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ACTIVIDAD 2 EVALUATIVA

CASO ENRON

PRESENTADO POR: JORDAN D. SÁNCHEZ ARZUZA


PRESENTADO A: MERLYS TAFUR CAMPO

BARRANQUILLA

2021
CONCLUSIONES CASO ENRON
Uno de los escándalos financieros más grandes de la historia es el caso de la
gigante energética Enron Corporation, que apareció en la lista de la séptima
compañía más grande y rentable de Estados Unidos en el 2000.
La empresa de auditoría no evaluó el fraude en una auditoría de estados
financieros. La NIA 240 establece que el auditor es responsable de obtener
garantías razonables de que los estados financieros tomados en su conjunto están
libres de inexactitudes significativas, ya sean causadas por fraude o error.
El auditor no estaba en condiciones de detectar fraudes en los estados
financieros.
La firma auditora no fue más efectiva y contundente en las comunicaciones y
recomendaciones hechas a los funcionarios y gerentes del gobierno con respecto
a asuntos de control interno o estados financieros. La NIA 260, Comunicación con
funcionarios gubernamentales, se refiere a la responsabilidad del auditor de
comunicarse con los funcionarios gubernamentales en relación con la auditoría de
los estados financieros.
La firma auditora debería haber sido más estricta con los requisitos éticos internos
existentes con el socio y el equipo de trabajo asignado a la auditoría de Enron. La
Norma Internacional de Auditoría ISA 200 establece que el auditor debe cumplir
con los requisitos éticos pertinentes relacionados con los encargos de auditoría, es
decir, los que son más restrictivos entre ellos: (i) las partes A y B del Código de
Ética de la IFAC para Contadores Profesionales; y (ii) los requisitos nacionales.
Falta de control de calidad del trabajo de auditoría. La NIA 200 Control de calidad
para auditorías de estados financieros establece normas y proporciona orientación
sobre las responsabilidades específicas del personal de la empresa. Si estas
revisiones de calidad dentro de la empresa hubieran sido estrictas, las debilidades
en el trabajo de auditoría habrían sido evidentes.

Conclusiones Interbolsa
Teniendo en cuenta que la función del auditor es emitir una opinión de acuerdo
con los hallazgos encontrados después de realizar una auditoría de una empresa;
y de acuerdo con la NIA 240, Responsabilidades del Auditor en la Auditoría de
Estados Financieros con respecto al Fraude, en el caso de Interbolsa se evidencia
que el papel desempeñado por los auditores de la firma Grant Thornton no fue
correcto, violando así sus funciones y controles que no fueron interpretados de
manera oportuna, dejando de lado muchas irregularidades en las operaciones que
comprometieron la liquidez de esta empresa, es evidente que hubo negligencia y
omisión por parte de los auditores que no se dieron cuenta y/o no informaron
oportunamente ante el órgano competente de la mala gestión financiera, los
fraudes contables y el posible lavado de recursos que se estaban llevando a cabo
dentro de la empresa Interbolsa.
También se puede deducir que la firma auditora no contaba con herramientas o
métodos suficientes para analizar el comportamiento de las inversiones, pero sí
tenía la responsabilidad de revelar e inspeccionar todas las transacciones entre
todas las partes involucradas, tales como cuentas por cobrar y cuentas por pagar,
especialmente con Capital Appreciaton, con las que se habían realizado
transacciones desde tiempos inmemoriales y se habían generado irregularidades.
Lamentablemente vemos que este caso tuvo una gran ausencia de principios
éticos en todas las partes involucradas, especialmente en lo que respecta a sus
obligaciones y responsabilidades, ya que, al manipular los fondos de inversión, los
recursos fueron desviados y representan un mayor riesgo; también alteraron las
cifras de los estados financieros, revelando una solidez y solvencia económica que
no era real, alterando la realidad económica, ocultando la realidad dentro y fuera
de la empresa.
Se hizo evidente que los administradores buscaban el beneficio individual,
priorizando sus necesidades sobre las de los inversionistas, dejando claro que los
controles establecidos por la junta directiva no eran suficientes para haber
detectado a tiempo el mal manejo de los fondos.
Según NIA 240, en el caso de Interbolsa, es evidente que hubo fallas en la
omisión y el protocolo para la realización de las auditorías, teniendo en cuenta que
en los estados financieros se pudieron evidenciar las irregularidades de las
transacciones ficticias para que aparecieran liquidez y apoyo a los inversionistas,
así como las cuentas de fachada que se llevaron para el desvío de recursos.
En este caso, la sociedad de auditoría no informó a la autoridad competente en el
momento oportuno de las irregularidades y posibles fraudes que se habían
revelado. Teniendo en cuenta que una de las responsabilidades del auditor es
verificar y certificar que la información financiera presentada es real y fiable y
puede estar libre de fraude o error. Situación que no se presentó en este caso.
También se evidencia que no se aplicó la Ética Profesional del Contador, auditor y
revisor fiscal, debido a que se dio fe pública, con conocimiento del mal manejo de
dinero que se estaba llevando a cabo dentro de Interbolsa.
Teniendo en cuenta que la Superintendencia Financiera de Colombia, no tomó los
controles necesarios y pertinentes en la revisión de la empresa Interbolsa,
sabiendo que ellos son los responsables de la prevención y detección de fraudes,
permitió en cierta forma que este tipo de irregularidades fueran cometidas por la
empresa, dejando así mal paradas las operaciones de la Bolsa de Valores en
Colombia.

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