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FUNDAMETOS DE ECONOMÍA PARA EL URBANISMO

David R. Valdez Patiño


30-AGO-2021

CONTROL DE LECTURA 03
Los modos de producción y las formaciones sociales. La concepción
materialista de la historia.
En este capítulo, Oskar Lange expone como los diferentes modos de producción a
lo largo de la historia, dependen de la forma que forma que tiene la sociedad en
cada uno de esos contextos, y viceversa; y como los cambios en a segunda, obligan
a que la primera evolucione.
En primer lugar, se habla de la complejidad de las relaciones de producción, y como
el alcance de estas puedes pasar desapercibido ante los diferentes actores que en
ellas participan.
Uno de los conceptos fundamentales, es el de la propiedad, es decir, el sentido de
pertenencia de los medios producción por parte de alguno de los actores sociales.
Esta pertenencia, no es necesariamente física, sino que puede estar dictada por los
marcos legales y sociales de determinado contexto. Es en este sentido de propiedad
con los diferentes actores sociales, es en lo que se basa el sistema de relaciones
de producción a lo largo de la historia, y según sus características, se puede hablar
de diversos modos de producción: la comunidad primitiva, la esclavitud, el
feudalismo, el capitalismo y el socialismo.
En el primero, los medios de producción son propiedad de toda la comunidad, ya
que esta no conoce otro modo más que el trabajar en conjunto para producir. En el
segundo, no solo los medios de producción son propiedad de una pequeña parte de
la población, sino que el resto de la población misma es a su vez, propiedad. En el
tercero, el feudalismo, la tierra, como medio de producción es en parte propiedad
privada y en parte propiedad del estado (a través de la monarquía, apoyada en la
religión) y los trabajadores están ligados a ella definitivamente, pues dependen de
su trabajo para existir.
En el cuarto, y modo presente, el capitalismo, los medios de producción podrían ser
propiedad de cualquier persona, sin embargo, la complejidad en el funcionamiento
y calidad de los medios de producción, solo pocas personas pueden costear el ser
propietarios de estos. Si bien puede haber propietarios de pequeños medios de
producción alternos, estos suelen quedar fuertemente opacados frente a los otros,
más grandes, medios de producción, en cuestión de productividad, por lo que no
son competentes. Esto hace que mayoría de los trabajadores se vean en necesidad
de trabajar para un gran propietario de los medios de producción, denominado
capitalista.
En el último de ellos, el modo de producción socialista, los medios de producción,
incluso aquellos grandes y complejos, son propiedad de la sociedad entera, a través
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de organismos creados con el fin de representar a toda la sociedad, y satisfacer las


necesidades de cada uno de los miembros de esta.
Todos estos modos de producción, son etapas históricas que se han dado en el
orden señalado, y entre cada una de ellas ha habido periodos de transición. En cada
etapa que procede a alguna otra, hay presentes características de la anterior, que
tienden a convertirse en una nueva herramienta que contribuye a al mantenimiento
del nuevo modo de producción.
En los modos de producción en los que la propiedad no es de toda la sociedad, se
habla de las clases sociales, divididas entre la parte de la sociedad que es
propietaria de los medios y la que no es propietaria. La relación entre estas dos
clases es de carácter antagónico, debido a que la clase propietaria (monopolio)
posee diversos privilegios que la otra clase carece, y esto provoca que sus
necesidades, incluso las básicas, no sean satisfechas.
Los modos de producción, son cada uno, un sistema bien integrado y en equilibrio
y cada uno tiene sus características que definen que ese sistema funcione de una
manera y no otra. La ley de la necesaria correspondencia entre las relaciones de
producción y el carácter de las fuerzas productivas, habla sobre esta característica
de los modos de producción. Se explican diversos ejemplos que ilustran que la
manera en que el hombre produce está directamente con el modo de producción.
La ley de la correspondencia necesaria entre la superestructura y la base económica
habla de como las relaciones sociales (excepto las de producción), llamadas
“superestructura” en conjunto con el modo de producción (llamados en conjunto
“sistema social), están inherentemente ligadas a la base económica (las relaciones
de producción). Por ejemplo, las relaciones religiosas-sociales del cristianismo en
Europa medieval, bajo el feudalismo, estaban ligadas y definían las relaciones de
producción de un sistema monarquía-feudales con sus siervos correspondientes.
El carácter conservador de las relaciones sociales y la conciencia social, habla de
la característica de los sistemas sociales definida por la costumbre las de los hábitos
de producción al que está sujeta una sociedad, y el apego a esta costumbre. Por
ello los modos de producción son difíciles de evolucionar a otros, dado a que los
actores sociales a este se resisten fuertemente al cambio.
Sin embargo, debido al carácter productivo de los modos, el hombre va
transformando su entorno poco a poco, logrando así estímulos que influyen la visión
que el hombre tiene lo sobre la producción que genera, generando a su vez ideas
sociales sobre su entorno. Esto da lugar al proceso de desarrollo y cambio en la
formación social, pues el equilibrio que existía se ve perturbado debido a la
insatisfacción que sienten las fuerzas productivas, creando un cambio en las
relaciones de producción. Por lo tanto, la correspondencia entre las relaciones de
producción y el carácter de las fuerzas productivas, se rompe, y por tanto también
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el de la superestructura y la base económica entra en desequilibrio. A este proceso


en que la formación social cambia gracias los desequilibrios, y surge un proceso en
que las condiciones anteriores desaparecen, se le llama proceso dialéctico.
Dentro del proceso dialectico, ocurren tres líneas que marcan el desarrollo de las
sociedades: la acción recíproca del hombre con la naturaleza; la aparición de
contradicciones entre las fuerzas productivas y las antiguas relaciones de
producción, y la aparición de una contradicción entre las nuevas relaciones de
producción y la superestructura.
Por tanto, la superestructura debe subsecuentemente cambiar, bajo el interés de
una clase, y por sobre la resistencia de la clase que tiene le privilegio dentro del
actual modo de producción. A esto se le llama la lucha de clases, la cual concluye
gracias a una revolución social, es decir, la eliminación de los desequilibrios y
contradicciones a través de despojar a la clase privilegiada de su privilegio.

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