicia, en la Asesoría pericial perteneciente al Cuerpo de psicólogos Forenses o en un juzgado.
Perito de Oficio: Es aquel profesional que habiéndose inscripto en las listas que, para tal fin, se
organizan en cada fuero, es desinsaculado en aquellas causas en las que los jueces, por propia
convicción o a pedido de alguna de las partes intervinientes en el proceso judicial, entienden que se
necesita de un aporte pericial específico. Por lo tanto su relación con la justicia es un contrato para
actuar en determinado expediente, siendo convocado por el juez. El perito de oficio es notificado de
su designación en una causa por medio de una Cédula de notificación (vg. Electrónica), y tiene 3 días
hábiles para concurrir al tribunal o juzgado, solicitar el expediente y aceptar o no el cargo. Si no
concurriese en el plazo fijado o no aceptase la designación, será reemplazado por otro. Es dable
aclarar que el perito cuando toma contacto por primera vez con el expediente (antes de la aceptación
del cargo) deberá buscar en el mismo los nombres de los intervinientes en el litigio, su designación y

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los puntos periciales, ya que podrían existir causales de excusación (vg. Parentesco por
consanguinidad dentro del cuarto grado y segundo de afinidad con alguna de las partes o sus
letrados).
Entonces, se inicia el proceso de peritación una vez aceptado el cargo, debiendo el profesional
confeccionar un informe pericial por lo cual deberá en primer lugar consultar el expediente judicial,
tomando conocimiento de los puntos de pericia, preguntas que debe responder específicamente el
perito (solamente deben ser respondidos los propuestos y/o autorizados por el juez), y recabar toda
información pertinente a su accionar (vg. Documentación que certifique tratamientos
psicoterapéuticos). El proceso pericial finaliza con la contestación de la última requisitoria que hayan
manifestado las partes del proceso litigioso y que el Juez interviniente hubiere corrido el traslado al
perito (vg. Impugnación).
Por otra parte, si no presentare dicho dictamen o no contestare una impugnación, no habiendo
explicitado oportunamente el motivo por el cual ocurriese, será removido del cargo bajo plausible
sanción (vg. Exclusión de las listas).
Perito de Parte: Se distinguen los que trabajan para los estudios jurídicos, como asesores, los que
actúan enmarcados por la jurisdicción del Poder Judicial de Nación y los actuantes en la jurisdicción
del Poder Judicial Provincial de Buenos Aires. Para los peritos de parte que actúan en la jurisdicción
del Poder Judicial de Nación su función está reglamentada en el Código de procedimientos penal: Es
nombrado por el juez a pedido de alguna de las partes, tiene un rol pericial y, por lo tanto,
obligaciones, que al no cumplimentarse se impone sanción. Debe realizar aceptación de cargo y
presentar dictamen (en el caso que adhiera en un todo con el perito oficial, bastará con firmar el
informe que este presentare). Por otra parte cuando los peritos de parte actúan enmarcados por la
jurisdicción del Poder Judicial de Provincia de Buenos Aires, las partes, de común de acuerdo, tienen
la facultad de designar un perito único o, si consideran que deben ser tres, cada una de ellas puede
proponer uno, con la conformidad de la contraria y el tribunal designar al tercero; los tres peritos
deben ser nombrados conjuntamente. Por lo general son designados en los procesos penales, en el
fuero civil y comercial esto resulta excepcional, aún cuando el código procesal establece dicha
posibilidad.
Consultor Técnico: Su actuación se enmarca en la jurisdicción del Poder de Nación, y su función se
reglamenta en el Código de procedimientos Civil. Es autorizado por el juez a instancia de alguna de
las partes. Actuará como veedor de la pericia, no teniendo obligación de realizar aceptación formal
del cargo ni de presentar informe.

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Ahora bien, Daño, desde el derecho, es fundamentalmente resarcible y para alcanzar dicho fin
debe demostrarse su existencia y mensurar su magnitud en un proceso judicial. Asimismo, daño es
todo perjuicio o menoscabo que se recibe por responsabilidad de otro, con expresión tanto física
como psíquica, siendo una lesión a un interés jurídico. Esto último da cuenta del entrecruzamiento de
del Derecho y de la Psicología, dando origen al concepto de Daño Psíquico: Constructo de origen
mixto: psicológico y jurídico. El Dr. Mariano Castex, lo define como: “…puede hablarse prima
facie de la existencia de “daño psíquico” en un determinado sujeto, cuando este presenta un
deterioro, disfunción, disturbio, alteración, trastorno o desarrollo psicogénico o psicoorgánico que,
afectando sus esferas afectiva y/o intelectivo y/o volitiva, limita su capacidad de goce individual,
familiar, laboral, social y/o recreativas”I. Asimismo el Dr. Ricardo E. Risso lo expone como:
“Síndrome psiquiátrico coherente (enfermedad psíquica), novedoso en la biografía, relacionado
causal o concausalmente con el evento de autos (accidente, enfermedad, delito), que ha ocasionado
una disminución de las aptitudes psíquicas previas (incapacidad), que tiene carácter irreversible
(cronicidad) o al menos jurídicamente consolidado…”II. Por otra parte, es menester especificar y
diferenciar el concepto de Daño Moral: ficción jurídica, se distingue del daño psíquico, siendo la
facultad del juez su determinación, surge inmediatamente de la lectura de los hechos ocurridos, no
requiriendo prueba ya que afecta a valores inmateriales. Específicamente el daño moral es todo
sufrimiento o dolor que se padece independientemente de cualquier afectación en lo patrimonial; a
diferencia del daño psíquico no implica conformación patológica ni mensuración de incapacidad
resultante, sino que es una lesión a los sentimientos o principios éticos o morales, por ello su
evaluación es facultad del juez y no de competencia del perito psicológico.

Adentrándonos en el discurso y práctica psicológica específica, en la labor pericial se efectúa


un proceso psicodiagnóstico, proceso científico conformado por diversas técnicas de exploración y
evaluación psicológica (v.g Entrevistas semidirigas, técnicas proyectivas y psicométricas). La
aplicación de dichas técnicas están dirigidas a indagar la totalidad psíquica del sujeto a examinar:
intelectual, afectiva, vincular (manejo de las relaciones interpersonales), volitiva (vg. manejo de los
impulsos), evaluando además el ajuste y la adecuación a la realidad. La batería de test a implementar
se organiza luego de realizada la primer entrevista, siguiendo los criterios de elección (vg. Edad,
nivel de instrucción, problemática específica).

I
Mariano Castex. 2005. El Daño en Psicopsiquiatría Forense. Buenos Aires: Ad- Hoc, 39.
II
Ricardo E. Risso. 2005. El Daño en Psicopsiquiatría Forense. Buenos Aires: Ad- Hoc, 191.

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Ahora bien, en forma amplia se distinguen como síntomas compatibles con daño psíquico la
presencia de bloqueo o disminución de las funciones del yo; accesos emotivos incontrolables (vg.
Ira), perturbaciones en el sueño (vg. Insomnio); confusión mental; neurosis reactivas, entre otros.
Consecuentemente los síntomas deberán ser observados en la evaluación psicológica.
Cuando se finaliza el examen pericial psicológico se arriba a un diagnóstico sobre el estado y tipo de
estructura psíquica del sujeto entrevistado; si se hallare patología o trastorno, se deberá establecer el
diagnóstico (vg. conforme al DSM-V: Manual de Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos
Mentales). Asimismo, se debe especificar la relación de causalidad o concausalidad entre el daño
psíquico y el evento en autos, otro entrecruzamiento del derecho y la psicología. A saber, la relación
de causalidad remite a la concordancia lineal entre causa y efecto, es decir la patología o trastorno se
origina a consecuencia del hecho en marras (Nexo Causal Directo); en cambio la relación de
concausalidad, refiere al concepto de concausa entendido como cualquier factor que altera la
evolución normal de un cuadro, diferenciándose en concausas preexistentes, concurrentes o
consecutivas (Nexo Concausal Indirecto).
Luego se homologa la patología o trastorno con baremos o tablas actualizados, para mensurar los
porcentajes de incapacidad, entendida esta última como aquella consecuencia originada por la
enfermedad psíquica hallada, que daña de manera perdurable una o varias de las funciones del sujeto:
-Desempeño de sus tareas habituales.
-Acceso al mercado laboral.
-Capacidad de ganar dinero.
-Habilidades de relación.
Asimismo, los baremos más utilizados son:
En el fuero civil:
ᴪ Daño Neurológico y Psíquico de los Dres. Mariano N. Castex y Daniel Silva (CIDIF -
Academia Nacional de Ciencias de Buenos Aires).
En el fuero laboral:
ᴪ Ley Nº 24.557 para la Evaluación de Incapacidades Laborales. Decreto 49/14.
ᴪ Ley Nº 24.241 para la Evaluación de Jubilaciones y Pensiones. Decreto 478/98.
Finalmente del análisis de toda la información que se obtenga se conducirá a la elaboración de
conclusiones diagnósticas, las cuales se verterán en la confección del dictamen pericial y
contestación de los puntos periciales ofrecidos, teniendo como directriz la finalidad específicamente
forense que hace a su naturaleza en tanto proceso pericial, dando cuenta del constante
entrecruzamiento del discurso y prácticas jurídicas con el discurso y prácticas psicológicas
enmarcando el QUEHACER en la evaluación del daño psíquico en el ámbito pericial.

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Bibliografía:

ᴪ Castex, M. (2005). El Daño en Psicopsiquiatría Forense. Buenos Aires: Ad- Hoc.


ᴪ Código procesal Civil y Comercial de la Provincia de Buenos Aires y Leyes Complementarias.
(29º ed.). (2013). Buenos Aires: Editorial Lex.
ᴪ Daray, H. (1995). Daño psicológico. Buenos Aires: Astrea.
ᴪ Izcurdia, M., Puhl, S., y Varela, O. (2013) La actividad pericial en Psicología Jurídica. Buenos
Aires: ECUA.
ᴪ Izcurdia, M. (colab.), Puhl, S., y Varela, O. (2002) Temas de psicología jurídica. Buenos Aires:
ECUA.
ᴪ Izcurdia, M., Puhl, S., Sarmiento, A., y Varela, O. (2005) Psicología jurídica. Buenos Aires: JCE.
ᴪ Ley nº 24.557 (1996). Listado de enfermedades profesionales. Recuperado de:
http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/225000-29999/225309/norma.htm
ᴪ Normas para la Evaluación, Calificación y Cuantificación del Grado de Invalidez de los
Trabajadores Afiliados al S.I.J.P. https://www.justiciachaco.gov.ar /IMCIF/Contenido/Dec
reto%20478-98.pdf
ᴪ Talarico Pinto, I. (2003) Pericia psicológica. Buenos Aires: La Rocca S.R.L.

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