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EL SER Y LA ESENCIA

El problema del ser y de nuestra presencia en el mundo es, al mismo tiempo, el más difícil
de circunscribir, el más general, y el más oscuro de pensar. La cuestión del “ser” es,
clásicamente, el tema central de la metafísica. La metafísica constituye tradicionalmente la
ciencia de las ciencias, la forma suprema del conocimiento, en cuanto conocimiento de la
realidad absoluta, a la que se subordinan la física y la matemática. A partir de Aristóteles, la
primera filosofía se subdivide en: TEOLOGIA (más adelante llamada Ontología o teoría
del ser, Gnoseología o teoría del conocimiento).

Por lo tanto, esta primera filosofía tiene que ver, respectivamente, con la naturaleza de Dios
(ser suprasensible, perfecto e inmutable), y con el “ser en cuanto ser” (o sea, con la
“sustancia”, con las cualidades que cada ser debe poseer necesariamente para subsistir,
puesto que si se destruye el ser, “se eliminan también todas las demás cosas”. El ser no
coincide, pues, con los distintos entes y especies que encontramos con el mundo. Con los
entes establecemos una relación que no es solo con base en el conocimiento, sino también
afectiva, simbólica e incluso mítica. Así pues “ser” se interpreta como verbo, actividad que
sobrepasa o trasciende a todos los entes individuales, pero gracias a la cual los mismos son
y perseveran en su ser.

La pregunta por el ser

La interrogación acerca del ser surgió en Grecia en virtud de ciertas experiencias y a


consecuencias de cierta situación algunos pensadores preguntaron, ante todo, por el ser de
las cosas. Ello se explica por dos razones: la primera, que creían en la posibilidad de que las
cosas tuvieren un ser; la segunda, que se suponían capacitados para descubrir tal ser. Esta
última razón es fundamental. En efecto, si hubo antes de los primeros filósofos hombres
que preguntaron por el ser de las cosas, aconteció que sus preguntas eran dirigidas a alguien
superior (a Dios. A los dioses, al destino) que se suponía ser la única entidad que podía
contestarlas.

¿Qué es la esencia?

La esencia es aquello que existe, lo que es la cosa, y, por tanto, su naturaleza intima
expresada por su definición, cuando esta es posible. Al afirmar que la esencia es necesaria,
no se quiere dar a entender que ella exista necesariamente, sino que ella es necesaria como
esencia. La esencia es concebida por nuestro espíritu como un conjunto de notas
armonizables entre si y ofreciéndose como un todo. Entonces la esencia es lo que existe; de
si, no podría tener existencia real, pues ella no es la existencia. La esencia no puede tener
solo un carácter real sino que debe estar unida a la existencia. En tal sentido, la definición
solo hace saber lo que el ente es, pero no puede probar simultáneamente que el ente
definido exista. No se puede conocer, entonces, por el mismo razonamiento, lo que la cosa
es y el hecho de que la cosa sea o exista.
EL “SER Y EL ESTAR” EN EL MUNDO

La noción del ser se toma en muchos sentidos. Como sinónimo de ente y otras veces como
la esencia de las cosas. El ser como acto de ser, tiene dos sentidos: la posición relativa de
una cosa respecto de otra. El otro sentido, que es el importante para nosotros, es la posición
absoluta de una cosa cualquiera.

¿Qué es el ser y el existir?

La pregunta ¿Qué es el ser? No se puede contestar porque no tiene definición. El solo


hecho de definir al ser implica reducirlo a un concepto más amplio y no existe un elemento
más extenso que el ser. Lo único que podemos hacer, es señalar, apuntar que es el ser y que
significa existir y que significa consistir. No podemos saber que es existir, solo tenemos la
experiencia de existir, estar ahí. Podemos intentar saber quién existe, y ante esto solo
podemos afirmar que las cosas no son más que mis representaciones y no verdaderas
realidades, no son en sí mismas sino que son en mí.

Podemos afirmar que en cuanto su etiología, tanto ser como existir significan lo mismo, a
saber, el aparecer, el brotar, el darse en la realidad como procediendo de un cierto origen, el
permanecer, e incluso el vivir. Y todo ello en relación inmediata con los datos sensibles.
Pero también hay que decir que, aparte de su etimología, el ser y el existir han ensanchado
su ámbito significativo, y el uso ulterior se aplican a todo lo que se da en la realidad, con
independencias de su aparición sensible. Filosóficamente, el ser o el existir tratan de un
acto sin más, de un acto sin determinación, ni restricción alguna. También cabe describir al
ser y al existir como lo que no puede reducirse a un mero objeto de conocimiento.

Por lo tanto el ser y el existir son también similares. No es lo mismo ser sustancial y el ser
accidental, ni el ser de la sustancia espiritual y el ser de la sustancia corporal, pero entre
todos ellos hay semejanza o analogía. Dicha similitud o analogía, por lo demás, es de
atribución intrínseca y propia, dado que hay distintos grados de ser, y una jerarquía entre
ellos; y también es analogía de proporcionalidad propia, puesto que cada ser se relaciona
con su esencia, y entre las relaciones que así resultan hay semejanza.

El existir ( o la existencia) en tanto que concebido, se describe acertadamente como el acto


sin más, el acto sin terminación alguna; es simplemente el darse en la realidad, o sea, fuera
de la nada, fuera de sus causas y fuera del intelecto que lo concibe. En realidad el concepto
que podemos formar del existir está apoyado enteramente en la experiencia, y sin esa
experiencia, tal concepto carecería de verdadero contenido, sería un concepto vacío. Y esto
se debe a que “pensar” y “percibir” son dos actividades distintas de intelecto humano,
completamente irreductibles, aunque íntimamente ligadas entre sí.
LA NATURALEZA DEL SER

En sentido estricto, la esencia es la unidad primordial de cada cosa, su núcleo central y más
profundo, el meollo profundo sin el cual una cosa no podría ser lo que es, contraponiéndose
a lo que no es esencial que también pueda darse en cada cosa.

La esencia y el fenómeno, son dos aspectos indisolublemente vinculados, de la realidad


objetiva: uno de ellos, es el aspecto interno, la esencia: no puede manifestarse sino a través
del aspecto externo, que es el fenómeno. Toda esencia se manifiesta de alguna manera en
algún fenómeno, y cada fenómeno presupone su propia esencia. De tal manera, que ni el
fenómeno ni la esencia se presentan jamás por si solos, aislados, independientemente el uno
de la otra. Lo oculto e interno se hace patente, se da a conocer. Las relaciones mutuas entre
ambas categorías, constituyen la unidad de lo uno y lo múltiple.

La unidad de esencia y fenómeno, reviste un carácter contradictorio. La esencia expresa


algo universal, en tanto que el fenómeno expresa algo singular; en la esencia se presenta el
aspecto interno, profundo, de la realidad, en tanto que el fenómeno, se muestra el aspecto
externo, superficial. La esencia tiene comparativamente mayor estabilidad, hallase en
reposo y es constante; por el contrario el fenómeno, se caracteriza por su mutabilidad; la
esencia se manifiesta por medio del fenómeno, y por el contrario, este se presenta de forma
directa e inmediata. Hay también la contradicción entre lo universal y lo singular.
LA NATURALEZA ONTOLOGICA DE LA ENFERMERIA

La enfermería como un proceso de bienestar afirma Reed (2004) que la substancia de la


profesión enfermera es la propia enfermería como disciplina y es importante descubrir esta
substancia para conocer el ser, la naturaleza ontológica de la profesión. En este sentido, la
substancia de la enfermería como disciplina es el estudio de los procesos enfermeros para el
bienestar de las personas. Esta ontología de la disciplina enfermera va más allá del campo
celular o de las ciencias naturales. Entonces la enfermería puede verse como un proceso de
proporcionar bienestar, de sanar, apoyar, en suma, de curar. Por lo tanto, la enfermería es
un proceso participatorio que trasciende la frontera entre el paciente y la enfermera y que se
deriva de valorar lo que Martha Rogers (una teórica de la enfermería) llamo tendencia
inherente de los sistemas humanos para la innovación y el cambio creativo. Por los sistemas
humanos entendemos a un individuo o un grupo de seres humanos. Como tales, los
sistemas humanos, ya sean individuos, diadas, grupos o comunidades, participan en los
procesos enfermeros.

Es también el cuidado una forma de lograr cierto control sobre la vida y el destino, de
poseer la propia existencia, pues considerada que la falta de posesión de la existencia es la
forma originaria de nuestro ser en el mundo y que esta estructura fundamental acompaña al
hombre toda su vida. Esta indefensión provoca en el hombre soledad e indefensión. A esto
se le llama la soledad y angustia existencial. Entonces, solo mediante el cuidado logra el
hombre satisfacer su necesidad de salud, bienestar.

Sin embargo, el definir la substancia de la enfermería (su ontología), en término de los


procesos de bienestar propios de los seres humanos no niega la influencia de los factores
que se entrecruzan con la enfermería para influir en el bienestar y la salud. Estos factores
pueden ser ambientales, financieros, quirúrgicos y farmacológicos. Pero, cualquier proceso
de bienestar implica básicamente, un proceso enfermero. Por lo tanto, el reto para la
profesión es comprender la naturaleza de los procesos enfermeros y facilitarlos en diversos
contextos de experiencias de salud.

Los procesos enfermos se manifiestan por cambios en dos características: complejidad e


integración, que dan lugar a un tercera: el bienestar.

La complejidad se refiere al número de diferentes tipos de variables que se pueden


identificar en una situación dada. La complejidad ocurre cuando los sistemas humanos
experimentan o expresan variables (por ejemplo, acontecimientos de vida, eventos
fisiológicos, como partes, separadas de la totalidad, más bien que como patrones de la
totalidad). Un ejemplo de complejidad es la perdida de una persona amada o una
enfermedad crónica, que introduce muchas nuevas variables, aparentemente desconectadas,
en la vida de un individuo.
La integración se refiere a sintetizar y organizar las variables de tal manera que haya un
cambio en la forma, no en el número de eventos. Se necesita un cierto nivel de complejidad
para que ocurra la integración. La integración es transformativa e implica un cambio
cualitativo. En la integración, las fuerzas autos reparativos de ser humano se activan para
conducir al bienestar. En la integración podemos la activación de la persona hacia el
bienestar.

El bienestar. Los cambios en complejidad e integración pueden ser usados para explicar
muchas facetas de desarrollo humano y los cambios en los sistemas, pero el proceso de
bienestar se puede usar para comprender la salud, la curación y el bienestar. El bienestar se
puede explicar en parte por los cambios en la integridad y la complejidad.

La persona. Podemos concebir a la persona en forma holística, es decir, como una totalidad.
La persona humana es la forma bajo la cual se unifican y expresan la totalidad de las
diferentes dimensiones del hombre (física, cultural y espiritual). Tiene como atributos la
libertad, la historicidad, la autoconciencia, etc. En este sentido, la persona tiene
dimensiones identificables y recibe el cuidado de enfermería en forma holista.

La salud. Para Florence Nightingale la meta de la enfermería es la salud, tanto para el sano
como para el enfermo. Es decir, la obtención del bienestar, como decíamos anteriormente,
independientemente de la presencia o ausencia de la enfermedad.

Cuidado de enfermería. Son las intervenciones de enfermería con la persona. Al cuidado se


le define como lo que hace la enfermera por y con la persona. El enfoque primario de las
intervenciones de enfermería son las interacciones transpersonales, que ocurren entre la
enfermera y la persona, siendo el cuidado, el ideal moral de la enfermería.

El contexto. Es un concepto fundamental para la disciplina de enfermería. Se le


conceptualiza como el entorno de la persona, como una parte integral e indivisible de ella.
El contexto interactúa o coexiste con la persona. Cuando hay una modificación ya sea en la
persona o en el contexto, esta modificación se asimila en forma recíproca, siendo una causa
adicional a la salud.
LOS FINES ONTOLOGICOS DE LA ENFERMERIA: EXISTENCIA-
TRASCENDENCIA, VIDA-MUERTE, SALUD- ENFERMEDAD

La existencia de la enfermería se relaciona con la existencia del ser enfermera-en el mundo.


Este ser enfermera se construye socialmente con sus prácticas de cuidado, en función de sus
fines últimos. La historia de la enfermería da cuenta que, desde los origines de la
humanidad existen las practicas del cuidado para la salud, el bienestar y la conservación de
la vida. Estas prácticas son vistas como un producto social y cultural que ha sido trasmitido
de generación en generación, siendo un producto cultural susceptible de ser aprendido. El
estudio, reflexión e investigación de las prácticas de cuidado en diferentes culturas han
estado mediadas por las concepciones filosóficas del ser humano, conocimiento, valores,
ideologías, poder y dominación.

La ontología de enfermería busca el conocimiento del ser de enfermería, reconocer la


existencia de cuestionamientos ontológicos de enfermería es reconocer que existe un orden
y clases naturales así como barreras en el conocimiento que dan. Los cuestionamientos
ontológicos de enfermería son de índole relacionada con la naturaleza, la amplitud y el
objeto de la substancia del ser enfermería. Es necesario identificar estos cuestionamientos
del ser enfermería que de otra forma es imposible identificar la naturaleza, amplitud y
objeto de conocimiento de enfermería.

Una primera razón se basa en que la filosofía y la enfermería estudian en términos amplios
los asuntos humanos y por ello se considera una ciencia humanística, por ello la indagación
filosófica tiene sentido especial para la enfermería y las ciencias humanas. Utiliza el
análisis crítico para explicar y evaluar la información y creencias. La segunda es que la
filosofía funciona muchas veces como instrumento heurístico, descubriendo las formas
variadas de entender la práctica como ciencia aplicada ya que incorpora diversas clases de
conceptos y hechos. La filosofía funciona para enfermería como un instrumento de
indagación formal y analítica.
UNIVERSIDAD DE SOTAVENTO, A. C.

INCORPORADA A LA UNAM

LICENCIATURA EN ENFERMERÍA

COATZACOALCOS, VER.

NOMBRE DEL ESTUDIANTE: COTA ZAPO GERARDO SAID

MATRICULA: 41.552.5770

PRIMER SEMESTRE

GRUPO: 1030

NOMBRE DE LA DIRECTORA: MCE VARGAS HERNÁNDEZ MARGARITA

NOMBRE DE LA DOCENTE: DOMINGUEZ GONZALEZ MARIA GUADALUPE

NOMBRE DE LA ASIGNATURA: FILOSOFIA Y ENFERMERIA I

CICLO ESCOLAR (2014/2015-1)

PERÍODO: AGOSTO-DICIEMBRE 2014.

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